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Efectos de la fatiga para esfuerzos anaeróbicos en prepúberes

   
Universidad de Málaga
(España)
 
 
Dr. José Carlos Fernández García
Álvaro Reina Gómez

jcfg@uma.es
 

 

 

 

 
    Los objetivos propuestos en esta investigación se sustentan sobre la identificación de aquellas alteraciones que pudieran producirse en tareas breves e intensas, fuerza explosiva y velocidad de desplazamiento, realizadas con las extremidades inferiores, antes y después de un estado de fatiga muscular.
    A su vez, se pretende conocer qué efecto pudiera causar un programa de entrenamiento llevado a cabo por deportistas que, fundamentalmente, emplean esta zona corporal como medio de desenvolvimiento motor en su práctica deportiva.
    Para ello, se eligieron, como grupo experimental, los niños de una escuela de fútbol base, dado que en este deporte se encontraban las características buscadas respecto a las valoraciones motoras objeto de investigación.
    Además de comprobar que los efectos del programa de entrenamiento fueran, o no, las causas de la mejora de las aptitudes investigadas, tanto antes como después de la aplicación de dicho programa, así como antes y después de realizar una prueba de fatiga, los resultados serán comparados con los obtenidos por otro grupo de sujetos de las mismas características y condiciones, a los que se les aplicó la misma prueba, con la particularidad que ninguno de ellos debe realizar actividad física alguna, salvo la espontánea y la correspondiente a las sesiones de Educación Física escolar.
 

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 10 - N° 79 - Diciembre de 2004

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Introducción

    La fatiga, definida como la imposibilidad de generar una fuerza, requerida o esperada, se comporta como una base del fenómeno de adaptación encaminada a evitar lesiones irreversibles.

    La aparición de la fatiga durante el ejercicio físico debe ser interpretada como la incapacidad del músculo o del organismo en conjunto para mantener la misma intensidad de esfuerzo. Se trata de un mecanismo de carácter defensivo, expresión del fracaso de los dispositivos orgánicos para adaptarse a las condiciones requeridas, cuyo objetivo es evitar las posibles consecuencias adversas derivadas de una práctica físico-deportiva desmesurada o excesiva (Fernández, 2001).

    La pérdida de rendimiento, que aparece asociada a sobrecargas funcionales y que se manifiesta tras la ejecución de un ejercicio físico, Legido (1986) la denomina fatiga física o muscular, y que conjuntamente a otros tipos de fatiga (mental, sensorial, local, general, etc.) se le concibe generalmente por "fatiga". Edwards (1981) la definió como "la imposibilidad de mantener la fuerza requerida o esperada", mientras que Vollestad y Sejersted (1988) la definen como "la disminución de la capacidad de generar fuerza". Entender y conocer este concepto resulta básico para la elaboración, control y ejecución de cualquier programa de entrenamiento de la condición física.

    Barbany (1990) la entiende como "un estado funcional de significación protectora, transitorio y reversible, expresión de una respuesta de índole homeostática, a través de la cual se impone de manera ineludible la necesidad de cesar o, cuando menos, reducir la magnitud del esfuerzo o la potencia del trabajo que se está efectuando".

     Los mecanismos fisiológicos implicados en esta respuesta a la actividad física no son aún conocidos con exactitud. Volkov (1990, opus cit. en García Manso J.M., Navarro Valdivieso, M. y Ruiz Caballero, J.A., 1996) al definir la fatiga, lo resume del siguiente modo : "En el estado de fatiga disminuye la concentración de ATP en las células nerviosas y se altera la síntesis de acetilcolina en las formaciones sinápticas, se retarda la velocidad de transformación de las señales procedentes de los propio y quimiorreceptores y en los centros motores se desarrolla la inhibición protectora vinculada a la formación del ácido gamma-aminobutírico. Durante la fatiga se inhibe la actividad de las glándulas de secreción interna, lo que disminuye la producción de algunas hormonas y la actividad de algunas enzimas. Esto se proyecta en la ATP-asa miofibrilar que controla la transformación de la energía química en trabajo mecánico. Al bajar la velocidad de la desintegración de ATP, en las miofibrillas disminuye automáticamente la potencia del trabajo que se realiza. En el estado de fatiga se reduce la actividad de las enzimas de oxidación aeróbica y se altera la conjugación de las reacciones de oxidación con la resíntesis de ATP. Para mantener el nivel necesario de ATP se efectúa la intensificación secundaría de la glicólisis. El catabolismo intensificado de los compuestos proteicos va acompañado de un aumento del contenido de urea en sangre. Fatigados los músculos, se agotan las reservas de substratos energéticos, se acumulan los productos de la descomposición (ác. láctico, cuerpos cetónicos, etc.) y se observan bruscos cambios del medio intracelular. En este caso se trastorna la regulación de los procesos vinculados al abastecimiento energético de los músculos, se manifiestan las alteraciones bien expresadas en la actividad de los sistemas de respiración pulmonar y de circulación sanguínea".

