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La competición: ¿cómo afecta a los
pequeños deportistas?

   
*Licenciada en CC de la AF y Deporte
**Diplomado en CC de la Educación
Universidad de Granada
 
 
Virginia Posadas Kalman*
Francisco Javier Ballesteros Martínez de la Cámara**

virginiapk@hotmail.com
(España)
 

 

 

 

 
Resumen
    El objetivo del presente trabajo es estudiar si los niños de iniciación temprana que compiten en su deporte sienten estrés y cuál es el tipo de estrés así como su procedencia. Para ello se ha elegido una muestra de 21 nadadores (9 chicas y 12 chicos) con edades entre 7 y 9 años, a los que se les pasó el test de Gould sobre Fuentes del Estrés. Los resultados obtenidos en base a la operación estadística de la media o moda, indican que la mayor preocupación de los deportistas y por tanto mayor fuente de estrés, es el lesionarse, impidiendo así la continuación en el deporte; y otros como cometer errores en la competición o no encontrarse bien físicamente. Sin embargo el "perder" o que amigos le estén viendo no origina estrés de manera considerable en los niños. Por lo que deberíamos replantearnos la competición/deporte ante deportistas de estas edades.
    Palabras clave: Estrés. Ansiedad. Natación y deporte.
 

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 10 - N° 73 - Junio de 2004

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Introducción

    Algunos niños se divierten con el estrés precompetitivo, porque les da la oportunidad de demostrar sus habilidades en un contexto que es importante para ellos. Por el contrario, otros niños lo experimentan demasiado y se sienten ansiosos e incómodos.

    Que el deporte produce niveles elevados de estrés está más que comprado. Hanson, en 1976, encontró que la tasa cardiaca de los niños cuando estaban al bate en béisbol era de entre 145-166ppm. Al contrario, la tasa cardiaca mientras estaban defendiendo era de 128ppm.

    Tras detectar el miedo inducido por la participación en competición nos preguntamos y buscamos aquellos aspectos que llevan a estos deportistas en dicho momento, descubriendo diversos factores de influencia, algunos de ellos alarmantes, en la fase de iniciación deportiva en nuestra sociedad. Entendemos por estrés, siguiendo a Hans Selye, 1926: "la respuesta psicológica y/o biológica general del organismo ante cualquier situación estresante". Es decir, "el desequilibrio sustancial entre la capacidad de demanda física y/o psicológica, y la capacidad de repuesta en situaciones de posible fracaso haciéndonos sentir cansados, agotados, agobiados etc" (McGrath, 1970).

    Los deportes en la edad infantil juegan un papel importante en la socialización, formación de la personalidad, mejora física, psíquica e intelectual ya que los niños son puestos en contacto con el orden social, valores, estructura...se convive con otros niños.

    La modalidad de competición también contribuye al desarrollo físico, emocional e intelectual de los niños y proporciona experiencias acerca de su capacidad y habilidad, confianza en sí mismo y estimula la conducta social. De ahí que deba considerarse la competición en edades tempranas de una manera positiva, teniendo muy presente que el entrenamiento intensificado carece de justificación fisiológica y educativa, origina tensiones físicas y mentales extremas, conlleva riesgo psicológica y de desarrollo social, requiriendo unos niveles de activación por encima de los normales, y si es estresantes puede repercutir negativamente sobre el rendimiento, provocar retiradas, e incluso niños con problemas psicológicos.

    En iniciación hay que tener muy claro que el niño debe aprender jugando y disfrutar de lo que hace, ya que éste vive el deporte, vive su evolución personal y se siente motivado para seguir adelante. Primero se construyen los pilares y sobre éstos se va edificando y cautivando al joven deportista. Los padres deben saber que la influencia que ejercen sobre sus hijos es directa pudiendo ser positiva o negativa. En caso negativo, lo único que conseguiremos es entorpecer el crecimiento efectos del niño y confundir sus objetivos deportivos.

    Por todo ello, abogamos por un entrenamiento adecuado basado en la diversidad de movimiento y preparación física general e integrada antes que la propia competición que será posterior contribuyendo así a crear ambientes de entrenamiento adecuados y coherente, resaltando el rol del psicólogo deportivo, que además de un buen programa de entrenamiento psicológico, buscará que el deportista tenga un buen control sobre los factores que en un momentos determinado pueden afectar a su comportamiento como son la importancia del evento, la incertidumbre, el calor, el frío, el ruido, la oscuridad, sentimientos, pensamiento, recuerdos y expectativas, añadiendo a los deportistas infantiles la recarga psicológica producida por los "padres/entrenadores", la motivación extrínseca a modo de premio, la violencia y agresión y la personalidad.


