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El peregrino en el resurgir del Camino de Santiago
desde el ámbito de la actividad físico-deportiva

   
I.E.S. Jaroso de Cuevas del Almanzora, Almería
**Universidad de Almería
***Universidad de Granada
(España)
 
 
Antonio Granero Gallegos*
Dr. Francisco Ruiz Juan**
Dra. María Elena García Montes***

fruizj@ual.es
 

 

 

 

 
    En este trabajo se presenta una parte de la investigación que tiene por objetivo el análisis de los hábitos de actividad físico-deportiva y estilo de vida del peregrino, así de como sus expectativas en relación con la peregrinación y las vivencias que ha tenido una vez ha concluido su particular recorrido por el Camino de Santiago, mediante la aplicación de dos cuestionarios autoadministrados a dos poblaciones distintas, por un lado, en Roncesvalles (Navarra) y, por otro, en Santiago de Compostela (Galicia). El procedimiento de muestreo ha sido estratificado polietápico con afijación proporcional, con un margen de error muestral del ± 3 % y un nivel de confianza del 95.5%. Se analiza, seguidamente, la evolución de la cantidad de peregrinos que han recorrido el Camino de Santiago de forma tradicional -así se considera a los que lo hacen andando, en bicicleta o a caballo- desde principios de los años noventa y que ha supuesto un resurgir efervescente de esta milenaria ruta.
 

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 10 - N° 74 - Julio de 2004

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1. Contextualización de la investigación

    El Camino de Santiago... milenario e impasible al paso del tiempo, aguarda cada año a miles de peregrinos dispuestos a enfrentarse al reto de recorrerlo. En realidad, esta ruta encierra muchos caminos. Uno de ellos es el viaje interior que algunos emprenden para llegar al centro de sus corazones y hallar así respuestas. También es una ruta llena de historia, la gran vía de transmisión de cultura de la Europa cristiana en el medioevo, cuyo mito se forjó a fuerza de batallas..., de fervor religioso..., de leyendas... Los paisajes de belleza agreste y el desafío deportivo son el reclamo para los amantes de la naturaleza, al igual que las decenas de iglesias románicas, monasterios y ciudades monumentales que jalonan la ruta, lo son para los enamorados del arte. Hay, sin embargo, muchos más caminos, tantos como heterogéneos son los peregrinos que, un buen día, atendiendo a diversas motivaciones, miran al frente y, paso a paso, lo recorren (Llovet, 2004).

    Resulta evidente el auge extraordinario que ha experimentado el deporte en el último siglo, constituyendo su universalización una característica peculiar de los últimos treinta años. La necesidad de un amplio análisis del deporte moderno -en su sentido contemporáneo- se encuadra cronológicamente en el último cuarto del siglo XX y, más concretamente, en la Olimpiada de Roma en 1960 (Cagigal, 1983).

    Un breve análisis del deporte como fenómeno social de nuestra actualidad, nos hace reflexionar sobre la importancia de éste en la vida cotidiana de la población, tanto a nivel recreativo, de espectáculo, como de búsqueda de la salud. Tanto esta última, como la ocupación activa del ocio o la realización personal, son los parámetros con los que se relaciona la práctica de deportes o actividades físicas de tiempo libre, identificándose éstas con una participación activa. Alejándose de la espectacularidad, rendimiento y profesionalización del deporte de competición, la gran masa de practicantes de actividades de tiempo libre supone una acentuación del papel del deporte en nuestra sociedad (Morilla, 2001). En cierta forma, el incremento de la práctica deportiva ha ido unida a la idea de bienestar social y calidad de vida.

    Debido a la creciente preocupación que han despertado, en la sociedad española de nuestros días, los temas relacionados con la salud, asistimos en los últimos años, por un lado, a un resurgir en las relaciones de la misma con la actividad física, y por otro, a un concepto más abierto y dinámico, orientado a la promoción de ambientes y estilos de vida saludables. Tal como expone Morilla (2001: 6) "El ejercicio físico ha demostrado tener un impacto positivo en una diversidad de esferas, como el fortalecimiento de la autoestima, el aumento de la sensación de control, la mejora de la autoconfianza y la mejora del funcionamiento mental. Se han sugerido explicaciones psicológicas, fisiológicas y sociales para las distintas formas en que el ejercicio físico mejora el bienestar psicológico. Dado que el ejercicio físico está relacionado con esos cambios positivos, su práctica deberá ser alentada, promovida y facilitada por las personas e instituciones responsables".

