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Ayudas ergogénicas en el deporte

   
Médicos del Deporte de la Escuela de Medicina de
la Educación Física y el Deporte de Barcelona
(España)
 
 
Dra. Ana Felix Garnés Ros
Dra.Olga Clotilde Mas Rodríguez

annaphelix@terra.es
 

 

 

 

 
    La nutrición en el deporte, es un campo de conocimiento actualmente en expansión, los deportistas muy frecuentemente, tienen dietas incompletas y desequilibradas, ya sea por defecto o por exceso. Los deportistas, a veces, realizan actividades al límite de su rendimiento, la clase de esfuerzo, el peso corporal, los deportes que precisan enormes masas musculares y conseguir el músculo necesario, nos ponen en alerta a los médicos deportivos sobre la problemática de la nutrición del deportista. Cualquier tipo de intervención realizada sobre el deportista, cuyo objetivo sea mejorar su rendimiento, se conoce como ayuda ergogénica.
 

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 10 - N° 86 - Julio de 2005

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Introducción

    La práctica deportiva intensa y continuada durante largos períodos de tiempo puede conducir a la condición de fatiga crónica, comúnmente denominada sobreentrenamiento.

    El sobrentrenamiento, es una condición orgánica especial que cabe considerar como "prepatológica". De agravarse y persistir, puede llegar a desarrollar una condición patológica auténtica. Entre sus manifestaciones esenciales destacan la disminución objetiva de las prestaciones deportivas, de la aptitud y condición física y a través de condicionantes psicológicos adicionales, manifestaciones de índole psicosomática y tendencias depresivas.

    Los aspectos preventivos deben ser tenidos muy en consideración, porque son la mejor estrategia para impedir la manifestación de la condición de fatiga. Entre ellos destaca la instauración de regímenes dietéticos adecuados, aumentando las reservas corporales en substratos susceptibles de oxidación (sobre todo glucógeno), o para asegurar una nutrición correcta con los aportes vitamínico y mineral convenientes en el entrenamiento o la competición.

    La adopción de las pautas de entrenamiento, que posibiliten el mantener una buena condición física general, una mejor flexibilidad y elasticidad musculares y la ejecución biomecánica idónea del gesto deportivo, mejoran notablemente la eficiencia del movimiento y disminuyen el riesgo de fatiga.

    Frente a la fatiga física instituida de forma aguda o crónica, los recursos de que se dispone (no constitutivos de dopaje) son siempre limitados, de ahí la importancia de fomentar los aspectos preventivos. Por este motivo, conviene arbitrar una serie de medidas de índole muy diversa y de eficacia variable que permitan mantener en lo posible el nivel de prestación, minimizando las manifestaciones objetivas y subjetivas de la fatiga. Debe de tratarse de estrategias y sustancias no dopantes, legales, que no pongan en peligro la salud del deportista.


Conceptos de ergogénico

    Las ayudas ergogénicas (del griego ergón que significa trabajo) teóricamente permiten al individuo realizar más trabajo físico del que sería posible sin ellas (Wootton, 1988).

    El término ergogénesis significa producción de energía, si una determinada manipulación mejora el rendimiento a través de la producción de energía, se denomina ergogénica y si lo reduce ergolítica, por tanto, una ayuda ergogénica es toda aquella sustancia o fenómeno que mejora el rendimiento.

    Los agentes ergogénicos (ergo=fuerza, génicos=generadores, o sea "sustancias generadoras de fuerza") y las sustancias que pueden tener acción antioxidante, acción antirradicales libre y por lo tanto, ayudan a evitar el daño tisular y el imparable proceso del envejecimiento (López, 2.004).

    En el deporte, una AYUDA ERGOGÉNICA puede ser definida como una técnica o sustancia empleada con el propósito de mejorar la utilización de energía, incluyendo su producción, control y eficiencia. Son procedimientos que básicamente ayudan a potenciar alguna cualidad física, como la fuerza, la velocidad, la coordinación, ayudan a disminuir la ansiedad, los temblores, el control del peso, el aumento de la agresividad, la mejora de la actitud competitiva, y la demora de la fatiga o aceleración de la recuperación del organismo.

