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Estrategia en la práctica global vs.
analítica en la iniciación al judo

   
Licenciado en Ciencias de la Actividad física y Ciencias del Deporte
Entrenador de Judo
Doctorando en la Universidad de Huelva
 
 
José Robles Rodríguez
jrr12@hotmail.com
(España)
 

 

 

 

 
Resumen
    El presente artículo trata de exponer las ventajas que proporciona una enseñanza basada en una metodología activa, en donde las actividades se planteen desde una perspectiva global, es decir, donde predomine la estrategia en la práctica global.
    Primeramente analizamos el concepto de estrategia en la práctica diferenciando sus variantes, e indicando algunos ejemplos de aplicación en Judo.
    Teniendo en cuenta que el elemento más importante dentro de todo proceso de Enseñanza-Aprendizaje es el alumno, presentamos las características tanto cognitivas como motrices de los jóvenes entre los 8 y 12 años, periodo en el que el alumno se encuentra en la etapa de iniciación, así como las implicaciones metodológicas que se deben tener en cuenta, posibilitando de ese modo que la introducción al cualquier disciplina deportiva resulte más significativa.
    A continuación, indicamos las ventajas que va a aportar la aplicación de la estrategia global en la iniciación al judo, además de dar una serie de razones justificando el por qué es más eficaz la aplicación de este tipo de estrategia para el desarrollo global del joven judoka. Finalmente, se exponen una serie de conclusiones basándonos en todo lo expuesto anteriormente.
    Palabras clave: Iniciación deportiva. Estrategia en práctica. Metodología activa. Judo.
 

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 11 - N° 95 - Abril de 2006

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1. Introducción

    El Judo es una disciplina deportiva que lleva de modo intrínseco toda una serie de aspectos emocionales, afectivos, espirituales, físicos, mecánicos, intelecto-motores, todos ellos conformando el interior de la persona como unidad (Carratalá, 2000). Por ello, Cechini (1989) indica que este acercamiento interdisciplinar permite comprender cómo el deporte no limita sus riquezas pedagógicas a resultados de orden caracterial e higiénico, sino que es la persona la que se expresa a través de este movimiento, por tanto, un medio de desarrollo integral.

     En la actualidad podemos observar como aún muchos monitores de judo siguen empleando en el diseño de sus clases el modelo de enseñanza tradicional, el cual consiste en una demostración técnica por parte del profesor, y la reproducción fiel del modelo por parte del alumno, es decir, se sigue el esquemas básico de Estímulo - Respuesta; de este modo se disminuirá el espacio de actuación del alumno. Este tipo de enseñanza reduce las posibilidades de creatividad y de adaptación individual necesaria para la resolución de problemas en una situación de oposición. Esto en ocasiones puede deberse al afán del profesor a que su alumno capte el movimiento lo antes posible y así conseguir logros deportivos a corto plazo, sin tener en cuenta la maduración del deportista como un factor que determinará las fases del desarrollo del judoka. En este sentido Giménez y Castillo (2001), defienden que el deporte en las primeras edades debe entenderse como una actividad más que va a ayudar a la formación de los alumnos y alumnas.

     El Judo es un deporte caracterizado por los continuos y rápidos cambios de movimientos, en donde la anticipación va a condicionar en gran medida la obtención de un alto rendimiento. En iniciación, el alumno no es capaz de prever una respuesta técnica adecuada anticipándose de ese modo a la acción del adversario. Por lo tanto, a la hora de presentar las tareas es conveniente que éstas sean simples y abiertas, teniendo presente que no se debe limitar los gestos técnicos a unos modelos preestablecidos, dejando que los judokas vayan descubriendo por sí mismo las diferentes acciones técnicas. De este modo el alumno irá conociendo poco a poco una gran gama de gestos técnicos, adquiriendo la significación necesaria en relación a una situación determinada. No se trata, por tanto, de transmitir una serie de conocimientos técnicos al alumno, sino presentarles el mayor número de situaciones que ayuden al desarrollo de su riqueza motriz.

     Para Blázquez (1986:41), sólo un estudio sistemático de lo que comporta y supone para el niño cada uno de los juegos y su lógica interna, acompañado de una pedagogía dirigida y encaminada a la reflexión de una situación motriz, puede darnos la clave para abordar la enseñanza deportiva con la seguridad de estar colaborando al desarrollo de la inteligencia motriz y capacitando al educando para ser un jugador inteligente dentro de su propia práctica.

