La preparación física en la formación de jugadores de deportes de equipo |
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Licenciado y Doctorando en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (I.N.E.F. de Madrid) Entrenador del Club Balonmano Puertollano (1ª Nacional) Coordinador Técnico de las Categorías Inferiores del Club Balonmano Puertollano |
Jesús Rivilla García jerigar@hotmail.com (España) |
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http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 10 - N° 89 - Octubre de 2005 |
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1. La preparación física en las etapas de formación
1.1. Justificación de la preparación física en etapas formativas
La preparación física es considerada en la actualidad como uno de los factores más determinantes del entrenamiento en las etapas de formación del deportista. Existen dos razones básicas que justifican esta afirmación:
El desarrollo corporal armónico y óptimo constituye uno de los objetivos prioritarios en la formación del deportista desde las etapas de iniciación hasta la consecución del alto rendimiento.
En el balonmano de alto nivel, las capacidades condicionales son cada vez más determinantes para el rendimiento hasta el punto de que algunos autores afirman que el éxito depende en gran medida de ellas (Calleja y cols., 2002; Martín Acero, 2000). En consecuencia, si pretendemos que el deportista en formación alcance su máximo potencial físico en el futuro, será totalmente necesario entrenar adecuadamente en el plano condicional. De hecho existen capacidades físicas que, de no ser entrenadas en el momento adecuado y de la forma correcta, serán difícilmente recuperables en el futuro.
Por tanto, sea cual sea nuestra meta final (educar, alcanzar el alto rendimiento, etc.) deberemos prestar especial atención a la preparación física.
Desde este planteamiento, la necesidad de integrar la preparación física al plan de formación del deportista es total, valorando el entrenamiento condicional como un aspecto fundamental que requiere un tratamiento especial para desarrollar todo el potencial del deportista.
Esta relevancia de la preparación física así como la necesidad de integrarla en la planificación deportiva es corroborada por numerosos autores y entrenadores, sin embargo en la práctica, en el trabajo diario de los entrenadores, la preparación física se descuida a menudo por diferentes razones: falta de tiempo, búsqueda de resultados a corto plazo, ausencia en la planificación deportiva, desconocimiento de la importancia de las capacidades físicas en el desarrollo del deportista,... Prueba de ello son los equipos que en etapas de iniciación ya realizan movimientos tácticos (mecanizados) o defensas estructuradas a imagen y semejanza de equipos senior, síntoma claro de un entrenamiento enfocado exclusivamente hacia aspectos técnico - tácticos y un descuido absoluto de los demás factores del entrenamiento. Estos equipos que consiguen grandes éxitos (en cuanto a resultados) en etapas infantiles, cadetes y, en ocasiones, juveniles rara vez logran superar estos niveles. La ignorancia y/o la búsqueda de resultados inmediatos por parte de estos entrenadores son, en general, el origen de estos problemas.
1.2. Enfoque de la preparación física en la formación de deportistasEl enfoque en las etapas de formación deportiva deberá ser siempre educativo al margen del ámbito en que nos encontremos (equipos federados, recreación, clases de educación física,...). El hecho de dedicar más o menos tiempo al entrenamiento en el proceso de formación no significa de ninguna manera abandonar el camino educativo (desarrollo integral y equilibrado, diversión, aprendizaje permanente,...) sino todo lo contrario: si dedicamos más horas y esfuerzo al proceso de formación (p. ej. en un equipo federado), estaremos atendiendo todas las necesidades importantes del mismo y, además, fomentaremos un aprendizaje en condiciones óptimas de motivación, ritmo y cooperación entre alumnos de cara al logro de objetivos (Costoya, 2002).
En nuestra opinión, la búsqueda de rendimientos elevados en deportistas en formación es consecuencia directa de los entrenadores y no del medio en el cual se aplica (colegios, escuelas deportivas o clubes). El entrenador NUNCA debe renunciar a la victoria pero DEBE SER CONSCIENTE de que los objetivos educativos y deportivos de cada etapa tienen prioridad sobre los resultados. Por supuesto, la consecución de los objetivos formativos conlleva la mejora sustancial del juego y, como consecuencia, de los resultados del equipo, pero exige tiempo. Sin embargo, buscar resultados inmediatos exige entrenar soluciones eficientes a corto plazo que irán en detrimento de la formación adecuada a nivel deportivo y también personal.
Cuando un entrenador se guía únicamente por los resultados deportivos, renuncia a todo tipo de tareas generales y se centra exclusivamente en ejercicios específicos del deporte, limitando al niño en capacidades difícilmente recuperables en el futuro.