    La importancia del deporte, y de la actividad física en general, en los últimos años, viene aumentando de forma imparable en nuestra sociedad. Es destacable la creciente importancia de las prácticas físico-deportivas en la mejora de la calidad de vida de las personas que conforman la sociedad actual, así como la tendencia de ocupación del tiempo libre con respecto a las actividades físico-deportivas. En este marco, es destacable el interés social por las actividades físicas desarrolladas en la naturaleza. El aumento de tiempo libre y el deseo de ocuparlo en contacto con el medio natural, entre otros aspectos, ha supuesto un resurgir de las actividades relacionadas y desarrolladas en plena naturaleza (Acuña, 1991; Fullonet, 1995; Olivera y Olivera, 1995).

    El ocio y el turismo, junto con la práctica deportiva en entornos naturales, son los componentes principales que constituyen el fenómeno social de las actividades físicas en la naturaleza actualmente, según Rivadeneyra (1998).

    En esta línea de acercamiento al entorno natural se enmarca el resurgir de una de las rutas más antiguas, surcada por millones de peregrinos desde sus comienzos, allá por el siglo X. Es uno de los caminos de peregrinación más conocido del mundo. Cada año son más los que lo recorren, provenientes de distintos países, algunos tan distantes como Australia, Brasil, Argentina o Canadá y, desde luego, de todas partes de Europa. Se trata, junto con las de Roma y Jerusalén, de uno de los grandes itinerarios de peregrinación del mundo a lo largo de los siglos: El Camino de Santiago (Imaz y otros, 2003).

    Así, desde el descubrimiento de la tumba del Apóstol Santiago en Compostela en el siglo IX, el Camino de Santiago se convirtió en la más importante ruta peregrinatoria de la Europa medieval. La senda quedó definida entonces recurriendo, básicamente, a las numerosas vías romanas que unían diferentes puntos de la península (González Sevilla, 1998). Debido al impresionante flujo humano, ante los innumerables peregrinos que movidos por su fe se dirigían a Compostela desde todos los países europeos, había que dotar al Camino de la infraestructura necesaria para atenderlos. Se fundaron hospederías, se crearon hospitales y cementerios, se levantaron puentes, se construyeron iglesias, se instalaron monasterios y abadías y, lo más importante, se fundaron infinidad de núcleos de población en torno al itinerario, constituyendo un legado histórico y artístico tan importante que aún hoy resulta difícil valorar. Los nobles y reyes de los pequeños reinos cristianos de la península ibérica favorecieron el desarrollo de la ruta de peregrinación, que se convirtió en el cordón umbilical de las relaciones con el resto de la Europa cristiana. La marea de peregrinos era tal que algunos años superaban, en número, a la población de las principales ciudades del Camino (Imaz y otros, 2003).

    Tras siglos de extraordinario auge, a finales del XVI las peregrinaciones a Compostela sufrieron un considerable retroceso. La Reforma europea hizo desaparecer prácticamente la totalidad de los fieles alemanes e ingleses, a la vez que los franceses se mostraron más reacios al apoyo de este fenómeno. Esto, unido a dos factores puramente españoles (la Santa Inquisición, que sospecha de cualquier alemán que recorra la senda hacia Compostela y la picaresca española, que hace que muchos vagos y rufianes se aprovechen de los peregrinos) dan la puntilla definitiva al fenómeno peregrinatorio, que agoniza a finales del XVI, para convertirse en casi inexistente durante las centurias posteriores (García Costoya, 1999).

    Es ya en el siglo XX, a partir de los años setenta, cuando comienza el resurgir del Camino, gracias al apoyo de las administraciones, las visitas del Papa a Santiago, el renovado esfuerzo de la Iglesia y el desarrollo de múltiples asociaciones y cofradías. En 1987 el Camino de Santiago es declarado Primer Itinerario Cultural Europeo, obteniendo el premio y bandera del consejo de Europa. Este nombramiento fue debido, según Imaz y otros (2003), a su innegable valor universal, ya que fue y es andado por miles de peregrinos de toda Europa, y a su importancia como vínculo histórico y cultural de la historia de la cristiandad. En 1993 fue declarado por la UNESCO Patrimonio Mundial de la Humanidad (UNESCO, 2002).

