Mejora de la habilidad básica de manejo de móviles en educación primaria |
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*Doctora en Ciencias de la Actividad Física, Licenciada y Diplomada en Educación Física. Profesora Contratada Doctora de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte de la Universidad Católica San Antonio de Murcia. **Doctor en Pedagogía, Licenciado en Educación Física. Catedrático de Educación Secundaria del IES Floridablanca de Murcia. ***Doctor en Psicología. Profesor Titular de la Facultad de Psicología de la Universidad de Murcia. ****Licenciado en Educación Física. |
Nuria Ureña Ortín* Fernando Ureña Villanueva** Antonio Velandrino Nicolás*** Francisco Alarcón López**** nurena@pdi.ucam.edu (España) |
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http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 10 - N° 94 - Marzo de 2006 |
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Introducción
Esta es una propuesta para orientar a los maestros/as de Primaria en la mejora y evaluación de la habilidad básica de manejo de móviles. En este sentido se trata de abordar la enseñanza de unas determinadas habilidades que son fundamentales para posteriores aprendizajes y que determinarán el éxito o fracaso de las habilidades específicas de cada deporte. Su desarrollo está enfocado a la Etapa de Primaria ya que es en este momento donde se debe de producir una amplia base motriz inespecífica sobre la cual, se irá construyendo, el resto de la motricidad y donde se establecen los aprendizajes posteriores.
Desde esta perspectiva, la finalidad de la investigación es la construcción de un programa de intervención, siendo la evaluación un aspecto que se considera clave para su diseño y confección. A través de este planteamiento se pretendía conocer los aprendizajes que eran capaces de alcanzar los alumnos/as para esas edades y en consecuencia los aprendizajes nuevos que se pueden incorporar.
En lo que respecta a las razones para su estudio se destacan:
La necesidad de mejorar los elementos de calidad que van a condicionar las acciones futuras y permitirán un adecuado trabajo en la adquisición de las habilidades específicas de cada deporte.
La escasez de trabajos dedicados al estudio de la evaluación de las habilidades motrices básicas.
Dar a conocer a los maestros/as de la Etapa de Primaria una forma de trabajo acorde con los planteamientos iniciales que se pretenden evaluar, referidos en este caso al dominio y control de la habilidad básica de manejo de móviles (aspectos de calidad del movimiento).
Aunque no es el objeto de este artículo el realizar un análisis teórico de términos se cree necesario exponer qué se entiende por el término habilidad (y destreza), ya que históricamente se ha utilizado con diferentes significados, según el autor/a y la escuela de procedencia.
Se puede afirmar que el significado de habilidad resulta problemático cuando se recurre al lenguaje diario - ya que se utiliza en muchos sentidos -, pero en nuestro ámbito se debe definir con mayor precisión.
Teniendo en cuenta las definiciones de Knapp (1981), y por otro lado Batalla (2000), se define y se entiende por habilidad: todo movimiento, a partir de una adecuada organización secuencial y estructurada de varios componentes, para conseguir la eficacia de un objetivo dado, y en donde es necesario un proceso de aprendizaje para cambiar la conducta, como resultado de la experiencia (Ureña, 2002).
Por lo que se refiere a la relación de los términos habilidad y destreza dentro de la Educación Física y el Deporte, se puede comprobar igualmente que son términos que han tenido distintas concepciones.
Los conocimientos tradicionales sobre aprendizaje motor le atribuyen diferentes significados. En cambio existen autores (Serra, 1996; Generelo & Lapetra, 1993; etc.) que defienden que los dos conceptos son lo mismo. Teoría que además es apoyada por la Real Academia Española que los considera sinónimos. El Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua (1992) pone de manifiesto la similitud entre "habilidad" y "destreza", ya que al definir una de las palabras recurre a la otra. Así dice que habilidad es "la gracia o destreza en ejecutar una cosa que sirve de adorno al sujeto; como bailar, montar a caballo, etc."
Y, a su vez, define la destreza como "habilidad, arte, primor o propiedad con que se hace una cosa".
