¿POR QUE DEBEMOS ESTUDIAR HISTORIA DE LA EDUCACION FISICA Y DEL DEPORTE
DURANTE LA FORMACION?
Victor Andrade de Melo (Brasil)
victor@marlin.com.ar
Resumen¿Por qué tenemos que estudiar historia1 durante la formación en Educación Física?. Es posible que esta pregunta ya hayas sido muchas veces formulada entre los estudiantes y profesores de diversos cursos superiores ligados a la formación del profesor de Educación Física. En definitiva, de qué manera el estudio de la historia podría contribuir en la formación profesional?. Habría realmente espacio y necesidad de una asignatura específica para estudios de esta naturaleza?. Esta breve reflexión objetiva, surgida en el transcurrir de mis recientes experiencias como investigador en el área de Historia de la Educación Física y del Deporte, a partir de una determinada comprensión de la formación profesional, examina la importancia de esta disciplina y de sus estudios para los estudiantes durante su carrera y para los profesores de Educación Física.
¿Por qué tenemos que estudiar historia durante la formación en Educación Física?. Es posible que esta pregunta ya hayas sido muchas veces formulada entre los estudiantes y profesores de diversos cursos superiores ligados a la formación del profesor de Educación Física. En definitiva, de qué manera el estudio de la historia podría contribuir en la formación profesional?. Habría realmente espacio y necesidad de una asignatura específica para estudios de esta naturaleza?. Esta breve reflexión objetiva, a partir de una determinada comprensión de la formación profesional, examina la importancia de esta disciplina y de sus estudios para los estudiantes de Educación Física. Al final, se señala que un nuevo papel y comprensión de la disciplina Historia de la Educación Física y del Deporte va a estar directamente ligada a la necesidad de romper las barreras con la Historia/historiografía y solamente es posible plenamente dentro de una concepción diferenciada de la formación profesional.Palabras clave: Historia de la Educación Física, historia del deporte, formación profesional.
Algunos argumentos pueden ser considerados como una tentativa de entender aquello que está en relación a un objeción inicial y a una posible desvalorización de Historia durante la formación en Educación Física. Podríamos por ejemplo, considerar el problema de la correlación con el área de conocimiento. Se argumentaría que aquellos que van a cursar la carrera de Educación Física normalmente no se identifican con disciplinas vinculadas con las ciencias humanas, estando sus preferencias orientadas a las ciencias exactas o biológicas. Este sería un camino bastante peligroso. Correríamos el riesgo de respaldar una mirada basada en el sentido común, partiendo de un antiguo estereotipo de alumno que cursa la carrera de formación en Educación Física, despreciando algunas importantes transformaciones en la formación del profesor y del perfil del estudiante del área, claramente perceptibles en los últimos 10 a 15 años.
Otro camino nos parece más interesante, incluso porque permite privilegiar debates más directamente relacionados con el tema central de este texto. Los cuestionamientos iniciales, indudablemente, expresan un cierto descontento y reflejan una impresión general de duda. Es un hecho que no ha sido un asunto discutido con prioridad: ¿por qué existen disciplinas directamente vinculadas a Historia en la carrera de formación en Educación Física?.
Si observamos, por ejemplo, los trabajos presentados en los cuatro encuentros brasileños ya realizados específicamente para discutir la Historia de la Educación Física y del Deporte, percibimos que muy pocos trabajos se refieren a esta preocupación. En verdad, solamente una mesa redonda realizada en el primero de estos Encuentros se aproximó a esta discusión. La falta de discusiones de esta naturaleza no contribuyen e incluso no estimulan en la búsqueda de iniciativas vinculadas al redimensionamiento en la enseñanza de la disciplina, además de ratificar con inexactitudes en lo que se refiere a su existencia en la estructura curricular.
Basta ver, por ejemplo, que en la enseñanza de la Historia en los cursos de Educación Física, a pesar de que existen elogiables excepciones, en general se limitan a la presentación de los llamados 'contenidos clásicos' . Se presenta una serie de nombre y hechos considerados como relevantes, encasillados en el interior de períodos consagrados tradicionalmente e importados de la Historia General (Grecia Antigua, Roma, Edad Media), a partir de una ausente, confusa y no consciente comprensión historiográfica.
