Aportaciones de la literatura a la enseñanza de la Historia del Deporte The construction and development aspects of the body image and implications in the physical education |
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*Universidad de Huelva **Instituto Superior de Cultura Física "Manuel Fajardo" |
Javier Antonio Tamayo Fajardo* tamayo@uhu.es (Españal) Rubén Esquivel Ramos** (Brasil) |
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http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 10 - N° 83 - Abril de 2005 |
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1. Introducción
La enseñanza de la historia del deporte encuentra en la lectura uno de sus apoyos más firmes, al favorecer la educación integral, el enriquecimiento de los contenidos, su relación con otras áreas y la formación en valores; que es, sin duda, una de las preocupaciones más importantes en la sociedad actual.
Nuestra propuesta está dirigida a vincular la enseñanza de la historia del deporte con este medio básico para la formación general de los alumnos. En nuestra opinión, la actualidad educativa demanda un profesional de perfil amplio que logre incorporar a la práctica educativa los más diversos y novedosos contenidos disponibles en todas las fuentes del saber, como lo son las obras de la literatura universal.
El estudio de múltiples documentos publicados confirma la existencia de una fructífera relación entre las diferentes direcciones de la cultura general. El comienzo estaría situado en los inicios de la propia civilización humana, ilustrada por las pinturas rupestres de cazadores, corredores y arqueros, y las canciones de trabajo, monumentos literarios que con idéntico sello sirvieron para inaugurar una tradición que ha llegado pletórica de resultados hasta nosotros.
2. La historia del deporte y la literaturaEl papel histórico-social del deporte y la capacidad de las obras de la literatura artística para reflejarlo, constituyen razones de suficiente importancia como para considerar la existencia de una relación entre la literatura artística y la historia del deporte.
En la prehistoria, el hombre cantó y pintó sus hechos físicos laborales; pero, fueron los griegos los encargados de promover una rica tradición que ha llegado hasta nosotros. Los helenos llevaron el arte a los Juegos Olímpicos, como expresión de su ideal educativo. Brotando obras como el Discóbolo de Mirón, las poesías de Píndaro, notas destacadas entre los productos de otros muchos orfebres.
Los torneos, justas y cacerías propias del medioevo fueron reseñadas en textos escritos por Alfonso X El Sabio y el poeta Don Juan Manuel. También, los comentó el Cantar del Mío Cid, documento anónimo como los libros de Leister y Apolonio, donde se habló respectivamente de atletismo y un deporte semejante al béisbol.
La educación física renacentista se tradujo en la labor de creadores de la talla de Alberto Durero, Leonardo Da Vinci, Il Perugino y Lucas Cranach, un valioso antecedente para los impresionistas franceses y alemanes y otros talentos del siglo XIX, como el genial Toulouse Lautrec.
A Campanella, Moro, Rousseau, Rabelais, el español Alonso de Ercilla y el fraile Francisco de Ximenes, cronistas de juegos y ejercicios, les sucedieron en las letras de la centuria pasada novelistas como Dickens, Kipling y Conan Doyle, autor éste último de la novela de boxeadores Dodney Stone.
Cuando Coubertin decidió, en 1906, continuar complementando con cultura los encuentros olímpicos, aportó el colorido que caracterizó a los juegos universales celebrados entre 1912 y 1948, abonando el terreno para su continuación posterior. Así, sucedió en la cita deportiva de Moscú 80, donde se organizaron 144 espectáculos de ópera, 450 representaciones teatrales, 1.800 conciertos musicales, 350 funciones de circo y la exposición de artes plásticas "Deporte, enviado de la paz", con más de 800 participantes.
Las bienales permanentes "Deporte, cultura y paz", de Francia, y "Deporte en bellas artes", del CON de España, junto a los eventos incidentales similares a las muestras SPORT 86 y Dibujos Infantiles, expuestas en el Museo del COI, evidencian la promoción alcanzada por la iniciativa del padre del olimpismo moderno.
Muchísimos artistas de reconocido prestigio universal han colaborado en esta importante labor de difusión. Pintores de la talla de Picasso, Joan Miró, Rodchenco, Léger y Gutusso; poetas como Nicolás Guillén, Álvaro Yunque y Thiago de Mello; novelistas como Sillitoe, Nesin, Hemingway, Cortázar, Carpentier y Martí; compositores como Honneger, Vangelis o Pourcel; y en la danza, las aportaciones de Alicia Alonso y Loipa Araújo.