    En general, algunas ayudas son positivas para los deportistas, sin embargo, otras son inefectivas y hasta perjudiciales al ser administradas sin control por personas sin formación, y sin conocimientos médicos (sustancias farmacológicas consideradas doping). La investigación nutricional ha realizado estudios sobre grupos de deportistas, aportando pruebas sobre la efectividad de la aplicación de suplementos selectivos en las dosis adecuadas según el tipo de actividad y con resultados en la mejora del rendimiento deportivo. La utilización de suplementos nutricionales va encaminada al logro de diferentes objetivos entre los que podríamos destacar los siguientes:

  • Realización de actividades prolongadas y de entrenamientos.

  • Acelerar procesos de recuperación.

  • Regulación hidroeléctrica y termorregulación.

  • Corrección de la masa corporal.

  • Orientar el desarrollo de la masa muscular.

  • Reducir el volumen de la ración diaria durante la competición.

  • Orientación cualitativa de la ración precompetición.

  • Para situaciones de gran estrés.

Ayudas ergogénicas dietéticas: Nutricionales

1. Sustancias que reponen el gasto producido por la actividad

    Hasta el momento el AGUA y la reposición de HIDRATOS DE CARBONO son la ayuda ergogénica por excelencia.

    La reposición hídrica durante y después de la competición deberá hacerse considerando las pautas establecidas en lo referente a volumen, temperatura del líquido o bebida, tiempo de administración y características de la prueba.

    En lo que refiere a los hidratos de carbono se deben respetar los tiempos deportivos, sin olvidar el efecto insulínico de las soluciones glucosadas.

    El agua debe ser suministrada antes, durante y después del ejercicio. Se recomienda como ración de espera y durante las competencias que duren más de 30 minutos, dar soluciones cuya tonía no supere el 10%, ideal del 6% al 8%, esto es debido al efecto insulínico. Después de esos 30 minutos, éste efecto podría ser contrarrestado por las hormonas contrainsulares como el Glucagón y la somatostatina.

    Existen numerosas formas de rellenar el Glucógeno en el músculo esquelético, hacemos referencia a la conocida dieta escandinava, la cual propone tres días de entrenamiento exhaustivo acompañados de una dieta pobre en hidratos de carbono (100g). Los tres días siguientes, se da una dieta rica en HC (500 g) y se realiza un entrenamiento liviano. Esta dieta, tiene como efecto adverso la irritabilidad en el carácter, las grandes variaciones del peso de 1 a 3 kg por acumulación de agua junto con la molécula de glucógeno, estas dietas deben acompañarse de una buena hidratación y sólo sirve para ejercicios de resistencia aeróbica.

    La tendencia actual es la de ingerir 300 g de HC los primeros 3 días de entrenamiento exhaustivo y en los siguientes tres días de entrenamiento liviano consumir 550g. de Hidratos de Carbono. Con ello se conseguía que la irritabilidad generada fuese menor.

2. Concentrados de nutrientes

    Concentrados de Hidratos de Carbono: En respuesta a la dificultad de consumir a través de alimentos naturales los niveles de carbohidratos recomendados, se han desarrollado productos de muy bajo contenido en residuo, comercializados para la pre-competición, semisólidos con sacarosa o polímeros de glucosa que pueden ser consumidos antes y durante la competición.

    Las ventajas de los concentrados de H de C son:

  • Que tienen un cociente g/cal menor de 1.

  • Que tienen la proporción adecuada de nutrientes.

  • Ausencia de sustancias no deseables (purinas, grasas) presentes en la dieta habitual.

  • Son de fácil preparación y digestión.

  • La gran desventaja es su alto costo.

Concentrados proteicos (AA): Quizás las proteínas constituyan la ayuda ergogénica más común o el suplemento dietético más utilizado. Los estudios de balance de nitrógeno demostraron que con el aumento del gasto energético debido al ejercicio, y la excreción de este componente no aumenta.

    Algunos estudios, demostraron que la suplementación con proteínas no mejora la performance de resistencia. Sin embargo, otros estudios confirmaron que la proteína suplementada podía aumentar la masa muscular, si era consumida por atletas de fuerza. De hecho, la proteína ingerida sobre los requerimientos nutricionales y fisiológicos aumenta la retención de nitrógeno.