Factores que van a "fabricar" el estrés y que según McGrath se va a desarrollar a través de la cadena:

    Por lo tanto contamos con que el estrés puede ser positivo (eustrés, donde el individuo interacciona con su estresor con la mente abierta y creativa y prepara cuerpo y mente para una función óptima), negativo(distrés, aquel que es perjudicial o desagradable y lleva a un desequilibrio fisiológico o psicológico y termina en una reducción en la productividad del individuo), estrés moderno (sobrestimulación psicosocial que lleva a una hiperactividad cerebral de origen social, la competencia, presión de estudioso entrenamiento... y que afecta a la salud mental y emocional), y ansiedad (que siendo un estrés pero mucho más reducido en intensidad, duración y consecuencias, puede ser de rasgo "tendencia a reaccionar de forma ansiosa, percibiendo más situaciones como amenazantes" o de estado "estado emocional transitorio y variable en intensidad y duración cuando el individuo percibe una situación como amenazante".

    Así tenemos que los niños que puntúan alto en ansiedad de rasgo de tipo competitivo, perciben un mayor estado de ansiedad en los ambientes deportivos, los que poseen baja autoestima experimentan un estrés superior al de los que poseen una autoestima elevada, los niños con expectativas más bajas de hacerlo bien experimenta un estrés competitivo mayor que los niños cuyas expectativas de hacerlo bien son más elevadas, los que tiene miedo a la evaluación del entrenador o de sus padres, experimentan más estrés (distrés), y los que pierden experimentan un estrés superior a los niños que ganan.

    Bajo los resultados obtenidos vemos como al niño se le ve más seguro de sus posibilidades y sin miedo a la opinión de los demás que las niñas, por lo que la ansiedad masculina es más baja que la femenina debido, entre otras, a la influencia de una sociedad masculinizada en lo respectivo al deporte, pudiendo decir que la ansiedad de las niñas es de tipo social. Sin embargo, conforme avanza la edad la ansiedad desciende al importar menos la aceptación social, es decir, si dirigiéramos la actividad a perfeccionar una habilidad deportiva con más claridad que a demostrar una mayor capacidad frente a los demás con la mera participación se suelen alcanzar las metas percibiendo el estrés de la competición deportiva de una manera muy casual ya que los niños/as se centrarían más en sus propias marcas.

    Kirschenbaum, Wittruck, Smith y Monsom (1984), utilizaron la inoculación del estrés para que los atletas pudieran asimilar las críticas.

    Deikis insertaba habilidades de autocontrol, y cómo cambiar información autoproductoras de estrés por autoinformaciones antiestresantes.

    No debemos iniciar un programa de tratamiento del estrés con menores de 12 años, a menos que sea completamente necesario. Lo primero que debemos hacer es reducir la cantidad de ansiedad, de evaluación en el ambiente, pues cuanto más se fijen los entrenadores en "ganar o perder", más evaluativa resulta la situación y más estrés experimentan los niños.

    Y como ya hemos visto, en menores de 12 años, el criterio que adopta el entrenador o los padres para el éxito o fracaso es también el criterio del niño. Así, si el niño gana la experiencia es gratificante, si pierde, dicha experiencia no aportaría nada. Por ello debe evitarse el criterio de éxito o fracaso en el deporte infantil.

    El entrenador debe tener conocimiento sobre el deporte en sí, ser capaz de enseñar los fundamentos e incluirá en su programa habilidades y técnicas para la competición, y también habilidades psicológicas para disminuir la ansiedad en situaciones difíciles y conseguir un aumento del nivel de activación y atención (relajación, visualización, control de pensamiento...) ayudando así a la máxima eficacia en el rendimiento del deportista, de manera que, cuando el niño comience a valuar su propia competencia desde una perspectiva de evaluación social, lo haga desde unas bases fundamentales, comprendiendo sus propias limitaciones fisiológicas y biomecánicas. Así tenemos que al reducir la importancia de la evaluación en la práctica deportiva se obtiene ganancias considerables en la ejecución. Lo mismo, pero en mayor medida pasa con los padres, pues son un foco fundamental para el niño, tanto en la vida deportiva como en otros ámbitos.

    Para terminar la sesión, el entrenador debe plantear que se realice un breve estiramiento y después la relajación de los grupos musculares (lo que tradicionalmente se llama, Vuelta a la Calma), que ocupando un corto espacio de tiempo, nos ofrece numerosas ventajas como poder llegar a un estado de relajación física y psicológica y evitar así percepción o acumulación alguna de estrés.

