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El Camino de Santiago como sendero
de gran recorrido en la naturaleza

   
*I.E.S. Jaroso de Cuevas del Almanzora, Almería
**Universidad de Almería
***Universidad de Granada
(España)
 
 
Dr. Antonio Granero Gallegos*
Dr. Francisco Ruiz Juan**
Dra. María Elena García Montes***

fruizj@ual.es
 

 

 

 

 
    En las últimas décadas el Camino de Santiago ha experimentado una gran revitalización, convirtiéndose en tema de actualidad. En este proceso de "reanimación" ha sido muy importante la promoción que se ha realizado de la ruta desde las distintas Administraciones, fomentando actuaciones que incorporan en su base modelos de ocupación del ocio y del pluralismo religioso que caracteriza a las sociedades occidentales. Se promueve el itinerario desde el punto de vista turístico, patrimonial y deportivo. Así, el Camino de Santiago es considerado el Sendero de Gran Recorrido más largo de Europa, recorrido en nuestros días por miles de senderistas y cicloturistas, fundiéndose en esta ruta los distintos parámetros que hasta ahora se han contemplado como característicos de la era postmoderna. Este resurgir jacobeo coincide con el "boom" de las actividades físico-deportivas y recreativas de aventura en el medio natural característico de los años finales del pasado siglo.
 

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 10 - N° 87 - Agosto de 2005

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1. La revitalización del Camino de Santiago

    Tras siglos de extraordinario auge durante el medioevo, época en que Compostela se convierte en el centro espiritual y cultural de Europa, a finales del XVI las peregrinaciones a Compostela sufrieron un considerable retroceso. La aparición de la Reforma protestante europea, con figuras tan relevantes como Lutero y Erasmo de Rotterdam, supuso un duro golpe, pues significó la desaparición de la práctica totalidad de fieles europeos, sobre todo de alemanes e ingleses, a la vez que los franceses se mostraron más reacios al apoyo de este fenómeno. Esto, unido a dos factores puramente españoles (la Santa Inquisición, que sospecha de cualquier alemán que recorra la senda hacia Compostela y la picaresca española, que hace que muchos vagos y rufianes se aprovechen de los peregrinos) dan la puntilla definitiva al fenómeno peregrinatorio, que agoniza a finales del XVI, para convertirse en casi inexistente durante las centurias posteriores (García Costoya, 1999b).

    Es en el siglo XX, a partir de los años setenta, con la celebración de los Años Santos Compostelanos de 1976, 1982, 1993, 1999 y 2004 que han servido para reafirmar el empuje de la cultura jacobea, cuando comienza el resurgir del Camino, gracias al apoyo de las administraciones, las visitas del Papa Juan Pablo II a Santiago (en 1982 y en 1993), el renovado esfuerzo de la Iglesia y el desarrollo de múltiples asociaciones y cofradías (Mouriño, 2001).

    Ya en 1962 se declaró al "trazado francés" como Conjunto Histórico-Artístico de España y en 1985, Patrimonio Histórico Español. En 1987 el Camino Francés es declarado Primer Itinerario Cultural Europeo, obteniendo el premio y bandera del Consejo de Europa, convirtiéndose en símbolo de la cohesión y unidad del "viejo continente". Este nombramiento fue debido, según Imaz et al. (2004), a su innegable valor universal, ya que fue y es andado por miles de peregrinos de toda Europa, y a su importancia como vínculo histórico y cultural de la historia de la cristiandad (Sierra Fernández y López Castellanos, 1997).

    En 1993 fue declarado por la UNESCO el conjunto español del Camino Francés, Patrimonio Mundial de la Humanidad (UNESCO, 2002). Era la primera vez, según el propio organismo, que se reconocía a un itinerario como parte del legado histórico-artístico de la humanidad. Recientemente, el pasado Año Santo Compostelano de 2004, ha recibido el galardón que lo distingue como Premio Príncipe de Asturias de la Concordia, considerado como reconocimiento y culminación de la recuperación de la ruta jacobea.