    Tanto el Camino, como aquéllos que lo recorren, se adaptan al paso de los años y a las distintas épocas. Si es revivir o rememorar lo que peregrinos de otros periodos..., también hemos de destacar la adaptación a la era moderna y tecnológica. El interés despertado ha dado lugar a numerosas publicaciones en formato de revista y de edición periódica, guías virtuales, la celebración de varios congresos (el último ha sido el "VI Congreso Internacional de Asociaciones Jacobeas" convocado por la citada Federación Española de Asociaciones y celebrado del 31 de octubre al 3 de noviembre del 2002 en Logroño), concursos fotográficos, concursos literarios, foros de contacto en Internet, guías de descripción de la ruta paso a paso, numerosas webs donde se encuentra la más variada información acerca de la ruta, etc.

    Al gran número de peregrinos de los últimos años, en continuo aumento, también hay que añadir el incremento de países de origen. Un papel importante desarrolla la Federación de Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago, a la que pertenecen veintinueve en España, encontrándose muchas otras repartidas por Europa (en Alemania, Bélgica, Dinamarca, Gran Bretaña, Irlanda, Italia y Francia), así como por el resto del mundo (Brasil, Canadá y Estados Unidos).

    Pero el Camino no es sólo los restos de un espléndido pasado histórico, sino que es un "camino activo", renovado por el paso de los nuevos peregrinos que reviven, a principios del siglo XXI, una historia que es patrimonio común de todos los pueblos de Europa.

    Podemos decir que el Camino de Santiago es un símbolo. Es una ruta de fe, un itinerario de arte y cultura, una senda ecológica y humana, un encuentro con la trascendencia y la búsqueda de uno mismo, una peregrinación a Finisterre, al misterioso morir y renacer... (González Sevilla, 1998).

    Es una aventura espiritual..., pero también una aventura física, un recorrido a pie, en bicicleta o a caballo a lo largo de cientos de kilómetros, un itinerario turístico y deportivo al mismo tiempo, una renovación interior, una ruta artística, es encontrarse con las raíces religiosas e históricas de Europa, es caminar al ritmo de otros siglos, es peregrinar..., pero en contacto con la naturaleza (en la naturaleza, podríamos decir)..., con un importante esfuerzo físico y también un considerable esfuerzo psicológico... y hay que estar preparado.


2. La investigación que se está desarrollando

    Resulta interesante reflexionar acerca de este fenómeno de masas de finales del siglo XX y principios del XXI. Creemos de gran importancia investigar diversos aspectos relacionados con la ruta, pero centrando la atención en el peregrino que recorre cientos de kilómetros hacia Compostela, el verdadero protagonista del día a día por la senda.

    Así pues, decidimos plantear un estudio, dentro del programa de doctorado de "Actividad física y deportiva, sociedad y educación" de la Universidad de Almería, en el que se están analizando tanto los hábitos de actividad físico-deportiva y estilo de vida del peregrino, como sus expectativas en relación con la peregrinación y las vivencias que ha tenido una vez ha concluido su particular recorrido.

    Los objetivos propuestos son los siguientes:

  1. Indagar sobre el tiempo libre disponible del peregrino, mayor de 15 años, que recorre el Camino de Santiago y el tipo de actividades a que lo dedica preferentemente, en distintos periodos temporales.

  2. Obtener información sobre los comportamientos y motivaciones de práctica de actividad físico-deportiva, de tiempo libre del peregrino, mayor de 15 años, que recorre el Camino de Santiago.

  3. Indagar sobre los estilos de vida del peregrino (hábitos de consumo y autopercepción de su salud y condición física), mayor de 15 años, que recorre el Camino de Santiago.

  4. Analizar las experiencias previas en el Camino de Santiago que han tenido los peregrinos, mayores de 15 años, que lo recorren en el año 2003, determinando las características de las mismas en cuanto a los años en que se han producido, el medio empleado, así como los lugares de salida y de llegada.

