POSIBLES REPRESENTACIONES SOBRE EL TURF
EN LA SOCIEDAD CARIOCA DEL SIGLO XIX

Victor Andrade de Melo
Master en Educación Física - Universidad Estatal de Campinhas
Doctorando en Educación Física - Universidad Gama Filho

Resumen
Este estudio busca objetivar posibles representaciones sobre el deporte en la sociedad carioca del siglo XIX. Río de Janeiro fue escogida debido a su importancia en el escenario nacional, como sede del gobierno y principal puerto de entrada del País. El siglo XIX fue elegido porque durante éste, se originó la práctica deportiva en suelo brasileño. El Turf fue probablemente el primer deporte (en el sentido moderno) en establecerse efectivamente en Brasil, siendo también el primero que representó una organización estructurada y una fuerte inserción social. Para el desarrollo del estudio me inspiré teóricamente en las propuestas historiográficas de E. P. Thompson y Carlo Ginzburg. Una conclusión básica es que el turf era realizado como forma de diversión por los miembros de los grupos estudiados, en tanto con peculiaridades ligadas a los intereses y/o status social de cada grupo.
Palabras clave: Turf, Historia del Deporte.

Abstract
This study seeks to identify possible representations about sport in 19th century carioca society. Rio de Janeiro was chosen because it was the seat of Brazilian Government and the principal city in the country. 19th century was important because in that time we can find the first moments of sport in Brazil. Turf was probably the first (modern) sport in Brazil. In that time, turf's clubs were already very organised and structured. E.P. Thompson and Carlo Ginzburg were used as methodological/historiographical inspiration. The basic conclusion is that turf was considered a kind of amusement, but with different emphasis according to specific interests and social status of each group.
Key words: Turf, History of Sport.


Introducción
No existe un consenso en torno al concepto de 'deporte'. Basta consultar autores como Manoel José Gomes Tubino (1987), Mauro Betti (1991), Valter Bracht (1992) y Alfredo Gomes de Faria Júnior (1997), entre muchos posibles, para percibir diferentes perspectivas, distintas visiones del mundo, diferentes definiciones. Parece ser, además, un procedimiento necesario y usual, que al abordarse la práctica cultural 'deporte', se busque una definición posible, para que se pueda referenciar claramente las reflexiones que serán realizadas.

Estas definiciones, en tanto, son normalmente sintetizadas dentro del mundo académico, de acuerdo con su lógica de producción y de los intereses y visiones del mundo que se contraponen. Ciertamente, las personas en general, conceden significados y sentidos diferentes a esta práctica cultural, a partir de una lógica diversa y diferenciada por otras estructuras; algunas así mismo cuestionadas en el interior de la academia. En definitiva, observamos de hecho formas diferenciadas de comprender determinado objeto social.

Este estudio está fundamentalmente interesado en esta cuestión: ¿cómo es que cotidianamente las personas se posicionan y construyen representaciones en relación al deporte?. ¿Cuáles son estas representaciones?. Específicamente este estudio apunta a buscar posibles sentidos y percepciones sobre el turf en la sociedad carioca del siglo XIX, orígenes de esta práctica deportiva en la ciudad. Corresponde, para iniciar, un esfuerzo de esquematización del trabajo.

Río de Janeiro fue escogida debido a su importancia en el escenario nacional de la época. Sede del gobierno, la ciudad era el principal puerto de entrada del País. A través de Río de Janeiro llegaban los productos industrializados y refinados del 'mundo civilizado europeo', como modas y costumbres, nuevas prácticas culturales usuales. Era común en la ciudad, entre los miembros de las clases más privilegiadas -principalmente entre los hombres- el estudio de alguna lengua extranjera. Se alternaban francés y alemán entre las lenguas más influyentes, aunque el inglés estaba bastante presente en el mundo de los negocios.

Eran importados junto con las comidas y los perfumes, libros y periódicos que sin duda tenían una gran penetración e influencia en la ciudad. Las ropas y peinados franceses eran usuales, con el inevitable atraso peculiar de los países que importaban bienes culturales, aumentando la demora y dificultad de llegada de informaciones peculiares en aquel momento. De esta manera, es posible y probable que el deporte (comprendido en su sentido moderno, en el sentido de campo deportivo1 ) haya llegado a Río de Janeiro entre estas manifestaciones culturales.

