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La Ciencia de la Acción Motriz,
un paradigma en continua evolución

   
Dr. en Educación Física
Master en Psicología el Deporte
 
 
Damián Ossorio Lozano
damianossorio@telefonica.net
(España)
 

 

 

http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 10 - N° 85 - Junio de 2005

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    La motricidad Humana no se entiende como un monólogo, en el que no hay lugar para las emociones, la creatividad o la dimensión racional de la persona.

    La persona se manifiesta a través de su cuerpo, es parte de ese cuerpo. El ser humano posee un cuerpo, pero no es un cuerpo exclusivamente considerado como objeto físico, es un cuerpo que vive, que es expresión, que su existencia es corporeidad, y esa corporeidad de la existencia implica actuar, conocer, razonar, sentir, transmitir, hacer-hacer, etc.

    Diversos pensadores en un intento de dar explicación a la compleja realidad del ser humano, han acometido el concepto de cuerpo y el concepto de corporeidad desde diversas convicciones. Autores como Scheler, que distingue entre "corporeidad" o cuerpo vivido y "cuerpo bruto" o cuerpo exterior; Husserl, que separa "cuerpo propio" y "cuerpo de los otros"; Gasset con sus dos formas de entender el cuerpo "desde dentro" y "desde fuera" y otros como Merleau-Ponty, Marcel, Sartre, Zubiri..., han tratado de encontrar un significado a la presencia del cuerpo en el mundo, diferente a los demás seres vivos.

    La reciente historia de las ciencias de la Motricidad caracterizada por una experiencia de la corporeidad instrumentalizada, bien como objeto para conseguir un récord, bien al servicio del rendimiento por el rendimiento, ha generado cierta confusión en cuanto a su estudio desde el punto de vista educativo y del desarrollo del individuo como persona. La sociedad demanda un logro sistemático de las capacidades del individuo en beneficio de una gesta extraordinaria. "El deporte como fenómeno fuertemente institucionalizado, no parece propicio para ofrecer vivencias corporales originales" (Denis, 1980)

    La consolidada tendencia de la aportación biofísica y su relación con la corporeidad, ha propiciado el estudio aislado de las propiedades del control de motor, de la condición física y de la imagen estética..., entre otros aspectos. "Un correcto estudio de la motricidad no puede limitarse a las aportaciones de la neurología o de las ciencias médico-biológicas, sino que debe hacer también referencia a la neuropsicología y a la psicodinámica, en cuanto resulta difícil separar en un sujeto estructura psicomotriz, inteligencia, actitud, experiencia y comportamiento" (Boscaini, 1992).

    Como personas nos enfrentamos a una constante interacción entre el yo y los demás, nos expresamos, nos comunicamos con el cuerpo y con el habla, nuestras relaciones interpersonales van más allá de la simple comunicación. Como seres dialogantes que somos, emprendemos un camino de ida y vuelta en la emisión y recepción del mensaje.

    La motricidad está vinculada a nuestra existencia a nuestra conducta, todo lo hacemos con el cuerpo, incluso la interrupción del movimiento requiere un control postural. También es cierto, que no todas las actividades que realiza el ser humano tienen una finalidad propiamente motriz, es decir, persiguen un objetivo motor.

    Nuestra motricidad nos permite abordar dos cuestiones que coexisten en todo proceso de comunicación, la oposición y la cooperación. Esta cara y esta cruz, esta doble vía, busca reglas comunes donde se pone de manifiesto nuestro juego colectivo y social. La capacidad sociomotriz que posee el movimiento abarca una dimensión relacional de índole social que abarca múltiples posibilidades y variadas directrices.

    Parece evidente que es imposible evitar nuestra presencia corporal en un espacio y en un tiempo. Es posible que permanezcamos ausentes, abstraídos por nuestros pensamientos, la mente carece de límites objetivos, nuestro cuerpo en cambio, está sometido a una continua puesta en escena, donde en función de las exigencias del guión, asume un modelo de acción diferente cada vez que se comunica y se expresa.

    Las variadas formas de expresión con que cuenta el hombre, no son manifestaciones aisladas unas de otras, sino que concurren de manera global en un mismo acto. Nos comunicamos con el cuerpo como un todo global, a través de la palabra, del gesto, del silencio, de una mirada.

    Castañer y Camerino (1991) definen la actividad el hombre desde una triple dimensión: introyectiva, que posibilita el reconocerse a través de la motricidad; extensiva, que nos permite interactuar con el entorno; y proyectiva, que nos facilita la relación con el medio social.

