efdeportes.com
Jogo Bonito: el fútbol brasileño
en la prensa argentina

   
Profesor de la Universidad del Estado de Río de Janeiro
(Brasil)
 
 
Ronaldo Helal
rhelal@globo.com
 

 

 

 

 
Resumen
    El objetivo de este artículo es presentar los resultados parciales del proyecto de postdoctorado "Fútbol, Medios de Comunicación y Nación: las narrativas sobre la selección brasileña de fútbol en la prensa argentina" que está siendo realizado en la Universidad de Buenos Aires, con apoyo de CAPES. El artículo se concentra en el análisis del diario Clarín en el Mundial de 1970, de Olé en el Mundial de 2002 y en los dos partidos entre Brasil y Argentina que ocurrieron en un espacio de 21 días (un por las eliminatorias de la Copa de 2006 y otro por la disputa del título de la Copa de las Confederaciones). Los diarios analizados en estos partidos fueran Clarín, Olé y La Nación. En el análisis del material recogido quedó evidenciada la estereotipación en la "mirada" argentina sobre el fútbol brasileño. Características como "alegría", "diversión", "habilidad" e "individualismo" son vistas como marcas intrínsecas al jugador y al fútbol brasileño. Y todas ellas juntas forman lo que se dio en llamar "jogo bonito". No obstante, el fútbol argentino fue "construido" teniendo como base el "criollismo", con atributos como "gambeta" y "fútbol-arte" en oposición a la "rigidez de esquemas tácticos", entendida como "fútbol-fuerza", donde el principal antagonista sería el fútbol inglés, de forma particular, y el europeo, de forma general. ¿Qué es lo que hacen entonces los argentinos cuando "miran" hacia su vecino que "construyó" su fútbol en bases semejantes? Por el análisis del material del Mundial de 1970, la "mirada" demarcaba una identificación con Brasil, que representaba entonces la "escuela sudamericana". El hecho que Argentina no participó en aquel Mundial puede haber sido una de las razones para el impulso de esta identificación, como una forma de "construir" la pertenencia. Sin embargo, por los análisis de los enfrentamientos de 2005, observamos un "cambio" en la identidad argentina. Elementos generalmente más accesorios aparecen en primer plano: la "fuerza", el fútbol colectivo, que serían en las "construcciones" del pasado, típicas del fútbol inglés, o europeo. Ya sea en la identificación o en la demarcación de "otra singularidad" argentina (más europea), la admiración por el fútbol brasileño es notoria y explícita en varios reportajes analizados.
    Palabras clave: Fútbol. Periodismo deportivo. Identidad nacional. Rivalidad Brasil-Argentina.
 

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 10 - N° 88 - Setiembre de 2005

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1. Presentación

    Mi objetivo en este artículo es presentar los resultados parciales del proyecto de posdoctorado "Fútbol, Medios de Comunicación y Nación: las narrativas sobre la selección brasileña de fútbol en la prensa argentina" que está siendo realizado en la Universidad de Buenos Aires, con apoyo de CAPES1. El proyecto analiza las narrativas periodísticas sobre la selección brasileña de fútbol en la prensa argentina.

    Países vecinos y con tradición de rivalidad que se torna más intensa en el campo deportivo2, Brasil y Argentina son muy semejantes en las maneras como utilizaron del fútbol para "construir" el sentido de pertenecer a la nación. Tanto en un país como en otro, el fútbol fue entendido como un espacio singular de manifestaciones que serían típicas de las identidades nacionales. Las "construcciones" de estas manifestaciones presentan características semejantes en los dos países. Pretendemos con esa investigación averiguar si las imágenes que los brasileños poseen de su "brasilidad", expresada en los partidos de la selección brasileña de fútbol, corresponden a la mirada que los argentinos, rivales tradicionales, tienen de lo que nosotros llamamos "estilo de juego brasileño", así como averiguar como en la manera de mirar al otro - la "mirada argentina" sobre el "fútbol brasileño" - se "construye" la "singularidad" de una nación.

    A pesar de que el inglés es considerado el principal antagonista del argentino, aquel que tradicionalmente y, por comparación, define la característica de lo que sea la "argentinidad" (Archetti, 2003 y Alabarces, 2002), la relación con Brasil es emblemática debido a la proximidad geográfica, a las semejanzas de sus formaciones históricas y al papel del fútbol brasileño en la escena internacional. Así, el proyecto pretende analizar la eficacia del epíteto "Brasil: el país del fútbol", con todas las connotaciones que trae en sí, en el también "país del fútbol", e investigar si (y como), en la forma de percibir al fútbol brasileño, el argentino construye su "argentinidad".

    La investigación se concentra primordialmente en las narrativas sobre la selección brasileña en el periodismo argentino en los Mundiales de 1970, 1978, 1994, 1998 y 2002. El material de análisis de los Mundiales de 1970, 1978 y 1994 es del diario Clarín y la revista El Gráfico. Para los mundiales de 1998 y 2002 sustituimos El Gráfico por el diario Olé, a causa de su importancia en el país en los últimos años.

    En este artículo empiezo con una presentación de mis primeras impresiones de investigación, con todas las desconfianzas que debemos tener con relación a ellas. El artículo se concentra en el análisis del diario Clarín en el Mundial de 1970 y en el análisis de Olé en el Mundial de 2002 y también en los dos partidos entre Brasil y Argentina que ocurrieron en un espacio de 21 días (uno por las eliminatorias de la Copa de 2006 y otro por la disputa del título de la Copa de las Confederaciones). Estos partidos no estaban en el proyecto original, pero ellos fueran fundamentales para la comprensión de "la mirada argentina" sobre "nosotros". Los diarios analizados en estos partidos fueron Clarín, Olé y La Nación.

Hawaianas
Hawaianas (ojotas). Nótese la bandera brasileña


2. Primeras Impresiones: "ellos nos admiran"

    Antes de venir para Argentina, mis amigos me alertaban sobre la posibilidad de que mis hijos -de 8 y 11 años- sufrieran alguna discriminación en la escuela. La Argentina parecía ser vista por muchos brasileños como un "país enemigo" o como un país que no simpatiza con los brasileños. La recepción en una escuela pública -son buenas y hay muchas, sin problemas para conseguir vacantes- me causó una impresión muy buena. Al lado de la escuela está la escuela de fútbol del ex-jugador Claudio Marangoni, donde vemos chicos, adolescentes y adultos argentinos con camisetas de equipos de Brasil y de la selección brasileña. Una escena desconocida por los brasileños, de una manera general. Llegué en el verano y la cantidad de personas con ojotas hawaianas con la bandera de Brasil pegada en la parte delantera (ver foto) me sorprendió, pues no conseguía imaginar brasileños usando algo de su vestuario con la bandera argentina. Música brasileña sonaba en varios lugares como bares, restaurantes, consultorios médicos y gimnasios. El libro FIFA 100, con la foto de Pelé en la tapa, estaba en las vidrieras de las librerías de la ciudad, así como DVDs de los goles de Pelé y Ronaldinho

    En este período de "descubrimiento" de como "el otro" nos mira, ocurrió el "caso Desábato" 3. Los reportajes sobre el supuesto "caso de racismo" del jugador Desábato llegaron a las tapas de los diarios argentinos y el tono era de indignación por el exceso en el castigo. Había fotos del jugador esposado y tapas bajo el título "Vergüenza" (Clarín, 15 de marzo) e "Infierno en Brasil" (Olé, 15 de marzo). Empecé a investigar los diarios brasileños en Internet y no encontré ningún reportaje que comprobara el acto de racismo de Desábato a Grafite. Por medio de lectura labial hecha por no especialistas concluyeron que Desábato hubiera dicho "negro de mierda". Ciertamente si eso, de hecho, ocurrió, hubo racismo. Pero quedé sorprendido por la falta de pruebas evidentes en el caso y decidí escribir un artículo para la sección Opinião del diario O Globo relatando mis "primeras impresiones" en Buenos Aires y levantando la sospecha de que podría haber habido un cierto "anti-argentinismo" por parte de Brasil. Al mismo tiempo, escribí una versión del artículo en español y la envié a Olé. Por coincidencia y para mi satisfacción ambos artículos fueron publicados el mismo día: 21 de abril.

    La publicación del artículo en la Argentina generó una amistad muy provechosa para la investigación con el periodista de Olé, Walter Vargas, así como una discusión académica con mi interlocutor en la Universidad de Buenos Aires, el profesor Pablo Alabarces. A pesar de discordar con mi artículo, Alabarces me dijo una frase que me ha hecho pensar mucho en la relación Brasil-Argentina: "los brasileños aman odiar a los argentinos, mientras los argentinos odian amar a los brasileños"4. Al mismo tiempo, Walter Vargas me decía que recibió una cantidad llamativa de e-mails insultantes de brasileños en varias ocasiones. Intenté averiguar si lo mismo ocurría con los periodistas del diario Lance! (similar al diario Olé en la Argentina) pero los cuatro periodistas con quienes mantuve contacto me dijeron que nunca recibieron e-mails ofensivos de argentinos5.

    De todo eso, lo que había quedado en mi mente era un "descubrimiento": nosotros "burlamos" más con "ellos" que "ellos" con "nosotros". De hecho, toda rivalidad trae en sí una dosis de admiración y envidia. Sólo rivalizamos con quien tiene algo que deseamos poseer. Se rivaliza con quien es grande y tememos que sea más grande que nosotros. La Ilíada de Homero está llena de pasajes que hablan de la admiración entre griegos y troyanos y entre los héroes Aquiles y Héctor. Pero a diferencia de las peleas que llevan al aniquilamiento de un pueblo sobre el otro, en el deporte la rivalidad es intrínseca en su naturaleza. No se rivaliza para aniquilar el otro, pues un equipo necesita del otro para singularizarse. Por eso, esta rivalidad no suele adquirir consecuencias más graves.

