efdeportes.com
Las discapacidades físicas.
Integración en Educación Física

   
*Maestro Especialista en Educación Física. C.E.I.P.
Ntra. Sra. de las Nieves de Pegalajar, Jaén
http://www.telefonica.net/web2/efjuancarlos
**Maestra Especialista en Educación Especial (Pedagogía Terapéutica).
I.E.S. Llano de la Viña de Villargordo, Jaén
(España)
 
 
Juan Carlos Muñoz Díaz*
juanmudi@eresmas.com  
María Ángeles Antón Herrera**
manye36@hotmail.com
 

 

 

 

 
Resumen
    Este trabajo pretende ofrecer a los profesionales de la Educación Física una información esquematizada y útil para realizar una intervención educativa eficaz con los alumnos que presentan discapacidades físicas.
    Básicamente se ha ido recopilando distintas aportaciones sesgadas sobre el tema con el fin de elaborar un texto unificado que proporcione una información completa sobre la discapacidad física.
    El artículo se inicia realizando una diferenciación terminológica referida a conceptos que se presentan como sinónimos: deficiencia, discapacidad, minusvalía y alumnos con necesidades educativas especiales.
    A continuación se revisan los factores que dan lugar a deficiencias y algunas de las problemáticas derivadas de las mismas. También se hace necesario esquematizar y recordar algunas de las deficiencias físicas más comunes.
    Por último se analizan las necesidades educativas que presentan los alumnos con discapacidad física tanto en el centro escolar como en el aula de Educación Física, aportándose estrategias generales y concretas de actuación.
    Palabras clave: Discapacidad física, Minusvalía, Deficiencias físicas, Recursos educativos, Necesidades Educativas Especiales, Educación Física, Integración, Accesibilidad. Síntomas, lesiones, enfermedades.
 

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 11 - N° 98 - Julio de 2006

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1. Introducción

    Es evidente que los individuos tenemos una serie de características comunes, aunque nos diferenciamos en otros muchos aspectos, no actuamos, sentimos o pensamos de igual manera, somos diferentes en nuestras características físicas como psicológicas.

    Esta diversidad está relacionada con unos criterios de "normalidad", tanto a nivel cognitivo, socio-afectivo como motriz; cuando dicha diversidad no se relaciona con esos criterios, se habla de deficiencia, discapacidad, retraso, etc., en nuestro caso, de alumnos con Necesidades Educativas Especiales.

    Un correcto tratamiento de la diversidad, desde el punto de vista educativo, ha de promover el respeto y la atención de la misma, contribuyendo a potenciar y/o compensar las diferentes variables que originan diferencias que implican situaciones de desventaja respecto de los demás, con independencia de que estas diferencias sean positivas o negativas, respecto a esos criterios de "normalidad" o al canon común.

    En el ámbito educativo, el maestro en particular y el resto de la comunidad educativa en general, han de ser sensibles a la problemática del deficiente en la sociedad, por ello deben proporcionarle una mejor y mayor educación que contribuya a su integración y a una mayor calidad de vida.

    En el ámbito de la Educación Física, el tratamiento de la discapacidad física se presenta como una asignatura pendiente. Tradicionalmente a los alumnos con estos tipos de discapacidades los hemos considerado como "exentos", es decir, sin capacidad para realizar ninguna actividad física.

    Este mito se potenciaba por la falta de formación específica del profesorado, por la ausencia de atención de las administraciones públicas, por el miedo y la superprotección familiar y por el desinterés social en general.

    En la actualidad vivimos el apogeo de una escuela para todos, de la integración y normalización educativa, de la atención a la diversidad, porque en efecto, todos somos diferentes y diversos y todos necesitamos atención, algunos una atención especial que les posibilite llevar una vida "normal" en todos los ámbitos: familiar, escolar, social, laboral… En definitiva se trata de dar sentido a la vida, pues este es el mayor logro que pueden alcanzar aquellas personas que han estado desheredadas por la sociedad.


2. Conceptualización

    En general solemos utilizar como sinónimos términos como deficiencia, discapacidad o minusvalía, Efectivamente existe una gran confusión terminológica entre estos conceptos aparentemente similares, aunque en realidad reflejan realidades diferentes. Por ello, en primer lugar, es preciso establecer una diferenciación conceptual entre los mismos.

    En el marco de la salud, una deficiencia es una pérdida o anormalidad de una estructura o función psicológica, fisiológica o anatómica. Pueden tener carácter permanente o temporal. Entre ellas podemos incluir una anomalía, defecto o pérdida tanto en las estructuras corporales como mentales.

