efdeportes.com
Utilización de los recreos
como espacios educativos

   
Departamento de Didáctica de
la Expresión Musical, Plástica y Corporal
Universidad de Granada
(España)
 
 
Violeta Bonnemaison Hernán-Gómez
leta1982@hotmail.com  
Carmen Trigueros Cervantes
ctriguer@ugr.es
 

 

 

 

 
Resumen
    Se ha llevado a cabo un estudio acerca de la utilización de los recreos como espacios educativos. Son multitud de interacciones las que en él tienen lugar y escasa la importancia que se le atribuye, de ahí que hayamos decidido realizar esta investigación.
    Para la realización de dicho estudio se hicieron un total de 12 observaciones, divididas en 4 colegios de diversos contextos socioculturales y distintos lugares geográficos. Una vez obtenidos los datos se pasó a su organización en una serie de categorías y su posterior análisis.
    Tras la recogida y análisis de los datos podemos concluir que los recreos son espacios de gran utilidad educativa y esto, además, podría verse favorecido con la colaboración de los docentes. Fundamentalmente, podemos decir que la realización de actividades de manera espontánea y natural contribuye al desarrollo y aprendizaje de los factores cognoscitivo, motivacional y afectivo-social, con la potenciación de valores tales como la responsabilidad o la autoestima.
    Palabras clave: Recreos. Espacios educativos. Interacciones. Valores.
 

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 10 - N° 80 - Enero de 2005

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1. Introducción

    A la vista de la importancia del recreo como espacio de interacciones sociales de los niños y la poca atención que se le presta me pareció bastante interesante indagar sobre la utilización de espacios y su distribución, las actividades que en ellos se realizan, los materiales empleados, los agrupamientos que surgen de manera natural, espontánea y autónoma así como las conductas y actitudes que presentan, pudiendo ser positivas (valores) o negativas (antivalores), que conlleva la práctica de esas actividades en el recreo.

    Tras el periodo de prácticas realizado el curso pasado me llamó la atención el uso que los niños hacen del recreo y todos los aspectos anteriormente citados, por ello me pareció un buen tema para investigar. Para una mayor indagación la observación se llevó a cabo en colegios de diferentes contextos socioculturales y además en distintos lugares geográficos, en Granada y en Estepona (Málaga).

    Los objetivos que me propuse fueron los siguientes:

  • Comprobar la importancia de los recreos como espacios educativos.

  • Analizar las interacciones sociales que ocurren de manera natural y espontánea.

  • Analizar los valores y antivalores trasmitidos mediante las actividades realizadas en los recreos.

  • Identificar los distintos tipos de juegos que realizan.

  • Examinar cómo solucionan los problemas que surgen de la práctica de esa actividad.

  • Ver cómo los niños en su evolución van distribuyéndose en sus relaciones con los grupos de iguales (género, edad...)

  • Observar si se relacionan los niños de diferentes niveles.

  • Observar si existen distinciones por géneros a la hora de practicar las distintas actividades y los agrupamientos que forman.

    Esta investigación la estructuraré en cinco apartados, además de la introducción y la bibliografía, con el fin de establecer un orden para poder llegar a la comprensión de la misma. En primer lugar trataremos la importancia del juego en el desarrollo infantil, potenciando la integración social y sus componentes psicológicos; seguido de las relaciones de poder que se establecen en los juegos, los espacios donde estos tienen lugar y las actitudes que se presentan.

    A continuación veremos la metodología seguida en este estudio, basada en la observación. Y para terminar se realizará un análisis de los datos obtenidos mediante las observaciones realizadas para, finalmente, llegar a unas reflexiones finales, a modo de conclusiones, que constituyen el último apartado.


2. El juego y el desarrollo infantil

    Son varias las teorías que podemos encontrar sobre el juego, ya que éste es un fenómeno muy complejo y todos los teóricos han dado su opinión sobre él; entre ellas y siguiendo a Martínez Criado, G. (1998, pp. 31-47) podemos distinguir las siguientes:

  1. El desarrollo condiciona el juego (Piaget): que enfoca el juego como una forma de expresión de capacidades ya consolidadas.

  2. El juego condiciona el desarrollo y la educación: estas teorías consideran que es el juego el que facilita el paso de unas adquisiciones inmaduras a otras afianzadas y permanentes. Un ejemplo lo encontramos en Vigotsky.

  3. Formulación ecológica: considera al entorno algo fundamental en el comportamiento y desarrollo de las personas, y el comportamiento se plasma en las actividades en las que se participa. La clave de este enfoque se sitúa en cómo surge y va cambiando la percepción de la realidad en la conciencia del niño y su interacción con el medio.

    Yo, particularmente, me posicionaría en la teoría de la "formulación ecológica" porque pienso que el entorno en el que se desenvuelven los niños es un aspecto fundamental para su desarrollo, ya que va a influenciar mucho sus comportamientos la percepción que ellos tengan del mismo, así como su interacción. Aunque también creo que estaría muy relacionado con "El desarrollo condiciona el juego", porque en función del grado de desarrollo que tengan jugarán de una manera o de otra, o a unos juegos o a otros.

    El juego es una actividad que se desarrolla durante todas las etapas de la vida aunque es cierto que se manifiesta de diversas maneras en función de la edad. En las primeras etapas es algo esencial y tiene grandes repercusiones sobre sus practicantes (como pueden ser los cambios en los aspectos motrices, relaciones sociales o aspectos comunicativos), mientras que en la edad adulta pasan a ser actividades complementarias a las cotidianas. Es cierto que los juegos no tienen una edad predefinida pero, como dice Martínez Criado, G. (1998, pp. 78), cuando se llega a una determinada edad algunos juegos dejan de interesar.

    Respecto a la importancia de los juegos infantiles, basándonos en el artículo de Ortega y Lozano (1998), podemos decir que los niños/as son felices jugando y eso es suficiente para pensar incluir el juego en el proyecto educativo.