    Pero si tenemos ganados tres mundiales más que los argentinos, ¿por qué ellos nos llaman mucho la atención? O sea, ¿por qué escuchamos relatores de televisión, hinchas, entrenadores y jugadores de la selección decir que "ganar es siempre bueno, pero ganarle a los argentinos es aún mejor"? ¿No estamos, en realidad, hablando de una gran admiración que tenemos por el fútbol argentino? Sin embargo, nuestra admiración sólo aparece en la forma de rivalidad. Ella no aparece explícitamente en los reportajes de los diarios, ni cuando los equipos argentinos vencen a los brasileños en la Copa Libertadores de América, por ejemplo. A diferencia de la rivalidad argentina, que logra demostrar admiración en medio al conflicto, nuestra rivalidad esconde la admiración y sólo volvemos visible el odio y el resentimiento6.


3. El "Equipo Maravilla" o "La Mejor Selección de Todos los Tiempos": la selección del '70 en los reportajes de Clarín durante el Mundial de 1970

    Algunas palabras antes de empezar nuestro análisis. Argentina no participó del Mundial de 1970. Su selección fue eliminada en las eliminatorias por la selección peruana, dirigida en la ocasión por Didí, ex jugador de la selección brasileña que conquistó los Mundiales de 1958 y 1962. Tanto Brasil como Argentina vivían momentos políticos complicados. El régimen militar había recrudecido en Brasil, y en la Argentina los Montoneros surgían públicamente como un movimiento político de oposición al régimen con el secuestro del general Pedro Eugenio Aramburu. El objetivo del secuestro era inaugurar el movimiento y realizar un "ajusticiamiento histórico", ya que Aramburu era visto como responsable por torturas y el fusilamiento de 27 peronistas durante la represión de junio de 1956. Además, el plan de los Montoneros era matar Aramburu y canjear su cuerpo por el de Evita, que estaba desaparecido desde la caída del régimen peronista7. Con la selección argentina fuera del Mundial y con el país viviendo un momento político muy delicado, Clarín dedicó, en el período, una cantidad expresiva de sus tapas al secuestro de Aramburu. Y, confieso, que no conseguí dejar de leer este material, más por curiosidad sociológica y histórica que por considerarlo fundamental para mi investigación. De cualquier modo, Clarín envió dos corresponsales para hacer la cobertura del Mundial de 1970: los periodistas Beto Devoto y Diego Lucero.

    La primera impresión que se nota en el noticiero era de que los corresponsales propendían a informar más las hazañas de los tres representantes de América del Sur: Brasil, Perú y Uruguay. El día 5 de junio, dos días tras la victoria de la selección brasileña en el debut contra Checoslovaquia por 4 a 1, Clarín ponía en su tapa de la sección deportiva: "Brasil y Perú Salvan el Prestigio Creador". El reportaje habla de la "falta de calidad técnica" en los partidos del Mundial de 1966 y en los partidos que habían sido jugados en el primer fixture de la Copa de 1970 resaltando que "sólo Brasil y Perú salvan el prestigio del gran fútbol creador, del que tiene derecho a triunfar sobre los mecanismos negativos basados en las técnicas absurdas de la destrucción." (Clarín, 5 de junio de 1970). Es interesante notar que en este tipo de narrativa (que va repetirse durante todo el mundial) los atributos considerados de "gran fútbol" remiten a características que hablan de "creación" y "arte", muy semejantes a las narrativas brasileñas sobre el "estilo de juego" 8. En los comentarios sobre la victoria de Brasil, había una portada que decía lo siguiente: "Además está Pelé". Y el texto del reportaje hace una narrativa elogiosa del fútbol presentado por la selección brasileña, con destaque para a actuación de Pelé, referido siempre como "O Rei", escrito así mismo en portugués9. (Clarín, 4 de junio de 1970).

Pelé y Maradona
Pelé y Maradona en El Libro de Oro del Mundial, junio de 1998

    Este tipo de narrativa va aumentando a la medida que Brasil va venciendo sus partidos10. Sólo en el partido contra Uruguay fue posible notar en el noticiero una cierta propensión, aún muy blanda, de identificación con la selección uruguaya. El hecho que Brasil había conseguido continuar jugando en Guadalajara fue informado como una forma de que la selección lleva ventaja sobre un adversario que siempre le fue peligroso. Los reportajes hacían referencias a la derrota de 1950 e insinuaban que la FIFA había favorecido a Brasil, aunque por méritos de las "negociaciones de nuestros dirigentes". Una portada decía: "No Descuidan Ningún Detalle", con el siguiente texto:

"En este terreno hay que admitir que los brasileños no descuidan detalle y todos sus representantes contribuyen, en mucho por generación espontánea, a ganar simpatías (…) Brasil, ahora semifinalista, y obligado a jugar contra un rival que no le gusta nada, busca sacar la máxima ventaja, como supone jugar aquí, donde es local sin ninguna duda. Brasil ganó ayer sin mucho esfuerzo (…) Pero Uruguay es Uruguay y los brasileños lo saben" (Clarín, 15 de junio de 1970. Los destacados son míos).

Sin embargo, tras la victoria sobre Uruguay y la consecuente clasificación para la final contra Italia, los reportajes se inclinan por Brasil, hecho que, en cierta manera, llama nuestra atención, debido a la cantidad de inmigrantes italianos que residen en la Argentina. Tras vencer a Italia en la final y consagrarse tricampeón, los reportajes dejan en claro la identificación con el fútbol brasileño, como un representante del fútbol de América del Sur. En "El Mundo Volvió a Vestirse de Fútbol" (con foto de Pelé y Jairzinho)11 el texto dice lo siguiente:

"Brasil se coronó tricampeón mundial al vencer a Italia por cuatro a uno, dejando una impresión de fútbol fluido y contundente (…) Al final, comenzó a hacerse notar la enorme habilidad de los brasileños e Italia fue borrada del campo. Espectacular ceremonia final y gloria para Sudamérica…" (Clarín, 22 de junio de 1970. Los destacados son míos)

Y en "Exponente de la Verdad", el periodista asume claramente su "hinchada para Brasil". Así dice el texto:

(…) Entonces sentimos perder la objetividad porque deseábamos de todo corazón la victoria de Brasil que es la victoria de la escuela sudamericana, esa que nos pertenece también aunque arrumbada y la que responde al fútbol de más alto nivel de creación, de talento, de ingenio y de sorpresa. Por eso el 4-1 es la distancia exacta e inobjetable entre sudamericanos y europeos" (Clarín, 22 de junio de 1970)

Este forzamiento de la identidad sudamericana puede ser entendido como una manera de "construir" el sentido de "pertenencia" en ocasiones donde es imposible revivir la rivalidad en el contexto nacional, ya que un de los rivales está afuera de la competencia. No obstante, es reveladora la "hinchada explícita" del periodista y su admiración e identificación con el fútbol brasileño12.

Es importante resaltar también que la selección brasileña del '70 es referida en los diarios argentinos, comparada con otros mundiales, como "la mejor selección de todos los tiempos". En las tapas históricas de la revista El Gráfico, por ejemplo, hay una con la foto de esta selección con el siguiente subtítulo: "el inolvidable equipo de México 70". Y en el diario Olé, el que más provoca la selección brasileña, el equipo del '70 es tratado como "el equipo maravilla" y "la mejor selección de todos los tiempos".


4. El "Odio de Amar a los Brasileños": la selección de 2002 en los reportajes de Olé durante el Mundial de 2002

    Una parte de la frase del amigo de Pablo Alabarces, mencionada anteriormente, se vuelve verosímil en los análisis de los reportajes sobre el fútbol brasileño publicados en Olé. Desde el punto de vista argentino, Olé retrata, de forma ejemplar, el "odio de amar (o admirar) a los brasileños". Esto explica el origen del título de esta parte del artículo. Vamos acompañar aquí las notas sobre la selección brasileña de fútbol durante el Mundial de 2002.

    Pero antes es necesario situar el surgimiento de Olé, hablar un poco de su línea editorial y mis desconfianzas sobre una posible sociedad entre éste y el diario brasileño Lance!.

    El diario deportivo Olé surge en la Argentina en 1996, editado por el Grupo Clarín. Desde su surgimiento, Olé se vuelve muy popular, ocupando el espacio de la revista El Gráfico en sus áureos tiempos. La línea editorial del diario es altamente provocativa y burlesca. Es importante resaltar que esto ocurre no sólo en las referencias a Brasil, sino también en las rivalidades locales. Además, con relación a Brasil, el diario mantiene un "dialogo" constante con el diario deportivo brasileño Lance! (que surge tras Olé). Frecuentemente, periodistas de Lance! escriben artículos en Olé y el diario suele publicar las burlas del diario brasileño. Durante el Mundial de 1998 los dos - Olé y lance! - hicieron ediciones conjuntas, en español y en portugués, para los argentinos y brasileños que se encontraban en Francia, sede de aquel Mundial. El periodista Walter Vargas de Olé no supo decirme si hay una sociedad entre los dos diarios, pero él cree que mi hipótesis sea posible. Él me pasó un dato interesante: el periodista Leo Farinella, uno de los editores de Olé y uno de los que más se burla de Brasil, fue invitado a escribir una columna semanal en Lance!, pero rechazó la oferta por falta de tiempo. Con estas observaciones en mente, pasemos al análisis de la cobertura periodística de Olé sobre la selección brasileña en el Mundial de 2002.