  5. Estimar la programación que ha efectuado el peregrino, mayor de 15 años, para el recorrido del Camino de Santiago.

    5.1. Determinar la tasa de peregrinos que ha realizado una preparación física específica para el recorrido de la peregrinación a Santiago.

    5.2. Conocer las características de la programación que realiza el peregrino en cuanto a: medios de información consultados, número de jornadas que va a emplear en la peregrinación, preparación de las etapas, alojamientos que va a utilizar, lugar previsto de llegada, tipo de medio de locomoción en que va a recorrer el Camino, documentación para el recorrido, así como las medidas de prevención física que va a utilizar.

    5.3. Determinar las tasas de peregrinos que recorren solos o en grupo el Camino de Santiago, analizando las relaciones que se establecen entre aquéllos que van acompañados por otros peregrinos.

  6. Obtener información sobre las expectativas (motivaciones y preocupaciones) con que afronta el peregrino, mayor de 15 años, el recorrido del Camino de Santiago, ya sea a pie, en bicicleta o a caballo.

  7. Conocer las características del recorrido del Camino de Santiago que acaba de realizar el peregrino, mayor de 15 años, en cuanto a: lugar de inicio, jornadas empleadas, alojamientos utilizados, tipo de medio de locomoción y documentación manejada.

  8. Conocer las experiencias del peregrino mayor de 15 años, que llega a Compostela tras recorrer el Camino de Santiago, ya sea andando, en bicicleta o a caballo, en cuanto a: medidas de prevención y recuperación física, preocupaciones durante el recorrido, así como enfermedades o dolencias padecidas.

  9. Autopercepción y valoración de la vivencia del recorrido del Camino de Santiago, del peregrino mayor de 15 años, que llega a Compostela a pie, en bicicleta o a caballo.

  10. Detectar la intencionalidad, del peregrino mayor de 15 años, de volver a recorrer el Camino de Santiago, así como aquellos aspectos que cambiaría en una nueva peregrinación a Compostela.

  11. Establecer perfiles diferenciadores en función de la edad, sexo, medio de locomoción, nacionalidad, nivel de estudios, actividad principal y estado civil, del peregrino mayor de 15 años que recorre el Camino de Santiago, en relación con: los comportamientos y motivos de práctica de actividad físico-deportiva de tiempo libre, los estilos de vida, las experiencias previas, la programación y preparación del recorrido, las motivaciones, las expectativas y las vivencias

    Para conseguir los objetivos planteados, las poblaciones objeto de esta investigación son dos:

  • Los peregrinos que inician en Roncesvalles su recorrido del Camino de Santiago en España, bien sea su lugar de salida o el primer lugar de España en el que queda constancia de su paso, provenientes de Francia; según los datos del Registro de la Oficina de Acogida de Peregrinos de la Real Colegiata de Roncesvalles (2003).

  • Los peregrinos que han recibido la "compostela" tras recorrer el Camino de Santiago; en función de los datos del Registro de la Oficina de Acogida de Peregrinos y elaborados por la Oficina de Sociología y Estadística del Arzobispado de Santiago de Compostela (2002).

    En cuanto al procedimiento de muestreo, indicar que éste ha sido estratificado polietápico con afijación proporcional, dividiendo la muestra por estratos o cuotas, estableciendo distintas etapas, según las características de la población. De este modo, por la heterogeneidad de la muestra de nuestro estudio (edad, sexo, medio de locomoción y nacionalidad), la estratificación permite que todos los individuos que componen la población sean susceptibles de ser seleccionados para la muestra. El margen de error muestral es del ± 3 % y el nivel de confianza del 95.5 %.

  • Teniendo en cuenta los datos de Registro de la Oficina de Acogida de Peregrinos de la Real Colegiata de Roncesvalles (2003), los peregrinos que salieron desde este lugar, mayores de 15 años, en el año 2001 fueron 26.284, siendo ésta, por tanto, la población de referencia para la muestra de la primera población (1.071).