    Estudios más recientes sugirieron que los aminoácidos ramificados servían como fuente de energía durante el ejercicio de resistencia, ya que se encontró que los niveles plasmáticos de estos aminoácidos desempeñaban roles importantes en el origen de la fatiga central durante el ejercicio; pero los efectos de la suplementación con estos aminoácidos no ha demostrado poseer efectos ergogénicos en la práctica, particularmente cuando se le compara con la suplementación con carbohidratos.

    El exceso de aminoácidos se transforma en grasa corporal y tras la desaminación se genera el aumento de la urea con la sobrecarga renal subsiguiente. El grupo amino se elimina con agua, por lo que aumentaría la deshidratación del deportista.

    Las recomendaciones nutricionales para la población (RDA) de proteínas son de 0,8g/Kg de peso del individuo.

    En Junio del 97 en Physisian an Sport Medicina, Fern y col. y Lemon y col. demostraron que tras la ingesta aumentada de proteínas de 1,4-1,8g/Kg de peso junto a un entrenamiento de 4 semanas, el desarrollo de la fuerza era mejor.

    Lemon y Gontzen demuestran más tarde que con ingestas proteicas de 1,2 a 1,4 g/kg de peso y un entrenamiento de resistencia (trabajando al 60% del VO2 máx) se mejoraba la cualidad física de resistencia, producida la mejora de entrenamiento se podía volver a los valores de la RDA.

Creatina: Es una molécula biológica con un gran parecido a los aminoácidos y similar en cuanto a peso molecular que se sintetiza de novo a partir de los aminoácidos metionina, glicina y arginina, presentes en la alimentación diaria (en la carne y el pescado), si bien esta síntesis endógena se halla inhibida cuando el consumo de creatina en la dieta es alto (Maughan, 1995)

    La creatina se encuentra principalmente en los músculos, pues actúa de forma íntima en la obtención de energía. En los músculos encontramos unos 125 milimoles de creatina por cada Kilogramo de masa muscular. La característica principal de esta sustancia es que es capaz de unirse con una molécula de ácido fosfórico formando un enlace de alta energía con éste. El producto resultante es la fosfocreatina (PC). En el músculo la creatina se encuentra en un 40% en forma aislada y el 60% restante en forma de fosfocreatina, es decir, en la forma cargada energéticamente.

    La creatina y fosfocreatina tienen un papel principal en la regulación y mantenimiento de ATP, que se utiliza para la contracción muscular. Al iniciarse un movimiento el ATP que se consume en ese momento debe ser recuperado muy rápidamente puesto que la concentración en el músculo de esta sustancia debe ser siempre constante. La energía necesaria para recuperar la adenosín trifosfato que acaba de ser gastado viene de la rotura del enlace entre la creatina y el fósforo. La fosfocreatina es la reserva más abundante de energía en forma de enlaces fosfato que hay en el músculo y el mecanismo más rápido para recuperar el ATP.

    Otra función vital de la creatina es su capacidad para detener o rechazar los iones hidrógeno, responsables de la bajada del pH del músculo y su conversión en más ácido, acidosis, que por otro lado, es un factor que contribuye a la fatiga muscular.

    La disponibilidad de creatina libre se ha considerado fundamental para la recuperación de la fosfocreatina. Los últimos estudios demuestran que el uso de la fosfocreatina empieza a disminuir después de 2 segundos de ejercicio máximo, gracias a la contribución del sistema de obtención de energía del uso anaerobio de la glucosa que tarda unos 3 segundos en ponerse en marcha. Esto demuestra que la energía de los enlaces fosfato de la creatina sirven para mantener la cantidad de ATP necesaria hasta que empieza a intervenir el sistema anaeróbico láctico.

    Los expertos en fisiología del ejercicio recomiendan, si se va a consumir creatina, cargar los depósitos orgánicos con 20 ó 25 gramos de la sustancia al día y durante cinco jornadas para, luego a una dosis menor y continuada de cinco gramos cada 24 horas.

    El turnover diario es de 2/1g por alimentación + 1 g por síntesis endógena. Dos tercios de la creatina total es fosforilada a fosfocreatina, interviniendo a nivel celular en la resíntesis de ATP.

    En ausencia de creatina el pool de ATP celular disminuye, por lo que sobreviene más rápida la fatiga.

