Análisis de la motivación de las mujeres para la práctica de actividades físicas según la edad |
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* Licenciada en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. (F.C.A.F.D) de León ** Licenciada en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. Profesora de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte (F.C.A.F.D) de León |
Raquel Cabañas González* Piedad Martínez Campillo* María Luisa del Riego Gordón** inemrg@unileon.es (España) |
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http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 10 - N° 72 - Mayo de 2004 |
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Introducción
Acerca del tema de la motivación se ha escrito largo y tendido, dándole diferentes matices en función de los enfoques de los investigadores y de los fines de sus estudios. (Nutting, 1980)
Etimológicamente el término viene del latín motivus, de motum, supino de movere, mover.
Podemos hacer una revisión que vaya desde la definición básica dada por el diccionario ESPASA CALPE, 1993 que lo define como "conjunto de factores conscientes o semiconscientes que hacen que un individuo tenga un comportamiento determinado", hasta su relación más específica con el ámbito deportivo de rendimiento; pasando por concepciones de la motivación que resaltan matices como: elemento interno del individuo (Bolles, 1967; Hebb, 1955 citados por Palafox, 1990)), fenómeno irracional (Ernest Ditcher y Louis Cheskin, citados por Mucchielli, 1988), conducta propositiva y persistente.
Su estudio desde diversas ópticas, también ha dado lugar a diferentes concepciones, una de las más conocidas y aceptadas es la famosa pirámide de Maslow (teoría innatista).
Para este autor las necesidades humanas (y de aquí otro concepto muy relacionado con nuestro tema de trabajo) se organizan en niveles: el más bajo satisface necesidades fisiológicas (hambre, sed, sexo...), en un nivel superior se encuentra la seguridad (protección contra peligros, privaciones...), después nos encontramos con las necesidades sociales (adhesión, asociación, comunicación, pertenencia y amor...), a continuación la autonomía o independencia, y por último en el nivel superior, la realización personal (triunfar, prestigio, saber, expansión personal, de confianza en uno mismo...)
Con todo ello podemos configurar una pirámide, en cuya base colocamos las necesidades del primer nivel, y en la cúspide las del último.
La necesidad social se sitúa hacia la cúspide de la pirámide de Maslow, y va a ser el motor del individuo para dirigir sus conductas, sus acciones... hacia una meta concreta (conducta motivada).
Vamos a ver cómo muchas de las motivaciones que llevan a las mujeres a practicar ejercicio físico, se podrían colocar en esa parte superior de la pirámide, ya que hacen referencia a la necesidad de relación (Vázquez Gómez, 1993 y González, 1992). Dicha relación va en aumento con la edad, y podemos decir que no es una de las mayores motivaciones, ya que como veremos las principales motivaciones corresponden en todas las edades en general, a factores de salud y forma física (García Ferrando, 1986)
Es evidente el creciente interés que siente la sociedad occidental de la actualidad por la actividad física y deportiva, abarcando todos los ámbitos y distintos grupos sociales (Zambrana, 1986).
Podemos hablar de la existencia de un deporte para todos, un deporte-salud de tipo recreativo, educativo, no selectivo... según Cagigal (1981): deporte praxis.
El reconocimiento de esta realidad se consolida con la redacción de la Carta Europea del Deporte para Todos en 1979.
Tal es así, que la actividad física ha pasado a ocupar en las últimas décadas un lugar importante dentro del conjunto de actividades de tiempo libre de jóvenes y mayores, hombres y mujeres... siendo particularmente notable el ascenso de la práctica en los grupos de mujeres y mayores, según concluyen los estudios de García Ferrando de los años 1980-1990.
Esta situación, propia de la sociedad de consumo y "estado del bienestar", en la que la actividad física es síntoma de calidad de vida, no siempre ha sido así (Heinemann, 1993). En épocas anteriores, la práctica físico-deportiva se encontraba destinada principalmente a grupos de jóvenes y varones. Las tareas de la mujer se restringían a ser esposa, madre y gobernadora de la casa. (Barbero, 1993). Podemos hablar de la discriminación como nota habitual que aún hoy caracteriza muchos ámbitos de nuestra sociedad (Oakley, 1977). No obstante, aunque la tasa de práctica de los hombres sigue superando a la de las mujeres en todas las edades, son cada vez más las que se inician en programas de actividad físico-deportiva, pudiendo llegar a subir los porcentajes de tal forma que haya más practicantes en los grupos de mayor edad que en las más jóvenes.