    Tanto el Camino como aquellos que lo recorren se han adaptado al paso de los años en las distintas épocas. El peregrino que hoy se acerca al Camino es muy distinto al de hace siglos, como también lo es la sociedad, y el uno no deja de ser un reflejo de la otra. Si es revivir o rememorar lo que peregrinos de otros periodos..., también hemos de destacar la adaptación a la era postmoderna y tecnológica. El interés despertado ha dado lugar a numerosas publicaciones en formato de revista y de edición periódica, guías virtuales, la celebración de numerosos encuentros y congresos de carácter, no sólo regional o nacional, sino también internacional, concursos fotográficos, concursos literarios, foros de contacto en Internet, guías de descripción de la ruta paso a paso, numerosas webs donde se encuentra la más variada información acerca de la ruta, etc.

    El Camino de Santiago vuelve a constituir un "problema" actual, una cuestión de moda, un tema que no sólo es tratado en los congresos y en las cofradías jacobeas, sino también en las administraciones y en los centros de poder político. Las organizaciones de apoyo a las peregrinaciones vuelven a tener actualidad. Se acondicionan los antiguos hospitales y refugios y se reforman o construyen otros (centros de acogida, centros religiosos y monásticos), se han reparado y señalizado los itinerarios y se han fundado centros de estudio y nuevas cofradías compostelanas.

    A principios de la década de los noventa, el quinto libro del Codex Calixtino o Liber Sancti Iacobi, que data del siglo XII y conocido como la Guía del Peregrino, se traduce a los principales idiomas del mundo, se celebran congresos, mesas redondas y seminarios por toda Europa; se desarrollan, al mismo tiempo "centros de estudios" y "asociaciones compostelanas", vuelven a organizarse cofradías, algunas de las cuales vuelven a abrir hospitales a lo largo del Camino de Santiago, boletines de periodicidad trimestral, publicados en diversas lenguas europeas, etc. "La cuestión jacobea resuena cada vez con mayor frecuencia en los cursos universitarios, en las páginas de los periódicos y en las redacciones de las editoriales" (Caucci von Sauken, 2003, p. 12).

    La práctica del peregrinaje se ha vuelto a consolidar y cada año miles y miles de individuos procedentes de todos los rincones de Europa y del mundo recorren las sendas que llevan hasta Compostela, habiéndose producido un incremento de viajeros jacobeos, en apenas una década, de más del setecientos por ciento. Esta ruta no es sólo los restos de un espléndido pasado histórico, sino que es un "camino activo", renovado por el paso de los nuevos peregrinos que reviven, a principios del siglo XXI, una historia que es patrimonio común de todos los pueblos de Europa (Granero, Ruiz Juan y García Montes, 2004).


2. La promoción turístico-patrimonial de la ruta jacobea

    A partir de los años ochenta se destinan importantes partidas económicas desde las Administraciones Públicas y se impulsa una importante movilización de recursos simbólicos con el fin de conservar, restaurar y promocionar el Camino de Santiago. Estas actuaciones son consideradas como constitutivas de un proceso de activación turístico-patrimonial, en tanto que pretende incrementar el número de visitantes del Camino y promover la consideración de este espacio como "bien patrimonial", basándose en actuaciones que incorporan en su base, modelos de ocupación de ocio y del pluralismo religioso, que caracteriza a las sociedades occidentales. Se incorporan y combinan, pues, culto y ocio, consiguiendo así una movilización multitudinaria (Mouriño, 2001).

    Diversas son las claves de esta "reanimación" del itinerario compostelano. Es muy importante la promoción que desde las distintas administraciones, apoyadas por otros estados europeos y por organismos internacionales, así como por parte de distintas asociaciones, se realiza del Camino de Santiago tratando de atraer peregrinos.

