Rol profesional del Psicólogo del Deporte | |||
Psicólogo Centro Provincial de Medicina del Deporte Las Tunas (Cuba) |
MsC. Arturo Córdova Batista tun@inder.co.cu |
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http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 11 - N° 96 - Mayo de 2006 |
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Introducción
El deporte constituye hoy en día uno de los fenómenos culturales más representativos de nuestro siglo a través de su progresiva implantación en todas las esferas de la sociedad y tan bien de su universalidad. Su arraigo en la sociedad contemporánea es tal que podemos contemplarlo en su faceta formativa, lúdica, profesional, política y de comunicación.
La práctica deportiva se incrementa paulatinamente aumentando con ello la cantidad y variedad de los deportes, lo que conlleva también un incremento del número de técnicos y profesiones dedicadas a su enseñanza y a la obtención de mejores resultados.
La evolución constante del deporte esta provocando en los profesionales que trabajan en la convicción de que es necesario integrar el máximo de conocimientos de las ciencias que les son consustanciales y de una manera eficaz. No queda aspecto alguno de la practica deportiva que no este sometido a una verdadera avalancha de investigación científica e innovación y cambios tecnológicos que ha propiciado que en muchas disciplinas debido a sofisticados sistemas de entrenamiento y mejora tecnológica se esté topando con los limites fisiológicos.
Esta evolución del deporte actual esta caracterizada por dos rasgos fundamentales y que tales rasgos permiten comprender mejor el estado actual del mismo entrenamiento y de las profesiones que se integran al mismo
La progresiva intensidad que ha ido alcanzando el entrenamiento incluyendo cada vez mas conocimientos y tecnologías, lo que sin dudas podría llamarse tecnologización del entrenamiento.
La modificación de los papeles de los profesionales implicados en este proceso como consecuencia de dicha tecnologización.
Este desarrollo no ha sido casual, sino producto de la esencia misma del deporte competitivo; es decir la necesidad de incrementar el rendimiento constantemente ha sido un poderoso impulsor de esta constante renovación y que ha provocado la búsqueda de métodos y conocimientos por parte de los profesionales vinculados al mismo..
Es necesario puntualizar que la Psicología del Deporte surge como consecuencia de las contradicciones que aparecen en la práctica de la actividad deportiva y sobre todo en el proceso de entrenamiento y competencias de deportistas de alto nivel.
Los entrenadores y profesores de Educación Física tuvieron que buscar una explicación a fenómenos contradictorios que se representan en alternativas tales como ¿por qué algunos deportistas aprendían o adquirían las destrezas más rápidamente que otros? ¿Por que algunos se derrumbaban en las competencias mientras otros incluso con condiciones físicas inferiores lograban obtener altos logros? ¿Por que unos eran persistentes y otros no? ¿Por que unos solucionan mejor los problemas de juego que otros?
Estas inquietudes que aparecieron con el resurgimiento de los juegos Olímpicos de la Era Moderna encontraron un grupo de especialistas en países desarrollados o en vías de desarrollo que intentaban dar respuesta a cada alternativa. Algunos entrenadores aprendieron psicología o buscaron información por medio de consultas a profesionales, y por otra parte psicólogos vinculados a la actividad deportiva se sintieron atraídos por resolver algunos de estos problemas. Todo ello dio lugar a los primeros trabajos y conclusiones que se informaron por diferentes medios y que incrementándose contribuyeron de forma decisiva al inicio de la institucionalización de la Psicología del Deporte..
La introducción de la Psicología del Deporte en un campo tradicionalmente considerado de los entrenadores y expertos del ejercicio físico ha sido conceptuado por algunos como objeto de problemas de supuesta ingerencia. Sin embargo no fueron los psicólogos quienes tomaron la decisión de intervenir en el deporte; sino que fueron requeridos por los expertos entrenadores. Llegaron a este campo no sin resistencia y sin controversia dentro de la psicología. La principal crítica que se le hacia era que había demasiado sufrimiento en el mundo de los desheredados como para que algunos psicólogos se dedicaran ha proporcionar ayuda a personas física y psíquicamente saludables como los deportistas de élite.
Esta larga controversia solo amainó cuando la Psicología Occidental consideró que no solo tenia que dedicarse a recuperar personas con problemas clínicos sino también a prevenirlas y ha conseguir que las personas sanas lo fueran aun más. Esta se debía a una concepción nueva de la salud que incluía no solo la ausencia de conflictos, sino que también comprende un grado suficiente de bienestar físico, psicológico y social.