Este aumento según algunos autores no supone un progreso para la mujer que siente la necesidad de mantenerse saludable, sino una forma de alcanzar los cánones estéticos en boga: cuerpos esbeltos, delgados y deportivos (Cortés Bravo, 2000).
Los motivos que impulsan hacia esa práctica son de lo más diverso, y cambian en función de muchas variables, entre ellas, la edad. Esto se verá reflejado a lo largo de nuestro estudio que abarca cuatro grupos de edad diferentes.
No cabe duda de que la importancia que representa la AF para la mujer, se manifiesta en todos los ámbitos: físico (salud, mejora estética, agilidad, aumento del tono muscular, retraso de los efectos del envejecimiento...), psíquico (distracción, diversión, equilibrio...) y afectivo-social (autoestima, relación interpersonal, inserción social...). Veremos las diferencias y similitudes existentes en los distintos grupos de edad respecto a dichos ámbitos.
ObjetivosEl presente trabajo pretende ser un acercamiento al tema de la motivación que impulsa hacia la AF de una muestra de mujeres de diferentes edades, que practican ejercicio físico de forma regular, centrándonos especialmente en los motivos por los que iniciaron la práctica, así como en los beneficios conseguidos y en los inconvenientes que conlleva dicha práctica.
A su vez, se pretende comparar y corroborar o no, otros trabajos realizados en esta misma línea de investigación, como pueden ser los de García Ferrando (1998), con quien encontramos similitudes en cuanto al principal motivo de práctica, que es la forma física ( donde incluye razones de salud, estar en forma, más ágil...) fundamentalmente, otros como Masachs, Puente y Blasco (1994), Eklund y Crawford, (1994) y Gill y Overdorf (1993), con quienes compararemos en las reflexiones finales los paradójicos resultados obtenidos con respecto al que ellos catalogan como uno de los principales motivos de práctica entre las mujeres, y especialmente las más jóvenes, y que es la mejora del aspecto físico o apariencia; a lo que nosotros hemos llamado en los tests "motivos estéticos".
Metodología1. Sujetos
La muestra que se ha elegido para este estudio está formada por 134 mujeres de la ciudad de León que realizan ejercicio físico de forma regular, distribuidas en 4 grupos según su edad: Menos de 25 años (grupo A), entre 25 y 45 años (grupo B), entre 45 y 60 años (grupo C) y más de 60 años (grupo D).
Esta clasificación nos ha permitido obtener información de la muestra por edades y de su comparación entre los distintos grupos, así como estudiar la evolución que experimenta la motivación de la mujer hacia la práctica de AF con respecto a la edad.
2. MaterialSe ha elaborado un test semiestructurado con 10 preguntas: la primera de las cuales distingue ya a las mujeres que practican AF, con lo cual la muestra es más significativa, porque se aisla más al grupo de experimentación.
Las restantes preguntas recogen información en cuanto a distintos aspectos: frecuencia semanal de práctica, tiempo haciendo ejercicio físico regularmente, profesión, lugar de residencia con respecto a la distancia del lugar de práctica, tipo de AF practicada, motivos iniciales que impulsaron hacia la práctica, beneficios conseguidos e inconvenientes de dicha práctica.
Respecto a las 3 últimas preguntas, se pidió que escogieran las 2 principales respuestas de las que figuraban, dejando la posibilidad de que se indicara otra diferente (opción abierta).
3. ProcedimientoPrimeramente nos hemos dirigido a distintos centros de práctica de AF en la ciudad de León. Curiosamente nos encontramos con que en los gimnasios de carácter privado la mayoría de las mujeres allí apuntadas eran jóvenes (grupos A y B), y apenas practicaban aquellas de las franjas de mayor edad, quienes principalmente localizamos en los centros públicos, tales como el pabellón municipal de deportes y en general instalaciones deportivas (como el Gumersindo Azcárate) y colegios públicos.
Una vez en los centros, y con previa autorización del responsable de la actividad en cada caso, contactamos con las mujeres, solicitando su colaboración y explicando el motivo de los test, garantizándoles al mismo tiempo la confidencialidad de sus respuestas.
Los test se repartieron entre las mujeres, sin encontrarnos con ninguna traba para cumplimentarlos por su parte, y se les pidió que las rellenasen en sus casas, debiendo entregárnoslas posteriormente (normalmente al día siguiente de práctica).
