Los estilos de enseñanza, una visión desde el judo |
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Jefe del colectivo de autores del Programa de Preparación Deportiva de judo ISCF "Manuel Fajardo", La Habana |
MsC. Renán Leyva Infante rleyva@inder.co.cu (Cuba) |
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http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 10 - N° 90 - Noviembre de 2005 |
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La problemática actual
En los últimos tiempos la problemática en la enseñanza de la técnica y la táctica deportiva con fines de rendimiento ha visto crecer su importancia, tanto se han enriquecido su planificación y programación que ya se pueden encontrar numerosas formas de realización tomando carácter incluso de metodologías, extrapolando corrientes inicialmente aplicadas en la educación física general, tales son los casos de los estilos de enseñanza de Mosston y la tendencia sociomotriz de Parlebas, que han generado deliberaciones sustanciales en la interpretación de las actividades físicas.
Algunos razonamientos iniciales relacionados con los estilos se han venido enriqueciendo, en estos momentos se puede encontrar un análisis del uso paralelo de los términos estilo y método, Galera (2001) advierte esto como un error, sin embargo, se minimiza un tanto al basar su diferencia en factores semánticos y en la dependencia de los estilos de enseñanza a las características intrínsecas en cada persona y de los métodos a los objetivos pedagógicos y a la materia de enseñanza; la dependencia o relación de los métodos con los objetivos es reflexiva, pero los estilos, en el caso de la enseñanza van más allá de los recursos del vocabulario que se utilice, su aptitud y otros aspectos de la personalidad del profesor, sobre todo si se acepta la clasificación diseñada por Mosston (1966, citado por Galera) y Mosston y Asworth (1986).
ClasificaciónEl enfoque didáctico de los estilos contribuye a la caracterización del proceso de enseñanza - aprendizaje del judo. Cada estilo se relaciona específicamente con el comportamiento de la enseñanza, el comportamiento del aprendizaje y los objetivos que les son característicos. Los estilos fueron denominados por estos autores como:
Mando directo
Práctica
Enseñanza recíproca
Auto - evaluación
Inclusión
Descubrimiento guiado
Pensamiento divergente
Programa individual
Alumno iniciado
Auto - enseñanza
Esta terminología de Mosston y Ashworth también encuentra punto de reflexión en las discreciones en las que Galera (2001) hace referencia a la carencia didáctica de la enseñanza recíproca para alcanzar la categoría de estilo. Lo usual de su aplicación en el judo y el papel en el proceso de aprendizaje y perfeccionamiento de las habilidades específicas de este deporte es lo que nos lleva a reconocer su valor en la terminología original. Si se analiza al judo de forma independiente, podemos puntualizar que al proceso pedagógico que genera su enseñanza le son inherentes todos los estilos de enseñanza dados a conocer, si se tiene en cuenta que en todos los casos la esencia radica en los resultados que se logran de la relación alumno-profesor y materia-forma de enseñanza.
El uso de los estilosCualquier análisis de las formas tradicionales demuestra que no se han explotado todas las posibilidades pedagógicas relacionadas con los estilos en la enseñanza de este deporte, la tradición apunta hacia los 5 primeros, llamados reproductivos, cuya esencia es la reproducción de modelos, mientras se alcanza una relación entre docente y discente debido a respuestas a las órdenes del primero, y de la práctica de tareas específicas diseñadas por este , lo que reafirma su carácter reproductivo y su grado de pertenencia a lo que Galera denomina pedagogía de los modelos.
Entre estos tipos de estilos el mando directo es sin lugar a dudas el más utilizado, pudiéndose agregar que supera de forma amplia al resto.
Los llamados estilos productivos, definidos así por el efecto en la actividad del pensamiento que generan durante el proceso cognitivo, se asocian a la pedagogía de las situaciones y guardan relación directa con la teoría de la enseñanza problémica de Majmutov (1975) en la que fundamenta la necesidad de transformar la enseñanza basada en la teoría del reflejo, -mediante la cual a través del trabajo de la memoria se recuerdan y reproducen los fenómenos y objetos de la realidad; en un proceso de asimilación donde se conjugan el conocimiento y la actividad, haciendo de esta última la rectora, siguiendo los postulados de que "la asimilación de un concepto tiene lugar solo durante el proceso de su aplicación" y que "la asimilación y la aplicación son dos aspectos del proceso único del conocimiento".
