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    La definición de los principios básicos para una estrategia de dirección por valores requiere de la precisión adecuada de la organización para la cual se establecen y su modo de actuación. El arbitraje deportivo, se distingue como una organización social institucionalizada, (figura.1) donde la idea dominante: la conforman las Federaciones Deportivas; el Comité Olímpico Internacional; las reglamentaciones y; la formación de árbitros y jueces en los que interactúan, como factores vinculantes: federativos; entrenadores; deportistas activos y retirados; jueces y árbitros. Ambos elementos permiten captar argumentos para discernir con profundidad los elementos y funciones relacionadas con el modo de actuación.

Figura.1 El arbitraje deportivo como una organización institucionalizada.

    Según R. Pentón (2003) "…El problema del análisis exacto de la realidad no es en absoluto un problema exclusivo de la percepción empírica o el entendimiento racional utilitario de un individuo o colectivo de hombres, no solo es exclusivo de la calificación psicológica y moral de los directivos; es también y principalmente un problema de los criterios y/o conceptos, de concepciones que se sustentan y que tal vez deban cambiarse…La existencia humana puede considerarse un complejo proceder íntegro y vivencial como "consorcio discreto entre las necesidades que tienden a rebajarla y las aspiraciones que la elevan".

    Desde una concepción sociofilosófica el modo de actuación es un proceso reflejo determinado por el estado y el cambio de estado de un sistema o subsistema social (entorno o clima) determinado. La diversidad de estados del sistema o subsistema social genera la diversidad de modos de actuación y, en sentido inverso, el modo de actuación influye en el movimiento del sistema o subsistema social (entorno o clima).

    El Modo de Actuación es el mundo del proceder participante y activo (manera de hacer, acción, suceso) de la actividad social humana como significativo intelectual y de realización práctica …..." (Pentón, 2003)

Figura.2 El modo de actuación sustentados en los criterios de Pentón (2003)

    Retomando los criterios de Pentón, P. (2003) Desde el punto de vista del arbitraje deportivo) la acción de arbitrar es el modo de actuación que tiene como mundo del proceder la competencia deportiva donde la intervención de árbitros y jueces se considera como la actividad práctica intelectual. (figura.2) De ahí que para obtención de una estrategia de dirección por valores en el arbitraje deportivo se deba apreciar los principios siguientes:

• El Principio de selección: subraya que la formación de árbitros y jueces es selectiva, e indica que la condición necesaria objetivamente para ser arbitro y /o juez es haber sido practicante sistemático del deporte dado. La materialización del principio presupone la organización de un proceso riguroso de selección.

• Principio de la conciencia crítica, moralmente significativa y responsablemente activa, de la actividad práctica intelectual señala que los árbitros y jueces tienen el deber de actuar en correspondencia con la acción real creada por el sujeto -objeto del proceder. La materialización del principio reconoce la necesidad de un proceso transparente en la formación y actuación de árbitros y jueces.

Figura.3 Modo de actuación desde el punto de vista del arbitraje deportivo retomando los criterios de Pentón, P (2003)

• Principio teórico-intelectual de la realización práctica indica que en la formación de árbitros y jueces se desarrollen habilidades perceptivas, de toma de decisión, entre otras propias de acción de juzgar y arbitrar. La realización del principio presupone la estructura de un sistema ininterrumpido de preparación teórico - práctico.

• Principio de transmisión de valores señala que en la formación de árbitros y jueces presupone de inicio a fin el desarrollo sostenible de valores generales (Honradez, Disciplina, Tenacidad, Valentía, Responsabilidad, Dignidad, Laboriosidad, Modestia, Ejemplaridad) y específicos (Respeto a las reglas, Vergüenza y combatividad, Saber que representa a un territorio dado y al movimiento deportivo, El Juego limpio, Amor al Movimiento Deportivo) propios del modo de actuación en la actividad práctica intelectual.