Esto permitió que, si bien algunas mujeres no nos los llegasen a entregar nunca, aquéllas que pudieran tener dificultades los realizaran tranquilamente.
Hemos considerado necesario pasar un retest a una pequeña parte de la muestra escogida con la intención de dotar de una mayor fiabilidad a nuestro estudio, motivado por las dudas y desconfianzas que nos han surgido con algunos resultados obtenidos. Sobre todo en relación a la pregunta sobre los motivos de inicio, en la que nos sorprendió el bajo porcentaje de mujeres que señalaban los motivos estéticos, siendo como se ha dicho anteriormente un importante motivo según algunos autores.
El retest realizado nos ha permitido corroborar los resultados obtenidos en los test iniciales.
Consistió en pasar las preguntas referidas a los dos motivos iniciales, los dos principales beneficios conseguidos y los dos inconvenientes encontrados, a una pequeña muestra de la total, aproximadamente un mes y medio después del primer pase, donde como ya dijimos las variaciones no fueron significativas, obteniéndose una elevada reproductibilidad (r = 0,95) en sus contestaciones.
4. Análisis de los datosSe han estudiado diferentes variables y se han comparado entre los 4 grupos de edad, obteniéndose así datos significativos
Además se han establecido otras relaciones significativas entre variables sin tener en cuenta la edad, centrando la atención, por un lado en el grupo de mujeres que practica GM (gimnasia de mantenimiento), y por otro, en el grupo de mujeres que se ha iniciado en la práctica de AF por salud.
Se han elegido especialmente estas dos variables por ser el tipo de AF, la gimnasia de mantenimiento, y el motivo de inicio, la salud, las que predominan mayoritariamente entre la muestra estudiada, por lo que creemos merecen una especial atención.
Resultados
1. Frecuencia semanalRespecto a la frecuencia con la que se asiste, el grupo A acude "3 días a la semana" (36´36%), aunque la mayoría lo hace "casi a diario" (45´45%).
El grupo B acude en su mayoría (55´26%) "3 días a la semana".
En el grupo C la inmensa mayoría (88%) realiza ejercicio físico "3 veces a la semana" y el resto, "casi a diario".
El grupo D en su mayoría practica también "3 veces a la semana" (86´84%).
2. Tiempo haciendo ejercicio regularmenteEl dato que llama la atención es el hecho de que el 39´47% del grupo B lleva practicando tan sólo un año ("es el primer año"), seguido de un alto porcentaje que afirma hacerlo "casi desde siempre".
Con respecto a los grupos C y D, resalta el hecho de que ambos llevan practicando mayoritariamente "más de 5 años" (40% y 42% respectivamente).
El grupo A responde con mucha variabilidad, siendo el dato que destaca ligeramente, aquellas que afirman practicar "casi desde siempre" (24´24%); aunque no podemos negar la ambigüedad de dicha respuesta (tema de discusión).
3. ProfesiónEl grupo A es estudiante en un 93´9%.
Las mujeres de B son mayoritariamente "amas de casa" (39´4%), aunque también destacan las "funcionarias" (18´42%) y "otras profesiones" (13´15%).
El grupo C es en un 92% "ama de casa" y el D en un 94´7%.
4. Tiempo en llegarLa nota general es que la distancia desde el hogar al lugar de ejercitación es pequeña, estando "cerca" en todos los grupos de edad, aunque el grupo D señala tenerlo a menos de media hora (55%).
5. Tipo de actividad físicaA practica sobre todo "deporte" (63´3%) y B, tanto gimnasia de mantenimiento como"aerobic" (39´4% respectivamente).C, destaca de forma importante la "gimnasia de mantenimiento" que es practicada de forma exclusiva en un 60% al que hemos de añadir una 36% que incluye la combinación de aquélla con otro tipo de actividad física, principalmente el "aeróbic".
También el grupo D practica mayoritariamente "gimnasia de mantenimiento" (94´7%).
6. Los dos motivos inicialesEl grupo A comienza la realización de actividad física principalmente por "estar en forma" (60´6%) y por "bienestar personal y salud" (42´4%), porcentajes similares al grupo B, con 36´8% respectivamente para ambos motivos.
El grupo que resulta estar más preocupado por el aspecto de la salud es el C con casi 100% de respuestas, seguido del D con el 71%.
En general el motivo de "bienestar personal y salud" aparece de forma destacada en todos los grupos de edad.