El entrenamiento condicional será completamente diferente en función de características como edad biológica, desarrollo motor, practica anterior,... El entrenamiento no puede mantenerse al margen de los cambios corporales y psíquicos que sufren los deportistas, es más, debe ceñirse a las características de la fase de desarrollo en la cual están ubicados (Moras, 1994)
El proceso de mejora de las capacidades físicas para conseguir el desarrollo corporal óptimo deberá regirse por:
El desarrollo físico (edad biológica), psicológico y social del jugador
Características del crecimiento del deportista
Fases sensibles para el desarrollo de las diferentes capacidades: son los periodos en los que el organismo es más receptivo a un determinado tipo de estímulos (Winter, 1986, citado por Calleja y cols, 2002)
Características e importancia d las capacidades físicas necesarias en el juego
Respeto total a los principios del entrenamiento destacando en las primeras etapas el principio de multilateralidad.
1.3. La necesidad de planificar la preparación física en la formaciónDada la gran importancia de las capacidades físicas en la formación del deportista será totalmente necesario una planificación de la enseñanza a largo plazo que tenga en cuenta la preparación física como contenido esencial de la misma.
Los entrenadores y preparadores físicos disponemos en la actualidad de gran información referente a la planificación deportiva en deportes de equipo y, más concretamente, de la planificación de la preparación física en deportes de equipo. Igualmente, diferentes autores de prestigio han desarrollado programas de entrenamiento a largo plazo para la formación de deportistas. Sin embargo, esta proliferación a nivel teórico no se manifiesta en la práctica diaria del entrenamiento. La mayoría de escuelas deportivas y clubes con equipos de categorías inferiores adolecen de una planificación a largo plazo bien estructurada y, en ocasiones, también de planificación anual (el entrenamiento se improvisa o se realiza día a día).
La necesidad de planificar la preparación física en etapas de formación se acentúa si tenemos en cuenta que el entrenamiento de las capacidades relacionadas con el sistema neuromuscular, como la velocidad o la coordinación, determinarán en gran medida la calidad de estas capacidades en el futuro (se trata de las capacidades físicas más importantes en el juego). Si no entrenamos correctamente estas capacidades incurriremos en un gran error pues no podrán recuperarse en su totalidad en etapas posteriores pues se trata de capacidades con escaso margen de mejora en el adulto. Por tanto, podemos decir que las capacidades condicionales junto con la motricidad (Capacidad Motora) son factores de gran importancia en la formación del deportista.
Estas afirmaciones no pretenden restar importancia a los mecanismos cognitivos (percepción y decisión), tan decisivos en el juego y tan poco considerados en el entrenamiento condicional tradicional. Se observará en la práctica como las tareas o ejercicios involucran en diferentes porcentajes a los tres mecanismos de funcionamiento (condicionales, coordinativos y cognitivos) en función de los objetivos perseguidos. La formación de "jugadores inteligentes" es completamente compatible con todo lo dicho anteriormente.
2. La planificación de la preparación física en las etapas de formaciónLa planificación a largo plazo debe incluir la preparación de múltiples capacidades: preparación técnica, preparación táctica, preparación física, preparación teórica y preparación psicológica (Antón, 1998). Según lo expuesto anteriormente, la preparación física debe ocupar un lugar destacado en el proceso de formación y planificación a largo plazo para lo cual se realizará un programa que abarque todas las capacidades de rendimiento y además asegure el desarrollo físico deseado.
A lo largo de este capítulo destacaremos los aspectos de tipo físico-condicional dentro siempre del marco de planificación deportiva general pues se trata de un elemento que forma parte de la misma y cuyo tratamiento no se debe realizar nunca al margen de esta.
Expondremos las características del entrenamiento de las diferentes capacidades físicas teniendo presente en todo momento el desarrollo del jugador (físico, psicológico y social), las características del crecimiento, las fases sensibles de las diferentes capacidades, las características e importancia de las diferentes capacidades en el juego y el principio de multilateralidad por el que se rigen las primeras etapas.
2.1. Estudio previoEl primer paso antes de comenzar a entrenar a cualquier equipo es recopilar toda la información posible la sobre situación del equipo, el contexto que lo rodea (escuela deportiva, club, padres, entrenadores,...), el historial más reciente (resultados anteriores, entrenadores anteriores, experiencias destacables,...), los recursos de que se dispone (materiales y personales), etc. Es evidente que algunos de estos factores pueden influir en gran medida en el comportamiento y actitud de los deportistas (particularmente en la adherencia al entrenamiento o a algún tipo de preparación) así como en su nivel de formación. En esta línea, los cuadernos de entrenamiento o el conocimiento del tipo de entrenamiento llevado a cabo hasta la fecha serán de gran utilidad.
El entrenador debe acceder a estas informaciones por diferentes vías (conversaciones, entrevistas, test, observación directa,...) intentándolo en el menor tiempo posible y asegurando a su vez la veracidad de las mismas.