No obstante esta vitalidad en el deporte, la Psicología del Deporte ha tenido una evolución más lenta que otras especialidades psicológicas e incluso puede decirse que es una especialidad casi inexistente tanto a nivel académico como profesional. Prueba de ello es que en la actualidad solo se imparten cursos de forma regular en los Institutos de Cultura Física y en algunos cursos de entrenadores deportivos, mientras son muy escasos los departamentos y facultades de Psicologías que lo han incorporados a sus planes de estudios.
En el plano profesional el panorama no es más alentador ya que son pocos los psicólogos que ejercen en este ámbito a pesar de que muchas áreas podrían beneficiarse de su actuación. Hay un parcial desconocimiento del papel que podrían desempeñar los Psicólogos del Deporte aunque es justo reconocer como mas adelante mostraremos que una buena parte de la explicación de este hecho ha de encontrarse en la propia psicología. Es probable que los primeros psicólogos que intentaban introducirse en el deporte carecieran del bagaje teórico y de los métodos adecuados. Se cometieron algunos errores que ha ocasionado que una parte de los miembros que integran la actividad deportiva desconfíen de su conveniencia. Creemos que este silencio o menosprecio por especificar los postulados de que se parte ha contribuido a crear confusión y ha dificultado el reconocimiento de la actividad del Psicólogo del Deporte del resto de los profesionales. No es de extrañar que muchos entrenadores y atletas hayan dejado de recurrir a los psicólogos ante la diversidad de planteamientos, intentos de solución y explicaciones dadas a sus problemas.
Es probable también que otro de los motivos del escaso papel del psicólogo en el deporte haya sido la desconexión entre lo que estos investigaban y lo que el deporte necesitaba, así como que a menudo a requerimiento de los entrenadores, deportistas y directivos se habían buscado la solución rápida a problemas concretos de forma intuitiva y sin contar con él suficiente apoyo empírico
Entre el primer cuarto de siglo XX y la década de los años 50, existía un deslumbramiento por la efectividad de los test psicológicos. El psicólogo encontró el cometido mas valorado para su acceso a la psicología aplicada al deporte. Posteriormente cuando se aprecio por los entrenadores y otros expertos del ejercicio la utilidad de los instrumentos de psicología sobre la medida, estudio y potenciación del rendimiento deportivo se acrecentó la convicción de que el psicólogo podía contribuir de forma importante a las tareas clínicas, educacionales y de investigación, aceptándose la inclusión de este nuevo profesional en el ámbito del deporte. Este hecho da lugar a la organización definitiva de la psicología aplicada al deporte en la década de 1960.
Este interés por la Psicología del Deporte aumento también cuando los grupos que gobiernan el deporte en las naciones se convencieron del importante papel que juegan los factores psicológicos en la práctica del deporte sobre todo el de competición. Los deportistas presionaban a los entrenadores y estos pedían solución a los dirigentes deportivos y estos se interesaban en averiguar en que medida el psicólogo podía contribuir al entrenamiento y preparación del deportista. Preguntas como ¿qué es un Psicólogo del Deporte? ¿qué hace? ¿cómo puedo encontrar uno?, ¿cuándo lo necesito? ¿cuánto entrenamiento psicológico necesita un deportista para rendir al máximo de sus posibilidades?, ¿dónde encaja el psicólogo, con el biomecánico, el nutricionista, el preparador físico, el fisiólogo, él medico o el entrenador?
La respuesta a estas preguntas coloco a las grandes asociaciones profesionales de la psicología ante un reto que no podían aplazar. La situación descrita refleja claramente las orientaciones que tanto la APA. (Asociación Psicológica Americana), como la Canadian Psychological Association aun tratándose de las dos asociaciones mas influyentes en la Psicología Occidental han ido por detrás de los acontecimientos en el tema de la Psicología del Deporte. Sin embargo las demandas del mundo del deporte obligaron a establecer unos criterios básicos de acuerdo con los cuales fuera posible:
Poder definir los servicios que los psicólogos podían ofertar.
Definir las credenciales mínimas de la capacitación profesional a estos especialistas.
Clarificar la relación de los servicios de psicología con otras ciencias.
Definir las competencias profesionales de los psicólogos en el deporte competitivo.
Desarrollar un registro de las personas que cumplen los requisitos mínimos establecidos para prestar dichos servicios.
Sugerir cauces de comunicación entre los deportistas y la psicología deportiva.
