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'Haciendo amigos a las piñas'.
Interacciones, intercambios y
relaciones de una hinchada de fútbol

   
Lic. Ciencias Antropológicas, Universidad de Buenos Aires
Magíster en Antropología Social IDES-IDAES, UNSAM
Becario CONICET
 
 
José A. Garriga Zucal
garrigajose@hotmail.com
(Argentina)
 

 

 

 

 
Resumen
    Este trabajo analiza las relaciones que establecen los integrantes de una "hinchada" de fútbol de la Argentina con otros actores sociales. "La hinchada" es uno de los nombres nativos con que se identifican uno de los grupos organizados de espectadores que acompañan a un club de fútbol. Comúnmente son denominados "barras bravas"; pero este término no será utilizado, debido a que contiene una carga negativa que no queremos reproducir. Para referirnos a los grupos organizados de hinchas, utilizaremos los nombres nativos: como "hinchada", "los pibes" o "la banda". Asimismo, nombraremos como hinchas a los integrantes de estos grupos diferenciándolos del resto de los espectadores.
    Palabras clave: Fútbol argentino. Hinchada. Violencia.
 

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 10 - N° 88 - Setiembre de 2005

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Hinchada, aguante y relaciones personales

    El sentido común, el discurso periodístico y los encargados de proyectar políticas de prevención de hechos violentos proponen que los integrantes de las hinchadas, se encuentran aislados del mapa social por ser violentos, sin vínculos ni relaciones con la sociedad. Son locos, irracionales y salvajes. En estas líneas quedarán manifiestas las múltiples y variadas relaciones que poseen los miembros de una "hinchada" con una variada gama de "otros sociales". E indirectamente reconstruiremos la lógica de las prácticas que a simple vista parecen irracionales. Para esto, analizaremos las relaciones que los miembros de una "hinchada" establecen, como integrantes del grupo, con otros agentes sociales del ámbito futbolístico.

    Por otro lado, otros enfoques acusatorios proponen que podrían existir relaciones sociales sustentadas en las prácticas violentas, pero que son el ejemplo máximo del tipo impuro de vínculo social que sólo se preocupa por los intereses materiales. Es decir que son vínculos sociales guiados por principios mercantiles sin ningún tipo de reglamento moral. Intentaré poner los datos etnográficos en tensión con estas concepciones etnocéntricas que propone como morales las relaciones "desinteresadas" materialmente, y haré hincapié en que todas las relaciones sociales tienen dimensiones morales e instrumentales. Los vínculos personales entre los hinchas y otros agentes sociales, tienen muchos matices y son imposibles de abarcar en un tipo ideal, pero cabe decir que son relaciones que vinculan intereses morales con otros más instrumentales, sin que se sepa cuál de las dos dimensiones tiene más peso. El complejo entramado de actos, prestaciones e intercambios que circulan por una red se sustenta en las obligaciones aceptadas por ambas partes. Abordando los principios morales que sustentan la mutua dependencia entre las partes, negamos la concepción mercantilista utilitarista de la relación, ya que los individuos buscan "maximizar recursos" sólo dentro de los parámetros de un intercambio instituido moralmente.

    Este trabajo analiza las relaciones que establecen los integrantes de una "hinchada" de fútbol de la Argentina con otros actores sociales. "La hinchada" es uno de los nombres nativos con que se identifican uno de los grupos organizados de espectadores que acompañan a un club de fútbol. Comúnmente son denominados "barras bravas"; pero este término no será utilizado, debido a que contiene una carga negativa que no queremos reproducir. Para referirnos a los grupos organizados de hinchas, utilizaremos los nombres nativos: como "hinchada", "los pibes" o "la banda". Asimismo, nombraremos como hinchas a los integrantes de estos grupos diferenciándolos del resto de los espectadores.

    Las "hinchadas" según las concepciones de sus integrantes son los únicos espectadores que tienen tres cualidades distintivas, que los diferencian y los aglutinan. La primera es la fidelidad: estos simpatizantes afirman ser aquellos que a pesar de las condiciones desfavorables asisten a los partidos, sin importar si la adversidad tiene facetas deportivas o climáticas o de largas distancias. En algunas oportunidades, esta lealtad los arrastra a miles de kilómetros para ver un juego de Huracán o los presenta en forma incondicional no obstante las continuas derrotas o el descenso de categoría.

    La segunda cualidad que los define es el fervor: según ellos son los únicos espectadores que durante todo el encuentro deportivo saltan y cantan, alentando a su equipo sin importar si éste pierde, gana o empata. En un encuentro con Argentinos Júnior el equipo perdía tres a cero, y los integrantes de "la hinchada", afónicos y eufóricos, saltaban gritando la grandeza de Huracán, y elogiando su propia actitud de no desilusionarse ante la derrota.

    La tercera cualidad será ampliamente desarrollada en estas páginas y tiene que ver con las prácticas violentas. Los miembros de "la hinchada", según ellos mismos, ponen a disposición del honor del club sus posibilidades violentas para no ser ofendidos por las parcialidades adversarias. Es decir, que "los pibes" consideran que subyacente al encuentro futbolístico se dirimen cuestiones de honor y prestigio del club y de sus simpatizantes que sólo pueden debatirse en el plano de la violencia. Ramón1, en una charla me decía al respecto: "no sabés las veces que yo me jugué la vida por Huracán". En esta frase el integrante de "la hinchada" relaciona el honor del club con la violencia y se muestra como actor en la defensa de la virtud de la institución.

    Durante el año 2004 realice un trabajo de campo entre los integrantes de "la hinchada" 2 del Club Atlético Huracán3. Estos espectadores vinculados a las prácticas violentas tienen lazos personales con directivos, con dirigentes políticos y con comerciantes y vecinos del barrio donde está emplazado el club. Estas relaciones tienen como característica estar sustentadas sobre la potencialidad violenta de los hinchas, es "el aguante" como capital simbólico, vinculado a la violencia, la herramienta que establece el enlace personal.

    El "aguante" es el principal de los bienes simbólicos por el que compiten "las hinchadas". Este bien simbólico remite al plano de la violencia en su dimensión de enfrentamiento. Ya que sólo en una lucha, en una acción donde se ejerce violencia de hecho y no simbólica se puede probar la posesión del "aguante". Este bien engloba saberes de lucha corporal, de resistencia al dolor y de carencia de temor al riesgo. Estos saberes y formas de actuar sólo pueden ser probados en una contienda corporal, el cuerpo disputa el "aguante". Entonces, en estas luchas ya sea contra parcialidades rivales, contra la policía, entre las facciones que conforman "la hinchada" y entre los mismos integrantes de una facción se dirime la posesión del "aguante". Pero el "aguante" es mucho más que una práctica. Ser identificados como posibles violentos es un capital simbólico posible de homologarse con capitales de otros campos sociales. Bourdieu señala como capital simbólico:

"... a cualquier especie de capital (económico, cultural, escolar o social) cuando es percibida según unas categorías de percepción, unos principios de visión y de división, unos sistemas de clasificación, unos esquemas clasificadores, unos esquemas cognitivos que son, por lo menos en parte, fruto de la incorporación de estructuras del campo considerado, es decir de la estructura de distribución del capital en el campo considerado" 4

    El "aguante" es una forma típica honor, ya que valora comportamientos y propiedades determinadas como honorables o deshonrosas. En cada sociedad, en cada momento dado, el honor toma aspectos distintos en relación con las formas de vida y el sistema intelectual de cada cultura, que permite expresar la aprobación y desaprobación de conductas y formas de pensar5. Proponemos presentar como la posibilidad de "ser violentos" es lo que establece una relación con actores que no hacen de las prácticas violentas su señal distintiva, analizando el tipo de relación que se conforma y el flujo de bienes y servicios que se intercambian.


Contactos, conocidos, líneas y puntas

    Ser miembro de "la hinchada" tiene para sus integrantes la capacidad de "abrir puertas". Es decir, "los pibes" consideran que la pertenencia al grupo permite establecer interacciones. Un integrante de "la hinchada" en una charla me comentaba que "ser de la hinchada te permite sentarte acá (en el buffet del club) y que te conozcan todos". En esta frase, la referencia a ser conocido es la posibilidad de establecer interacciones, cuando alguien es conocido tiene contactos. Un renombrado político de la zona, en su juventud perteneció a "la hinchada" de Huracán y considera a esta participación fundamental por las relaciones establecidas. Dice: "Haber sido de la hinchada te da un montón de contactos". La pertenencia en pasado y los contactos originados remarcan la relevancia de esta frase. Actualmente intenta no quedar identificado con el grupo violento, ni con la violencia, pero tiene muchos contactos con integrantes de "la hinchada" actual y de la vieja. No es un dato menor que en algunos casos se presente como un "ex barra" y que presente como amigos a los viejos líderes del grupo.

    Un contacto, un conocido, una línea son las formas nativas para referirse a las interacciones. Los integrantes de "la hinchada" establecen una red de contactos. Coco nos decía: "Por ser de la hinchada me conoce una banda de gente. Voy al Fernández (hospital) y me atienden sin esperar, igual en el Penna (hospital), hay unos médicos que son Quemeros y está todo bien". Ser conocido es la forma de entablar contactos, la pertenencia a "la hinchada" es una forma de hacerse conocido. Es sorprendente, cuando uno camina por la calle con uno de estos hinchas, la cantidad de personas que lo saludan, son personajes reconocidos en el ámbito barrial: los saludan las señoras, los jóvenes, los niños, etc.