    Al inicio, el diario "crea" un personaje llamado Kleber Lanatao, que sería supuestamente brasileño y escribe una columna en "portuñol". Lanatao es gordo, con los cabellos encaracolados y está siempre con la camiseta de la selección brasileña. Por causa de este personaje el diario recibió muchas cartas de lectores argentinos indignados con los editores, principalmente tras la conquista del pentacampeonato brasileño.

    La provocación a Brasil tiene su punto de partida aún antes del debut de Brasil en el Mundial. El día 1º de junio, el diario publica una portada en portugués "Que Vergonha" diciendo lo siguiente: "La imagen que regaló el Escracho brasileño antes de su debut frente a Turquía dejó bastante que desear…" (los destacados son míos). El reportaje habla del entrenamiento de la selección y critica, de manera burlesca, los jugadores titulares de Brasil por su actuación en contra de los suplentes. Notemos que la referencia a selección brasileña de "scratch" es muy común en la Argentina, no sólo para hablar de la selección de 1970 -como nosotros lo hacemos frecuentemente en Brasil- sino para referirse a cualquier selección brasileña. En este reportaje, el diario cambia el nombre por "escracho", palabra que tiene el mismo significado en portugués. Y un día antes del debut, aparece otro título provocador: "No Huyan, Cobardes: los brasileños están muertos de miedo tras la sorpresa que dio Senegal. 'Nos puede pasar los mismo', dicen, pasaporte en mano. Sorpresa sería que ganen ustedes, che" (Olé, 2 de junio de 2002. Los destacados son míos. La fotografía del reportaje muestra los jugadores titulares corriendo, como si estuvieran "huyendo", mientras los suplentes intentan agarrarlos con sogas: un ejercicio común de entrenamiento de resistencia).

    Más adelante, el diario empieza a intentar consolidar la creencia que la FIFA siempre favorece a Brasil, ya sea poniendo la selección en grupos más débiles, ya sea con la ayuda de los árbitros. A pesar de ser este el diario que más habla del tema, verifiqué en algunas narraciones deportivas y en conversaciones informales con mozos, vendedores de diarios y bibliotecarios, que esta creencia es común en la Argentina. Se dice que Brasil es frecuentemente favorecido por los arbitrajes "a pesar de no necesitar eso". Así tras el partido contra Bélgica la portada de Olé decía: "Así salen Campeones" e insinúa la ayuda del referee.

    El ápice de la provocación ocurrió antes del partido entre Brasil e Inglaterra, aunque evidenciando sentimientos ambiguos de amor y odio, de admiración y repulsa. El día 20 de junio de 2002, el diario publica un reportaje con el título "Mamá Yo Quiero: Se viene Brasil-Inglaterra y se largó la polémica:¿por quién hinchan los argentinos? Por ahora el Scratch va adelante y el que no salta es un inglés.¿Y si pierden los dos?" (Olé, 20 de junio de 2002). El reportaje publica algunas encuestas de los principales diarios argentinos. Nos llama la atención el hecho que, aunque el diario se burló todo el tiempo de Brasil, la mayoría iba a hinchar por Brasil. La encuesta de Olé revela que el 56,9 por ciento iban a hinchar para Brasil, la de Clarín, con resultado más apretado, dice que el 50,1 por ciento prefiere a Brasil y la de La Nación dice que el 53,5 por ciento hincharía para Brasil. Aún en este día, Olé publica un artículo de Leo Farinella bajo el título "Ojalá gane Inglaterra" y otro del periodista Adrián Maladeski con el título "Ojalá gane Brasil". Farinella escribe lo siguiente:

"Hay un sólo partido que quiero que Brasil gane: contra Boca. Después que pierda siempre. Que no le gane ni a Inglaterra. Los ingleses no me caen simpáticos, pero yo no mezclo (…) Yo hablo de fútbol. Y aunque muchas veces en la tribuna canté: "el que no salta es un inglés", siento que el clásico es con Brasil. Es al rival que más odio, futbolísticamente hablando. Yo soy hincha fanático de la Selección Argentina" (Olé, 20 de junio de 2002. Los destacados son míos)

    Interesante observar aquí que el periodista deja explicito que en un hipotético partido entre Brasil y Boca Juniors él hincharía por la selección brasileña (es hincha de River Plate). Esta es una de las evidencias de que las pasiones y rivalidades entre los clubes son mayores que las generadas por la selección nacional en la Argentina. Tengo la sensación de que lo mismo ocurre en Brasil. Observemos que en el partido entre Brasil y Japón por la Copa de las Confederaciones 2005, los diarios brasileños informaron que un porcentual expresivo de brasileños iba a hinchar por la selección japonesa, porque Zico era su director técnico13. Además, Farinella deja claro que Brasil es el principal rival de Argentina, en términos futbolísticos, superando la tradicional Inglaterra: "es al rival que más odio". Adrian Maladesky dice:

"Hablando de fútbol y sin Argentina en la ruta, quiero que Brasil sea campeón del mundo. Puedo ¿No? (…) Más por historia que por lo presente (…) Pero Brasil tiene a Rivaldo, más todos los Ronaldos e inhos posibles que en cualquier momento clavan un caño, un sombrero, un poco de buen gusto. Yo no puedo tenerle bronca, porque Brasil también es Caetano Veloso, Bahía, Vinicius, Sonia Braga, Falcao, el equipo del 82 (el mejor que vi en mi vida aunque ya sé fracasó)…" (Olé, 20 de junio de 2002. Los destacados son míos)

    Aquí, notemos que el periodista se utiliza de una construcción "esencializada" de "brasilidad" y de "fútbol brasileño" que habla de "arte" y "alegría", juntando fútbol con música y actriz-mujer brasileña (Sonia Braga). Resaltemos también dos cosas. Primero, el hecho de que Olé publique la columna de Maladesky al lado de la de Farinella, mostrando dos posiciones antagónicas con relación a la selección brasileña por dos periodistas argentinos, demuestra una cierta ambigüedad con relación al sentimiento que provoca nuestra selección. Odio a Brasil u odio de amar a Brasil? Segundo, la cita de la selección brasileña de 1982 es emblemática, ya que parece despertar sentimientos semejantes a los que los brasileños tiene con relación a ella. En conversaciones informales con personas que conocí ocasionalmente en Buenos Aires, la selección de 1982 es, de hecho, muy mencionada y su derrota en aquel Mundial muy lamentada. Recordemos que esta selección le ganó a Argentina por 3 a 1 en aquella ocasión.

    El día del partido contra Inglaterra (21 de junio) Olé pone en su tapa un dibujo de un luchador de sumo aplastando los jugadores Beckham y Ronaldo (también dibujados). El título decía: "Sumo Placer" (un juego de palabras con el arte marcial "sumo") y el subtítulo decía que "juegan Inglaterra-Brasil y Olé te cuenta lo que debe ocurrir para que pierdan nuestros dos enemigos" (Olé, 21 de junio de 2002). Aquí, Brasil e Inglaterra están en pie de igualdad en el tema rivalidad con los argentinos. Si tenemos en cuenta las encuestas mencionadas anteriormente y las columnas de Farinella y Maladesky podemos concluir que los dos equipos son actualmente los mayores rivales de Inglaterra, siendo que Brasil provoca un sentimiento explícito de admiración y, algunas veces, de identificación sudamericana, principalmente cuando la Argentina está fuera de la competencia14.

    Quizá para "consolar" a los argentinos que ya estaban fuera del Mundial, justamente porque perdieron contra Inglaterra, Olé publica otra encuesta de FIFA sobre los mejores jugadores de todos los tiempos bajo el título "Blanco sobre Negro" con el texto: "Era hora de que se acabara esta estéril discusao: igual que hace un mes, Diego arrasó en otra mega encuesta de la FIFA y volvió a dejar claro que es más grande que Pelé. Llora Brasil". Notemos que la palabra discusión está en "portuñol". El diario hace eso con mucha frecuencia. Podemos interpretar esto como burla, pero también como una relación ambigua con Brasil, mezclando "bronca" con "admiración". El título "Blanco sobre Negro" puede contener connotaciones racistas, pero no exactamente una referencia a Brasil. Es como se fuera un "racismo" impregnado en el idioma, que también ocurre en la lengua portuguesa. O sea, aquí lo que se quiere decir es "vamos a aclarar una cosa". El reportaje muestra también que Roberto Carlos y Romário estaban en esta selección y que había muchos votos para Zico, Bebeto y Garrincha. Maradona había obtenido 111.035 votos mientras que Pelé obtuvo 107.539. Ahí el diario reproduce en un dibujo un césped de fútbol con todos los 11 jugadores electos y dicen que, como Pelé no va a aceptar a jugar con la camiseta 9, ellos van a ponerlo como suplente con la camiseta 13. El dibujo muestra Pelé, de costado, con la cabeza mirando hacia abajo y al lado el siguiente epígrafe: "Pelé que Debutó con un Garoto". Notemos también que este "hecho" de que Pelé hubiera tenido su primera relación sexual con un "garoto" (ellos escriben la palabra en portugués) es muy difundida en la Argentina. Yo nunca había leído o escuchado algo sobre eso y también no encontré esta referencia en los diarios brasileños. Amigos brasileños también me dijeron no saber nada sobre este "hecho"15. La difusión de este supuesto "hecho" en la Argentina corrobora la burla que los argentinos suelen hacer de los brasileños, en las canchas de fútbol, como "putos" (homosexuales). Sobre ello, debo decir que las dos músicas que los argentinos suelen cantar en las canchas en partidos en contra Brasil poseen connotaciones racistas (o estereotipadas) y homofóbicas16.

