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Atenas en la mirada: la bala femenina cubana,
¿dos finalistas olímpicas?

   
Instituto de Filosofía del CITMA - La Habana, Cuba
Facultad de Filosofía y Letras de la BUAP - Puebla, México
 
 
José Ramón Fabelo Corzo
jrfabelo@yahoo.com.mx
(Cuba)
 

 

 

http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 10 - N° 74 - Julio de 2004

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    La impulsión de la bala del sector femenino es una especialidad que, sin tener los resultados espectaculares de otras, ha mantenido a Cuba durante más de veinte años en los primeros planos de los certámenes internacionales.

    Con algunas intermitencias, durante este trayecto los campeonatos mundiales al aire libre y bajo techo, así como los Juego Olímpicos (exceptuando lógicamente aquellas en las que Cuba no participó), por lo general han incluido entre sus finalistas a balistas cubanas.

    Casi de manera permanente ha tenido la isla una representante suya dentro de la elite mundial de esta disciplina. Por los años ochenta la principal figura cubana era María Elena Sarría, quien ostenta los record para Juegos Centroamericanos y del Caribe (19.36) y para Juegos Panamericanos (19.34) desde 1982 y 1983, respectivamente. Precisamente en 1982 María Elena logró una muy respetable marca nacional de 20 metros y 61 centímetros y en 1983 se incluyó entre las finalistas del Campeonato Mundial de Helsinki en 1983, culminando en un meritorio 8º lugar con 19.47.

    El record nacional de la Sarría duró 10 años. En 1992 Belsy Laza impuso un nuevo primado de 20.96 que sigue siendo el tope nacional al aire libre. Ese mismo año la propia atleta estuvo cerca del podio olímpico al quedar cuarta en Barcelona con marca de 19.70. Dueña también del record nacional bajo techo desde 1989 (19.60), Belsy también fue finalista en los campeonatos mundiales de Tokio en 1991 (9no lugar y marca de 18.49) y de Stuttgart en 1993 (8ª, 19.27).

    Un record nacional juvenil todavía vigente de 18.78 marcó en 1994 la irrupción de Yumileidi Cumbá a los planos estelares de esta disciplina. A partir de entonces la atleta guantanamera ha desarrollado una destacada carrera que le ha permitido obtener sus mejores saldos en los últimos 5 años. Con una estabilidad encomiable en sus resultados, ha sido finalistas prácticamente en todos los eventos planetarios de primer nivel desde 1999 hasta la fecha. Esta cadena incluye 4 campeonatos mundiales de sala (1999, 2001, 2003, 2004), 2 campeonatos mundiales al aire libre (1999, 2001) y los Juegos Olímpicos de Sydney (2000). En estos eventos la criolla logró un octavo lugar, cuatro veces quedó en sexto, una vez en quinto y alcanzó su mejor resultado precisamente este año en el Campeonato Mundial de Sala de Budapest en el mes de marzo al conquistar la medalla de bronce con marca de 19.31.

    Fue ésta precisamente la mejor actuación cubana en un certamen mundialista, no sólo por la medalla de bronce de Yumileidi, sino también por la inclusión simultánea de dos cubanas en la final, algo inédito para Cuba en una competencia de este rango. Misleydis González también se coló entre las grandes y alcanzó el 7º lugar con marca de 18.41 (18.56 en la clasificatoria). Este resultado sembró la expectativa de que algo similar pudiese ocurrir 5 meses después en los Juegos Olímpicos de Atenas, lo cual representaría la mejor actuación de la bala femenina cubana en JJ.OO. ¿Será posible este logro?

    El reto es alto. Sabido es que la cita estival representa la competencia más preciada por los atletas y, por eso mismo, la más exigente. Algunos competidores se reservan especialmente para ella. La bala femenina no es la excepción.

    Si observamos los resultados que se han producido este año al aire libre, vemos que un total de 16 mujeres han sobrepasado los 18.50. Entre ellas, las cubanas marchan en los lugares 6 (Yumileidi - 19.19) y 13 (Misleydis - 18.55). El ranking de la IAAF, por su parte, coloca a ambas atletas en los puestos 4 y 13, respectivamente.

    Todo parece indicar que la Cumbá, por la estabilidad de sus resultados y por su experiencia, alcanzará nuevamente una buena ubicación y podrá incluso entrar en la lucha por las medallas.

    Misleidys, por su parte, es una atleta en pleno ascenso. En el 2003 superó por primera vez la marca de los 18 metros, llegando hasta 18.11. Terminó segunda, tras Yumileidi, en los Juegos Panamericanos de Santo Domingo con 17.99. Este año 2004 ha realizado 9 incursiones competitivas y en 8 de ellas ha lanzado el implemento más allá de los 18 metros. Parece ser de esas atletas que no se amilanan en las grandes competencias y obtienen en ellas resultados cercanos a sus mejores registros. Así lo demostró en los Panamericanos del 2003 y el Mundial bajo techo de este año. Por el ascenso que viene mostrando en sus rendimientos, es de esperar que pueda superar este mismo año su mejor registro personal de 18.56 (obtenido en sala). Tendrá que hacerlo para estar entre las finalistas en Atenas. El desafío es grande, pero posibilidades tiene de lograrlo.

Primeras atletas por sus resultados al aire libre durante el 2004


*Sancionada de por vida por su federación nacional por uso de sustancias prohibidas.

Fotos: IAAF

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