La interacción también atrajo a importantes figuras del deporte que encaminaron sus pasos hacia la creación artística. Tales son los casos de Yuri Vlasov, Valeri Brumel, Andrei Hoffman, ex-campeón de patinaje dedicado ahora a la literatura, y la olímpica Katerina Witt, vinculada al arte dramático.
Esta importante relación existente entre la literatura y la historia se concreta en el reflejo de la realidad en las obras producto de la imaginación, creatividad y situaciones concretas en las que vive el hombre y artista. Para ello, nos basamos en las explicaciones de Belic (1983: 174), cuando planteó que:
"En la creación literaria se reflejan las cualidades y facultades, las situaciones vitales básicas y los problemas fundamentales del hombre. Pero los problemas fundamentales del hombre se expresan en la literatura siempre por medio de representaciones características de determinada época, de acuerdo con el nivel histórico del conocimiento y el grado correspondiente del desarrollo de las facultades humanas. Las transformaciones evolutivas de la literatura corresponden a las transformaciones del hombre que crea su historia y es creado por ella. La evolución de la literatura coincide, pues en principio con la evolución de la sociedad humana. Eso significa que la literatura no sea más que un reflejo pasivo de las circunstancias históricas. Pero la literatura expresa la situación del hombre que vive esas circunstancias y trata, dentro de ellas, de apropiarse estéticamente del mundo. Por eso la literatura tiene carácter distinto en las distintas formaciones sociales".
Por lo tanto, consideramos que las obras de la literatura juegan un importante papel en la enseñanza y la comprensión de la historia, tal y como expusimos en las Jornadas sobre la Historia del Deporte Andaluz celebradas en Málaga (2004). Así, en la tabla 1, citamos las principales aportaciones del uso de las obras literarias en la enseñanza de la historia.
Tabla 1. Principales aportaciones del uso de las obras literarias en la enseñanza de la historia del deporte
3. El uso de las obras literarias en la enseñanza de la historia del deporteLa existencia de obras literarias de contenido deportivo, nos permite sugerir la utilización de las mismas en la enseñanza de la historia del deporte, para aprovechar sus potencialidades culturales y formativas en el desarrollo integral de los estudiantes.
Debemos tener en cuenta que el Arte y la Literatura son manifestaciones de la cultura social muy vinculados con la educación; ya que, posibilitan valorar el desarrollo de la sociedad y el pensamiento de los hombres. Esto permite al profesor incidir en la formación de una amplia concepción del mundo, el gusto estético, la intelectualidad y convicciones éticas favorables.
La literatura de tema deportivo puede aplicarse en esta esfera de actuación de múltiples formas, como pueden ser las siguientes:
Orientación hacia la lectura de fragmentos y obras.
Organización de presentación de libros, debates y lecturas comentadas.
Proyección de películas donde se desarrollen versiones de obras literarias portadoras del tema deportivo; y, su correspondiente análisis y debate.
Lecturas de textos o fragmentos en actos matutinos o vespertinos y celebraciones deportivas.
Organización de concursos y festivales deportivos culturales.
A partir de las ideas presentadas, podemos hacernos una idea sobre el potencial de los autores y las obras que, en las diferentes manifestaciones, estilos y géneros del arte y la literatura, son portadoras del contenido físico deportivo.
Para cumplir con este propósito, se demanda en la actualidad estudios e investigaciones que profundicen en sus aspectos epistemológicos, metodológicos, históricos y técnicos; de manera tal que permitan su introducción paulatina en la enseñanza.
Conviene destacar la obra de un grupo de investigadores del tema y algunas de sus opiniones más importantes. Tal es el caso de los norteamericanos Sumanik y Stoll (1989: 74), para quienes "El deporte y el Arte pueden emplearse como sinónimos. Entre ellos existen (...), tanto propiedades o cualidades comparables, como diferencias en cuanto a los fines y las vías que conducen a estos fines". Más oportunos son los planteamientos del belga Vanden Eynde (1989: 74), que remarcó la relación histórica que destacamos a continuación: "El arte siempre se refleja en el conjunto de la naturaleza del hombre. El arte viene reflejando las actividades deportivas desde hace muchos siglos, tematizándolo en la pintura, escultura, literatura, en el ballet y en las demás formas de expresión artística".