    La creatina actuaría entonces mejorando la resíntesis de ATP y actuando como buffer intracelular para el lactato, es decir, mejorando la potencia anaeróbica.

    Efectos de la suplementación de creatina:

  • aumenta la reserva intracelular de PC (fosfocreatina), especialmente si hay deficiencia previa.

  • aumento del peso total (en entrenados y no entrenados).

  • aumenta la fuerza de contracción (de un 5 a un 7%).

  • aumenta la velocidad.

  • mejora los tiempos de recuperación entre ejercicios.

  • mejora la performance de ejercicios de alta intensidad y corta duración, intermitentes.

  • mejora la recta final en los ejercicios de alta intensidad (bicicleta ergométrica).

  • aumenta la potencia anaeróbica.

  • aumenta la fuerza en el pico del salto.

  • mejora eventos de máxima velocidad (hasta 30 segundos) y el tiempo de recuperación entre picos de velocidad.

  • en sangre: aumenta la creatina, aumenta la CPK, aumenta la LDH, disminuye TG y Colesterol total y aumenta HDL en atletas con hiperlipidemia previa.

Efectos negativos de la creatina:

  • posible deterioro de la función renal en pacientes renales crónicos.

  • deshidratación (por captura osmolaridad intracelular y por eliminación del grupo amino a nivel renal junto con agua).

  • calambres (alteración del balance hidroelectrolítico). Es importante prevenirlo mediante buena hidratación junto a la suplementación.

  • supresión de la síntesis endógena de creatina, reversible.

  • daño muscular (ruptura de fibras).

  • náuseas, trastornos gastrointestinales, mareos, debilidad, diarreas con dosis mayores a los 5 g por día.

L-Carnitina: Amina que se encuentra en la carne, en menor grado en la leche y en baja cantidad en frutas y vegetales. La L-carnitina funciona como un biocatalizador, transportando los ácidos grasos a través de la pared celular, dentro de la mitocondria, esto permite a las células musculares utilizar los ácidos grasos esenciales para el metabolismo de energía. En las mitocondrias se produce la betaoxidación de los ácidos grasos de cadena larga por parte de las enzimas que se encuentran en su interior.

    El cuerpo puede compensar la baja ingesta sintetizándola en forma endógena en hígado y riñones a partir de lisina, metionina y disminuyendo su aclaramiento renal.

    Se pensaba que era ergogénica por:

  • Aumentando el transporte de AG a través de la membrana mitocondrial, aumenta la oxidación de AG, ahorrando el glucógeno muscular.

  • Como buffer del ácido pirúvico, reduciendo el ácido láctico, lo que alejaría los síntomas de fatiga.

  • Se combinaría con la Acetil CoA produciendo acetil-L-carnitina y CoA libre. Facilitaría la producción de ATP.

    Si bien algunos de los estudios actuales, no respaldan un efecto ergogénico,

    La dosis recomendada es de 2-5g/día, ingeridos fuera de las comidas, una semana antes de la competición. L-Triptófano: Es un aa. esencial que no se comercializa puro, pero sí combinado como suplemento para tratar diversas alteraciones de orden nervioso (insomnio, depresión, ansiedad).

    Se le atribuye la cualidad de estimular la hormona de crecimiento. En el deporte produciría esto, analgesia y reduciría el malestar por el esfuerzo prolongado. Segura y Ventura demostraron que ingerir una dosis de 300 mg (4 veces al día) mejoraría significativamente el tiempo total de los ejercicios de baja intensidad (versus placebo), estos resultados nunca pudieron ser replicados. Seltzer y Stensrud no hallaron diferencias significativas versus placebo, pero sí efectos adversos como: mialgias, eosinofilia.

Beta (OH) Metil Butirato, metabolito de la leucina: Metabolito de la leucina (producido en pequeñas cantidades de manera endógena). Se encuentra en cítricos y pescados.

    En 1980 en IOWA University, hipotetizaron que su suplementación podía aumentar la fuerza muscular y la masa magra. Dosis recomendadas son 1,5 a 3 g/d. Nissen lo probó en 41 sujetos con suplementación y entrenamiento de 4 semanas, versus placebo, y sus resultados reflejaban un aumento de fuerza y masa magra, con disminución de catabolitos proteicos (3-metil histadina y CPK). Otro estudio demostró que descendía 5% de grasa corporal y aumentaba la fuerza. No se objetivaron efectos adversos, peros es prematura su recomendación.