• Principio de la negación del antivalor indica que tanto en el proceso de formación como en la actividad concreta del modo de actuación de árbitros y jueces, se debe trabajar por exterminar las manifestaciones de antivalores (Parcialidad, Ambición desmedida, Fraude deportivo y académico, Comercialización, arbitrariedad, Despecho, Inseguridad, Ostentación, Sentido, de superioridad, Conducta antisocial, Violencia en el Deporte generada por decisiones injustas, Disgusto, Resentimiento, Maldad, Intransigencia, Injusticia, Severidad, Deficiencia, Perjuicio, Molestia, Desmoralización, ) lo que constituye un trabajo sostenible que exige:

primero, la determinación de las concepciones, comportamientos, formas de actuación, o conductas que se consideren como negativas, nocivas, inaceptables que no se correspondan con las proyecciones futuras esperadas o a que se aspiran en el arbitraje como componente de un proceso pedagógico.

segundo, el análisis de las consecuencias; tercero, la determinación de los valores éticos - estratégicos que deben adoptarse en correspondencia con los antecedentes y que podemos denominar como valores operacionales.

    Entre todos los principios relacionados se observa la presencia de una extensa relación dialéctica de carácter teórico- práctico, sin embargo el Principio de la negación del antivalor ocupa un lugar especial como rector para éxito y la utilidad práctica de dirigir por valores, en este sentido vale reconocer los criterios del Dr.C. Jorge Rodríguez López (2002) en su artículo "El antivalor-su importancia para la dirección por valores" cuando refiriéndose a una última idea más importante describe "el éxito y utilidad de dirigir por valores (y no con valores) es lograr que realmente sean COMPARTIDOS, o lo que es lo mismo, determinados con la mayor participación posible y DIVULGADOS, CONSENSUADOS Y CONSEBIDOS TODOS de que son los valores por los que debe lucharse…" si a todo ello unimos las concepciones del Dr.C. Ramón Pentón López, de que en el proceso de dirección " los valores deben ser también ASUMIDOS" entonces estamos en condiciones de reconocer que no solo determinando los valores sino también asumiéndolos, se pueden propiciar condiciones favorables que nos aproximan con objetividad hacia una DIRECCIÓN POR CONVICCIONES que reclama el futuro que esperamos en el desarrollo del arbitraje deportivo.

    Como bien se refiere el Dr. Wilder Llanes Delgado (2002) en su artículo "Los valores en la dirección. Seminario" los mexicanos Ramírez Padilla y Cabello Garza autores del libro Empresas Competitivas indican que "los valores son un conjunto de enunciados que reflejan los principios fundamentales bajo los cuales debe operar la empresa" y puntualizan más adelante "un valor da significado y sentido a nuestra existencia, permite nuestra realización de acuerdo con la dignidad que poseemos" , de ahí entre otras razones, que la esencia o el por qué de las aplicación de los principios para una Estrategia de dirección por Valores en el Arbitraje deportivo vista desde nuestro punto de vista y fundamentada en los criterios de Pentón R. no debe ser interpretada jamás como un problema de moda, la intención es, su uso como punto de partida hacia el futuro de una DIRECCIÓN POR CONVICCIONES SOSTENIBLE, es decir la máxima expresión para exigencias posteriores en la formación de árbitros y jueces deportivos.

Bibliografía

• Dolan, Simon. Dirección por valores. IRWIN. 1998

• GUARDO, M.E. (1998) El arbitraje en el Boxeo Olímpico Metodología para su perfeccionamiento. Tesis de Doctorado. (Doctorado en Ciencias Pedagógicas) La Habana, ISCF "Manuel Fajardo" .120 h

• Pentón López, Juan Ramón (2003) Formación por Valores. En Curso de postgrado. Materiales Bibliográficos Matanzas. UM "Camilo Cienfuegos".

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revista digital · Año 11 · N° 96 | Buenos Aires, Mayo 2006   © 1997-2006 Derechos reservados