efdeportes.com
La edad y el gasto energético como determinantes en la
condición física funcional de las personas mayores

   
* Depto. de Fisiología de la Universidad de León
** Depto. de Fundamentos de la Motricidad y Entrenamiento
Deportivo de la Universidad Europea de Madrid
(España)
 
 
Nuria Garatachea Vallejo* | Alfonso Jiménez Gutiérrez**
Raquel Val Ferrer* | Fernanda da Souza Teixeira*
Rodrigo Jiménez Jiménez* | José Antonio de Paz Fernández*

dfingv@unileon.es
 

 

 

 

 
    El objetivo del estudio fue analizar la relación entre la edad, la condición física y el gasto energético. Participaron 55 mujeres de entre 62 y 91 años. A todas ellas se les midió la condición física funcional mediante el Senior Fitness Test; también se midió el gasto energético diario mediante un acelerómetro biaxial. Nuestros resultados muestran una clara relación inversa entre la condición física y la edad y también entre el gasto energético y la edad. La discapacidad debida a la disminución de la capacidad funcional es previsible y guarda una alta relación con la edad, pero como ésta no se puede modificar se deberá hacer especial hincapié en modificar el gasto energético habitual para evitar el riesgo de discapacidad en las personas mayores.
 

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 10 - N° 87 - Agosto de 2005

1 / 1

Introducción

    La población mundial, y especialmente la de los países desarrollados, está inmersa en un proceso de envejecimiento que conlleva importantes consecuencias negativas a nivel social y económico. Todos los expertos que estudian las consecuencias que para las sociedades modernas tiene el fenómeno del envejecimiento coinciden en afirmar que el problema fundamental es cubrir las necesidades de cuidados y atención a las personas dependientes (Abellán, 2002), cuyo número se está viendo enormemente incrementado como consecuencia del aumento de la población de avanzada edad.

    Estas consecuencias se derivan fundamentalmente de la pérdida de independencia que está asociada a la vejez, entendiendo por ésta la capacidad de desempeñar las funciones relacionadas con la vida diaria, es decir, la capacidad de vivir con independencia en la comunidad recibiendo poca ayuda, o ninguna, de los demás (OMS, 2002).

    La Encuesta sobre Discapacidades, Deficiencias y Estado de Salud de 1999 (EDDES 99) cifra en 3.528.221 el número total de personas en España con alguna discapacidad o con limitaciones que han causado o pueden llegar a causar discapacidades, lo que, expresado en términos relativos, viene a representar un 9 por ciento de la población. Los resultados muestran una clara correlación entre la prevalencia de las situaciones de discapacidad y la edad. Más del 32 por ciento de las personas mayores de 65 años tiene alguna discapacidad, mientras que entre las menores de 65 años la proporción de personas con discapacidad no llega al 5 por ciento. Aunque el aumento de la prevalencia es continuo conforme avanza la edad, a partir de los 50 años ese incremento se acelera de forma notable. La encuesta estima, en conjunto, un número mayor de mujeres que de varones con discapacidad (el 58,3 por ciento de la población con discapacidad son mujeres).

    Una de las principales causas que explica la dependencia en las personas mayores es el deterioro de su capacidad física. Está bien aceptado que el propio proceso de envejecimiento conlleva una disminución a nivel general de todas las funciones del organismo reduciendo así la capacidad funcional de la persona (Timiras, 1997). A su vez también está bien aceptado por la comunidad científica que la disminución del nivel de actividad física de las personas contribuye notablemente sobre la disminución de su capacidad funcional (Miller, 2000). Por lo tanto podemos afirmar que dos de las principales causas de la dependencia es la edad y la disminución del nivel de actividad física. Actualmente no existe acuerdo sobre cual de las dos variables tiene un mayor peso sobre la disminución funcional, tal es así que Bortz (1982), se preguntaba si la disminución funcional era consecuencia del paso de los años o de la disminución del nivel de actividad física en los mayores.

    El objetivo de este estudio fue estudiar la capacidad física en función de la edad y del nivel de actividad física.


Material y métodos

Sujetos

    Para la realización de este estudio participaron 55 mujeres de entre 62 y 91 años (72.8 ± 7.5 años; 65.9 ± 9.9 Kg; 152.2 ± 6.6 cm). Una vez informado cada sujeto del objeto y detalles del estudio y después de firmar el consentimiento escrito para participar en el mismo, se les realizó una anamnesis y exploración general médica. Aquellos voluntarios que presentaban contraindicaciones médicas para realizar ejercicio físico, hipertensión arterial no controlada, que tenían dolores articulares, dolor en el pecho, vértigos, angina durante el ejercicio se les desestimó del estudio.