    Tras la victoria sobre Inglaterra, Olé trató de primero desmoralizar el jugador inglés Beckham, con fotos de él acostado en el suelo y subtítulos como "spice girl", pero en las páginas internas del diario observamos elogios a Ronaldinho Gaúcho en "Mister Desequilibrio", reportaje que decía, entre otras cosas, que "Ronaldinho Gaucho marcó la diferencia para el Scratch: apiló a varios ingleses para asistir a Rivaldo y engañó a Seaman en el tiro libre" (Olé, 22 de junio de 2002). Aquí el término "scratch" está escrito como normalmente aparece en los diarios argentinos. Al mismo tiempo el artículo de Farinella habla de las debilidades de los adversarios de Brasil, de victorias por afano y critica la selección Alemania, como otro adversario débil que Brasil iba a enfrentar, minimizando así la "hazaña" de Brasil en llegar a la final

    Sin embargo, lo que más llama la atención en la cobertura de Olé durante el Mundial de 2002, es el hecho que, con toda la burla y provocación, la mayoría iba a hinchar para Brasil en la final. Así, en vísperas de la final contra Alemania, el diario publica en dos páginas dos encuestas sobre las preferencias de los argentinos. La primera se concentra en los periodistas del Olé y en personalidades y periodistas de otros diarios - un total de 93 personas. El resultado dice que el 78,5 por ciento (73 votos) creían que Brasil iba a ganar de Alemania. Al lado de la publicación de la encuesta tenemos lo siguiente texto:

"Acá manda la razón: los periodistas de Olé y varias figuras destacadas del fútbol argentino pensaron un buen rato y, despojados de cualquier sentimiento, dieron su veredicto. Y no hay lugar para la discusión: Brasil es claro candidato a ganarle a Alemania y lograr su quinto título mundial. Vamos hermanos brasileños, tienen nuestra confianza, no se van a caer ahora, ¿no?" (Olé, 29 de junio de 2002).

    Es cierto que la ultima frase está cargada de ironía, pero la encuesta podría no haber sido publicada o podría haber sido menos destacada. O sea, la publicación y el destacado dado a ella pueden estar evidenciando la ambigüedad del sentimiento con relación a Brasil. Amor, odio u "odio de amar"? En la otra página, tenemos una encuesta realizada con 10801 internautas en la página web de Olé y ahí leemos que el 55,6 por ciento (6.030 votos) preferirían que Brasil ganara el Mundial. Notemos que Brasil iba para su pentacampeonato, mientras Alemania iba para su tetra, lo que hace que la "mirada" del argentino sobre Brasil sea aún más emblemática. Hipotéticamente pensando, ¿será que tendríamos resultados semejantes en un enfrentamiento final entre Argentina y Alemania en las mismas condiciones? El texto dice lo siguiente:

"Acá manda el corazón. La encuesta en la página web de Olé también es clara: la gente se expresó y decidió mayoritariamente que desea que el equipo de Scolari gane el penta. Pesó, seguramente, la última final perdida por Argentina en 1990 con un penal escandaloso. Vamos, hermanos brasileños, tienen nuestra confianza, no se van a caer ahora, ¿no?" (Olé, 29 de junio de 2002).

    La ironía continúa en la última frase. De cualquier forma, no deja de ser reveladora la preferencia por Brasil, aún más entre los lectores de un diario que burló y provocó a la selección brasileña durante todo el Mundial.

    En víspera del partido contra Alemania, Olé vuelve a provocar la selección con el siguiente título en la tapa: "Vamos Brasil, como en el '98". Y el texto comienza de la siguiente manera: "Llega la final y el Scratch quiere el desquite del 0-3 que se comió en Francia. Tranqui, Ronaldo: si no es mañana, probá en el 2006" (Olé, 30 de junio de 2002)

    Sin embargo, tras la victoria de Brasil lo que observamos son varios reportajes elogiando a la selección, principalmente a Ronaldinho, muchas publicaciones ofensivas de cartas de brasileños, algunas de argentinos quejándose de estas publicaciones, un artículo sobre todos los mundiales conquistados por Brasil y una serie de notas con personalidades relacionadas al universo futbolístico argentino bajo el título: "Porque Ellos y no Nosotros". Podemos especular sobre la razón de estas publicaciones de cartas de los brasileños burlándose de los argentinos. Una razón puede ser que sea para demostrar que el diario está abierto a todo tipo de opinión, o sea que se trata de de un "medio democrático". Otra razón puede ser a de intentar estimular aún más la rivalidad.

    En la nota sobre todos los Mundiales vencidos por Brasil, la parte que se refiere a la selección de 1970 está bajo el título: "El Equipo Maravilla". Y el texto que está abajo dice: "casi todos eran creadores, con un solista impresionante como Pelé. Fue acaso la mejor selección de todos los tiempos. En la final dio una clase magistral de fútbol" (Olé, 1º de julio de 2002).

    En la serie de reportajes sobre "porque ellos y no nosotros", la que más me llama la atención fue la que escribió Roberto Perfumo, ex-jugador de fútbol del Cruzeiro en los años '70 y actualmente periodista de Olé y de un programa de televisión. En un momento Perfumo escribe: "La envidia es mutua: el jugador argentino es mejor por su capacidad de manejar situaciones que se presentan. El brasileño es más dotado técnicamente. Se necesitan las dos cosas" (Olé, 1º de junio de 2002). Él refuerza su argumento con lo que supuestamente le había dicho Dirceu Lopes, su compañero en los tiempos en que eran compañeros en Cruzeiro. El artículo busca demostrar que los brasileños son más habilidosos, mientras que los argentinos serían más fuertes y capaces de adaptarse mejor a condiciones adversas. Esta opinión de Perfumo es compartida por varias personas que conversé informalmente en la Argentina, como también por varios reportajes del diario, principalmente los que fueran publicados en el período de los dos partidos entre Brasil y Argentina en 2005. Refuerza un estereotipo dominante en el universo futbolístico argentino y, creo, en el brasileño también. No obstante, es revelador notar que la ocurrencia "fuerza" es antagónica a las "construcciones" iniciales del fútbol argentino como nos muestran Alabarces (2002) y Archetti (2003). Esta ocurrencia parece ser más puesta en escena en los enfrentamientos con Brasil, visto por "ellos" como el país del "jogo bonito", como veremos adelante.


5. "Jogo Bonito" o la argentina "abrasileirada": Brasil y Argentina en los reportajes de Clarín, Olé y La Nación entre los días 6 y 10 de junio de 2005

    Los dos partidos entre las selecciones de Brasil y Argentina en un espacio de 21 días durante el mes de junio de 2005 no estaban en el plan de trabajo de mi proyecto. El primero partido podría haber estado, ya que se trataba de un partido por las eliminatorias del Mundial 2006 y yo podría haber consultado los fixtures. Pero el segundo partido no podría estar, pues ocurrió por fuerza de las circunstancias deportivas durante la Copa de las Confederaciones, realizada en Alemania en 2005. De cualquier forma, fue muy importante reunir el material periodístico durante los dos períodos y mi presencia in loco en Buenos Aires en las dos ocasiones.

    A partir de estos dos enfrentamientos, empiezo a sostener una hipótesis que puede venir a responder a una pregunta del proyecto original. Si para los periodistas argentinos la "esencia" del fútbol argentino está en el "fútbol criollo", no inglés, y su más notable emblema es lo que suele llamarse de "gambeta", característica típica de los "potreros"17, para los articulistas brasileños (principalmente el periodista Mario Filho, con el "aval" del sociólogo Gilberto Freyre18), la "esencia" del fútbol brasileño está en el "drible", en el "jogo de cintura", en la "malandragem", características que no se aprenden en las escuelas pero sí en los "campos de pelada", en el "fútbol de la calle", y donde su principal personaje es el negro, el mestizo, el "fútbol que no es blanco". O sea, los argentinos "construyeron" una imagen de fútbol nacional muy semejante a de los brasileños. Entonces ¿qué es lo que ellos hacen cuando miran a los brasileños? ¿Se identifican con ellos o construyen otro sentido de "argentinidad" que no estaría basado en el "criollismo"? No es una pregunta fácil de ser respondida terminantemente. En el Mundial de 1970, mostramos la existencia de una identificación con el fútbol brasileño, que estaría representando, en última instancia, la "escuela sudamericana". Sin embargo, en los enfrentamientos recientes ocurridos en 2005, lo que observamos es que al enfrentarse con el fútbol brasileño, el argentino "cambia su identidad" y trae para sí un elemento más "europeizado" que sería la "fuerza" o la "garra". Esto no es lo mismo que decir que no hay este elemento en el imaginario de la construcción del fútbol argentino, pero sí que ocupa un lugar secundario en los enfrentamientos con otros equipos, principalmente con los equipos europeos, dónde se prioriza el fútbol "criollo", basado, en última instancia, en la "gambeta" En estos partidos contra Brasil, quedó evidente la creencia difundida aquí de que los brasileños son los dueños del "jogo bonito", escrito tal cual en portugués. O sea, la identidad del fútbol argentino más relacionada al "fútbol-arte" se transforma frente a Brasil19, visto como emblema del "fútbol-arte" o "jogo bonito".