    En una oportunidad caminaba con Coco por el barrio de Pompeya, íbamos desde su casa hasta una carnicería a comprar unos bifes para la cena, en el trayecto lo saludaron muchas personas, pero lo sorprendente es que varias de ellas le preguntaban por su salud, por Huracán y por asuntos que los relacionaban. Con un vecino conversó sobre el servicio de cable que compartían, con otro arregló el tema de unas multas de tránsito y con un tercero cerró los últimos detalles de una venta de artículos de librería. Los integrantes de "la hinchada" son personas reconocidas y prestigiosas, las cuales entablan relaciones con sus vecinos.

    Para "los pibes" ser respetado es la condición fundamental para tener contactos y conocidos, tener "aguante" permite hacer amigos. El respeto está sustentado en la capacidad violenta. El respeto es una moneda codiciada. Para ellos éste es obtenido de una forma particular. Sólo lo obtendrán aquellos que "se la aguantan". "La hinchada" como grupo busca ser respetada por otras "hinchadas", "los pibes" disputan el respeto con sus compañeros y con otros actores que comparten sus valores. Tener "aguante" es volverse una persona respetada. Santiago Álvarez6 menciona que en los poblados campesinos donde realizo su trabajo de campo la estética de la violencia es una excelente herramienta para hacerse de reconocimiento en la comunidad.

    Rambo dice que a él lo respetaban no sólo compañeros sino, además, policías y rivales. Esta conclusión iba acompañada de diversos recuerdos. Por ejemplo, rememoraba una noche en que conoció en una discoteca a una "cuerva", es decir una muchacha simpatizante de San Lorenzo. Rambo relataba que la joven entró en pánico cuando éste dio a conocer su identidad, cuando le reveló que él era Rambo de "la banda" Quemera. Nos decía: "imaginate las historias que corrían que la minita estaba toda cagada7. Lo mismo pasaba cuando me veían aparecer por la Butteler o por Boedo se iban corriendo, la verdad los volvía locos, cuando podía los cagaba a cadenazos". Esta frase remite al respeto que le tenían y sus causas. Ir a Boedo (barrio rival) o a la plaza Butteler en busca de contrincantes para luchar con ellos a cadenazos refiere a la acción violenta y a la posesión del "aguante".

    Ser conocido es en este caso, también, ser un tipo respetado. Jorge nos dice que el respeto se lo ganó por dos cosas: por no "quedarse un vuelto y por aguantar cuando había que aguantar". O sea, ser una persona conocida, cuestión que le permite entablar algunos negocios en la órbita del club, remite al prestigio ganado como administrador (tiene fama de haber sido una persona que no robó cuando le tocó administrar dinero de "la hinchada") y como luchador.

    El relato donde Coco nos cuenta que gracias a sus contactos lo atienden sin esperar en los hospitales, permite pensar que estas relaciones de amistad fueron generadas a partir del respeto, sustentado en su capacidad violenta. Al igual que Jorge, Coco y otros integrantes de "la hinchada", son actores conocidos, respetados y esto lo incluye en cierto tipo de interacciones que iremos investigando.

    Pero por ahora, queremos reafirmar la importancia que tiene "el aguante", como atributo que distingue aquellos que pueden ganarse el respeto de otros sujetos que manejan concepciones diferentes. La capacidad de ejercer la violencia es uno de las cualidades que usan estos actores para construir sus relaciones; no obstante no es la única, pero sí la distintiva. Sánchez Jankowski8 en su análisis sobre las pandillas norteamericanas, argumenta que usan la violencia para promover los intereses de la organización. Los integrantes de "la hinchada" están ubicados en una posición social determinada y desde ésta construyen sus relaciones, valiéndose de los atributos que los diferencian. Un dirigente de Huracán me decía sobre los integrantes de "la banda" que son los "que ponen el pecho a las balas".

    Barnes9 manifiesta que la red de interacciones es vista distintamente por cada uno de los miembros, quienes tienen visiones "subjetivas" de la relación. Es decir, ser amigo o conocido de uno de "los pibes" permite pasar por el barrio sin temor cuando ellos están en la plaza o pueden recurrir a ellos cuando tienen problemas con otros grupos de jóvenes en boliches de la zona o posibilita ir a la cancha tranquilo (no tanto) sabiendo que ante cualquier eventualidad con los rivales, con la policía o con la misma "hinchada" el conocido puede terciar y ayudarte. Un simpatizante me comentaba que se salvó de "una apretada" de "la hinchada" porque lo conocían.

    Un vecino, director de la murgabarrial, decía "nosotros no tenemos problemas porque los conocemos a todos". Para los vecinos y los simpatizantes conocerlos es asegurarse una dosis de tranquilidad ante algunos episodios. Por ejemplo, los murgueros hacen anualmente una fiesta a metros de la plaza donde se juntan "los pibes", cuando están por hacer el evento entran en contacto con ellos para evitar todo tipo de problemas, sobre todo que se pongan violentos con murgas que representan otros barrios (de más está decir que igual no van murgas ni de Boedo, ni de Paternal, barrios identificados fuertemente con rivales futbolísticos). La contrapartida de esta negociación es que la murga done a "los pibes" los bombos viejos.

    En una oportunidad estaba con Coco en la puerta de su casa: un vecino se acerca y se ponen a conversar. Coco le comenta al hombre que se muda, que va a dejar el barrio, el hombre expresa su disgusto. Terminada la charla Coco viene hacia mí, con una sonrisa entre dientes, me pregunta si escuché la bronca del hombre por su mudanza y dice que para los vecinos "está bueno tener un pibe de la hinchada en el barrio", es una forma de estar más seguro.

    En otra oportunidad, Coco argumentó que las relaciones de "la hinchada" con los vecinos eran tensas pero que muchas veces se necesitaban mutuamente. Manifestó que según su opinión "los pibes" eran garantes de la seguridad en el barrio y comentó un episodio sucedido tiempo atrás. En la esquina de Los Patos y Colonia había un restaurante, "los pibes" paraban en la esquina de enfrente, según Coco no "bardeaban"10 a los clientes pero fumaban marihuana y estaban "re locos"11, dando mala imagen. El dueño del local, cansado, mandó a la policía para que los eche. "Los pibes" deciden, por las presiones, mudar su punto de reunión unas cuadras. Pasadas unas semanas el dueño del restaurante va a conversar con los jóvenes para que regresen a su vieja esquina, contándoles que el tiempo que ellos no estuvieron el restaurante fue varias veces robado.

    Nathalie Puex12 realiza un análisis de las nuevas formas de delincuencia en las villas miserias y señala que, a veces, los delincuentes cumplen una función importante al regular la violencia: no dejan que otras bandas roben en su territorio. Cumpliendo, así, un rol positivo y protector que no cumplen las fuerzas policiales.

    Con los vecinos, con los comerciantes, con algunos políticos (relaciones que analizaremos más adelante) "los pibes de la hinchada" establecen relaciones: se hacen conocidos o se contactan. Los integrantes de la "banda", por su participación en el grupo, establecen relaciones con los vecinos, como el caso de los murgueros de Pasión Quemera, o con los comerciantes, como sucedió con el dueño del restaurante, o con los políticos zonales y dirigentes del club. Estas relaciones son parte de un aceitado intercambio de bienes materiales y simbólicos; analizaremos algunas de sus características, pero antes abordaremos algunos términos nativos que refieren a la interacción y al intercambio. Términos que al explicarlos y ejemplificarlos darán cuenta de las relaciones personales de "los pibes".


Nadando en los contactos

    El verbo nativo que remite a las interacciones es conseguir. Cuando hablamos con los integrantes de la "banda" nos cansamos de escuchar que consiguieron esto o aquello. En una charla Lito me contó que conseguía la pintura barata para el club, Rambo comentaba que él conseguía la carne para los asados, Coco decía que consigue los globos; asimismo, consigue turnos en los hospitales, ropa de los jugadores, etc. Los jefes actuales se vanaglorian al decir que ellos consiguen más entradas que sus predecesores. También, consiguen micros y ropa. Los jefes viejos, como Rambo, dicen que ellos conseguían camiones y no micros, y explica las ventajas de viajar en camión cuando hay posibilidades de conflicto. Conseguir es sinónimo de relaciones, de contactos. Este verbo da cuenta de las posibilidades de interacción con distintos actores de la zona, el que consigue está bien contactado.

    Uno de los muchachos de la murga me contó, con asombro, cómo uno de "los pibes" que baila en otra murga vecina consiguió con una sola llamada telefónica que la policía corte el tránsito en una calle y así poder realizar un corso13.

    Asimismo, los integrantes de "la hinchada" se refieren a "tocar" los contactos cuando quieren solicitarle favores a un conocido. Rambo se jactaba de tener contactos en el gobierno de la ciudad y que los utilizaba cuando los necesitaba, por eso cuando necesitó asfaltar una entrada en la Quemita, "tocó" a sus relaciones y consiguió lo deseado.