     A continuación presentamos una aproximación teórica de los distintos tipos de estrategia en la práctica, con ejemplos de aplicación al deporte que nos acontece, y analizaremos las ventajas e inconvenientes de cada una de ellas en la iniciación deportiva del judo. Finalmente exponemos una serie de conclusiones en las que defendemos las presencia de la estrategia global en las primeras etapas de la enseñanza del judo.


2. Concepto y justificación de estrategia en la práctica

     Delgado (1991:22) nos define estrategia en la práctica como la forma particular de abordar los diferentes ejercicios que componen la progresión de enseñanza de una determinada habilidad motriz.

     El objetivo de la estrategia en la práctica es fundamentalmente el contenido de enseñanza, es decir, la tarea a enseñar. Sería la forma particular de presentar al alumno las actividades. (Delgado, 1991:23).

    A la hora de aplicar una u otra estrategia, no debemos dogmatizar, ya que la más eficaz será aquella que consiga que el alumno alcance los objetivos previstos en el aprendizaje. Por ello, el profesor buen conocedor de la materia podrá aplicar la estrategia en la práctica más adecuada a cada situación y en función del propio proceso de aprendizaje del alumno. Por tanto, se podría decir que cada grupo necesitará una estrategia en la práctica determinada en función de su edad, del grado de madurez y de la etapa de aprendizaje en la que se encuentra.


2.1. Estrategia en la práctica global. Variantes

    Cuando el modelo se presenta en su totalidad, estamos hablando de estrategia en la práctica global. Sánchez (1984) nos clasifica la estrategia en la práctica global en: global pura, global polarizando la atención y global modificando la situación real.


2.1.1. Global Pura

    Podemos decir que esta sería la aplicación de la estrategia global, es decir, la ejecución en su totalidad de la tarea propuesta.

    Según Sáenz-López (1996) este tipo de estrategia no es recomendable utilizarla como primera opción, dentro de una progresión pedagógica, en tareas complejas como el salto con pértiga, en gestos de tenis...

    Ejemplos en Judo:

  1. Presentar "O-Goshi", de manera que el alumno intentará reproducir el gesto. Aquí el profeso no deberá intervenir a menos que sea para corregir un movimiento que implique peligro o porque el alumno realice una acción prohibida por el reglamento de judo.

  2. También podemos entender como estrategia en la práctica global todas aquellas actividades o juegos en las que no se delimite la actuación a los alumnos en cuanto a sus movimientos, situaciones de desequilibrio (uno entra y otro sólo defiende, etc...)

    Por tanto podemos decir que la estrategia en la práctica global sería la idónea para el primera toma de contacto del alumno con el judo, dos primeros meses aproximadamente, a través de juegos, técnicas de fácil asimilación ("o-goshi", "o-soto-gari", "hiza- guruma", las inmovilizaciones).


2.1.2. Global polarizando la atención

    Es la ejecución en su totalidad de la tarea propuesta pero pidiéndole al alumno/a que preste mayor atención en algún aspecto determinado en la ejecución. Utilizando este tipo de estrategia podemos presentar una progresión de enseñanza. De este modo podemos ir presentando ejercicios en los que los alumnos / as vayan polarizando la atención en diferentes aspectos de la tarea motriz. Como norma general, la evolución debe comenzar por los aspectos más importantes y fáciles.

    Ejemplos en Judo:

  1. Presentar "O-Goshi", pero le pedimos al alumno que se fije más en realizar correctamente el tirón del brazo.

  2. Realizar "randori", pero le pedimos al alumno que intente realizar una técnica en concreto para obtener de ese modo doble puntuación.

    Este tipo de estrategia en la práctica es conveniente realizarla una vez que el alumno posee unos conocimiento técnicos y reglamentarios básicos. Por lo tanto podemos decir que no debemos aplicarla en las primeras semanas de la iniciación del judoka.


2.1.3. Global modificando la situación real

    Se puede definir como la ejecución en su totalidad de la tarea, pero modificando las condiciones de ejecución se modifican. Normalmente se hace para facilitarla, aunque también se puede hacer para dificultar la ejecución.

    Esta variante puede utilizarse de forma progresiva desde situaciones más sencillas a más complejas.

    Ejemplos en Judo:

  1. Realizar "randori" en donde sólo se puede entrar "O-Goshi".

  2. Realizar "randori " en donde uno ataca y el otro solo defiende.

  3. Comenzar los "randori" en una posición determinada para provocar situaciones reales del combate.

  4. Juegos:

  • Dar la vuelta a la tortilla.

  • Todos en corro agarrados por las mangas intentando barrer al de al lado.

    Este tipo de estrategia en la práctica también es muy adecuada utilizarla en la primera toma de contacto del alumno con el judo, ya que nos va a servir para modificar situaciones facilitarán el éxito en los alumnos.


