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    El lanzamiento del martillo para damas es una de las especialidades más jóvenes del atletismo internacional. Se ratificó su primer record mundial por la IAAF en 1995, se incorporó a los Campeonatos Mundiales de mayores en 1999 y llegó a los Juegos Olímpicos por primera vez en Sydney 2000, exactamente 100 años después de que lo hiciera su versión masculina (París 1900).

Yipsi Moreno, al alcanzar los 75.18 metros en las
Olimpíadas nacionales cubanas, abril de 2004

    Tal vez debido precisamente a su juventud como certamen atlético, el martillo femenino ha tenido una progresión extraordinaria en los últimos años. Baste señalar que hasta 1999 sólo 4 mujeres en el mundo habían podido sobrepasar la barrera de los 70 metros. Hoy ya son 22 las atletas que han logrado enviar el pesado instrumento hasta más allá de esa cifra.

    Cuba ha desempeñado un papel protagónico en los avances que la especialidad ha tenido en su todavía joven historia. En la temprana fecha de 1998 llevó a dos representantes al Campeonato Mundial Juvenil de Annecy, Francia: Yipsi Moreno, con 18 años, y Yunaika Crawford, con 16, ambas finalistas y ocupantes de los lugares 4 y 9, respectivamente.

    Al año siguiente, siendo todavía juvenil, Yipsi asistió en Sevilla al estreno de la disciplina en campeonatos mundiales de mayores, ocupando un discreto 18º lugar. Pero un año después ya fue 4ª en los JJ.OO. de Sydney 2000 con registro de 68.33, al tiempo que Yunaika quedaba en tercer lugar con marca de 59.98 en el Campeonato Mundial Juvenil de Santiago de Chile.

    En el 2001 Yipsi llegó por primera vez a los 70 metros y lo hizo en tres ocasiones, la tercera de las cuales le sirvió para agenciarse sorpresivamente el primer lugar del Campeonato Mundial de mayores en Edmonton con record nacional de 70.65, superando por sólo 4 centímetros a la rusa Olga Kuzenkova.

    El año 2002 tuvo un día muy especial para el martillo cubano. El 3 de julio, en una competencia celebrada en Madrid, Yipsi conquistaba el oro, llevando su mejor registro personal y el record nacional de Cuba hasta los 71.47. En el mismo encuentro Yunaika quedaba en segundo lugar e ingresaba al selecto club de los 70, al dejar caer el instrumento a los 70.62 metros. Y una tercera cubana, Aldenay Vasallo, lograba el que hasta ese momento era su mejor registro: 67.36 metros.

    En el año 2003 los progresos de Yipsi dieron un salto vertiginoso. Compitió oficialmente en 12 ocasiones y en 9 de ellas superó la que había sido su mejor marca personal hasta el año anterior. Llevó el record nacional de Cuba y el suyo personal hasta los 75.14, que también fue el mejor resultado del año en el planeta. Sólo perdió una competencia internacional, ante la francesa Manuela Montebrun, de quien se desquitó con creces al derrotarla en su propio terreno durante el Campeonato Mundial de París. Ahí se ciñó la corona planetaria por segunda vez, en esta ocasión de manera mucho más desahogada con registro de 73.33.

    En términos generales el 2003 también fue bueno para Yunaika y Aldenay. La primera estabilizó sus resultados a un alto nivel, obteniendo 6 registros por encima de 69 metros, llevando su mejor marca hasta los 70.69 y ocupando el segundo lugar, detrás de Yipsi, en los Juegos Panamericanos de Santo Domingo con una buena marca de 69.57. Aldenay, por su parte, llegó a bordear los 70 metros, obteniendo un mejor registro de 69.72 el 21 de junio en La Habana.

    Así llegamos al presente año olímpico con la satisfacción de poder constatar que el martillo femenino es una de las áreas atléticas que goza de mejor salud en Cuba. Las tres principales especialistas están clasificadas para Atenas. Contamos además con tres figuras juveniles instaladas sobre los 60 metros. Son ellas Arasay M. Thondike (18 años, 63.56 metros), Indira S. Salinas (19, 63.41) y Daimara Rovira (19, 61.64). Todo ello evidencia la fortaleza de la especialidad en la isla caribeña.

    En cuanto a nuestras posibilidades para Atenas, el destacado preparador Eladio Hernández (quien tiene mucho que ver con los excelentes resultados de esta especialidad en nuestro país) ha confesado en varias oportunidades su sueño de ver en la final olímpica a Yipsi, Yunaika y Aldenay. ¿Será esto posible?

    Yipsi no sólo debe estar en la final. Ella representa, a todas luces, la medalla más segura del atletismo cubano. Por si no fuera suficiente el aval acumulado hasta el 2003, este año su palmarés es insuperable. Ha competido, tanto en casa como en el exterior, en 7 ocasiones y sus resultados en esas competencias constituyen los mejores 7 registros del planeta. Su marca inferior de 72.92 no ha podido ser alcanzada por nadie. El promedio de esos 7 disparos es nada menos que de 73.85. El mayor de ellos es record nacional de 75.18 y se encuentra a sólo 88 centímetros del record del mundo de 76.06, vigente desde 1999. Yipsi no parece tener rival hoy en el mundo. Es ampliamente la líder del ranking mundial de la IAAF en su especialidad. En una reciente competencia en Sevilla, ante una buena parte de las mejores exponentes de esta disciplina en el mundo le sacó casi 3 metros de ventaja al segundo lugar. No hay dudas, la camagüeyana va por el oro a Atenas.

    Yunaika ha competido 6 veces este año y solamente en una ocasión no ha llegado a los 69 metros. Ha llevado su record personal hasta los 71.62 y acaba de ofrecer una prueba de madurez atlética en la mencionada competencia de Sevilla, en la que alcanzó la cifra de 70.44 y sólo cedió ante Yipsi y ante la francesa Montebrun (70.90), superando a dos favoritas como la rusa Kuzenkova (70.14) y la recordista del mundo, la rumana Mihaela Melinte, quien en esta ocasión sólo llegó hasta los 67 metros. Este resultado debe darle más seguridad a Yunaika. Aunque el ranking de la IAAF la sitúa en el lugar 11, eso no deber ser por mucho tiempo. Su mejor registro la ubica en un 7º lugar en el año y no hay dudas de que a sus 22 años (aún no cumplidos), la fornida atleta tiene para mucho más.

    La tarea más difícil la tiene Aldenay. Este año su mejor registro es de 67.52, marca que la ubica en un distante lugar 28. En Sevilla terminó en último lugar con un pobre 61.42. Potencialidades tiene para lanzar el implemento más allá de los 70 metros. Eso Eladio lo sabe muy bien. Pero, en una especialidad tan técnica en la que la preparación psicológica es vital, necesita esta atleta superar cierto síndrome "tercerista" (consecuencia de saberse detrás de Yipsi y Yunaika) y ganar confianza en sí misma. La "terapia" no puede ser otra que competir, competir y competir.

    Además de Yipsi y Yunaika, este año 8 atletas han lanzado el martillo más allá de los 70 metros. Entre ellas estarán seguramente las principales rivales de las criollas:

Foto: IAAF

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revista digital · Año 10 · N° 74 | Buenos Aires, Julio 2004   © 1997-2004 Derechos reservados