Esto no sólo es así en nuestra realidad nacional. Roberta J. Park (1992) afirma que en los Estados Unidos, donde el estudio de la Historia de la Educación Física y del Deporte ya se encuentra bastante avanzado, los profesores de Educación Física que se desempeñan en la docencia de disciplinas vinculadas a esta sub-área de estudios, no demuestran tener conocimientos metodológicos adecuados. Park afirma además que tales profesores terminan recibiendo menor remuneración para perfeccionar sus cursos, ya que la gran mayoría de los alumnos está más interesada en disciplinas ligadas al área biomédica. Esta situación se propaga por generaciones, sin que la Historia sea correctamente valorizada. En definitiva, los recientes progresos de las investigaciones históricas en el área no parecen haber transmitido hacia el contexto general de la enseñanza de la Historia en los cursos de graduación, ni tampoco han estimulado amplios debates acerca de su espacio y 'utilidad'. Tal espacio, entonces, se ha mantenido por la fuerza de la tradición. Esto es, pues siempre existirán disciplinas vinculadas a la historia en los diversos cursos de formación profesional en la Educación Física brasileña en el acontecer del tiempo.
Al observar brevemente la historia de esos cursos de formación en Brasil, veremos que previo mismo a la puesta en marcha del primer curso, en propuestas que no pasaron de ser proyecto, ya se pensaba en una disciplina específica para discutir los aspectos históricos de la Educación Física y de los deportes (Melo, 1995). Vamos a tomar aquí un ejemplo significativo: la situación de la currícula de la Escuela Nacional de Educación Física y Deportes (ENEFD)2. Desde su creación, en 1939, fue dedicado una cátedra al estudio de historia. Comprendiendo el contexto de las disciplinas en esta Escuela, podemos considerar el probable espacio, identificar el posible status e inferir sobre el significado de aquella cátedra en el ámbito de la formación profesional en la ENEFD.
Con la aprobación del reglamento interno en 1941, quedaba aprobada una distinción clara entre materias teóricas, donde se situaba la cátedra de Historia, y materias prácticas. Es conveniente observar que los profesores de la materias teóricas debían atender a algunas exigencias no consideradas en los de las materias prácticas. Además de tener un nivel superior, la mayoría de las materias teóricas solamente podían ser dictadas por médicos. Es interesante resaltar que un prestigio diferenciado era destinado a las cátedras, gozando de un mayor prestigio las cátedras teórica, especialmente las médicas3. De la misma manera, la cátedra de 'Historia y Organización de la Educación Física y Deportes'. ocupaba un lugar y gozaba de un mediano prestigio, ya que aunque era teórica, era no-médica4. Independientemente de la evidente dicotomización entre teoría-práctica, las disciplinas tenían en común el hecho de ser orientadas directamente para la formación de un profesional inicialmente considerado más como un técnico que como un profesor (Faria Júnior, 1987). Las disciplinas estaban preocupadas en presentar verdaderos modelos de actuación que tuviesen utilidad operacional técnica directa. A partir de esta comprensión, es posible inferir que el prestigio de la cátedra de Historia, se reducía, por ser considerada de un utilidad práctica menor.
Es probable que todavía sean visibles los efectos de esta situación. ¿Cuál es la aplicabilidad de Historia de la Educación Física y Deportes?. El alumno que se interesa más directamente por la actuación escolar, va a pretender y encontrar en las cátedras vinculas a pedagogía indicadores para una aplicación práctica mejor. Aquellos que interesen por el entrenamiento deportivo pueden encontrar en Fisiología, Biomecánica, entre otras, distintas vías para una práctica efectiva. Pero finalmente, y la Historia?. ¿Cuál es su contribución para la práctica?.
Su inteligibilidad no puede de ninguna manera estar desvinculada de la comprensión del contexto de formación. Significativamente, el desarrollo de la formación profesional en la Educación Física brasileña fue pautada por este tipo de preocupación práctica. Esta preocupación todavía persiste, pero existen considerable cantidad de ideas y movimientos contrarios. Sin duda, esta concepción es una de las responsables de relegar a la Historia a una función y a una responsabilidad restringidas.
Esto significa que debemos considerar que en una formación y preparación profesional que tiene como único objeto dar fórmulas cerradas, soluciones lineales, modelos de actuación a copiar sin cuestionamientos, la Historia tiene realmente una dudosa validez y relevancia. En esta perspectiva, sus funciones se limitarían a la mera información sin aspiraciones, un objeto de curiosidad o sin ningún tipo de distorsión justificar el presente.
De esta manera, no resulta difícil comprender el evidente descontento. Se desarrolla un imaginario en torno a la disciplina, plenamente confirmado por el contexto de la formación, que termina por relacionarla una algo desagradable ('porque tengo que memorizar tantas fechas y nombres'), completamente fuera del contexto del curso ('yo no estoy haciendo Educación Física para estudiar historia') y sin sentido por no tener aplicabilidad práctica ('yo nunca voy a utilizar estas cosas cuando esté trabajando').