Como queda demostrada la dificultad y complejidad que entraña el definir y clarificar estos dos términos, se concluye que, dependiendo de lo que se entienda por habilidad, nos podremos posicionar en una u otra vertiente:
1. La vertiente en la que los términos habilidad y destreza son diferentes. Si se acepta que esta vertiente es porque al definir habilidad se formula como la calidad del resultado o también el nivel de resultado obtenido independientemente del coste. La destreza haría referencia a la capacidad del sujeto para ser eficiente en una habilidad determinada. Por ejemplo Batalla (1994) define la habilidad como el grado de competencia de un sujeto concreto frente a un objetivo determinado. Es decir, en el momento en el que se ha alcanzado el objetivo propuesto en la habilidad, se considera que ésta se ha logrado a pesar de que este objetivo se haya conseguido de una forma poco depurada y económica.
Se incluye también en esta vertiente a los autores que establecen una diferenciación entre ambos conceptos a partir de la idea de la implicación de segmentos corporales en mayor o menor cuantía y de la existencia de desplazamientos en la acción.
2. La vertiente en la que los términos habilidad y destreza son lo mismo. Es cuando en la definición sobre la habilidad motriz se especifican los rasgos característicos más destacables a tener en cuenta como son las características de eficiencia, carácter organizado y aprendida, entre otras.
Nosotros nos decantamos por la segunda opción, es decir, una definición única y nos remitimos a la definición que se ha dado en el apartado de habilidad a partir del análisis realizado.
Por otra parte, este planteamiento exige la necesidad de tener presente que en la Etapa en la que se desarrolla el programa, el objetivo principal es la construcción de una base motora en el individuo. En consecuencia, de los diferentes tipos de habilidades interesa el trabajo de aquella familia de habilidades, amplias, generales, comunes a muchos individuos (por tanto, no propias de una determinada cultura) y que sirven de fundamento para el aprendizaje posterior de nuevas habilidades más complejas, especializadas y propias de un entorno cultural concreto. Son las denominadas habilidades motrices básicas y constituyen el "alfabeto", el "vocabulario básico" de nuestra motricidad siendo las piezas con las que se podrán construir respuestas motoras más ricas, complejas y adaptadas.
Tomando como punto de partida las habilidades motrices básicas se puede comprobar como son muchas las clasificaciones que se han realizado en torno a este grupo. A modo de síntesis se expone la clasificación que se ha utilizado y elaborado (cuadro 1).
En congruencia con el planteamiento realizado en el párrafo anterior y el cuadro 1 se entiende por habilidad básica de manejo de móviles (u objetos) aquellas acciones que se centran fundamentalmente en el contacto de un móvil u objeto y pueden verse comprendidas todas las tareas que de una forma u otra implican manipulación de objetos o cosas, tales como lanzar, coger, amortiguar, golpear, sujetar, etc.
Dentro de la categoría de manejo de móviles se agrupan a las habilidades motrices básicas de lanzamientos (que son movimientos "propulsores" en donde se produce una aceleración del móvil de tipo balístico mediante la que se proyecta un objeto hacia el exterior del individuo), recepciones (que son movimientos de "absorción" y sirven para desacelerar de forma controlada un móvil y poder manejarlo) y botes (que son una sucesión de lanzamientos-golpeos y amortiguaciones-recepciones realizados por el individuo de forma autorregulada con el objetivo de mantener el control del móvil o móviles manejados respecto a la ejecución de la tarea prevista).
Cuadro 1. Habilidades motrices básicas de manejo de móviles.De acuerdo con el planteamiento expuesto hasta ahora, se hizo igualmente necesario, garantizar que el programa "manejo de móviles" cubriese las necesidades de movimiento y control, en función de las necesidades reales de los niños/as y sus conductas a nivel afectivo, cognitivo, social y motor. Para tal fin se tuvo en cuenta el desarrollo motor humano y sus ámbitos o dominios de la conducta desvelando cuál era el momento óptimo para su desarrollo y puesta en práctica. En concreto, el estudio de estos parámetros evolutivos, indicaban unos puntos de referencia básicos de los niveles de aprendizaje mínimos sobre los que poder orientarnos. De no ser así se podría haber caído en el error de desarrollar el programa en un periodo anterior o posterior al que correspondería en el desarrollo psicomotor del niño/a.
