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La relajación en las sesiones de Educación Física:
una propuesta incluyendo la música del 'whistle'

   
* Quiromasajista terapéutico y deportivo. Escuela Nacional Bio-Natura. Sevilla.
Maestro de Educación Física (curso 2004-2005) del CEIP
"Luis Valladares", Las Cabezas de San Juan, Sevilla
** Maestro Educación Musical.
Componente del grupo de música tradicional "Encrucijada".
Destinado para el curso 2005/06 en el CEA de Laujar de Andarax, Almería
 
 
Pablo Jesús González Peña*
pjmjyol@ono.com  
José Antonio Muñoz Sánchez**
totovich@ono.com
(España)
 

 

 

 

 
Resumen
    El estrés puede ocasionarnos diferentes enfermedades en mayor o menor medida. Una de las recomendaciones para combatirlo es practicar ejercicios de relajación con cierta regularidad. Nosotros, como docentes, debemos facilitar a nuestros alumnos la práctica y el aprendizaje de este tipo de técnicas para que, en el futuro, sean capaces de usarlas en su vida cotidiana como estrategia para la liberación de tensiones.
    De este modo, mediante la combinación de la música y las visualizaciones dirigidas, nuestros alumnos podrán encontrar un nuevo camino de experiencias que podrán llevarlo a situaciones más profundas de conocimiento de sí mismos.
    Palabras clave: Whistle. Improvisación. Relajación. Vuelta a la calma. Visualización.
 

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 10 - N° 92 - Enero de 2006

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"Oír es precioso para el que escucha".
Proverbio egipcio.
"Una experiencia nunca es un fracaso,
pues siempre viene a demostrar algo".

Thomas Alva Edison.

Introducción

    La sociedad actual está en continuo movimiento y evolución; los cuales provocan en nosotros la necesidad de estar constantemente en "alerta" para adaptarnos a esos cambios que se producen. Esto provoca en nosotros situaciones de estrés, pudiendo considerarlo como la respuesta del cuerpo a condiciones externas que perturban el equilibrio emocional de la persona.

    Cada vez son más frecuentes depresiones, ataques de ansiedad… se trata de problemas provocados, entre otros aspectos, por no ser capaces de controlar nuestras emociones y relajarnos. Entre las enfermedades y dolencias que pueden provocar situaciones prolongadas de estrés podemos considerar entre otras, desde tener una salud general deficiente a enfermedades cardiacas.

    Para prevenir estas situaciones suele recomendarse:

  • Consumir una dieta equilibrada.

  • Dormir bien y suficiente tiempo.

  • Practicar ejercicio físico con regularidad.

  • Limitar el consumo de cafeína y alcohol.

  • No consumir nicotina, cocaína u otras drogas alucinógenas.

  • Aprender y practicar técnicas de relajación como fantasías guiadas, relajación muscular progresiva, yoga, tai chi o meditación.

  • Tomar descansos en el trabajo manteniendo un balance entre actividades recreativas y las responsabilidades.

    Por esto considero importante trabajar técnicas de relajación en las clases de Educación Física; para, de este modo, facilitar a nuestros alumnos herramientas, estrategias para enfrentarse ante esas situaciones que pueden acarrearle todo tipo de enfermedades


Desarrollo

    Cualquier sesión de EF se rige por un esquema organizativo, este esquema sirve para que el control de las actividades se desarrolle por los cauces adecuados; una mala organización conlleva la disminución del tiempo de participación por parte del alumno. Autores como López y García (1999) consideran que las sesiones de EF deben tener un esquema organizativo fijo, sea cual sea el trabajo que se vaya a realizar.

    Las partes en las que se divide una sesión de EF ha evolucionado bastante, pasando de unos esquemas rígidos, como son los casos de los modelos de sesión elaborados por autores como Ling, A Sepees, M.B. Davis, Crampton…, con una secuenciación estricta y con "muchas" etapas a planteamientos más funcionales y menos rígidos, donde se adaptan las sesiones a los contenidos a trabajar.

    Esta evolución nos lleva al modelo más habitual dentro de las sesiones de EF; éste se divide en tres partes: Calentamiento --- parte preparatoria --- parte inicial --- fase de inicio. Parte principal --- parte fundamental --- fase de desarrollo. Relajación --- parte final --- vuelta a la calma.

