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Una tipología de actividades en
el área de Educación Física

   
Maestro Especialista en Educación Física.
Asesor de Educación Primaria en el Centro de Profesorado de Granada
 
 
Juan Medina López
juan300666@yahoo.es
(España)
 

 

 

 

 
Resumen
    Cada vez es más normal que educadoras y educadores se atrevan a hacer teoría sobre lo que practican en las aulas. Ese acto de contar consigue, sin duda, mejorar los procesos de enseñanza y aprendizaje y convierte al docente en un profesional reflexivo y consciente de lo que hace. La presente tipología es una construcción teórica que se cuenta para ello, es decir, para promover la reflexión, no sólo individual sino, también, de quienes deseen discutirla.
    Palabras clave: Actividades ordinarias. Actividades complementarias. Actividades extraescolares. Actividades generales y actividades de atención a la diversidad.
 

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 10 - N° 89 - Octubre de 2005

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1. Introducción

    La controvertida distancia entre teoría y práctica va pareciendo más un mito que una realidad. Lo digo porque ya son muchos los docentes que comienzan a sentir la necesidad de explicar teóricamente aquello que realizan en sus clases. De esta forma cumplen con dos objetivos: adquieren más conciencia sobre su proceder en el aula y tienen el valor de compartir el conocimiento que nace en la práctica diaria.

    La siguiente clasificación o tipología de actividades es una producción teórica de aquello que se vive diariamente. Es un esfuerzo de identificación, una síntesis que pretende conciliar dos aspectos de la actividad profesional: la capacidad de hacer y la capacidad de saber explicar lo que se hace.


2. Actividades de enseñanza y actividades de aprendizaje

    Sugiero la siguiente tipología de actividades educativas: unas propias de quien enseña y otras diseñadas para ser experimentadas por el alumnado.


a. Actividades de enseñanza

    Aunque en términos pedagógicos siempre hablemos de "proceso de enseñanza y aprendizaje" es obvia la distinta naturaleza del binomio en el sentido de que mientras que enseñar es una función docente, aprender es una tarea discente organizada e impulsada por el primero.

    En consecuencia, aunque también es muy posible --más como recurso metodológico-- que un/a aprendiz pueda actuar como enseñante, son actividades cotidianas ejecutadas por el maestro o la maestra: la actividad de planificar, la de informar, la de evaluar, y la de comunicar.


b. Actividades de aprendizaje

    La responsabilidad de estas actividades, su vivencia, que no su diseño, es del alumnado. Niñas y niños deberán esforzarse por acometerlas según las directrices o la guía de quien educa.

    Se puede decidir que, básicamente, el o la docente programan dos modalidades o tipos: actividades motrices (AM) y actividades no motrices (ANM). En las ANM el "cuerpo en movimiento" no es protagonista y por ese motivo no son las que más relevancia tienen en el área de EF. Sin embargo poseen el valor de permitir la reflexión alejada de la experiencia motriz lo que, desde mi punto de vista, puede significar un análisis más profundo, más reposado, sobre lo practicado en las clases. Tienen, por tanto, una clara orientación conceptual pero con el objetivo de mejorar la misma o próxima vivencia.

    Las AM tienen el protagonismo en nuestra área. Lo tienen porque la Educación Física contribuye al desarrollo de distintas capacidades a través del cuerpo en movimiento.

    En el ámbito de tales actividades quiero diferenciar tres grupos: actividades ordinarias (AO), actividades complementarias (AC) y actividades extraescolares (AEX).

    Me gustaría detenerme en las ordinarias. Son éstas las que protagonizan la mayor parte del tiempo lectivo del área de EF, las que se producen en el desarrollo normal de las clases en el horario semanal establecido por la norma y distribuido por los centros educativos.

    En el contexto de las ordinarias, y visto lo que ocurre en el aula, pueden generarse dos subconjuntos de actividades: el primero denominado "actividades generales" (AG), y el segundo "actividades de atención a la diversidad" (AAD).

    Además, en el seno de las AG pueden considerarse: actividades de iniciación, de desarrollo y de evaluación. Y en el subconjunto de la AAD: actividades de de refuerzo (R) y de adaptación curricular (AC). Y, aún, en el análisis, se podría justificar que las de R admitirían la modalidades de "ampliación", "recuperación" y de "modificación". En tanto que las de AC podrían ser: "poco significativas" y "significativas".


3. Descripción de las actividades ordinarias

    He afirmado que las actividades ordinarias, es decir, las llamadas AG y AAD, ocupan la mayor parte del tiempo lectivo. Se confeccionan pensando en unas intenciones educativas, desde la percepción global que adquirimos del grupo clase y desde la certeza de que es necesario responder a contingencias vinculadas con el carácter heterogéneo de nuestro alumnado.

    Intencionalidad, globalidad y heterogeneidad serían, por tanto, cualidades de las actividades que a continuación se describen:

Actividades de iniciación

    Tienen lugar al comienzo de un curso, de una unidad didáctica, de una sesión, centran la atención del alumnado, consiguen una evaluación inicial, detectan necesidades…

Actividades de desarrollo

    Pensadas para conseguir los objetivos didácticos. Son actividades que suelen ocupar el centro de la sesión o que en una unidad didáctica. Constituyen la fuente de experiencias más cualificada para la mencionada consecución de los objetivos.

Actividades de evaluación

    Son actividades que ofrecen una valoración inicial de las posibilidades motrices, actividades que facilitan el aprendizaje y, finalmente, actividades cuya ejecución da una idea de lo aprendido.

Actividades de refuerzo

    Responden a las necesidades de un miembro del grupo o del grupo-clase. Son de "ampliación" cuando la necesidad es positiva, es decir, se demanda más cantidad o más complejidad. Son de "recuperación" cuando la necesidad es negativa, es decir, no se supera la propuesta inicial. Son de "modificación" cuando se adapta un aspecto del contexto para conseguir la participación más integrada de una persona con algún límite temporal.

Actividades poco significativas y significativas

    Requieren una puesta en escena que conlleva cambios en los elementos del currículo. Así las "poco significativas" implicarían modificaciones, fundamentalmente, de carácter metodológico (material distinto, comunicación alternativa, ayuda personal, simplificación de la tarea…), mientras que las "actividades significativas" darían la oportunidad al aprendiz de participar en el juego o experiencia realizando un tipo de habilidad diferente a la del grupo clase.


Bibliografía

  • DÍAZ LUCEA (1994): El currículum de la Educación física en la reforma educativa. Inde. Barcelona.

  • Orden de 13 de julio de 1994, por la que se regula el procedimiento de diseño, desarrollo y aplicación de adaptaciones curriculares en los centros docentes de Educación Infantil, Primaria y Secundaria de la Comunidad Autónoma de Andalucía. BOJA 126. Sevilla, 10 de agosto de 1994.

  • SANTOS GUERRA (2000): La escuela que aprende. Morata. Madrid.

  • VICIANA (2002): Planificar en Educación Física. Inde. Barcelona.

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revista digital · Año 10 · N° 89 | Buenos Aires, Octubre 2005  
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