Con esto no estamos diciendo que la práctica no es importante, pero si que la formación profesional debe preparar para no para intervenir a través de fórmulas o modelos cerrados. La formación debe brindar condiciones, por medio de una preparación teórica profunda, para que el alumno pueda recrear constantemente su actuación, a partir de la comprensión de la realidad que lo rodea, de los valores en juego, de las especificidades de la intervención y de las posibilidades de que pueda disponer para alcanzar sus objetivos. La formación profesional debería preocuparse en prepara al alumno para pensar y repensar su actuación, entendiendo que existe la necesidad de una comprensión teórica por detrás de toda actuación, que nunca es solamente práctica, sino indisociadamente teórico-práctica.
Existiría en esta comprensión, un otro significado para la Historia de la Educación Física y del Deporte. La Historia, quizás la más teórica de todas las disciplinas del currículo, encontraría una original posibilidad de contribución, obviamente de ninguna manera si es abordada según los padrones desactualizados que todavía predominan. Nótese que estas reflexiones introductorias no son sólo 'una pérdida de tiempo', sino que el aprovechamiento de un espacio que permite que sea posible comprender históricamente los problemas. Que hace posible que recorramos algunos párrafos discutiendo las determinaciones históricas de nuestra consideración inicial y central: pero finalmente, por qué debemos estudiar Historia de la Educación Física y del Deporte?.
Pensamos que no es posible responder adecuadamente a esta pregunta si no nos corremos hacia los dominios del campo de conocimiento de la historiografía y de la teoría de la Historia. Como inspiración teórica para buscar la respuesta, optamos por seleccionar una afirmación de Karl Marx. Al utilizar a esta autor, no estamos haciendo uso de sus palabras solo para resaltar su sentido político-ideológico o solamente considerando el aspecto general de su contribución para el desarrollo de la Historia. Sus palabras también son utilizadas en la medida que pueden contribuir para la reflexión sobre algunos posibles significados, sentidos, en fin, 'herramientas' de estudio de la Historia.
Afirma Marx (1974)
"Los hombres hacen su propia historia, pero no la hacen como quieren, no la hacen bajo las circunstancias de su elección y si bajo aquéllas que se enfrentan directamente, relacionadas y transmitidas por el pasado" (p. 17).Nos parece que un primer acercamiento a considerar está vinculado a la efectiva actuación del hombre en la construcción del mundo que lo rodea, en la transformación de su sociedad. De hecho, cuando hablamos en Historia, nos referimos a la historia de los hombres y de sus construcciones sociales, de actuación en la sociedad. La Historia nos ayuda a entender que el hombre tiene y tuvo una actuación concreta: lo que tenemos actualmente fue construido y no es producto del azar, tampoco estaba escrito en algún 'libro de los destinos'. Todos, queriendo y sabiendo o no, hacemos una parte de la historia. Al mismo tiempo somos y hacemos la historia.
Pero esto no significa que tengamos todas la posibilidades de hacemos la historia de la forma en que deseamos e imaginamos. Existen un conjunto de barreras, obstáculos, condicionantes sociales que muchas veces nos impiden plenamente seguir un camino trazado. Dentro de la práctica social se presentan otros caminos, en un proceso cotidiano del cual no siempre somos verdaderamente conscientes. Parece que es ahí donde podemos percibir una segunda consideración en las palabras de Marx: el pasado también establece limitaciones. Limitaciones que tenemos que considerar en el presente, situaciones construidas en el devenir del tiempo. De esta manera, todos tenemos un pasado que de alguna manera influye directamente sobre nuestras acciones actuales. Y el estudio de la historia nos ayuda a entender mejor estas condiciones que nos rodean, las posibles determinaciones del pasado en el presente.
Con ésto no queremos afirmar que exista una relación lineal y simplista de causa-efecto a ser develada. Muy por el contrario, debemos tener cuidado con esta consideración. El presente no es la suma de los hechos pasados, sigue sus especificidades, sus propios condicionamientos, que posiblemente solo vamos a poder entender mejor, por lo menos históricamente, en algún momento futuro. Es innegable que el presente y el pasado guardan una relación, pero la Historia sólo está habilitada para 'echar luz', ayudar junto con otras disciplinas (Sociología, Antropología, etc.) a la búsqueda de una comprensión mayor, sin la pretensión de establecer 'verdades absolutas e incuestionables'.
