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Un festival deportivo - recreativo en la selva |
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Filósofo y educador físico (Costa Rica) |
Lic. Guillermo Calvo Murillo guillecorre@racsa.co.cr |
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http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 10 - N° 76 - Septiembre de 2004 |
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En un pequeño lugar al norte de Costa Rica se encuentra la población Aldea del distrito Llanuras de Gaspar, del cantón de Sarapiquí, de la provincia de Heredia.
Para llegar se ocupa vehículo 4X4 y para recorrer los 42 kilómetros que lo separan de Puerto Viejo de Sarapiquí se duran hasta dos horas, por un camino de tierra y piedras, en donde abundan siembras de banano, pájaros, serpientes, lagartos y demás bellezas de la selva centroamericana.
En Aldea solo hay dos carros, y el autobús llega en la tarde y sale en la mañana del día siguiente, esto de lunes a viernes, los fines de semana solo hay transporte la semana que pagan en las bananeras (actividad a la que se dedica las poblaciones vecinas) el medio de transporte principal es el caballo, pero también la bicicleta y algunas motocicletas.
Con una población de unos 1200 habitantes, el centro de Aldea está formado por una plaza, una escuela con tres aulas y 60 estudiantes, una telesecundaria (un colegio que recibe las lecciones por medio de televisión) con 28 estudiantes, una iglesia, una pulpería en donde está el único teléfono, una cantina y unas diez casas de habitación.
Con un clima inhóspito con la temperatura promedio de 32 grados centígrados, una humedad relativa del 115% con lluvias durante todo el año.
Por iniciativa de Don Gerardo y Doña Brenda, lideres comunales y el apoyo del Instituto Costarricense del Deporte y la Recreación (ICODER) por medio del Director Regional de Heredia, Ronald Herrera, surge la idea de unos Juegos Estudiantiles.
Se hacen dos reuniones previas con los maestros y profesores de la zona.
Dos meses después entre el 16 y 18 de abril del 2004, reunimos a 7 escuelas vecinas, escuelas unidocentes (un solo maestro que atiende entre 14 y 20 estudiantes de todos los seis niveles educativos).
Algunos llegaron en autobús, otros a caballo, y lo que me llamó la atención fue la escuela El Achiote, dista a unos 12 kilómetros de Aldea, los 18 niños llegaron en un camión ganadero.
Se hospedaron en la escuela, transportamos en dos carros las 50 colchonetas prestadas por el ICODER, las vecinas se encargaron de la alimentación, venta de comidas y de participar de los eventos. Todo el pueblo tuvo que ver en el asunto.
El 16 de abril se hace el acto inaugural y la escuela se encarga de una velada artística con bailes, obras de teatro y canciones. El maestro de ceremonias llega a caballo luego de un viaje de dos horas.
Una vez finalizado, se inicia el karahoque (equipo prestado por la cantina) con una gran participación de los niños y de algunos vecinos.
Como es costumbre de nuestros campesinos, a las 7 de la noche los niños se fueron retirando a dormir.
El sábado a las 4 de la madrugada se oyen los gritos y cantos de los niños, como también es costumbre a esa hora se levantan, y apenas aclaró la madrugada 5:10 a.m. se inicia la primer mejenga de fútbol 30 contra 30 y sin zapatos, la bulla hizo que todo el pueblo despertara.
Fútbol, voleibol de césped y atletismo fueron los principales deportes.
A las 10:00 se inician los juegos recreativos con dos paracaídas, Álvaro Briceño, Johny Gómez y Guillermo Calvo se encargan del asunto. A los 5 minutos, estábamos sudando, no nos podemos acostumbrar a este clima, pero no importa, el solo hecho de ver la sonrisa de estos niños vale el esfuerzo.
A las 12:00 se inicia una carrera en la que se inscriben 45 niños desde los 6 hasta los 15 años, hicimos 4 categorías. Los de 13 a 15 recorrieron 3 kilómetros, la mayoría descalzos. No olvido la pregunta de un niño ¿me puede cuidar los zapatos?... no puedo ensuciarlos porque son los de ir a la escuela.
Se inicia la carrera, tenemos la colaboración de dos Policías en una motocicleta, y la Cruz Roja nos envió una ambulancia con un paramédico y dos ayudantes.
Al estar en la meta cronómetro en mano me sorprende el tiempo de una niña 11:34 en 3 kilómetros, sin zapatos para correr, ni ropa adecuada ni entrenamiento…
Nidia Villalobos, 14 años, 1.67 de estatura 47 kilos…
¿Quién permitirá que quede en el olvido?...
Porque no darle continuidad…
¿Será esa la misión de un Comité Olímpico?
O por ignorar o no conocer casos como este será que Costa Rica no lleva ningún atleta a los Juegos Olímpicos de Atenas.
Esta niña con un buen entrenador, nutricionista y zapatos especiales… qué hará en la pista sintética del Estadio Nacional?
Tenemos todo en contra:
Clima
Selva
Lluvia
Alta temperatura 32º promedio
Mosquitos
Serpientes
Un solo teléfono
Una sola pulpería
Un solo deporte con apoyo: Fútbol
Será esta la despedida a una posible medalla Olímpica a 4 u 8 años.
El domingo, entregamos la premiación y nuevamente se me vienen las lágrimas al ver a los niños llorando cuando reciben la medalla participativa.
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revista
digital · Año 10 · N° 76 | Buenos Aires, Septiembre 2004 |
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