    Cada una de estas partes cumple un requisito dentro del desarrollo de las sesiones. Durante la primera el profesor suele informar y preparar a los alumnos para el trabajo posterior, después una parte principal donde se desarrollarán las tareas más específicas en función de los objetivos propuestos y, por último, una final donde se informa a los alumnos de los resultados y se vuelve a la calma. Centrándonos en el final de la sesión se puede decir que sirve para valorar el trabajo de los alumnos, realizar tareas calmantes y recoger el material.

    Es obvio que los objetivos que queremos conseguir con nuestros alumnos se trabajan a lo largo de todos los momentos de la sesión, y no particularmente en una de las partes u otra. Pese a esto, los ejercicios y tareas a realizar a lo largo de la misma tienen una correspondencia con las diferentes partes de la sesión.

    De este modo, y como ya hemos dicho, en la parte final o vuelta a la calma suelen realizarse ejercicios calmantes que hacen que nuestros alumnos recuperen el nivel de activación adecuados para incorporarse a las aulas y continuar con el trabajo académico. Entre la variedad de tareas que suelen realizarse en esta parte de la sesión podemos citar, entre otros:

  1. Estiramientos.

  2. Juegos sensitivos.

  3. Ejercicios de relajación.

    Naturalmente es un momento adecuado para recoger el material, comentar qué se va a realizar en las siguientes clases, indicar a los alumnos cómo se ha desarrollado la sesión, decir lo que se ha trabajado ofreciendo una retroacción colectiva y específica… como señala el dicho popular "cada maestrillo tiene su librillo", indicando que cada maestro realizará las tareas que considere oportunas en función de su programación y del desarrollo de la sesión; todo esto entre los tres-siete-diez minutos que suele emplearse en esta parte final.

    Una de esas tareas que podemos llevar a cabo consistiría en ejercicios de relajación, apoyándonos para ello de la música. La relajación es la acción de provocar el relajamiento de la tensión de los músculos para obtener el reposo con la ayuda de ejercicios adecuados, siendo un estado de consciencia caracterizado por un tono muscular bajo, disminución de la frecuencia cardiaca y respiratoria, para conseguir esta relajación suelen emplearse los siguientes métodos:

  • Método autógeno de Schultz.

  • Relajación progresiva de Jacobson.

  • Eutonia de Gerda Alexander.

  • Método de Wintrebert.

  • Método de Vayer.

    En las clases de Educación Física no se suele disponer de las condiciones necesarias para realizar un trabajo específico de relajación, no obstante podemos lograr crear el ambiente necesario para el mismo. Las condiciones del lugar donde realicemos la práctica deberían cumplir unos requisitos mínimos:

  • Ambiente tranquilo, sin demasiados ruidos y lejos de los posibles estímulos exteriores perturbantes.

  • Temperatura adecuada; temperatura moderada (ni alta ni baja) para facilitar la relajación.

  • Luz moderada; es importante que se mantenga el lugar con una luz tenue y natural.

    No obstante si realizamos un trabajo sistemático con nuestros alumnos, los concienciamos de la importancia de la tarea que estamos realizando podremos resolver la problemática que presentan las limitaciones del espacio.

    Debemos indicar que este tipo de actividad se puede realizar en cualquiera de los ciclos que comprende la Educación Primaria, si bien puede tener más efecto en los alumnos de los ciclos medio y superior. Conde, Martín y Viciana proponen una metodología para el desarrollo de las habilidades motrices en Educación Infantil y Primaria a través de la música que considero más adecuadas para los alumnos del primer ciclo, dejando la propuesta que expondremos a continuación para los alumnos del segundo y tercer ciclo.

    Centrándonos en la relajación los autores antes citados adaptan los métodos de Jacobson y Wintrebert, y emplean metáforas para que los niños se adapten a las intenciones que se pretenden en cada momento. En la proposición que efectúo vamos a emplear un instrumento musical muy sencillo, de hecho con unas breves explicaciones y "trucos" sobre el mismo podemos utilizarlo, evitando el empleo de aparatos de audio, experimentando las sensaciones que produce la música en directo.

