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Deporte en la Edad Media: reflexiones teóricas

   
Diplomado en Ciencias de la Educación en la especialidad de Educación Física.
Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte
Diploma de Estudios Avanzados (D.E.A.)Suficiencia investigadora.
Programa de doctorado: "Educación Física y Deporte".
Departamento de Expresión Musical, Plástica y Corporal.
Universidad de Sevilla.
 
 
Gonzalo Ramírez Macías
gonzaloramirez@wanadoo.es
(España)
 

 

 

 

 
Resumen
    El objetivo de esta investigación era constatar la existencia de prácticas deportivas durante la Edad Media, época especialmente olvidada dentro de la historia del deporte. Para probar la existencia del deporte durante el medioevo se ha realizado una amplia revisión bibliográfica, tras la cual se ha constatado que varios autores defienden la existencia de actividades deportivas dentro de la sociedad medieval.
    Palabras claves: Historia del deporte. Edad Media.
 

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 11 - N° 96 - Mayo de 2006

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1. Introducción

    La historia del deporte es, entre de las ciencias de la actividad física y el deporte, una de las grandes olvidadas y dentro de ella la Edad Media es una época especialmente relegada. Así pocos son los estudios existentes sobre los deportes medievales, los cuales suelen caracterizarse por abarcar todo el medievo en conjunto, es decir estudian conjuntamente las actividades físico-lúdicas practicadas a lo largo de unos mil años de la historia de la humanidad.

    Las preguntas que inexorablemente surgen ante esta situación son: ¿por qué esta escasa dedicación a un periodo de la historia del hombre que abarca casi mil años?, ¿es qué el hombre y la mujer medievales fueron los menos deportivos de la historia?. Como afirma Cagigal (1996, 154-155): "En una Europa nueva, que nacía, el deporte lejos de morir, tornaba a su primitiva manifestación. El pueblo medieval participó en los juegos deportivos. Hoy se ha extendido el deporte; pero hay demasiado espectáculo. Por eso, hasta se puede admitir que el pueblo medieval fue más deportivo que el de nuestros días; entendiendo el concepto en su más pura acepción: la lúdica".

    Si a la opinión de esta eminencia en el deporte y la educación física, se añade la importancia que a este periodo le han dedicado los manuales de historia del deporte más utilizados en la actualidad, y a todo ello se le unen las afirmaciones que aparecen en el término Edad Media dentro del Diccionario de Ciencias del Deporte (Aquesolo, 1992, 412-413): "Hasta el momento la cultura corporal de la Edad Media no se ha estudiado más que de forma incompleta (...) En general, faltan todavía estudios especializados...". Se puede concluir que la Edad Media es la gran desconocida dentro de la historia del deporte, a pesar de no ser una época parca en actividades de índole deportiva.


2. Objetivo de la investigación

    La pregunta que nos planteamos en esta investigación es bien simple y tiene como finalidad clarificar un aspecto fundamental de esta área de conocimiento: ¿existió el deporte durante la Edad Media? Hay que reseñar que responder a esta cuestión es de vital importancia para futuros estudios más específicos sobre los deportes medievales.

    Por todo ello el objetivo de este estudio es: comprobar mediante una revisión bibliográfica la presencia de argumentos que justifiquen la existencia del deporte durante la Edad Media.


3. Resultados

    El primer testimonio respecto a la existencia del deporte en el medievo, aún no siendo determinante, lo encontramos en Piernavieja (1971), el cual defiende que Alfonso X el Sabio en "El libro de los juegos" tuvo como objetivo el enseñar a sus súbditos a llenar el ocio con actividades, que según Piernavieja eran de naturaleza deportiva. Este autor sólo realiza esta afirmación pero no justifica porque se consideran esas actividades como deportivas.

     Mucho más esclarecedores son las afirmaciones de Cagigal (1996), que afirma que la vida medieval no se ve libre de la acción deportiva. Para este autor los torneos y las justas caballerescas son una auténtica manifestación lúdica incorporada a la manera de ser del guerrero medieval; añadiendo más adelante que tienen todas las condiciones para ser incluidos dentro del deporte, eran auténticos grandes juegos agonales de las cortes y castillos. Según este autor con el tiempo la crudeza de las luchas se fue mitigando; las víctimas se hicieron cada vez más esporádicas, surgieron las armas "corteses", sin punta ni filo, y se multiplicaron las reglas del torneo tendentes a evitar desenlaces trágicos.

    Según Cagigal (1996), las prácticas deportivas no quedaron reducidas a las ya descritas, propias de las clases poderosas, los ejercicios nobles invadieron el mundo de los artesanos y mercaderes, cobrando un aspecto cómico de mascarada. El juego de la pelota, el lanzamiento de barra y otros, no sólo fueron muy populares, sino que recibieron el favor de los magnates. Además existieron las manifestaciones cinegéticas, desde la cetrería hasta la caza de "liebres, conejos, perdices con nieve, jabalí, etc." (Cagigal, 1996, 55). Finalmente, concluye afirmando que el deporte fue un elemento importante en la vida del medievo, erigiendo una forma cultural propia que se manifestó en las muchas canciones de los juglares, las cuales narran incidencias de estas actividades y enaltecen a los héroes de las mismas.

    Por último, Parlebas (2003, 47) al tratar la obra biográfica sobre el caballero medieval Guillermo de Mariscal, escrita por Georges Duby, afirma que este autor hace una pormenorizada reconstrucción de los deportes a los que se dedicaba este héroe y, a continuación, lanza la siguiente pregunta: "A propósito de los torneos medievales, ¿quién se atreve a hablar de un deporte de moda, de competición, de partido, de espacio de juego, de club, de aficionados, de equipos nacionales, de entrenador, sino uno de los campeones de la escuela histórica francesa?". Dicha pregunta la responde el propio autor, afirmando que el torneo era un importante evento institucional, que movilizaba a las instancias dominantes de la época y que era representativo de las mentalidades y costumbres, como lo es hoy el deporte. En definitiva, defiende que los torneos y justas se pueden considerar como deportes inscritos en los de duelo, aunque, claro está, tienen unas características propias de la época (violencia, rudeza...).


4. Conclusión

    En base a los argumentos esgrimidos por los autores citados se concluye que en el medievo, a pesar de su oscurantismo, hubo deporte y que estas actividades, las cuales sumaban un número importante, eran practicadas por gran parte de la sociedad de la época. No obstante serán necesarios estudios más específicos que ejemplifiquen ampliamente estas afirmaciones y permitan conocer de forma precisa los deportes que se practicaron en los largos siglos que conforman esta época de la historia de la humanidad.


Bibliografía

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  • RODRÍGUEZ, L. P. (coord.) Compendio histórico de la actividad física y el deporte. Barcelona: Masson, 2003.

  • SALVADOR, J.L. El deporte en occidente. Historia, cultura y política. Madrid: Ediciones Cátedra, 2004.

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