Exactamente en este sentido, el siglo XIX fue bastante peculiar para Brasil. Luego de la independencia de Portugal, paulatinamente nuestros emperadores, sobre todo D. Pedro II, comienzan a liderar un proceso de buscar afinidad con los países del 'mundo civilizado'. Se pregona la necesidad de 'civilizar' el Brasil, tomando como modelo a las grandes naciones del mundo. Esta idea sin duda, produjo cambios significativos en el escenario cultural brasileño a partir de la segunda mitad del siglo XIX. En ese contexto, la manifestación cultural deportiva parece, a partir de entonces, haber encontrado terreno fértil y posibilidades de establecerse en el País.

Obviamente, existía un contexto favorable para la implementación del deporte también por las transformaciones en la estructura económica nacional, por el desarrollo de la industrialización, por el crecimiento urbano y por le surgimiento de una clase media empresarial en Brasil, fenómenos en aquel momento bastante precoces y originarios en el final del siglo XIX.

El Turf fue escogido como tópico de este ensayo, dado que las investigaciones anteriores muestran que fue el primer deporte (en sentido moderno) en establecerse realmente en Brasil, siendo también el que primero presentó una organización más estructurada y una fuerte inserción social, que se manifiesta inclusive en su presencia en la prensa de la época, en la gran afluencia de público a los hipódromos (desde los más populares hasta la familia Real y luego presidencial) y en el impacto que tenía en las estructuras cotidianas de la ciudad2 . El turf fue el primer deporte establecido así mismo por ser más aceptado debido a su carácter aristocrático y social.

El remo también fue uno de los primeros deportes en Río de Janeiro en el siglo XIX, pero no será considerado aquí por un motivo esencial: se establece realmente a partir de otra fuerte transformación en los patrones culturales de la ciudad, probablemente seguido de cambios en las representaciones en torno al deporte. El remo solamente pasa a ser más reconocido cuando mudan los padrones de estética y salud, y se empieza a permitir la diversión en torno a hombres 'prácticamente desnudos' para la época. Esto tiene relación con los primeros eventos de preocupación higienista y de saneamiento de la ciudad.

En lo que concierne a las representaciones, consideramos que al turf y al remo les corresponde características bastante diferenciadas, aunque de forma alguna excluyentes. Solamente por un esfuerzo de concreción, optamos en este trabajo por resumir nuestras percepciones del turf, así mismo porque disponemos de mayor número de fuentes que puedan permitir avanzar en el conocimiento.

Al analizar posibles representaciones no podemos considerar a la sociedad como homogénea. De esta manera, optamos por identificar tales representaciones entre algunos grupos relativamente homogéneos que se presentaban dentro de la sociedad de aquella época. Los grupos de análisis no fueron dados a priori. Fue en el transcurrir del propio estudio que se fueron configurando. Además, no fueron definidos por un criterio único de clase o categoría, aunque esos criterios existían en el interior de cada grupo. También, de esta manera, no son excluyentes. Es admitido y posible que los grupos puedan incluir miembros de otros grupos, debido a razones de diversa naturaleza. La interrelación dentro de los diversos grupos establece complicaciones indudablemente relevantes e interesantes en las representaciones. Preferimos, con todo, limitarnos a identificaciones más simples.

Podemos dar un ejemplo para dejarlo más claro. Los grupos a ser analizados son: prensa, organizadores de las competencias, mujeres, negros y sectores populares (clase trabajadores). Se debe considerar que los criterios son bastante diferenciados, siendo ora de género, ora étnicos, económicos y así mismo funcionales. Pero estos grupos fueron construidos en el interior y a partir de los datos obtenidos en la investigación. Siendo así, es posible que algunos miembros hayan frecuentado más de uno de esos grupos. Por ejemplo, perteneciendo a la clase trabajadores y negro. En definitiva, en este estudio, solamente nos referiremos a las representaciones específicas de cada grupo.

Para el desarrollo del estudio, estuve influido teóricamente por los enunciados historiográficos de E. P. Thompson3 y Carlo Ginzburg4 , referencias plenamente articulables debido a la naturaleza de su reflexión. En líneas bien generales, para no caer en la impropiedad de quedar explicando un determinado referencial teórico cuando el tema central es otro, podemos decir que los autores se preocupan en identificar en las estructuras cotidianas, en el establecimiento del orden y de las estructuras culturales, la influencia de lo económico y la presencia de rupturas de la regularidad, peculiaridades y posibles resistencias sutiles y no tan encendidas; verdaderas subjetivaciones.

Por cierto, para abordar determinadas temáticas desde esta óptica, se deben ampliar las fuentes utilizadas y en algunos casos de esta manera afluirán algunos indicios. En esta investigación se consultaron a periódicos de la época, relatos de viajantes (memorias), libros sobre lo cotidiano de la ciudad, que abordan de forma tangencial el tema, crónicas, fotografías y todo tipo de fuente posible, en la tentativa de reconstruir de alguna manera la práctica deportiva en cuestión.

