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Patologías relacionadas con el aparato motor.
Evaluación y tratamiento en el proceso educativo

   
Maestro Especialista en Educación Física
C.E.I.P. Ntra. Sra. de las Nieves
Pegalajar, Jaén
 
 
Juan Carlos Muñoz Díaz
juanmudi@eresmas.com
(España)
 

 

 

 

 
Resumen
    La Educación Física utiliza la actividad física y el movimiento para el desarrollo de sus contenidos. El apartado de la salud se integra en nuestra área asociado a los beneficios saludables de la realización de actividades físicas. En el ámbito de la salud los docentes hemos de tener en consideración los posibles riesgos al realizar ejercicio físico y en gran medida las patologías relacionadas con el aparato motor, instrumento fundamental para el desarrollo de nuestra área. Es precisamente a este último aspecto al que dedico este artículo, tratando de resumir de forma esquemática las patologías que suelen aparecer en los niños y adolescentes de nuestros Centros de Educación Primaria y Secundaria. De igual modo ofrezco una serie de actuaciones o estrategias para su evaluación y seguimiento en el proceso educativo.
    Palabras clave: Educación Física. Ejercicio físico. Patologías.
 

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 10 - N° 74 - Julio de 2004

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1. Patologías relacionadas con el aparato motor

1.1. Enfermedades

1.1.1. De los huesos

  • Evolutivas

    Son aquellas determinadas por condiciones individuales que predisponen a alteraciones en el proceso normal del crecimiento y que pueden afectar, temporal o totalmente, a la práctica de actividades físicas, generalmente es el educador o el técnico quienes primero perciben sus efectos en los niños.

    Citaremos únicamente las asociadas a zonas óseas encargadas del sostén del cuerpo, como las que corresponden a la columna vertebral, a las caderas y a las rodillas.

Osteocondrosis: de origen desconocido, suele aparecer entre los 5 y 7 años y entre los 10y 13, esto es periodos en los que se produce crecimiento. Suele aparecer edema sin dolor, limitando el movimiento y en ocasiones se acompaña de espasmos musculares o deformaciones

Osteocondritis deformante de la cadera juvenil: también llamada enfermedad de Legg-Calvé-Perthes, localizada en la zona femoral. Se produce en niños de 5 a 7 años y conlleva un acortamiento del cuello del fémur y un aplanamiento de la cabeza femoral, es por ello muy vulnerable al esfuerzo y a las fuerzas comprensivas. Las actividades físicas que involucran la articulación de la cadera están, por consiguiente, contraindicadas.

Osteocondritis del tubérculo proximal de la tibia: también llamada alteración de Osgood-Schlatter, es una enfermedad que se ubica en la tibia junto a la inserción del cuadriceps. Aparece entre los 9 y los 14 años y suele acompañarse de gran sensibilidad en la zona en los movimientos de extensión vigorosa de la rodilla o bien al realizar la acción de arrodillarse, movimientos que agravan la lesión. Por ello está contraindicado en los momentos más activos de la enfermedad.

Epífisitis vertebral: también llamada enfermedad de Scheuermann, afecta fundamentalmente a los centros secundarios de osificación de los cuerpos vertebrados. Aparece entre los 12 y los 17 años y de forma más frecuente en las niñas. Su detección se manifiesta por una redondez progresiva de la columna asociada a dolores de la misma.

  • Debidas a una incorrecta actitud postural

Lordosis: normalmente llamada hiperlordosis lumbar, consiste en el aumento de la lordosis fisiológica, puede ser congénita o constitucional, pero lo más frecuente es la de posición, sin malformaciones y debida a un incorrecto equilibrio de la posición de la pelvis (a menudo a causa de una insuficiencia abdominal), que se fija progresivamente.

Escoliosis: desviación lateral del raquis asociada a una deformación de las estructuras ósea. Esta desviación cuando supera los 30º puede ser calibrada como de cierta gravedad.

Cifosis: consiste en una exageración o inversión de la curvatura anteroposterior, generalmente a nivel dorsal, compensada a menudo por una hiperlordosis lumbar o cervical. La cifosis crea una curva de concavidad anterior, mientras que la lordosis forma una curvatura de concavidad posterior.

  • Otras

Osteítis: Inflamación de un hueso causada por una infección, degeneración o traumatismo.