    Unas palabras antes de empezar el análisis del material periodístico sobre el partido Brasil-Argentina por las eliminatorias 2006. Vi el partido entre Brasil y Paraguay, ganado por Brasil por 4 a 1, en un canal de televisión argentino. Anoté algunos pasajes de la narración que considero reveladoras de la "mirada" argentina sobre el fútbol brasileño: a) "Ellos juegan divirtiéndose" (cuando el partido estaba 2 a 0), b) "Ahora para los amantes del buen fútbol: todo el lujo del fútbol brasileño" (tras el tercero gol de Brasil) e, c) "La magia y la fantasía del jugador brasileño" (tras una gambeta de Kaká). Las tres frases fueran dicha en un tono emocionado.

    Sin embargo, el comentarista afirmó que los dos primeros goles de Brasil fueran resultados de penales inexistentes (el narrador disentía abiertamente con el comentarista), a pesar de dejar claro que la selección vencería de cualquier modo. La "expectativa" del locutor por ver la selección de Brasil "jugar bonito"era notoria y me llamó la atención. En el material recolectado (pero todavía no analizado) sobre los Mundiales de 1994 y 1998 tuve le a sensación de que se esperaba ver al Brasil "jugar bonito" y se criticaba siempre si eso no ocurría. Dicho eso, pasemos para el análisis de los diarios.

    Empecemos por Olé. El día 6 de junio, tras la victoria sobre Paraguay, el diario puso en el rincón izquierdo de la tapa: "No lo mires fijo que te cobran penal", con el texto diciendo que "con fallos polémicos, Brasil se puso 2-0. Y después, baile y floreo". Una vez más, Olé intenta consolidar la creencia de que los arbitrajes favorecen a Brasil. No obstante, al lado aparece una foto de Simeone, ex jugador de la selección argentina y que estaba promoviendo el partido en el país, con la siguiente frase "El Cholo, Símbolo de la Selección: 'Brasil saca cracks y Argentina, grandes jugadores'". Esta frase de Simeone será discutida y repetida varias veces, principalmente cuando la selección de Brasil vence la Copa de las Confederaciones. En la página 6 del diario, observamos un artículo de Oscar Ruggeri hablando del "talento" de Brasil pero al mismo tiempo enfatizando: "pero ojo que el del miércoles es un clásico. Tienen que jugar nada menos que contra Argentina y en Buenos Aires. E históricamente, a ellos siempre se les complica cuando tienen que venir a jugar acá". Esta fue una creencia muy difundida en este período: que la selección brasileña "tiembla" cuando juega contra Argentina, principalmente cuando el partido es en el Monumental de Núñez. La frase completa de Simeone está en la página 9 del diario del mismo día: "La diferencia es que ellos siguen sacando cracks, como Rivaldo, Ronaldinho, Ronaldo, Kaká, Romário…Y nosotros tenemos un montón de grandes jugadores, pero que se abastecen del equipo. Si el equipo responde, las individualidades argentinas son mejores. Pero Brasil tiene este don de ganarte con la inspiración de uno."(Los destacados son míos).

    En el reportaje sobre la victoria sobre Paraguay, el título dice: "Vienen Sambando". El texto vuelve a enfatizar que los penales no existieron, pero deja claro que Brasil no los necesitaba para vencer. La creencia de que Brasil se "achica" aquí es corroborada por el periodista Ricardo Gotta: "El miércoles será otra historia. La Selección. En Buenos Aires. El clásico. Las camisetas. Los antecedentes." (Olé, 6 de junio de 2005).

    También La Nación del mismo día puso en un rincón en la parte superior de la portada, lo que evidencia el valor dado al partido: "Ya llegó el dream team" y en la sección deportiva hay una foto del delantero argentino Crespo diciendo que "Brasil es el dream team". Lo más interesante de esta edición fue el artículo del columnista Juan Pablo Varsky que está en la última página de la sección deportiva. El título del artículo es "Ronaldinho, el artista alegre" (con foto de Ronaldinho riendo). El texto dice en algunos pasajes: "Ronaldinho ama al fútbol. Lo disfruta, se divierte, transmite alegría. Hasta sus adversarios lo entienden. Aun cuando son humillados por algún truco de su mágico repertorio (los destacados son míos). Más adelante el periodista dice que la marca del fútbol del sur de Brasil es más parecida con la "rioplatense", que no es de "juego bonito", pero de "estilos combativos como Dunga". Él termina el artículo diciendo que "Ronaldinho Gaucho es simplemente irresistible. Por eso, también nosotros estamos contando las horas para verlo jugar 90 minutos" (los destacados son míos).

    Tenemos aquí los estereotipos de las "esencializaciones" que los propios brasileños hacen de sí: "alegría", "magia" y "arte". Aún más interesante es leer que los argentinos "están contando las horas para ver Ronaldinho Gaucho por 90 minutos." Es una declaración de admiración explicita, de expectativa por ver uno de los profesionales del "fútbol-arte"que, junto con otros reportajes, parece estar corroborando la frase de que los argentinos "odian amar a los brasileños".

    El día 7 de junio, Olé publica una entrevista a Caniggia para hablar sobre la victoria de la selección argentina sobre la brasileña, por 1 a 0, en el Mundial de 1990. Este partido es muy comentado en la Argentina. Al lado de la entrevista de Caniggia hablando de la importancia de aquella victoria, tenemos la columna de Farinella que dice que aquel partido debería ser 2 a 0, pero "afanaron un gol 'legítimo'". De cualquier forma, el rememorar esta victoria "agiganta" la argentina ante a un rival que viene "agrandado", conforme ellos escribían, y van creando un "clima de igualdad" para el clásico.

    Clarín del mismo día, por ejemplo, publica como reportaje más importante para el partido que "La Selección tiene su R" y ahí publica una entrevista con Riquelme diciendo que "la selección argentina es la mejor del mundo", discordando frontalmente de Simeone y otros.

    La Nación del día 7 de junio publica en la sección deportiva un reportaje bajo el título: "Difícil, pero no imposible". Y el texto se inicia así:

    "El espíritu colectivo de la Argentina y la distribución de los volantes de la Argentina serán vitales para superar el brillo individual de los brasileños". "Respeto, admiración, atención…, es lógico. Pero ¿sumisión y temor también? Algunas voces asumen su inferioridad con relación al penta campeón mundial. Puede ser un juego dialéctico para trasladar de vereda la presión, o sinceras confesiones" (La Nación, 7 de junio de 2002. Los destacados son míos)

    Es evidente en el texto arriba el accionamiento de atributos "menos criollitas" (de las "construcciones" sobre la "esencia" del fútbol argentino) para poder vencer a los que tiene "brillo individual".

    El día 8 de junio, día del enfrentamiento, los tres diarios traían en la tapa la foto de Maradona abrazado a Ronaldinho Gaúcho. Clarín puso en el subtítulo de la foto: "El más grande y su discípulo". Dentro el reportaje dice "El abrazo del fútbol: lo de lunes fue un auténtico abrazo de fútbol entre el jugador más extraordinario que dio la historia, Diego Maradona, y su posible heredero, Ronaldinho" (Clarín, 8 de junio de 2005. Los destacados son míos). OléOlé, 8 de junio de 2005). Observemos ahí la expresión "jogo bonito", en portugués, como es frecuentemente escrita aquí al referirse a Brasil. La imagen de Maradona abrazado a Ronaldinho es un recurso de accionamiento de la memoria de un pasado reciente donde el mito de la "gambeta" y del "fútbol criollo" estaba en evidencia en la Argentina. Esto demuestra la tensión entre la "construcción" del fútbol argentino con elementos semejantes a los de la "construcción" del fútbol brasileño y los atributos "europeizados" accionados en el enfrentamiento con Brasil.

    Tras la victoria de Argentina por 3 a 1, los tres diarios publicaron reportajes con fotos en sus tapas. En Clarín, tenemos casi toda la tapa ocupada por una foto de Crespo y Riquelme bajo el título: "Argentina Gozó con Brasil y va al Mundial". En la sección deportiva tenemos, entre otros títulos semejantes, que "el brillo propio de la selección apagó a las estrellas de Brasil" (Clarín, 8 de junio de 2005. Los destacados son míos). Y el columnista Héctor Cardoso termina así su artículo "por eso la alegría esta vez fue sólo Argentina20" (Clarín, 8 de junio de 2005. Los destacados son míos)

    En La Nación, el artículo de Daniel Arcucci bajo el título "Un Partido para cambiar la historia" dice lo siguiente:

"Seguramente la foto que mejor vendió el partido fue aquella en la que aparecía Ronaldinho con… Maradona. Nada resultaba más preciso para definir al partido antes del partido: hoy por hoy, la Argentina debía recurrir a la historia -y a la más rica- para oponerse a los Ronaldinho (…) Hoy la Argentina debe recurrir más que nunca al conjunto para oponerse a las individualidades" (La Nación, 9 de junio de 2005. Los destacados son míos)

    Una vez más estamos frente a una narrativa que explicita la tensión entre "jogo bonito" basado en las "individualidades" y el fútbol mas "colectivo", más "táctico". Observemos que esta tensión también aparece en Brasil en términos de lo que suele llamar de "fútbol-arte" y "fútbol de resultados". Esta tensión apareció con más intensidad principalmente tras la derrota de la selección de 1982 y la victoria de la selección del '94. Sin embargo, creo que la tensión, como está ubicada en este contexto en los diarios argentinos, se inclina por la admiración al "jogo bonito", que sería una "marca registrada" del fútbol brasileño, a pesar de estar presente también en la "construcción" del fútbol argentino. Las narrativas de los diarios plantean en este momento que la selección argentina consigue derrotar al "jogo bonito" agregando un atributo que podemos llamar de más "europeizado" en la "construcción" del fútbol europeo (o del fútbol inglés): el juego colectivo, a "fuerza", a "garra".