Deporte: un término
Es curioso observar que en Brasil, el término 'sport' es anterior al propio establecimiento del campo deportivo propiamente dicho y encarado en sentido moderno. Tal hecho es de fácil comprensión.

En los periódicos importados y en los relatos de los visitantes llegaban las primeras citas y explicaciones sobre sport. Las primeras manifestaciones comenzaban a organizarse. Por ejemplo, las primeras evidencias de carreras de caballos en Río de Janeiro datan de 1810, organizadas en la Playa Botafogo por comerciantes ingleses en tránsito por Brasil.

Pero, en el campo deportivo todavía demoraría un poco establecerse efectivamente, así mismo porque necesitaba condiciones más adecuadas en la estructura de producción, social y cultural, paulatinamente en construcción, principalmente con el surgimiento y ascensión de una clase media brasileña.

En estos primeros momento, luego, un conjunto de actividades, muchas veces realizadas en el intento de copiar las actividades europeas, eran llamadas indiscriminadamente 'sport'. Es posible agrupar tres tipos de prácticas en torno del término. El primer tipo serían las manifestaciones deportivas ya bien desarrolladas u organizadas, en camino de la construcción de un campo deportivo. En este grupo se destacaban el turf y posteriormente las regatas (remo).

En el segundo grupo estarían las prácticas que hoy son parte del campo deportivo, pero en una época más embrionaria comenzaban a establecerse. Las carreras de velocípedos (antepasados de la bicicleta) marcaban los primeros momentos del ciclismo brasileño. La llamadas carreras atléticas (o carreras a pié) daban origen al atletismo. La natación daba pasos todavía tímidos, pero seguros. Y el fútbol era un gran desconocido en la ciudad, aunque algunas escuelas ya empezaran a estimular su práctica. En general, las competencias de esas prácticas deportivas utilizaban como ejemplo los modelos del turf y del remo, cuando no las instalaciones existentes de estos deportes más desarrollados.

El último grupo estaba formado por actividades que, aunque en aquella época eran llamadas de sport, debida a su naturaleza en cuanto espectáculo y a su carácter de diversión, nunca llegaron a constituir un campo deportivo. Algunas de estas prácticas tuvieron en aquella época un enorme éxito, pero hoy son vistas con curiosidad y humor. Por ejemplo, las carreras de perros, las carreras de palomas mensajeras y las riñas de gallos5 . Algunas se desarrollaron con fuerza en otros países, pero no en Brasil, como las corridas de toros. Por fin, algunas existen hasta hoy sin ser consideradas deportes, en el sentido moderno del concepto, como los baños de mar, el jogo do bicho6 , la gimnasia no competitiva y el patinaje no competitivo, una gran fiebre en la ciudad en el cuarto final del siglo XIX.

A nuestro modo de entender, aunque inicialmente todavía no constituía efectivamente un campo, el uso del término sport y los términos usados alrededor de esas prácticas, denuncia un campo en formación y de alguna forma ya establece límites para la participación de la población. Usando término en inglés, los organizadores de las primeras carreras de caballos ya hacían una selección inicial: solamente el que entendía tales términos podía asistir a las mismas. De alguna forma, eso ya comienza a ser determinante en las representaciones sociales que se construirán en torno al deporte.

Veamos el primer anuncio de una carrera de caballos, organizada según los moldes actuales, publicada en los periódicos cariocas en los finales del año 1849. Utilizaba tantos términos técnicos y en inglés que un cierto Sr. Zinker escribió la siguiente carta al Jornal do Comercio (periódico de mayor prestigio de la época):

"Sr. Redator - Li e tornei a ler o anúncio que saiu hoje no seu jornal e que confesso custou-me a meter-lhe dente; mas, enfim, como não tenciono ser nem joquei branco nem preto, como não pretendo ir à Rua da Alfândega no mear cavalos, como não tenciono contestar nenhum cavalo do país, contento-me com ter decifrado (e não fiz pouco) que há uma corrida no dia 1o de novembro no Prado Fluminense... e se tenho amor ao meu King Charles, devo deixá-lo em casa, pena de vê-lo às bordoadas do clerk of the house. Ora! Até aqui a coisa menos mal: parece-me porém que no anúncio faltam duas coisas essenciais: 1o - Onde é o tal Prado Fluminense?; 2o - A que horas tem lugar a coisa?" (apud. COSTA, 1961, p.16).