    Entendemos por discapacidad a toda restricción o ausencia (debido a una deficiencia) de la capacidad de realizar una actividad dentro de lo que se considera "normal" para el ser humano. La discapacidad puede venir tanto por el exceso como por la insuficiencia de la realización de una actividad rutinaria y puede tener un carácter temporal o permanente. La discapacidad puede surgir como consecuencia de la deficiencia o como respuesta del individuo a nivel psicológico ante deficiencias físicas, sensoriales o de otro tipo.

    Una minusvalía es una situación desventajosa para un individuo como consecuencia de una deficiencia o de una discapacidad, limitando o impidiendo el desempeño de un rol normal. Representa la socialización de una deficiencia o discapacidad, por tanto, refleja consecuencias culturales, sociales, económicas y ambientales derivadas de la presencia de la deficiencia y la discapacidad.

    En el ámbito educativo, a partir de la LOGSE se introduce el término Necesidad Educativa Especial, que nos sitúa ante una terminología "normalizada" y por lo tanto fuera de los matices peyorativos que conllevaban términos como: deficientes, minusválidos, discapacitados, subnormales… Al tratar a estas personas como alumnos con necesidades se está presuponiendo que todos los sujetos tienen "necesidad" de atención, si bien va a existir un colectivo, en que dichas necesidades tengan el carácter de "especiales", en función del grado de necesidad requerido.

    Con el término Necesidades Educativas Especiales nos referimos al conjunto de medios (profesionales, materiales, de ubicación, de atención del entorno…) que es preciso instrumentalizar para la educación de los alumnos que por diferentes razones, temporales o de manera permanente, no están en condiciones de evolucionar hacia la autonomía personal y la integración social con los medios que habitualmente están a disposición de la escuela. (WARNOK, 1987).

    Al no equiparar el concepto de NEE con el de déficit o handicap no se intenta negar su presencia e influencia, sino que se pretende dejar claro que las necesidades de los alumnos no se explican sólo por su déficit, puesto que con una intervención educativa adecuada se pueden cubrir o reducir. De este modo una estimulación adecuada de un niño parapléjico compensa parte del déficit e incrementa su potencial de aprendizaje, pero en caso contrario se pueden producir otro tipo de problemáticas: sobreprotección, inadaptación, aislamiento… que además de contribuir a disminuir su capacidad de aprendizaje generan un déficit secundario en forma de inadaptación o trastorno de la personalidad que no es consecuencia directa de la deficiencia.

    Por tanto, al hablar de "Necesidades Educativas Especiales", estamos desvinculando al alumno del concepto de enfermedad permanente, definido mediante diagnóstico médico, y lo estamos situando ante una realidad educativa, que implica considerar las causas, no desde un punto de vista orgánico, sino desde el punto de vista interactivo, por cuanto las necesidades del alumno no se centran exclusivamente en sus propias deficiencias, ya que las mismas vienen condicionadas también por el entorno que le rodea y por los recursos educativos que se disponen (familia, escuela, sociedad).


3. Factores que dan lugar a deficiencias

    A continuación vamos a enumerar algunos de los factores que inciden directamente o son causa de posibles deficiencias o minusvalías.

  • Factores presentes en el momento de la concepción

- Genéticos: tiene que ver con la herencia, de modo que un gen introduce una anomalía en el nuevo ser.
- Cromosómicos: no tienen que ver con la herencia. En el momento de la división cromosómica se produce la alteración. Es el caso de los niños con Síndrome de Down.

  • Factores prenatales

- Infecciones y parásitos transmitidos al feto por la madre: sífilis, rubéola, toxoplasmosis…
- Lesiones después del tercer mes de embarazo: fetopatías.
- Causas tóxicas:

* Exotóxicas: alcoholismo, tabaquismo, medicamentos…
* Endógenas o humorales: el feto puede ser afectado por distintas patologías de la madre que sufre en su interior: diabetes, sida, hipertensión…

- Incompatibilidad sanguínea: que produce encefalopatía hiperbilirrubíneica (Rh negativo en la madre y Rh positivo en el feto).
- Malas condiciones físicas y psíquicas de la madre en el momento de la gestación: mal estado físico, alteraciones nerviosas, edad de la madre…

  • Factores perinatales

- Origen traumático: mala extracción del feto, uso de forceps.
- Parto no a término: necesidad de completar el desarrollo del niño a través de la incubadora.
- Infecciones por rotura de la bolsa.
- Anoxia: falta de oxígeno en el niño en el momento del parto, por atadura del cuello por el cordón umbilical.