La prosperidad del tema Deporte se vio reflejada en la incidencia de éste contenido en la producción de renombrados autores, que emprendieron con acierto relatos sobre béisbol y boxeo. Estos son los casos de O'Henry y Ernest Hemingway; el cual, además, escribió después sobre la pesca y los toros.
Tras la celebración de los primeros Juegos Olímpicos, Coubertin dispuso la celebración de un concurso cultural al que denominó "Pentatlón de las musas" y decidió que el mismo se realizara con motivo de la IV Olimpiada de Londres en 1908. A pesar de los intentos, los eventos tuvieron lugar en la cita de Estocolmo (1912); y, Pierre de Coubertin obtuvo la medalla de oro en el evento literario, gracias al poema "Oda al Deporte", donde lo califica como: placer, belleza, justicia, audacia, honor, alegría, fecundidad, progreso y paz.
Finalizada la I Guerra Mundial, los escritores franceses brindan un considerable aporte con la novela antológica "Los once sobre la puerta dorada", en la que se trata con abundantes referencias escenas sobre el fútbol. Otro galo, Pierre Fissón introdujo en este ámbito al mundo automovilístico con relatos sobre Fangio, los hermanos Gálvez y otros famosos corredores.
En los Juegos Olímpicos de 1924, un anfitrión se adueñó de la medalla de oro de los concursos literarios. Este fue Géo Charles, un atleta, campeón de marcha deportiva, crítico, comentarista en la radio, autor de la laureada obra: "Los Juegos Olímpicos", y que según la crítica literaria de sus contemporáneos imprimía en versos las sobradas fiestas de los estadios. Publicó más de veinte libros, numerosos artículos y su poesía se incluyó en la antología de la poesía francesa compilada por Roberto Sabatier; quien fundamentó su elección afirmando que con Guyot entró en la poesía la moral "sui generis" del heroísmo físico.
Un singular intercambio de reflexiones sobre el tema del uso de la educación física y el deporte se produjo entre Antonio Machado y Ortega y Gasset, al respecto de las opiniones del primero y puestas en boca del personaje de una de sus novelas: Juan de Mairena.
Otros renombrados escritores de la generación española del 27: Miguel Hernández y Rafael Alberti también dedicaron poemas a dos afamados futbolistas. El primero escribió versos a la memoria de Lolo Sanpedro, "un portero muerto en la portería"; mientras que, el segundo dedicaba su "Oda a Platko", el portero, "ese oso rubio de Hungría". Como ellos, Federico García Lorca ilustró con versos la "cogida y muerte" de Ignacio Sánchez Mejías en una corrida de toros; inscribiéndose en una relación en la que incluimos a: Miguel Debiles por sus "Once cuentos de fútbol", a Gerardo Diego gracias a su libro "El Balón de Fútbol", así como a Eugenio Montes, Vicente Gaos y Manuel Alcántara.
Es a partir de la tercera década del pasado siglo cuando una oleada de escritores refleja en sus obras momentos de las modalidades deportivas, especialmente el fútbol, el boxeo y el béisbol entre otros; y, resulta muy provechoso resaltar dentro de ellos, muchos de los llamados clásicos dentro de los diferentes movimientos literarios.
Iniciamos la cita con el peruano César Vallejo (1965: 161-162), autor del poema "En el momento en que el tenista", pero además la frase sentenciosa siguiente: "Un día desaparecerá el campeón para dar lugar al hombre en estado deportivo". Con él, Nicolás Guillén (1973: 10-13), quien ha escrito varios textos dedicados al béisbol y el boxeo; así como, también el antológico "Deportes", ponderando el valor del vínculo entre su arte y el deporte: "Niño, jugué al béisbol. Amé a Rubén Darío, es cierto, como sus violentas rosas sobre todas las cosas. Él fue mi rey, mi sol. Pero allá en lo más alto de mi sueño un sitio puro y verde guardé siempre para Méndez, el pitcher-mi otro dueño".