    El instrumento que consideramos en este artículo es el "whistle". Es posible adquirirlo en diversos tonos, la elección del tono dependerá tanto de lo agradable que nos resulte su sonido como del tamaño que mejor se adecue a nuestros dedos; se trata de un instrumento de metal parecido a la flauta dulce, con seis agujeros de diferentes tamaños. Si alguno de los que lean este artículo decide adquirir este instrumento, les recomiendo sigan estos pequeños trucos para utilizarlo y explicamos el fundamento teórico que las sustenta:

  1. Se usan los dedos índice, medio y anular de las dos manos para realizar las notas. La mano que tapa los agujeros superiores es la izquierda. Habrá que poner especial cuidado en que los agujeros estén bien tapados. Para ello no usamos la punta de los dedos sino la porción de yema cercana a la primera articulación, quedando el dedo "acostado" sobre la flauta.

  2. Empezar dejando solo libre el último agujero (modo dórico: modo menor que posee gran musicalidad y por tanto facilita la improvisación).

  3. Comenzar a tocar y terminar en la misma nota para crear frases con cadencia conclusiva al acabar en la nota tónica.

  4. Tocar liberando solamente un agujero cada vez, para posteriormente liberar o tapar dos (las melodías por grados conjuntos son las más sencillas de improvisar, ya que podemos fácilmente intuir el tono de la nota que vamos a ejecutar (fotos 4 y 5). Con los saltos interválicos mayores de una segunda es fácil que el sonido producido nos sorprenda y por tanto nos dificulte la tarea improvisatoria. (fotos 6 y 7).

  5. Mantener un ritmo lento y sosegado. Escuche grabaciones de canto gregoriano e improvisaciones vocales e instrumentales de la música andalusí. Tratamos de realizar una melodía evocadora y por tanto debemos eliminar cualquier atisbo de carácter danzable. Para ello nuestra melodía se desarrolla con tiempo at líbitum , es decir, sin compás (audición 1); incluimos una audición con compás para poder comprobar la diferencia y la adecuación de la primera de ellas (audición 2).

  6. Dar todas las notas de un solo soplo sin separar las notas. Necesitaremos para ello intercalar frecuentes pausas para tomar aire. Realizaremos las pausas antes de notar la falta de aire. No hay que preocuparse por tener poca o mucha capacidad pulmonar; las pausas frecuentes van a colaborar a la belleza de la música producida.

  7. Experimentar. La práctica constante de los distintos modos nos va a ir descubriendo su naturaleza, su fisonomía y al cabo de un tiempo se convertirán en un camino conocido y sin secretos. A su vez, nuestra intuición musical se desarrolla al ir puliendo los problemas técnicos derivados de la práctica instrumental (dominio manual del instrumento) y por tanto liberándose de las ataduras impuestas por la falta de destreza manual. Ésta es una de las razones por las que el whistle se convierte en un instrumento ideal para esta práctica debido a sus pocas exigencias técnicas.

    Podemos asegurarles que observarán cómo en poco tiempo serán capaces de realizar melodías armoniosas que les ayudarán en sus sesiones de relajación.

    Para trabajar con nuestros alumnos realizaremos los siguientes pasos:

  1. Los alumnos se tumbarán en decúbito supino, con los brazos a los lados del cuerpo y los ojos cerrados.

  2. Respirarán de manera pausada, cada uno a su ritmo, tomando el aire por la nariz y expulsándolo, bien por la boca o por la nariz.

  3. Comenzaremos a decirles a los alumnos con voz tenue:

  1. Sentimos el peso de nuestro cuerpo (vamos por partes del cuerpo).

  2. Estamos totalmente pegados al suelo (colchoneta, según las condiciones…).

  3. Les indicaremos que imaginen un punto de color (su color favorito), es color se hace cada vez más grande hasta ocupar todo el espacio. Sentimos una agradable sensación de calidez que aumenta en proporción a la luz.

  4. Imaginarán una puerta (con todos sus detalles), que abrirán para entrar en:

    1. Un campo donde hay un árbol en el que nos apoyamos.

    2. Una playa en la que nos tumbamos en la arena. (Se trata de situarles en un espacio agradable y tranquilo).

  5. Ahora empezamos a tocar la música durante el tiempo que consideremos oportuno. El carácter de la música ha de ser descriptivo, apoyando las imágenes que vamos creando. Podemos proponerles diferentes situaciones:

    1. Escuchar el ruido de las hojas; notas graves y lentas en sentido descendente, intervalos de quinta , modo Dórico (re) o Jónico(do).