  • Factores postnatales: se deben al medio ambiente en el que el niño ha nacido: infecciones con fiebres, meningitis, hemorragias intercraneales, convulsiones, rechazo de la madre, traumatismos, mala nutrición, envenenamientos, falta de medios económicos de las familias, nivel cultural de la familia.


4. Problemática de las personas con discapacidad

    Las personas con discapacidad suelen encontrarse con dificultades sobreañadidas que impiden aún más la integración plena. Veamos algunas de ellas desde diferentes ámbitos:

  • Ámbito familiar

- No aceptación de las deficiencias por parte de sus padres.
- Superprotección que limita su desarrollo.

  • Ámbito escolar

- El profesorado no se adapta realmente a las características y ritmos de aprendizaje del alumno.
- No se favorece la autonomía personal y la integración social.
- Falta de colaboración continua de la familia.

  • Ámbito laboral

- Dificultad de integración laboral.
- Se subestima la capacidad de la persona dándole un trabajo de menor cualificación.

  • Ámbito social

- Presencia de barreras de comunicación ante la falta de concienciación social, predominando la indiferencia, la ignorancia, y en ocasiones el prejuicio, creando un entorno de aislamiento psíquico y fisco.
- Presencia de barreras arquitectónicas.


5. Tipos de discapacidades físicas

    Generalmente a la hora de realizar clasificaciones, se establecen dos grandes grupos de deficiencias: físicas y mentales, si bien ambos pueden estar interrelacionados como hemos visto anteriormente.

    Las deficiencias físicas se suelen subdividir en tres grandes grupos:

  • Deficiencias motrices

  • Deficiencias sensoriales

  • Deficiencias fisiológicas

    Para nuestro tema nos centraremos en las deficiencias motrices sobrevenidas como consecuencia de discapacidad física. Una clasificación orientativa puede ser la siguiente:

  • Afectación a miembros inferiores o superiores

Amputaciones: pérdida de una extremidad como consecuencia de una lesión traumática (corte, quemadura, aplastamiento) o una enfermedad que requiere

una intervención quirúrgica (cáncer, gangrena, diabetes…). La autonomía de las personas amputadas varía en función de la extremidad afectada y del nivel de amputación. En miembros inferiores se pueden utilizar prótesis para recuperar el movimiento funcional. En extremidades superiores las prótesis tienen un carácter más estético que funcional.

Poliomielitis: se trata de una enfermedad de carácter viral que afecta al si8stema nervioso y que da lugar a una pérdida del control muscular que puede degenerar en una parálisis. También se puede producir un síndrome postpolio, entre 10 y 40 años después de haber padecido la enfermedad.

  • Afectación a la médula espinal

Lesión medular: cuando ocurre una lesión medular, todos los nervios situados por encima de la lesión funcionan perfectamente, en cambio, por debajo se produce una desconexión entre el cerebro y las diferentes partes del cuerpo. Dependiendo del lugar y grado de afectación esta desconexión puede ser total o parcial. Dependiendo del nivel de la lesión se pueden producir una paraplejia (afectación a miembros inferiores) o una Tetraplejia (afectación tanto a miembros inferiores como superiores).

    La lesión medular, además de afectar a la sensibilidad y al movimiento por debajo de la lesión se puede acompañar de una serie de problemas asociados: osteoporosis (disminución de la mineralización ósea), espasticidad (contracciones involuntarias de los músculos), disfunciones urinarias e intestinales (mala eliminación de orina y heces que da lugar a frecuentes infecciones), disfunciones en la circulación sanguínea (da lugar a que los miembros sufran variaciones de temperatura), disfunciones de termorregulación (incapacidad para sudar y regular la temperatura corporal), escaras -el tejido se muere y se cae- o úlceras (por falta de movilidad y por contacto continuo del cuerpo con superficies duras, sillas, camas…), disfunción sexual (falta de erección en el hombre, afectación a la sensación de orgasmo)…

Espina bífida: consiste en una serie de malformaciones congénitas que se manifiesta por una falta de cierre o fusión de uno o varios arcos vertebrales posteriores dando como resultado un cierre anormal del tubo neural. Se sabe que el proceso comienza en el primer mes de gestación. Según el momento del desarrollo embrionario en el que se produce el fallo formativo de los tejidos se presentan distintas formas:

  • Espina bífida oculta o cerrada: la vértebra no se cierra, la médula espinal queda lejos de la superficie de la piel. Es la alteración más leve y no suele presentar síntomas.

  • Espina bífida con meningocele: se produce cuando falta la fusión de los arcos vertebrales posteriores con profusión de una bolsa meníngea llena de líquido cefalorraquídeo. Sigue siendo una afectación leve.