    Pocos meses antes del nombramiento de Primer Itinerario Cultural Europeo por el Consejo de Europa, el Ministro español de Obras Públicas y Urbanismo, el de Turismo, Transportes y Comunicaciones y el de Cultura, firmaban en Madrid (8 de abril de 1987) el Convenio de Cooperación para la Recuperación del Camino de Santiago. El 22 de octubre de ese año, los responsables de Cultura de la Comunidad Foral de Navarra y de las Comunidades Autónomas de Aragón, La Rioja, Castilla y León y Galicia firmaban en Compostela el Acta de Adhesión de estas comunidades al mencionado convenio interministerial, introducido con las siguientes palabras, según cita Mouriño (2001, p. 128):

"El Camino de Santiago es en sí mismo un hecho geográfico y territorial que se proyecta en el tiempo y en el espacio, en evolución constante, cuya riqueza histórica y cultural debe no sólo conservarse, sino también ser difundida y potenciada en el marco de una participación activa de la población en los frutos de una herencia cultural irrenunciable".

    Este convenio comenzó a fraguarse años antes, desde que en 1984 el Consejo de Europa emitiera la denominada "Recomendación 987", relativa a la protección de las rutas de peregrinaje, tomando como ejemplo el Camino de Santiago. Este texto, como apunta Corriente (1998), perfila las primeras líneas de actuación para la recuperación y promoción de las rutas de peregrinación europeas.

    Un año después, en 1985, la ciudad de Santiago de Compostela recibe el Premio Europa (que es concedido anualmente a una ciudad por su colaboración a favor de la unidad de Europa), coincidiendo con la incorporación de España en la Comunidad Económica Europea (Mouriño, 2001).

    A partir de estas fechas, el deteriorado y abandonado itinerario jacobeo empieza a ser objeto de programas y proyectos institucionales encaminados a su rehabilitación y señalización. Éstas se acompañan de publicaciones con el fin de incrementar el número de visitantes y promover que fuese recorrido a pie.

    Vílchez (1992, p. 3), miembro del Gabinete Asesor del Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo escribía en la revista Peregrino:

"... hagamos andable el llegar a Santiago. En primer lugar, debe recuperarse una senda 'física' que haga posible caminar el Camino tantas veces borrado y trazado. Se precisa de una actuación concreta y práctica: rehabilitar y completar una Senda peatonal".

    Se abordaba así, expone Mouriño (2001), la revitalización de la ruta jacobea, con inversiones encaminadas, por un lado, a convertir el Camino en un destino turístico, en un destino de ocupación de tiempo de ocio, y por otro, a la restauración y promoción de los intereses culturales y económicos.

    Actualmente se están realizando actuaciones dentro del "Programa Camino de Santiago", que forman parte de los distintos Planes y Programas que se están desarrollando desde el Ministerio de Fomento y Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (2003), dentro del denominado "1% Cultural", según marco jurídico correspondiente (Ley 16/85 de 25 de junio del Patrimonio Histórico Español), a la conservación, restauración y rehabilitación de edificios históricos y al fomento de la creatividad artística.

    El gran impulso comenzó con el plan "Xacobeo '93" de la Xunta de Galicia, con motivo de la celebración del Año Compostelano. La operación tuvo gran éxito y se continuó con el "Xacobeo'99" y el reciente "Xacobeo 2004" con múltiples actos de diverso carácter (conciertos, encuentros literarios, exposiciones, conferencias, encuentros, jornadas, etc.), con el propósito de atraer a Galicia millones de turistas.

    La promoción propagandística de la ruta se efectúa desde distintos puntos de vista. Está presente el marcado lado espiritual y religioso, inherente a este itinerario. Pero la campaña turística que se realiza, desde el Consejo de Europa a las Administraciones Locales españolas, sobre todo durante los Años Jacobeos, también es de gran magnitud.

    En los habituales trípticos de las Oficinas de Turismo de las distintas Comunidades Autónomas por las que transcurre el Camino, se pueden encontrar desde consejos prácticos para el peregrino hasta los mejores hoteles de cinco estrellas o las más destacadas "casas de turismo rural" o "actividades de aventura".