Osteoporosis: fragilidad del hueso producida por un adelgazamiento de las láminas óseas, lo cual da un aspecto poroso al tejido óseo. Suele ser causado por una desmineralización o descalcificación.

Tumores óseos: pueden ser de dos tipos:

  • Osteoma: tumor benigno formado por tejido óseo adulto.

  • Osteosarcoma: tumor maligno de los huesos.


1.1.2. De los músculos

Mioma: tumor benigno de las fibras musculares, se acompaña de inflamación de la vaina sinovial que lo reviste.

Miopatía: enfermedad degenerativa de los músculos, los cuales se debilitan progresivamente.

Miosistis: inflamación de un músculo, generalmente de contracción voluntaria, causada por infección, traumatismo o infestación de parásitos.

Miotonía: relajamiento anormalmente lento de los músculos después de su contracción, acompañado de una disminución de la fuerza muscular.


1.1.3. De las articulaciones

Artritis: cualquier trastorno inflamatorio degenerativo de las articulaciones caracterizado principalmente por dolor e hinchazón.

Reuma: dolencia articular de carácter intermitente.


1.1.4. Otras enfermedades relacionadas con el aparato locomotor

Amiotrofia espinal: degeneración de las células de la médula espinal que provoca una parálisis, que puede resultar muy grave si aparece en los primeros meses de la vida.

Espina bífida: malformación congénita por una anomalía en el desarrollo de la médula espinal y de la columna vertebral que se manifiesta por la parálisis y trastornos sensitivos en las extremidades inferiores, trastornos urológicos e intestinales.

Parálisis cerebral: causada por una lesión en el cerebro antes, durante o después del nacimiento que interfiere en el desarrollo del sistema nervioso. Afecta al control motor, del tono muscular, del movimiento y de la postura.

Tetraplejia-paraplejia: parálisis en las extremidades, denominándose tetra o paraplejia según estén afectados los cuatro miembros o sólo los dos miembros inferiores. Se puede presentar por lesión a nivel de médula espinal, ya sea por malformación congénita, enfermedad o traumatismo de la columna vertebral.


1.2. Lesiones

    Las lesiones del aparato locomotor pueden ser de dos tipos:

  • Extrínsecas: se producen por causa de agentes externos, tales como los factores climáticos (frío, calor), el material deportivo (calzado, ropa…)

  • Intrínsecas: debidas a factores inherentes a la práctica deportiva: falta de calentamiento, deshidratación, desequilibrio alimentario, atrofias, golpes, caída…


1.2.1. Lesiones óseas

Periostitis traumáticas: lesiones del periostio (revestimiento del hueso) producidas por una contusión. Aparece dolor en la zona de inflamación del hueso. Se recomienda reposo.

Fracturas: es la interrupción de continuidad del hueso por un traumatismo. Pueden ser completas dividiendo el hueso en dos fragmentos, o incompletas, cuando la línea de la fractura no alcanza a vivir el hueso en dos. También se habla de fracturas abiertas o cerradas, según aparezca o no heridas en la piel. Se hace necesaria la inmovilización del miembro.


1.2.2. Lesiones musculares

Contusiones: traumatismos cerrados sin rotura de la piel, producido por el choque de superficies romas contra determinadas partes del cuerpo. Puede producir aplastamiento o desgarro de tejidos.

Heridas: son lesiones traumáticas con rotura de la piel o mucosas, producidas por el choque directo de agentes mecánicos contra determinadas partes de nuestro cuerpo. Para evitar cualquier tipo de infección deberemos proceder a curarlas si está en nuestra mano o remitirlas urgentemente a un médico.

Contractura: lesión leve donde se produce la contracción mantenida de un músculo. Se trata de forma genérica con calor y masaje, siendo necesario a veces el tratamiento con relajantes musculares.

Elongación: se produce por un sobreestiramiento del músculo abarcando la lesión a toda su longitud. No aparece dolor en reposo, sino cuando se solicita la actuación del músculo. Se puede producir por un calentamiento defectuoso: Se trata con reposo y hielo.

Tirón: supone un grado mayor que la elongación, ya que hay roturas fibrilares. Aparecen puntos de dolor. Puede aparecer hematomas.

Desgarro: es semejante al tirón pero con una sintomatología más acusada: el dolor es muy violento y el alumno puede caer al suelo, abandonando la actividad, el miembro queda inmóvil. Aparece hinchazón y hematoma. Si la rotura es grave es necesario el tratamiento quirúrgico.

