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Elizabeth Robinson: el triunfo de la voluntad

   
Profesor de Educación Física
Entrenador Nacional de Atletismo
 
 
Jorge de Hegedüs
jhegedus@sinectis.com.ar
(Argentina)
 

 

 

http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 10 - N° 83 - Abril de 2005

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Introducción

    ¿Se trata acaso del famoso y controvertido documento fílmico de Leni Riefenstahl "El Triunfo de la Voluntad" y en el cual se pasó al celuloide el primer Congreso del partido Nacionalsocialista alemán? (1934). No, en absoluto, nada que ver. En este caso se trató de un asunto deportivo, muy llamativo, que nos invita a la reflexión y Leni Riefenstahl está vinculada a este asunto solamente de forma muy indirecta.

Como es de nuestro conocimiento, el debut de las mujeres en los Juegos Olímpicos en el campo del atletismo es bastante posterior al de los varones. Estos últimos iniciaron la actividad atlética desde los primeros Juegos, los celebrados en Atenas en 1896. Las mujeres lo hicieron en el deporte principal de los Juegos, el atletismo, recién en 1928: Ámsterdam.

    Existía gran expectativa en cuanto a las performances de las damas. La primer disciplina que se desarrolló fueron los 100 metros. Existía entre los aficionados a este deporte mucha curiosidad en cuanto a cuál podría ser la performance del "sexo débil". Incluso llamó la atención de todos algo que indudablemente era inconcebible entre los hombres: las seis finalistas se abrazaron y se desearon mutuamente la mejor de las suertes dándose besos. Finalmente el juez de partida da la orden de "a sus puestos", "listos" y aquí ocurre que una de las representantes de Canadá (Myrtle Cook) y la otra de Alemania (Helene Schmidt) quedan descalificadas por tener ambas salidas en falso. Por lo tanto, la carrera se disputó finalmente con 4 finalistas. El resultado fue el siguiente:

  1. Elizabeth "Betty" Robinson (USA) 12.2 seg. (iguala el récord mundial)

  2. Fanny Rosenfeld (Canadá) 12.3

  3. Ethel Smith (Canadá) 12.3

  4. Ema Steinberg (Alemania) 12.4

    Esta carrera final tuvo sin embargo algo que se hace necesario resaltar, fue la actuación de la vencedora: Elizabeth Robinson.


El caso de Elizabeth Robinson

    ¿Quién era "Betty" Robinson? Era una jovencita que apenas tenía 16 años de edad cuando disputó esta final olímpica llevándose la medalla dorada. Era una estudiante del secundario en Riverdale, estado de Illinois. Unos meses antes de los Juegos Olímpicos uno de sus profesores la vio casualmente correr para alcanzar el tren: dicho docente quedó impresionado por la velocidad con que esta jovencita logró su objetivo. Al día siguiente la contacta en el "High School", le comenta qué es lo que había visto el día anterior con relación a su persona, y por tal motivo la invita competir en una pista cerrada, más bien en un corredor de dicha institución docente. Era la primera vez que Betty corría una carrera y se impuso en la misma.

    Su segunda competición la hace ya al aire libre y sobre una pista reglamentaria. ¡En la misma bate el récord mundial en poder de la japonesa Kinue Hitomi! Betty Robinson corre los 100 metros en 12.2 seg. ¿Y la final de los Juegos Olímpicos? Fue la cuarta vez que esta jovencita compitió en toda su vida y con el mayor de los éxitos: ¡un verdadero talento! ¡Algo nunca visto hasta entonces! A esto se agrega que también obtiene la medalla de plata en la posta 4x100 metros. Pero luego de ello una gran tragedia entró en la vida de esta novata campeona olímpica.


La tragedia de Elizabeth Robinson

    En el año 1931 Betty Robinson estaba volando en una avioneta con una prima hermana. De repente empieza a fallar el motor y el aparato se precipita a tierra. Fue un verdadero desastre. Por casualidad pasó por la zona de caída un camionero el cual cargó a ambas jóvenes en su vehículo. Las mismas estaban en tan mal estado que este las dio por muertas. Debido a ello es que en vez de llevarlas a un hospital, ¡las llevó directamente a una empresa de pompas fúnebres!

    Pero al llegar a la misma, el personal de dicho lugar se percató que Betty Robinson, aunque con dificultad, respiraba, estaba con vida. Debido a ello se la transportó inmediatamente a un hospital en donde el cuerpo médico se dedicó mucho a su persona. Permaneció 7 semanas en estado de coma, luchando entre la vida y la muerte, pero su fuerte organismo ayudó para que luego recobrara paulatinamente la conciencia. ¡Se había salvado! Había salido de un accidente que le había fracturado su cadera, uno de los fémures, un brazo y una seria herida ósea en su frente. Al tiempo debido fue dada de alta, y durante dos años pudo movilizarse solamente y mediante 2 muletas. Finalmente Betty Robinson largó esta ayuda artificial y decidió movilizarse sólo con sus piernas, con esas extremidades que una vez le habían dado la preciada medalla dorada. Pero, ¿podría tener todavía un futuro deportivo? y, por lo tanto, ¿por qué no volver a entrenarse?


El triunfo de la voluntad

    Betty Robinson vuelve de esa manera a la pista. Nos la imaginamos en sus primeros trotes, prácticamente rengueando y hasta arrastrando sus piernas debido a problemas de coordinación y pérdida de masa muscular. Pero con enorme fuerza de voluntad va mejorando paulatinamente. Su cuerpo se iba amoldando, adaptando al esfuerzo. De esta forma llega el año olímpico de 1936, el cual se desarrollaría en Berlín. El progreso de Betty fue tan grande que es seleccionada para representar a su país. Pero aquí ocurre un hecho interesante. Esta velocista, ahora con 24 años de edad, no podía participar en los 100 metros dado que no podía adoptar la posición baja o agrupada de "en sus marcas". ¿La razón? Ello se debió a que debido al accidente, la flexión de una de sus rodillas estaba limitada, la podía flexionar solamente hasta cierto límite. Pero Betty Robinson sí pudo integrar la posta de relevos de los Estados Unidos de 4 x 100 metros. Esta atleta corrió en el segundo relevo, en la recta opuesta. El país del norte obtiene la medalla de oro por el primer puesto.

    De esta forma, entonces, Elizabeth "Betty" Robinson, después del serio accidente que tuvo, logró su segunda medalla dorada en el lapso de 8 años. ¿Y por qué se mencionó al principio que Leni Riefenstahl tuvo algo que ver en este asunto de manera indirecta? Porque fue con su famosa película "Olympia" (quizás la más valiosa filmación deportiva que se haya realizado en toda la historia del deporte) en donde se ve de forma completa dicha carrera de relevos. Ahí se puede apreciar a la gran velocista norteamericana corriendo su parcial en dicha disciplina logrando con sus compañeras el máximo título. Esto sí que fue el "triunfo de la voluntad", ¡todo un ejemplo!

Foto: www.olympics.org

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