    Es, además, habitual abrir un diario o una revista y hallar ofertas de agencias de viajes, o bien, monográficos dedicados a la peregrinación, con la más detallada y variada información. También es resaltable la difusión a través de internet (con varias páginas dedicadas exclusivamente al Camino) o de la televisión, en la que se han emitido diversos programas a lo largo del año 2004, destacando la producción de Televisión Española titulada "Nuestros Caminos a Santiago".

    Asimismo, es destacable la gran promoción que se hace de la ruta remarcando el carácter deportivo de la misma. Desde fabricantes de calzado deportivo o de montaña, hasta la bicicleta más vanguardista. Lobato y De Toro (1999, p. 66) lo exponen acertadamente:

"hoy ha desaparecido el estilo personal en el arreglo sustituido por las marcas de las empresas multinacionales del deporte y los peregrinos no son una excepción, su impedimenta, sus ropas y calzado de vivos colores son los de cualquier deportista. Bien equipados de ropas y buen calzado con gore-tex, portan junto a la vieira los anagramas de..., esos tatuajes que nos imponen. Qué mal lo debieron pasar los peregrinos en invierno antes de que se inventase el gore-tex".

    También ha sido frecuente, con motivo del Jacobeo 2004, la colaboración de ayuntamientos, asociaciones, federaciones deportivas y empresas privadas en la organización de actos de carácter deportivo como divulgación y promoción del Camino de Santiago. Así, por ejemplo, desde el patrocinio de la Vuelta Ciclista a España 2004 por parte del Xacobeo'04, hasta la colaboración de numerosos atletas de élite, como Antón -doble campeón del mundo de maratón- y el ex-ciclista Cubino, que participaron en el desarrollo de la Ruta Jacobea de Deportistas promovida por la Junta de Castilla y León en el pasado verano de 2004. Esta peregrinación, a pie y en bicicleta, hasta Compostela formó parte de un amplio programa de actividades. Además, unos sesenta atletas junior españoles y extranjeros protagonizaron el pasado mes de octubre una maratón por equipos entre León y Astorga. Asimismo, también se celebraron en Ponferrada unas jornadas sobre deporte autóctono en el Camino de Santiago (Agencia EFE, 2004).

    Cada vez más, se pone de manifiesto la importancia del carácter físico-deportivo del recorrido del Camino de Santiago, entendiéndolo como una actividad deportiva física, intensa y prolongada, ya sea a pie o en bicicleta, así como desafío deportivo para amantes de la naturaleza.

    El espíritu deportivo, nos dice Plötz (2003, p. 37), es una de las tantas motivaciones para un fenómeno que como reminiscencia cultural, como elemento intemporal, "desborda todos los criterios y juicios comunes". "... voluntad, preparación física y psicológica son los factores clave para recorrer el Camino de Santiago, siendo secundarios la planificación, el equipo, etc." (Vázquez Gallego, Solana y Quintas, 2004, p. 23).

    Asimismo, la vertiente turística de la ruta ha sido estudiada por autores como Sierra Fernández y López Castellanos (1997, p. 378), asumiendo la gran importancia del Camino como eje económico y cultural: "actualmente los desplazamientos relacionados con peregrinaciones religiosas y con el turismo cultural del patrimonio religioso son uno de los más importantes y populares fenómenos de la Unión Europea". Reconocen estos autores la estrecha ligazón entre el peregrino y el turista, considerando la importancia de la promoción de esta ruta desde el punto de vista turístico, que puede servir para preservar, recuperar y relanzar económica, cultural y socialmente los pueblos y localidades por los que transcurre la senda. Un camino que es, como veremos a continuación, uno de los Senderos de Gran Recorrido más largos de Europa, asumiéndose, cada vez más, la figura del peregrino-senderista y peregrino-cicloturista.