Lo mas destacado del la evolución del rol del Psicólogo del Deporte ha sido la transición, aun no completa desde la perspectiva casi exclusivamente clínica hasta un desempeño de funciones mas amplio e integrador. El Psicólogo del Deporte, no es solo un terapeuta, un solucionador de problemas emocionales que constituyen una barrera psicológica para el rendimiento del atleta (País - Rivero, 1989), sino que puede ofrecer y desempeñar una gama más amplia y enriquecedora de funciones y no solo orientada al deportista, sino a la mayoría de las personas implicadas en la situación deportiva. De la misma forma cuando se trabaja con deportistas jóvenes es muy importante incluir el trabajo con los padres Gordillo (1992).
Para comprender el papel del Psicólogo del Deporte es importante conocer las funciones que tradicionalmente han venido ejerciendo. Inicialmente los servicios que los técnicos y entrenadores deportivos demandaban del psicólogo se centraban en tareas de evaluación mediante test y cuestionarios. Existían dos razones por parte del Psicólogo para aceptar el papel de evaluador. La primera se relacionaba con su falta de especialización en ciencias del deporte, la segunda asumiendo el papel según el cual el Psicólogo del Deporte utilizaba las habilidades especiales que el solo poseía y en las que había sido entrenado.
La adopción del papel de auxiliar respecto a los entrenadores se debían en parte a que eran un experto en deporte o ejercicios el que requería su servicio, y también al no tener contacto directo con los deportistas, pues generalmente lo hacia a través del entrenador quien ejercía un estrecho control de todos los deportistas a su cargo.
Para delimitar las funciones del Psicólogo del Deporte existen dos puntos de vista sobre el mismo. Una función del Psicólogo del Deporte lo considera como investigador y especialista académico. Otra función enfatiza el papel de practicante y dispensador de servicios. Aunque varios papeles transcurren por vías paralelas cada vez mas existe la tendencia a trabajar juntos en la misma dirección, el psicólogo académico y el práctico.
Nadie pone en tela de juicio el postulado de que la Psicología del Deporte a evolucionado considerablemente y con ello el rol profesional del Psicólogo del Deporte orientándose de forma más preventiva y educativa y concediendo la mayor importancia a la preparación psicológica del deportista y de otros participantes, como son los entrenadores, árbitros, directivos y espectadores. En conjunto podemos decir que se ha evolucionado hacia la consideración del deportista en el contexto más amplio de la actividad deportiva, considerando la presencia e influencia de otros muchos factores y enfocando la intervención dentro de un conjunto multidisciplinar. Específicamente su rol profesional se desenvuelve en los siguientes ámbitos.
Evaluación y diagnostico
Planificación y asesoramiento.
Intervención.
Educación y-o formación.
Investigación
La función de un Psicólogo del Deporte comienza con una evaluación psicológico-deportiva que se adecuara al área de actuación (deporte de alto rendimiento, de base o iniciación deportiva.) Prosigue con una planificación y programación de la intervención a realizar y continúa con la evaluación o control del trabajo llevado a cabo. Estas funciones se pueden complementar con otras referentes a la educación, formación e investigación.
La evaluación se basa en los principios establecidos desde la psicología científica, por cuanto dicha evaluación pretende.
Centrarse en las conductas o variables criterio y otras relacionada con ellas, para lo cual se llevara a cabo un análisis funcional de la situación-ambiente deportivo- y del comportamiento que presenta el deportista o equipo deportivo, que nos ayudara a
Identificar las condiciones que controlan las mismas.
Ambas cuestiones nos permitirán poder orientar correctamente nuestra intervención.
Una vez llevado a cabo esta evaluación que deberá contar con la regularidad metodologiíta pertinente, se debe realizar una planificación de las alternativas y posibilidades de intervención o trabajo psicológico más adecuado a cada situación y caso particular.
La planificación implica un proceso complejo, pero al mismo tiempo crucial por cuanto se lleva acabo con el objetivo de optimizar la intervención. Dicho proceso implica
La definición de los objetivos que pretendemos alcanzar.
El establecimiento de las posibles alternativas de actuación.
La elección y puesta en práctica de un plan programa de trabajo.
La elección y utilización de las técnicas, instrumentos y procedimientos más adecuados.
El establecimiento de sistemas de control y evaluación parciales para llevar a cabo los ajustes y las modificaciones oportunas en cada caso o situación.
La evaluación final para comprobar la consecución de los objetivos.