    El juego es un proceso complejo que permite a los niños y niñas dominar el mundo que les rodea, ajustar su comportamiento a él, y al mismo tiempo, aprender sus propios límites para ser independiente y progresar en la línea del pensamiento y la acción autónoma. Podríamos decir que es un elemento fundamental para la integración social porque requiere que sus participantes interactúen; podemos considerar que contribuye plenamente a la socialización de las personas. Martínez Criado, G. (1998, pp.81-82) asegura que en las primeras edades la integración de todos los niños, independientemente de la raza o que posean algún tipo de discapacidad, es total. A medida que van creciendo se va acentuando la marginación y van dejando a algunos aislados, por no poder seguir a los "normales". Es un medio ideal para la integración porque es una actividad libre y cada uno puede desempeñar el papel que quiera en función de sus preferencias y limitaciones. Es la base de la socialización.

    En cuanto a los componentes psicológicos del juego, apoyándonos en el artículo de Ortega y Lozano (1998), podemos decir que funciona como desarrollo y aprendizaje en los factores cognoscitivo, motivacional y afectivo-social. Requiere que el niño disponga de una serie de habilidades que van a ser imprescindibles para su desarrollo, es por ello que los juegos forman al niño y contribuyen a que éste desarrolle los factores cognoscitivo, motivacional y afectivo-social, produciéndose esto de manera espontánea en todas las situaciones.

    Siempre se ha creído en su potencial educativo y éstos forman parte de la cultura patrimonial pasando de generación en generación; el hecho de que no se haya interrumpido esa transmisión significa que la actividad lúdica sigue siendo funcional para el aprendizaje espontáneo dentro de la cultura.

    Siguiendo en la línea de las autoras anteriormente citadas podemos concluir que en la escuela siempre se ha dejado bastante de lado el juego y los espacios de los que disponían los niños eran bastante reducidos sin embargo, se ha observado la naturalidad con la que los niños aprenden y dominan ámbitos del saber y del saber hacer complejos y profundos mediante situaciones de juego espontáneas y cargadas de sentido cultural. Además, uno de los dominios más importantes para el desarrollo humano como es el lenguaje, se adquiere a través de la interacción formal, muchas veces lúdica, entre niños y niñas y los adultos.


3. El espacio de juego, escenario de relaciones de poder

    Tomando como referencia el artículo de Tomé González y Ruiz Maillo (1996) vamos a analizar una serie de aspectos relacionados con los juegos. Estas descripciones están basadas en las observaciones realizadas por el profesorado en 20 escuelas piloto del territorio MEC.

    A través de observaciones del espacio descubrieron que los niños ocupan la mayor parte del mismo y que se apropian del centro mientras que las chicas se reparten los espacios periféricos. Ellos no tienen conciencia de ello. Desde los primeros años construyen qué es ser chico y qué es ser chica de manera no sólo diferenciada, sino excluyente (qué se puede hacer y qué no se puede hacer). Los niños salen al patio cada uno con su propia cultura (creada en al aula + casa + amigos) imponiéndose una hegemonía, donde las chicas empiezan a asumir que deben desarrollar estrategias de adaptación que no impliquen conflicto.

    En lo que se refiere a los juegos, condicionan unas determinadas relaciones entre grupos de género y de edad que comparten un espacio. Aparentemente, niños y niñas están satisfechos con esa distribución de los espacios y juegos pero las investigaciones demuestran que sí hay conflictos, no destacables a primera vista pero manifiestan sus consecuencias cuando los niños alcanzan la adolescencia. Van a darse unas jerarquías y frecuentemente los de niños van a requerir más espacios, mientras que las niñas van a aceptar lo que les queda (por ejemplo el fútbol requiere mucho más espacio que el elástico).

    En cuanto a las actitudes, las niñas son más pasivas que sus compañeros, apareciendo con más predisposición a mirar y a hablar que a moverse. Se repliegan a zonas seguras, cercanas a paredes, porches, etc., huyendo de los conflictos y jugando a juegos que no necesitan entrar en competencia con los de sus compañeros, ocupando el tiempo en desarrollar habilidades comunicativo lingüísticas.

    Es fácil identificar a los niños "trastos" pero no ocurre lo mismo con los niños solitarios, automarginados o tristes. El patio de recreo es un buen sitio para detectarlo.

    Podemos hacer una serie de consideraciones sobre los juegos, en las que destacaríamos que a medida que avanzan los ciclos existe más separación entre niños y niñas; generalmente, las niñas conocen más juegos que los niños; los niños se concentran más en sus juegos que las niñas, las niñas los diversifican más; el uso del espacio es claramente diferente cuando no hay pelota, entonces hay más espacio disponible y más interacción.

    Todo esto tiene gran relevancia en la investigación realizada ya que para hacer las observaciones y el posterior análisis, entre otras cosas, tendremos en cuenta estos aspectos para ver si realmente se corrobora lo que dicen estos autores o, por el contrario, tienen lugar situaciones diferentes.


4. Metodología

    La metodología a emplear está basada principalmente en la observación ya que para una mejor comprensión de la realidad de las actividades realizadas en los recreos debemos observar cuál es dicha realidad; y como bien dice Ruiz Olabuénaga (1996, pp.125-126), observar es contemplar cómo se desarrolla la vida social sin manipularla ni modificara, permitiendo que los acontecimientos sucedan de manera natural y espontánea aún cuando el desarrollo de los mismos no sea del agrado del investigador. Normalmente la observación tiende a asociarse a la recogida de datos visual pero también incluye el olfato, oído o el tacto.

    Como dice Ruiz Olabuénaga & Ispizua (1989, pp.79-80), citado por Ruiz Olabuénaga (1996), para que la observación pase de una actividad común de la vida diaria a ser una poderosa herramienta de investigación social y técnica científica de recogida de información, ésta hay que:

  • Orientarla a un objetivo concreto de investigación, formulado de antemano.