    Aunque la fatiga es un concepto asociado a rendimientos inferiores a los que potencialmente es capaz de realizar un individuo o a mecanismos de defensa que se activan ante el deterioro de determinadas funciones orgánicas y celulares, no se debe olvidar que en el entrenamiento deportivo la fatiga es un estado imprescindible para poder conseguir respuestas de adaptación, siempre que éstas no lleven a estados de sobreentrenamiento.

    Las definiciones del concepto fatiga son diversas y múltiples. Englobando el conjunto de consideraciones establecidas, puede, también, definirse a la fatiga como un estado funcional de significación protectora, transitorio y reversible, expresión de una respuesta de índole homeostática, a través de la cual se impone de manera ineludible la necesidad de cesar o, cuando menos, reducir la magnitud del esfuerzo o la potencia del trabajo que se está efectuando.

    Tras una sesión de entrenamiento o la propia competición, la fatiga e incluso el agotamiento más o menos marcado, se manifiesta en función de la carga de trabajo soportada. La fatiga precede al agotamiento y prefigura una especie de mecanismo de protección que, según se considera, impide el agotamiento total de las reservas energéticas del organismo (Viru, 1975). La fatiga está constituida por interrelaciones complejas entre la fatiga periférica y la fatiga central.

    Es preciso ante todo, en esta relación, buscar un escalonamiento del restablecimiento en el tiempo (heterocronicidad de la recuperación). En la valoración de los efectos de una carga de entrenamiento sobre la siguiente, en el examen crítico de la eficacia de una sesión o de una serie de unidades de entrenamiento (en la suma de cargas) necesarias para alcanzar objetivos de orden estructural-morfológico o energético diverso, es preciso prestar particular atención a la adaptación de las cargas de entrenamiento a las capacidades del organismo del deportista (Volkov y Lugowzen, 1979).


Método

    A continuación, en los siguientes apartados se presentará la metodología empleada en la elaboración de este trabajo en concordancia con los objetivos expuestos con anterioridad, intentando adecuar al máximo tanto las variables seleccionadas como los instrumentos aplicados.

    La muestra global la componen dos grupos de sujetos uno de ellos es el grupo de control y el otro el grupo experimental.

    El grupo control está formado por 32 niños sanos de 10 a 11 años de edad en el momento de pasar las pruebas. La selección fue aleatoria dentro de los alumnos de un centro escolar, perteneciendo la muestra a varios grupos y con al menos un grupo de cada uno de los profesores que imparten Educación Física en el centro escolar donde se desarrolló el estudio. Este grupo tiene como característica dentro del estudio llevado a cabo, que sus participantes, es decir, los alumnos a los que se les pasan las pruebas, no realizan más actividad física que aquella de su actividad cotidiana, sin estar ninguno de ellos inmerso en ningún club o asociación deportiva que promueva una práctica deportiva reglada regular.

    Para la realización de las pruebas que valoran la modificación de la participación muscular en actividades breves e intensas, tanto antes como después de la aplicación de las diez semanas de entrenamiento (variable independiente) al grupo experimental, se siguió siempre el mismo proceso con el objeto de minimizar al máximo la influencia de variables perturbadoras y previa información sobre la realización de cada una de las pruebas. Dicho proceso se describe en la Tabla 1.

Tabla 1. Pruebas realizadas y estado en el que se encontraban los sujetos en el momento de realizarlas.

    Las pruebas anteriormente descritas se realizaban una a continuación de la otra con un período de recuperación inferior a cinco segundos.

Tabla 2. Proceso de realización en la investigación.

    El grupo experimental lo forman 32 niños de edades comprendidas entre los 10 y 11 años durante la realización del estudio, sanos y con el conocimiento por parte de sus responsables del tipo de pruebas que se les iban a pasar.

    La selección de sujetos fue aleatoria entre los niños pertenecientes a una escuela de fútbol que realiza dos sesiones de entrenamiento semanales de 1 hora y 30 minutos cada una, además de un partido, lo que conlleva a un total de tres actividades semanales.

    Se tuvo en cuenta en la selección de la muestra que hubiera sujetos participantes representando a todos los profesores de la escuela de fútbol y que guardasen las características del proceso de investigación. Además, se da por supuesto, que los sujetos de este grupo realizan actividades espontáneas en las que frecuentaran los juegos, tal y como podrían hacerlo los del Grupo de Control.