Colina: Actúa como donante del grupo metilo, acrecentando los niveles de creatina (potencia anaeróbica) y como componente de fosfolípidos (lecitina)y como estructura de las membranas celulares. También como componente estructural del neurotransmisor acetilcolina (conducción nerviosa).

Arginina y Ornitina: Algunos estudios sugieren que estimulaban la GH (hormona del crecimiento) produciendo crecimiento de masa muscular y disminución de grasa corporal, si está demostrado que potencia la síntesis de colágeno y acelera la reparación de los daños tisulares. Algunos estudios demuestran que la arginina puede elevarse como resultado de los suplementos de ornitina.

Iosina: Nucleósido que facilitaría la producción de ATP. Se utilizó para la práctica anaeróbica. Los estudios de dosis de 6g por 2 días no tuvieron efectos significativos.

3- Sustancias que influyen en el uso de combustible:

Cafeína: Aumenta la utilización de AG durante el ejercicio prolongado en eventos mayores que 30 minutos, pero ineficaz para aumentar actividades de alta intensidad que duran menos de 10 min. Hasta el año pasado se consideraba positivo en los controles antidopaje cuando en orina aparecían valores superiores a 12 microgramos/mililitro, con la publicación de la última lista por parte del CSD se ha modificado, siendo ahora positivo con valores superiores a 15 microgramos/mililitro. Inconveniente el alto número de efectos secundarios que pueden tener a dosis altas, más frecuente: incremento de tensión arterial, capacidad diurética que puede ocasionar problemas en ambientes de altas temperaturas, humedad y las digestivas (diarreas, reflujo gastroesofágico).

Picolinato de cromo: Mineral que se requiere en muy bajas dosis en el organismo. Interviene como cofactor de la Insulina (promoviendo la síntesis de glucógeno muscular y aumenta la captación de aminoácido al músculo). No hemos encontrado variaciones significativas con respecto al placebo, en los estudios consultados.


4. Sustancias que modifican el pH

4.1. Sustancias alcalinizantes

Bicarbonato de sodio: En animales se ha comprobado que reduce la fatiga, no así en humanos. Pero sí se ha demostrado algunas mejorías en los tiempos de los ejercicios de baja intensidad que duran entre 5 y 7 minutos, no así los sprints.

    La dosis recomendada es 300 mg 2 horas previas a ejercicios tipo sprint o repeticiones de máxima intensidad.

4. 2. Aspartato de potasio y de magnesio: Los estudios dicen que mejora un 15-20 % la resistencia aeróbica. La dosis recomendada 5-10 g/día.

    El magnesio participa como cofactor en muchos sistemas enzimaticos, incluyendo los procesos de producción de energía que envuelven la transferencia de fosfato, la duplicación del ADN y las bombas de energía que mantienen la correcta distribución de sodio, calcio y potasio a través de las membranas celulares.

    La suplementación con magnesio mejora varios factores del rendimiento, incluyendo la resistencia y la fuerza, así mismo está demostrado que el ejercicio intenso provoca la deplección de los depositos de magnesio, por lo tanto, deberá suplementarse en deportes de resistencia. Mejora la capacidad de recuperación entre esfuerzos, la fatiga mental, la irritabilidad y la falta de concentración. Su suplementación reduce la probabilidad de lesiones musculares y la tendencia a calambres musculares, fomentando así una función normal del músculo. Su presentación en forma de aspartato parece muy adecuada para el empleo en el deporte ya que el propio ácido aspartico toma parte en la producción de energía al formar parte del ciclo de Krebs.

5. Miscelánea

    La jalea real, polen, la lecitina de soja, el ajo, el germen de trigo, son suplementos nutricionales muy utilizados en el ámbito deportivo como vigorizantes y fortificantes en tiempos de fatiga, hemos encontrado estudios tanto a favor como en contra de su utilización, ciertos productos dietéticos, no está comprobado que mejoren ningún tipo de rendimiento, pero si utilizados arbitrariamente sin ningún control médico, pueden provocar diarreas, alergias e interacciones con ciertos medicamentos.