  • Planificarla sistemáticamente en fases, aspectos, lugares y personas.

  • Controlarla y relacionarla con proposiciones y teorías sociales...

  • Someterla a controles de veracidad, de objetividad, de fiabilidad y de precisión.

    Como ya he referido en el párrafo anterior, la observación es una actividad común de la vida diaria por lo que me parece interesante hacer una distinción, apoyándome en Valles (1997, pp.142-143) y Ruiz Olabuénaga (1996, pp.130), entre observación vulgar, cotidiana o común y observación específica o científica; la cotidiana puede ser sistemática, pero generalmente no lo es sino que suele llevarse a cabo de un modo no planeado de antemano, mientras que la científica se caracteriza por ser intencional, sistematizada y requiere la selección de un grupo, un tema y un fenómeno como objeto específico de la tarea de observar.

    Una ventaja que podemos apreciar notablemente de la observación es la anteriormente citada, ya que a diferencia del experimento, donde el acontecimiento es manipulado para ver su evolución, en la observación no se interfiere en el desarrollo de un fenómeno social. Frente a ella y siguiendo a Ruiz Olabuénaga (1996, pp.128) encontramos algunas desventajas tales como que la recogida de información puede verse afectada por ser fenómenos latentes, ser fenómenos no directamente observables porque se encuentran aparentemente dispersos y requieren ser ensamblados, establecer el fenómeno una relación emocional con el observador y ciertos mecanismos le impiden ver lo que realmente existe.

    Tras hacer un análisis de las técnicas o tipos de observación se consideró la participante pasiva la más adecuada para mi investigación, siguiendo a Anguera (1982, pp. 134), citado por Ruiz Olabuénaga (1996) ya que el investigador entra en contacto directo con la realidad a estudiar pero interactua lo menos posible con lo observado. En este caso, el investigador pasivo, sólo dispone de roles periféricos (Adler & Adler, 1994), también citado por Ruiz Olabuénaga (1996), tales como paseante, espectador u otros.


Descripción de la observación en mi investigación

    Las observaciones se llevaron a cabo en cuatro centros públicos, dos de Granada y dos de Estepona (Málaga), queriendo con ello comparar la utilización de los recreos de diferentes contextos socioculturales y además de distintos lugares geográficos. A cada centro se le hicieron tres visitas, lo que hace un total de doce observaciones.

    Para hacer las anotaciones de las observaciones no se disponía de planilla de observación, sino que fue una observación narrativa, recogiéndose toda la información en un cuaderno, utilizándose simplemente lápiz y papel. A la hora de realizarlas se tuvieron en cuenta una serie de aspectos:

  • Interacciones sociales que ocurren de manera natural y espontánea.

  • Tipos de juegos practicados.

  • Ocupación de espacios.

  • Valores y antivalores transmitidos.

  • Agrupaciones formadas en función de la edad.

  • Agrupaciones formadas en función del género.

  • Solución de conflictos surgidos.

  • Integración de la multiculturalidad.

    Una vez realizadas las observaciones eran transcritas el mismo día para así evitar el olvido de algunos detalles que no habían podido ser redactados completamente.

    Teníamos la intención de haber grabado las observaciones realizadas y posteriormente transcribirlas para evitar la pérdida de detalles pero las peticiones fueron denegadas. El mayor impedimento lo atribuyeron a los padres, que se negaban a que sus hijos fueran grabados, por el uso que se le pudiera dar posteriormente a las grabaciones.


5. El patio de recreo

    Pasamos a realizar el análisis de los datos obtenidos de las observaciones que se llevaron a cabo. Para que dicho análisis disponga de una continuidad lo hemos organizado en una serie de etapas.

    En primer lugar se realizó una lectura de las observaciones y se fue anotando al margen la categoría a la que pertenecía cada aspecto observado para posteriormente poder clasificarlos. Una vez identificadas se estableció un árbol de categorías (nudos principales), a partir de los cuales se han originado ramificaciones.

    Como se puede observar en el gráfico que se expone a continuación, árbol de categorías para realizar el análisis cualitativo de los datos, parten ocho categorías principales que representan de forma significativa los datos obtenidos a través de las observaciones. Distinguimos: organización, agrupamientos, tipos de juegos, espacios, integración, interacciones y transmisión de valores y antivalores.



La salida al patio de recreo

    Entendiendo como organización la disposición, orden o arreglo de los individuos.

    En primer lugar empezaremos comentando la disposición de los niños a la hora de salir al patio de recreo. Cuando toca la sirena todos bajan al patio, cada uno por la puerta que tenga establecida según la proximidad de las aulas, sin ningún orden de salida establecido. Y para la subida a las aulas lo hacen en filas, donde cada maestro se lleva a su clase.

    A la hora de salir al patio, los niños van comiéndose el desayuno conforme van saliendo para estar libres durante el tiempo de recreo, aunque si no se lo han terminado lo hacen mientras juegan.

    De los centros que se han observado, en tres de ellos salen todos los cursos a la misma hora (Estepona 2, Granada 1 y 2), teniendo una zona reservada para los cursos de infantil acondicionada para ellos y de la que tienen prohibido salir, donde podemos encontrar columpios adecuados a su edad. Frente al otro colegio (Estepona 1), donde los niños están organizados en dos recreos, infantil, 1º y 2º en el primer recreo, y desde 3º hasta 6º de Primaria, en el segundo recreo. En el recreo de los pequeños no se observa ninguna organización clara, no se aprecian agrupaciones fácilmente sino que predomina el caos, todos corren por el patio exceptuando un par de grupos que están sentados y hablando. Por el contrario, el recreo de los mayores es mucho más tranquilo y organizado y pueden distinguirse claramente los grupos de juego.