Metodología

    A cada sujeto se le realizó dos valoraciones: 1) condición física funcional y 2) gasto energético. Cada sujeto realizó las dos valoraciones en un tiempo máximo de 2 semanas.

1) Condición física funcional. Todos los sujetos realizaron las 6 pruebas que componen el Senior Fitness Test para la evaluación de la condición física funcional en una misma sesión. Todos los participantes realizaron todas las pruebas el mismo día y siguiendo el orden que a continuación se indica tal y como propone el protocolo de la SFT (Rikli y Jones, 2001).

    A continuación se describe brevemente cada una de las pruebas:

  1. Fuerza de piernas (FPna): número de veces que es capaz de sentarse y levantarse de una silla durante 30 s con los brazos en cruz y colocados sobre el pecho.

  2. Fuerza de brazos (FBr): número de flexiones completas de brazo, sentado en una silla, que realiza durante 30 s sujetando una pesa de 3 libras (2.27 Kg) para mujeres y 5 libras (3.63 Kg) para hombres.

  3. Resistencia aeróbica (Resis): número de veces que levanta la rodilla hasta la altura media entre la rótula y la creta ilíaca durante 2 min. Se contabiliza una vez por cada ciclo (derecha-izquierda).

  4. Flexibilidad de piernas (FlexPna): sentado en el borde de una silla, estirar la pierna y las manos intentan alcanzar los dedos del pie que está con una flexión de tobillo de 90 grados. Se mide la distancia entre la punta de los dedos de la mano y la punta del pie (esta distancia será positiva si los dedos de la mano sobrepasan los dedos del pie o será negativa si los dedos de la manos no alcanzan a tocar los dedos del pie).

  5. Flexibilidad de brazos (FlexBzo): una mano se pasa por encima del mismo hombro y la otra pasa a tocar la parte media de la espalda intentando que ambas manos se toquen. Se mide la distancia entre la punta de los dedos de cada mano (esta distancia será positiva si los dedos de la mano se superponen o negativa si no llegan a tocarse los dedos de la mano).

  6. Agilidad (Agil): Partiendo de sentado, tiempo que tarda en levantarse, caminar hasta un cono situado a 2.44 m, girar y volver a sentarse.


2) Gasto energético. Se midió mediante acelerómetro biaxial (Caltrac USA). El acelerómetro cuantifica la magnitud de los cambios de la aceleración del centro de masas del cuerpo durante el movimiento y en concreto el biaxial lo hace en dos dimensiones del espacio. El gasto energético lo calculaba el programa interno del propio aparato que tiene en consideración el sexo, la talla, el peso y la edad que se introduce previamente a la puesta en funcionamiento. La colocación del acelerómetro fue sobre la cadera del individuo ligeramente desplazado hacia la derecha o hacia la izquierda según la preferencia del sujeto y solamente se podían desprender de él para entrar en la ducha o tomar un baño. El acelerómetro cuantificó la energía gastada durante cinco días y posteriormente se registró la energía media gastada durante un día, diferenciando energía total y energía debida a la actividad física según indica el propio aparato.


Tratamiento estadístico

    Los resultados descriptivos de las variables continuas se expresan como media y desviación estándar (SD). Con el objetivo de comparar grupos específicos de edad en relación con características físicas, condición física y energía gastada los sujetos se dividieron en 4 categorías (tabla 1). Se realizó análisis de varianza de un factor para determinar diferencias significativas entre grupos de edad en las variables antes citadas. Cuando se encontraban diferencias se utilizó el test post hoc Scheffe para determinar entre qué grupos de edad eran significativas las diferencias. Las relaciones entre variables se estudiaron mediante el coeficiente de correlación de Pearson. La relación entre la energía gastada y la condición física se estimó mediante un modelo lineal. El nivel de significación estadística se situó a una p<0,05. Todos los análisis se realizaron mediante el programa estadístico SPSS para Windows versión 12.05 (SPSS Statistical software, Cork Technology Park, Model Farm Rd, Cork, Irlanda).


Tabla 1: características físicas: edad (años), peso (kg), talla (cm) e índice de masa corporal (IMC).


Resultados

    Las características físicas por grupo de edad se muestran en la tabla 1. Ninguna de las características físicas mostradas presenta diferencias significativas entre los grupos de edad, a excepción de la talla que es diferente entre los grupos G1 y G3.


Tabla 2: Gasto energético (Kcal día-1) total (GETOT) y el debido solamente a la actividad física (GEAF) por grupo de edad.
Se muestra el efecto de la variable grupo de edad sobre las otras variables.