Fruto de todo lo expuesto, y desde un punto de vista práctico, las tareas motrices que se propusieron para la elaboración del programa siguieron una lógica que se relacionó en primer lugar, con la graduación en el nivel de complejidad propiamente dicho y el tipo de dificultad diferencial, según los tres mecanismos que presenta Sánchez (1990), a partir del modelo de ejecución motriz de Marteniuk. Y en segundo lugar, y en conexión con lo anterior, con las principales variables que son capaces de modificar el grado de habilidad.
Objetivos de la investigaciónLos objetivos que se proponen en esta investigación son los siguientes:
Objetivo general: Estudiar las habilidades que intervienen en la habilidad básica de manejo de móviles y diseñar un programa para su mejora y evaluación, en el segundo ciclo de la etapa de Primaria.
Dicho objetivo general se concreta, entre otros, en los siguientes objetivos específicos:
Diseñar un programa para mejorar la capacidad que tienen los alumnos/as para mantener de una forma autorregulada un móvil o móviles bajo su control.
Valorar los aprendizajes en la habilidad básica de manejo de móviles.
Comprobar la eficacia del programa.
Buscar otras alternativas evaluativas a la de los "test de rendimiento motor" para las habilidades motrices.
Para la evaluación de los elementos que intervienen en el proceso se establecieron unos objetivos complementarios que se relacionan según el siguiente gráfico en forma de esfera (gráfico 1).
Gráfico 1. Zonas de intersección de los componentes implicados en la evaluación.La distribución de cada uno de estos elementos da lugar a una serie de zonas de intersección: En la zona de intersección principal se ubican los componentes del proceso (el maestro/a y los alumnos/as, y un tercera figura que es la del investigador/a). La zona de intersección secundaria la forman las condiciones y el contexto en la que se lleva a cabo el proceso, lo que supone la evaluación de la enseñanza, aprendizaje y del propio proceso. La zona de intersección total, colocada en el centro, incluye la evaluación como parte indispensable de todo el proceso de enseñanza y aprendizaje y está integrada en el mismo.
Para sintetizar, se puede observar que la evaluación forma parte en todo y cada uno de los momentos del programa. Asimismo, se evaluó y fueron evaluados todos y cada uno de los implicados en él, es decir, quién lo elaboró, quién lo puso en práctica y quién lo recibió. Por tanto fue clave la coherencia del sistema de evaluación empleado con los planteamientos realizados para la elaboración y aplicación del programa.
MétodoLa hipótesis a comprobar fue: El programa mejora la habilidad básica de manejo de móviles. En concreto se sometió a prueba la siguiente hipótesis: "El programa disminuye la dificultad en la realización de las tareas".
MuestraLa muestra del estudio estuvo compuesta por alumnos/as de 8/9 años pertenecientes al 4º curso del segundo ciclo de la Etapa de Educación Primaria de la Comunidad Autónoma de Murcia del Colegio Cristo Crucificado de Mula. En total participaron 35 alumnos/as (tabla 1).
Tabla 1. Distribución de los alumnos por grupo y género.
ProcedimientoSe utilizó un diseño cuasi - experimental con un grupo de control antes y después. Al grupo control únicamente se le aplicó la evaluación inicial y final. Siguieron la marcha normal del curso. El grupo experimental, además de realizar la evaluación inicial y final, desarrolló un programa para la mejora de la habilidad básica de manejo de móviles.
En lo que respecta a variables tenemos la variable independiente con dos factores (programa - no programa) y quince variables dependientes cualitativas (las quince tareas de la escala de evaluación).