Ruptura: se produce por falta de sinergismo entre la actividad de los músculos antagonista y sinergista. Puede producirse una rotura total (separación de los dos cabos del músculo) o parcial (afecta a algunas fibrillas)

Calambre: contracturas dolorosas súbitas y pasajeras de un músculo o grupo muscular. Se originan casi siempre por la fatiga. Se aconseja la extensión forzada del músculo o la flexión del antagonista, acompañado con suaves masajes en la zona.


1.2.3. Lesiones en los tendones

Tendinitis: es la inflamación del propio tendón con el consiguiente aumento tamaño de tamaño del mismo. El dolor es espontáneo a la presión y se acentúa cuando se mueve. Puede producirse por el entrenamiento en suelos muy duros, mal estado del calzado o por pies cavos o planos. Se aconseja reposo, aplicación de calor y traslado a un centro médico.

Tenosinovitis: es una lesión que consiste en la inflamación de las vainas sinoviales que recubren el tendón y es producida generalmente por contusiones. Aparece dolor intenso, hinchazón y enrojecimiento de la piel con calor. Se aconsejan las mismas medidas que en el caso de la tendinitis.


1.2.4. Lesiones articulares

Luxaciones: es la pérdida permanente, parcial o total de la conexión entre las dos superficies articulares. Se produce el desplazamiento de un miembro. Es importante no tratar de colocar en su lugar la articulación, deberemos inmovilizarla y trasladar al herido a un centro médico.

Esguinces o rotura de ligamentos: se trata de una torcedura o dislocación de la articulación con distensión o rotura de los ligamentos. Aparece dolor, hinchazón, derrame según el tipo e impotencia funcional. Como primera medida se procederá a la inmovilización y reposo, siendo necesario el control médico. Los esguinces presentan tres grados:

  • Tipo I: grave (rotura total del ligamento)

  • Tipo II: moderado (rotura parcial)

  • Tipo III: leve (no hay rotura, sólo elongación)

Artritis traumática: puede presentarse en cualquier articulación, siendo los dedos de la mano y las muñecas las más importantes. Es una lesión típica del baloncesto y voleibol. Se produce hinchazón en la articulación

Lesiones en los meniscos: son accidentes que afectan a los dos fibrocartílagos denominados meniscos de la rodilla como consecuencia de un traumatismo directo o más comúnmente indirecto., se caracterizan por derrame articular, bloqueo y limitación funcional.

Lesiones en los ligamentos cruzados de la rodilla: es la desinserción del ligamento de una de las superficies articulares. Esta lesión requiere una especial atención, aunque su tratamiento corresponde al médico, puesto que en su prevención podemos intervenir los profesores de Educación Física.


1.2.5. Hemorragias

    Introducimos este tipo de lesión porque indirectamente afecta al desarrollo de la actividad física y por ser muy corriente en las sesiones de Educación Física.

    Se denomina hemorragia a la salida de sangre desde el interior de los vasos sanguíneos. Generalmente, si no es grave, tiende a cohibirse de forma espontánea por:

  • Vasoconstricción

  • Coagulación

  • Disminución de la presión sistólica

    Ante una hemorragia debemos determinar la respiración y el pulso, si esta es leve actuaremos de la siguiente manera:

  • Compresión sobre la herida con una venda

  • Aplicación de un vendaje

  • Reposo del miembro afectado.

    Si la hemorragia es grave la actuación será la siguiente:

Taponar la herida

  • Presionar con una venda para contener la hemorragia, pero sin impedir la circulación

  • Colocar el miembro en posición elevada

  • Si no se detiene aplicar un torniquete, si es que se sabe realizar adecuadamente y

  • Acudir urgentemente a un centro médico.


2. Evaluación y tratamiento en el proceso educativo

    En primer lugar deberemos ser conscientes de cual es nuestro papel en referencia a este tema dentro del proceso educativo, puesto que somos educadores y no poseemos una formación médica específica. Por tanto deberemos delimitar nuestros ámbitos de actuación docente y trataremos de solicitar el apoyo de especialistas para completar nuestra actuación.

    De este modo se hace necesario contar con una buena comunicación con los médicos de los centros de salud, especialmente en las localidades rurales que es más factible por su proximidad y facilidad de establecer relaciones.

    Por otro lado contamos con el médico del Equipo de Orientación Educativa (E.O.E.), que puede aportarnos, tanto soluciones concretas a nuestras demandas, así como la puesta en marcha de programas de apoyo para el diagnóstico y la prevención de determinadas patologías relacionadas con la actividad física.