    Vemos así como los componentes principales que constituyen el actual fenómeno social de las actividades físico-deportivas y recreativas en la naturaleza, ocio y turismo, junto con la práctica deportiva en entornos naturales (Rivadeneyra, 1998), han sido promocionados para la práctica del peregrinaje en el umbral del nuevo milenio, en una sociedad, llamada postmoderna, que busca el contacto con el medio natural, ávida, por un lado de emociones, sensaciones, riesgos,… y, por otro, de la necesidad de aproximación a la naturaleza, de encontrar los propios orígenes, de alejamiento de la rutina y el estrés diario de la vida en las grandes urbes,…


3. El Camino de Santiago: Sendero de Gran Recorrido (E 3; GR 65)

    El sendero homologado es una instalación deportiva, identificada por las marcas registradas de GR, PR o SL, que se desarrolla preferentemente en el medio natural y sobre viales tradicionales, y homologado por la federación correspondiente (Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada, 2004).

    Los distintos tipos de senderos se clasifican en:

    Sus características han de posibilitar su utilización por la mayoría de los usuarios y a lo largo de todo el año, pudiendo estar regulado por motivo ambiental y/o seguridad.

    El sendero homologado es una parte integrante de una red de senderos local, comarcal, autonómica y/o territorial, por cumplir unas exigencias precisas de trazado y señalización y sus principales objetivos son: por un lado, facilitar la práctica del senderismo, preferentemente en el medio natural, proporcionando seguridad, calidad e información sobre la actividad que se va a desarrollar y, por otro, incentivar el conocimiento del entorno natural y de los elementos de la tradición rural de los espacios por donde se transita, buscando una práctica respetuosa, desde el punto de vista cultural y ambiental.

    El continente europeo es cruzado por diversas rutas que sirven de base a quienes practican actividades como el senderismo o el cicloturismo, que son las formas en que mayoritariamente se recorre en la actualidad la ruta jacobea. Así, encontramos que el Camino de Santiago es denominado, según la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada (2005), como Sendero de Gran Recorrido, y según exponen Vázquez Gallego et al. (2004), considerado como el más largo de Europa y uno de los mejor documentados. Se denomina E 3 al recorrido europeo de este itinerario y GR 65 al trazado español del antiguo Camino que utilizaban los peregrinos centroeuropeos para llegar hasta el sepulcro del Apóstol entrando por Roncesvalles, el Camino Francés. Este Itinerario europeo (E 3) recorre desde Emine (Hungría) hasta Santiago de Compostela, en Galicia (España), pasando por Eslovàquia, Polonia, República Checa, Alemania, Luxemburgo, Bélgica y Francia [Figura 1, tabla 1].


Figura 1. Senderos europeos homologados (FEDME, 2005)

    El GR 65 entra en España por Roncesvalles y adentrándose por tierras navarras, riojanas y castellanas (Burgos, Palencia y León), llega hasta Santiago de Compostela (Galicia). En la actualidad tiene dos variantes:

    El GR 65 3, también conocido como "Camino Aragonés", es la variante que discurre por Aragón y Navarra. Entra en España por el puerto de Somport y continúa por tierras de Aragón y Navarra hasta Puente la Reina, donde se incorpora al GR 65 y juntos continúan hacia Galicia [Tabla 1].

    El GR 65 5 es la variante que discurre por Catalunya y Aragón. Su trazado sigue el del antiguo camino romano de Tarraco a Caesaraugusta que, según cuenta la tradición, es el que siguió el apóstol para ir de Santiago a Tarragona a embarcarse. En Logroño se incorpora al GR 65 para continua hacia Compostela [Tabla 1].

    El senderismo permite a los practicantes de todas las clases sociales estar activos, hacer una actividad poco peligrosa y adaptada a la edad y condición física de cada uno y, a su vez, permite el lujo de viajar y de hacer turismo, contribuyendo con ello a mejorar la salud y nivel de vida. Estas "bondades" del senderismo, compartidas tanto por Moya (2004) como por la asesoría jurídica de Accesos y Naturaleza de la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada (FEDME) (2001), citados por esta misma autora, facilitan su práctica, destacando el camino o sendero como un lugar de encuentro, de intercambio, que conserva el sentido que ha tenido a lo largo de la historia.