  • Espina bífida con mielomeningocele: se produce cuando la falta de fusión de los arcos vertebrales posteriores se acompaña de profusión quística de la médula. Es la afectación más grave.

    Estas afectaciones son más graves cuanto más cerca de la cabeza se produce la lesión. El resultado es la parálisis en las extremidades inferiores por debajo de la lesión, con imposibilidad para andar o desplazarse de forma autónoma, así como dependiendo de la extensión y la localización de la tumoración, suele estar acompañada de una serie de complicaciones: hidrocefalia (agrandamiento rápido de la cabeza debido a la acumulación de líquido cefalorraquídeo, siendo necesaria una operación para implantar una válvula en el cerebro para favorecer la salida del líquido), trastornos visuales (producidos por la presión del líquido cefalorraquídeo), incontinencia (falta de control del intestino y la vejiga), limitaciones ortopédicas (malformaciones que afectan a la columna -lordosis, cifosis o escoliosis-, a las caderas -luxaciones-, a los pies, tobillos o rodillas -pie equino, equinovaro, talo-).

  • Enfermedades degenerativas

Ataxia de Friedreich: enfermedad hereditaria que ocasiona un daño progresivo del sistema nervioso con síntomas que van entre debilidad muscular y problemas de dicción, por un lado, y enfermedad cardiaca por otro. En general el primer rasgo que aparece es la dificultad para caminar y se va programando progresivamente a los brazos y al tronco. Otros síntomas asociados son: pérdida de reflejos en rodillas, tobillos y muñecas, escoliosis, dolor de pecho, dificultad para respirar, palpitaciones, dificultad para hablar y en general suelen padecer profundas depresiones. El cerebro y la inteligencia no se ven alterados.

Esclerosis múltiple: se trata de una enfermedad del sistema nervioso central que se produce cuando se destruye o deteriora la mielina perdiendo los nervios la capacidad de conducir los impulsos eléctricos. Los síntomas de esta enfermedad varían entre diferentes personas e incluso en un mismo individuo según los mementos. Estos síntomas se suelen dividir en tres categorías:

  • Primarios: resultan del proceso de la desmielinización: debilidad, entumecimiento, temblor, pérdida de visión, dolor, parálisis, disfunción en la vedija e intestino…

  • Secundarios: se presentan como consecuencia de los síntomas primarios: infecciones en las vías urinarias, disminución de la densidad ósea.

  • Terciarios: se derivan de los dos grupos anteriores: complicaciones sociales, vocacionales y psicológicas.

Distrofia muscular progresiva: se conoce a un conjunto de enfermedades, todas hereditarias, caracterizadas por una debilidad progresiva y un deterioro de los músculos esqueléticos o voluntarios que son los que se encargan del movimiento. La forma más frecuente y grave es la distrofia muscular de Duchenne, con una expectativa de vida de 20 años. Estas personas son muy sensibles a las lesiones por lo que hay que tener cuidado en los cambios de posiciones y los movimientos bruscos.

Corea de Hungtitnton: también popularmente conocida como "Baile de San Vito". Es una enfermedad neurológica degenerativa caracterizada por movimientos involuntarios incontrolados, desarreglos psíquicos y pérdida de las funciones intelectuales (demencia).

  • Lesión cerebral

Parálisis cerebral: se trata de una anomalía de tipo neuromotor provocada por un desarrollo defectuoso o lesión del cerebro. Este trastorno no evolutivo puede afectar al control motor, al tono, al movimiento y a la postura. La lesión cerebral puede tener lugar antes, durante o poco después del parto. Es de destacar que en la mayoría de los casos de parálisis cerebral se debe a una anoxia cerebral (insuficiencia de aporte de oxígeno a las células de la corteza cerebral), aunque también puede producirse por otras causas como infecciones (meningitis, encefalitis…), accidentes cerebrovascular (cuando se interrumpe repentinamente el suministro de sangre a una parte del cerebro o se rompe un vaso sanguíneo en el cerebro) o por traumatismos craneoencefalicos. Suele llevar asociadas algunas otras deficiencias, como en el lenguaje, disminuciones intelectuales (no forzosamente), convulsiones, problemas de visión y/o audición, alteraciones perceptivas, problemas afectivos.

    La parálisis cerebral se clasifica según varios criterios:

Criterio topográfico, dónde radica la afectación

  • Tetraplejia: a las cuatro extremidades.

  • Displejia: extremidades superiores.

  • Paraplejia: miembros inferiores.

  • Hemiplejia: extremidades de un lado del cuerpo.