    El mismo hincha decía que se había peleado con un colega porque éste no había tocado al presidente del club para sacarlo de la cárcel. En una oportunidad Rambo quedó detenido por pelearse contra unos rivales y lo apresaron con un revólver en la cintura. La posesión de arma de fuego complicó su situación procesal, que según él hubiese sido fácilmente solucionada si un compañero hubiese ido hacia el presidente del club con la noticia de su detención. Este hincha se tomó su tiempo, tardó cerca de una hora en avisar al dirigente de lo acontecido; tiempo fundamental, en el cual, le iniciaron una causa judicial. Cuando el dirigente llegó a la comisaría Rambo ya había sido derivado a una fiscalía, sin poder interceder en su favor. Luego de un tiempo, cuando los problemas judiciales cesaron y el detenido recuperó la libertad, se peleó con su ex amigo acusándolo de desidia. Rambo me comentaba mientras nos tomábamos unos vasos de vino y comíamos un asado en la Quemita: "Si este puto, no se iba a bañar, sí iba de una y lo tocaba a XC, yo no me comía ese garrón" 14.

    De la misma forma, Lito se refería a sus relaciones con un dirigente, diciendo: "Cuando yo estoy en las malas voy y lo toco a XCX, él tiene una deuda conmigo y siempre me da una mano". La deuda a la que hace mención y la relación entre ellos será analizada más adelante, por ahora nos sirve dar cuenta de que estos vínculos se renuevan cuando una de la partes "toca" a la otra. Es decir, cuando alguien está ante una situación problemática concurre ante un conocido, un contacto, en busca de una ayuda, de "una mano", de "una punta".

    Lito en otra charla nos decía: "Ahora estoy esperando que me tire una punta, porque está en deuda conmigo, por eso me tira cada tanto una soga". Una "punta" puede ser no sólo una asistencia o favor sino, también o por ejemplo, un contacto que brinde la ayuda necesaria. Así las relaciones establecidas por intermedio de la participación en "la hinchada" se van extendiendo.

    Los integrantes de "la banda" explotan los contactos, los conocidos, para conseguir cosas. Por ejemplo, hace unos meses falleció Teo, un integrante de "la hinchada" que no estaba encumbrado en lo alto de la jerarquía. El joven murió asesinado por la policía cuando huía de hacer una "salidera" en un banco. El velatorio puso en movimiento varias redes de contactos. Sus amigos más cercanos se encargaron del traslado del cuerpo, mientras los capos (líderes) consiguieron un salón velatorio que les hiciera una rebaja importante. El dueño del salón, un ex dirigente de Huracán y de reconocido apellido en la zona (Bonavena), ya había sido "tocado" varias veces por la hinchada, ya que la mayor parte de los velorios de los pibes los realiza esa empresa. Luego, "los capos" se dirigieron hacia el club y consiguieron plata en efectivo para otros gastos, entre ellos abonar una parte del servicio velatorio.

    De la misma manera, la aceitada cadena de contactos se movilizó cuando el autobús donde viajaba "la banda" tuvo un fatal accidente al regreso de la provincia de San Juan, en donde Huracán jugaba contra el equipo local. El accidente ocurrió en la provincia de Córdoba, cuando el ómnibus que transportaba a la hinchada salió de la ruta y luego de varias vueltas quedo volcado. En el acto murieron dos pasajeros y otros tres quedaron gravemente heridos. Muchos integrantes de "la banda" que no habían viajado, ya que el partido era un lunes laboral, se pusieron en movimiento para auxiliar a sus compañeros. Consiguieron dinero, mucho cedido por los dirigentes, y fueron en un auto hasta Córdoba. Allí compraron alimentos y otras cosas para sus colegas accidentados. Simultáneamente otros hinchas en Buenos Aires se encargaron de conseguir un nuevo micro para que transporte a los hinchas ilesos, que fue cedido por el club. Asimismo, Pedro convenció al Perro para que realice los trámites correspondientes y dos ambulancias viajen hasta Córdoba a buscar a los heridos. El Perro se encargó de conseguir medicamentos para algunos de los hinchas que estaban heridos. Por ejemplo, Oso se había roto el tabique y necesitaba calmantes y otros medicamentos, que fueron rápidamente entregados al herido por Jorge a quien se los había dado Pedro, quien a su vez los había conseguido por intermedio del Perro.

    Los velorios de los jóvenes accidentados corrieron por cuenta de la aseguradora de la empresa de transporte, igualmente sus colegas hicieron llegar dinero para los familiares.

    Los contactos y conocidos permiten establecer interacciones económicas. Coco en varias oportunidades me ofreció quitarme las multas de tránsito. Según él, tiene una punta en la dirección de tránsito, que por una pequeña suma de dinero borra las infracciones de cualquier vehículo. Me comentó que su cuñado tenía multas por seiscientos pesos y que gracias a sus contactos pudo arreglar el problema con cien pesos.

    Por otro lado, los integrantes de "la hinchada" consiguen entradas, dinero para micros y ropa deportiva a través de sus contactos con los dirigentes del club. "Los pibes" "le tiran la manga" a los dirigentes y consiguen estos elementos fundamentales para el desenvolvimiento del grupo. Las entradas para ingresar a los estadios de forma gratuita y la plata para solventar el transporte hacia los estadios visitantes son fundamentales, de éstos surgen recursos, ya que la administración de estos bienes les trae sendos beneficios.

    Las camisetas y ropa deportiva son dadas por los dirigentes y los jugadores y tienen un valor simbólico relevante, es esta indumentaria la que identifica a los hinchas con el club. Asimismo, vestir ropa deportiva del club, indumentaria que los entendidos saben que fue regalada, testimonia el reconocimiento a la fidelidad y el fervor de los integrantes de "la hinchada"; según ellos éstos son los motivos por los cuales les regalan la ropa.

    Las banderas, otro elemento simbólico de gran relevancia, también permiten ver los contactos de "la hinchada" con terceros que nada tienen que ver con el fútbol. La tela para confeccionar las banderas es "mangueada" o conseguida a precios módicos en las mercerías de Parque Patricios, la cadena de contactos los relaciona luego con unas costureras que muchas veces hacen su trabajo gratis para "los pibes". Por último, por la seguridad que requieren las banderas "los pibes" explotan sus relaciones con grupos delictivos que hacen las veces de custodios de los trapos.


Laburos

    Cuando los integrantes de "la banda" obtienen un trabajo a través de sus contactos también hacen referencia a algo conseguido. La obtención de trabajos, de planes o de changas es uno de los ejemplos que muestran la distribución desigual de los recursos según la estructura jerárquica del grupo. Los capos consiguen trabajos y planes para repartir y entre la tropa se distribuyen las changas.

    Los "laburos" de los capos en su mayor parte representan ingresos sin ningún tipo de contraprestación o mínima. Estos trabajos están vinculados con las actividades políticas. Coco nos decía: "Los laburos no los conseguís por la hinchada sino por la política, pero la política necesita siempre de hinchadas". En su caso particular trabajó mucho tiempo en un sindicato dirigido un ex presidente de Huracán y, un tiempo más corto, en la UOCRA15 (uno de los dirigentes de este sindicato había sido vicepresidente de Huracán). En los dos trabajos compartió espacio con integrantes de otras "hinchadas", en el primero tuvo muchos compañeros de Huracán pero en la UOCRA había miembros de "bandas" de varios clubes.

    Los trabajos no están sólo en el espacio de la política sino también en el orden institucional de los clubes. Todos los hinchas que tienen o tuvieron una posición jerárquica alta pueden explotar sus contactos para conseguir trabajos en el club. Jorge, Rambo, Pedro, Oso y otros trabajaron o trabajan en el club y la mayor parte de las veces sus tareas están relacionadas con la seguridad. Por ejemplo, Rambo, Pedro y el Tano estuvieron encargados de la seguridad de la Quemita, de la sede y del estadio, respectivamente. Jorge y Oso trabajaron de serenos en el estadio y en la sede, respectivamente. En estos trabajos, explotan el capital adquirido, ya que en sus tareas ponen en juego sus conocimientos.

    Estos saberes, acumulados como capital, son explotados con propios y ajenos. Rambo comentaba que desde que está a cargo de la Quemita se acabaron los problemas con "los pibes", que como a él lo respetan "no hacen quilombo, ni entran borrachos a la pileta ni fuman porro delante de las familias". Me comentó que hace un tiempo tuvo que hablar con el Sala y "los pibes" de la Pagola, les dijo "que se pongan las pilas y no la bardeen en la Quemita, que está lleno de familias que van a pasar el día, los pibes lo entendieron y se portan bien, lo que pasa que me conocen". En esta frase, ser conocido remite, nuevamente, a ser respetado; "los pibes" van a portarse bien para no tener problemas con uno de los hinchas más reconocidos por su vehemencia para la lucha.

     Asimismo, este capital debe ser puesto en acción, también, ante los desconocidos. La Quemita está ubicada a unas pocas cuadras de la nueva cancha de San Lorenzo, los días que juega San Lorenzo en su cancha pasan muchos simpatizantes por la puerta. Rambo se para en la puerta con un revólver en la cintura para custodiar el predio de los rivales. Me comentó que en varias oportunidades tuvo que "sacar a los tiros" a contrincantes decididos a pintar con aerosol el frente de la Quemita o a realizar algún acto de vandalismo.