    Los usos terapéuticos del ginseng, ya fueron descritos hace más de 2.000 años en la medicina asiática, su uso tradicional es en la convalecencia y como profiláctico para aumentar la resistencia corporal, reducir la sensibilidad a la enfermedad y promocionar la salud y la longevidad. Su actividad parece estar basada en un efecto total sobre el cuerpo más que una acción específica sobre algún órgano o sistema. Existen evidencias de que el ginseng puede mejorar los efectos del estrés sobre la dieta y el ejercicio (Bris). También han sido documentados efectos beneficiosos en la depresión, la diabetes e hipertensión, sin embargo no existe evidencia que avale su uso como afrodisiaco (Bris).

    La raíz del Kava, en la medicina nativa se usaba por sus propiedades relajantes y como anestésico tópico. Los efectos neurológicos incluyen analgesia, anestesia con efectos en la función motora y muscular. Su interés estriba en sus propiedades ansiolíticas. En septiembre de 1.997 la American Herbal Products Association aconsejaba que no fuera utilizado en menores de 18 años. Ha sido relacionada con hepatitis, cirrosis y fallo hepático.

    La Yohimbina, otro suplemento de riesgo, extraído de la cáscara de Yohimbe, incrementa supuestamente los niveles de testosterona en el suero (aumentando la masa muscular), reduce los niveles de grasa y sirve como afrodisíaco. Ninguno de estos efectos se ha confirmado todavía. Dosis elevadas han ocasionado efectos más serios como elevación de la presión sanguínea, aumento de la frecuencia cardíaca, palpitaciones y alucinaciones.

    El Ginko Biloba aumenta el flujo sanguíneo al cerebro produciendo vasodilatación. Hoy en día su popularidad ha aumentado desde la publicación del artículo en el Journal de la American Medical Association sobre los posibles efectos beneficiosos del ginkgo en la enfermedad de Alzheimer. Un número de estudios bien diseñados han confirmado la eficacia del ginkgo en las disfunciones cerebrovasculares y las enfermedades vasculares periféricas (Bris). Dosis muy altas pueden causar develo, diarrea, nauseas y vómitos.


6. Macrodosis de vitaminas y minerales

    Existen para cada vitamina un RDA (Recommended Dietary Allowences, o ración recomendada). Algunos especialistas sostienen que los atletas necesitan más de los valores de RDA.

    Vitaminas pueden ser: Liposolubles A, D, E,K, e Hidrosolubles Complejo B (B1, B2, B3, B5, B6,B9 y B12), Biotina y Vitamina C.

    La suplementación vitamínica en forma de megavitaminosis ha sido empleada y la utilizan todavía muchos preparadores físicos y médicos deportivos, como una forma eficaz en el tratamiento de la fatiga orgánica, aguda o crónica.

    Los suplementos vitamínicos si las necesidades nutritivas del deportista se cubren de manera satisfactoria, no tienen sentido. Los posibles efectos favorables de la vitamina E (alfa-tocoferol) sobre las manifestaciones de la fatiga, confirmados en experimentación sobre animales sometidos a dietas carenciales, son difícilmente extrapolables a humanos.

    En lo que hace referencia a las vitaminas del complejo B, bastará adecuar las necesidades de ingestión diaria al incremento adicional del costo calórico, para que no se produzcan deficiencias.

    Debe tenerse en cuenta el riesgo de hipervitaminosis con las vitaminas liposolubles, que puede acarrear efectos adversos y trastornos clínicos.

    Por este motivo, su manejo (en especial para la vitamina A y D) debe hacerse con precaución.

    La administración de megadosis de vitamina C (más de diez veces las recomendaciones diarias) parece tener un efecto claro de aumento de la resistencia a la fatiga, objetivables en condiciones in vitro e in vivo. Debe tenerse en cuenta que dosis muy elevadas de vitamina C provocan considerables efectos secundarios en diversas funciones orgánicas, en forma de insomnio, hiperacidez gástrica, hiperuricemia, crisis gotosas, inactivación de la vitamina B12 y otras alteraciones.

Minerales

a. Calcio, es importante en la conducción nerviosa, la contracción muscular como factor de la coagulación y en la calcificación de huesos y dientes. En el cuerpo humano hay 1,5 kg de calcio, todo derivado de fuentes dietéticas.