2.2. Estrategia en la práctica analítica

    Cuando la tarea se puede descomponer en partes y se enseña por separado estamos aplicando la Estrategia en la Práctica Analítica. Sánchez (1984) cita tres tipos: pura, secuencial progresiva.

    Nosotros nos centraremos sólo en la estrategia en la práctica analítica pura ya que no podemos hablar de descomponer una técnica en diversas partes y trabajarlas de por separado, ya que carecería de significado para el alumno principiante realizar una parte de una técnica. A este respecto Singer (1986) citado por Sáenz-López (1997: 129), dice que este tipo de estrategia en la práctica sólo es aplicable en tareas de alta organización. Según Sáenz-López (1997: 129), las tareas de baja organización como es el caso de los deportes de adversario y colectivo no se conoce la secuencia.


2.2.1. Analítica pura

    La tarea se descompone en partes y la ejecución comienza por la parte que el profesor considera más importante. Así, se irán practicando aisladamente todos sus componentes para después proceder a la síntesis final.

    Ejemplo en Judo:

  1. Realizar "uchi-komi", es decir, repeticiones de una técnica determinada.

    Podemos decir que este tipo de estrategia no debe estar presente en la fase de iniciación al judo, aunque la estrategia en la práctica analítica tiene mucha importancia dentro de nuestro deporte a medida que avanzamos de nivel y categoría, ya que es imprescindible las repeticiones de las técnicas para conseguir una automatización óptima de las mismas.


2.3. Estrategia en la práctica míxta

     Consiste en combinar ambas estrategias, tratando de sacar lo positivo de cada una. Debido a que todas las progresiones deben finalizar de forma global, la estrategia en la práctica mixta, comienza siempre con ejercicio global, después se practica una parte analíticamente para terminar volviendo a la estrategia global, GLOBAL - ANALÍTICA - GLOBAL.

    La utilización de esta estrategia en la práctica requiere un gran conocimiento de la tarea motriz que se enseña y de todas las variantes globales y analíticas, que ya permite amplias posibilidades de combinación.

    La estrategia en la práctica mixta puede resultar de gran interés en las tareas complejas de baja organización como los deportes de cooperación-oposición y los deportes de oposición. Es recomendable que el primer ejercicio global se realice modificando la situación real para facilitar así de este modo su ejecución. (Sáenz-López, 1997:133).

     La aplicación de una u otra estrategia en la práctica dependerá, en primer lugar, del análisis de varios factores que esquematizamos en la siguiente cuadro:


Cuadro 1. Factores presentes en la estrategia en la práctica (Sáenz-López, 1997:133).


3. Características motrices del pequeño judoka

     Según Burton (1977), los niños normalmente desarrollan todas las habilidades básicas respecto al movimiento durante los años previos a la entrada a la escuela. A causa de que estas habilidades parecen desarrollarse de un modo natural, la significación de este proceso tiende a ser pasada por alto.

     El movimiento es indispensable en la vida cotidiana de los niños, el cual tiende a estar en continua actividad física, fundamentalmente a través del juego, que sin duda, es un instrumento elemental en la educación de éste. Conforme los niños van incrementando su capacidad y disposición hacia cualquier nuevo aprendizaje, es preciso que se le ofrezcan las situaciones oportunas para explorar, experimentar y practicar en un ambiente estimulante a nivel físico y social (Sánchez, 1984), aunque debemos tener presente que hay que enfrentar a los alumnos a problemas que sean capaces de resolver, y por tanto, en consonancia a sus posibilidades (Bayer, 1986:67).

     Por lo tanto el desarrollo de la motricidad, tanto genérica como específica, ha de ser atendida en las edades en las que comienza la iniciación deportiva, considerando esta etapa entre los 8 - 12 años aproximadamente.

    El desarrollo de las habilidades básicas, y en menor medida de las específicas, viene favorecido por la práctica global, fundamentalmente por situaciones, en forma de juego, similares al combate real. Las habilidades específicas tienen también su expresión en el juego libre, y en la resolución de problemas. Es necesario que el niño construya sus propios contenidos e intente resolver por sí mismo las situaciones motrices que se le propongan. Es aquí donde el entrenador/educador tiene un papel importante ya que su primera preocupación debe ser observar lo que percibe el alumno, cómo actúa, cuáles son sus posibilidades y captar el sentido que el niño asigna a toda esta realidad (Bayer, 1986:67).

