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Ejemplos prácticos del fenómeno de
la supercompensación deportiva

   
Preparador físico del equipo femenino de voleibol del
Club de Gimnasia y Esgrima La Plata
 
 
Andrés Esper
andresesper@yahoo.com
(Argentina)
 

 

 

 

 
    La aplicación de cargas de entrenamiento provoca un cierto stress en el deportista de una magnitud y dirección directamente relacionadas con el tipo de ejercicio, su volumen e intensidad. El entrenamiento produce un desequilibrio interno o pérdida de la homeostasis que conduce a una serie de procesos que conlleva a la supercompensación deportiva. En este artículo analizaremos las diferentes alternativas de este proceso ejemplificando con casos reales de jugadoras de voleibol a quienes entreno pertenecientes a la División de Honor del Club de Gimnasia y Esgrima La Plata.
 

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 10 - N° 74 - Julio de 2004

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Introducción

    El fenómeno de la mejora deportiva está relacionado directamente con las leyes de la supercompensación y éstas con la aplicación de cargas de entrenamiento y la recuperación. Según Jorge de Hegedüs la carga y la recuperación deben constituir las dos caras de una misma moneda y saberlas combinar constituye la verdadera ciencia del entrenamiento. Esta frase tan simple encierra toda la complejidad del proceso de entrenamiento e involucra todos los aspectos pedagógicos, metodológicos y fisiológicos de la planificación del entrenamiento deportivo desde la unidad más pequeña (sesión) hasta la más grande (ciclo plurianual).

    Los efectos que una carga de trabajo produce en el organismo, la lucha del mismo por adaptarse y las consecuencias positivas o negativas del proceso deben verse desde el corto plazo inmediato (al finalizar una repetición, serie, sesión, microciclo, o mesociclo) hasta el largo plazo (mesociclo, macrociclo, o distintas etapas del ciclo anual).


Andrés Esper, evaluando a una jugadora con el Ergojump


La supercompensación

    Hegedüs menciona que los estímulos pueden ser considerados como cargas y la aplicación de los mismos produce verdaderos procesos de destrucción, desgaste o demolición. Es por esta causa que la aplicación de una carga debe ser seguida por la recuperación, el esfuerzo debe ser compensado con el descanso. ¿Por qué es importante el descanso o recuperación? Porque según Uthomskij (1927), el organismo por sí solo estará capacitado en dicho lapso para restituir todas las pérdidas sufridas a través del desgaste de su funcionamiento.

    Al aplicarse una carga de entrenamiento se produce una fase de disminución del rendimiento, seguida por una fase de recuperación y otra de supercompensación. Este fenómeno se observa claramente de manera teórica en la figura 1 de Fritz Zintl.

    Como ejemplo práctico mostraré una experiencia en la cual observé el efecto que producían diferentes entradas en calor sobre la saltabilidad. Se evaluó el salto con contramovimiento (C.M.J.) luego de 5 minutos de elongación y al finalizar 20 minutos de entrada en calor específica en la División de Honor de Voleibol Femenino del Club de Gimnasia y Esgrima La Plata 2. Los ejemplos corresponden a:

  1. Entrada en calor tradicional: incluyó trote, diversos desplazamientos, sprints y saltos. (Figura 2).

  2. Entrada en calor con pesas: ejercicios de envión, arranque y sentadilla. (Figura 3).

  3. Entrada en calor con saltos de bajo y alto impacto. (Figura 4).

  4. Entrada en calor con pesas y saltos a modo de transferencia. (Figura 5).



Figura 1: Curva de supercompensación. Zintl, F. 1991.


Figura 2: Supercompensación luego de una entrada en calor tradicional. Esper, A. 2002.


Figura 3: Supercompensación luego de una entrada en calor con pesas. Esper, A. 2002.


Figura 4: Supercompensación luego de una entrada en calor con saltos. Esper, A. 2002.


Figura 5: Supercompensación luego de una entrada en calor con pesas y saltos. Esper, A. 2002.