En esta planificación y programación se deberá tener en cuenta la necesidad de coordinación con el resto de los especialistas en ciencias del deporte que estén trabajando con el deportista o equipo deportivo, para que de forma interdisciplinaria se pueda obtener la máxima efectividad de la intervención. Todo ello debe formar parte de un programa de intervención psicológica que puede ser o bien un programa de intervención en el deporte de base o iniciación, o bien un programa de entrenamiento psicológico propiamente dicho en el deporte de rendimiento.
Tras la intervención se debe llevar a cabo una evaluación del grado de consecución de los objetivos planteados, así como la consideración de posibles modificaciones a incorporar en situaciones futuras de cara a mejoraran nuestros resultados.
Básicamente las funciones del Psicólogo del Deporte son las siguientes:
Evaluación y diagnosticoEsta función tiene como objetivo tratar de identificar la conducta objeto de estudio en las diferentes variables de respuesta así como aquellas que las mantienen o las controlan.
La evaluación no se reduce solo al análisis de sujetos sino que ha de centrarse en las relaciones que las personas establecen con su medio físico, biológico y social. Por ello el Psicólogo del Deporte debe evaluar el contexto deportivo que incluye a los deportistas, entrenadores, jueces, directivos, familiares, espectadores, medios y de comunicación.
Para llevar a cabo dicha evaluación este profesional utiliza instrumentos y procedimientos de evaluación validos y fiables, tales como:
Test y cuestionarios.
Entrevistas.
Técnicas y procedimientos de auto- observación y auto -registro.
Registros de observación
Registros psicofisiológicos
Observación objetiva
Experimentación Laboratorio y campo.
Análisis del producto de la actividad sobre la base de juicios hipotético deductivos.
El empleo de estos métodos y de las técnicas que lo acompañan presenta problemas metodológicos. Lo esencial que se analiza es si las investigaciones en psicología del deporte deben emplear los mismos criterios y enfoques que se utilizan en otras áreas de la psicología y no bajo que criterios.
Los aspectos que motivan los problemas metodológicos en Psicología del Deporte son;
Las peculiaridades del deporte como actividad.
La relación de lo general y lo singular de los eventos deportivos.
El papel de los factores ambientales en las investigaciones en el deporte.
El número limitado de sujetos en los estudios.
G. Tenenbaum y M. Bar-Ell al referirse al empleo de los test psicológicos en el deporte, hacen énfasis en algunos aspectos metodológicos específicos que pueden ser causa de las insuficiencias y limitaciones en las investigaciones, a saber:
Limitado número de escalas y test que sean apropiados para un deporte en concreto.
Escalas idénticas son usadas con deportistas de diferentes países sin considerar los cambios culturales.
Se emplean las conclusiones de deportistas que son generalmente de un mismo nivel competitivo, como si todos tuvieran el mismo grado de rendimiento.
Las evaluaciones se realizan sin considerar los aspectos situacionales.
Se mantiene un enfoque cuantitativo sin completar los datos obtenidos por medio de otros métodos de investigación. Por ejemplo las observaciones y entrevistas.
Uso de métodos de análisis estadísticos no apropiados.
La evaluación es un proceso continuo que incluye una fase inicial, el seguimiento del mismo y la valoración total del proceso.
En este aspecto la colaboración principal es con el entrenador, figura que ocupa un papel central dentro del equipo técnico. Las principales áreas de colaboración se podrían agrupar en tres bloques.
Prevención y detección de problemas.
Evaluación y seguimiento del rendimiento.
Adherencia a la actividad física por parte del sujeto que la practica de forma no competitiva.
La colaboración con el médico y otros profesionales de la salud se centra en los problemas psicosomáticos o conductuales, planificación del sueño, habilidades de comunicación y rehabilitación de lesiones deportivas.
También es importante la colaboración con el preparador físico sobre todo en temas de aprendizaje y desarrollo motor, aspectos sensoriales y perceptivos, ajuste de cargas física -psicológicas, técnicas de motivación.
La relación del psicólogo con los otros especialistas inmersos en el proceso del entrenamiento debe favorecer el conocimiento mutuo, de modo que los especialistas dominen las categorías fundamentales de las respectivas ciencias aplicadas y logren una comunicación efectiva, superando la primitiva tendencia a establecer una relación de simple subordinación, así como superar la polarización científica y lograr un enfoque multidisciplinario.