La Historia, en definitiva, realiza una contribución original. El hecho de que realizamos una crítica del presente por medio del conocimiento histórico no significa, todavía, que a priori, ella se deba ser sometida a las comprensiones ideológicas. La Historia tiene un camino para contribuir a la comprensión de la sociedad que se diferencia, (se debe diferenciar), aunque no se niegue a dialogar, de otros campos del conocimiento.
¿Y cuál sería entonces la relación de la Historia con el futuro?. ¿Sería posible planear el futuro a partir de la evolución histórica?. Si el estudio del pasado obedece una relación relativa con el presente, pero es relativa sin embargo su relación con el futuro. Lo máximo que podemos hacer a partir del estudio histórico es considerar algunas tendencias, presentar algunas alternativas y 'echar una luz todavía más tenue', pero de ninguna manera afirmar, en un ejercicio irresponsable de futurología, la exactitud de los acontecimientos futuros.
Sin embargo, algunas 'utilidades' deben ser consideradas. Un de ellas es la contribución al estudio de la sociedad a partir del ejemplo efectivo que se está intentando realizar en forma interdisciplinaria y de ruptura de rígidos límites epistemológicos. Entre las ciencias sociales, la Historia se presenta entre la que más han intentado el diálogo con otras áreas del conocimiento, como la Sociología (hoy un diálogo menor), la Antropología y la lingüistica (hoy muy fértil, delineando la llamada Historia Cultural)5.Tampoco puede ser descartada su contribución para mantener las tradiciones que se ha establecido. De por sí, el patrimonio construido por nuestros antepasados merece ser preservado, inclusive por el impacto que ocasiona en la memoria de la sociedad. Más allá de su contribución, por su propia naturaleza, en el desarrollo y estímulo de fuerzas transformadoras y cuestionadoras de las estructuras sociales.
Desearía también discutir una cuestión, a mi modo de ver de vital importancia. ¿Habría diferencias significativas entre Educación Física y Deporte para que sus historias sean estudiadas separadamente?. ¿O ambos objetos deberían ser estudiados en un único abordaje?. Tales discusiones todavía no fueron precedidas entre los estudiosos brasileños, que invariablemente prefieren utilizar, el término Historia de la Educación Física y del Deporte. Internacionalmente, entretanto, ha sido una cuestión que merece un especial atención.
Park (op. cit.), por ejemplo, trabaja con el término Historia del Deporte, considerando las prácticas deportivas, incluyendo la Educación Física y así mismo otras manifestaciones de la cultura corporal.
"Quiero dejar claro en principio que considero Historia del Deporte una categoría/expresión que incluye, como mínimo, luchas atléticas, actividades de recreación, y Educación Física..." (p. 96)Ya en Gran Bretaña, la discusiones parecen orientarse en un sentido diferente. Los historiadores británicos en su gran mayoría, han criticado la ausencia de un rigor mayor en la definición de que lo que puede o no ser considerado como deporte6. (Hill, 1996). Nos situamos más con esta última postura. Comprendemos que Educación Física y Deporte son objetos diversos que van a requerir caminos metodológicos y preocupaciones teóricas diferenciadas. Sus compromisos y su construcción tienen sentidos distintos. Veamos un poco de Historia de la Educación Física y de historia de la Historia del deporte para entender mejor esta afirmación.
Podemos considerar el progreso de los estudios histórico en la Educación Física brasileña en tres momentos distintos. Una primera fase está marcada por le carácter embrionario del desarrollo de los estudios. Una segunda fase está marcada por el comienzo de una producción y una preocupación mayor en los estudios históricos, tanto en los aspectos cualitativos como en los cuantitativos. La tercera fase esta marcada por la búsqueda del redimensionamiento de las características de los estudios históricos7 . Independientemente de las diferencias entre los trabajos en las respectivas fases, el compromiso de todos los investigadores que abordaron la Historia de la Educación Física estuvo vinculado a la necesidad de entender directamente la Educación Física y/o justificar algunas sugestiones y modificaciones.Ya en lo que se refiere a la Historia de los Deportes, desde el siglo pasado y en los inicios de este siglo podemos identificar estudios, normalmente desarrollados fuera de los circuitos académicos tradicionales. Tales estudios fueron repetidamente escritos por antiguos practicantes y/o apasionados por determinados deportes, muchas veces periodistas especializados que acompañaban el desarrollo de esa modalidad. Ejemplos de ésto son los libros de E. P. (1893) y Thomaz Rabello (1901), sobre el turf, y el libro de Alberto B. Mendonça (1909), sobre historia de los deportes náuticos.