    El entrenamiento debe perseguir un objetivo específico. Esto significa que la supercompensación se dará de la manera esperada si acertamos con los ejercicios y métodos de trabajo. Mostraré un ejemplo en el que no se observaron mejoras en la saltabilidad luego de una entrada en calor con facilitación neuromuscular propioceptiva (F.N.P.) que incluía contracciones isométricas durante 6 segundos seguidas por 30 segundos de elongación.


Figura 6: Efecto de una entrada en calor con F.N.P. en el C.M.J. Esper, A. 2002.


Mejoramiento de la capacidad de rendimiento mediante cargas óptimamente estructuradas

    El deportista mejorará con el transcurrir del tiempo únicamente si las cargas de trabajo que se aplican durante todo el período están bien planificadas. (Figura 7).


Figura 7: Mejoramiento en la capacidad de rendimiento mediante cargas óptimamente estructuradas. Zintl, F. 1991.

    Ejemplificaré esta situación con los resultados del squat jump (S.J.) o saltos desde la posición de 90º de una jugadora de voleibol (M.R.) a lo largo de un período de 6 meses de entrenamiento.


Figura 8: Mejoras de la saltabilidad en una jugadora de voleibol (M.R.) a lo largo de un período de 6 meses de entrenamiento. Esper, A. 2004.

    El mismo fenómeno se observa en el siguiente ejemplo (figura 9) de un macrociclo de entrenamiento de otra jugadora de voleibol (N.S.)


Figura 9: Mejoras de la saltabilidad en una jugadora de voleibol (N.S.) a lo largo de un macrociclo de entrenamiento. Esper, A. 2004.


Mantenimiento del nivel de rendimiento

    Cuando las cargas de entrenamiento se aplican de manera muy espaciadas en el tiempo o de manera regular pero con intensidades moderadas el efecto que provocan es el mantenimiento del nivel de rendimiento pero no su mejora. (Figura 10).


Figura 10: Mantenimiento del nivel de rendimiento debido a cargas que se aplican de manera muy espaciadas. Zintl, F. 1991.

    Mostraré un ejemplo de una jugadora de voleibol (V.C.) que a lo largo de un período de casi 3 meses no concurría de manera regular a los entrenamientos. (Figura 11).


Figura 11: Mantenimiento del C.M.J. en una jugadora de voleibol (V.C.) por cargas aplicadas de manera muy espaciadas en el tiempo. Esper, A. 2004.

    Otro caso muy particular de este fenómeno es cuando las cargas de entrenamiento no logran producir el stress necesario como para desequilibrar al organismo. El ejemplo corresponde a una jugadora (R.R.) que se sometió a un proceso de entrenamiento destinado al incremento de la fuerza hasta Agosto del año 2003 y posteriormente a la mejora de la técnica de los desplazamientos y del salto. Este último entrenamiento tuvo un efecto positivo en la técnica, pero no fue lo suficientemente intenso como para estresar de manera contundente a la deportista y condujo al estancamiento de la saltabilidad pero no su mejora. (Figura 12).


Figura 12: Mantenimiento del S.J. en una jugadora de voleibol (R.R.) por cargas de trabajo que no consiguen estresar de manera suficiente al deportista. Esper, A. 2004.


Disminución del nivel de rendimiento

    Si las cargas se aplican sin una recuperación suficiente se produce una disminución del rendimiento. (Figura 13).

    Ejemplificaré esta situación con el caso de una jugadora que llegó a nuestro club y que tuvo que someterse a un entrenamiento mucho más duro al que ella venía realizando en su club de origen. La consecuencia fue la disminución inmediata de la saltabilidad en tres tests distintos (squat jump, salto con contramovimiento y 15 segundos de saltos continuos). Luego de tres meses de entrenamiento su saltabilidad estaba por debajo del nivel que tenía antes de comenzar el entrenamiento físico y técnico - táctico en nuestro club. (Figura 14).