  • Según la alteración del tono muscular

- Espasticidad: aumento exagerado del tono (hipertonía), se caracteriza por movimientos exagerados y descoordinados (espasmos), el equilibrio es muy pobre. Su forma de caminar recuerda unas tijeras.
- Atetosis: fluctuación de hipertonía a hipotonía, se caracteriza por movimientos irregulares y retorcidos difícilmente controlables. Suelen ir acompañados de movimientos faciales incontrolados y babeo.
- Rigidez: es uno de los tipos más graves de parálisis cerebral con falta de flexibilidad en los miembros, envaramiento de la espalda y cuello y movimientos torpes y muy restringidos. No puede caminar y, con frecuencia, asociada a enfermedad mental.
- Ataxia: se caracteriza por la falta de tono muscular (hipotonía) que se traduce en dificultad en la marcha y descoordinación motora tanto fina como gruesa, pérdida del sentido del equilibrio por lo que tropieza y cae muy a menudo. Su aspecto físico, no obstante, es bastante normal. Posee voz monótona y nasalizada.

  • Atendiendo al grado de afectación podemos distinguir:

- Grave: control mínimo de los movimientos afectados, no andan y el lenguaje está muy afectado.
- Moderado: hay limitaciones en el control manual, marcha inestable y lenguaje impreciso.
- Leve: pueden hablar y andar, sus movimientos son torpes.


6. La integración educativa

    Tal y como señalamos con anterioridad, entendemos que la integración educativa para que pueda ser una verdadera "escuela de todos", precisa de una serie de requisitos. Para AGUADO y ALCEDO los requisitos son, por un lado la educación especial se entienda y practique como un conjunto de acciones dirigidas a niños con necesidades educativas especiales y destinadas a ponerse en práctica dentro de la misma aula, y con un mismo curriculum común aunque adaptado. Por otro, el éxito de la integración también depende del apoyo de la administración, de la adecuación de material y recursos personales, de una adecuada cualificación del profesorado, de una buena coordinación entre los distintos estamentos educativos...

    Uno de los pilares básicos en los que se apoya una educación integrada es el de una actuación multiprofesional bien organizada. Este tipo de actuación implica la oferta de una serie de servicios y posibilita gran variedad de alternativas de aprendizaje para los niños con discapacidad.

    Por otro lado, AGUADO y ALCEDO apuntan que el desarrollo tecnológico viene aportando grandes posibilidades para la mejora de la calidad de vida de las personas con discapacidad. Las nuevas tecnologías tratan de facilitar la educación y comunicación y eliminar las barreras arquitectónicas y urbanísticas existentes. Su principal finalidad es la de potenciar el rendimiento y la autonomía de estos niños a través de la corrección o aminoración de sus limitaciones: adaptación funcional de útiles y materiales escolares, la comunicación asistida por ordenador, los medios de transporte adaptados, sillas de ruedas especiales que permiten trabajar en distintas posiciones, prótesis…

    También es cierto que pese a los adelantos aún es mucho el camino que queda por recorrer: ausencia de evaluaciones previas, falta de información a los padres y profesores acerca de sus características y necesidades, falta de personal técnico adecuadamente preparado, barreras arquitectónicas…

    Estos mismos autores afirman que una de las grandes dificultades que impiden una plena integración y normalización de la vida escolar de un discapacitado físico viene determinado por la accesibilidad. Las barreras arquitectónicas, tanto urbanísticas como de edificación y de transporte, impiden el libre acceso al centro escolar de nuestros alumnos con discapacidad física.

    Una de las primeras barreras con las que se encuentran es la dificultad para acceder al propio centro, bien por la ausencia de transporte adaptado, por la presencia de rampas insalvables o por el diseño inadecuado de las puertas de entrada al edificio.

    Una vez que el niño ha podido acceder al centro escolar otro de los problemas estriba en cómo poder desplazarse libremente a través de las distintas estancias y poder acceder a los sitios de ocio y recreo. Es decir, la accesibilidad dentro del centro. Por desgracia no siempre disponen de ascensores, elevadores, espacios que permitan una amplitud de maniobra, pisos antideslizantes…

    Por último AGUADO y ALCEDO apuntan otra cuestión como esencial, la accesibilidad en el aula. La adaptación del mobiliario escolar y la utilización de dispositivos y ayudas técnicas que faciliten el aprendizaje y desarrollo de las tareas escolares son requisitos necesarios y, en muchos casos imprescindibles, para el logro de los objetivos académicos.

    La adaptación curricular individual se presenta como una estrategia educativa básica que posibilita una mayor y mejor integración de los alumnos con necesidades educativas especiales.