Gasto energético. La tabla 2 muestra los resultados del gasto energético (Kcal/día) total diario (GETOT) y el debido solamente a la actividad física (GEAF). El efecto de la variable grupo de edad es significativo tanto sobre GEAF como sobre GETOT; los grupos G1 y G2 difieren significativamente con los grupos G3 y G4 (p<0.05). Existe una relación positiva entre el GEAF y GETOT (r=0.766) (Ver tabla 4).


Tabla 3: correlaciones de diferentes variables con la edad.

    El gasto energético se correlaciona negativamente con la edad lo que indica que disminuye progresivamente con el avance de los años (Ver tabla 4) (GEAF: r= -0.582; GETOT: r=-0.556).

Condición física. Los componentes de la condición física evaluados por grupo de edad se presentan en la tabla 3.


Tabla 4: Componentes de la condición física funcional de la SFT por grupo de edad.
Se muestra el efecto de la variable grupo de edad sobre cada componente.

    El rendimiento de todas las pruebas de condición física se relaciona negativamente con la edad, lo que indica una pérdida de capacidad funcional a medida que pasan los años (Ver tabla 4). Como indica la probabilidad del estadístico F (Ver tabla 3), la fuerza de piernas, la resistencia aeróbica, la flexibilidad de piernas y la agilidad son diferentes entre los grupos de edad. Concretamente la resistencia aeróbica, la flexibilidad de piernas y la agilidad son diferentes entre los dos grupos G1 y G2 con el grupo G4. Y la fuerza de piernas es diferente entre los dos grupos G1 y G2 y los dos grupos de edad más avanzada G3 y G4.

    El rendimiento en las pruebas de condición física también se correlaciona significativamente y de forma positiva (aclarar la significación negativa de la agilidad) con GEAF a excepción de la flexibilidad de brazos. La GETOT se correlaciona también significativamente con todas las pruebas menos con la de fuerza y flexibilidad de brazo (Ver tabla 4).


Discusión

    Este estudio se centra en analizar la relación entre la edad y el gasto energético con la capacidad física en personas mayores, y en concreto en mujeres.

    En la tabla 3 podemos observar cómo disminuye el rendimiento en todos los componentes de la condición física evaluados en nuestra muestra a medida que avanza la edad.

    Desde 1938, en que Robinson publicó un clásico estudio, se ha reconocido bien que la capacidad funcional del sistema cardiovascular, valorada por el consumo de oxígeno máximo (VO2max), disminuye con la edad. La fuerza, y la potencia muscular en mayor grado, disminuyen progresivamente con el avance de la edad (Kallman et al., 1990). Desde los 50 hasta los 70 años se considera que se pierde un 30% de la capacidad de fuerza. Tanto los estudios transversales como longitudinales indican que la fuerza muscular se reduce aproximadamente un 15% década-1 en la década de los 60 y los 70 años y un 30% en las siguientes décadas (ACSM, 1998). Como la flexibilidad de una articulación depende principalmente de la estructura y función de los huesos, músculos y tejido conectivo y el envejecimiento afecta a estas estructuras y a su función, se produce una reducción evidente de la flexibilidad (Barnes et al., 2001). El proceso de envejecimiento se caracteriza por una reducción del equilibrio, que afecta directamente a la marcha y existen estudios que confirman los cambios en el modelo normal de la marcha en personas de edad avanzada (Alexander, 1996).

    Collins et al. concluyen en un trabajo publicado en 2004 que mediante tests que evalúen la condición física pueden predecirse los sujetos que tienen un riesgo de pérdida de independencia. Los test utilizados en nuestro estudio detectan la disminución del nivel de condición física con la edad y puesto que esta disminución de la capacidad física es previsible resulta apropiado utilizarlos para detectar los citados riesgos.


Figura 1: Gasto energético (Kcal día-1) por grupo de edad.

    En la figura 1, se observa la disminución del gasto energético conforme avanza la edad, tanto el GETOT como el GEAF. Esta bien asentado y existen evidencias científicas que indican que el nivel de actividad física disminuye progresivamente con la edad. Esta relación puede observarse en la figura 2 donde se muestra la correlación del gasto energético con la edad en nuestra muestra del estudio.


Figura 2: relación entre gasto energético (GEAF y GETOT) y edad.