Figura 13: Disminución del nivel de rendimiento por cargas aplicadas sin la suficiente recuperación entre ellas. Zintl, F. 1991.


Figura 14: Disminución de la saltabilidad en una jugadora de voleibol (M.D.A.) sometida a un entrenamiento por encima de sus posibilidades de adaptación. Esper, A. 2004.

    Así como mejorar levemente conlleva mucho tiempo de entrenamiento correctamente planificado, el empeoramiento sustancial del nivel físico puede darse luego de una breve interrupción del entrenamiento. El retorno a los niveles iniciales de rendimiento suele llevar mucho más tiempo de lo que uno desearía.

    En la figura 15 podemos ver el caso de una jugadora (M.T.) que estuvo 15 días en reposo debido a una neumonía en Junio de 2002. Ese breve período de inactividad y enfermedad la llevó a perder el 20% del salto, valor que no logró recuperar en los 6 meses que quedaban de entrenamiento en el campeonato de ese año.


Figura 15: Disminución de la saltabilidad en una jugadora de voleibol (M.T.) luego de 15 días de reposo por neumonía. Esper, A. 2004.

    El mismo fenómeno ocurrió en una jugadora (M.R.) que interrumpió su entrenamiento durante una semana debido a una lumbalgia en Febrero de 2002. En ese período no hizo ningún tipo de entrenamiento para sus miembros inferiores. Esa semana de "vacaciones" le significó un retraso muy importante en su entrenamiento. (Figuras 16).


Figura 16: Disminución del C.M.J. en una jugadora de voleibol (M.R.) luego de 7 días de inactividad por lumbalgia. Esper, A. 2004.

    Este fenómeno se observa también de manera común cuando los deportistas tienen fiebre o gripe. (Figuras 17 y 18). Los gráficos muestran los valores de squat jump (S.J.), salto con contramovimiento (C.M.J.), altura promedio en 15 segundos de saltos continuos (MJ h) y potencia promedio en este último test (MJ w) luego de una semana de gripe y fiebre en Abril de 2004 de dos jugadoras de voleibol (N.S. y M.L.).


Figura 17: Disminución la saltabilidad en una jugadora de voleibol (N.S.) luego de 7 días de reposo por gripe. Esper, A. 2004.


Figura 18: Disminución la saltabilidad en una jugadora de voleibol (M.L.) luego de 7 días de reposo por gripe. Esper, A. 2004.

    Merece la pena destacarse que las curvas de supercompensación no siguen el mismo parámetro de velocidad en el tiempo. Es decir que algunas capacidades físicas pueden recuperarse, perderse, o incrementarse más rápida o lentamente que otras. Es sabido que se necesita más tiempo para recuperarse después de correr una maratón que una carrera de 100 metros. Luego de una lesión en la que una jugadora de voleibol no pudo entrenarse durante uno o dos meses su estado físico se encuentra muy deteriorado pero su técnica se manifiesta intacta. He encontrado este fenómeno tan especial al analizar una serie de evaluaciones que les realicé a mis jugadoras. Daré como ejemplo dos casos que corresponden a las jugadoras citadas precedentemente como ejemplos de la disminución de la saltabilidad por gripe (M.L. y N.S.) Así como la saltabilidad medida en los tests de S.J., C.M.J., y M.J. 15 segundos (altura y potencia promedios) se estancó o empeoró por el período de reposo que padecieron al enfermarse, la potencia de su sistema nervioso que se manifiesta en la capacidad reactiva de sus sistemas neuromusculares luego de caer desde una altura determinada no sólo no sufrió deterioros sino que incluso mejoró. En ese momento estábamos entrenando la fuerza máxima con pesas y la capacidad reactiva mediante saltos con caída (D.J.) y saltos de bajo impacto con escaso tiempo de contacto en el suelo. Al analizar el valor Q (tiempo de vuelo / tiempo de contacto) vemos que el mismo mejoró debido a la disminución del tiempo de contacto en la alfombra del ergojump (N.S.), o debido al aumento en la altura del salto combinado con la disminución del tiempo de contacto (M.L.)