    La Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada (2001) define el senderismo como la actividad deportiva no competitiva que se realiza sobre caminos balizados, preferentemente tradicionales, ubicados en el medio natural, buscando acercar la persona a este entorno y al conocimiento del país a través de los elementos patrimoniales y etnográficos que caracterizan las sociedades preindustriales. Por otro lado, en el 2º Seminario de Espacios Naturales Protegidos y Deportes de Montaña que se celebró en Jaca (Huesca) en 2003, se acordó la siguiente definición de senderismo: "actividad deportiva y recreativa que consiste en recorrer a pie caminos señalizados o no, preferentemente tradicionales" (Diputación Provincial de Huesca, 2003, p. 11).

Así, "senderismo es sinónimo de caminar para disfrutar observando, para descubrir, para conocer, para apreciar, para entrar en contacto con el entorno, en definitiva para valorar ... es, en esencia, una práctica lúdica que implica una relación pausada con el territorio y con su patrimonio, es decir, con todo aquello 'que vale la pena ser mirado' ... puede ser entendido como una práctica de turismo cultural en entornos rurales y naturales, mientras que supone un error considerarlo como una mera actividad deportiva" (Diputación Provincial de Huesca, 2003, p. 16).

    Esta actividad se considera la forma más genuina de unión del deporte y la cultura, así como una de las mejores formas de ocupar el tiempo de ocio-recreación, haciendo hincapié en su relación con el turismo rural, con las actividades de aventura y con su desarrollo en el medio natural. Así, además de destacar su gran demanda social y considerar la importante simbiosis entre deporte y cultura, el senderismo es, según aspectos destacados por la Asociación Catalana de Senderismo (2005) y Moya (2004):

  • Una manera muy práctica y fácil de conocer diversas zonas, su historia, sus costumbres, su folklore, su cultura.

  • Una ayuda a la conservación y recuperación de viejos caminos que son una parte importante y olvidada de nuestro patrimonio histórico, artístico y cultural.

  • Una actividad deportiva al alcance de todos, que permite mantenerse en forma incluso a las persones de edad avanzada. En la práctica del senderismo no hay límites de edad ni de ninguna clase.

  • Una fuente de salud y de mejora de la calidad de vida.

  • Una actividad de ocio ideal para recuperar la tranquilidad de espíritu y para recuperarse del estrés diario.

  • La práctica del senderismo es una actividad que permite la realización de vacaciones activas y fines de semana o vacaciones fuera de temporada al alcance de todos.

  • Un movimiento europeo lleno de vigor y con un gran futuro.

    Es de gran interés reseñar en este momento que las dos actividades físico-deportivas que García Ferrando (2001) destaca por el espectacular aumento de su práctica en la última década en España, el senderismo y el cicloturismo, son las formas tradicionales de recorrido del Camino de Santiago -junto con la de hacerlo a caballo, aunque ésta apenas es representativa por el poco número de peregrinos en relación con las otras dos formas de peregrinación-. Destaca, sobre todo, el recorrerlo a pie -andando-, pues más de un ochenta por ciento de los viajeros jacobeos contemporáneos así lo hace (Granero, 2004).

    El senderismo es en una de las maneras de entrar en contacto con aquellos espacios y paisajes que mejor se acomodan al ritmo natural de las cosas.

"Para numerosas personas la idea de un gran periplo a pie es muy sugerente, aunque en la práctica sean muchos menos quienes la hacen efectiva. En realidad, son muy pocas las grandes rutas cuya imagen simbólica sea suficientemente potente como para atraer a un número considerable de caminantes dispuestos a recorrerla entera. Dos ejemplos paradigmáticos de estas grandes rutas son el Camino de Santiago y la travesía del Pirineo" (Diputación Provincial de Huesca, 2003, p. 10).

    Por otro lado, el ciclotur, tanto de aventura como turístico, "es cada vez más practicado a nivel mundial, cruzando fronteras, viviendo vicisitudes de diversa índole, llevando mensajes de paz, de esperanza, o bien reivindicando una lucha o una misión". Este conjunto de circunstancias que concurren desde la utilización de la bicicleta en el medio natural, que adopta la calidad de agente educativo en el currículo de estudiantes, que sirve como medio de transporte para recorrer grandes distancias, etc. consolidan, como expone Valenzuela (2002, p. 20), la trascendencia del ciclotur desde diversos ámbitos.