    La posibilidad de conseguir changas a través de los contactos establecidos por ser miembro está abierta para todos los integrantes, sin importar la posición en la estructura jerárquica. Para ejemplificar podríamos contar que hace unos meses están pintando el estadio; Lito es uno de los que está trabajando en esta changuita, junto a él varios "pibes" que no son parte de la cúpula se ganan unos pesos por semana

    De la misma forma, Ramón, mientras charlaba en la sede del club una tarde recordó que él había conseguido unos trabajitos para dos "pibes de la hinchada" en un lavadero de autos de un amigo. Que estos, por sus conductas (faltaban los días soleados en los cuales hay más trabajo e iban a trabajar los lluviosos cuando no había ni un auto para lavar) lo habían hecho quedar mal ante su conocido y, por eso, desde ese hecho, decide bien a quién recomendar.

    Ramón también me comentó que durante un tiempo que no tuvo trabajo hacía unas changas con un compañero de "la hinchada". Asimismo, Coco me contó que durante un tiempo estuvo a cargo de una empresa de mensajería y tuvo la posibilidad de contratar a varios Quemeros de "la banda". En esta oportunidad, haber participado de "la hinchada" le permitió manejar un grupo con desenvoltura, porque según él había aprendido a tratar con "diplomacia" a la gente. Es decir, hacerles conocer el lugar que ocupan en una relación, él y los otros, sin hacerlo de forma violenta. Coco recordó varias anécdotas en las cuales tenía que lidiar con empleados holgazanes, que interrumpían su trabajo para fumar marihuana o tomar cerveza. El manejo de la relación le permitió convencer a los empleados de que debían trabajar, que a él no le molestaba "que fumen porro a las ocho de la mañana sino que el laburo no se haga"; según Coco los jóvenes entendían y por ello se quedaban trabajando hasta altas horas de la noche para terminar las tareas diarias. La diplomacia de Coco no es otra cosa que la exhibición de capitales violentos, en la forma de hablar, en el lenguaje corporal, que sumados a su posición en una relación empleado-encargado lograban un buen entendimiento con "los pibes".

    En épocas de elecciones también hay trabajos que llegan a buena parte de los integrantes del grupo. Coco relató en varias oportunidades que en época de elecciones "la banda" trabaja para todos los partidos políticos, para "el que ponga la plata"16. Trabajan pintando, haciendo de seguridad (de "mulos"), llevando gente a votar o a los actos. Coco nos dice que "las hinchadas son fuerzas de choque" que utiliza la política para dirimir sus conflictos.

    Aquí el relato de Lito es un excelente ejemplo de los espacios que ocupa el grupo en la vida política. Él nos dice: "A mí me gusta encargarme de la seguridad. Estuve encargado de la seguridad de los actos de Izquierda Unida, todo por un contacto que nos tiró X (ex presidente del club). Eso me gusta" . En esta frase aparecen los contactos como instauradores de relaciones con los políticos; los integrantes de "la hinchada" construyen estas redes y se valen de la posibilidad de poner el cuerpo y su "aguante" para conseguir una changa.

    Estos contactos, que parecen temporales, pueden transformarse en vínculos duraderos que generan intercambios que van más allá de los acontecimientos puntuales: varios ejemplos serán analizados en otros apartados. Por ahora, podemos relatar el caso de Diez, un integrante de "la hinchada" reconocido por sus saberes para la lucha. Durante la gestión anterior fue guardaespaldas de un vicepresidente, no dejaba que se le acerque nadie. Este vicepresidente estaba encumbrado en las posiciones más altas de un sindicato, y entonces Diez trabajaba cuidándole la espalda tanto en el club como en la vida política. Esta persona, tiempo después de cumplir su mandato en Huracán y de abandonar el sindicato por la actividad privada seguía relacionado con Diez. Dadas las vicisitudes de la vida ya no necesitaba un guardaespaldas, pero como la relación personal era tan intensa decidió comprarle un taxi para que éste trabaje.


Apretando o mangando

    La acción que da inicio a gran parte de las relaciones que instaura "la banda" con otros actores es el "mangazo" o el "apriete" según el lugar donde estén parados los agentes que interactúan. Para los integrantes de "la hinchada", ellos piden o manguean, pero para los que con ellos se relacionan ese pedido es un apriete. Es decir, que es interpretado como un pedido que no puede ser rechazado. Las formas en que "los pibes" inician las conversaciones, los tonos de voz, las formas corporales, los gestos son amenazantes y prepotentes.

    Lito, quien participó de "la banda" del Gallego, en una charla, entre cervezas, me contó que antes se mangueaba distinto, que había más respeto y que ahora "los pibes" son prepotentes y atolondrados. Él se confesaba partidario de la vieja escuela, manifestaba los beneficios de ser educado y correcto a la hora de manguear. Comentaba que un tiempo atrás fue hasta el lugar donde entrenaban los jugadores y lo encaró al técnico, a quién conocía de su época de jugador Quemero, le dijo de buena forma que uno de "los pibes" cumplía años y que iban a hacer un asadito. Le señaló que le faltaba plata para la bebida, que la carne y el pan ya lo habían comprado, y el técnico le dio 50 pesos.

    Esta interacción contada desde la óptica de Lito parece ser un pedido que no contiene ningún tipo de uso del capital violencia, un pedido que no puede ser entendido como un apriete. Sin embargo, desde la óptica del técnico puede ser entendido de esa forma, la mención a los "pibes de la hinchada", el trato personal de un hincha reconocido por haber estado implicado en varios hechos de violencia, restringe las posibilidades de rechazo de lo pedido.

    El director de la murga barrial, Pasión Quemera, me comentaba que "los pibes" le habían pedido un bombo y que por la forma no había podido negarse. Decía que una tarde se cruzó con dos hinchas que lo cercaron y le dijeron en un tono de voz elevado: "a ver cuando la murga del barrio nos regala un bombo". La situación y la frase explican, según el murguero, que el pedido no pudo ser rechazado. De la misma manera, un dirigente del club confesaba que ellos entregaban entradas y dinero para micros a "la hinchada", diciendo que no podían negarse, que no tenían otra alternativa.

    El pedido que se hace de forma prepotente, puede parecer a simple vista una apropiación, en términos de Sahlins un ejemplo de reciprocidad negativa. Sahlins dice que "la reciprocidad negativa es el intento de obtener algo a cambio de nada gozando de impunidad, entran aquí las distintas formas de apropiación, las transacciones iniciadas y dirigidas en vistas de una ventaja utilitaria neta"17. El robo es un ejemplo de estas interacciones, según este autor.

    Sin embargo, las relaciones establecidas entre los integrantes de "la banda" y los dirigentes o los vecinos a partir de este hecho no finaliza en este intercambio, si introducimos el tiempo como variable de análisis de esta interacción veremos que existe un contradón. Aquellos que por medio de un apriete han logrado conseguir algún tipo de favor, tienen que retribuirlo y esto es sabido por ambas partes. El director de la murga sabe que haber ofrendado un bombo es una muestra de generosidad que tiene sus lados positivos a la hora de sentarse a negociar con los hinchas para que estos no hagan líos en los festejos del "corso". Asimismo, los dirigentes que dan entradas y micros saben que de esa forma se ganan el aval a la gestión y se vuelven incuestionables mientras el intercambio dure. "Los pibes de la hinchada" saben que para seguir manteniendo el flujo de bienes deben portarse bien y no salir a apretar a las murgas rivales en los festejos del corso. También, piensan que los encargados de Pasión Quemera son buena gente, son de Huracán, son conocidos del barrio, algunos fueron compañeros del colegio y por esto no se les debe arruinar los corsos. Las mismas ideas tienen respecto a su relación con los dirigentes, el vínculo debe mantenerse porque gracias a éste "la hinchada" consigue esos bienes fundamentales, pero, también, hay un reconocimiento a aquellos dirigentes que ponen esfuerzo y dinero al servicio de Huracán, y que en más de una oportunidad han intercedido a favor de "los pibes".

    Para muchos dirigentes y políticos es símbolo de prestigio interceder por los miembros de "la banda", ya sea ante la policía o ante otros colegas. Prestigio que es ocultado porque ser "amigo" de los "violentos" tiene una sanción moral.

    Las relaciones personales son aquí el punto que mantiene viva la interacción. Todos se conocen, algunos se aprecian, algunos son amigos, todos se pueden ayudar. La relación existente entre ambas partes, es decir, entre "los pibes" y los distintos actores con los que va estableciendo relaciones, ya sea políticos, vecinos, comerciantes, etc, son relaciones de interdependencia. En términos de Elías18 el concepto de interdependencia permite dar cuenta de las relaciones entre dos actores que a pesar de estar asimétricamente ubicados en una relación, mutuamente se necesitan. La interdependencia permite analizar la dependencia reciproca de los individuos, dependencias que no tienen porque ser armónicas ni pacificas; Elías dice que se puede depender tanto de rivales como de aliados y es necesario analizar como se equilibran estas relaciones en situaciones que parecen tensas y desequilibradas. Para analizar la acción se debe reconocer el mapa de las interacciones, de las dependencias individuales, no pensar a un hombre individual absolutamente independiente, sino una multiplicidad de hombres interdependientes que forman una realidad especifica. La concepción de interdependencia hace hincapié en las relaciones entre las partes más que en la asimetría de poder, ya que supone que la intensidad de las dependencias mutuas genera una dinámica propia que supera las asimetrías de poder, que puede legitimarlas o deslegitimarlas según el carácter de las relaciones.