Las relaciones sociales en el patio

    Para analizar las mismas partiremos del estudio de la categoría:

    La organización en grupos es bastante homogénea en cuanto a la edad de sus componentes. Generalmente no suelen agruparse los niños de distintos niveles sino que se agrupan en función de los grupos de clase.

La mayoría de los grupos (a partir de los 8-9 años aprox.) practica juegos de persecución, en concreto juegan a "Policías y Ladrones", niños contra niñas, utilizando todo el patio para huir y las zonas periféricas o esquinas como cárcel.

(Observación colegio Estepona 1)

Los espacios del patio están divididos en zonas, la pista está dividida en tres partes, una de ellas para jugar al fútbol, otra para baloncesto y otra de zona libre. Las canastas y los materiales los montan los mayores (de 6º de Primaria). Los grupos están organizados por cursos y van rotando para que todos tengan la oportunidad de jugar a todo.

(Observación colegio Granada 2)

    Debido al desarrollo y evolución que van sufriendo los niños estos se unen en grupos de edades similares ya que el nivel de desarrollo va a ser acorde entre ellos. Es raro ver a niños de edades muy dispersas jugando juntos.

    Respecto al género, las agrupaciones que forman suelen ser heterogéneas pero conforme van creciendo se van separando; los niños siguen con los juegos y las niñas se muestran más pasivas y ocupan el tiempo en desarrollar habilidades comunicativo lingüísticas, tienden a pasear y a hablar.

Grupo heterogéneo jugando a un juego de persecución por los laterales de la pista (en pocas ocasiones invaden el espacio de juego destinado a fútbol o baloncesto) y parte del espacio donde están los pequeños.

(Observación colegio Granada 2)

Grupo muy numeroso de niños jugando al fútbol que ocupa gran parte del patio de recreo y sólo juegan 2 ó 3 niñas pero son tratadas con total igualdad y sin ningún tipo de distinción por razón de género.

(Observación colegio Granada 1)

Un grupo de cuatro niñas, de las mayores del colegio, hablan mientras le dan vuelta al patio.

(Observación colegio Estepona 1)

    Hemos podido comprobar cómo, generalmente, las agrupaciones que forman son mixtas, sobre todo en las primeras edades (hasta los 10 años aprox.) pero una vez que alcanzan estas edades las niñas son las que empiezan a separarse, a dejar los juegos donde participaban todos, para pasar a realizar actividades mucho más pasivas como es el desarrollo de las habilidades lingüísticas.

    En lo que se refiere al número de participantes, en todos los recreos hay un par de grupos muy numerosos pero los demás no suelen pasar de las 4 ó 5 personas. Los grupos de niñas son de menor número que los de los niños.

Dos grandes grupos, compuestos sólo por niños, jugando al fútbol.

(Observación colegio Estepona 2)

3 pequeños grupos, de unos 4-5 niños, jugando a los tazos.

(Observación colegio Estepona 1)

Por lo general, los grupos que forman no son muy numerosos (8-10 niños) a excepción del gran grupo que juega al fútbol.

(Observación colegio Granada 1)

    Una vez analizadas las observaciones realizadas podemos verificar que los grupos formados son reducidos en su mayoría salvo uno o dos grandes grupos.


Tipología de las actividades realizadas

    Los juegos que practican no son muy variados pero sí suelen ser los tradicionales, aunque es cierto que los niños están muy influenciados por las modas, series de televisión y dibujos. Además son muy practicados los deportes, sobre todo el fútbol. Por ello las categorías que se establecieron fueron:

    Los juegos tradicionales suelen estar claramente diferenciados los de niños o de niñas aunque hay algunos que son mixtos. Mayormente son las niñas quienes practican más juegos de este tipo, mientras que los niños se dedican más a los deportes. Los de niñas son el elástico, las palmitas, 1,2,3 pollito inglés o la comba, pero sobre todo pueden verse pequeños grupos de niñas (2 ó 3)situadas por la periferia y hablando.

    En los pequeños aparece con bastante frecuencia las peleas, simulando puñetazos, patadas, empujones, etc. y en menor medida se pueden ver niños jugando con cochecitos. También podemos ver juegos mixtos que normalmente son de persecución, como es el caso de policías y ladrones, el pilla-pilla o el escondite.

Grupo de cuatro niñas jugando al elástico.

(Observación colegio Estepona 1)

Hay tres niños y una niña jugando a las peleas, simulando puñetazos, patadas, empujones...

(Observación colegio Granada 2)

Hay varios grupos de niños jugando con coches alrededor de la pista.

(Observación colegio Granada 2)

Grupo heterogéneo, de unos 8 componentes, jugando al escondite.

(Observación colegio Estepona 2)

    Tras estas observaciones podemos afirmar que son escasos los juegos tradicionales que se practican en la actualidad pero cuando estos están presentes podemos verlos tanto en niños como en niñas, con la diferencia de que los de niños suelen ser más agresivos.

    Los deportes son practicados mayormente por niños y destaca el fútbol, principalmente, porque está muy difundido en la actualidad. Son pocas las niñas que lo practican aunque sí es cierto que cada vez se ven más.

    Además, también se practican otros deportes pero va a depender en gran medida de las tradiciones de cada colegio, del material así como de las instalaciones de las que dispongan en la hora del recreo.

Hay dos mesas de Ping-Pong pero sólo son para los mayores; ellos se organizan para ir entrando y saliendo según los puntos que vayan obteniendo.

(Observación colegio Estepona 2)

En los recreos se dividen en grupos y se van turnando los espacios. En cada espacio se hace una actividad y respetan los espacios. En la pista hay tres espacios: fútbol, baloncesto y una zona de juego libre. Las canastas y materiales los montan los de 6º (también organizados según unos turnos), que son los mayores. Están agrupados por cursos y van rotando.

(Observación colegio Granada 2)

Grupo muy numeroso de niños jugando al fútbol que ocupan gran parte del patio de recreo y sólo juegan dos o tres niñas pero son tratadas con total igualdad y sin ningún tipo de distinción por razón de género.