    Estas tres dimensiones se presentan íntimamente relacionas en el mundo del deporte. Desde la dimensión proyectiva se puede hacer hincapié en el desarrollo de habilidades sociales y de comunicación, que indudablemente hacen mejorar las relaciones con el entorno. Lo más útil para potenciar estas habilidades sociomotrices es el empleo de técnicas que favorezcan la comunicación y la expresión, tanto oral como corporal, los juegos cooperativos y aquellas actividades que fomenten la creatividad.

    El punto de partida radica en facilitar la participación en la cultura del movimiento, fomentar hábitos saludables de convivencia sana. Proporcionar un marco adaptado a los individuos y al grupo, la oferta no ha de basarse en la rutina, ni en la demanda de un colectivo, sino que debe posibilitar un tejido social donde la práctica del deporte y la actividad física esté abierta a necesidades tanto personales como comunitarias..(Arriba y Sánchez, 1999)

    Hoy en día el fenómeno motor es estudiado desde diversos campos de la ciencia, principalmente su vertiente ludicodeportiva. La psicología, la historia, la medicina, la sociología, la biomecánica, la antropología, etc., tratan de interpretar desde su óptica particular el intelecto de los deportistas, la evolución histórica del deporte, la salud y el bienestar físico, y un largo y heterogéneo campo de investigación y análisis del fenómeno deportivo. Además existen otras disciplinas como la proxemia, la kinesia o la ergonomía que circunscriben su campo de acción a aspectos relacionados con las relaciones espaciales, la comunicación o el propio trabajo respectivamente.

    Parlebás ha desarrollado una nueva disciplina que es la "Ciencia de la Acción Motriz" llamada también "Praxología Motriz", a través de la cual pretende dar vida a un campo de la ciencia que considere como objeto de estudio un enorme bloque de actividades físicas a las cuales denomina "Acción Motriz". Esto supone calificar a las estructuras motrices del ser humano como estructuras de comunicación.

    La ciencia de la acción motriz hace de la motricidad un estudio que tiene como ámbito de estudio las situaciones motrices, es decir, las actividades físicas lúdicas, de ocio, deportivas. Su objeto de estudio son las condiciones, los modos de funcionamiento y los resultados de las diversas acciones motrices. Se acepta el termino praxiología motriz para denominar el estudio de estas condiciones y sus reglas que hacen eficaz a cualquier acción motriz.

    La praxiología observa el desarrollo del juego y el deporte de manera global. Analiza todo el sistema motor emergente, como una consecuencia de la adaptación del deportista a la estructura interna que las reglas del juego le imponen. Cada persona tiene una manera singular de manifestar su motricidad. Su expresión es reflejo de su experiencia, de su historia personal de su cultura y de su dotación genética.

    Se da el caso de la participación en juegos que requieren unas reglas. Este hecho, restringe el marco de actuación del participante a situaciones muy concretas, a veces estereotipadas, pero también es cierto, que cada individuo ejecuta estas acciones de manera muy parecida. Aun así, cada individuo es singular, lo que provoca que una misma situación motriz ocasione diversas y diferentes conductas.

    Los beneficios y las aportaciones de la praxiología motriz no deberían limitarse exclusivamente al ámbito académico, es decir, a la Educación Física, sino que debería propagarse hacia otros campos como el entrenamiento, la enseñanza de los deportes e inclusive al sector de recursos humanos.


La propuesta sociomotriz de Pierre Parlebas

    La Educación Física a través de la historia ha sido abordada desde distintos punto de vista y por diversos autores, coincidiendo la mayoría de ellos en significar que la voluntad de la misma es educar al alumno a través de su práctica. Esta finalidad educativa es un compromiso que contempla la motricidad desde la corporeidad del ser humano, que siente, piensa, actúa, se relaciona y se mueve con el fin de desarrollar más su carácter de Humano.

    Pierre Parlebas, profesor de educación física, sociólogo, psicólogo y lingüista francés, plantea una nueva corriente de opinión que afecta a la educación física y al deporte. Esta corriente se basa en el término "acción sociomotriz", que es el resultado de una relación interactiva entre un individuo y otro.

    La sociomotricidad hace referencia a una interacción en la que participa más de una persona, especialmente en los juegos y deportes colectivos en donde los resultados son mucho más enriquecedores, En este caso el grupo se subdivide en:

  • Interacción Sociomotriz de Antagonismo. Cuando los deportes contemplan adversarios o contrincantes.

  • Interacción Sociomotriz de Cooperación. Cuando por el contrario, los participantes se complementan y auxilian durante la actividad.