También, mencionaríamos al argentino Álvaro Yunque, autor de los versos de "Boxeo", un texto cargado de una dura crítica al pugilismo profesional, y por su novela "Muchachos del Sur", donde el deporte de las multitudes es tratado desde la óptica infantil de sus personajes. Junto a él, el cubano de origen puertorriqueño Pablo de la Torriente Brau, autor de crónicas sobre el béisbol y José Lezama Lima en uno de los fragmentos de sus "Tratados en la Habana"; así como, Julio Cortázar con los cuentos de boxeo "Fin de round" y "Torito".
Esta tradición que tuvo entre sus primeros exponentes al argentino Baldomero Fernández Moreno, quien escribió el conocido texto del poema "Fútbol", se extendió a otros de la talla de Mario Benedetti y Eduardo Galeano, también creadores sobre el mismo asunto. Lo mismo sucede con los brasileños Thiago de Mello y Vinicius de Moraes, cantor que dedicó al gran Didí Garrincha el poema "El Ángel de las piernas torcidas".
En Cuba, precedidos por los poemas sobre las carreras de cinta escritos por Juan Cristóbal Nápoles Fajardo "El Cucalambé", las bellas letras cubanas cuentan con una selección de escritores que han dedicado al deporte, en la actualidad actividad emblemática del desarrollo sociocultural alcanzado después del triunfo de la Revolución, un espacio entre sus temas de trabajo. Basta mencionar a José Martí, Julián del Casal, Pablo de la Torriente Brau, José Lezama Lima, Nicolás Guillén y Alejo Carpentier, para considerar el potencial puesto a disposición para comentar a través del más alto nivel literario las hazañas de nuestros atletas.
Esto es tan solo una pequeña muestra del gran número de escritores que han tratado el tema deportivo, centrándonos fundamentalmente en aquellos que nacieron en países iberoamericanos. Aunque, podríamos añadir algunos otros como es el caso de Ellon Sillitoe, el escritor inglés famoso por su novela "La Soledad del corredor de fondo", donde mediante la historia de su protagonista, un bien dotado para las carreras de largo aliento, critica las sórdidas condiciones de la vida en los arrabales británicos y nos deja una semblanza de los momentos del atleta y el ambiente que lo rodea en la carrera.
También, nos gustaría destacar al escritor turco Azis Nesin, autor de la novela "El Rey del Fútbol", donde narra la vida de un jugador profesional en medio de los avatares propios de un trabajador del espectáculo deportivo rentado. De los narradores pasamos a los poetas, y mencionamos los casos de los autores soviéticos Andrei Voznesenki, Kiril Kovaldzhi, Yulia Drúnina y Algimantas Baltakis. Finalizando esta breve alusión a autores y obras, mencionando al político vietnamita Ho-Chi-Min, por su poema al juego del ajedrez.
4. ConclusionesRepasando la Literatura Universal encontramos un gran número de obras que reflejan en sus páginas las actividades atléticas realizadas por los hombres desde tiempos inmemoriales. Anteriormente, hemos presentado una breve muestra de estas obras, cuya lectura y análisis posterior nos permitirá mejorar la calidad de enseñanza y la formación de nuestro alumnado.
Además, hemos podido observar la importante relación que se establece entre diferentes materias. Acercándonos, de esta forma, al trabajo interdisciplinar, tan defendido hoy día por numerosos autores e incluso en la propia legislación educativa; y, que en este caso, encuentra un punto de apoyo de gran valor y referencia para otras áreas de conocimiento. Por ello, creemos que su ámbito de aplicación no estaría solamente en la enseñanza de la historia del deporte y en la educación superior; sino que estas propuestas podríamos hacerlas extensibles a otras materias y ámbitos educativos.
En cualquier caso, lo novedoso de estos planteamientos y su interés por innovar, complementando las posibilidades de intervención docente de los profesores, ya aportan de por sí suficiente relevancia y utilidad al tema tratado. El cual, mediante la profundización en el conocimiento de las obras de la literatura deportiva y su uso en la práctica docente, puede contribuir al aumento de calidad de la enseñanza.
En la aplicación de estas propuestas juega un papel decisivo el profesor, pues de su dominio de estos contenidos, así como de sus capacidades: investigativa, comunicativa e histriónica, los puede asimilar dentro de las metódicas que emplea en su clase, enriqueciendo el arsenal de medios para su activación mediante recursos didácticos novedosos, trasversales y constructivistas.