    La confianza que sustenta la relación, confianza que hace que unos den y esperen la devolución, se sustenta en la interdependencia. Lomnitz19 manifestaba que la confianza era el factor sobre el que se posaban todos los intercambios, confianza de que la devolución se haría dentro de los términos de la moral normativa. La obligación de devolver era asumida por la igualdad de condiciones de los que entablaban las relaciones. En las interacciones de los hinchas muchas veces las condiciones no son de igualdad pero el don es devuelto porque las partes contrayentes de la relación se necesitan mutuamente. Podemos afirmar que la interpretación del inicio de la interacción como un "apriete" tiene que ver más con la condena social que rodea la interacción con estos actores que con las propias concepciones de los interactuantes. Además, llamarlo "apriete" impide ver los intercambios que se siguen dando en esa red de relaciones20.


"Amigos"

    Los integrantes de "la hinchada" llaman a muchos de sus contactos o conocidos como "amigos", poniendo de relieve la densidad del vínculo. Coco y el Perro se tratan en estos términos, se criaron juntos y compartieron varios momentos de su vida. Coco dice que a él siempre le gusto "la hinchada" y la joda, es decir el vino y las drogas, y por eso no tuvo la carrera política que tuvo el Perro21. Éste piensa que Coco quedó ligado a una forma de vida que él abandonó, y que su amigo nunca quiso cambiar. Coco sigue juntándose con sus amigos de "la banda". El Perro ahora tiene un importante cargo político. Aquellos amigos que compartieron juntos los primeros años de su vida tienen en la actualidad un presente distinto, uno vive de changas y otro tiene un empleo estable, el Perro se casó y Coco se separó y la ex mujer (que antes fue novia del Perro) no le permite visitar a la hija de ambos.

    Luego del accidente de tránsito, ya relatado, Coco debía realizarse una operación muy costosa y fue en busca de su amigo para ver si podía conseguir algo: los remedios, la prótesis, etc. Durante mis visitas en el campo presencié varios momentos de la relación. A Coco me lo presentó el Perro. Coco durante un tiempo me habló bien de su amigo, pero luego empezó a insinuar que estaba en deuda, que se "había borrado". Una tarde en casa de Coco mientras mirábamos una película de acción en la tele, le pregunté por el Perro y rompió el silencio, había entre nosotros la suficiente confianza para hablar mal de alguien que ambos conocíamos.

    Coco estaba enojado, movía las manos y hablaba rápido, decía que el Perro se había borrado, que era un "garca", que cuando lo llamaba por teléfono "se hacía el boludo", que no le conseguía nada. Me mostraba los calmantes que estaba tomando y me decía que ésos los había obtenido por otro lado y que si el Perro tuviese voluntad levantaba el teléfono y conseguía todo. Me dijo que cuando uno está en las buenas, o sea que tiene dinero y contactos, debe ayudar a los amigos que están en las malas. Insinuó que la incidencia en el barrio del Perro era inexistente si no estaba él, me dijo que entraba al barrio (refiriéndose al Pueblito, una villa miseria) porque todos saben que era amigo suyo, "no lo conoce nadie, no existe". Término el monólogo diciendo: "igual es un amigo".

     Los vínculos que relacionaban al Perro y Coco parecían estar a punto de romperse, las obligaciones establecidas en esta relación estaban siendo incumplidas, según una de las partes, lo que podía generar una ruptura. En una relación de intercambio existen obligaciones de ambas partes, para Coco las obligaciones del Perro estaban incumplidas. En la misma charla arriba desarrollada, Coco manifestó que él siempre ayudó al Perro cuando éste lo necesitaba. Recordaba que hace un tiempo el Perro le había solicitado que le de una mano a los encargados de una productora de cine que tenía intenciones de filmar en Parque Patricios; Coco les consiguió una casa y otras cosas que estos necesitaron, pero nunca recibió nada a cambio. También recordó que él siempre fue a todos los actos políticos que el Perro organizaba. Coco, entre risas; decía que si lo llamaban a las cinco de la mañana para que vaya a un acto en el polo, él iba. Por último, me mencionó a mí como parte de un intercambio, cuando el Perro nos presentó y le pidió que me ayudara generó un nuevo vínculo entre ambos. Coco quería explicar que él no había hecho las cosas por interés pero que su amigo estaba en deuda, porque cuando uno está mal debe ser auxiliado por los amigos.

    Tiempo después tuve con el Perro una charla respecto a esta relación. Estábamos en una camioneta del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires dando vueltas por Parque Patricios junto a Pedro. El Perro iba sentado en el asiento del acompañante, de traje negro y camisa blanca, sistemáticamente acomodaba su largo pelo lacio detrás de la oreja mientras hablaba. Él me decía que Coco era un amigo y que él nunca se olvida de los amigos, pero que esta vez no podía ayudarlo. Que las cosas que le pedían estaban fuera de su alcance, entre risas decía: "que cree, que soy Superman", igualmente afirmaba que lo iba a ayudar en todo lo que pudiera.

    Pasaron unos meses y el Perro cumplió la promesa. Había ingresado a su amigo en una lista de espera para recibir la prótesis gratuita por intermedio del Ministerio de Salud del Gobierno de la Ciudad y, también, estaba consiguiendo algunos calmantes y otros medicamentos. Coco ya no deslizaba ninguna crítica sobre la desidia de su amigo en torno de su salud, la relación se había restablecido en buenos términos.

    Debe existir un tiempo entre el don y el contradón, para que la reciprocidad se distinga del toma y daca22. El intervalo entre el don y el contradón incluye en la relación a la incertidumbre, hace parecer que todo puede ser distinto, que el don no tenga contradón y que la relación desaparezca23. La utilización del tiempo es jugar con la estrategia24 es darle un plusvalor al contra-don, mostrar el esfuerzo o la importancia que tiene el bien o servicio intercambiado. El tiempo que el Perro se tomó en devolver puede ser interpretado como una estrategia para mostrar el esfuerzo que él hacía por su amigo, demostrando que los servicios no eran accesibles y que sólo él con afanosa voluntad podía conseguirlo. Este uso estratégico puede haber tenido como objeto desequilibrar la relación de intercambio25, y generar un vínculo donde la dimensión de poder tenga otros aditamentos.

    Sahlins dice que "La reciprocidad generalizada se refiere a transacciones que pueden ser consideradas altruistas, transacciones que están en la línea de la ayuda prestada, y, si es posible y necesario, de la ayuda retribuida" 26. Es lo que Malinowski denomina "don puro" y equilibradas. La reciprocidad equilibrada

"se refiere al intercambio directo. En un equilibrio preciso la reciprocidad consiste en la entrega habitual del equivalente de la cosa recibida sin demoras….Gran parte del 'intercambio de dadivas', muchos 'pagos', es decir, buena parte de lo que en etnografía lleva el título de 'comercio' y de lo que recibe el nombre de 'compra-venta' implicando la existencia de un 'dinero primitivo' corresponde a este género de reciprocidad equilibrada" 27.

    Wolf28 define dos tipos de amistad, una emocional y la otra instrumental. La primera es una relación en la que un alter y un ego satisfacen una necesidad emocional del otro. En la instrumental, el acceso a recursos, naturales o sociales, es un elemento consustancial de la relación, aunque no su objetivo principal. Lo afectivo sigue teniendo un rol importante en la relación, que a diferencia de la emocional no se limita a alter y ego. Este tipo de amistad tiene como particularidad que los amigos los conectan con otras personas, sobrepasa los límites de los grupos y acrecienta el caudal de relaciones. Según Wolf estas amistades son en sus inicios lazos recíprocos no equilibrados sino generalizados.

    La amistad entre Perro y Coco parece acercarse más a este modelo, aunque es posible imaginar que nació siendo una amistad emocional, se convirtió en instrumental cuando ambos tomaron caminos distintos, y sus relaciones podían serles útiles a ambos. El Perro se beneficiaba que Coco le abra puertas en lugares de difícil acceso y Coco se favorece con la inserción institucional del ahora dirigente político. Lo afectivo mantiene el vínculo cuando el contradón esperado se demora.

    Esta relación de amistad instrumental permite analizar cómo se va conformando o ampliando una red de relaciones. Wolf dice: "...en la amistad instrumental cada uno de los componentes de la misma actúa como potencial eslabón de conexión con otras personas del exterior. Cada uno de los amigos es promotor del otro" 29. Coco le presenta amigos en el Pueblito y va con ellos a los actos políticos, convocando varias personas para cada reunión que organizaba el Perro. Éste a través de sus contactos conseguía medicamentos y lo presentaba como su amigo ante administrativos de la salud que podían solucionar su problema.