Este es un aspecto relativo a la planificación general pero que podrá influir significativamente en aspectos relacionados con la preparación física. Por ejemplo, si los entrenamientos anteriores del equipo se han enfocado sólo hacia contenidos de tipo técnico-táctico específico será lógico encontrarnos cierto grado de rechazo hacia otro tipo de ejercicios más alejados del balonmano. De la misma manera, el hecho de que anteriores entrenadores dieran escasa importancia la flexibilidad conlleva no sólo un bajo nivel de la misma sino también actitudes negativas frente al mismo y nulo conocimiento del beneficio que reporta. La importancia de estos aspectos radica en que "conociendo el origen del problema encontraremos la solución más adecuada y rápida".
Respecto al conocimiento del nivel de formación de deportistas deberemos recopilar información en base, sobre todo, a la ejecución de ejercicios y juegos que nos permitan acceder a su nivel en los diferentes factores de juego (motrices, condicionales, cognitivos, psicológicos, del grupo,...) y, puntualmente, mediante test de todo tipo (motrices, físicos, técnico-tácticos,...).
Por último, será útil completar esta información con algunas características concretas de la plantilla, destacamos algunas:
Años de práctica en balonmano
Años de práctica en otros deportes ¿Cuáles?
Nº de jugadores en la plantilla
Dinámica del grupo
Experiencia en competiciones (locales, provinciales, regionales, nacionales,...)
Modelos o líderes del equipo. ¿Cuál es su función? ¿Qué tipo de líderes?
Titulares o jugadores con más minutos
....
2.2. Fases sensibles de desarrollo de las capacidades físicasDiversos autores destacan las etapas en las que el deportista es más receptivo a determinados estímulos, es decir, si deseamos obtener los mejores beneficios respecto a ciertas capacidades deberemos aplicar los estímulos en los momentos adecuados.
En nuestra opinión, las fases sensibles deberán ser una referencia para aconsejar el entrenamiento de ciertas capacidades durante ciertas etapas y, en ningún caso, una delimitación estricta que no permita el entrenamiento de otras capacidades o la variación del mismo. Recordamos que las capacidades más importantes de nuestro deporte deberán prevalecer por encima de cualquier otro criterio. En este sentido, no debe temerse la creación de un fundamento especial temprano, porque el potencial funcional individual, la capacidad para adaptarse a ciertos estímulos es más importante que la edad (Ruiz, 2000), estamos hablando pues de una multilateralidad orientada.
Sin embargo el entrenamiento técnico-táctico o el juego propiamente dicho (medios específicos de entrenamiento) no son suficiente para estimular correctamente al organismo y, por tanto, deberemos buscar otros medios y tareas para lograr el desarrollo físico y las adaptaciones fisiológicas (sobre todo a nivel neuromuscular) deseadas.
2.3. El entrenamiento de las capacidades físicas en las etapas formativasTeniendo en cuenta el desarrollo del jugador, las características del crecimiento, las fases sensibles de las capacidades físicas y las características específicas del deporte realizamos nuestro planteamiento acerca del entrenamiento de las diferentes capacidades físicas en las diferentes etapas de formación.
Primero exponemos a grandes rasgos el entrenamiento de las diferentes capacidades físicas en relación con las diferentes etapas formativas (modificados de Ruiz, 2000):
Resistencia Aeróbica
Se considera una cualidad esencial para el desarrollo de las demás capacidades físicas.
Es importante crear una buena base aeróbica para el posterior trabajo anaeróbico
Se inicia su entrenamiento en edades tempranas (8-10 años)
Periodo más indicado para su desarrollo se haya entre los 11 y 14 años
A partir de los 14 años se incluirán cambios de ritmo para el entrenamiento de potencia aeróbica utilizando ejercicios generales y específicos por igual
En la edad juvenil predominará el entrenamiento de potencia aeróbica sobre el de capacidad y se utilizarán en mayor medida ejercicios específicos.
***Tener en cuenta que se busca la construcción muscular hacia fibras rápidas, por lo tanto el volumen dedicado a la capacidad aeróbica será siempre menor al relacionado con la velocidad y fuerza explosiva. Si no fuera así la dirección sería otra.
Resistencia Anaeróbica
Durante la infancia no se deberá entrenar por falta de madurez en el organismo (la causa es falta de eficacia pues no tiene efectos nocivos sobre el organismo del niño)
Su entrenabilidad mejora notablemente durante la adolescencia (siempre y cuando el individuo tenga una buena resistencia de base), por tanto, postergarán su tratamiento específico hasta después de los 14 años
Inicialmente (14 años) se entrenará mediante ejercicios generales y específicos por igual. Más tarde disminuirán los ejercicios generales en favor de los específicos.
En la edad juvenil se trabajará con gran intensidad y predominio total de entrenamiento en pista.
Fuerza
Por razones de adaptación neuromuscular se considera importante adaptar los métodos a las edades de los deportistas y alternar constantemente los métodos
Consideramos apropiada la utilización de pesas a partir de la etapa juvenil, no antes.