    Según Blázquez (1986:51) es inútil que el niño practique ejercicios técnicos antes de que haya jugado. Basándonos en la propuesta de Giménez, F.J. (2000:29), a continuación presentamos las características tanto cognitivas como motrices de los jóvenes entre los 8 y 12 años, así como las implicaciones metodológicas que se deben tener en cuenta, posibilitando de ese modo la introducción del alumnos en el mundo del deporte, de un modo significativo para ellos:


Cuadro 2. Implicaciones metodológicas 8-10 años. Giménez, F.J. (2000)


Cuadro 3. Implicaciones metodológicas 10-12 años. Giménez, F.J. (2000)


4. Ventajas de la aplicación de la estrategia en la práctica global frente a la analítica en la enseñanza de judo

     En este apartado queremos destacar algunas de las ventajas de la estrategia en la práctica global frente a la analítica, con el objetivo de enriquecer aún más el significado y la aplicación de ésta en el campo de la iniciación al judo. Por lo tanto, podemos decir que:

  • El planteamiento global de las actividades permite al alumno acercarse a la situación real de combate desde el comienzo de su aprendizaje, consiguiendo con ello, según Bonitch y Macarro (2002), un desarrollo en la toma de decisiones ante los problemas que se dan en las situaciones de oposición en Judo.

  • Permite a los alumnos un mayor desarrollo corporal, así como un mayor desarrollo de las cualidades físicas, tanto generales como específicas, debido a que las partes del cuerpo que intervienen lo hacen de una forma más activa en las tareas que se plantean.

  • Facilita una mayor compresión cognitiva al judoka en su aprendizaje técnico-táctico, desarrollando el pensamiento táctico.

  • Mayor motivación intrínseca del alumno por el Judo, ya que la actividad le resulta más divertida, logrando de este modo como resalta Blázquez (1986:47), que el alumno se entregue plenamente y sin reservas a la acción que entraña el propio juego o deporte.

  • Hay un mayor desarrollo de la creatividad, aspecto que facilita en gran medida en la adquisición de nuevos aprendizajes técnico-tácticos.

  • Va a desarrollar en el judoka los factores de percepción y decisión, al mismo tiempo que la ejecución técnica. Dentro de estos factores son fundamentales la anticipación a la acción del contrario, la atención selectiva, velocidad de reacción ante los gestos del adversario, etc... (Bonitch y Macarro 2002).

  • Hay una asimilación del reglamento del deporte de un modo más directo y más práctico.

    Podemos afirmar de este modo, al igual que lo hace Lasierra (1993), que la práctica global es solidaria con el aprendizaje, ya que el niño en cualquier situación interviene de forma global y, por tanto, necesita de esa práctica más que de ejercicios "nocivamente analíticos".

    Según Bayer (1986:77), estructuras a aprender serán significativas y presionantes para el alumno si corresponden a su vivencia, a su grado de motivación y a sus motivaciones presentes.


5. Por qué estrategia en la práctica global en la iniciación en judo

     La enseñanza basada en la repetición de gestos técnicos en condiciones aisladas inhibe la capacidad creativa del niño, como hemos mencionado anteriormente. En esta etapa de formación, el desarrollo de las capacidades cognoscitivas del niño debe ser un objetivo prioritario para el entrenador, por lo que se considera necesario resaltar la importancia del uso de estrategias eminentemente globales.

     Para Cárdenas, Conde y Ortega (1999), en los primeros momentos del proceso de enseñanza-aprendizaje, es conveniente saber alternar el uso de estrategias globales puras, que fomentan el desarrollo de la creatividad a través del descubrimiento natural, con el uso de estrategias globales polarizando la atención (juegos con normas), que favorecen el descubrimiento de aspectos del juego guiado por el profesor-entrenador.

    Esquemáticamente la diferencia entre la enseñanza en la práctica global y la analítica se resumen en las siguientes figuras, donde podemos observar como en función de que se trabaje mediante la aplicación una u otra estrategia, podremos ocuparnos de los distintos elementos que intervienen en cualquier disciplina deportiva de forma aislada, o de forma conjunta.


Figura 1. Elementos del Judo no integrados                       Figura 2. Elementos del Judo integrados

    La figura 1 intenta representar la enseñanza analítica. Este tipo de aprendizaje trata de enseñar al alumno las distintas técnicas con el objetivo principal de que el judoka sea capaz de realizarlas aislada y después poder aplicarlas en un combate. Pero con este tipo de aprendizaje nos encontramos con un gran problema y es que las condiciones del aprendizaje no tienen nada que ver con las condiciones reales del deporte en sí.