La carta irónica del lector apunta algunas peculiaridades de esos primeros momentos. Tan preocupados estaban de seguir el modelo británico (denotado constantemente en los reglamentos y estatutos de los clubes de carrera), los organizadores terminaban olvidando lo principal: divulgar dónde era y a qué hora se realizarían las carreras!. Los términos en negrita muestran asimismo alguien con determinado nivel cultural -alcanza con leer la calidad de su retórica- difícilmente se conseguía saber con certeza qué es lo que pasaba en medio de tantos términos técnicos y términos en inglés.

En fin, desde el inicio quedaba establecido un grupo con acceso posible y se apuntaba a una determinada representación. Pero, para que el campo deportivo se establezca realmente en tierras brasileñas, los organizadores tendrían que promover significativos cambios de dirección en sus planes originales. Existía una paradoja aparente. Si el campo deportivo era señal de distinción y riqueza para los organizadores y para la aristocracia, ello solamente sería si se conseguía mantener sus puertas abiertas. El aspecto financiero fue un gran obstáculo en los inicios y determino el cierre de muchos 'clubes'.

Para esto, se precisaría de público para consumir el espectáculo. De esta manera, no hubo alternativa: los hipódromos deberían ser abiertos al gran público. Y aún más que eso, el gran público debería entender un mínimo de lo que se estaba realizando, para realmente ir a los hipódromos. Esto es, conocer algo, dominar algunos conceptos, pero sólo lo suficiente para consumir el espectáculo; no entender el consumo en sí. Es como afirma Bourdieu (op. cit.):

".. sin duda y por lo separación establecida entre los profesionales, virtuosos de una técnica esotérica, y los legos, reducidos al papel de simples consumidores, y que tiende a tornarse una estructura profunda de conciencia colectiva, que él (el deporte) ejerce sus efectos más decisivos: no es apenas un dominio del deporte que los hombres comunes son reducidos al papel de simpatizantes (...) dedicados a una participación imaginaria..." (p. 173).

De esta manera, una mayor cantidad de público pasa a tener acceso al turf, al lenguaje, a los términos. Como los individuos no son pasivos frente a los procesos sociales, comienzan a elaborar y reelaborar desdoblamientos de ese lenguaje. Con el tiempo, la población, mismo sin saber específicamente el origen del término, comienza a conceder significados propios para sport, de acuerdo con el lugar que ocupa en la estructura socio-cultural.

Hoy día, cuántos saben que short (prenda de vestir) viene de corto en inglés?. ¿Cuantos saben que tenis (zapatilla en portugués) viene de zapatos de jugar tenis (deporte)?. ¿Cuántos saben de dónde viene la palabra deporte?. No interesa para nosotros en nuestro trabajo. Aquí queremos saber, a partir de los desdoblamientos apuntados más arriba, cuáles eran las representaciones de deporte entre los diversos grupos de la población carioca del siglo XIX.

Posibles representaciones entre los distintos grupos comprometidos

a) Organizadores de las competencias
Desde los orígenes, los organizadores pertenecían a la aristocracia nacional y/o internacional. Afirma Cássio Costa (op. cit.) que:

"Esta poderosa fuerza deportiva, económica y social comenzó en Brasil hace más de un siglo, siempre bajo la protección de los gobiernos y contando... con la dedicación de las más dedicadas personalidades de la política, del mundo de los negocios o de gran proyección en la sociedad" (COSTA, 1961, p. 8).

Al analizar las comisiones directivas de los dos primeros clubes de carreras, será posible percibir realmente la presencia de políticos, comerciantes influyentes (brasileños o no) y de la nobleza nacional, seguida, luego, de los primeros empresarios brasileños. Por ejemplo, podemos destacar los nombres de James Monley e Clots (comerciante inglés ligado a las primeras carreras, en 1825), del General Conde de Caxias (uno de los dos organizadores de las importantes carreras de 1849), de João Pereira Darrigue de Faro, 2º Barón do Río Bonito y presidente de la Provincia do Río de Janeiro; y del mayor João Guilherme Suckow, propietario de una empresa que brindaba servicios urbanos, muy importante para mantener la llama del turf viva en un momento de gran dificultad. En fin, ese panorama se repitió durante toda la historia del turf fluminense y se acentuó todavía más conforme los clubes se fueron desarrollando.

¿Pero qué podía significar el turf para ese grupo?. Completamente basado en los ejemplos de Francia y principalmente de Gran Bretaña, los reglamentos de los clubes de carreras reproducían íntegramente e inclusive los argumentos para el desarrollo de un turf nacional: proporcionar una diversión para la población y el desarrolla de la 'raza caballar brasileña', considerada de menor valor frente a las razas europeas y argentinas.


Siguiente