En estilos como el "descubrimiento guiado" lo productivo está dado por una búsqueda de soluciones en que los alumnos son guiados por el profesor, lo que hace que surjan nuevos conocimientos y habilidades especializadas en el judo, "…desarrollando la agilidad en el pensamiento, la agudeza de sus sentidos, y favoreciendo la toma de decisión inmediata y adecuada ante cada situación, todo lo cual lleva implícito el logro de éxitos en la actividad" (Mosston y Ashworth: 1993).
Allí donde el desarrollo está liderado por estilos productivos es lógico que aparezcan también las estrategias globales con el objetivo de liberar el aprendizaje y lograr una mejor formación motriz y cognitiva, además de propiciar una interrelación de estilos y estrategias en función del crecimiento deportivo de los alumnos; es en este estado de cosas que se introduce en la enseñanza del judo una nueva metodología mediada también por estilos que fomentan la individualización y que le permite al alumno tomar decisiones y utilizar eficientemente el mecanismo de feedback, mediante enseñanza indirecta de las acciones técnico - tácticas durante la iniciación deportiva.
En la etapa de iniciación se pueden utilizar estilos como la resolución de problemas cuando comenzamos a enseñar aquellas habilidades genéricas más relacionadas con nuestra práctica deportiva, y el descubrimiento guiado, cuando comenzamos a enseñar las habilidades específicas más básicas y sencillas. A partir de ahí, se utilizarán estilos algo más directivos como la asignación de tareas para el aprendizaje de medios técnico-tácticos más complejos (Giménez y Castillo).
Si tenemos en cuenta la dinámica interna del judo podemos establecer que en un proceso pueden estar presentes varios estilos sin afectar su efectividad. Cada uno de los estilos clasificados por los autores anteriormente citados ofrecen ventajas y desventajas, dependiendo de lo que se ha denominado canales de desarrollo de los alumnos (físico, social, emocional, cognitivo, etc.), Un determinado canal de desarrollo puede facilitar una respuesta adecuada de un alumno durante el uso de un estilo determinado, sin embargo, este propio alumno puede reaccionar negativamente en otro de sus canales, de ahí que pueda variar la asimilación de los contenidos según se comporte la relación del contenido de enseñanza, los estilos y los canales de desarrollo, a esto debemos agregar que en la actividad competitiva del judo se representan todos los canales ya que está constituida por mecanismos socializadores que se verifican en las acciones motrices entre los dos sujetos que participan directamente.
En el comentario siguiente sobre las particularidades de los estilos se reconoce que, en el de "Mando Directo" se manifiesta la contradicción clásica entre el poder de decisión que se desarrolla en el alumno y el que revela el profesor a través de este estilo, contrario a los fines y modos de actuación de los deportistas de judo en la competición donde deben ser capaces de decidir y responder a determinadas situaciones técnico-tácticas.
Si bien el estilo de mando directo describe el papel predominante del profesor en la planificación, desarrollo y evaluación de los contenidos, el de la "Enseñanza basada en la tarea" retoma este principio y se fundamenta en la caracterización de la forma en que los alumnos desarrollan las habilidades mediante repeticiones de tareas presentadas por el profesor, el que luego realiza feedback individuales y colectivos según lo demande la ocasión.
El estilo C de la "Enseñanza Recíproca" describe las condiciones de colaboración entre los alumnos durante la realización del aprendizaje, con la presencia de feedback suministrado por parte de los propios alumnos y no del profesor, como se había referido en estilos anteriores, el que transfiere esa función totalmente a los alumnos; todo esto facilita un papel critico y una socialización que se desarrolla paralelamente al aprendizaje de los contenidos.
En la autoevaluación se reconoce la repercusión en la enseñanza de la valoración personal que el propio alumno puede realizar a la actividad que desarrolla su pareja durante el aprendizaje, mientras le otorga responsabilidad a este alumno, aquí se produce una correlación de los estilos anteriores que junto a este completan el tipo reproductivo de la enseñanza.
En la "inclusión" la particularidad es facilitar la oportunidad de participación en las actividades de aprendizaje a todos los alumnos proporcionando diferentes niveles de actuación según las posibilidades de cada alumno o grupo de estos. La relación entre este estilo, el contenido de la práctica del judo y los canales de desarrollo antes citados permite reconocer a los canales físico (de la condición física propiamente) y emocional como los de mayores posibilidades de ser implicados con este estilo, a través del cual se facilita la elección de la solución más adecuada a las posibilidades reales de cada sujeto e incrementar la autoestima durante la individualización en la toma de decisión; en otros deportes de estructura cíclica y menor complejidad técnica que el judo la influencia en la superación técnica es mucho mayor.