Técnicas de exploración utilizadasA continuación se exponen los instrumentos utilizados para la valoración de la enseñanza y aprendizaje de la habilidad básica de manejo de móviles y la eficacia del programa. Previamente se quiere indicar que estos instrumentos fueron elaborados en el Proyecto de investigación: Manejo de móviles en Educación Primaria (Ureña, 2002). Son:
Escala para la evaluación de la habilidad motriz básica de manejo de móviles.
Cuestionario de Autoevaluación del alumno/a.
Hoja de registro de Autoobservación de la práctica del maestro.
Hoja de registro de Autoevaluación del proceso enseñanza - aprendizaje.
Desde esta perspectiva se diseñó un programa integrado siendo dos las principales razones por las que se le otorgó dicha orientación. La primera porque se quería realizar una intervención en donde se integrasen varios bloques de contenido. Y la segunda por establecer un planteamiento de trabajo amplio que comprendiese toda la Etapa de Primaria.
En una primera fase se ha elaborado y diseñado una propuesta de trabajo para el segundo ciclo de Primaria. A partir de su aplicación, se analizaron los datos obtenidos para conocer cuál fue el nivel de aprendizaje que adquirieron los alumnos/as, respecto al que presentaban antes de su puesta en práctica. Estos resultados serán el punto de partida para un programa más amplio que abarcará el primer y el tercer ciclo.
Asimismo y tras los resultados obtenidos con cada uno de los instrumentos utilizados se analizarán los posibles contratiempos y cambios que requiere su diseño y aplicación.
ResultadosA través de la prueba t de Student para medidas repetida, se presentan los efectos principales de los factores "tratamiento" (pre/postest) y "grupo" (experimental/control) tras la aplicación el programa de intervención para comprobar si hubo diferencias significativas respecto al grado de habilidad adquirido en los factores mencionados.
Los resultados obtenidos se presentan a través de los porcentajes de sujetos que realizaron las diferentes tareas, antes de la puesta en práctica del programa para conocer que nivel presentaban los sujetos, respecto a los aspectos de carácter cualitativo de la habilidad de manejo de móviles y después de la puesta en práctica del programa, para comprobar si se produjeron cambios respecto a la evaluación inicial.
Siguiendo a Fernández, Gardoqui & Sánchez (1999) para la construcción de la escala para la evaluación de la habilidad motriz de manejo de móviles, se van a tener cuenta dos criterios, en función de los resultados en porcentaje de sujetos que fueron capaces de realizar cada tarea:
El primero, desestimar para la construcción de la escala de valoración las tareas que por demasiado fáciles o demasiado difíciles no representen un adecuado elemento de evaluación. Se consideran como demasiado difíciles las tareas que al menos no hayan sido capaces de realizar un 5% del grupo de evaluación, y como demasiado fáciles aquellas que hayan sido realizadas asimismo en cada grupo de edad, por más del 95% de los sujetos.
Y el segundo, las tareas que no estén en el intervalo anterior (5% - 95%) se estructuran en cinco intervalos en donde:
Tareas realizadas entre el 95% - 77% de los sujetos = DIFICULTAD BAJA (B).
Tareas realizadas entre el 76 - 59% de los sujetos = DIFICULTAD MEDIA -BAJA (MB).
Tareas realizadas entre el 58% - 41% de los sujetos = DIFICULTAD MEDIA (M).
Tareas realizadas entre el 40%-23% de los sujetos = DIFICULTAD MEDIA - ALTA (MA).
Tareas realizadas entre el 22% - 5% de los sujetos = DIFICULTAD ALTA (A).
Respecto al grupo de control los resultados muestran que, en la evaluación inicial, la primera tarea la realizaron todos los sujetos y las tareas once, trece y quince no fueron capaces de realizarlas ninguno. Las tareas dos y cinco presentaban una dificultad baja. Las tareas tres, cuatro, siete y ocho una dificultad media - baja y las tareas seis, nueve, diez, doce y catorce una dificultad alta.