    La figura 2 nos viene a decir que debemos trabajar el judo en su totalidad, es decir, globalmente sin separar ningún elemento. Para ello debemos plantear situaciones de aprendizaje adaptadas a las posibilidades del sujeto, de ese modo los alumnos seran capaces de realizar las tareas a través de unos planteamientos de trabajo que le induzcan a la búsqueda de cómo poder hacerlo (de forma global), sin preocuparse por imitar un modelo predeterminado de antemano.

    Podemos decir que el judo es un deporte en continua evolución y en el que nunca se darán dos situaciones exactamente iguales en un combate, por lo que el judoka debe trabajar los movimiento específico ante muchas situaciones distintas, de ahí que sea necesario ofrecer al joven judoka situaciones en las que deba investigar y descubrir, que es lo que en didáctica de la Educación Física se conoce como Resolución de Problemas (Enseñanza mediante la Búsqueda). Diversos autores ( Sáchez Bañuelos, 1990; Devís y Peiró, 1992) citado por Méndez (1998) sostienen que las tareas con dificultad significativa en los mecanismos de percepción y decisión son más susceptibles a planteamientos de enseñanza mediante la búsqueda.

    La enseñanza mediante la búsqueda desde el punto de vista educativo-pedagógico ofrece una serie de ventajas importantes:

  • Establece una relación clara entre actividad física y actividad cognitiva, aspecto importantísimo en la práctica del judo.

  • Destaca aspectos de la Educación Física de carácter intelectual.

  • Favorece un proceso emancipatorio concediendo al alumno una capacidad de decisión significativa.

  • Individualiza la enseñanza.

    Con este tipo de enseñanza ofrecemos a los alumnos un aprendizaje significativo, favoreciendo que comprendan de un modo más eficaz la lógica interna del deporte, es decir, el niño va a conocer significado funcional de lo que está aprendiendo, practicando las actividades de forma global y ejecutándolas bajo situaciones muy similares al contexto real del combate.


6. Conclusiones

     El objetivo de este artículo es justificar que la estrategia en la práctica global es más eficaz en la etapa de iniciación al Judo que la estrategia en la práctica analítica. Y por todo lo expuesto anteriormente queremos concluir con las siguientes afirmaciones:

  • Con la estrategia en la práctica global tratamos de presentar al niño un aprendizaje más significativo, donde el niño comprenda el significado funcional de lo que está aprendiendo Para ello debemos presentarle el Judo lo más parecido posible al contexto real del combate. De este modo, el alumno va a adquirir un significado pleno del por qué y del para qué de todos los componentes implicados.

  • Debemos tener muy en cuenta el grado de competencia perceptiva, cognitiva y motriz del grupo ya que el alumno es capaz de ejecutar un gesto en función del grado de percepción que tenga del deporte en sí, es decir, no debemos presentar igual una actividad a un niño que lleve tres años realizando Judo con unos conceptos básicos que otro que comience. Por tanto debemos decir que hemos de darle primacía a los procesos de percepción y toma de decisión sobre los de ejecución.

  • El desarrollo del pensamiento técnico-táctico del alumno evolucionará de un modo más eficaz, ya que el presentar las actividades de un modo más lúdico y divertido no va a frenar un aprendizaje correcto de las distintas técnicas, todo lo contrario. Según Méndez (1998), la preparación táctica es un elemento imprescindible para los judokas, especialmente cuando la preparación física y la técnica se encuentran igualadas, su utilización puede ser decisiva en el resultado deportivo.

  • Por otro lado el entrenador-educador debe ser consciente en todo momento de que a través de la estrategia en la práctica global vamos a desarrollar la creatividad del judoka, por tanto en la iniciación al judo debemos tener presente que nuestro objetivo no es conseguir que el alumno automatice las técnicas, sino que se alimente del mayor número de situaciones motrices diferentes a través de juegos.

  • No se trata de llevar a cabo un aprendizaje repetitivo de soluciones cerradas o mecanizadas, sino de aprendizajes significativos a través de tareas globales, que sienten las bases de posibles transferencias a otras nuevas situaciones.

     Para finalizar debemos resaltar el hecho de que un gran porcentaje de alumnos que comienzan el judo a edades muy tempranas no continúan con la práctica deportiva a edades posteriores a la pubertad, probando a lo largo de su desarrollo evolutivo gran variedad de actividades deportivas. Por tanto, un entrenador de judo debe ser algo más que eso, debe ser un educador. Debemos tener siempre presente que hay que contribuir a un pleno y óptimo desarrollo del individuo tanto física como psicológicamente. Por ello hay que pensar en el alumno como el verdadero protagonista del proceso de iniciación, en donde los aspectos psicomotrices sean un común denominador en cualquier práctica deportiva.


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revista digital · Año 11 · N° 95 | Buenos Aires, Abril 2006  
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