Planificación y asesoramientoLa función de planificación y asesoramiento del Psicólogo del Deporte persigue como objetivo fundamental ofrecer información y orientación a todas aquellas personas vinculadas de una u otra forma con la actividad física y el deporte, como son los deportistas y practicantes en general, técnicos deportivos, entrenadores, preparadores físicos, médicos deportivos, fisioterapeutas, dirigentes deportivos, con competencias en el ámbito deportivo.
El contenido del asesoramiento se refiere a los siguientes aspectos.
1. Los resultados y conclusiones de los procesos de evaluación psicológica y los estudios de investigación a través de los cuales puede llegar a establecerse la implicación de variables psicológicas en:
El rendimiento deportivo.
La adherencia a la actividad física y la práctica de una determinada modalidad deportiva.
El estilo profesional del técnico deportivo, del responsable de una organización deportiva y del responsable político con competencia en el deporte. La consecución de los objetivos de los programas de la actividad física y el deporte.
Otras áreas emergentes.
2. Las alternativas y posibilidades de intervención psicológica mas adecuadas en cada caso, las cuales tienen que ver con las distintas vertientes de actuación
3. La realización de planes, programas y proyectos deportivos.
4. La promoción del deporte y la práctica de la actividad física a nivel comunitario.
Roberts (1980) considera que el quehacer del Psicólogo del Deporte no debe limitarse a un rol concreto, planteando que este profesional puede desempeñar una unidad de roles en relación a deportistas y entrenadores. Uno de ellos puede ser el de motivador pero otro que considera fundamental es el de enseñarte o profesor pues en realidad su misión es enseñar destreza psicológicas o mentales.
Por otra parte García Ucha (2003) plantea que una función importante de este profesional es la capacitación a los entrenadores para que estos aprendan que tipo de demandas pueden realizar a los Psicólogos del Deporte.
Como plantean Cruz y Cantón (1992) la educación y el asesoramiento a los profesionales de la educación física y a los entrenadores son las principales tareas del Psicólogo del Deporte.
Inicialmente se comenzó por la interacción con el atleta practicante exclusivamente. Paulatinamente se fue ampliando su campo de acción incluyendo al entrenador., ya no de forma indirecta sino directa (de Diego y Sagredo, 1992), esto quiere decir que el psicólogo interactúa con su sujeto o grupo de trabajo directamente.
Al entrenador no compete el diseño y realización de un programa de entrenamiento psicológico, pero tal vez si pueda llevarla a la práctica parcial o totalmente bajo el asesoramiento o supervisión del psicólogo. Puede también tener en cuenta una serie de normas a la hora de relacionarse con sus atletas
Una persona con quien el psicólogo debe trabajar armónicamente y cuya mención no hemos encontrado hasta ahora es el preparador físico, en los casos en que esa labor este separada de la del entrenador. No debemos perder de vista que todo entrenamiento deportivo se asienta sobre tres patas, la preparación física (donde interviene el médico, fisioterapeuta, preparador físico), preparación técnica y táctica, que corresponde primordialmente al entrenador, aunque el psicólogo puede tener cosas que aportar Riera (1985) y la preparación psicológica. Este tipo de trabajo directo suele ocurrir con mayor frecuencia con los deportistas donde el psicólogo guía un entrenamiento de determinadas habilidades mentales que inciden en la práctica deportiva, o bien se trabaja con el entrenador determinadas habilidades que a su vez inciden en los deportistas.
Además de todo esto el Psicólogo del deporte asesora continuamente al dirigente deportivo en actividades relacionadas con la información en aspectos relacionados con dirección de personal, relaciones humanas, planificación y gestión, uso y aprovechamiento de entidades deportivas. El psicólogo puede contribuir a optimizar los recursos en aras del fomento de la actividad física en toda la población y su implantación como alternativa saludable.
IntervenciónLa intervención del Psicólogo del Deporte se desarrolla en tres grandes ámbitos de aplicación que son el deporte de Alto Rendimiento, y el Deporte de Base o Iniciación. Por lo tanto la función del psicólogo se circunscribe a las necesidades de estas áreas y se concreta en las siguientes intervenciones.
Entrenamiento psicológico: desarrollo y mantenimiento de las habilidades psicológicas implicadas en las actividades físicas y el deporte (motivación, atención, concentración, auto instrucciones,) etc.
Diseño y aplicación de estrategias psicológicas para el análisis seguimiento y modificación de la actividad física y deportiva:
Diseño y aplicación de estrategias psicológicas para la competición deportiva.
Diseño y aplicación de estrategias psicológicas para la gestión y dirección de entidades e instalaciones deportivas.