Con los datos relativos a la evaluación inicial, se realizó una clasificación de las tareas motrices según el nivel de dificultad que representaban cada una de ellas para la totalidad de la muestra y según la variable sexo. Aquí no se descartó ninguna tarea por ser demasiado fácil o difícil (tabla 2 y gráfico 2).
Tabla 2. Porcentaje de sujetos que realizan cada tarea. Pretest
Gráfico 2. Distribución del % de sujetos que realizan cada tarea, según sexo y total de la muestra en la evaluación inicial.
Con los resultados de la evaluación final se comprobó si se había producido alguna variación con respecto al nivel de dificultad que presentaron las tareas en la evaluación inicial. Con estos resultados se elaboró la escala de evaluación definitiva.
Debido a que el tamaño de la muestra estudiada es muy pequeña se presenta a la escala para la evaluación de la habilidad básica de manejo de móviles para la totalidad de la muestra (en los gráficos aparece también según sexo).
Teniendo en cuenta los criterios de Fernández, Gardoqui & Sánchez (1999) para la construcción de la escala para la evaluación de la habilidad motriz de manejo de móviles, quedaron descartadas las tareas uno y dos por resultar demasiado fáciles (intervalo 95% - 100%) y las tareas once, trece y quince por resultar demasiado difíciles (menos del 5%). Y quedaron seleccionadas la tarea tres en el intervalo de dificultad baja, las tareas cuatro, cinco, siete y ocho en el intervalo de dificultad media baja, la tarea doce en el intervalo medio - alto y las tareas seis, nuevo, diez y catorce en el intervalo de dificultad alta (tabla 4).
Esta escala queda incompleta al no haberse encontrado ninguna tarea dentro de la categoría de dificultad MEDIA (realizadas entre el intervalo 58% - 41%).
Siguiendo el mismo procedimiento en el grupo experimental se obtuvo que:
En la evaluación inicial las tareas uno y dos fueron capaces de realizarlas todos los sujetos y las tareas catorce y quince no fueron capaces de realizarlas ninguno. Las tareas tres, cinco y ocho presentaban una dificultad baja. Las tareas cuatro y siete una dificultad media - baja y media para la tarea doce. Y las tareas seis, nueve, diez, once y trece presentaban una dificultad alta.
Con los resultados de la evaluación final se comprobó si se habían producido variaciones con respecto al nivel de dificultad que presentaban las tareas en la evaluación inicial (tabla 6 y gráfico 5). Con estos resultados se elaboró la escala de evaluación definitiva en donde quedaron descartadas las tareas uno, dos, tres y cuatro por resultar demasiado fáciles (intervalo 95% - 100%) y la tarea quince por resultar demasiado difíciles (menos del 5%).
Y quedaban seleccionadas las tareas cinco, siete y ocho, en el intervalo de dificultad baja, las tareas doce y trece en el intervalo de dificultad media, las tareas seis y nueve en el intervalo de dificultad media alta y las tareas diez, once y catorce en el intervalo de dificultad alta.
Esta escala queda incompleta al no haberse encontrado ninguna tarea dentro de la categoría de dificultad MEDIA BAJA (realizadas entre el intervalo 76 - 59%).
Con respecto al factor tratamiento estadístico (pretest y postest) se obtiene que para el grupo experimental, la media de tareas en el antes es 7.00 y 8.76 en el después. Para el grupo control, la media en el antes es de 6.00 y 6.67 en el después. Por tanto se puede afirmar el grupo experimental presenta un nivel superior de habilidad tras la aplicación del programa de intervención.
Igualmente se puede comprobar que, para el grupo experimental, sí existen diferencias significativas ya que p = 0,05 respecto al grado de habilidad adquirido tras la aplicación del programa de intervención. En el grupo control no existen diferencias significativas respecto al grado de habilidad adquirido ya que p > 0,05.
Se exponen de forma global los resultados obtenidos en los otros instrumentos que se utilizaron para dar respuesta a los objetivos complementarios:
Cuestionario de Autoevaluación del alumno/a:
Como valoración general se puede decir que se consiguió que el alumno/a realizase una reflexión sobre su trabajo en la práctica así como interiorizar su nivel de competencia y de actitud hacia la actividad. Por tanto fue de gran utilidad para detectar los problemas que existieron durante el proceso así como sus causas.
