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    El pasado 25 de junio en el Estadio Panamericano ocurrió un hecho relevante para el atletismo cubano, ese día por primera vez en un atleta local lograba un crono inferior a los 49 segundos en los 400 metros con vallas; el protagonista de tan maravilloso acontecimiento no era otro que el joven agramontino Yacnier Luis.

    Este joven atleta natural del municipio Guáimaro en la provincia de Camagüey, nació el 24 de enero de 1982. Sus inicios en el deporte se lo agradecemos a la lucha greco, disciplina que practicó en las edades infantiles, llegando a coronarse Campeón Nacional Infantil de la categoría 10-11 años; este era su deporte predilecto hasta que un buen día un romance lo sacó del colchón y lo condujo hacia las carrileras de la pista atlética haya en su natal Guáimaro.

    Ya en el atletismo fue rápido al ascenso de Yacnier, ganado por su destaque en las competencias provinciales de la categoría 12-13 años, edades en la que es captado para la Escuela de Iniciación Deportiva Escolar de Camagüey por el ojo clínico del técnico Lázaro Paz. Ya en la escuela deportiva, por sus excelentes cualidades, se desempeña en el sector de pruebas múltiples, resultando medallista de bronce en la XXXV edición de los Juegos Escolares Nacionales, realizada en la ciudad de Santa Clara. Esta medalla de bronce sirve de estimulo al joven guaimarense y a su técnico para seguir puliendo los detalles con vista a la siguiente versión de estas Olimpiadas Escolares Cubanas. Pero cual sería el asombro de muchos cuando algunas lesiones y molestias hicieron tomar otro rumbo en el futuro de Yacnier Luis. Ya no iría a su última cita escolar en pruebas combinadas; ahora competiría en los 300 metros con vallas, pues no era recomendable someterlo al desgaste que acarrearía participar en el octalón (ocho pruebas).

    Esta edición de los Juegos tuvo por sede a la oriental ciudad de Santiago de Cuba y allí emergió este talentoso atleta con medalla de plata, solo superado por el hoy compañero de entrenamiento Sergio Hierrezuelo.

    Estos resultados bastaron al técnico Ramón Molinet para incluirlo en su grupo de trabajo de la desaparecida Base Nacional de Atletismo que radicaba en Santiago de Cuba; Molinet fue labrando el camino de Yacnier, hasta llevarlo a correr los 400 metros con vallas en 51.47 segundos. Así en el año 2000 al desaparecer esta institución pasa al Centro de Alto Rendimiento "Giraldo Córdova Cardin" en La Habana. Allí termina la categoría juvenil un año después con un registro de 50.05 segundos -la segunda mejor marca de esa categoría en Cuba por ese tiempo- coronándose titular del Campeonato elite cubano, la Copa Cuba.

    El año siguiente (2002) representó el despegue de Yacnier Luis hacia la cúspide de esta disciplina en la isla, pero primero una repentina hepatitis y después las continuas lesiones echaron por tierra las pretensiones del camagüeyano y de su nuevo entrenador Ricardo Molina. No obstante ya, para finales de año se aprecia cierta recuperación y en la I Olimpiada Nacional iguala el récord cubano con un tiempo de 49.22 segundos; era la confirmación de su potencial para empeños mayores.

    Así enfrentaba Yacnier el año 2003, año de Juegos Panamericanos y Campeonato Mundial, en su mente estaba el logro de una marca inferior a los 49 segundos, de eso estaban convencidos él y su entrenador. Pero nuevamente los inconvenientes se alojan en el camino de este vallista, dejándolo fuera de la selección para los Juegos Panamericanos de Santo Domingo, más se imponían el valor y la entrega del binomio atleta-entrenador para salir adelante, se le escaparon los Panamericanos; se había perdido una batalla, pero no la guerra.

    Asiste al Campeonato Mundial de París, Francia, cita a la cual viajó con solo una carrera de preparación. Ya en la Ciudad Luz otra cosa no se le podía pedir al camagüeyano, le correspondió correr en la serie tres, la más rápida -clasificaron seis corredores para semifinales- con cuatro de ellos con registros inferiores a los 49 segundos, Yacnier fue séptimo y último con 49.73, aceptable actuación para haber salido desde el Estadio Panamericano en La Habana hacia el Stade de France en París.

    Así terminaba el año preolímpico, ahora todas las miradas estaban puestas en la preparación de cara a la cita Estival de Atenas, unos con más pretensiones que otros, pero todos con el mismo espíritu y estimulo que representa asistir a unos Juegos Olímpicos. Eso también tocaba de cerca a Yacnier, inteligente atleta que analiza cada detalle de la especialidad y de su preparación. En los ajetreos de la preparación, los entrenamientos, algunas que otras inconformidades propias de estos trajines, ha transcurrido toda una etapa que dio inicio en octubre del pasado año y que hoy ve materializar sus frutos con el logro de este fenomenal resultado de 48.83 segundos.

    Si el mayor mérito recae en Yacnier y su entrenador, también hay que reconocer el papel jugado por Sergio Hierrezuelo, su compañero de entrenamientos y su principal adversario en suelo patrio. Fruto de esa rivalidad es el despegue que se aprecia en esta disciplina, pues en esa carrera del 25 de junio por primera vez tres hombres en Cuba lograron registros inferiores a los 50 segundos; se rompieron dos récords nacionales, el de mayores y el juvenil; Yasel Lismet marcó 49.72, nueva cuota para la categoría y Sergio logró marca personal de 49.31 segundos.

    Demos las gracias a aquel romance de niños que llevó a Yacnier Luis del colchón de lucha hacia la pista de atletismo; hoy su lucha es como ganarles centésimas al cronómetro y distancia a sus pasos entre las vallas.

Progresión de sus resultados

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revista digital · Año 10 · N° 80 | Buenos Aires, Enero 2005   © 1997-2005 Derechos reservados