Ser entrenador. En recuerdo de Jorge Antonio Gutiérrez |
|||
Entrenador de Básquetbol Docente de Educación Física Sociólogo |
Emilio Gutiérrez asturycris@fibertel.com.ar (Argentina) |
|
|
Jorge Antonio Gutiérrez fue Entrenador Nacional de Básquetbol (IND) 1966. Trabajó como entrenador en Club Liniers, Estudiantil Porteño, GVP, Imperio Juniors, Vélez, San Andrés, Macabi, Argentinos Juniors, Las Heras, GEBA, Italiano, Boca, Chicago; Selección Provincia de Jujuy, Selección Argentina Juvenil (1979- 3° Mundial de Brasil, 1° Panamericano Buenos Aires). Escribió dos libros: Minibasquetbol y su proyección al Básquetbol y Fundamentos del Básquetbol. Falleció en Buenos Aires a principios de diciembre de 2005.
|
|||
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 10 - N° 92 - Enero de 2006 |
1 / 1
Amigos:
Por estas horas, cuando los buenos recuerdos no son suficientes para bancar tanta tristeza y dolor y se me hace difícil digerir la ausencia de mi viejo, siento la necesidad y hasta la obligación de escribirles.
Desde el viernes y hasta hace menos de 5' no paramos de recibir apoyo, condolencias y muestras de cariño y respeto por parte de todos Uds.
De tal modo quiero por este medio agradecer en nombre de mi madre y de toda mi familia la presencia, los llamados y los mails que hicieron un poco más liviana la carga, contienen y reconfortan el corazón.
Luego de escucharlos o leerlos y aunque en este momento no pueda juntar muchas ideas, deseo agradecerles todo el amor que de forma sincera demostraron por él.
Mi padre fallece luego de permanecer en terapia durante 15 días producto de una meningitis que atacó su sistema nervioso, este fue el último eslabón de una cadena de problemas que hicieron mella en la endeblez de su sistema respiratorio y que tenían origen en realidad en una leucemia linfática crónica que le habían diagnosticado 4 años atrás.
Una enfermedad que lentamente minó su sistema inmunológico y que hubiera sido menos cruel si él no hubiera sido tan irreverente con ella.
Enterado de su mal, tomó conciencia y envión al mismo tiempo: mandó presión toda la cancha y no paró más.
Decidió que si se iba a morir pronto sería con las botas puestas.
Además de todo lo que hizo en los últimos años y a pesar de que cada vez le costaba el doble, últimamente trabajó en cada práctica de Nueva Chicago como si sus equipos fueran a jugar la final del mundo, realizó infinidad de actividades para crear de la nada un nuevo club de básquetbol, no dejó de asistir a una sola clínica, de contestar las inquietudes que le llegaban de todas partes (como siempre lo hizo), ni de acompañar a sus amigos o familiares donde la ocasión lo requiriera, se interesó por aprender computación y escribió un nuevo libro que está en proceso de edición.
¿Alguien hubiera esperado otra cosa?
Tal vez hubiera sido mejor que cuando lloviera o hacía frío se hubiera quedado en casa viendo Bonanza, pero ese, no hubiera sido mi viejo.
Como dicen los Redondos "hay caballos que mueren sin galopar"; pero este, no fue el caso. Dejó todo y me siento orgulloso.
Nuestra camada, nosotros, trabajamos de entrenadores. Mi padre era entrenador.
Encubría su identidad con otras actividades paralelas como encargado de una lechería, librero o kiosquero, pero básicamente era entrenador.
Pensaba y vivía como tal sin importarle a quien estaba entrenando ni en que nivel lo hacía.
Por esto les escribo, para que sepan que aún con el dolor que sentimos sus familiares por saber que hemos perdido a un gran padre, esposo, tío, abuelo o amigo, sabemos que él fue feliz por haber elegido esta profesión y que además se le notaba.
Ahora, con su recuerdo todavía vivo, no tengo dudas que cuando vea algún pibito intentar llegar al aro con una pelota más grande que él, que alguien le da una mano a un colega recién llegado del interior o se pelee por la dignidad de la profesión de entrenador me hará mucho bien, porque sentiré que su espíritu está vivo.
Solo espero que les pase lo mismo.
Buenas noches, muchas gracias.
Emilio
Fotos
1. Ceres, Provincia de Santa Fe, Encuentro de Minibasquetbol, 1997.
2. Selección Argentina Juvenil, Mundial de Brasil, en Bahía de Todos los Santos, Bronce (3º), 1979. Abajo: Garavaglia (utilero), Gutiérrez, el Dr. Lentini, Del Río, Alberto Trama y Rábade. Los jugadores, arriba: Villa, Camissassa, Aréjula, Córdoba, Gandolfo, Trócoli; al medio: Politti, Duffy, Maretto, Musso, Milovich, Faggiano.
3. Con Lou Carnessecca, entrenador en la Universidad de Saint John's. Primera Clínica organizada por ATEBA, en Sociedad Hebraica Argentina, 1977. 4. En San Salvador, Entre Ríos. Dirigiendo TNA, junio 1984.
5. En las Cataratas del Iguazú, Encuentro de Minibasquetbol, 1980.
6. En un café en Buenos Aires.
revista
digital · Año 10 · N° 92 | Buenos Aires, Enero 2006 |