  • Los datos de la Oficina de Sociología y Estadística del Arzobispado de Santiago de Compostela (2002), indican que en el año 2001 los peregrinos mayores de 15 años que consiguieron la "compostela" fueron 57.880, siendo ésta, por tanto, la población de referencia para la muestra de la segunda población (1.091).

    Mediante dos cuestionarios autoadministrados, traducidos a varios idiomas (francés, inglés, alemán e italiano, además del español) se desarrolló el trabajo de campo durante el verano de 2002, tanto en Roncesvalles como en Santiago de Compostela:

  • El cuestionario-1 se denomina "Expectativas, hábitos de actividad físico-deportiva y estilos de vida del peregrino", compuesto por un total de 42 preguntas y fue pasado en Roncesvalles a los que se disponían a iniciar el recorrido.

  • Al segundo, cuestionario-2, lo denominamos "Vivencias y hábitos de actividad físico-deportiva del peregrino", compuesto por 24 preguntas y fue pasado en Santiago, tras recibir la "compostela".

    Este trabajo está pendiente de la elaboración del informe final para ser depositado y defendido como tesis doctoral.

    Es interesante, dadas las características del actual Año Santo Compostelano -2004-, el análisis que se realiza a continuación, sobre la evolución de la cantidad de peregrinos que han recorrido el Camino de Santiago de forma tradicional -así se considera a los que lo hacen andando, en bicicleta o a caballo- desde principios de los años noventa y que ha supuesto un resurgir efervescente de esta milenaria ruta.


3. Evolución cuantitativa de peregrinos en la última década

    Con los datos que disponemos, tanto de Compostela como de Roncesvalles, comprobamos que nos estamos refiriendo a poblaciones fluctuantes y cada vez más numerosas, que crecen año tras año, destacando los Jacobeos, 1993 y 1999. En la tabla 1 aparecen reflejados el número de peregrinos que partieron desde Roncesvalles hacia Compostela desde 1991 hasta 2002 (Registro de la Oficina de Acogida de Peregrinos de la Real Colegiata de Roncesvalles, 2003), así como los aumentos porcentuales anuales producidos.

    Se observa un continuo incremento de peregrinos que cada año, parten de Roncesvalles, pasando de 3.402 en 1991 a 29.284 en 2002, lo que supone un crecimiento del 760,8%, en prácticamente una década. Así mismo, se produce un gran aumento de afluencia en los años Santos, doblando e incluso triplicándose (caso de 1993) la población respecto al año inmediatamente anterior al mismo. Además, el año jubilar tiene un efecto motivador, pues tras su celebración acuden más peregrinos a recorrer el Camino desde Roncesvalles, ya que si se compara el año anterior con el posterior, el incremento es superior al sesenta por ciento. Igualmente, es destacable que prácticamente se duplica el número de los que recorren la ruta (+ 88,35%) de un Año Santo Compostelano a otro, de 1993 a 1999.

    En la tabla 2 se observan los que recibieron la "compostela" en Santiago tras la peregrinación (Oficina de Sociología y Estadística del Arzobispado de Santiago de Compostela, 2004), así como la evolución de porcentajes anuales producidos.

    El número de peregrinos en Compostela es superior al de Roncesvalles e, igualmente, se produce un aumento continuo anual desde principios de los noventa hasta la actualidad, pasando de 7.274 en 1991 a 74.614 en 2003, lo que supone un importante incremento porcentual, el 925,76%, en poco más de una década. La celebración de los Años Santos tiene un efecto multiplicador en Santiago, sobrepasando el novecientos por cien (918,39%) en 1993, respecto al año 1992, el inmediatamente anterior. También es superior al sesenta por ciento (62,46%) el porcentaje del año posterior al Jacobeo respecto al anterior al mismo. Es, especialmente destacable el año 1999, pues en este jubileo acudieron hasta Compostela 154.613 peregrinos, un 55,49 % más que en 1993, lo que supone 55.177 más en el último año jacobeo que en el anterior de las mismas características. Comprobamos que se trata de un fenómeno "vivo" de masas y en continuo auge, en el que los Años Santos suponen una "explosión" de afluencia, sobre todo en Santiago (figura 1).

    En la tabla 3 se exponen los datos referentes al número de peregrinos que han recibido la "compostela" en los últimos años, distribuidos además por meses.