    Supone la modificación y ajuste de elementos didácticos y organizativos para dar respuesta educativa a la diversidad e individualizar la enseñanza. Esta respuesta educativa también implica la modificación de actitudes y formas de entender el proceso de integración.

    Hemos de tener en cuenta que la mayoría de los niños con discapacidad física presentan un adecuado desarrollo de su capacidad intelectual y no requieren un tratamiento pedagógico específico. Las estrategias educativas según Aguado y Alcedo deberían dirigirse a:

- Favorecer una adecuada y variada estimulación sensorial.
- Flexibilizar el ritmo de trabajo en función de las limitaciones derivadas de su discapacidad física.
- Evitar que el niño trabaje bajo los efectos de la tensión o agarrotamiento musculares.
- Interrumpir la tarea nada más observar que el chico pierde el control sobre los movimientos requeridos.
- Fomentar el uso de ayudas técnicas que faciliten el aprendizaje de las tareas escolares.

    También debemos ser conscientes que existe otro grupo de niños con discapacidad física que también presentan afectación en su capacidad intelectual. En estos casos es necesario realizar adaptaciones curriculares muy específicas y complejas, totalmente adaptadas a las necesidades individuales de cada alumno.


7. La integración en el aula de Educación Física

    Las relaciones interpersonales constituyen un tema básico en la integración educativa de los niños con discapacidad física. En ocasiones nos encontramos con que estos niños carecen de estrategias, habilidades y competencias para establecer relaciones sociales con sus compañeros. Por tanto es preciso poner en práctica una serie de estrategias que permitan potenciar unas relaciones interpersonales satisfactorias entre niños con y sin discapacidad y que a su vez prevengan de problemas posteriores relacionados con esa falta de habilidades.

    AGUADO y ALCEDO apuntan estas sugerencias:

- Fomento de interacciones que impliquen cooperación y reciprocidad.
- Desarrollo de actividades que sean gratificantes para ambos, tanto niños discapacitados como no discapacitados y que persigan metas y objetivos comunes.
- Experiencias extraescolares, como salidas, excursiones, juegos, etc., con compañeros de clase. Al realizarse estas actividades fuera del horario escolar se potencia un contacto más intenso y persistente.
- Elegir zonas de juego, ocio y diversión que sean totalmente accesibles. Cualquier barrera arquitectónica, por mínima que sea, restringe y limita las oportunidades para interactuar y relacionarse.
- Entrenamiento a través de iguales para mejorar la competencia social del niño con discapacidad física.
- Enseñar a los compañeros modos de facilitar la interacción social con el niño con discapacidad física.
- Proporcionar información sobre aspectos relacionados con la discapacidad enfatizando las semejanzas y cosas en común que presentan los niños con y sin discapacidad.

    Si le proporcionamos y facilitamos a la persona con discapacidad todos estos medios van a surgir unas interacciones más gratificantes dentro de ese entorno escolar. El contacto social no estará tan limitado, se incrementará la confianza recíproca y se obtendrá mayor apoyo emocional. De esta forma favorecemos su integración total, no sólo educativa, sino también social.

    Siguiendo a TRIGUEROS CERVANTES, C. (1.993), de manera general podemos realizar las siguientes recomendaciones para la práctica de actividad física con alumnos deficientes motóricos:

- En afecciones graves, no son recomendables actividades masivas y de gran excitación.
- Es recomendable prestar especial atención a los movimientos lentos y repetitivos.
- Variar frecuentemente las actividades, ya que mantienen durante poco tiempo la atención en la misma actividad.
- Utilización de aparatos auxiliares para facilitar la practica de la actividad física. (material adaptado, silla de ruedas, bastones, etc.).
- Primar los movimientos gruesos frente a la motricidad fina, ya que estos favorecen la exploración.
- Dar importancia a la relajación.
- Simplificar las tareas para que el individuo pueda realizarlas con éxito.
- Planificar actividades donde puedan participar conjuntamente con alumnos "normales".
- Utilizar frases cortas y sencillas para comunicarnos.

    Estas recomendaciones se pueden completar con otras que aporta HERNÁNDEZ RIOS (2005):

  • Delimitar el espacio para compensar las dificultades de movimiento. Además éste debe ser liso y llano para favorecer los desplazamientos.

  • En ocasiones es necesario la presencia del profesor/a de apoyo o de un alumno colaborador/a para facilitar la participación activa en las sesiones.

  • Evitar riesgos de choques, fricciones, presiones o golpes en las partes corporales afectadas.