    Obsérvese que en el caso de N.S. (figura 19) la altura del drop jump decrece principalmente cuando cae desde 40 y 50 cm, y muy especialmente desde esta altura poniendo de relieve la pérdida de fuerza - potencia. Sin embargo el valor Q mejora notablemente producto de una reducción notable en el tiempo de contacto.


Figura 19: Disminución del D.J. y mejora del tiempo de contacto en una jugadora de voleibol (N.S.) luego de 7 días de reposo por gripe. Esper, A. 2004.

    En el caso de M.L. (figura 20) se produce una combinación de factores: mejora la altura del D.J. y disminuye el tiempo de contacto.


Figura 20: Mejora del valor Q de saltabilidad en una jugadora de voleibol (M.L.) luego de 7 días de reposo por gripe. Esper, A. 2004.

    La aplicación de altas cargas de trabajo correctamente planificadas a lo largo de un período de entrenamiento permite elevar el nivel de rendimiento del atleta. Pequeñas mejoras se consiguen con gran esfuerzo, dedicación y tiempo. Por el contrario, la pérdida rápida del estado físico alcanzado se consigue con apenas unos días de interrupción del entrenamiento, como ya he ejemplificado, o con la disminución de las intensidades de trabajo. Mostraré el caso de una jugadora (V.A.) que fue mejorando los diferentes tests de Bosco a lo largo de varios meses de entrenamiento. Cerca del comienzo de los play - off (Septiembre de 2002) del torneo que estábamos disputando tuvimos un problema interno que derivó en que las jugadoras no continuasen entrenando con la misma dedicación y esmero. Quiero resaltar que no se produjeron ausencias a los entrenamientos, sino que tuvimos que bajar las cargas de trabajo ya que las jugadoras no soportaban cargas mayores debido al inconveniente que mencioné. Se observa en las celdas con fondo blanco los momentos en que se produjeron aumentos o retrocesos importantes del estado físico. Obsérvese que los valores de todos los tests de Octubre habían retrocedido a los que presentaba en Abril - Mayo. Por otra parte, si bien se recuperaron parcialmente, la deportista nunca llegó a tener un pico anual de rendimiento en la fase más importante del torneo que se extendió hasta el mes de Diciembre. (Cuadro 1 y figura 21).


Cuadro 1: Evolución de la saltabilidad en una jugadora de voleibol (V.A.) en el año 2002 en función de las cargas de entrenamiento utilizadas. Esper, A. 2004.

Evolución de la saltabilidad en una jugadora de voleibol a lo largo de un año de entrenamiento. - A. Esper, 2004


Figura 21: Evolución de la saltabilidad en una jugadora de voleibol (V.A.) en función de las cargas de entrenamiento utilizadas. Referencias: celeste: S.J., anaranjado: C.M.J., amarillo: diferencia C.M.J. S.J., verde: M.J. 15 segundos (altura promedio). Esper, A. 2004.


Mejora del rendimiento siguiendo el concepto del "efecto acumulado"

    La aplicación de cargas puede conducir a un descenso en el rendimiento del atleta de manera pronunciada. Puede ocurrir que el entrenador decida entrenar una o varias cualidades físicas con un volumen y / o intensidad tan elevados que producirán un stress muy importante en el atleta cuya consecuencia será una disminución o estancamiento importante en sus marcas. Lejos de ser un error de planificación, lo que el entrenador está buscando es conseguir una supercompensación más importante que la que lograría con un aumento más escalonado de las cargas de trabajo. Este caso se da tanto en el corto como en el mediano o largo plazo. En un microciclo, tres o cuatro fuertes sesiones de entrenamiento seguidas de dos días de recuperación pueden hacer que el deportista se encuentre en óptimas condiciones en la competencia. En un mesociclo, una o dos semanas de entrenamiento intenso seguidas de una semana suave lograrán que el deportista desarrolle todo su potencial en una competencia importante. En un macrociclo, dos o tres mesociclos de mejora de la fuerza máxima, podrán provocar más adelante una mejora del sprint o de la saltabilidad. En un ciclo olímpico, un deportista puede emplear dos años en la mejora de la resistencia para luego buscar en los siguientes dos años elevar de manera importante la intensidad del entrenamiento para lograr sus mejores marcas. (Figura 22).