Asimismo, en la obra de los autores vinculados a la Historia de la Educación Física, principalmente a los de la segunda fase, los aspectos históricos de los deportes ya se diferenciaban de los ligados a la Educación Física. Seguramente, esto es un reflejo de la confusión conceptual en lo que se refiere al estudio de la Historia de los dos objetos8. Aunque en Brasil la Historia del Deporte no ha tenido un espacio tan significativo como en otros países, como en Inglaterra (Hill, op. cit.), estos estudios tienen una preocupación significativamente diferente de los estudios de Historia de la Educación Física. Su preocupación básica no es, ni fue, entender el deporte en sí. Antes era simplemente recopilar información sobre los deportes. Hoy es, fundamentalmente, utilizar el deporte como objeto relevante para entender la sociedad. En realidad, gran parte de los estudios recientes vinculados a la Historia del Deporte están relacionados al fútbol, probablemente debido a la dimensión que ocupa en la cultura brasileña. A título de ejemplo, citamos los trabajos de Joel Rufino dos Santos (1981), Waldenir Caldas (1990) y César C. Gordon Júnior (1995).
A pesar de la relativa diversidad, defendemos que las disciplinas, discusiones y los encuentros específicos continúen destinados tanto a la Historia de la Educación Física, como a la Historia del Deporte, inclusive para que podamos entender mejor las relaciones que históricamente se establecieron entre ambos objetos. Debemos, con todo, resaltar las diferencias necesarias en los abordajes que serán aplicados.
En definitiva, los investigadores de la Historia de la Educación Física y los Deportes han puesto empeño y lo siguen haciendo, en buscar una especificidad en su acción, una definición de su espacio, una competencia que permita abolir con la idea de que el amontonamiento de datos y hechos, colocados en cualquier momento, pueda recibir el nombre de estudio histórico. También es necesario tener cuidado con un pretendido abordaje crítico que lleve a limitarse a una perspectiva lineal de causa-efecto o a permitir que inferencias a priori ideológicas obstruyan la especificidad de su contribución. En definitiva, es preciso ocupar un lugar en el ámbito de los estudios históricos9.
De la misma manera, los estudios históricos tendrán una posibilidad mayor de contribuir efectivamente con la Educación Física brasileña, permitiendo interpretaciones de sus proceso y recorridos en el devenir del tiempo, echando luz en las discusiones contemporáneas, y, dirían algunos, así mismo contribuyendo a ofrecer una perspectiva del futuro. Pero eso de ninguna manera significa que la Historia se presta a conceder lecciones de moral, a buscar héroes o bandidos o a programar el futuro y a constituirse en una verdad 'absoluta e incuestionable'. Es posible que si los profesores de la disciplina incorporaran esta nueva forma de pensar, junto con estrategias pedagógicas adecuadas, su enseñanza se volverá más agradable y su importancia más reconocida en el contexto de los cursos de graduación en Educación Física.
Notas
1 . En este texto siempre que utilizamos el término Historia, con inicial en mayúscula, nos estaremos refiriendo a una disciplina, a un campo de estudio. Mientras que historia, con inicial en minúscula, quiere significar los acontecimientos históricos estudiados por la disciplina Historia.2 . Esta Escuela fue la primera en el área, pero tuvo un importancia fundamental, inclusive por ser la primera ligada a una universidad (la Universidad de Brasil). Además de esto, sirvió de modelo para las otras escuelas de Educación Física ya existentes y para aquellas que fueron creadas. Mayores informaciones pueden ser obtenidas en el estudio de Victor Andrade de Melo (1996a).
3 3. Aquellas en las que obligatoriamente los profesores debían ser médicos. Mayores informaciones pueden ser obtenidas en el estudio de Victor Andrade de Melo (ibid.).
4 . Obsérvese que aunque el profesor de la cátedra no debía ser obligatoriamente médico, hubo médicos que la dictaron. Su primer profesor, inclusive, fue el médico Aluísio Aciolli.
5 . Esas discusiones pueden ser mejor comprendidas en los estudios de Peter Burke (1991, 1992); Jacques Le Goff (1990) e Lyhn Hunt (1992).
6 . Mayor información puede ser obtenida en el estudio de Melo (1996b).
7 . Mayor información puede ser obtenida en el estudio de Melo (1995).
8 . Próximamente será publicado un artículo específico para discutir esas fases en la investigación histórica de la Educación Física y del deporte en Brasil.
9 . Mayores informaciones sobre estas propuestas en Brasil pueden ser encontradas en el estudio de Melo (1996c).
Lecturas: Educación Física y Deportes.
Año 2, Nº 8. Buenos Aires. Diciembre 1997
http://www.efdeportes.com