Resultados

    En las siguientes tablas se muestran un resumen de las medias y el valor de la significación en cada una de las variables, además se exponen en la tabla 5 las diferencias halladas entre el pretest y el postest si son comparados los grupos aisladamente.

Tabla 3. Valores de las medias en el pretest, en estado de pre y postfatiga, así como de las diferencias (p= 0.05).

Tabla 4. Valores de las medias en el postest, en estado de pre y postfatiga, así como de las diferencias (p= 0.05).

Tabla 5. Diferencias halladas en los grupos en situaciones de pre y postfatiga en el pretest y en el postest (p=0.05)


Conclusiones

  1. Respecto al salto horizontal a pies juntos, el programa de entrenamiento llevado a cabo permite que no se deteriore en el tiempo que se ha aplicado el tratamiento, diez semanas. El entrenamiento recibido no hace mejorar este apartado evaluado ni al grupo de control ni al grupo experimental.

  2. En la prueba de Tapping Pies, el entrenamiento recibido favorece la ejecución de esta prueba, puesto que es el grupo experimental en el que se han detectado mejoras significativas, especialmente en estado de prefatiga.

  3. Respecto al tiempo empleado en la carrera de 30 mts a saltos los practicantes de deporte parecen soportar mejor el estado de fatiga dado que presentan mayor eficacia en sus desplazamientos a pesar de estar superando un estado de postfatiga.

  4. En cuanto al número de pasos empleados en la carrera de 30 mts a saltos la fatiga afecta más, y de forma significativa, al grupo de niños no practicantes de deporte. Además sospechamos que el tratamiento recibido por el grupo experimental afecta de manera positiva a la realización de esta tarea motora en condiciones bajo fatiga. Analizando los datos intragrupo, podemos decir que el entrenamiento realizado no parece aportar mejoras ni empeoramientos significativos para los niños de este grupo de edad.

  5. La prueba de velocidad parece indicar que los niños pertenecientes al grupo experimental soportan mejor este tipo de tareas, bajo fatiga o sin ella, que los pertenecientes al grupo control con lo que puede establecerse, con las consabidas limitaciones, que el grupo experimental se ve favorecido por la aplicación del tratamiento, mientras que el grupo control no obtiene los mismos beneficios.

  6. La RPE les afecta en igual medida a los dos grupos, especialmente en el postest. Parece que en los no practicantes de deporte la percepción de la fatiga al final de todo el test es mayor que para el grupo experimental, con lo que el entrenamiento, bajo las condiciones en las que se llevó a cabo, pudiera estar indicado para soportar mejor la fatiga, o cuando menos, la percepción subjetiva que se tiene de ésta.

  7. El nivel de partida, teniendo en cuenta los ritmos cardíacos, de ambos grupos es muy similar, pero el grupo experimental se ha beneficiado del tratamiento recibido, dado que su ritmo cardiaco se eleva en menor cuantía para realizar un mismo esfuerzo.

  8. Respecto a la evolución efectuada en la realización de la prueba conducente a la fatiga cabe suponer que realizar actividad física, en la cuantía y dirección que la ha vivenciado el grupo experimental, hace sospechar que se va ha estar en mejores condiciones para superar este tipo de esfuerzos.


Bibliografía

  • Barbany, J.R. (1990). Fundamentos de fisiología del ejercicio y del entrenamiento. Barcelona. Barcanova.

  • Edwards, R.H.T. (1981). Human muscle function and fatigue. Human muscle fatigue: Physiological mechanism. Londres. Ed. Whelan.

  • Fernández García, J.C. (2001, abril). Concepto y taxonomía de la fatiga física (1ª parte). EFDeportes. Buenos Aires. http://www.efdeportes.com/efd34b/fatiga.htm

  • García Manso J.M., Navarro Valdivieso, M. y Ruiz Caballero, J.A. (1996). Bases teóricas del entrenamiento deportivo. Principios y aplicaciones. Madrid. Gymnos.

  • Legido, J.C. (1986). Fatiga y entrenamiento. III Jornadas Nacionales de Medicina en Atletismo. Pamplona. ANAMEDE.

  • Viru, A. (1975). Defense reaction theory of fatigue. Schweizer Z. F. Sport-medizin, 4, 171-184.

  • Volkov, W. y Lugowzen, W. (1979). Zur Begründung des spezifischen Einflusses von Trainingsbelastungen auf die Wiederherstellungsprozesse. Leistungssport, 2, 122-127.

  • Vollestad, N. y Sejersted, O.M. (1988). Muscle glycogen depletion patterns in Type I and subgroups of Type II fibres during prolonged severe exercise in man. Acta Physiology Scandinavica, nº 122, pp.: 433-441.

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