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    En las pruebas de velocidad los cubanos han cosechados grandes éxitos en la arena internacional, pero ya se van haciendo lejanos esos resonantes resultados, vale recordar que el iniciador de la conquista de las medallas al más alto nivel fue el santiaguero Enrique Figuerola con su medalla de plata en los Juegos de Tokio, 1964 y el último medallista en una cita universal (Juegos Olímpicos o Campeonatos Mundiales) fue el cienfueguero Silvio Leonard, cuando logró plata en los Juegos Olímpicos de Moscú, 1980; de allá a la fecha ningún otro representante de la Mayor de las Antillas ha obtenido similar perfomance e incluso no han logrado ubicarse en las finales de los grandes eventos.

    Ahora, echando un vistazo a los números estadísticos sobre esta especialidad desde 1986 al 2004, estos nos confirman y argumentan que con semejantes rendimientos no se puede aspirar incluir un velocista cubano en los podios de premiaciones de los Juegos Olímpicos o Campeonatos Mundiales.

    Veamos lo que nos dicen los números; por ejemplo en 1986, el primer lugar del listado cubano, estaba fijado en 10.18 segundos, en cambio ahora en el recién culminado 2004 esta cuota es de 10.39 segundos; una diferencia de 21 centésimas de segundos; en todo este periodo de tiempo (18 años) es la peor marca con que un atleta cubano inicia el ranking del año en la especialidad, el mejor crono logrado en esta etapa es un 10.06 en el lejano 1987.

    Seguimos valorando lo que dicen los números; ahora nos referimos al promedio de rendimiento de los primeros 10 corredores cubanos de esta etapa; en 1986 este valor estaba acreditado en 10.31 segundos, ahora está fijado en 10.61, los que da una diferencia de 30 centésimas de segundos de retroceso, pero si vamos al promedio de cada año del ciclo que valoramos, se observan etapas de agravamiento entre 1989 y el año 2000, con una apreciable recuperación en el año 2002, situación esta que empeora en los dos últimos años (2003 y 2004); seguimos analizando; el promedio de los cinco mejores en 1986 es de 10.24 segundos y en el 2004 esta radicado en 10.51 segundos, con 27 centésimas de segundos de diferencia; cuando analizamos el consecutivo por años, observamos que los peores rendimientos promedios están adjudicados en los dos últimos años con 10.53 y 10.51 segundos respectivamente; vamos a los tres mejores; en 1986 es de 10.22 segundos, en 2004 es de 10.45 para una diferencia de 23 centésimas de segundos de retroceso, al igual que en los valores anteriores, los peores rendimientos están alojados en el 2003 y 2004 con 10.47 y 10.45 segundos respectivos.

    En sentido general se observa un sistemático decrecimiento en el rendimiento de esta especialidad en este periodo de tiempo que se analiza, eso sin entrar a valorar otras épocas anteriores en nuestros velocistas se codeaban con los mejores del mundo, me estoy refiriendo a los años 60 y 70 del pasado Siglo XX.

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revista digital · Año 10 · N° 83 | Buenos Aires, Abril 2005   © 1997-2005 Derechos reservados