    En general hay que priorizar el conocimiento y aceptación del propio cuerpo y de sus posibilidades de movimiento, incidiendo especialmente en mejorar la función respiratoria, el ajuste postural, el equilibrio, el control tónico y la relajación, potenciando la relación con el entorno (organización espacial y temporal).

    De igual modo, se ha de llevar a cabo una actividad física preventiva, con el objeto de favorecer el control del peso corporal y el desarrollo de determinados grupos musculares que proporcionen una mejor calidad de vida. En este sentido el trabajo de las cualidades físicas básicas y las habilidades motrices básicas son esenciales para dotarles de una mayor autonomía.

    En alumnos con parálisis cerebral hay que tener presente si tiene o no inteligencia conservada y si lleva asociados problemas lingüísticos graves, perceptivos o de autonomía en la marcha. El tratamiento educativo debe ser global, tratando tanto el problema específico motriz como los déficits asociados. Debe comprender desde la estimulación psicomotriz hasta la orientación e integración laboral, siendo responsabilidad de un equipo de profesionales: fisioterapeutas, logopedas, psicólogos, pedagogos…

    En el caso que el Paralítico Cerebral no pueda comunicarse oralmente, tendremos en cuenta estas normas:

  • Establecer un código de comunicación; pactando respuestas "SI" y "NO".

  • Ampliar el campo de visión, procurando que vean a las personas que hablan.

  • Esperar a que terminen la tarea que están realizando.

  • No pedir cosas que no pueden realizar.

  • Favorecer la integración mediante juegos cooperativos.

    En alumnos con parálisis cerebral hay que evitar ruidos inesperados, puesto que pueden provocar espasmos musculares, así como situaciones que puedan dar lugar a ansiedad o excitación. Debemos insistir en la relajación, la expresión y en el desarrollo muscular voluntario, perseverando en las actividades de coordinación y en la de flexibilidad articular.

    En alumnos con amputaciones, dependiendo de la longitud y de la ubicación de las mismas, podrá verse afectado el centro de gravedad, especialmente si implica a miembros inferiores. Por tanto deberá potenciarse el equilibrio y el ajuste postural.

    Por otro lado, dado el avance en el diseño de prótesis, su participación en las sesiones de Educación Física puede llegar a ser plena.

    En alumnos con distrofias musculares deberemos tener en cuenta las siguientes orientaciones didácticas:

  • Mantener, retardar o mejorar la pérdida de fuerza muscular e incrementar la resistencia.

  • Proponer actividades de flexibilidad y movilidad articular con el objeto de prevenir contracturas y deformaciones. En ningún caso deben sobrecargarse las articulaciones afectadas.

  • Prolongar la deambulación cuanto sea posible.

  • Priorizar la mejorar de la función respiratoria, aumentando la capacidad pulmonar y disminuyendo la secreción pulmonar.

  • Proponer ejercicios posturales con el objetivo de reducir las alteraciones de la columna vertebral características de estas alteraciones.

  • Evitar el cansancio, especialmente en la distrofia muscular de Duchenne.

    En alumnos con artritis crónica juvenil evitaremos las sobrecargas sobre las articulaciones afectadas, se propondrá actividades de flexibilidad, movilidad articular y variedad de movimientos, siempre sin forzar, para evitar contracturas. Con el fin de reducir la atrofia muscular es necesario realizar ejercicios de fuerza y resistencia muscular. Igualmente se aconsejan las actividades isométricas para desarrollar los músculos de las manos.

    Los alumnos con espina bífida pueden presentar serias, escasas, o incluso nulas dificultades de aprendizaje. Esto dependerá de los parámetros orgánicos y psicológicos afectados.

    Cuando conservan sus funciones intelectuales normales, su educación tiene que ser normal. En los casos en los que tengan afectados los miembros inferiores necesitan la supresión de barreras arquitectónicas y de adaptación de los aseos, a veces es necesario contar con un personal auxiliar en sus visitas a los aseos. Cuando además de los trastornos anteriores se da déficit intelectual y problemas relacionales, necesitan la ayudad de todos: padres/madres, EOE, profesores, compañeros y de la sociedad en general.

    Es muy importante que los profesores sepan integrarlos entre sus compañeros, ayudándole para que adquieran habilidades sociales y desdramatice el hecho de llevar pañal, por ejemplo, que eso no sea objeto de burlas o vejaciones. Es fundamental que el niño desee ir al colegio y se sienta seguro y a gusto. En general se siguen las mismas recomendaciones que en el caso de la parálisis cerebral.