    La "bicicleta todo terreno" (BTT o mountain-bike) se ha extendido como la básica para la práctica de esta actividad, al servicio de otros objetivos distintos de los exclusivamente deportivos, tales como: turístico, naturalista, paseos, rallies, orientación, ciclocamping, etc. Se trata de un ciclismo de predominancia en el medio natural, con un carácter lúdico y no competitivo.

    En el norte de América, Estados unidos, Canadá y Alaska, esta actividad está muy difundida, desde su expansión en los años setenta, existiendo además, excelentes escenarios naturales para su desarrollo. No obstante, esta práctica se extiende por otros continentes y países, de tal manera que, en Europa, uno de los caminos más conocidos y divulgados para la práctica masiva del Ciclotur de Aventura es el Camino de Santiago, en varias de sus rutas, la mozárabe, la de Roma a Santiago, o el Camino de Jerusalén a Roma y a Santiago de Compostela,... y, especialmente, el conocido "camino francés" (GR 65).

"Todas estas rutas o caminos, en cualquier lugar del mundo, vienen incrementando su utilización mediante la bicicleta, constituyendo a la actividad motriz de pedalear en un especial vehículo cultural, en medio de espacios sociales, religiosos o educativos, lo que hace valorar cualitativamente esta actividad como medio de desarrollo humano" (Valenzuela, 2002, p. 20).

    El Camino de Santiago, por sus características como itinerario, ofrece la posibilidad de la práctica del senderismo y del ciclismo de diferente carácter o con distintos objetivos. Tanto el "cultural", como el "histórico", el "educativo y social", el "de ocio" o el "interdisciplinar", tienen cabida en esta ruta jacobea en su transcurrir, tanto por España como por Europa.

    De tal manera, que destacan las semejanzas de la peregrinación actual por el Camino de Santiago, con otros viajes turísticos, en especial con los que se integran en el turismo rural y cultural y con otras actividades de rápido incremento en la ocupación del tiempo libre de las sociedades postindustriales, fundamentalmente, con la práctica del senderismo y del cicloturismo.

    Tanto por las vivencias del peregrino que viaja a pie o en bicicleta visitando parajes naturales y rurales, como por las motivaciones de los peregrinos actuales, justifican estas semejanzas, pues el enriquecimiento personal, el encuentro con la naturaleza, la actividad físico-deportiva, la aventura, la profundización de las relaciones personales, la cultura, la experiencia personal y vivencial, las vacaciones y el turismo, la diversión, la búsqueda de tranquilidad, etc., son aspectos fundamentales en relación con la peregrinación por el Camino de Santiago (Granero, 2004).

    Así pues, en la ruta jacobea se funden los distintos parámetros que hasta ahora se han contemplado dentro de la era postmoderna y, sobre todo en la última década, coincidiendo con el "boom" de las actividades físicas, deportivas y recreativas de aventura en el medio natural.

    Podemos decir que el Camino de Santiago es un símbolo, una aventura espiritual, una ruta artística, es encontrarse con las raíces religiosas e históricas de Europa, es caminar al ritmo de otros siglos, es peregrinar..., pero también una aventura física, un recorrido a pie, en bicicleta e incluso a caballo, a lo largo de cientos de kilómetros por este Sendero de Gran Recorrido, itinerario turístico y deportivo al mismo tiempo. Se unen, pues, ocio, tradición, espiritualidad, cultura, deporte y turismo, de tal manera que, en la mayoría de los casos, el peregrino actual es un senderista o un cicloturista contemporáneo, un viajero en pos de los valores e ideales que persigue la sociedad de la postmodernidad: vivir de una manera más sencilla y natural, en contacto con la naturaleza y con relaciones personales directas, universalistas y solidarias.


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