En nuestro caso particular (investigador/a) se cree necesario reflexionar sobre algunas actividades que se plantearon para trabajar la habilidad del bote de balón.
Además de mostrar los posibles problemas del proceso también generó todo un proceso de reflexión por parte del maestro, al poder contrastar su información con la del alumnado.
La comparación de las valoraciones que realizaron los alumnos/as, con respecto a la del maestro, indicaron que la información obtenida es válida para establecer un plan de refuerzo y de ampliación de algunas actividades de aprendizaje.
En cuanto a la calificación al maestro se puede decir que aparece una clara tendencia a agradar y valorarlo de forma muy positiva. Estos resultados pueden ser consecuencia de la falta de anonimato (factor influenciable).
Hoja de Registro de Autoobservación de la práctica del maestro:
La utilización de este instrumento sirvió para reflexionar (y evaluar) cada una de las sesiones trabajadas desde la perspectiva del maestro y tras su aplicación práctica.
Su información es de gran ayuda para la realización de ciertos cambios en los planteamientos pedagógicos iniciales, y recoger lo más relevante para cada una de las sesiones.
Hoja de registro de Autoevaluación del proceso enseñanza - aprendizaje:
Las principales dificultades encontradas, tras someter a evaluación el programa de intervención son:
La poca mejora obtenida en las tareas 10,11 y 15 siendo éstas las relacionadas con la habilidad bote de balón. Se cree que el motivo de estos resultados se debe a que el tiempo de intervención aplicado fue demasiado corto para conseguir modificar esta habilidad (considerando que se trabajaron dos bloques de contenidos simultáneamente).
No cubrir todos los intervalos de dificultad que presentan la escala.
Conclusiones
Se exponen las conclusiones de este estudio que trata de dar respuesta a los aspectos centrales de la investigación.
Se puede decir que la hipótesis que se planteó al inicio de la investigación: el programa mejora la habilidad motriz de manejo de móviles. En concreto, se sometió a prueba la siguiente hipótesis: "El programa disminuye la dificultad en la realización de las tareas", se cumplió.
Para justificar tal afirmación se presenta la tabla 8 donde aparecen cada una de las tareas con el nivel de dificultad que representan para cada grupo (control y experimental) y momentos (antes y después).
Con respecto al grado de habilidad, los resultados presentados de los factores "tratamiento" (pre/postest) y "grupo" (experimental/control) tras aplicar el programa de intervención demostraron que al grupo que se le aplicó el programa ha adquirido un mayor grado de habilidad que al grupo que no lo realizó.
En el "gráfico de caja" se presentan los resultados obtenidos para cada uno de los grupos y se observa que los sujetos del grupo experimental, tras la aplicación del programa de intervención, se encuentra por encima de P (50) caracterizado por el aumento en el nivel de habilidad. Se encuentran 3 casos atípicos "outliers", de los que dos se localizan muy por encima de la media y uno muy por debajo.
El grupo control, que prosiguió la marcha habitual del curso, presenta pocos cambios en el grado de habilidad adquirido. Este grupo siguió la marcha normal del curso. Durante este tiempo trabajaron sesiones relacionadas con las habilidades básicas que el maestro había programado al inicio del curso. Por tanto es de esperar que haya sujetos que mejoren su nivel de habilidad.
De cualquier forma el nivel adquirido por el grupo que realizó el programa es significativamente mayor al que no lo realizó. Otro factor que ha podido influir en la mejora de los sujetos que no realizaron el programa de intervención es el factor aprendizaje ya que las tareas de la evaluación inicial y final son las mismas.
Por último se piensa que el factor maduración no ha podido influir en los resultados ya que el tiempo de aplicación fue muy corto.
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digital · Año 10 · N° 94 | Buenos Aires, Marzo 2006 |