    La densidad mineral ósea, el riesgo de fracturas depende de varios factores:

  • nivel de estrogenos circulando (son excluyentes)

  • la ingesta de calcio

  • el ejercicio muscular

    Si la RDA es de 1200 mg, un grupo de expertos recomienda 1500 mg/d.

b. Hierro, para el transporte de oxígeno, la activación del oxígeno (oxidasas y oxigenasas) y el transporte de electrones como los citocromos.

    Haymes definió tres etapas de nivel de ferroso negativo:

  • ferritina menor de 12 microgramos/l (muy frecuente en maratonianos y mujeres de otros deportes)

  • protoporfirina libre de GR mayor de 100 microgramos/dl de GR

  • hemoglobina menos de 12g/dl (mujeres) y 13 (hombres)

    La deficiencia de hemoglobina, perjudica la performance, pero en ausencia de anemia, la deplección de los depósitos no está probado que deteriore la capacidad de trabajo físico.

c. Magnesio importante en el proceso de relajación muscular. Interviene en los procesos de síntesis de ATP y FC, osificación de huesos y formación dentaría.

d. Potasio importante en todos los procesos celulares, incluida la interacción insulina-receptor, también en la despolarización cardíaca y neuromuscular.

e. Sodio y Cloro son importantes en la regulación de los líquidos del organismo.

    Si bien es sabido que la macrodosis de vitaminas y minerales, sólo mejoran el rendimiento cuando había deficiencia previa. La suplementación extra no mejora, el esfuerzo, la fuerza, la resistencia a la fatiga, la recuperación, la función cardiovascular, la capacidad de resistencia, ni el VO2 (Haymes).

    Debido a que la mayoría de los atletas consumen más de 4000 kcal, los niveles de nutrientes son 200 a 300 % de la RDA (Office Sport Medicine 1996).

    La deficiencia se manifiesta con deterioro de la performance, detrimento en la producción de esfuerzo, fatiga incrementada y mayor sensibilidad muscular al esfuerzo.

    Es de resaltar, que altas dosis de vitaminas y minerales, por mucho tiempo, hasta interfiere con el normal metabolismo de los nutrientes (USOC=united states olimpic committe 1998).

7. Antioxidantes

    Durante y tras el ejercicio se producen metabolitos tóxicos llamados radicales libres. Son:

  • Anión superóxido

  • Peróxido de H+

  • Radical hidroxilo

    Se ha atribuido a algunas vitaminas y minerales el poder de depurar estos radicales libres, lo que no significa que tenga un efecto directo sobre la performance.

    La vitamina E (alfa-tocoferol), el beta caroteno (precursor de vitamina A), vitamina C (ácido ascórbico), coenzima Q, minerales como Zinc, Selenio, Cobre, Manganeso, Hierro funcionan como partes estructurales de enzimas antioxidantes.

    Manganeso, Zinc, Cobre forman parte de la superóxido dismutasa.

    Selenio de glutation peroxidasa.

    Hierro de catalasa.

    La actividad física moderada aumenta la glutation peroxidasa, antioxidante natural. No aumentan los peróxidos (radicales libres que producen daño mitocondrial).

Conclusiones

    El deporte no debe ser considerado solamente como una cuestión de competición. Hay que subrayar los beneficios de una actividad física regular. Basicamente la suplementación se hace necesaria dada la destrucción de nutrientes que tienen lugar en la elaboración y conservación que sufren los alimentos y así serán necesarios en el deportista debido al ejercicio intenso. Una vez decidido que suplemento nutricional se va a administrar, se deben de conocer una serie de pautas para intensificar sus efectos beneficiosos. De esta forma potenciaremos su acción y evitaremos posibles desequilibrios en el balance general de nutrientes. La administración podrá ser a su vez, simple, compleja o secuencial. Se deberá tener en cuenta la complementariedad, aprovechando su efecto sinérgico y estudiar si lo más conveniente es administrarlos individual o combinados siguiendo un orden terapéutico. Finalmente mencionar el peligro que supone llevar el cuerpo más allá de sus niveles óptimos por medios de sustancias no permitidas (doping), por sus efectos negativos sobre la salud del deportista.


Bibliografía

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