Diseño y aplicación de estrategias psicológicas para promocionar, difundir y facilitar la actividad física a los distintos grupos sociales así como su seguimiento directo e indirecto.
Al igual que el entrenamiento físico pretende incidir sobre variables relevantes para el rendimiento como la resistencia, la fuerza, la flexibilidad o la velocidad, el trabajo psicológico debe centrarse en la manipulación de variables psicológicas que también sean relevantes en este contexto, tales como la motivación, el estrés psicosocial, la auto-confianza, la auto-estima, los estados de ánimo, el nivel de activación, la atención, la toma de decisiones, la agresividad, la constancia o persistencia, las relaciones interpersonales y la cohesión de equipo, teniendo en cuenta las condiciones ambientales y personales que afectan a estas variables y las estrategias que pueden controlarlas en la dirección adecuada.
Como ya se ha señalado, la manipulación de estas variables dependerá de las necesidades existentes en cada momento concreto. Por ejemplo, en la pretemporada o en general en periodos alejados de la competición caracterizados por una elevada carga de trabajo físico y técnico, será muy importante incrementar la motivación por la actividad deportiva, eliminar el estrés asociado a situaciones ajenas al entrenamiento y conseguir que la atención se centre en los objetivos y tareas de este periodo de entrenamiento, pero al mismo tiempo quizás convenga provocar estrés en relación a las demandas deportivas del entrenamiento (para que los deportistas se acostumbren a enfrentarse a las dificultades de la competición), desarrollar una cierta inseguridad respecto a los propios recursos (que alerte y predisponga favorablemente a los deportistas respecto a la necesidad de entrenar) y favorecer una cierta rivalidad deportiva interna entre los miembros del equipo (que evite el acomodamiento y motive a los deportistas a entrenar).
Sin embargo, cuando la competición esté cerca, aunque en ocasiones puedan observarse déficit, lo normal es que la motivación sea ya suficientemente elevada y que no sea necesario incrementarla sino controlarla para que no aumente en exceso, resultando muy importante, además, sustituir la inseguridad respecto a los propios recursos por una elevada auto-confianza que contrarreste el potencial estresante de la competición, y reemplazar la rivalidad interna por una sólida y apropiada cohesión de equipo.
Asimismo, será importante mantener bajo el nivel de activación del organismo en las horas anteriores a la participación en la competición (para que el deportista funcione bien y acumule energía), pero también conseguir en los momentos previos un nivel de activación apropiado (el considerado nivel óptimo) para comenzar la competición en las mejores condiciones físicas y mentales; y también que en el transcurso de la competición la atención se centre en las cuestiones que sean relevantes para rendir al máximo en el momento presente, evitando desviarse hacia cuestiones superfluas que distraigan al deportista o que puedan ser estresantes y perjudiquen el estado psicológico apropiado para conseguir el máximo rendimiento posible (como analizar en profundidad lo sucedido en las acciones anteriores o estar demasiado pendiente del marcador, de la actuación de los árbitros, de sus sensaciones de cansancio o dolor, o de cuestiones ajenas a su control).
Por tanto, en contraste con lo que todavía piensan algunas personas del deporte, el trabajo psicológico no es algo que sirva únicamente para los deportistas con problemas emocionales o alteraciones mentales de cualquier tipo, sino que constituye una rama más de la preparación global del deportista, al igual que la preparación física, el entrenamiento técnico o el entrenamiento táctico.
Lógicamente, la prevención de alteraciones mentales y el control o alivio de éstas cuando estén presentes, serán también objetivos de la intervención psicológica, tal y como hemos apuntado al referirnos al área de apoyo, pero debe entenderse que el trabajo psicológico en el deporte abarca mucho más, incluyendo, fundamentalmente, la preparación de los deportistas que sin ningún problema psicológico pueden optimizar su rendimiento, aumentar su grado de satisfacción y disfrutar más con la práctica de su deporte.
En ocasiones se ha planteado si la intervención psicológica debe centrarse prioritariamente en el rendimiento deportivo del deportista o en cuestiones más relacionadas con el deportista como persona, tales como su desarrollo integral, su funcionamiento general o su ajuste emocional. Parece claro, que el rendimiento del deportista debe ser, en general, el principal objetivo del trabajo psicológico en el contexto del deporte de competición, pero no por ello se debe olvidar al deportista como persona, ayudándole a que aproveche la experiencia deportiva en un sentido más amplio que el del rendimiento, se enfrente saludablemente a los riesgos y problemas psicológicos que pueden derivarse de las exigencias permanentes del deporte de competición y, en definitiva, sea una persona equilibrada, satisfecha y feliz, sin que por ello desvíe su atención del objetivo principal de su cometido como deportista de competición: el alto rendimiento.