    2. Notar que flotamos en el agua; notas largas, igualadas en duración y por grados conjuntos , en el modo lídio(fa)…

  6. En este momento volvemos a un estado normal de activación, para ello (realizaremos nuevamente el periplo visualizado pero en orden inverso) volveremos a visualizar la puerta y la luz que se irá apagando hasta llegar al negro; acompañado todo esto con la sensación de pérdida de calor., saldremos del escenario propuesto y realizaremos los siguientes ejercicios antes de levantarnos: estirar y flexionar los brazos, abrir los ojos.

    Se puede observar que se mezclan aspectos de diferentes métodos de relajación, y que la música juega un papel importante dentro del mismo, ya que será durante los momentos en que se escucha la música cuando nuestros alumnos consiguen relajarse más y vivenciar de manera más profunda lo que estamos proponiendo. Recordemos que ya los griegos establecieron unos modos musicales que influían en las emociones de las personas, entre ellos destacamos:

  • Dórico: flemático.

  • Frígio: colérico.

  • Lidio: optimista.

  • Mixolidio: melancolía.

    Al mismo tiempo el sonido cercano de un instrumento, no la audición de una grabación (no quito el mérito de los CDS. de música para relajar y otros), hacen que se experimenten más profundamente todo este tipo de sensaciones.

    Queremos recordarles que entre los objetivos de la educación física estaría, y para ello nos remitimos al objetivo número 8 del decreto 105/92 de 9 de junio, por el que se establecen las enseñanzas correspondientes a la Educación Primaria en Andalucía, "Adoptar hábitos de higiene, de alimentación, posturales y de ejercicio físico, que incidan positivamente sobre la salud y la calidad de vida". Igualmente, dentro de los bloques de contenidos de Educación Física del citado decreto se expone la necesidad de atender a diferentes técnicas de trabajo: elementos preparatorios o de calentamiento, de relajación, higiénicas…; vemos por tanto que trabajar la relajación con nuestros alumnos nos ayuda a enriquecerles, ampliando las experiencias de los mismos, logrando formarles de una manera más integral, lo cual es uno de los objetivos principales de cualquier sistema educativo.


Conclusión

    La Educación Física debe contribuir a potenciar en nuestros alumnos hábitos y costumbres saludables, que debieran perdurar a lo largo de su vida. Entre estos hábitos estaría el de cuidar de su propio cuerpo con fines preventivos e higiénicos.

    Conocer, por tanto, técnicas de relajación que contribuyan al cuidado y prevención de posibles enfermedades se convierte en una estrategia válida para esta finalidad. Saber dedicar al cuerpo el tiempo que necesita, apreciando los sonidos que nos rodean y valorando la música como medio de exploración y disfrute, contribuirá a mantener el delicado equilibrio entre actividad y relajación para evitar posibles situaciones de estrés.

    Pese a que los Maestros de Educación Física no somos especialistas en música, debemos considerar todas las posibilidades que podamos encontrarnos en los centros donde realicemos nuestra labor docente, solicitando la colaboración del Maestro especialista en Música, si fuera necesario, para poder poner en práctica con nuestros alumnos este tipo de actividades.


Música


Bibliografía

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  • Decreto 105/92 de 9 de junio, por el que se establecen las enseñanzas correspondientes a Educación Primaria en Andalucía.

  • CONDE, MARTIN Y VICIANA. (1997). Las canciones motrices. Ed. INDE. Barcelona.

  • CONDE, MARTIN Y VICIANA. (1998). Las canciones motrices II. Ed. INDE. Barcelona.

  • PILA TELEÑA, A. (1988). Educación Físico Deportiva (enseñanza-aprendizaje). Madrid. Augusto E. Pila Teleña.

  • SÁNCHEZ BAÑUELOS, F. (1992). Bases para una didáctica de la educación física y el deporte. Madrid. Gymnos.

  • PARETA, VERONICA. (2005). Apuntes curso: Musicoterapia - Nivel Básico. Campusdigital.com.

  • GARTH, MAUREN (1999)."El Jardín Interior". Barcelona. Ediciones Paidos Ibérica.

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revista digital · Año 10 · N° 92 | Buenos Aires, Enero 2006  
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