    La actividad física, que promueve la mejora de la condición física, se ha venido planteando desde hace tiempo como una adecuada medida de prevención de discapacidad. Aunque tradicionalmente se ha considerado que la discapacidad era origen de una enfermedad o de una patología, actuales evidencias hacen pensar que los estilos de vida sedentarios también pueden ser una causa de debilidad en los últimos años de vida, especialmente en los octogenarios y nonagenarios (Chandler y Handley, 1996; Dipietro, 1996; Morey et al., 1998). Por lo tanto, la discapacidad y la debilidad podrían ser en gran medida el resultado de no utilizar los músculos y no del inevitable proceso de envejecimiento (Wagner et al., 1992). En la sociedad del envejecimiento, la prevención y la reducción de la dependencia es una de sus prioridades; resulta que la disminución de la capacidad física conforme avanza la edad es previsible y puede detenerse o ralentizarse poniendo una especial atención al nivel de condición física y de actividad física. Holloszy llamaba la atención al respecto, en los años 80, de la poca bibliografía científica sobre el efecto del ejercicio en el envejecimiento y el desarrollo de enfermedades crónicas (Holloszy, 1983). Desde entonces la evidencia científica ha sido abrumadora y hoy es indudable que la actividad física debe ser considerada como una recomendación fundamental para la mayoría de los ancianos, enfermos o no (Evans, 2002).


Referencias bibliográficas

  • Abellán García A. Persona mayor y demografía. ¿Hacia dónde vamos?. 7DM/Especial/20-XII-2002

  • Alexander N. B., Fry-Welch D. K., Marshall L. M., Chung C. C., Kowalski A. M. Healthy young and old women differ in their trunk elevation and hip pivot motions when rising from supine to sitting. J Am Geriatr Soc, 1995;43:338-43.

  • American Collage of Sport Medicine. Exercise and physical activity for older adults. Med Sci Sports Exerc, 1998;30(6):992-1008.

  • Barea J. Los efectos económicos del envejecimiento. Real Academia de Ciencias Morales y Políticas. 1999.

  • Barnes CJ, Van Steyn SJ, Fischer RA. The effects of age, sex, and shoulder dominance on range of motion of the shoulder. J Shoulder Elbow Surg, 2001;10(3):242-6.

  • Bortz WM. Disease and aging. JAMA, 1982;248:1203-8.

  • Chandler JM, Hadley EC. Exercise to improve physiologic and functional performance in old age. Clin Geriatr Med, 1996;12:761-84.

  • Collins K, Rooney BL, Smalley KJ, Havens S. Functional fitness, disease and independence in community-dwelling older adults in western Wisconsin. WMJ, 2004;103(1):42-8.

  • Dipietro L. The epidemiology of physical activity and physical function in older people. Med Sci Sports Exerc, 1996;28:596-600.

  • Evans WJ. Exercise as the standard of care for elderly people. J Gerontol Med Sci, 2002;57A:M260-M261.

  • Guallar-Castillon P, Santa-Olalla Peralta P, Banegas JR, Lopez E, Rodriguez-Artalejo F. Physical activity and quality of life in olderadults in Spain. Med Clin (Barc), 2004;123(16):606-10.

  • Holloszy JO. Exercise, health and aging: a need for more information. Med Sci Sports Exerc, 1983;15:1-5.

  • Kallman DA, Plato CC, Tobin JD. The role of muscle loss in the age-related decline of grip strength: Cross-sectional and longitudinal perspectives. J Gerontol, 1990;45:M82-M88.

  • Miller M, Rejeski W, Reboussin B, Ten Have T, Ettinger W. Physical activity, functional limitationes, and disability in older adults. JAGS 2000;48:1264-72.

  • Morey MC, Pieper CF y Cornoni-Huntley J. Physical fitness and functional limitations in community-dwelling older adults. Med Sci Sports Exerc, 1998;30:715-23.

  • Organización Mundial de la Salud. Envejecimiento activo: un marco político. Rev Esp Geriatr Gerontol, 2002;37(S2):74-105.

  • Rikli RE, Jones CJ. Senior Fitness Test Manual. Champaign IL: Human Kinetics, 2001.

  • Robinson S. Experimental studies of Physical fitness in relation to age. Arbeitsphysiology, 1938;10:251-323.

  • Timiras PS. Bases fisiológicas del envejecimiento y geriatría. Barcelona: Masson, 1997.

  • Wagner EH, LaCroix AZ, Buchner DM, Larson EB. Effects of physical activity on health status in older adults I: observational studies. Ann Rev Public Heath, 1992;13:451-68.

Otros artículos sobre Tercera Edad

  www.efdeportes.com/
http://www.efdeportes.com/ · FreeFind
   

revista digital · Año 10 · N° 87 | Buenos Aires, Agosto 2005  
© 1997-2005 Derechos reservados