Además, puesto que el deportista equilibrado y satisfecho también tenderá a rendir mejor a lo largo del tiempo, esta vertiente del trabajo psicológico no sólo es perfectamente compatible con la preparación psicológica dirigida específicamente a la optimización del rendimiento deportivo, sino que constituye una alternativa complementaria que indirectamente beneficiará también al rendimiento, razón por la que debe incluirse dentro del área que hemos denominado de apoyo.
Como consecuencia del planteamiento del apartado anterior, la intervención psicológica (o preparación psicológica) puede realizarse por distintas vías. Como ocurre con otras parcelas de la preparación de un deportista (entrenamiento físico, entrenamiento técnico) el objetivo será contribuir al máximo rendimiento del deportista, en este caso manipulando variables psicológicas relevantes, y para conseguirlo se podrán utilizar:
El entrenamiento de los deportistas en habilidades de auto-aplicación.
El entrenamiento de los entrenadores en habilidades relevantes.
El entrenamiento de todos aquellos profesionales que pueden tener una influencia sobre las variables psicológicas relevantes (en la misma línea que en el caso del entrenador: el médico, el fisioterapeuta, otros miembros del cuadro técnico, los directivos, los familiares).
El asesoramiento de deportistas, entrenadores y otras personas influyentes para que apliquen correctamente las habilidades aprendidas.
La aplicación de procedimientos de evaluación e intervención por parte del psicólogo. Todas estas posibles formas de intervención psicológica, pueden agruparse en dos grandes bloques o vías de intervención: la intervención directa y la intervención indirecta.
La intervención psicológica directa tiene lugar cuando el psicólogo y el deportista trabajan en contacto directo, incluyendo el entrenamiento y asesoramiento del deportista para la auto-aplicación de habilidades, y la aplicación de técnicas específicas por parte del psicólogo. Es la forma más tradicional de trabajar y, erróneamente, suele hablarse de intervención psicológica sólo cuando se trabaja de esta manera. Mediante la intervención indirecta, sin embargo, el psicólogo intenta incidir sobre el estado psicológico del deportista a través de intermediarios que están en el entorno habitual de éste: sus entrenadores, directivos, médicos, compañeros, familiares, entrenándoles y asesorándoles para que mediante sus decisiones y actuaciones influyan en las variables psicológicas relevantes
La decisión de un entrenador sobre la selección de un deportista para disputar una prueba o un partido, las normas que utiliza en los ejercicios de los entrenamientos, los objetivos que establece y la manera de hacerlo, el rol específico que asigna a cada uno de sus jugadores, etc., pueden tener una notable influencia en el estado psicológico de los deportistas a su cargo; como también sucede con el contenido y la forma de sus instrucciones, comentarios y cualquier otra de sus conductas verbales y no verbales. Lo mismo ocurre cuando se trata de otros miembros del cuadro técnico (entrenadores ayudantes, preparador físico, médico, fisioterapeuta, etc.) cuyas decisiones y acciones puedan ser influyentes. Resulta obvio, que el control adecuado de estas importantes vías de influencia psicológica (es decir, la intervención indirecta) también debe considerarse intervención psicológica aunque el psicólogo no aplique directamente ninguna técnica específica.
En general, la intervención indirecta debería estar siempre presente formando parte de la preparación global de cualquier deportista (y de alguna manera siempre lo está, aunque por falta de entrenamiento y asesoramiento apropiados, dándose múltiples "palos de ciego" con efectos diversos que a veces resultan muy perjudiciales en lugar de positivos), mientras que la intervención directa puede o no estar presente en función del conocimiento y la disposición de los responsables que deben contratar a los psicólogos, la disposición de los deportistas a trabajar con éstos, y la conveniencia de llevar a cabo este tipo de intervención teniendo en cuenta las necesidades existentes. En realidad, en un planteamiento ideal cada vez más habitual y al que se debe aspirar, la correcta interacción entre intervención directa e indirecta, será la clave de una preparación psicológica verdaderamente eficaz.
Como consecuencia del auge de las técnicas de modificación de conductas aparecen en el ámbito de la preparación psíquica de los deportistas las técnicas cognitivas, el entrenamiento en autocontrol, la relajación, el manejo de la ansiedad, el estrés, el entrenamiento en toma de decisiones, etc.