    Según la Oficina de Sociología del Arzobispado de Santiago de Compostela (2004), en el año 1993 se calculó la distribución de los 99.436 peregrinos que recibieron la "compostela" mediante una muestra aleatoria simple de un total de 9.880 cuidando su distribución en el tiempo. El margen de error tolerado fue de ±1% para un margen de confianza de 95%. De los resultados obtenidos en la muestra se calculó la distribución de los peregrinos.

    De igual manera, en el año 1999 fueron 101.920 los que recibieron la "compostela" en los meses de julio, agosto y septiembre, calculado mediante tres muestras aleatorias simples de un total de 2.598, 5.813 y 1.624 peregrinos respectivamente cuidando su distribución en el tiempo. El margen de error tolerado fue de ±1% para un margen de confianza de 95%. De los resultados obtenidos en la muestra, se calculó la distribución de peregrinos. El resto de los meses, así como el total de peregrinos por mes son siempre cantidades exactas.

    En esta perspectiva mensual se ve como en julio y agosto se concentra la mayoría de los que recorren el Camino (figura 2). Debido a ello, hemos centrado en estas fechas la recogida de datos de la investigación, buscando la mayor representatividad.

    Veamos a continuación los distintos datos publicados por la Oficina de Sociología del Arzobispado de Santiago de Compostela (2004), referentes a la peregrinación por edades, sexos, medios de locomoción utilizados y nacionalidades, así como los procedentes de los archivos de la Oficina de Acogida de Peregrinos de la Real Colegiata de Roncesvalles (2003).


3.1. Edad

    La división en distintos estratos de edad supone la primera etapa en la elección de la muestra de esta investigación. En la tabla 4 se observa la participación en cuanto a número y porcentaje de peregrinos en cada uno de los años, desde 1991 hasta 2001, con llegada a Compostela, según grupos de edad.

    Comprobamos, en la figura 3, cómo más de un cuarto de los peregrinos que acuden a Compostela tienen entre 21 y 30 años, y aunque la proporción desciende a partir de 1995, representan el mayor porcentaje de aquéllos que llegan a Santiago. Por otro lado, aunque prácticamente asciende la cantidad de todos los que reciben la "compostela", lo hacen más notablemente los comprendidos entre 31 y 50 años, mientras que los que más han descendido en los últimos años han sido los de 16 a 20, pues de un cuarto de la población a principio de los noventa, baja a un trece por ciento a principios de la actual década.


3.2. Sexo

    Éste es otro de los aspectos importantes referentes a la población y que ha determinado la elección de la muestra del estudio (V = varones y M = mujeres). Se exponen a continuación (tabla 5) los resultados de participación por sexo referentes a Roncesvalles, tanto en número (N), como en proporción (%).

    Existe un crecimiento de peregrinación de las mujeres, de quince unidades porcentuales, desde 1993, año en el que el índice de participación de éstas fue el mínimo de la época analizada. Actualmente, cuatro de cada diez peregrinos que parten de Roncesvalles, son mujeres. Por tanto, la proporción de varones decrece paulatinamente, a medida que aumenta la de ellas, como se puede apreciar en la figura 4.

    En cuanto a los mismos datos, pero con referencia a Santiago de Compostela, en la tabla 6 disponemos de la participación por sexos, tanto en número (N) como en proporción (%). Referente a los varones, comprobamos cómo decrece su participación, pasando de un 69.02% en el año 1991 a un 59.84% en 2003. En cuanto a las mujeres, de un 30.98% en 1991, asciende a un 40.16% en 2003.

    Así pues, la década de los noventa supone un decrecimiento del número de hombres, por un lado, y el crecimiento paulatino y destacable por otro -diez décimas-, en cuanto a participación de las mujeres en el peregrinar hasta Santiago (figura 5).


3.3. Medio de locomoción

    Los datos referentes a este punto nos sirven para establecer los estratos referentes a la manera de recorrer Camino (a pie, en bicicleta y a caballo), constituyendo la tercera etapa para la elección de la muestra en la investigación.

    Prácticamente, en los dos años de que disponemos datos desde Roncesvalles (2001 y 2002), los porcentajes son similares: la mayoría -ocho de cada diez-de los que recorren el Camino desde el pirineo navarro lo hacen a pie, un dieciocho por ciento en bicicleta y una escasísima representatividad lo inician a caballo (tabla 7).