     Sahlins30 reflexiona cómo en la economía primitiva los amigos hacen regalos, mientras en la actualidad son los regalos los que hacen amigos, afirmando que la corriente garantiza o inicia las relaciones sociales. Si el Perro y Coco son amigos por los regalos no imparta tanto como que son amigos y que los regalos se ajustan a esa relación. Es decir, la relación social gobierna a la transacción material. Son los gestos, los tiempos dedicados al amigo, las palabras de apoyo, lo emotivo lo que enmarca la relación. En este marco lo material tiene un lugar relevante pero parecen episodios momentáneos que se ajusta a una relación social más amplia. Coco en una charla me decía que el Perro no le iba a fallar, porque tiene un cariño especial por la madre de Coco y no querría que ésta se entere que el amigo se "había borrado" 31. No tan amigos: otras relaciones, otros intercambios y otras obligaciones

    Los vínculos entre Lito y X, dirigente del club, son interesantes, ya que bajo su análisis podemos observar las formas y dinámicas de las relaciones de algunos de "los pibes" con algunos dirigentes de los clubes. Lito y X están relacionados hace varios años. Cuando éste último fue candidato en elecciones nacionales por un partido de izquierda, Lito se encargo de la seguridad del acto de cierre de campaña que se realizó en Huracán. En esa oportunidad fue un contrato laboral (informal), que relacionaba a un ex vicepresidente de Huracán con aspiraciones electorales, con un sujeto que al poseer el capital "aguante" podía organizar, planificar y conducir la seguridad en un evento multitudinario y que además se movía como un pez en el agua en Huracán, lugar del mitin partidario.

    Pero esta relación, no quedó estancada en sus dimensiones contractuales sino que se cimentó una duradera relación personal entre ambos. Además del pago por el trabajo, se generó un vínculo, promesas de trabajos, de apoyo y de lealtad unían a las dos personas. Tiempo después X tuvo un cargo en la administración pública; Lito me comentó que llegó hasta su oficina, vestido de traje, "todo empilchado", en busca de un trabajo, que era uno de los ítems que los vinculaba. Éste trabajo nunca se concretó. Al poco tiempo, X fue removido de su cargo y las obligaciones que según Lito se habían contraído nunca fueron saldadas. Es por esta razón que el hincha considera que el dirigente tiene una deuda con él. Esta deuda no ha roto las relaciones porque X, a pesar de no poder cumplir con su parte del intercambio, nunca dejó de auxiliar a Lito cuando éste se lo solicita.

    Una tarde estaba en la puerta de la sede, pasando el tiempo mientras esperaba a un integrante de "la hinchada" que nunca llegaría. Adentro estaba Lito charlando con unos amigos. X entra a la sede y saluda a los presentes. Lito lo aparta y se pone a hablar con él, en tono confidencial. X busca en su bolsillo, saca un billete y se lo entrega al hincha. Se saludan y el dirigente sube a su despacho, que está en el primer piso. Esta ayuda económica es una de "las puntas", o "la soga", como lo llaman "los pibes".

    Lito considera que X es un dirigente honesto, de los pocos que han pasado por la historia de la institución. Aparte lo considera un hombre generoso que no se olvida de aquellos que necesitan una mano. X dice que Lito "es un señor" 32, esto no sólo manifiesta el aprecio que tiene por él sino también como concibe al resto de los integrantes de "la hinchada", quienes a sus ojos no son señores.

    En la actualidad el flujo de intercambios entre Lito y X es unidireccional. Situación que nos lleva a pensar en la existencia de una reciprocidad generalizada33. El circuito de bienes y servicios puede mantener esta dirección por un largo tiempo. Si hacemos un análisis sincrónico, la relación atraviesa una etapa que según la óptica de Polanyi podría ser observada como un intercambio redistributivo, ya que lo intercambiado fluye desde un lugar donde está concentrado. Sin embargo, debe ser interpretado como parte de una relación social más amplia, que a pesar de exhibir la asimetría económica entre las partes, muestra un intercambio de bienes por servicios que pueden ser valorados como simétricos, aunque no exista valor de cambio equiparable entre lo intercambiado.

    Parece posible pensar que con el afianzamiento de la relación la reciprocidad pasó de ser equilibrada a generalizada34. En un principio el aspecto material de la transacción era tan importante como la relación social. Pero con el correr del tiempo la relación afectiva se hizo más intensa y se perdió la equivalencia entre lo recibido y lo dado.

    El análisis de la relación se enriquece al observar que para Lito el que está en deuda es X. Como dice Bourdieu: "Mientras no se devuelva, el que ha recibido es un obligado que debe manifestar su gratitud hacia su benefactor, o en todo caso tener atenciones con él..." 35. Desde esta óptica de la relación, uno está en deuda y la generosidad es producto de un temor a ser acusado de ingrato. Desde la otra orilla de la relación, la ayuda tiene sentido como auxilio a un "señor de la hinchada" en problemas. Las miradas subjetivas de la interacción no pueden negar un vínculo que establece transacciones de bienes y servicios entre dos personas.

     Este tipo de relaciones personales entre un dirigente y un hincha son muy comunes: podríamos citar los vínculos que establecieron Batet con Pucho, XC con Coco y Peña con Rambo. Estos vínculos personales tienen muchos matices y son imposibles de abarcar en este trabajo, pero cabe decir que son relaciones que vinculan intereses morales con otros más instrumentales, sin que nunca se sepa cuál prima en la balanza.

    Esta conjunción puede ejemplificarse con un episodio que me comentó Ramón. Estábamos en la sede charlando sobre la situación del club, le pregunté si alguna vez había participado de la vida política de la institución. Me dijo que no, que si bien votaba, ya que era socio hace muchos años, nunca se metió en los líos y enredos políticos institucionales, excepto una vez. En una oportunidad tocó el bombo, junto con otros compañeros de "la banda", en un acto de un candidato a presidente. Me dijo que lo había hecho por "un gancho de chorizos"; es decir, que había ido a tocar el bombo a cambio de una choriceada36. Para terminar la anécdota manifestó que lo había hecho sólo porque conocía al hijo del candidato, del cual había sido compañero en el colegio secundario. El combo de la amistad sumado al interés por los chorizos deja al descubierto la complejidad de las relaciones entre los integrantes de "la hinchada" y los dirigentes.

    Las interacciones establecidas con vecinos y comerciantes son variadas. Pueden intercambiarse bienes materiales o favores: trabajos, planes, ropa (del club), turnos, ayuda en momentos de adversidad. De esta manera los integrantes de "la hinchada" interactúan con estos actores, pero esta interacción a veces sólo los tiene como intermediarios y no como receptores o dadores de los bienes. Por ejemplo, a veces pueden conseguir un puesto de trabajo para ellos o para un familiar y otras pueden terciar ante los chorros del barrio para que le devuelvan el auto a un vecino.

    Cuando los contactos funcionan mediando para terceros se establece una relación con éste que terminará en otro intercambio. Rambo nos contaba que cuando le tiraba "la manga", o sea, pedía de favor a los comerciantes de la zona para hacer un asadito estos a su vez le pedían otras cosas. Por ejemplo que cuide al hijo cuando iba a la cancha o que le consiga una rueda de auxilio para el auto. Rambo decía que a veces la retribución del favor era más complicada que comprar unos kilos de carne: "Imaginate tenés que andar persiguiendo en la cancha pibitos para que no se zarpen con la droga, todo por un poco de carne".

    La posibilidad de establecer contactos es mayor cuanto más alto se está en la jerarquía del grupo. Pero hasta los que no están encumbrados en lo alto de la jerarquía establecen redes con vecinos y otros simpatizantes. Por ejemplo, un joven contaba que había conseguido un buen abogado y barato gracias al contacto de un vecino.

    Uno de "los pibes" es presidente de una sociedad de fomento barrial, actualmente tiene una posición relegada en la estructura jerarquica, sin embargo mantiene contactos con distintos actores del barrio y hasta con políticos con proyección nacional. Un vecino nos decía: "Ahora el club (el club Piraña) lo maneja un duro de la plaza (duro hace referencia al consumo de cocaína), y lo tienen como aguantadero37. Se lo presta a los pibes para hacer fiestas o los encontrás jugando a la pelota, tomando vino y fumando". Este relato muestra cómo "los pibes" consiguieron un espacio que es comunitario (la metáfora de la invasión es reiterada). Lo interesante de lo acontecido en el club Piraña no es que lo usen de aguantadero, sino cómo uno de "los pibes" llegó a ser presidente del mismo (por herencia, el club fue fundado por el padre) y cómo eso lo inserta en las relaciones sociales barriales. El club, que está en pésimas condiciones, es utilizado no sólo por "los pibes", también trabajadores de la zona lo utilizan para jugar al fútbol y algunos vecinos usan el salón (o lo que queda de él) para distintas actividades. Es un refugio de "duros", como dice este vecino, pero también es parte de la interacción de ellos en la vida social del barrio. Con ellos hay que negociar si se quieren usar las instalaciones, con ellos uno debe entrar en un intercambio recíproco de favores si desea hacer una fiesta.