La correcta utilización de juegos de fuerza como luchas, autocargas, circuitos, móviles ligeros, gomas,... será suficiente para el aumento de las diferentes manifestaciones de fuerza evitando el estancamiento propio de la utilización precoz de las pesas (destacado por algunos autores)
Durante la infancia se utilizarán juegos y ejercicios que involucren gran cantidad de grupos musculares buscando respuestas musculares y mejorar el tono muscular. Los métodos serán informales
A partir de la etapa infantil se incluirán algunos ejercicios más específicos existiendo aún predominio de los ejercicios generales. Comienza el uso progresivo de métodos de circuito.
Progresivamente aumentarán los ejercicios específicos hasta llegar a superar a las generales en la etapa juvenil. Comenzarán a utilizarse métodos según los objetivos.
En términos generales primero se buscará el desarrollo de la coordinación intermuscular para posteriormente, en el momento oportuno, poder entrenar con eficacia la coordinación intramuscular y la hipertrofia muscular.
Fuerza - Velocidad
Dada su gran importancia en balonmano y teniendo en cuenta todo lo anterior, consideramos importante empezar a entrenar esta capacidad desde los 10 años, incluso a los 8 años, mediante cargas muy ligeras que permitan una alta velocidad de contracción.
Es una capacidad que aumenta en la primera pubertad (12-14 años), por tanto, a partir de los 12 años el entrenamiento de esta capacidad será fundamental.
A partir de los 14 años se entrenará con máxima intensidad esta capacidad adaptando los movimientos a las acciones específicas del balonmano.
Fuerza Máxima
Es necesario que el organismo haya solidificado el crecimiento y completado el proceso de desarrollo para poder entrenar la fuerza máxima
Esto conlleva la imposibilidad de estimular la fuerza máxima antes de 14-16 años. A partir de los 14 años existe mayor presencia hormonal q desarrolla una mayor masa
Su entrenamiento en principio (14 años) se realizará mediante ejercicios generales (autocargas, ejercicios por parejas,...) sin utilización de pesas.
En la etapa juvenil, cuando el proceso de desarrollo haya finalizado se podrá trabajar con confianza y sin riesgos. No obstante, consideramos importante no superar el 85% de carga máxima y no llegar al fallo, es decir, 4 (6) repeticiones
Resistencia a la Fuerza
La resistencia a la fuerza no se una capacidad prioritaria en el balonmano
Destacamos que se trata de una capacidad muy específica cuyo entrenamiento se basa en ejercicios específicos del propio deporte
Teniendo en cuenta que involucra el metabolismo anaeróbico su iniciación será tardía, aproximadamente hacia los 14 años
A partir de los 16 años se entrenará con total intensidad.
Velocidad
Se trata de una capacidad determinante en el balonmano por lo cual debemos construir la futura composición de la fibra muscular a favor de las fibras de contracción rápida
En general, el volumen dedicado a la velocidad será superior al de otras capacidades
La velocidad se desarrolla paralelamente a las capacidades perceptivo-motrices (coordinativas)
La relación entre el entrenamiento de la velocidad y la mejora coordinativa y decisional del jugador es fundamental. Será necesario adaptar las tareas específicas de velocidad al dominio técnico-táctico. Para poder ejecutar a gran velocidad cualquier acción será necesario tener total dominio de la misma.
La velocidad de los movimientos mejora generalmente hasta los 12 años, por tanto, es importante su entrenamiento en edades tempranas
Velocidad de Reacción
La velocidad de reacción y la rapidez de la frecuencia de movimientos cíclicos deben desarrollarse entre los 7 y 12 años. Se realizarán muchas tareas de velocidad de reacción simple y, progresivamente, compleja
De 12 a 14 años existen las condiciones óptimas para su desarrollo a máxima intensidad. Aumenta el entrenamiento de velocidad de reacción compleja mediante estímulos progresivamente más específicos.
Velocidad Acíclica y Cíclica
La velocidad acíclica comienza su entrenamiento a los 10-12 años
La velocidad cíclica comienza su entrenamiento a los 12 años
A partir de los 14 años se incrementa sustancialmente su entrenamiento de ambas con objeto de mejorar los desplazamientos acíclicos, cíclicos y la velocidad gestual
El entrenamiento máximo de estas capacidades se realizará a partir de los 16 años.
Flexibilidad
La flexibilidad dará al deportista mayores posibilidades para el dominio de la técnica además de formar parte fundamental del programa preventivo
Comienza su disminución a partir de los 10 años
Se recomienda utilizar, siempre con precaución, métodos activos en las primeras edades y aumentar gradualmente a otras técnicas.
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digital · Año 10 · N° 89 | Buenos Aires, Octubre 2005 |