Por otra parte se hace hincapié en técnicas que potencien el aprendizaje y dominio de las habilidades motoras como la focalización de la atención y concentración, la retroalimentación informativa y correctiva, el moldeamiento y el modelado y la practica imaginada.
Educación y/o formaciónLa función de educación y formación del Psicólogo del Deporte se puede definir como la transmisión de contenidos sobre la actividad física y el deporte dirigido a las personas relacionadas con dicha actividad como son los entrenadores, jueces árbitros, médicos, fisioterapeutas, familiares, directivos a través de actividades planificadas (cursos, seminarios, jornadas) y otras que forman parte de la propia intervención.
R. Smitch (1992) de la Universidad de Washington sugiere que el Psicólogo del Deporte dado que no puede estar continuamente con los deportistas o viajar con ellos sea quien enseñe al entrenador como enseñar a la vez a los deportistas una serie de técnicas como relajación, establecimiento de metas, o imaginación y trabaje muy cerca de él.
InvestigaciónLa investigación es fundamental en este nuevo campo de la psicología por ser una fuente principal de la formación y de la intervención. Debido a la variedad de ámbitos de aplicación se pueden considerar múltiples objetos de estudio, en relación a las funciones del Psicólogo del Deporte, al conjunto de sus áreas de intervención y a la interacción con las personas o instituciones implicadas.
Se extiende a desarrollar formulaciones sobre las que sustentan sus formas de intervención, así como la investigación de las técnicas y procedimiento de diagnostico, intervención y evaluación de los resultados. Debe ocuparse además de modelos explicativos del comportamiento deportivo que solo pueden ser conseguidos mediante un amplio conocimiento de los hechos, leyes y teorías explicativas de la actividad física y deportiva.
Cruz y Cantón (1990) plantean que el Psicólogo del Deporte debe poseer un buen conocimiento de los procesos psicológicos básicos porque todos ellos tienen su importancia en cualquier situación deportiva.
En aquellos casos en que el Psicólogo del Deporte une a su formación básica en psicología una adecuada preparación metodológica y un buen conocimiento del deporte se ha traducido en una mejor comprensión de las actividades deportivas y por lo tanto de un avance de la investigación, pilar básico para la aportación de soluciones practicas tendentes a la mejora de su desempeño profesional.
La investigación no tiene porque ser algo aséptico que precise costosos equipos humanos y materiales. Durante el día a día del trabajo de psicólogo surgen datos que pueden ser de interés para el resto de la comunidad científica. Si este trabajo se realiza siguiendo unas normas metodológicas mínimas, gracias al avance actual en instrumentos en Ciencias Sociales: cuestionarios hojas de registro, programas informativos, para el análisis estadístico de los datos, realizar una investigación es algo bastante accesible de lo que muchos piensan.
El psicólogo gracias a la formación antes expuesta especialmente gracias a la visión que tiene del fenómeno deportivo en si, puede ser el catalizador de las iniciativas de investigación que desde cualquier ámbito deportivo pueden producirse.
Bibliografía
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Córdova B. Arturo Percepción del Psicólogo del deporte sobre su formación profesional permanente. Tesis de Maestría. I.S.C.F. La Habana 2005
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Cruz, J, Riera J, Psicología del Deporte. Aplicaciones y perspectivas. Biblioteca de Psicología, Psiquiatría y Salud. Serie Universidad 1999
Dzhmegarov, T. T. y A T S Puní (1989) Psicología de la Educación Física y el Deporte La Habana. Editorial Científico - técnica.
De Diego, S, Sagredo C, (1993) Jugar con ventaja. Las claves psicológicas del éxito deportivo. Madrid. Alianza Editorial.
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Perfil del psicólogo del deporte (sin autor)
Portuondo Silva Josefina Propuesta de estrategia para la dirección y orientación del trabajo psicopedagógico en la Escuela Nacional de Gimnasia. Tesis de Maestría. La Habana 2003.
Revista de Actualidad de la Psicología del Deporte. Lictor, Mayo 2005. Titulo. ¿Hacia donde se dirige la Psicología de la Actividad Física y el Deporte? Entrevista a Francisco García Ucha.
Revista de actualidad de la Psicología del Deporte. Lictor, numero 3 volumen 1.Titulo. La Psicología del Deporte del siglo XXI.
revista
digital · Año 11 · N° 96 | Buenos Aires, Mayo 2006 |