    Cuando le pregunté a los murgueros de Pasión Quemera por qué no se reunían a ensayar más en el Piraña me dijeron que no querían deberles nada a "los pibes" (aunque tienen varias relaciones que ya mostramos); en cambio, otras personas sí entran en relaciones con ellos. Como el caso de una ONG barrial que quiere establecer en el club Piraña un centro de atención para discapacitados, para esto tuvieron que establecer relaciones y lazos con el y los "duros" que presiden el club.

    Las relaciones con la policía son un tema tabú. La identificación negativa de las fuerzas de seguridad como una "banda" enemiga impide que "los pibes" hablen de sus vínculos personales con integrantes de la fuerza de seguridad. Sin embargo, estas relaciones existen. Como quedó demostrado en el ejemplo del hincha que con un solo llamado telefónico obtuvo permiso para clausurar el tránsito en la calle.

    Otro dato puede permitir demostrar las relaciones personales con algunos policías. Coco me contó que una vez, ingresando al estadio, en el cacheo, le descubrieron una navaja que tenía escondida. Cuando estaban por llevarlo a la comisaría detenido intercedió en su auxilio un policía, y logró que en vez de ser detenido fuera sancionado con una infracción al código contravencional, evitando que sea arrestado. Las risas de Coco mostraban como había "zafado"38 gracias a un contacto hecho tiempo atrás. El policía lo conocía porque varias veces habían tenido contactos cuando negociaban temas de "la hinchada". 39 A modo de conclusión: Haciendo amigos a las piñas

    Mayer40 distingue entre red y conjunto. La red son las relaciones personales que forman un campo y el conjunto son los enlaces personales de una sola persona. La red da cuenta de la relación entre A-B-C-D y el conjunto permite apreciar las relaciones desde A-B, A-C, A-D. El conjunto se compone de las relaciones de ego y se centra en la clasificación según un criterio determinado.

    El análisis de las relaciones personales de Coco puede servir de muestra. Coco tiene relaciones personales: con vecinos, con el Perro, con algunos policías, con Peña, entre otras. Esas relaciones centradas en ego se potencian en otras relaciones con gente que Coco no conoce o que conoce por intermedio de otros. Aquí la red supera a ego, las relaciones de Coco generan otras relaciones. Por ejemplo, el vecino que le presentó a un amigo que trabaja en la dirección de tránsito que ante una ayuda económica elimina las multas de cualquier vehículo.

    Pero estas relaciones aquí analizadas sólo pueden establecerse a través del capital violencia. Es peleando que se hace amigos, no peleando con los amigos sino demostrándole a los amigos su potencialidad peleadora. Lomnitz41 dice que los vecinos de la barriada que ella investigaba decían que para tener amigos hay que beber. Consumir alcohol, excederse, hace amigo: "guates". Ser parte de un grupo de "guates" es ser parte de una red de solidaridad. Álvarez42 analiza como entre los campesinos de un pequeño poblado de Colombia beber alcohol con amigos es una forma de crear lazos de solidaridad. La bebida y las peleas conforman las dos caras de la misma moneda, son formas de delimitar la pertenencia a un grupo. Un plusvalor simbólico que genera relaciones personales. Lo interesante del capital simbólico "aguante" es que establece vínculos más allá de los límites del grupo. Los "guates" y los campesinos colombianos sólo establecían relaciones entre ellos; en cambio, los luchadores integrantes de "la hinchada", los que detentan estos saberes distintivos, establecen relaciones personales con otros individuos.

    Los integrantes de "la banda" se insertan o construyen una red social a través de su participación en este grupo. La práctica violenta es una de las particularidades que distingue a "los pibes": esta acción los estigmatiza y, a simple vista, los aísla y margina de las interacciones con otros actores sociales. Sin embargo, descubrimos que los integrantes de "la hinchada" tienen un sinnúmero de relaciones con personas que no conciben a la violencia de la misma forma.

    "Los pibes" interactúan con una variada gama de actores sociales: dirigentes del club, dirigentes políticos, jugadores y cuerpo técnico, policías, vecinos, simpatizantes del club y organizaciones delictivas de distinta índole; estableciendo entre ellos interacciones que conforman una red. Entendemos como red al campo social formado por relaciones entre personas43. En esta red existen interacciones que son intercambios recíprocos sustentados sobre obligaciones sancionadas por la moral, algunos posibles de definir como equilibrados, otros como generalizados y otros que quedan a medio camino entre estas definiciones. Igualmente se generan lazos duraderos, vínculos personales.

    La organización jerárquica de "la banda" implica que la densidad de interacciones disminuya a medida que descendemos en la escala de mando. Los capos establecen una gran cantidad de interacciones; en cambio, la tropa tienen un arco de posibilidades menor para establecer interacciones personales sustentadas en este bien simbólico, ya que la distribución del mismo es el que constituye las relaciones y las posiciones en la jerarquía.

    Mostrar la posesión del "aguante" tiene como objeto establecer interacciones. La violencia es un capital que entabla relaciones sociales con distintos actores del espacio barrial y futbolístico. Este capital, sin llegar a ser legítimo fuera del campo de "los pibes", se conforma como una suma de saberes y conocimientos que tiene una utilización posible más allá del reducido ámbito que define el campo.

    Pierre Mayol44 utiliza el concepto de "conveniencia" para dar cuenta de los signos convenidos por un grupo que permite la interacción entre vecinos. La conveniencia es el conocimiento de los códigos, maneras de presentarse, de hablar, de gesticular, que empleados de buena forma incluyen a los vecinos parisinos en relaciones de intercambio. La aceptación de estos signos convenidos logra un beneficio simbólico, dado que su dominio inserta en el entorno social cotidiano.

    Los integrantes de "la hinchada" se ajustan a los códigos establecidos y exhiben las particularidades que los caracterizan. Al interior del grupo este ejercicio sólo tiene un valor moral de delimitar las acciones válidas y las no válidas, marcando los códigos de la violencia. Pero cuando se muestra este sistema de códigos fuera de los límites del grupo se hace como parte de una exhibición que permitirá establecer o continuar con relaciones de interacción.

    Coco me contó un episodio que puede ejemplificar lo que deseamos exponer. Hace unos años fue hacia la concentración del club en un hotel en Mar del Plata; se encontró con un jugador con el cual había establecido un vínculo, él dice que eran amigos. El jugador lo invitó a pasar para regalarle las entradas que el club daba a los jugadores por partido. Cuando subían hacia el dormitorio del jugador, Coco sacó un revólver y empezó a jugar con él. El simpatizante cuenta entre risas que el jugador entró en un estado de pánico, que le repetía que lo guarde, que ellos eran amigos. Actualmente, Coco sigue considerando a este jugador como un amigo y desea que vuelva al club para que juntos puedan reforzar sus lazos de amistad. Exhibir el arma no era una amenaza directa, era una forma de mostrar su potencialidad, sus códigos.

    Mostrar las señales distintivas puede ser entendido como parte de una "estrategia" según lo esbozado por Bourdieu45. Este autor busca comprender los sentidos prácticos que sin ser inconscientes tampoco son producto del cálculo consciente y racional. Bourdieu analiza las estrategias matrimoniales en Kabila y manifiesta que éstas:

"son el producto no de la obediencia a la regla sino del sentido del juego que conduce a 'elegir' el mejor partido posible dado el juego de que se dispone, es decir los triunfos o las malas cartas (las hijas especialmente), y el arte de jugar del que es capaz, la regla del juego explícita -por ejemplo las prohibiciones o las preferencias en materia de parentesco o las leyes de sucesión- al definir el valor de las cartas" 46.

    El sentido del juego que lleva a "elegir el mejor partido posible" nos permite comprender los fundamentos que tiene exhibir las cualidades, cualidades que son parte de una forma de ser que los distingue. Mostrarse practicantes de acciones violentas es jugar el mejor partido con las cartas que disponen, ya que, buscando los momentos adecuados para hacer visibles las señales de su manera de ser en el mundo se relacionan con otros actores que dan a esas señales valores positivos o que las respetan.

    La verdadera "estrategia" de los hinchas no es encontrar los momentos propicios para hacer "la muestra" sino hacer de esta cualidad violenta un capital. Transformar una característica de su habitus en una propiedad que los relaciona es "jugar el mejor juego con las cartas que se tiene", es asegurar la (re)producción de su espacio en el mapa social.

    En el espacio del fútbol y en el barrio, el "aguante" tiene valor más allá de los actores que lo consideran legítimo e ingresan en la discusión por su posesión. Es de esta forma que los integrantes de "la hinchada" se relacionan con variados actores sociales a través de la ostentación de éste capital simbólico.