    Para Parlebas, la acción motriz es el común denominador que da identidad, unidad y especificidad a la educación física, cuya práctica enmarca toda una gama de actividades entre las que se consideran: el deporte y los juegos tradicionales, los ejercicios gimnásticos y las actividades libres entre otras.

    Esta posición concibe a la educación física como una práctica pedagógica que se apoya en el conocimiento científico, cuyo enfoque está centrado en el movimiento y la interacción; en donde lo significativo de las prácticas se centrará en las manifestaciones observables del comportamiento motor, así como en el sentido relacional y táctico de las conductas que se presentan en el desarrollo de las actividades.

    Con relación al deporte, subraya que es un medio valioso para educar, dado que su ejemplo está presente en la vida diaria del niño a través de los medios de comunicación; no obstante, debe considerársele como una actividad más de la acción motriz, aunada a todas aquellas que el profesor sea capaz de implementar en su clase.

    Sobre el papel del docente, señala que éste deberá por medio de técnicas adecuadas, alcanzar la personalidad del alumno, desarrollando sus capacidades físicas y emocionales, al mismo tiempo que su inteligencia motriz. Asimismo deberá poner en práctica nuevas formas de interacción con base en el movimiento.

    El objetivo general que se plantea, es el de cooperar en la formación de la personalidad del niño, mediante el desarrollo de la inteligencia motriz y la interactividad, a través de la actividad física.

     Como objetivos específicos señala:

  • Contribuir al desarrollo de la personalidad del individuo.

  • Desarrollar sus capacidades motrices y emocionales

  • Utilizar la acción motriz para promover la interactividad entre los alumnos

  • Desarrollar el gusto por la práctica de la actividad física

    La conducta motriz posibilita el análisis de los aspectos cognoscitivos, afectivos y relacionales, dotando al ser humano de un sistema de acción específico diferente a otros tipos de conductas como pueden ser las orales. Esta construcción supone considerar a las estructuras motrices como estructuras de comunicación.

    Los trabajos realizados por Pierre Parlebas han revolucionado el concepto de educación física y el deporte, dada la importancia que atribuye a las conductas motrices y afectivas en el plano de la interacción. Es por ello que valdría la pena reflexionar acerca de los beneficios que aporta el enfoque de la Sociomotricidad al desarrollo de la personalidad del niño y el énfasis de esta propuesta hacia el tema de la diversidad. Se trata de rescatar todos aquellos elementos aplicables en la confección de programas tanto de educación física como de educación deportiva.


Bibliografía

  • ARRIBAS, H. Y ÁNCHEZ, I. (1999). La Actividad Física como Educación el Ocio. En Actas de I Congreso Internacional de E.F. FEDE. Jerez.

  • BOSCAINI, F. (1992): "Hacia una especifidad de la psicomotricidad". Psicomotricidad. Revista de estudios y experiencias. 40, 5-49.

  • CASTAÑER, M. Y CAMERINO, O. (1991). La Educación Física en la Enseñanza Primaria. Barcelona. Inde.

  • DENIS, D. (1980): El cuerpo enseñado. Barcelona. Paidós.

  • GLEYZE, Jacques. (1992). "Pierre Parlebas, sa vie". En: Dossiers revues EPS N°.15, 1992. France.

  • LAGARDERA, F. y LAVEGA, P. (2003). Introducción a la Praxiología Motriz. Editorial Paidotribo, Barcelona.

  • PARLEBAS, Pierre. "Problemas teóricos y crisis actual en la Educación Física" En: Lecturas de Educación Física y Deportes. Año 2, Nº 7. Octubre 1997. Buenos Aires. http://www.efdeportes.com

  • PARLEBAS, P. (1ª Edición, 1988). Elementos de Sociología del deporte. Editorial Unisport, 2ª edición revisada, 2003, Málaga.

  • PARLEBAS, P. (2001). Léxico de Praxiología Motriz. Juegos, deporte y sociedad. Editorial Paidotribo, Barcelona.

  • SAVATER, R. (1997): El valor de educar. Barcelona: Ariel.

  • SILVA, Ramos José Ricardo Da. "Semiología y Educación Física. Un diálogo con Betti y Parlebás" . http:­//www.efdeportes.com Revista Digital. Buenos Aires. Año 5 - No - Abril 2000.

  • ZAGALAZ, Sánchez Ma. Luisa. (2001). "Corrientes y tendencias de la Educación Física". INDE: Barcelona, España.

  • ZUBIRI, X. (1986): Sobre el hombre. Madrid: Alianza.

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