    Las técnicas y métodos a enseñar en nuestros deportistas para inoculizar el estrés son:

  1. Autocontrol: control de la propia conducta, antecedentes y consecuencias.

  2. Autobsevación: saber qué se hace realmente.

  3. Desarrollar alguna estrategia para alcanzar tal fin: control estimular, restricciones físicas, eliminación de estímulos, cambio del medio...

  4. Autoevaluación: evaluar la conducta, evaluar el resultado, y sólo puede ser "si ó no" se han logrado los objetivos.

  5. Establecer y programar las consecuencias en función dela evaluación: premios para conseguir nuestros objetivos. Técnica que podemos desarrollar ante cualquier conducta indeseada y que permitirá prevenir la aparición de nuevas conductas inadecuadas.

    Podemos decir que el estrés es una respuesta automática del organismo a cualquier cambio ambiental que, mediante dicho estrés se prepara para hacer frente a las posibles demandas que se generen como consecuencia de la nueva situación. De esta manera el organismo con una mayor activación fisiológica y cognitiva puede recibir mejor dicha situación, decidir más rápidamente cuál debe ser la nueva conducta a llevar a cabo y realizarla de la forma más rápida e intensa posible.

    El trabajo de un entrenador deportivo es fundamental para que se asienten las bases sobre las que el niño se formará como persona y deportista, o para que éste abandone la práctica deportiva. Debe dedicar el tiempo necesario, aplicar su paciencia en ciertas ocasiones, intercalar un proceso de observación, comunicación...para conocer a cada uno de sus alumnos y ver reflejadas sus expectativas eficazmente siempre que se vea apoyado por el esfuerzo del joven deportista y sus padres.

    No se debe someter al niño a grandes presiones ni fuerte estrés, y mucho menos olvidar todos los puntos positivos que nos aporta la práctica deportiva. Así pues, comprobado queda que los niños perciben el estrés en la competición, de manera que:

  • Ganar = habilidad (estrés competitivo bajo)

  • Perder = habilidad insuficiente (estrés competitivo alto)

    Por lo tanto, el estrés no es malo. Lo importante es cómo canalizarlo y utilizarlo a nuestro favor.....


Método

Sujetos: La muestra está compuesta por 21 niños (9 chicas y 12 varones), con una edad de entre 7 y 9 años. Todos ellos son nadadores del Club Deportivo Universidad (C.D.U.) y pertenecen a la piscina de la F.CC.A.F.D. de Granada, constituyendo, la muestra, parte del grupo de benjamines del Club.

    Resaltar que estos niños realizan tanto competiciones internas, cada fin de semana, como externas, una vez al mes, junto con otros Clubes. Y que por tanto nuestro trabajo se ha basado en el estrés básicamente en cualquier competición, pero principalmente en las externas, ante la presencia de gente ajena al club y zona de entreno.

Diseño: se trata de un diseño experimental Intra-Grupo, y dentro de él se trata de un diseño Intra-Sujeto.

Instrumentos: El test llevado a cabo, es el test de las Fuentes del Estrés de Gould, Horn & Spreemann, 1983, levemente adaptado a la comprensión y vocabulario de la edad de los nadadores, con el que se pretende valorar en qué medida los deportistas se ven afectados por las causas que producen estrés antes de la competición.

    Las respuestas de los individuos se realizan en una escala de 7 puntos tipo Likert (1 = nunca, 7 = siempre). La fiabilidad del test fue confirmada con la obtención de un alpha = .74. Los ítems que componen el test son los siguientes:

  1. Me preocupa qué pensará o dirá mi entrenador.

  2. Me preocupa qué pensarán o dirán mis compañeros de equipo.

  3. Me preocupa qué pensarán o dirán mis padres.

  4. Me preocupa lesionarme o herirme.

  5. Me preocupa cometer errores.

  6. Me preocupa perder.

  7. Me preocupa no nadar bien.

  8. Me preocupa mi estado tísico antes de la competición.

  9. Me preocupo por no encontrarme bien.

  10. Me preocupa el actuar al máximo de mi capacidad.

  11. Me preocupa ahogarme.

  12. Me preocupa que mis amigos o familiares me estén viendo

  13. Me preocupa estar mentalmente preparado para la competición.

  14. Me preocupa mejorar mi última ejecución.

  15. Me preocupa perder mi forma física.

  16. Me preocupa no ser capaz de concentrarme.

  17. Me preocupa acordarme de las instrucciones.

  18. Me preocupa no descansar bastante.

  19. Me preocupa sentirme débil.

  20. Me preocupan las malas decisiones arbitrales.

  21. Me preocupa que otros estén más entrenados que yo.

  22. Me preocupa tener mala suerte -estar gafado.

  23. Me preocupa que los espectadores me abucheen.

  24. Me preocupa no ser bastante agresivo.

  25. Me preocupa perder los estribos.

  26. Me preocupa mi apariencia física.

  27. Me preocupo porque mi hermano o hermana es un deportista con éxito.

  28. Me preocupa participar en campeonatos.

Procedimiento: La investigación se llevó a cabo durante 2 tardes, la primera destinada a pasar el prestest y la segunda para el postest.