Todos estos estilos se asocian con la forma tradicional de enseñanza del judo, en la práctica son indisolubles y pueden resumirse en una actividad donde el profesor o entrenador orienta y dirige el calentamiento además de las tareas que realizan los alumnos en la parte correspondiente al aprendizaje de una técnica, seguidamente se ejecutan alternadamente las técnicas en parejas y se corrigen los errores entre ellos, llegando a establecerse una autoevaluación de lo realizado, cubriendo así el espectro reproductivo. El ambiente proporcionado por dichos estilos convierte en regla básica el desarrollo de habilidades a través de los modelos técnicos que forman parte del contenido de este deporte, lo que refuerza el perfil reproductivo tradicional.
El otro grupo de estilos se clasifica como productivo, tiene al "descubrimiento guiado" en primer lugar, el cual se relaciona con el método de elaboración conjunta de Majmutov (1975); en el judo es clara su aplicación en el desarrollo de habilidades técnico-tácticas, opuesto a la reproducción de modelos técnicos tradicionales. El alcance de esas habilidades se logra por el descubrimiento de soluciones por parte del alumno ante situaciones planteadas por el profesor sobre la base de la esencia de las acciones específicas de este deporte, originadas en la actividad competitiva donde se aplican.
Otro de los estilos es el "Divergente", muy similar al descubrimiento guiado, con la diferencia de que en este se admiten varias soluciones a las interrogantes o problemas planteados por el profesor.
Si se analiza la práctica diaria del judo, entre los tipos de estilos productivos pudiera parecer que el denominado "programa individual" se halla estado aplicando conscientemente; en este caso sus autores no se refieren sino a lo que Pierón (1988:63) reconoce como principio teórico de educación y enseñanza, lo que se diferencia del tradicional entrenamiento individual que está presente en la formación del judoka en nuestro país, y se basa en la planificación independiente de tareas que se deben cumplir para solucionar aquellas deficiencias, ya sea técnico - tácticas o de la condición física, que no abundan en la fase de iniciación, sino en el perfeccionamiento; aunque en el judo, a través de su lógica interna se provocan efectos diferentes en todos los que lo practican, en este caso lo individual depende de una dosificación diferente de las cargas de entrenamiento que se conciben y planifican para determinados alumnos.
El estilo para "alumnos iniciados" se aplica cuando ya el alumno tiene un cierto dominio de la actividad que realiza y es capaz de decidir algunos contenidos de su entrenamiento y dar soluciones a problemas planteados por él, con la intervención limitada del profesor, se diferencia del estilo de "autoenseñanza" en que en este último no está presente esa ayuda y el alumno se planifica según las demandas que él mismo determine, asume los escenarios y establece los controles necesarios por sí solo; sin embargo, su eficacia depende de la autosuficiencia económica y de la calidad en la información que el alumno haya adquirido de sus propias posibilidades, lo cual hace más vulnerable este estilo, sobre todo cuando el fin de la enseñanza es el rendimiento deportivo que convierte el proceso de aprendizaje en un fenómeno sumamente exigente.
Bibliografía
Galera, Antonio D. (2001) Manual de didáctica de la educación física (tomos I y II), Una perspectiva constructivista moderada, Funciones de impartición. Barcelona. Editorial Paidós.
Kashiwazaki, K. Hidetoshi Nakanishi. (1996), Atacar en judo. Barcelona : Ed. Paidotribo.
Leyva Infante, R. (2000), Propuesta metodológica para el desarrollo de habilidades en la etapa inicial de formación del judoka. Tesis en opción al título de Master en judo para el alto rendimiento. ISCF, La Habana.
López Rodríguez, A. (2001), Tendencias de la Educación Física y del Deporte contemporáneos. Apuntes y limitaciones. ISCF "Manuel Fajardo", Cuba.
Majmutov, M. I. (1975), La enseñanza problémica. La Habana, Editorial Pueblo y Educación.
Mosston, M. y Ashworth S. (1986) "La enseñanza de la Educación Física" "La reforma de Los estilos de enseñanza". Barcelona. Editorial Hispano Europea.
revista
digital · Año 10 · N° 90 | Buenos Aires, Noviembre 2005 |