    Esta situación la ejemplificaré con los casos de dos jugadoras (M.L. y M.T.) con quienes estuvimos entrenando fuertemente la fuerza en la primera parte del año 2002. La idea era mejorar la fuerza máxima para luego buscar aumentar la potencia muscular. Ese trabajo provocó una gran fatiga en las jugadoras con escasas mejoras de la saltabilidad, hecho que finalmente se logró significativamente al finalizar este período. Los progresos se manifestaron en el S.J., C.M.J., altura promedio M.J. 15 seg., y saltos con caída desde una altura de 40 cm. (D.J.). (Figuras 23 y 24).


Figura 22: Momentos de carga siguiendo el concepto del "efecto acumulado". Zintl, F. 1991.


Figura 23: Mejora de la saltabilidad en una jugadora de voleibol (M.L.) luego de un intenso entrenamiento de la fuerza siguiendo el concepto del "efecto acumulado". Esper, A. 2004.


Figura 24: Mejora de la saltabilidad en una jugadora de voleibol (M.T.) luego de un intenso entrenamiento de la fuerza siguiendo el concepto del "efecto acumulado". Esper, A. 2004.


Comentario final

    Las curvas de supercompensación constituyen la base de la ciencia del entrenamiento deportivo. Todos los fenómenos de adaptación, desadaptación y supercompensación quedan incluidos en estas curvas. Si bien son presentadas en los libros especializados de manera teórica, sus manifestaciones y efectos son tremendamente prácticos. En este artículo he intentado dar ejemplos reales de cómo se manifiestan cada una de las curvas buscando producir una simbiosis entre aspectos teóricos de laboratorio y aspectos prácticos de campo.


Bibliografía

  • Anselmi, H.: Manual de fuerza, potencia y acondicionamiento físico. Buenos Aires, 2003.

  • Esper, A.: Influencia de diferentes entradas en calor en la saltabilidad. Revista digital de Educación Física y Deportes, año 8, nro. 50, Julio de 2002. - http://www.efdeportes.com/efd50/saltab.htm

  • Esper, A.: Evaluación del salto en equipos de voleibol femenino de primera división de la Argentina en competencia. Revista digital de Educación Física y Deportes, año 8, nro. 53, Octubre de 2002. http://www.efdeportes.com/efd53/voley.htm

  • Grosser, M.: Entrenamiento de la velocidad. Fundamentos, métodos y programas. Barcelona: Ediciones Martínez Roca, 1992.

  • Hegedüs, J.: La ciencia del entrenamiento deportivo. Buenos Aires: Editorial Stadium, 1992.

  • Martín, D.; Carl, K.; Lehnertz, K.: Manual de metodología del entrenamiento deportivo. Barcelona: Editorial Paidotribo, 2001.

  • Platonov, V.: La adaptación en el deporte. Barcelona: Editorial Paidotribo, 1991.

  • Platonov, V.: El entrenamiento deportivo. Teoría y metodología. Barcelona: Editorial Paidotribo, 1993.

  • Verjoshanski, I.V.: Entrenamiento deportivo. Planificación y programación. Barcelona: Ediciones Martínez Roca, 1990.

  • Zintl, F.: Entrenamiento de la resistencia. Barcelona: Ediciones Martínez Roca, 1991.

Fotos: Marcelo Lofeudo

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revista digital · Año 10 · N° 74 | Buenos Aires, Julio 2004  
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