    La piscina en donde se realizarán las medidas será la piscina de la Facultad de las Ciencias de la Actividad Física y el Deporte de Granada, de 25m cubierta y 6 calles. Posee gradas en la parte izquierda de la misma, es el lugar donde realizan los niños el calentamiento antes de entrar al agua, y donde nosotros aprovechamos para aplicarles el test.

    El protocolo que se llevó a cabo fue se quedó con los niños 15 minutos antes del entreno, se les sentó en las gradas de la piscina y tras una explicación del porqué del test, se les pasó una a cada uno, se resolvió sus dudas sobre contenido y seguidamente se les dio el tiempo necesario para realizarlo.

    Una vez realizado, se pasó a la lectura del mismo y codificación por parte nuestra.


Resultados

    En el siguiente apartado se van a mostrar los datos obtenidos en el test, a modo de tabla, donde se van a resaltar la puntuación media de cada uno. Y a continuación, se va a pasar al análisis de los mismos, así la media de los resultados obtenidos por el total del grupo para cada uno de los ítems son:

    De todos estos ítems, nos vamos a fijar para su estudio solo en aquellos que tienen una puntuación media de 5 puntos o superior.

    De esta forma nos quedaría la siguiente gráfica:

    Las distintas letras del grafico corresponden a los siguientes ítems:

  1. Me preocupa qué pensarán mis padres

  2. Me preocupa lesionarme o herirme

  3. Me preocupa cometer errores

  4. Me preocupa no nadar bien

  5. Me preocupa mi estado físico antes de la competición

  6. Me preocupo por no encontrarme bien

  7. Me preocupa perder mi forma física

  8. Me preocupa sentirme débil

  9. Me preocupa tener mala suerte -estar gafado

    De todos los ítems el que posee una mayor puntuación en la media del grupo, es decir, aquel que produce mayor estrés es el B que refleja la posibilidad de lesionarse. Este hecho puede tener diversas interpretaciones, en las que se podría profundizar más mediante una entrevista directa con cada uno de los nadadores, pero nos aventuramos a proponer las siguientes interpretaciones:

  • Miedo que produce a cualquier persona hacerse daño

  • Miedo a que después de lesionarse deba dejar la natación, y con ella las competiciones, al menos durante algún tiempo.

    Los ítems E, F, G y H se refieren al hecho de no encontrarse bien físicamente el día de la competición. Aquí si que se puede obtener la conclusión de lo angustiado para todo competidor, y también para estos en concreto (aún encontrándose en las primeras etapas) de no estar al máximo de sus posibilidades el día de la competición para la que tanto se ha entrenado.

    Los ítems C y D muestran el estrés que ocasiona cometer errores durante la ejecución, ya sean debidos a factores psicológicos, como técnicos. De estos datos podemos afirmar la importancia que tiene para los niños la competición, pues no les importa poder hacer bien algo durante un entrenamiento, sino tener que hacerlo así de bien durante una competición.

    El ítem I se refiere a la posibilidad de tener mala suerte durante la competición, no ya durante la ejecución, sino en todos aquellos factores circunstanciales que rodean a toda competición.

    Por último el ítem A refleja la importancia que los niños atribuyen a quedar bien en una competición por lo que piensen los padres. Éstos se encuentran por delante de los entrenadores y compañeros (según los encuestados).


Conclusión y discusiones

    De todo esto se pueden obtener cantidad de conclusiones, y sobre todo destacar la gran importancia que los niños le dan a la competición.

    Bien es cierto, que todo deporte necesita de la competición, es más muchos entendidos la reconocen como el medio fundamental por el que un deportista mejora en una determinada especialidad. Pero puede ser que se esté tratando el tema de una manera errónea, y que no sea lógico que un niño de tan pequeña edad sienta tales presiones cuando se enfrenta a otros deportistas semejantes.

    Así, vemos como los niños no entienden esta edad como un período de formación integral, sino como otra etapa más en la que su obligación es la de obtener resultados, imponerse a sus compañeros, en definitiva: ser los mejores.

