La mujer y el atletismo. Un largo camino hacia la paridad |
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Licenciado en Educación Física. Profesor del IES Fray Juan de Zumarraga -Durango, Vizcaya Entrenador de Atletismo. C.A. Bidezabal |
Juan Ignacio Sampedro Martínez sampedro@irakasle.net (España) |
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http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 10 - N° 86 - Julio de 2005 |
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Ferenice de Rodas, hija de Diágoras, vencedor en el Pancratium o lucha, la prueba más gloriosa de los Antiguos Juegos Olímpicos y hermana de varias ganadoras en los Juegos Femeninos, decidió en el año 396 a.C. vestirse de hombre para aconsejar a su hijo desde el borde de la palestra. Ese gesto, contrario a la norma que prohibía expresamente a las mujeres asistir como espectadoras a los Juegos masculinos, pudo costarle la vida.
Gracias a los consejos de su madre, y por méritos propios, Pisíropodos ganó la corona de laurel y Ferenice se precipitó a abrazarle. En ese momento se abrió su túnica, dejando al descubierto su condición femenina. Sólo el prestigio de su familia libró a mujer tan vehemente de la muerte reservada a quienes como ella eran sorprendidas en el interior del estadio. Se les despeñaba desde lo alto del Tipeo, una enorme escarpadura cercana a la ciudad. Lo extraño del indulto es la razón por la cual ha llegado hasta nosotros la historia de Ferenice de Rodas.
Las mujeres, no obstante, tenían sus propios Juegos en la Gracia Clásica. Eran en el mes de Septiembre poco tiempo después de los masculinos. Al contrario que en Atenas, donde las muchachas esperaban a su futuro marido hilando, tejiendo o cocinando, Licurgo decidió que las espartanas compitiesen entre sí por "su rapidez y su fuerza, pues la misión esencial de las mujeres libres consiste en engendrar hijos vigorosos" Su prueba consistía en una carrera de unos 160 metros. La ganadora recibía una corona de laurel y un trozo de la vaca sacrificada a Hera, la diosa de la fecundidad, que representaba loa valores maternales.
Cuando a finales del siglo XIX el movimiento creado por el Barón de Coubertin puso en marcha los Juegos de la Era Moderna, a la mitad de la población humana no se le reservaron ni unos Juegos paralelos.
Hubo, eso sí, una participación simbólica a partir de los Juegos de París 1900 en los que se celebran pruebas femeninas de Golf y Tennis, a los que se une el Tiro con Arco en San Louis 1904. En Londres 1908 llegarán la Vela y el Patinaje Artístico. La primera campeona olímpica de los Juegos de la Era Moderna fue la tenista británica Charlotte Cooper.
Cuando la francesa Alice Milliat, traductora, practicante del Remo y Dirigente deportiva funda la Fédération Sportive Féminine Internationale (FSFI) se dan los primeros pasos para una entrada de las mujeres en los Juegos Olímpicos y no sólo como flores en el búcaro. Empieza la participación femenina en Atletismo, la columna vertebral de los Juegos.
El debut es en los Juegos de Ámsterdam 1928. Fueron tan solo cinco pruebas y en medio de una incesante polémica. Tras el discurso de despedida de Pierre de Fredy, Barón de Coubertin que dejó como herencia a su sucesor y partidario firme de la incorporación de las mujeres al Movimiento Olímpico, el Conde Henry de Baillet-Latour, una frase que un siglo más tarde sigue teniendo excesivos defensores: "Para ellas la gracia, el hogar y los hijos, Reservemos para los hombres la competición deportiva".
De las veinticinco participantes en la carrera de 800 m. varias hubieron de retirarse agotadas y algunas llegaron en lamentable estado y fueron auxiliadas por los servicios médicos. Ello reavivó el debate sobre la conveniencia de su participación en los Juegos y las agrias polémicas entre feministas y antifeministas. En ellas intervino hasta el Papa Pío XI. El veredicto fue que las mujeres no debieran de realizar carreras superiores a los 200 m. Y ello fue así hasta 1960, en Roma.
La primera campeona olímpica fue la norteamericana Elizabeth Robinson, que ganó los 100 m. en 12"2, sus dos compañeras hicieron el mismo tiempo. Esa marca no desmerece de los 12"0 que fueron con los se ganó la carrera masculina de 100 m. en los Juegos de Atenas 1896. (Véase el cuadro 2)
Empezaba un largo camino. La supresión temporal de los 800 m. fue compensada, en 1932, con dos pruebas más, los 80 vallas y el lanzamiento de jabalina. La incorporación sucesiva de pruebas fue muy lenta, como se ve en el cuadro 3, fueron dos o tres pruebas más cada 20 años. Hay un momento de inflexión, los Juegos de Los Ángeles 1984, el programa femenino dispone de todas las distancias en carreras tras la incorporación de las pruebas de 400 vallas y Maratón. Un año antes se había celebrado el I Campeonato del mundo en Hensilki. La IAAF había apostado decididamente por el Atletismo profesional y las mujeres por razones deportivas y colaterales podían llevar muchos espectadores a los estadios y ante las pantallas de TV. Jackie Joyner, Florence Griffith o Merlene Ottey se equiparan a Carl Lewis, Said Aouita o Daley Thompson a los ojos de los aficionados. En esos años se dispara la participación en las carreras populares a lo largo y ancho del mundo. La participación femenina se estima en torno a un 10 %. Los premios para las vencedoras son sensiblemente inferiores a los que reciben los vencedores masculinos. Pocas organizaciones se mueven con criterios de paridad.