    La evaluación anatómica y fisiológica en relación con la actividad física dentro del proceso educativo deberá seguir estas pautas:


2.1. Diagnostico inicial

    En primer lugar cuando un alumno es recibido por primera vez, deberemos realizar una encuesta a los padres/madres, en la que se le plantearán cuestiones referentes a aspectos que tengan incidencia en la práctica normalizada de actividades físicas: enfermedades y lesiones.

    Si las patologías son graves o moderadas deberemos entrevistarnos con el padre/madre con el fin de determinar el grado de integración del niño en las actividades o de su posible exención. Para ello deberán aportarnos los informes médicos oportunos para ser corroborados tanto con el médico del EOE como con los del sistema de salud.

    En función de la gravedad podremos optar por la exención total o temporal de cualquier tipo de actividad física, con lo cual deberemos realizar las adaptaciones oportunas, por ejemplo que el alumno realice actividades teóricas relacionadas con la Educación física y la Salud, a través de textos específicos o trabajos elaborados por nosotros mismos. De igual modo a nivel organizativo, puesto que nuestras clases se desarrollan de modo habitual al aire libre, deberíamos prever la posibilidad de que el alumno permanezca en el aula realizando las actividades con el profesor de apoyo, e incluso propiciando dentro de nuestras sesiones actividades de descubrimiento o resolución de problemas donde el niño pueda participar aportando soluciones.

    Si las patologías son leves: diferentes tipologías de plantas de los pies (planos, cavos…), alergias, alteraciones leves en la vista (uso de gafas)… se tendrá en cuenta en cierto tipo de actividades o en ciertos momentos del año. En algunos casos puede convenir solicitar instrucciones concretas al respecto del médico del EOE.

    En los casos de alumnos con Necesidades Educativas Especiales se realizaran las adaptaciones curriculares oportunas con el fin de propiciar una adecuada integración.


2.2. Evolución

    Es muy importante que la comunicación entre padres y profesor sea muy fluida y constante, puesto que a lo largo de la escolaridad se irán produciendo nuevas patologías de modo que tengamos información de ellas en el momento que se conozcan. Por ello los padres deben habituarse a acudir a nuestras tutorías de la misma manera que lo hacen con los profesores tutores para interesarse por el desarrollo del resto de áreas.

    Nuestra intervención educativa deberá dirigirse siempre a la mejora de la salud, para ello deberemos tener en cuenta una serie de normas:

  • Seguir la estructura lógica de la sesión, y especialmente tener especial cuidado con el calentamiento.

  • Controlar la falta de entrenamiento o participación en clase.

  • Adaptar los objetivos y actividades a las edades y características de los alumnos.

  • Controlar los esfuerzos.

  • Evitar ejercicios o actividades potencialmente negativos para la salud o contraindicados.

  • Evitar situaciones de riesgo o actividades peligrosas

  • Prever los riegos aportando soluciones seguras para evitar accidentes (uso de colchonetas o quitamiedos).

  • Conseguir un horario adecuado para las clases de Educación Física, a ser posible que exista siempre un día de intermedio entre dos sesiones y en los casos en que el Centro tenga horario de tarde en algún día de la semana, no situar la clase en la hora inmediata a la comida.

  • Respeto de reglas y normas de los juegos.

  • Uso de calzado y ropa adecuados.

  • Tener en cuenta el uso adecuado de las instalaciones, tener en cuenta ciertas normas. Anclaje de porterías o canastas, retirar elementos móviles cuando no sean precisos (postes).

  • Utilizar de un modo educativo la competición puesto que pueden aparecer conductas agresivas.

  • Tener en cuenta los principios metodológicos y los de la sistemática del ejercicio físico para lograr un desarrollo motriz adecuado.

  • Ayudar al alumno a conocer sus posibilidades y limitaciones.

  • Mantener una higiene adecuada.

  • Conocer las normas básicas de primeros auxilios tanto profesores como alumnos:

    • En lesiones ligamentosas y en tendones, aplicar frío y acudir al servicio médico

    • Óseas: inmovilizar el miembro y acudir al servicio médico.

    • Heridas: lavar la zona tanto con agua como con agua oxigenada, la limpieza se realizará de forma excéntrica (hacia fuera), utilizando gasas mejor que algodón y utilizando antisépticos no irritantes (ojo porque hay niños alérgicos a la mercromina) y cubrir la herida.