    Esta concepción del deporte de tan pequeños practicantes, viene inculcada por la sociedad, por sus superiores... Así vemos como una de las causas que le provocan más estrés al niño es hacerlo bien por el que dirán de sus padres. En este sentido podemos decir que todos los que fuimos deportistas en tales edades, al llegar a casa se nos preguntaba: ¿has ganado? Y no se nos hacían preguntas como: ¿te lo has pasado bien? ¿lo has hecho bien? ¿...? preguntas que denotan lo que esta sociedad espera del deporte, sea en la fase que sea.

    Así, no es extraño que todo deportista, sienta la necesidad imperiosa de ganar, sea cual sea su estado, en lugar de tratar la competición (al menos en edades tempranas) como otro entrenamiento más, al cual no deben de tenerle ningún miedo, pues van a hacer lo que hacen tantas veces a lo largo del año, es decir nadar como mejor sepan y sin ningún tipo de presión.

    Por lo tanto, si lo que más estrés produce a nuestros pequeños deportistas es lesionarse, no nadar bien, cometer errores, es aquí donde deberíamos trabajar con ellos.

     No deben preocuparse por el resultado, rendimiento, sino por la experiencia de competir, divertirse con ella y aprender a disfrutar en ella. Llevan toda la semana, mes etc entrenando y ahora van a demostrar lo que han hecho, no debe suponer estrés, sino ilusión, y es ahí donde debemos replantearnos nuestro trabajo como entrenadores.

    Que el deporte produce niveles elevados de estrés es algo ya muy estudiado. Por ejemplo, Hanson (1976) encontró que la cantidad de la tasa cardiaca de los niños cuando estaban al bate en béisbol era de 166 pulsaciones por minuto (ppm) con un rango que oscilaba desde las 145 ppm. En contraste. la cantidad de la tasa cardiaca mientras estaban defendiendo era de 128 ppm. Lowe y Mac Grath (1971) tuvieron hallazgos similares con niños cuando trataban de localizar los determinantes situacionales del estrés percibido. Cuando nos fijamos en la percepción del estrés es importante tener en cuenta los trabajos de Scanlan (1985) y de Passer (1982), han determinado que los siguientes elementos están implicados en la percepción del estrés competitivo de los niños:

  • Primero. los niños que puntúan alto en ansiedad de rasgo competitiva perciben un mayor estado de ansiedad en los ambientes deportivos.

  • Segundo, los niños que poseen una baja autoestima experimentan un estrés superior al de los que poseen una autoestima elevada.

  • Tercero. los niños con expectativas más bajas de hacerlo bien experimentan un estrés competitivo mayor Que los niños cuyas expectativas de hacerlo bien son más elevadas.

  • Cuarto. los niños que tienen miedo a la evaluación del entrenador o de sus padres experimentan más estrés.

  • Quinto: los que notan una mayor presión para competir por parte de los padres experimentan niveles .más elevados de estrés.

  • Sexto. los niños que pierden experimentan un estrés subsiguiente superior a los niños que ganan.

    Así. el trabajo de Shanlan (1985). Passer (1982) y otros (p.e. Hanson, 1967) ha documentado bastante que los niños perciben el estrés en el deporte competitivo. Está demostrado que ganar significa habilidad y que el estrés competitivo en este caso es bajo y está demostrado que perder significa habilidad insuficiente y el estrés competitivo en este caso es elevado. Las expectativas de ganar o perder afectan igualmente a la percepción del estrés.

    Por tanto vemos como es fundamental el papel del entrenador, y siguiendo a Schmidt, 1998, vemos como es muy fácil trabajar la relajación ante este estrés en los chicos, así según el autor en su artículo "Stress... and how to overcome it", se redacta que el entrenador debe plantear como parte final de todos sus entrenamientos que primero se realice un breve estiramiento y después la relajación muscular de varios grupos musculares (aproximadamente en 5 segundos cada uno), lo que como vemos ocupa un corto espacio de tiempo y sin embargo nos ofrece numerosas ventajas, como poder llegar a un estado de relajación física y psicológica, aspectos fundamentales que estamos buscando en este trabajo.

    Y en el artículo: "Orientaciones psicológicas en la Iniciación Deportiva", del autor A. Gordillo, se pretende orientar al entrenador en su labor, mediante una serie de estrategias, consejos, etc. al técnico, al joven deportista y a sus padres, durante la iniciación. La problemática de este tema reside en la deficiencia de la preparación de los técnicos, de la existencia de un número muy reducido de trabajos empíricos y en especial de la falta de MOTIVACIÓN. Aprovechemos nosotros nuestro papel de entrenadores en fomentar, potenciar este aspecto tan fácil en nuestros deportistas, motivándoles.


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