Sydney 2000, donde se estrenan los saltos con Pértiga y Triple y el lanzamiento de Martillo, supone la llegada a la paridad en el programa olímpico. Con estos tres se celebran los mismos ocho concursos que en el programa masculino. Resta la incorporación al Programa Olímpico de los 3.000 m. Obstáculos, prueba que lleva celebrándose varios años en Torneos de menos nivel hasta que en 2008 se incorpore a los Juegos Olímpicos. En ese momento se habrá llegado a cubrir todo el programa para ambos géneros. Esta evolución puede verse en el Cuadro 3.
La paridad es completa, pudiéramos decir
¿Es completa?
¿Todo está hecho?
¿Podemos bajar la guardia?
Respuesta negativa a las tres preguntas. A nuestro juicio el sexismo no se ha ido con el cambio de siglo. Simplemente ha cambiado de imagen. Observaciones que nos hacen llegar a esta aseveración:
En múltiples reuniones, los premios para mujeres son sensiblemente inferiores a los de los hombres.
La atención de los Medios de Comunicación es menor hacia el Atletismo y el deporte femenino, en general, y tiene, a veces, razones ajenas e hirientes al genero. Por ejemplo, un locutor de TVE que pide "...fíjense en la belleza extraordinaria de Merlene Ottey" Y Merlene Ottey no está en una pasarela de moda, sino en los tacos de salida. El cámara está dándonos un primerísimo primer plano de sus glúteos y el locutor, tal vez, incapacitado para analizar la corrección técnica de la atleta o el gesto de concentración, entra al trapo. O tal vez está pidiendo le cambien a presentar los concursos de misses.
La mejora de resultados en el Atletismo Femenino ha sido espectacular. (Cuadro 3) El número de mujeres practicantes se iguala al de hombres.
Sin embargo, las mujeres no están ni en los cuadros directivos, ni como entrenadoras (Cuadro 4) De las 180 Federaciones adscritas a la IAAF tan solo once tienen una mujer en la Presidencia. Se trata, en general de países muy pequeños. Las excepciones son Polonia y Rumania cuya Presidencia detentan dos mitos vivientes de la Historia de este deporte: Irena Szewinska (siete medallas, en cuatro Juegos consecutivos, desde Tokio '64 a Montreal '76) y Iolanda Balas, que en sus dos victorias olímpicas en salto de altura , Roma '60 y Tokio '64 elevó el Record de los JJOO de 1,76 a 1,90 m.
La formación de una familia y, sobre todo, la llegada de los hijos supone, para la mujer, el abandono de la práctica atlética. No así para sus maridos. Con ello no hacemos más que abrazar la teoría del viejo Coubertin.
Programas masculino y femenino en los JJ.OO.
Cuadro 1
Fases del proceso de incorporación de las mujeres al atletismo
Discriminación de genero. 1896 - 1924. Las mujeres no toman parte en los Juegos.
Aparición testimonial. 1928. Se inicia con tres carreras, 100, 800 y 4 x 100
- y dos concursos, salto de altura y lanzamiento de disco.
Incorporación lenta. 6 pruebas en el periodo 1936-1948, nueve hasta 1956, trece en Roma 1960
Punto de inflexión de Los Ángeles 1984. Las mujeres corren todas las distancias.
Paridad en los programas. Sydney 2000. Las mujeres realizan todos los concursos.
En los Juegos de 2008 se incluirán los 3.000 obstáculos.
Análisis de los resultados femeninos en su incorporación olímpica
Cuadro 2Nota.- Tras los Juegos de 1984 - 1988 y gracias a los avances en la lucha contra el doping, los resultados bajan espectacularmente, pese a que todos los atletas, hombres y mujeres con la universalización del profesionalismo entrenan más y mejor. En este momentos hay un debate sobre la conveniencia de hacer tabula rasa e ignorar los records dudosos de la década de los '80 del siglo pasado.
Comparación de resultados en el estreno olímpico de hombres y mujeres y relación de primeras y actuales campeonas
Cuadro 3.
Cuadro 4
Bibliografía
BLANCHARD, K. y CHESKA, A. (1986) Antropología del deporte. Ediciones Bellaterra, S.A,, Barcelona
BRITISH OLYMPIC COUNCIL. The Olympics. 1896 - 1972
CAGIGAL, José María (1991) Oh! Deporte (Anatomía de un Gigante) Colección Kine. Editorial Miñón, España.
CONTECHA CARRILLO Luis Felipe Mujer y Olimpismo. Lecturas: Educación Física y Deportes. Agosto 2000 www.efdeportes.com
COMITÉ OLIMPICO INTERNACIONAL, departamento de la comunicación, información pública. Hoja informativa - Breve Historia de la Olimpiada de verano . B13-FS del 9 de Octubre de 1997
QUERCETANI, Roberto. A World History of Track and Field Athletics. Oxford University Press
REVISTA OLIMPICA XXVI -15 . Junio Julio 1997. XXVI-26 Abril Mayo 1999. XXVI - 31 Febrero Marzo 2000.
VV.AA. Documentos Varios sobre Grupos de trabajo Internacional sobre Mujer y Deporte. Biblioteca del Comité Olímpico Colombiano
Sitios Internet
www.mujerydeporte.org
www.iwg-gti.org
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