    En Olé, entre varias ironías (como por ejemplo referencias a que tipo de agua la selección brasileña había bebido21), tenemos la columna de Farinella diciendo lo siguiente "Parece una cosa de locos, pero la diferencia de jerarquía individual se invirtió: los cracks no eran ellos, eran los nuestros. Para no exagerar, porque después en el Mundial los negritos se despiertan, digamos que anoche los cracks fueron los nuestros" (Olé, 9 de junio de 2005. Los destacados son míos). A pesar de los estereotipos y del prejuicio ("negritos") Farinella también evidencia la tensión mencionada arriba, pero diciendo que "ellos" fueron "nosotros", que el "jogo bonito" fue el de los argentinos, al mismo tiempo aconseja a no exagerar pues los "negritos" pueden despertarse en el Mundial y traer para sí el "jogo bonito", "afanado" por los argentinos en este partido.

     El material más emblemático y expresivo de este período fue publicado en las páginas 20 y 21 de Olé el día 10 de junio: una foto de la selección argentina, con los once jugadores que jugaron aquello partido. Sólo que la foto está "trucada". Todos los jugadores están oscurecidos y con los labios gruesos, como se fueran negros. Abajo de la foto, en el rincón derecho, está escrito en portugués: "Jogo Bonito". ¿Qué es lo que esta fotografía quiere decir? ¿Prejuicio o estereotipo? Notemos que, de hecho, en aquella selección brasileña sólo Kaká era blanco. Por eso, apuesto más en la idea de estereotipo. Era como si la foto estuviera diciendo todo aquello que Farinella y otros estaban planteando. Algo como: en este partido "nosotros" fuimos "ustedes", "nosotros" fuimos "brasileños". O: "nosotros" también sabemos "jugar bonito", pero para eso, necesitamos "abrasileirarnos"". Estamos ante la expresión de prejuicio racial o ante la admisión de la legendaria hazaña deportiva del "otro", en este caso, el "brasileño" o mejor, el "negro brasileño"? La imagen moviliza emociones ambiguas: desprecio por la superioridad deportiva y racial que no era tal (por lo menos en este día de junio) o una forma de ostentar uno de los rasgos diferenciales del "otro": su raza, su estirpe negra de campeones históricos? Son cuestiones importantes a ser pensadas22. Averigüé en Internet y descubrí que fue un equipo publicitario quien creó la foto. Y allá ellos decían que la "pieza publicitaria" fue creada con picardía y respeto. Era una "burla respetuosa" o como lo puse en el título de este apartado: era la Argentina "abrasileirada".

    Esta tensión entre "fútbol criollo", "jogo bonito" y "garra" va a continuar, pero con un tono distinto, en el enfrentamiento siguiente.

6. "Jogo Bonito" o el "Brasil Brasileño": Brasil y Argentina en los reportajes de Clarín, Olé y La Nación entre los días 28 y 30 de junio de 2005

    Brasil y Argentina se clasificaran para la final de la Copa de las Confederaciones realizada en Alemania en 2005. Así, 21 días después del partido realizado en Buenos Aires tendríamos otro "duelo". Al mismo tiempo ocurriría también un partido entre los equipos sub 20 por las semifinales y un otro entre Sao Paulo y River Plate por la Copa Libertadores de América. Este hecho -tres enfrentamientos- fue muy divulgado en la prensa argentina. Producto de la victoria en las eliminatorias, las notas antes del partido estaban cargadas de un tono más optimista que los reportajes antes del partido del día 8 de junio. El elemento "europeo" fue menos accionado aquí que antes de aquello enfrentamiento.

    Olé del día 28 de junio pone en su tapa un muñeco de Pelé (el rostro es una foto de Pelé) todo inmovilizado, como se fuera un "vudú". El título del reportaje era "Que Gane El Mejor" y el texto decía: "Hoy debutamos con los pibes y mañana vs. los hijos mayores. Argentina-Brasil, el mayor duelo del fútbol mundial, dos días en continuado a pura final. Vamos muchachos, no nos pinchen la ilusión". Dentro del diario el columnista Tomás Sanz escribía:

"También mañana juegan River-San Pablo, que no son selecciones pero que inevitablemente remiten al clima de clásico -el mejor del mundo- entre la blanca y celeste y la verde y amarilla. El choque con Uruguay, una lástima, ha dejado de tener esas características. Así que el ´tour dos días de Argentina-Brasil, visita guiada`, convoca más que nunca. En fin, una mitad de semana movidita. Como para no perdérsela" (Olé, 28 de junio de 2005. Los destacados son míos)

    El texto deja claro el tono de igualdad. Ya Roberto Perfumo corrobora la idea de la "fuerza argentina" en los enfrentamientos con Brasil, del "supuesto miedo" de los brasileños en estas ocasiones, pero desplegando esta "creencia" a toda Europa: "Hay respeto por la celeste y blanca" - "La selección mayor y el sub 20 consolidan en Europa la imagen de un fútbol que mete miedo".

    En La Nación del mismo día, el columnista Daniel Arcucci escribe:

    Hoy por hoy, nada vende mejor al fútbol en el mundo que un clásico entre la Argentina y Brasil. Y la sucesión de dos de ellos, en diferentes categorías, en distintos países de Europa, permite jugar con la imagen fantástica de un mega espectáculo itinerante (…) La verdad es que no hay en el planeta fútbol un clásico que se pueda comparar con éste: siete títulos mundiales sobre el campo de juego, una rivalidad histórica marcada por la cercanía geográfica y por el duelo de estilos, los nombres de los dos más grandes jugadores de la historia como reyes y muchos príncipes de cada lado disputando la herencia" (La Nación, 28 de junio. Los destacados son míos)

    Aquí, el texto habla de un duelo de estilos, sin especificar que estilos son estos, pero se refiere a Pelé y Maradona como los más grandes de la historia. Es importante observar que estas notas, al revés de las notas antes del partido por las eliminatorias, presentan una narrativa de igualdad entre las dos selecciones.

    El día 29 de junio, tras la vitoria argentina sobre Brasil en la sub 20, Olé trae en la tapa una fotografía de Lionel Messi (jugador y mayor "revelación" de la selección argentina en aquel torneo) con el título: "O Rei: Messi es el Diego del sub 20...", sólo que al lado de la letra "o" aparece el "muñeco-vudú" de Pelé. Observemos también el título en portugués: "O Rei" precedido de la frase que dice que "Messi es el Diego del sub 20". Es una ironía a la referencia común a Pelé, como "O Rei". Pero aquí "O Rei" es Diego y Messi su heredero. Dentro hay un reportaje con la foto de Adriano en frente a un cartel escrito "Argentina". El subtítulo de la foto dice: "Adriano, fíjate que el cartel de atrás mete miedo". Una vez más, estamos ante la creencia de que la selección brasileña teme la de Argentina. Tenemos aún una nota con el título "¿Y vos de qué te reís? Los brasileños armaron una scola de samba en la práctica. A ver si se les borra la sonrisa" Encima de la página el "muñeco-vudú" de Pelé. Notemos el intento de escribir escuela en portugués. El enviado especial Marcelo Sottile parece molesto con lo que él califica como "alegría brasileña", al revés de los reportajes antes del partido del día 8 de junio que enaltecían la "alegría" y termina su reportaje así: "los brasileños, ya derrotados hace 21 días en el Monumental, para preguntarles de qué se ríen…".

    Daniel Córdoba escribe que después de hace mucho tiempo la Argentina:

"enfrentará a Brasil a la brasileña o a la argentina, siendo ésta una de las tantas formas que puede encarar compromisos internacionales. Brasil siempre es Brasil, con cualquier DT. Argentina varió su identidad cada vez que asumió un técnico. Y la elegida en este caso se asemeja muchísimo a la brasileña" (Olé, 29 de junio de 2005. Los destacados son míos)

    Aquí tenemos la corroboración de una creencia que aparece muchas veces en el los medios argentinos que la selección brasileña nunca abandona su estilo de juego. Sin embargo, tenemos también una narrativa más optimista que dice, en tono elogioso, que esta selección argentina se parece mucho con la brasileña.

    Tras la derrota por 4 a 1 y la conquista de Brasil en la Copa de las Confederaciones, Clarín y La Nación pusieron fotos de los jugadores argentinos de cabeza baja, recibiendo la medalla de vicecampeones, en la tapa de sus ediciones. La Nación puso el siguiente título para la foto: "La alegría fue sólo brasileña". Y el texto decía: "El fútbol argentino vivió un día de desilusión ante el poderío que mostró su vecino brasileño (…) Brasil goleó a la Argentina por 4 a 1 con un juego de alto vuelo y contundencia (La Nación, 30 de junio de 2005). En la sección deportiva, la tapa trae una foto de Aimar con Riquelme en el suelo bajo el título "Por demolición". El texto dice: Brasil demostró por qué es el mejor del mundo, vapuleó a la Argentina por 4-1 con un fútbol técnico y contundente…" (La Nación, 30 de junio de 2005. Los destacados son míos). El enviado especial Daniel Arcucci escribe:

"La imagen era la misma, repetida tantas veces en los últimos años que ya invita al peligroso acostumbramiento. Brasil levantando una Copa por allá, Argentina lamentándose por acá. Los cracks con camiseta verdeamarelha, los buenos jugadores con camiseta argentina. Las finales de ellos, los partidos nuestros" (La Nación, 30 de junio de 2005. Los destacados son míos)

    La frase de Simeone antes del primer partido es destacada en varias notas. Aún en el mismo reportaje Arcucci apunta "Los diez golpes que llevaron al knock-out". Vale la pena citar las razones número 9 y 10. La razón 9 decía lo siguiente: "Porque se provocó al monstruo. Durante toda esta Copa de las Confederaciones, Brasil trabajó sobre los errores en el Monumental…". Y la razón 10 remite a la frase de Simeone: "Finalmente, porque la máxima de Simeone, tiene más vigencia que nunca: Brasil tiene cracks. La Argentina buenos jugadores."