    En general hay que enfatizar en la flexibilidad para prevenir y reducir contracturas en las articulaciones y priorizar el ajuste postural. Si necesita uso de silla de ruedas se debe mejorar la fuerza de brazos y del tronco no afectada, controlar el peso corporal debido al necesario sedentarismo, prestar atención a la resistencia cardiorrespiratoria que es menor y a la termorregulación cutánea (ante el ejercicio intenso o ambientes muy cálidos precisará mayor hidratación, así como en los habientes fríos mayor abrigo).

    CUMELLAS RIERA (2000) propone las siguientes actuaciones específicas en las clases de Educación Física con alumnos con silla de ruedas.

  • Sensibilización

- Será importante que en las primeras clases se realicen juegos y actividades que permitan que el resto del grupo compruebe y valore las posibilidades limitaciones de los alumnos con discapacidad.
- Organizaremos actividades donde el alumno con limitaciones sea el principal protagonista como por ejemplo lanzamientos, carreras, pasar entre unos conos y subir rampas con sillas de ruedas.

  • Comunicación

- Hablar a su altura. No hablar con otra persona fuera de su campo visual. Se sentirá ignorado.

  • Desplazamientos y movilidad

- Procurar ir siempre a su ritmo.
- Antes de ayudarle a levantarse o sentarse, asegurarse que los frenos de la silla están sujetos.
- Ayudar en las funciones que no pueda realizar como cambios posturales o al iniciar una actividad nueva.
- Si el alumno es suficientemente autónomo, le ayudaremos sólo cuando nos lo pida y cómo nos lo pida.

  • Actividades y juegos

- Conviene que cuando realicemos las actividades, el escolar lleve puesto un cinturón de seguridad.
- Mucha atención que el chándal, camisetas, cojín... estén bien sujetos y no se enganchen en las ruedas.
- Cuando nos desplacemos con él/ella, no empujar la silla de ruedas muy rápido ni realizar giros bruscos sin avisar antes al alumno.
- En los lanzamientos utilizará su silla y si es diestro con la mano izquierda se sujetará a un palo sujeto al suelo para poder impulsarse al lanzar. Estará bien atado con un cinturón. Lanzará objetos diversos y de poco peso.
- En las carreras iniciará el desplazamiento con tres impulsos, se realizaran muchos ejercicios de velocidad de reacción y será importante desarrollar su flexibilidad y fuerza para que mejoren sus habilidades.


Bibliografía

  • AGUADO DÍAZ, A. L. y ALCEDO RODRÍGUEZ, M. A. III Congreso "La Atención a la diversidad en el Sistema Educativo".Universidad de Salamanca. Instituto Universitario de Integración en la Comunidad (INICO).

  • CUMELLAS RIERA, M.: "Alumnos con discapacidades en las clases de Educación Física convencionales". Lecturas de Educación Física y deportes. Buenos Aires - Año 5 - N° 23 - Julio 2000.

  • GALLARDO, M. V. Y SALVADOR, M. L.: "Discapacidad motórica. Aspectos psicoevolutivos y educativos". Málaga. Aljibe, 1994.

  • GUERRERO GÓMEZ, Eva. "Discapacidad. Definición y tipos de condiciones discapacitantes" Apuntes del curso "El deporte como medio integrador", Jaén, 2006.

  • LINARES, P. "Fundamentos Psicoevolutivos de la Educación Física Especial". Universidad de Granada 1.993

  • MARTÍN-CARO, L. "Parálisis Cerebral y sistema neuromotor. Una aproximación educativa" MEC-CIDE. Madrid, 1993.

  • RIOS HERNÁNDEZ, M. "Manual de Educación Física adaptada al alumno con discapacidad". Paidotribo, Barcelona, 2005.

  • SALVADOR, Mª L.: "Apuntes sobre evaluación e intervención educativa en la discapacidad motórica" Curso de evaluación psicopedagógica e intervención. CEP de Jaén, 2004.

  • SUÁREZ LLORCA, C. y PÉREZ TURPIN, J. A.:"Los alumnos con necesidades educativas especiales. Un estudio sobre el cambio de estilo de aprendizaje en el área de Educación Física". en Lecturas de Educación Física y deportes, revista digital, Buenos Aires - Año 9 - N° 63 - Agosto de 2003.

  • VARIOS: "Una escuela y una sociedad desde la diversidad. Adecuación del currículum a alumnos con problemas motóricos. Propuesta de una unidad didáctica". en Lecturas de Educación Física y deportes, revista digital, Buenos Aires - Año 8 - N° 47 - Abril de 2002.

  • WARNOK, M. "Encuentro sobre necesidades de Educación Especial". Revista de educación, número extraordinario, 1987.

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revista digital · Año 11 · N° 98 | Buenos Aires, Julio 2006  
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