    • Lesiones musculares. Cese de la actividad, aplicación de frío o calor según los casos, vendaje comprensivo, elevación del miembro, acudir al servicio médico si se cree necesario.


2.3. Evaluación

Evaluando la condición anatómica

    La toma de medida y la valoración de un gran número de dimensiones corporales sigue teniendo un gran interés por su correlación con las posibilidades de los individuos en las actividades físicas.

    Tradicionalmente se han utilizado los siguientes métodos:

  • Incola Pande: ideó un método simplificado, empleando las medidas de estatura, peso y perímetro torácico. Estableció dos cocientes:

  • Talla/peso.

  • Talla/perímetro torácico.

    • Índice Bochard: talla en dm/peso en gramos

    • Índice Sheldom: talla/raíz cúbica del peso

    Estos índices han perdido protagonismo de aplicación porque ofrecen menos fiabilidad en edades evolutivas, que son las que abarca la Educación Primaria.

    El método "Heath-Carter" sobre la configuración morfológica valorando la estatura, el peso, cuatro pliegues cutáneos, dos diámetros óseos y dos perímetros musculares sí es utilizado en investigaciones llevadas a cabo con escolares con el fin de determinar su condición anatómica en relación con la salud.

    Pero siendo conscientes de nuestras limitaciones, los profesores de Educación Física sí que podemos realizar una valoración antropométrica a lo largo de toda la etapa, registrando al inicio de cada curso la talla y el peso de nuestros alumnos. Con ello podemos obtener una valiosa información del desarrollo y crecimiento físico de nuestros alumnos en referencia fundamentalmente consigo mismo y de forma secundaria con los demás. Para contrastar la información podemos utilizar tablas estandarizadas que podemos obtener de los Centros de Salud, o elaborar nuestras propias tablas con los datos de población más cercanos: los niños de nuestro Centro, que a menudo en muchas zonas rurales coinciden con los de la localidad. Hemos de tener en cuenta que la evolución del crecimiento durante la educación primaria suele ser muy constante (5-6 cm/años).

    De igual modo al correlacionar el peso y la estatura podemos obtener datos para informar a los padres/madres sobre hábitos alimentarios.

    En la actualidad existen programas específicos de apoyo y asesoramiento en educación Física que son llevados a cabo por los Médicos del EOE, y que realizan un estudio más minucioso y especializado de aspectos anatómico-fisiológicos: respiratorio, cardiovascular, de la columna vertebral…

    Por otro lado se realizan programas preventivos que nos afectan indirectamente como son los de vacunaciones, oftalmológicos, estomatológicos…


Evaluando la condición física

    Por otro lado dentro del concepto condición física-salud que se viene revalorizando actualmente, los docentes podemos llevar un seguimiento de algunos aspectos de la misma, tal y como se han realizado tradicionalmente, pero aclarando que el uso de las famosas pruebas de aptitud nos deben servir más como fuente de obtención de información que como uso indiscriminado en la evaluación normativa.

    De este modo se pueden aplicar 2 veces durante el curso pruebas físicas de ejecución sencillas y podremos observar la evolución del alumno respecto a sí mismo, pero siempre teniendo en cuenta ciertas limitaciones en la fiabilidad.

    Los aspectos a valorar pueden ser los siguientes:

  • Velocidad de desplazamiento (carreras de 20 o 30 metros)

  • Potencia de salto tanto en el plano horizontal como en el vertical (en posición estática)

  • Flexibilidad profunda

  • Agilidad (5 por 5)

  • Fuerza y resistencia (principalmente en el ciclo 3º)

    • Lanzando objetos pesados (balón medicinal de 1 ó 2 kg)

    • Manteniendo la carrera durante un determinado tiempo (5 a 8 minutos)

    Por otro lado existen pruebas simples de exploración médico-deportiva que los profesionales de la Educación Física podemos utilizar:

  • Test de apnea mediante espirometría

  • Test Ruffier-Dickson

  • Mini-Cooper

  • Course-Navette

  • Harvard adaptado


Bibliografía

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  • VARIOS: "Fundamentos de Educación Física para Enseñanza Primaria" Inde, Barcelona, 1993.

  • VARIOS: "Educación para la Salud en la práctica deportiva escolar". Unisport. Málaga, 1989.

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