    Clarín, con foto semejante a La Nación, puso en el título de la tapa: "La derrota que más duele". Y en la sección deportiva hicieron un "juego de palabras": "Día de Miércoles". Una referencia a las dos derrotas: la de la selección y la de River Plate contra Sao Paulo. Un artículo de Miguel Vicente termina así:

La selección se llenó de entusiasmo porque enfrente estaba el rival que había vapuleado poco tiempo atrás y ante quien había festejado la clasificación para Alemania 2006. Pero quedó claro que el potencial de Brasil es de otra categoría que supera ampliamente el buen material que pueda tener Argentina" (Clarín, 30 de junio de 2005. Los destacados son del diario)

Y el periodista Miguel Bossio escribe:

"Aquí, en la Manhattan Alemana, quedó comprobada una vez más la máxima que anda dando vueltas desde hace tiempo en el mundo futbolero: que Argentina cuenta con muchos buenos jugadores, sí pero que Brasil es el único que tiene los cracks." (Clarín, 30 de junio de 2005)

O sea, la frase de Simeone gana una dimensión expresiva tras la derrota y corrobora la creencia del "jogo bonito" como una marca registrada de Brasil. De forma aún más emblemática el texto de este reportaje termina así:

"comenzaron a escucharse tambores. Y ruidos. Era todo el plantel de Brasil que, tras las duchas y al ritmo de pagode que tanto le gusta a Ronaldinho, hicieron un trencito y recorrieron el serpenteado camino de la zona mixta cantando alegremente. No hablaron con la prensa, pero a nadie le importó: dieron una lección de alegría difícil de imitar. Muy difícil…" (Clarín, 30 de junio de 2005. Los destacados son míos)

    Aquí estamos ante el tema de la alegría y toda su dimensión mítica. La narrativa parece afirmarse en el "supuesto hecho" de que Argentina no tiene "alegría". Es interesante observar también que en la sección cultural del diario, este mismo día, había una tira humorística con los mapas de Brasil y de la Argentina, con el siguiente subtítulo: ¡Una transfusión de alegría, por favooor!"

    Por su parte Olé publicó una de sus tapas más famosas. Varios diarios brasileños informaron el hecho y, según el propio Olé, diarios de todo el mundo. En la tapa sólo había el siguiente texto en un fondo amarillo: "ERROR: 30-06-2005. Por razones técnicas no se pudo imprimir esta tapa. Disculpen, hasta mañana" (Olé, 30 de junio de 2005). Dentro del diario el artículo de Walter Vargas tenía como título: "A soñar, sin olvidar que son mejores" y decía que "ellos tienen cinco o seis jugadores extraordinarios y muchos muy buenos, que cuánto más los exigen mejor rinden". En un tono aún más elogioso, el reportaje de Marcelo Sottile, el mismo periodista que parecía molesto con la "alegría" brasileña antes del partido, tenía como título: "Felicitaciones: por un rato dan ganas de aplaudir a Brasil". Y el texto empieza advirtiendo al argentino fanático para no leer la nota pues "por un día, o por un rato dan ganas de aplaudir a Brasil con más envidia que odio por el talento ajeno" (Olé, 30 de junio de 2002. Los destacados son míos). El periodista habla de "batucada" y dice que:

"Así se muestran. Bailando con sus mejores sonrisas, cantando ante ojos extraños como un grupo que se divierte sin que los rivales le saquen la pelota. Porque son así, son profesionales del juego bonito, Y en la cancha suelen mostrar los dientes (…) Como supo decir Simeone: Brasil tiene varios cracks. La Selección grandes jugadores. Entonces, cuando ellos se encienden el mismo día ya a la misma hora -como esta vez, Adriano, Ronaldinho y Kaká-, no se los detiene ni con orden de captura internacional (….) A decirlo de una vez: felicitaciones. Igual. Maradona es argentino. Y fue mejor que Pelé…" (Olé, 30 de junio de 2005)

    La narrativa enfatiza la admiración por el fútbol brasileño, con todos los estereotipos "construidos" de "alegría" y "diversión". De esta vez, "jogo bonito" aparece en español: "juego bonito". Fue la primera vez que lo vi así. Creo no encontrar ningún significado especial. Sin embargo, resaltemos que al final, luego después de "felicitaciones", viene como un efecto consolador la frase que "Maradona es argentino y fue mejor que Pelé". O sea, sí en la "mirada" argentina, la marca del fútbol brasileño es el "jogo bonito" -que tal vez sea el ideal del "fútbol criollo"-, el jugador que más supo jugar así es, en esta narrativa, argentino. La referencia a Maradona en los dos enfrentamientos contra Brasil en 2005 es emblemática. Pues si en estos partidos la selección argentina buscó atributos considerados más "europeos" -fútbol colectivo, marcación y fuerza- la figura de Maradona seria el contrapunto de estos atributos, remetiendo el lector a la "construcción" inicial del fútbol argentino.

7. Consideraciones Finales

    Frecuentemente nos inclinamos a mirar el "otro" de forma "homogénea". Y, en este proceso, los recursos puestos en juego son invariablemente los estereotipos. Las relaciones entre brasileños y argentinos no podrían estar inmunes a este proceso de homogenización con el uso de estereotipos para "mirar" el "otro", principalmente en un terreno donde las rivalidades se vuelven más intensas. En el análisis del material estudiado quedó evidenciada la estereotipización en la "mirada" argentina sobre el fútbol brasileño. Características como "alegría", "diversión", "habilidad" y "individualismo" son vistas como marcas intrínsecas al jugador o al fútbol brasileño. Y todas ellas juntas forman lo que se denominó llamar de "jogo bonito". El conjunto de estas narrativas parece enfatizar más admiración que "odio". No obstante, es interesante resaltar que el fútbol argentino fue "construido" teniendo como base el "criollismo", con atributos como "gambeta" y "fútbol-arte" en oposición a la "rigidez de esquemas tácticos", entendida como "fútbol-fuerza", donde el principal antagonista sería el inglés, de forma particular, y el europeo, de forma general. ¿Qué es lo que hacen entonces los argentinos cuando "miran" a su vecino que "construyó" su fútbol y bases semejantes? Por el análisis del material del Mundial de 1970, la "mirada" demarcaba una identificación con Brasil, que representaba entonces la "escuela sudamericana". Como resaltamos anteriormente, el hecho de que Argentina no participó en aquel Mundial puede haber sido una de las razones para el accionamiento de esta identificación, como una forma de "construir" la pertenencia. Aún así, considero el hecho relevante. Pero por los análisis de los enfrentamientos de 2005, observamos un "cambio" en la identidad argentina. Elementos generalmente más accesorios aparecen en primer plano: la "fuerza", el fútbol colectivo, que serían en las "construcciones" del pasado, típicas del fútbol inglés, o europeo. Sea en la identificación o en la demarcación de "otra singularidad" argentina (más europea23), la admiración por el fútbol brasileño es notoria y explícita en varios reportajes analizados.

    Finalmente, me gustaría reflexionar sobre un punto. En los análisis del material estudiado mostramos que, aún en Olé -diario que tradicionalmente "provoca" a Brasil- se evidencia sentimientos ambiguos de admiración, repulsa, amor y odio (u "odio de amar"). Como mencioné en el inicio del artículo, estoy convencido de que nuestra "bronca" con los argentinos es mayor y de otra naturaleza - predominio de sentimientos de repulsa y odio (o "amor de odiar"). ¿Por que reaccionamos así? La hipótesis sostenida por Simón Guedes de que tal vez "nosotros" necesitemos más de "ellos" para marcar nuestra alteridad que "ellos" de "nosotros" parece ser lógica y merece una investigación más detallada24.


Notas

  1. CAPES -Coordenaçao de Aperfeiçoamento de de Pessoal de Nível Superior- es una entidad brasileña de apoyo a cursos y a investigaciones de postgrado.

  2. Sobre la formación histórica de la rivalidad entre Brasil y Argentina y sus reflejos en la "construcción" del "argentino" en los diarios de Santa Catarina y Porto Alegre ver Jacks, N., Machado, M., y Muller, K. (2004).

  3. Fue así que quedó conocida la supuesta agresión racista del defensor de Quilmes en contra el delantero Grafite de Sao Paulo, en una partida por la Copa Libertadores da América 2005, y la queja de Grafite en la policía que resultó en el arresto del jugador argentino.

  4. En verdad, Pablo Alabarces me explicó después que la frase había sido dicha por un amigo argentino que vive en Brasil. Sin embargo, él estaba de acuerdo con la frase, basándose principalmente en los cuatro meses que pasó en Campinas, en la Unicamp en 2003.

  5. Walter Vargas me reenvió, generosamente, muchos de estos e-mails recibidos tras la victoria de Brasil en la Copa de las Confederaciones. Ellos serán objeto de análisis en el futuro. Lo más curioso es que el artículo de Vargas sobre la victoria de Brasil decía claramente que la selección brasileña tenía mejores jugadores que la selección argentina. El título de su columna era: "A soñar, sin olvidar que son mejores".

  6. Una hipótesis a ser pensada aquí fue sostenida por Simoni Guedes, durante el Primer Congreso Latinoamericano de Antropología que ocurrió en Rosario durante los días 11 y 15 de julio de 2005, de que tal vez nosotros necesitemos más de "ellos" para marcar nuestra alteridad que "ellos" de "nosotros".