(Observación colegio Granada 1)

    Hemos visto cómo el deporte más practicado es el fútbol y en su mayoría por niños pero cada vez son más variados los deportes que aparecen en el tiempo de recreo y las niñas que se unen a su práctica.

    Los juegos se van a ver influenciados por las modas que predominen en ese momento histórico y en gran medida por las series de televisión y dibujos.

Grupo de unas siete niñas (9 años aprox.) jugando a "Un paso adelante"; cada una hace el papel de un personaje (profesores de la academia, Lola, Pedro, Robert, Diana...) y lo interpretan más o menos a su manera. Tres niños que estaban jugando con una pelota no paran de molestarlas, ellas acuden al maestro de guardia pero como no les hace demasiado caso ellas mismas intentan solucionarlo; finalmente los niños pasan a jugar con ellas y deciden cambiar de juego. Todos juegan a cantar como si estuvieran en "Operación Triunfo", pero canciones de "Upa Dance", en un rincón del patio. Una de ellas hace de líder del grupo y los organiza a todos.

(Observación colegio Granada 1)

    Uno de los juegos de moda que aparece en todos los colegios son los tazos, estos salen en las bolsas de patatas. Es un juego mixto pero los grupos que juegan con ellos están compuestos mayoritariamente por niños y son pocas niñas las que se implican.

3 pequeños grupos, compuestos por niños, jugando a los tazos.

(Observación colegio Estepona 1)

Grupo de 5 niños jugando a los tazos en una esquina.

(Observación colegio Granada 2)

    Es evidente la influencia de la televisión en nuestros días y los juegos no se quedan atrás en este aspecto ya que los niños trasladan series televisivas a sus vidas, convirtiéndolas en juegos. Además, la sociedad nos impone otra serie de modas, introduciendo pequeños objetos en productos de consumo habitual que resultan atractivos para los niños, como podemos ver en el ejemplo de los tazos.


La ocupación espacial en los juegos

    En primer lugar, decir que entendemos como espacio el medio homogéneo y continuo donde se sitúan todos los cuerpos y tienen lugar una serie de acciones y movimientos.

    En cuanto a la ocupación de espacios se corrobora lo que ya sabíamos, que los niños ocupan la mayor parte del espacio y que se apropian del centro mientras que las chicas se reparten los espacios periféricos. Además podemos añadir que si el patio no es demasiado grande los mayores se quedan con el centro y los más pequeños tienen que situarse también por las periferias o por las zonas que quedan libres.

Grupo de 4 niños jugando al fútbol en una esquina porque el centro del patio y las porterías las tienen los mayores. Como porterías utilizan un banco y un par de zumos.

(Observación colegio Granada 1)

3 niñas, de las mayores, apoyadas en un lateral y charlando.

(Observación colegio Granada 1)

Grupo muy numeroso de niños jugando al fútbol que ocupan gran parte del patio de recreo y sólo juegan 2 ó 3 niñas pero son tratadas con total igualdad y sin ningún tipo de distinción por razón de género.

(Observación colegio Granada 1)

    Resulta curioso ver cómo los niños se "apoderan" del centro, o de las mejores y mayores zonas del patio y las niñas lo asumen con total naturalidad. Para ellos es algo normal y no se paran a pensar o discutir sobre el reparto de los espacios sino que los chicos mayores eligen y los pequeños y las chicas aceptan lo que les queda, sin plantearse siquiera que pudiera ser al revés.


Los conflictos del patio

    Conflicto podríamos definirlo como una situación desgraciada, de angustia y de difícil salida, donde se produce un antagonismo y rivalidad entre los implicados.

    Durante la práctica de las actividades siempre surgen conflictos y para solucionarlos, en gran medida, acuden a los maestros que están en el patio, pocas son las veces que ellos mismos buscan remedio aunque también las hay. La que se expone a continuación a mí particularmente me ha llamado bastante la atención.

Un grupo de niñas deja de lado a otra, un niño ajeno a su juego se lo reprocha y van a buscarla para que juegue.


(Observación colegio Granada 1)

Un grupo de niños está jugando al fútbol y dos de ellos discuten porque ambos quieren ponerse de porteros, entonces un tercero interviene y finalmente él mismo decide quien se pone y todos se han quedado conformes.

(Observación colegio Granada 2)

    Son muchas las ocasiones en las que cuando dos niños/as discuten y acuden al maestro para que se lo solucione después siguen jugando como si no hubiera pasado nada, sobre todo los más pequeños. Cuando el asunto es de importancia son castigados los dos o sólo uno en el caso de que esté muy claro quien tiene la culpa.

Un niño se mete con una niña y ella le tira el zumo que se está bebiendo, ambos comienzan a darse patadas (medio en broma medio en serio), entonces se une otro niño, pasan a tirarse piedrecitas de un tamaño considerable y al final los ve un maestro y los castiga a los tres.

(Observación colegio Estepona 2)

    Una vez realizadas las observaciones podemos decir que se verifica lo que exponíamos ya que generalmente cuando dos o más niños discuten acuden de inmediato al maestro para que éste les solucione su problema pero después son muchas las ocasiones en las que vuelven a jugar juntos como si nada hubiera ocurrido.


El patio, un lugar de discriminaciones

    Para ver las discriminaciones del patio vamos a analizar la categoría de integración, a la que podemos definir como unificación y aceptación de los distintos individuos.

    Cada vez es mayor el número de niños de distintas razas que pueden verse en los colegios, sobre todo en los situados en zonas marginales. Cuando son pequeños la integración de la multiculturalidad es prácticamente total pero conforme van creciendo van dejando a algunos a un lado.

Grupo de niños de diferentes razas jugando juntos (árabes, gitanos, blancos).

(Observación colegio Granada 1)

3 niños jugando a los tazos, uno de ellos es magrebí. (unos 8 años).