La innovación en la enseñanza de la historia del deporte es en la actualidad una herramienta de mucho valor debido a las múltiples exigencias sociales al deporte. De ahí que los profesores investigadores recurran a la investigación y creatividad para fundamentar sus ideas y experiencias. Así, no nos queremos quedar en los resultados de la investigación histórica, sino en su aplicación para la mejora del proceso de enseñanza-aprendizaje; en este caso, mediante el uso de los vínculos que ofrece la relación del deporte con la literatura.
Para lograr los resultados que prevemos, hemos querido en esta ocasión emplear la lectura, reconocida por diversos estudios como una fuente de cultura y educación general, la motivación por la autoformación permanente y la asimilación de conocimientos, valores y formas de actuación. Apoyándonos en afirmaciones de autores, como Pérez-Rioja (2000: 5-7) cuando afirmó que "…la lectura, requiere no sólo ser bien enseñada y aprendida, sino también de ejercitarse hasta convertirse en un hábito voluntario y gustoso, en una verdadera necesidad vital y un proceso complejo que capacite a los alumnos para interpretar un mensaje escrito, y con ello movilice su interés y motivación por conocer y atesorar conocimientos y conductas." Este mismo autor (2000: 123-124) expresó que la lectura es una verdadera necesidad vital tanto para las gentes cultivadas como para quienes aspiran a formar libremente su personalidad, para los diversos tipos de profesionales y para todos aquellos que deseen ocupar y desempeñar cualquier puesto de trabajo en la sociedad actual. Es por ello que la define como el índice más refinado y el barómetro más preciso de la "calidad de vida" de las sociedades y de los individuos.
Entre esos indicadores de calidad de vida, la sociedad actual otorga una atención especial a los valores. Los cuales, los entendemos como las formas de conducta a las que en la actualidad se dedica una gran atención y atribuye gran importancia, como atributos para enfrentar las múltiples situaciones comprometidas e integrantes de la llamada crisis o transmutación de valores.
El uso de la lectura permite al docente preparar, diseñar y orientar acciones prácticas, que posibiliten el reconocimiento y asimilación de valores por parte de sus alumnos. Nadie duda que mediante la lectura sistemática se atesoran los contenidos, modelos, sentimientos y acciones de los personajes que servirán como paradigma de buenas y altruistas maneras.
Luego de analizar estos argumentos no dudamos en indagar en la existencia de obras de la literatura universal, portadoras de contenidos deportivos. Las cuales, podríamos aprovecharlas en el proceso de enseñanza-aprendizaje de diferentes materias, como un medio de enseñanza.
La riqueza de contenidos que portan las obras de la literatura se puede convertir en importantes piezas dentro del proceso de enseñanza de la historia del deporte y otras materias, en diferentes niveles educativos. En nuestra opinión, estas obras poseen carga moral, motivacional, histórica y estética; por lo que, podrían emplearse como medios de trabajo o educación dentro de cada clase o sesión de trabajo.
El profesor puede orientar lecturas de contenidos vinculados a los temas relacionados con los objetivos educativos que se propone, mediante la lectura comentada dentro de la propia clase o de manera extraescolar; de forma que, los alumnos reconozcan los modelos individuales o colectivos que pretenden inculcarles.
Para finalizar, citamos de nuevo a Pérez-Rioja, (2000: 123-124) quien afirmó que "…la función de los profesores en las escuelas no puede estar enmarcada solamente en comunicarle a los alumnos conocimientos técnicos ni desarrollar en éstos habilidades profesionales, sino que deben dedicarse al fortalecimiento de los valores en los estudiantes (…) y para ello una herramienta básica y esencial es la lectura y el acercamiento de la misma a través de la educación en la escuela." Es por ello que creemos oportuno recomendar la lectura de un conjunto de obras clásicas por sus valores históricos-literarios, que son portadores de contendidos referidos a la práctica de la actividad física y el deporte denotando la afirmación de Günter Witt (1985), quien expresó: "En todas las épocas históricas fueron creadas excepcionales obras de arte, en las que se reflejaron los aspectos éticos y estéticos de ejercicios y competencias deportivos, así como la belleza del cuerpo humano".
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digital · Año 10 · N° 83 | Buenos Aires, Abril 2005 |