    También, entre los que llegan a Santiago, predominan los que recorren el Camino andando sobre los que lo hacen pedaleando, teniendo apenas representatividad los que llegan a caballo (tabla 8).

    Así, andar y pedalear son los dos medios más utilizados, aunque existe un incremento evidente en cuanto a peregrinar a pie, de un 58.04% en 1991, asciende a un 81.38% en 2003. Se pone de manifiesto ese decrecimiento respecto a la bicicleta (figura 6), pues de un tercio de los que reciben la "compostela" a principios de los noventa, se ha pasado a un dieciocho por ciento en los últimos tres años.


3.4 Nacionalidad

    Finalmente, vemos los datos referentes a la nacionalidad de aquéllos que recorren el Camino de Santiago. Los estratos en que dividimos esta variable constituyen la última etapa en cuanto al procedimiento de muestreo del estudio. Aunque en las listas de la Real Colegiata de Roncesvalles (2003) y del Arzobispado de Santiago de Compostela (2004), aparecen por país de origen de los peregrinos: Alemania, Andorra, Austria, Bélgica, Bulgaria, Chequia, Croacia, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Holanda, Hungría, Suiza, Inglaterra, Irlanda, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Noruega, Polonia, Portugal, Países Nórdicos, Rusia, San Marino, Suecia, Suiza, Estados Unidos, Canadá, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa rica, México, Perú, Puerto Rico, Uruguay, Ecuador, Panamá, Honduras, Bolivia, Australia, Filipinas, Nueva Zelanda, India, Israel, Japón, Líbano, Nueva Zelanda, Namibia, Sudáfrica, corea, Túnez, etc.; los hemos agrupado por cercanía geográfica, obteniendo así cinco categorías diferentes: España, Europa (con el resto de países europeos, exceptuando España), Norteamérica (Estados Unidos y Canadá), Latinoamérica (formada por el resto de países americanos), Resto del mundo (África, Asia y Oceanía). En primer lugar, destacar que la cantidad de españoles y europeos es prácticamente similar, constituyendo ambos colectivos la gran mayoría de la población que sale desde Roncesvalles, prácticamente el noventa por ciento. Tanto los norteamericanos, como los latinoamericanos, presentan un porcentaje muy inferior, se puede decir que ocho de cada cien peregrinos son de origen americano. Finalmente, por debajo del dos por ciento los del resto de países del mundo (tabla 9).

    Con más detalle vemos, en la tabla 10, los datos correspondientes a Santiago de Compostela, tanto en número (N) como en proporción (%), pues aparecen desde el año 1991 y hasta 2001.

    En este sentido, son reseñables las cifras referentes a los españoles, que suponen la mayoría, con cantidades siempre superiores al sesenta por ciento, prácticamente doblando en número al resto de europeos. No obstante, se observa cómo la gran mayoría de población está distribuida entre estos dos grupos. Tanto los norteamericanos, como los latinoamericanos, presentan porcentajes muy inferiores, aunque al igual que en Roncesvalles de cada cien peregrinos, ocho son de origen americano. Finalmente, tan sólo un 0.34% representarían al resto de países del mundo.

    A la vista de la figura 7, resulta muy destacable el hecho de que durante la celebración de los Jacobeos la participación española es muy superior a la del resto de años, mientras que desciende considerablemente la de europeos durante los mismos.

    Así pues, dada la importancia de este fenómeno y su actual renacer, con un esplendor difícilmente predecible hace apenas unas décadas..., dado el componente físico y deportivo que conlleva, su relación con el ocio y la recreación, su vertiente turística y cultural, su desarrollo en plena naturaleza... se hace necesaria su investigación.


Bibliografía

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  • Llovet, A. (2004). El viajero. Condé Nast Traveler, nº 27, pág. 8.

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  • Rivadeneyra, M. L. (1998). Perspectivas laborales y formación inicial de los licenciados en ciencias de la actividad física y el deporte de la Universidad de Granada. Evaluación del plan de estudios. Tesis Doctoral. Universidad de Granada.

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