(Observación colegio Granada 1)

    A mi parecer la multiculturalidad es bastante positiva porque cada cultura tiene unas costumbres y unas tradiciones y los juegos también son distintos y esto hace que dispongan de una mayor variedad de juegos y tengan más posibilidades donde elegir, y a su vez aprender cosas nuevas; pero podemos apreciar cómo ellos no aprovechan esta oportunidad porque al ser minoría juegan a los juegos que hay aquí y apenas tienen oportunidad de mostrar los suyos.

    En cuanto a los niños con necesidades educativas especiales no existe integración, estos niños se encuentran aislados, son discriminados y dejados a un lado y generalmente juegan solos o como mucho con otro niño con N.E.E.

Un niño con silla de ruedas intenta seguir al resto que está jugando al fútbol y al baloncesto y es ignorado y dejado de lado así que finalmente se va a dar vueltas por el patio.

(Observación colegio Granada 2)

Niña con síndrome de dawn jugando sola en el foso de arena y posteriormente se añade otro niño, de integración también.

(Observación colegio Granada 2)

Niño con N.E.E sentado solo en un banco.

(Observación colegio Granada 1)

    Una vez observadas varias situaciones de este tipo decir que no estoy de acuerdo con la afirmación que hace Martínez Criado (1998, pp.81-82) de que en las primeras edades la integración de todos los niños, independientemente de la raza o que posean algún tipo de discapacidad, es total porque hemos podido observar cómo los niños con algún tipo de discapacidad son discriminados.


Papel del adulto en el patio

    La interacción podemos definirla como la influencia recíproca entre dos o más individuos.

    Durante el tiempo de recreo se producen multitud de interacciones de manera natural y espontánea. El juego favorece estas interacciones porque requiere que sus participantes interactúen, actuando libremente ya que cada uno desempeña el papel que quiere en función de sus preferencias y esto va a contribuir plenamente a la socialización.

    No es usual que los maestros interaccionen con los niños durante el recreo aunque si creo que sería positivo ya que ayudaría a la transmisión de algunos valores (como la autoestima, integración, coeducación o la sociabilidad). Cuando en los colegios hay maestros en prácticas si suelen implicarse en los juegos de los niños y estos parecen bastante más motivados.

Los maestros hablan con los niños durante el recreo.

(Observación colegio Estepona 1)

Los maestros del recreo no intervienen en nada, sólo cuando los niños solicitan su ayuda para resolver sus conflictos.

(Observación colegio Estepona 2)

Maestra en prácticas hablando con unas cuantas niñas y maestro en prácticas jugando con los pequeños con la pelota.

(Observación colegio Estepona 2)

    A pesar de que los juegos son libres y espontáneos y los niños interactúan de manera natural, si en algunas ocasiones intervinieran los maestros se les podría sacar mayor provecho al hacer hincapié sobre ciertos valores.


Los valores en el patio

    En esta categoría identificamos las conductas y actitudes, tanto positivas (los valores), como negativas (los antivalores), que van a ser transmitidos durante el tiempo de recreo.

    Siguiendo la clasificación establecida por Trigueros Cervantes, C (2000) vamos a determinar los valores y antivalores transmitidos:


    Podemos distinguir:

Autoestima es el sentimiento de satisfacción con uno mismo y se puede apreciar en los niños cuando realizan los juegos y sobre todo cuando obtienen la victoria.

Un balón se les ha quedado en un árbol y después de mucho insistir lo consiguen coger entre todos y luego todos lo celebran.

(Observación colegio Granada 2)

Gran celebración de un gol por parte de un grupo de niños que juega al fútbol.

(Observación colegio Granada 1)

    Es fundamental la transmisión de este valor ya que para que los niños se encuentren cómodos y a gusto es imprescindible que en primer lugar se encuentren a gusto con uno mismo y a partir de ahí podrán desenvolverse con absoluta naturalidad.

    La responsabilidad consiste en el reconocimiento y aceptación de las consecuencias de los hechos que han realizado libremente y es algo que tienen bastante asumido.

Un grupo de niños está jugando al fútbol y dos de ellos discuten porque ambos quieren ponerse de porteros, entonces un tercero interviene y finalmente él mismo decide quien se pone y todos se han quedado conformes.

(Observación colegio Granada 2)

    Va a servir de preparación para el futuro, ya que en múltiples ocasiones van a verse obligados a asumir una serie de responsabilidades para las que deben estar preparados.

    La integración es otro aspecto presente en los juegos y podríamos definirla como los comportamientos positivos encaminados hacia la aceptación de los distintos individuos, y está presente en lo referente a la integración de la multiculturalidad pero en lo que se refiere a los niños con algún tipo de necesidad no se da porque están bastante discriminados.

Grupo de niños de diferentes razas jugando juntos (árabes, gitanos, blancos).

(Observación colegio Granada 1)

Niña con síndrome de dawn jugando sola en el foso de arena y posteriormente se añade otro niño, de integración también.

(Observación colegio Granada 2)

    Cada vez son más las razas y culturas que podemos encontrar en nuestro país y hay que aprender a convivir por lo que el juego va a ser un medio favorecedor y va a servir como ayuda para que todos los niños puedan integrarse en nuestra sociedad.

    En lo que se refiere a los niños con N.E.E, su aceptación es mucho menor, hasta al punto de que son dejados de lado y tratados como un grupo inferior que normalmente se relacionan entre ellos porque apenas se les dejan posibilidades de integración.

    Otro de los valores transmitidos por los juegos es la coeducación, que son actividades que se realizan evitando la discriminación basada en diferencias de sexo. Cada vez está más presente la coeducación porque niños y niñas juegan juntos con bastante frecuencia aunque hay juegos que están muy encasillados y son difíciles de ver practicados por ambos sexos, el ejemplo más claro lo tenemos en el fútbol, pero ya hay niñas que lo practican sin que sus compañeros protesten.