Notas

  1. Los nombres de los informantes son ficticios para mantener el anonimato.

  2. La banda de Huracán está conformada por cuatro grupos: la Pagola, la José C. Paz, Barracas o El Pueblito y Pompeya. Cada uno de estos grupos tiene un líder. Los líderes son concebidos como los "capos" de la hinchada. Son los jefes, aquellos que definen y planifican los viajes, el traslado de los trapos, la obtención de las entradas, el alquiler de micros, la compra de pirotecnia o globos, etc. Cada uno de estos líderes tiene un perfil que los define, pero todos tienen una dosis de carisma que les permite detentar la posición que ostentan. Estos lideres son los encargados de conseguir los recursos que dispone la hinchada y también de su distribución. Para esto tienen una segunda línea de colaboradores, que se encarga de algunas facetas del reparto de recursos. Este grupo es muy reducido, según los lideres son sus piernas, término que define la lealtad de los colaboradores. Los ajenos los definen como los soldados, refiriendo a la fidelidad respecto a los jefes. En la estructura jerárquica de "la hinchada", luego de los soldados, está la tropa. Aquí se encuentra el resto de los espectadores que conforman la banda, muchas veces se los denomina "los pibes", en contraposición jerárquica a los capos. Sobre estos últimos cabe aclarar que el saber violento el que los ubica en esta posición, ningún líder puede serlo sino ha demostrado ser un buen luchador.

  3. El club Huracán es una institución ubicada en el barrio de Parque Patricios en la ciudad de Buenos Aires, fundada en 1908. En esta se desarrollan un sinnúmero de actividades deportivas, pero la más importante es el fútbol profesional. Huracán es uno de los clubes más reconocidos del fútbol Argentino, actualmente milita en el nacional "B", pero su historia lo ubica entre los grandes de la primera "A", habiendo obtenido un título en esa categoría. Los simpatizantes de Huracán y la institución reclaman el sexto lugar entre los grandes del fútbol argentino; los cinco grandes son: Independiente, Racing, San Lorenzo, Boca y River. El club Huracán es denominado el Globo, este es el símbolo que lo representa: un globo aerostático. Ya que cuando fue fundado las hazañas de Jorge Newbery a bordo del globo aerostático el Huracán eran motivo de admiración popular. Esto dio nombre al club y a la elección del signo que lo representará hasta la actualidad. Por otro lado, también se lo denomina Quemero, porque cerca del estadio estaban los terrenos destinados a quemar la basura de la ciudad de Buenos Aires.

  4. Pierre BOURDIEU Razones prácticas. Barcelona, Anagrama.1997, Pág. 151.

  5. Julián PITT-RIVERS. Antropología del honor o política de los sexos. Barcelona. Editorial Crítica. 1980 Pág. 33.

  6. Santiago ÁLVAREZ Leviatán y sus lobos. Violencia y poder en una comunidad de los Andes colombianos. Buenos Aires, Antropofagia. 2004 Pág 21.

  7. Cagada remite al temor, según nuestro informante la mujer estaba asustada.

  8. Martín SANCHEZ JANKOWSKI. "As Ganges e a estructura da sociedade norte-americana", Revista Brasileira de Ciencias Sociales. Año 1997, Vol 12- Nº 34, pp25-37.

  9. Janes BARNES "Redes sociais e proceso político" en Feldman-Bianco, Bela (org) (1987). Antropología das sociedades contemporáneas. Sao Paulo, Métodos. Global. 1987 [1969] Pág. 167.

  10. Bardear significa molestar.

  11. "Re locos" remite a los estados de inconciencia, es decir que los jóvenes estaban borrachos o drogados.

  12. Natalia PUEX. "Las formas de la violencia en tiempos de crisis: Una villa miseria del conurbano bonaerense" en Isla, Alejandro y Miguez, Daniel (Cord) (2003). Heridas Urbanas. Violencia delictiva y transformaciones sociales en los noventa. Buenos Aires, Editorial de las ciencias. 2003 Pág. 53.

  13. Corso es el nombre que toman las reuniones de carnaval.

  14. El final de la frase hace referencia a la desidia de su colega, "el garrón" es la situación judicial que tuvo que atravesar.

  15. UOCRA es el sindicato que reúne a los trabajadores de la construcción.

  16. Estos vínculos deberían ser analizados en otro trabajo y detalladamente teniendo en cuenta que tampoco trabajan para "cualquiera". Coco hace años que trabaja para el partido Radical y para el Justicialista de Parque Patricios, pero por ejemplo no trabaja con Palito que es un "puntero" radical, según él "porque es un Chorro anti Huracán".

  17. Marshall SAHLINS. Economía en la edad de Piedra. Madrid, Akal Editor. 1981 Pág 213.

  18. Norbert ELIAS. La sociedad cortesana. México, Fondo de Cultura Económico. 1982 Pág.194.

  19. Lariza LOMNITZ. Como sobreviven los marginados. México, Siglo Veintiuno Editores. 1975 Pág. 209.

  20. Existen un sinnúmero de prácticas de los hinchas que son "aprietes" en su sentido convencional, es decir que son pedidos hechos de forma violenta y que no establecen ninguna relación posterior. En estos hechos podemos observar como se edifican victimas y victimarios de la violencia, situación difícil de encontrar en las relaciones antes estudiadas.

  21. Coco militó en el Justicialismo junto a Perro en su juventud, luego abandonó la política, no era para él, según dice.

  22. Pierre BOURDIEU. El sentido práctico. Taurus, Madrid. 1981 Pág. 178.

  23. Germán SOPRANO. Formas de organización y socialización en un partido político. Etnografía sobre facciones, alianzas y clientelismo en el peronismo durante una campaña electoral. Tesis de doctorado en Antropología Social en la Universidad Nacional de Misiones. Mimeo. 2003 Pág. 29.

  24. Pierre BOURDIEU. El sentido práctico. Taurus, Madrid. 1981 Pág. 169.

  25. Germán SOPRANO. Formas de organización y socialización en un partido político. Etnografía sobre facciones, alianzas y clientelismo en el peronismo durante una campaña electoral. Tesis de doctorado en Antropología Social en la Universidad Nacional de Misiones. Mimeo. 2003 Pág. 29.

  26. Marshall SAHLINS. Economía en la edad de Piedra., Madrid, Akal Editor. 1981 Pág. 213.

  27. Marshall SAHLINS. Economía en la edad de Piedra., Madrid, Akal Editor. 1981 Pág. 213.

  28. Eric WOLF. "Relaciones de parentesco, de amistad y de patronazgo en las sociedades complejas" en Banton, M. (Comp) 1980: Antropología social de las sociedades complejas. Madrid, Alianza.1980 Pág. 29.

  29. Eric WOLF. "Relaciones de parentesco, de amistad y de patronazgo en las sociedades complejas" en Banton, M. (Comp) 1980: Antropología social de las sociedades complejas. Madrid, Alianza.1980 Pág. 30.

  30. Marshall SAHLINS. Economía en la edad de Piedra., Madrid, Akal Editor. 1981 Pág. 204.

  31. Borrado remite a desaparecer cuando alguien lo necesita.

  32. X no sólo tiene un aprecio especial por Lito sino que menciona y reconoce el lugar de este en la hinchada; además de recordar historias que lo ligan a la violencia, como la vez que tuvo que pelearse con la policía que quería quitarle la bandera de Huracán con un dibujo de la cara del Che Guevara.

  33. Marshall SAHLINS. Economía en la edad de Piedra., Madrid, Akal Editor. 1981 Pág. 211.

  34. Marshall SAHLINS. Economía en la edad de Piedra., Madrid, Akal Editor. 1981 Pág. 211.

  35. Pierre BOURDIEU. El sentido práctico. Taurus, Madrid. 1981 Pág. 179.

  36. Los chorizos son embutidos de carne, la choriceada es un asado de estos embutidos.

  37. Aguantadero es una forma común de referirse a los lugares de reunión de los delincuentes.

  38. Zafado es esquivar la cárcel y persecución policial.

  39. Las relaciones entre la hinchada y la policía son un tema tabú. Ninguna hinchada podría afirmar que tiene buenas relaciones con la policía ya que el desprestigio recaería inmediatamente sobre el grupo; en varias visitas al campo observé graves enfrentamientos entre estos actores. Sin embargo, muchas veces entran en contacto para coordinar los viajes o dar acceso a hinchas o pirotecnia.

  40. Adrián MAYER. "La importancia de los cuasi-grupos en el estudio de las sociedades complejas" en Banton, Michael (comp.) (1980) Antropología social de las sociedades complejas. Madrid, Alianza.1980 Pág. 109.

  41. Lariza LOMNITZ. Como sobreviven los marginados. México, Siglo Veintiuno Editores. 1975 Pág. 191.

  42. Santiago ÁLVAREZ Leviatán y sus lobos. Violencia y poder en una comunidad de los Andes colombianos. Buenos Aires, Antropofagia. 2004 Pág. 143.

  43. Adrián MAYER. "La importancia de los cuasi-grupos en el estudio de las sociedades complejas" en Banton, Michael (comp.) (1980) Antropología social de las sociedades complejas. Madrid, Alianza.1980 Pág. 109.

  44. Pierre MAYOL. "Habitar" en de Certeau, Michel, Girad, Luce y Mayol, Pierre (1999). La invención de lo cotidiano 2. Habitar, cocinar. México, Editorial de la Universidad Iberoamericana. 1999 Pág. 20.

  45. Pierre BOURDIEU. Cosas Dichas. Buenos Aires, Editorial Gedisa. 1988 Pág. 71.

  46. Pierre BOURDIEU. Cosas Dichas. Buenos Aires, Editorial Gedisa. 1988 Pág. 71.

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revista digital · Año 10 · N° 88 | Buenos Aires, Setiembre 2005  
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