  7. Los Montoneros matan Aramburu, negocian su cuerpo por el de Evita y marcan, de esta forma, su aparición en la escena política del país. Para un análisis más detallado de este período en Argentina ver Sarlo (2003).

  8. Ver Soares y Lovisolo (2003) para una discusión sobre el estilo de juego brasileño.

  9. Pelé es hasta hoy referido en la prensa argentina como "O Rei", siempre en portugués. Pero el diario Olé va a hacer varias provocaciones a Pelé, como veremos más adelante. Notemos que el debate Pelé-Maradona, sobre quién fue el más grande, no aparece en los diarios hasta el Mundial de 1998. Pelé fue columnista de Clarín en los Mundiales de 1978, 1982, 1986 y 1990, siendo que en este último el diario lo anunciaba como "el mejor del mundo" (Clarín, 5 de junio de 1990). Un libro editado por Clarín, en 1998, intitulado El Libro de Oro del Mundial: 1930-1998, trae un reportaje de ocho páginas con el título "Ellos Dos y Sólo Ellos Dos", hablando sobre las trayectorias de Pelé y de Maradona. La de Pelé siempre viniendo antes que la de Maradona, sea por una cuestión de tiempo histórico o hasta mismo de jerarquía futbolística, ya que el texto puede llevar al entendimiento de que Pelé era el rey y Maradona su heredero legítimo. Los primeros epígrafes del reportaje dicen lo siguiente: "Entre los genes y el trabajo atlético, Pelé modeló un cuerpo perfecto para el fútbol. Maradona es la revelación, el mito, la llama, la picardía, la alegría y la consecuente tristeza". "Pelé es el signo sensato y pausado. Diego es vitalidad y energía".

  10. Tras la victoria sobre Inglaterra el día 7 de junio de 1970, la portada deportiva de Clarín del día siguiente decía: "La genialidad Creadora Marcó el Desnivel", con textos hablando de "arte" y "genialidad" de la selección brasileña.

  11. El título del reportaje puede ser entendido como una alusión a que los periodistas consideraban como "pobreza técnica" del Mundial de 1966, ganado por Inglaterra.

  12. Hipotéticamente, creo que Brasil reaccionaría en aquella ocasión de manera semejante. Pero creo que lo mismo no ocurriría hoy día, a pesar de continuar ocurriendo del lado argentino, como veremos más adelante.

  13. De cualquier forma voy a pensar más sobre el tema, principalmente debido a una conversa que tuve con Simoni Guedes que cree que la relación del brasileño con la selección sea más intensa que la del argentino con la suya.

  14. Este punto es interesante. Una vez más cuestiono si los diarios brasileños también se aprovecharían de esta identificación. Tendríamos que averiguar los diarios brasileños durante el Mundial de 1990. No sería posible averiguar del '94 en delante, ya que Brasil fue finalista en las tres ocasiones.

  15. En el 1º Congreso de Antropología que ocurrió en Rosario en julio de 2005, la investigadora Ana Paula da Silva, que hace un análisis sobre la biografía de Pelé, también dijo no haber encontrando ninguna referencia sobre este "hecho".

  16. Una de las músicas dice: "Siga, siga, siga el baile al compás del tamboril, que esta noche nos cogemos a los negros de Brasil". "Coger" en castellano tiene una connotación sexual. Sin embargo, observé que esta música también es cantada en los partidos locales, cambiando "negros" por "putos". Por eso, creo que es importante relativizar y contextualizar un poco el significado de la canción. Ella es una canción común en las canchas de fútbol en la Argentina. Inclusive, cuando el periodista Walter Vargas estaba dictando la letra de la música para mi en un café de Buenos Aires, el mozo que nos servia me dijo, en tono jocoso, que iba a cantarla en el partido entre River Plate y Sao Paulo que iba a llevarse a cabo aquella semana por la Copa Libertadores de América. O sea, él no tuvo la intención de insultarme. Es interesante notar también que la primera versión de "Siga el Baile" fue una canción escrita en los años '30 por Alberto Castillo que "encumbraba" o "exotizaba" la "mestizaje", tema que era muy "problemático" para el Brasil de aquella época. Agradezco a Pablo Seman por esta observación. La otra canción que es más referente a Brasil dice: "ahora todos saben que Brasil está de luto; son todos negros, son todos putos". Sobre los estereotipos del "brasileño" en la Argentina ver Frigerio (2002). En determinado momento él plantea que "quando o caso é futebol, velhos estereótipos podem vir à tona novamente e fazer com que os imigrantes se vejam em situaçoes desagradáveis". La tesis central de Frigerio dice que los brasileños no son "estigmatizados" en Argentina, pero "exotizados" y resalta que esta "exotización" puede ser evaluada positivamente, "llevando la mayor aceptación social" (Frigerio, 2002: 16).

  17. Uno de los periodistas que más influenció la "construcción" simbólica de este "estilo argentino" de jugar al fútbol fue Eduardo Lorenzo, conocido como Borocotó. Ver Alabarces (2002) y Archetti (2003).

  18. Gilberto Freyre firma el prólogo del libro O Negro no Futebol Brasileiro de Mario Filho, lo que dio al libro, en la mirada de muchos, un status casi "académico". A este respecto, ver la crítica de Soares in Helal, Soares y Lovisolo (2001)

  19. Estamos partiendo de la identidad "construida" por los argentinos de su fútbol, teniendo como base los análisis de Archetti (2003) y Alabarces (2002). Ver también Guedes (2002) para un análisis sobre estas "construcciones" en los dos países. Guedes plantea que "nuestras diferencias" se encuentran en los elementos étnicos que conformaron la historia de Brasil y Argentina: "de un lado italianos, españoles y gauchos, del otro indios, negros y blancos". Es una hipótesis que debe ser llevada en cuenta, pero necesitamos de más investigaciones para comprobarla.

  20. Hay una música en la argentina que dice que "la alegría no es sólo brasileña". El autor es Charly García y la canción se llama "Yo no quiero volverme tan loco". El mito de la "alegría brasileña" es, de hecho, muy difundido en la Argentina y se vuelve más evidente en los análisis sobre el fútbol brasileño.

  21. Antes del partido ocurrieron rumores de que la selección brasileña iba a traer su propia agua para la Argentina, una alusión al "agua con somnífero" que el ex-jugador Branco hubiera bebido en el partido contra Argentina en el Mundial de 1990.

  22. Agradezco a Fernando Andach por las observaciones a respecto de esta foto.

  23. Gustavo Ribeiro (2002) cree que a pesar del "gauchismo" y "criollismo" es la Europa el "gran y subyacente referencial distintivo da argentinidad." Hablando específicamente de fútbol, creo que hay una tensión entre los referenciales "criollistas" y "europeístas", pero con un fuerte predominio de los primeros.

  24. Cuando estaba terminando este artículo, Clarín publicó una encuesta con llamada en la tapa sobre "Cómo se ven Argentinos y Brasileños". Infelizmente la encuesta no abordó el tema futbolístico. Dentro del diario, en el título del reportaje, somos informados que "5 entre cada 10 brasileños entrevistados dijeron que la Argentina sería un buen lugar para vivir, mientras sólo 2 de cada 10 argentinos piensan en Brasil como destino." Es interesante pensar sobre la razón del diario haber dado destaque especial para este dato junto con la hipótesis levantada por Guedes.


Referencias bibliográficas

  • Alabarces, Pablo. Fútbol y Patria: el fútbol y las narrativas de la nación en la Argentina. Buenos Aires, Prometeo Libros, 2002.

  • Archetti, Eduardo. Masculinidades: fútbol, tango y polo en La Argentina. Buenos Aires, Editorial Antropofagia, 2003.

  • Frigerio, Alejandro. "A Alegria é Somente Brasileira: a exotizaçao dos migrantes brasileiros em Buenos Aires". In Frigerio, Alejandro y Riberio, Gustavo Lins (orgs.) Argentinos e Brasileiros: encontros, imagens e estereótipos. Petrópolis, Vozes, 2002.

  • Guedes, Simoni. "De Criollos e Capoeiras: notas sobre futebol e identidade nacional na Argentina e no Brasil" Caxambu, ANPOCS, 2002 (CD-ROM)

  • Helal, Ronaldo; Soares, Antonio y Lovisolo, Hugo. A Invenção do País do

  • Futebol: mídia, raça e idolatria. Rio de Janeiro. Mauad: 2001.

  • Jacks, Nilda., Machado, Márcia., Muller, Karla. - Hermanos, pero no mucho: el periodismo narra la paradoxa de la fraternidad y rivalidad entre Brasil y Argentina . Buenos Aires, La Crujía, 2004.

  • Ribeiro, Gustavo Lins. "Tropicalismo e Europeísmo: modos de representar o Brasil e Argentina" In Frigerio, Alejandro e Riberio, Gustavo Lins (orgs.) Argentinos e Brasileiros: encontros, imagens e estereótipos. Petrópolis, Vozes, 2002.

  • Sarlo, Beatriz. La Pasión y La Excepción: Eva, Borges y el Asesinato de Aramburu. Buenos Aires, Siglo Veintiuno Editores, 2004.

  • Soares, Antonio y Lovisolo, Hugo. "Futebol: a construçao histórica do estilo nacional". Revista Brasileira de Ciencias do Esporte, volume 25, número 1, Campinas, Editora Autores Associados, 2003.

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revista digital · Año 10 · N° 88 | Buenos Aires, Setiembre 2005  
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