Grupo muy numeroso de niños jugando al fútbol que ocupan gran parte del patio de recreo y sólo juegan 2 ò 3 niñas pero son tratadas con total igualdad y sin ningún tipo de distinción por razón de género.

(Observación colegio Granada 1)

La mayoría de los grupos (a partir de los 8-9 años aprox.) practica juegos de persecución, en concreto juegan a "Policías y Ladrones", niños contra niñas, utilizando todo el patio para huir y las zonas periféricas o esquinas como cárcel.

(Observación colegio Estepona 1)

Grupo heterogéneo jugando a un juego de persecución por los laterales de la pista (en pocas ocasiones invaden el espacio de juego destinado a fútbol o baloncesto) y parte del espacio donde están los pequeños.


(Observación colegio Granada 2)

    En este aspecto va a tener mucha influencia el nivel socioeconómico del entorno que rodea al centro y de los padres de los niños; ya que hemos podido comprobar que donde el nivel es bueno (elevado) las relaciones entre niños y niñas son mejores (y juegan todos juntos) que donde este nivel es inferior, ya que hemos podido ver cómo los grupos son, mayoritariamente, homogéneos en cuanto a género (sólo niños o sólo niñas).

    En lo que a la competitividad se refiere, manifestación de gran rivalidad en las acciones de los juegos; siempre está presente y va a implicar la motivación en sus participantes; se puede observar en el querer ganar de todos los participantes, sobre todo en los juegos por equipos, como son los deportes colectivos.

Grupo de niños jugando al fútbol muy implicados y motivados, debido al carácter competitivo de este deporte.

(Observación colegio Granada 1)

    Aunque mayoritariamente se tenga una percepción negativa de este aspecto su importancia es relevante, ya que en la vida cotidiana también se presentan multitud de situaciones competitivas y deben estar preparados para enfrentarse a ellas.

    Respecto a la sociabilidad (comportamientos que facilitan la relación con los otros), el juego implica la interacción entre sus participantes y esto va a favorecer la socialización. Los niños establecen relaciones constructivas y equilibradas con los demás gracias a los juegos.

Un grupo de niñas deja de lado a otra, un niño ajeno a su juego se lo reprocha y van a buscarla para que juegue.

(Observación colegio Granada 1)

Grupo de unas siete niñas (9 años aprox.) jugando a "Un paso adelante"; cada una hace el papel de un personaje (profesores de la academia, Lola, Pedro, Robert, Diana...) y lo interpretan más o menos a su manera. Tres niños que estaban jugando con una pelota no paran de molestarlas, ellas acuden al maestro de guardia pero como no les hace demasiado caso ellas mismas intentan solucionarlo; finalmente los niños pasan a jugar con ellas y deciden cambiar de juego. Todos juegan a cantar como si estuvieran en "Operación Triunfo", pero canciones de "Upa Dance", en un rincón del patio. Una de ellas hace de líder del grupo y los organiza a todos.

(Observación colegio Granada 1)

    Durante los juegos los niños se ven obligados a relacionarse entre ellos para que el desarrollo del mismo sea el correcto y esto lo van a hacer de manera inconsciente por lo que la sociabilidad se ve favorecida de espontáneamente.

    El juego lleva implícitas unas relaciones generacionales, definidas como la comunicación que se establece entre los miembros de distintas generaciones de una comunidad. Estas relaciones se ven potenciadas con la práctica de juegos tradicionales que los padres transmiten a sus hijos de generación en generación. Podemos ver como cada cierto tiempo las modas vuelven a aparecer y vuelven juegos que se practicaban años atrás, como puede ser el caso de las canicas. Aunque con las nuevas tecnologías cada vez se practican menos juegos y hace que algunos juegos no vuelvan a aparecer.

Grupo de cuatro niñas jugando al elástico.

(Observación colegio Estepona 1)

Juegan a juegos relacionados con lo que en ese momento esté de moda, normalmente relacionado con alguna serie de dibujos animados, pero siempre se aprecian juegos tradicionales tales como las palmitas; el elástico; 1,2,3 pollito inglés...

(Observación colegio Estepona 1)

Grupo numeroso de niñas (de unos 10 años) jugando al pilla-pilla.

(Observación colegio Estepona 2)

    Podemos decir que los juegos establecen una conexión entre padres e hijos. Los padres transmiten a sus hijos sus juegos y costumbres y se ven reflejados en ellos cuando estos juegan a lo mismo que ellos cuando eran pequeños aunque es cierto que cada vez esto ocurre menos y los juegos tradicionales van quedando a la sombra de las nuevas tradiciones impuestas por las nuevas tecnologías.

    Otro aspecto positivo a destacar del juego es que podemos considerarlo como transmisor de cultura ya que conlleva el aprendizaje de valores y pautas de conducta de una sociedad.

Grupo de niños de diferentes razas jugando juntos (árabes, gitanos, blancos).

(Observación colegio Granada 1

    Este valor podría verse actualmente muy favorecido con la creciente multiculturalidad ya que los niños traen juegos de sus culturas pero no sucede porque los niños de la cultura predominante imponen sus juegos.

    Como último valor positivo a considerar tenemos el respeto a las normas: aceptación de las reglas del juego. Este valor está muy presente porque cuando los niños pasan a formar parte de un juego saben las normas que tienen y deben cumplirlas porque sino surgirán los conflictos y además son rechazados.

Grupo heterogéneo jugando a un juego de persecución por los laterales de la pista (en pocas ocasiones invaden el espacio de juego destinado al fútbol o baloncesto) y parte del espacio donde están los pequeños.

(Observación colegio Granada 2)

En los recreos se dividen en grupos y se van turnando los espacios. En cada espacio se hace una actividad y respetan los espacios. En la pista hay tres espacios: fútbol, baloncesto y una zona de juego libre. Las canastas y materiales los montan los de 6º(también organizados según unos turnos), que son los mayores. Están agrupados por cursos y van rotando.

(Observación colegio Granada 2)

    La aceptación de normas no sólo va a estar presente en los juegos sino que la sociedad está regida por éstas y su cumplimiento es obligatorio por lo que esta es una manera de que los niños, jugando, vayan aprendiendo a aceptar y cumplir las normas.

    Además de los valores transmitidos por los juegos también están presentes algunos antivalores tales como la agresividad: comportamiento violento hacia otros. Suele producirse cuando alguno de los participantes no cumple las reglas del juego, pero no se da con demasiada frecuencia.

Cuando se pelean acuden a los maestros para que les solucionen sus conflictos pero una vez que se lo han dicho se van y siguen jugando juntos como si no hubiera pasado nada.

(Observación colegio Estepona 1)

Un niño se ha metido con una niña (de unos 8 o 9 años) y ella le tira el zumo que se está bebiendo. Sedan una patada cada uno y se une otro niño. Ella les dice que como no la dejen se lo va a decir a la maestra. Continúan tirándose piedras (no de gran tamaño, pero si es considerable) y al final los castigan a los dos.

(Observación colegio Estepona 2)

En el partido de fútbol, hay dos niños peleándose porque ambos quieren ser porteros, interviene un tercero para hacer de intermediario y arregla el conflicto.

(Observación colegio Granada 2)

    O también podemos detectar el sexismo: actitudes de superioridad y desigualdad de miembros de un género sobre el otro. Cada vez se da con menos frecuencia. Existen juegos de niños y juegos de niñas pero tienen demasiado asumido su papel y creen que no pueden salir de ahí (que solo pueden practicar juegos que se correspondan con su género). Parece que poco a poco se va rompiendo esa creencia pero todavía no está del todo establecida.

Hay dos grandes grupos de niños jugando al fútbol, niñas no.

(Observación colegio Estepona 2)

Grupo de niñas sentadas en una esquina del patio hablando o jugando a algo de poca actividad (paradas).

(Observación colegio Granada 2)

Dentro del edificio hay en espacio dedicado a juegos de mesa. Sólo hay niñas.

(Observación colegio Granada 2)

En el fútbol y baloncesto son casi todos niños, las niñas juegan en la zona libre y resto de espacios libres del patio, situados en la periferia.

(Observación colegio Granada 2)

    La transmisión de los valores supera a la de antivalores, además los antivalores pueden verse modificados con la concienciación de los niños en esos aspectos por lo que podemos decir que los juegos son grandes transmisores de actitudes positivas y eso debe ser aprovechado.


6. Reflexiones finales

    Tras haber analizado las observaciones realizadas me parece curiosa la utilización que se hace de los espacios, donde los niños se sitúan en el centro mientras que las niñas ocupan las periferias y zonas más seguras; además los mayores ocupan el mayor espacio y generalmente el centro y los pequeños el que estos les dejan.

    Se puede apreciar como las niñas conforme van creciendo van dejando los juegos a un lado y pasan a realizar actividades más pasivas, mayoritariamente pasan a hacer pequeños grupos y se dedican a pasear y hablar mientras de sus cosas, o algunas se sientan en zonas periféricas, para no molestar pero siempre estando cerca del gran grupo.

    En uno de los colegios, dentro del edificio hay una sala con juegos de mesa y lo veo muy interesante para desarrollar otras habilidades que no se desarrollan con los juegos que requieren una actividad física. En esta sala solo había niñas, lo que corrobora que éstas, generalmente, son mucho más pasivas que los niños y realizan más actividades que no requieran el contacto físico.

    Parece evidente que cuando el patio de recreo está formado por una pista siempre juegan al fútbol, se puede decir que están condicionados, mientras que si no la hay, la variedad de juegos es mucho mayor, incluso la coeducación se ve favorecida. Pienso que es bastante positivo que no haya pista claramente determinada porque ello ayuda a que se practiquen muchos más juegos y sobre todo, juegos mixtos; como pude comprobar en el caso del colegio Estepona 1, que de los 4 que he visitado es el único que no tiene una pista en el patio de recreo y se ve mayor variedad de juegos, además de mejores relaciones y mayor unión entre niños y niñas. Creo que además a la coeducación repercute de manera bastante directa la Educación Física, porque en función de cómo se imparta así van a actuar los niños después; por ejemplo si el maestro de Educación Física es un maestro tradicional y para realizarla separa a la clase en función del género va a repercutir a la hora de jugar en el recreo, donde estarán los niños por un lado y las niñas por otro; mientras que si, por el contrario, la clase de Educación Física es integradora y trata a todos por igual haciendo que todos participen en todo y los grupos o equipos que tengan que formarse sean mixtos, va a favorecer las relaciones entre ellos y sobre todo va a eliminar el sexismo.

    Además de las creencias o formas de impartir la clase el maestro de Educación Física también van a verse afectados los juegos en gran medida por las modas ya que éstas van a acaparar la atención de los niños rápidamente y los juegos van a verse muy afectados por ellas.

    En lo que se refiere a los valores, decir que tienen un papel importante en los juegos llevados a cabo en los recreos ya que ayudan al fomento de estas actitudes. La mayoría de ellas tienen una proyección hacia el futuro ya que se van a ir manifestando y mostrando a lo largo de la vida, como son la autoestima, responsabilidad, integración, sociabilidad o respeto a las normas. Además de que se debe enseñar a evitar las conductas negativas como la agresividad o el sexismo.

    En definitiva, pienso que los recreos son espacios de gran utilidad educativa y para favorecerlo sería de gran ayuda la colaboración de los docentes. Si estos se implicaran más se le podría sacar mayor provecho porque se podrían potenciar los aspectos que interesen, pero aún así siguen siendo espacios muy interesantes desde el punto de vista educativo.


Bibliografía

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