El motivo de "relacionarme con otras personas y ocupar mi tiempo libre" también se da de forma similar en todas las franjas de edad (27´27%, 23´68%, 28% y 32% de A a D), y lo mismo ocurre con el motivo de "relajarme y eliminar estrés" (24´24%, 31´57%, 32% y 13%) observando cómo aparece en menor medida en el grupo D.
Puede resultar significativo el hecho de que el motivo de "sudar la camiseta" no aparece en absoluto en los grupos de mayor edad (C-D), y sí en los dos más jóvenes (A-B).
7. Los dos beneficios conseguidosTodos los grupos coinciden en señalar como principal beneficio obtenido el "estar en forma y más ágil" (66´6%, 47´3%, 64% y 57´8% de A a D), también destaca como uno de los beneficios conseguidos "sentirme más sana" (48´4% y 38´8% respectivamente) en los más jóvenes (A-B), y en una proporción menor aunque también destacable en los mayores (C:28% y D:28´94%).
Aseguran en similar medida todas las encuestadas, haber conseguido la evasión y diversión a través de la actividad física (24´24%, 28´94%, 28% y 13´15% de A a D), siendo este último grupo el que lo apunta en menor proporción.
También el hecho de haber conseguido relacionarse con otras personas, resalta con unos porcentajes de 33´33%, 26´31%, 28% y 31´57% de A a D).
8. Los dos inconvenientesTodas las franjas de edad coinciden en no encontrar inconveniente alguno en la práctica de actividad física, destacando las dos mayores (30´3%, 28´9%, 52% y 65´7% de A a D).
Se observa también cómo el inconveniente de "me canso" disminuye ligeramente con la edad, siendo los dos últimos los que menos lo señalan (12´12%, 10´52%, 4% y 5´26%).
El inconveniente de las "lesiones" aparece mayoritariamente en el grupo A (24´2%).
Destacamos también el hecho de que el grupo C apunta que "no me gustan algunas tareas" (20%), también que paradójicamente es el menos perezoso (8%) y se queja en un 20% de la temperatura del gimnasio.
Análisis de los resultados considerando las edades
1. Frecuencia semanalPodemos concluir que la regularidad en la práctica de actividad física de las mujeres encuestadas es alta, sobre todo en el grupo más joven, pero el porcentaje de mujeres que van "3 veces a la semana" va en aumento en proporción a la edad.
En general, a medida que avanza la edad, la tendencia es a la práctica semanal de 3 días, disminuyendo tanto el porcentaje de mujeres que practican 2 veces a la semana como el de las que practican casi a diario y todos los días.
Esto se puede relacionar con el tipo de actividad física practicada, las más jóvenes practican actividades diarias o casi diarias de pesas, aeróbic y otros deportes, mientras que las mayores hacen principalmente gimnasia de mantenimiento.
Relacionado con los motivos, las más jóvenes lo hacen mayoritariamente por "estar en forma", mientras que las mayores lo hacen por "bienestar personal y salud".
2. Tiempo haciendo ejercicioResalta el tiempo que señalan los grupos C y D de "más de 5 años", quizás porque sean precisamente los grupos de mayor edad, así como el grupo B que señala llevar practicando tan sólo "un año" por un lado y "casi desde siempre", por otro (gran variabilidad)
Respecto al grupo de mayor edad, observamos que los datos correspondientes a las dos primeras respuestas son relativamente altos (15% respectivamente, para un año y dos practicando). Podemos pensar que este porcentaje de mujeres se ha iniciado a edad avanzada en la actividad física, que contrasta con los grupos de mujeres más jóvenes (sobre todo B y C), quienes apuntan practicar "casi desde siempre", lo cual refleja la falta de cultura físico-deportiva en aquel grupo de mayor edad.
3. ProfesiónRecordemos que la mayoría del grupo A es "estudiante", en B encontramos la mayor variabilidad y los grupos C y D son "amas de casa".
En cuanto al tipo de actividad física, la mayoría de las estudiantes de A practica deportes y aeróbic. El motivo principal de estas estudiantes es "estar en forma", seguido de "bienestar personal y salud".
El grupo B es "ama de casa" en un alto porcentaje, de las cuales casi tres cuartas partes realiza gimnasia de mantenimiento. Se trata del grupo de mayor variabilidad profesional, así como en la elección del tipo de AF.
Las "funcionarias", del grupo B mayoritariamente, practican actividad física de todo tipo, y las "estudiantes", del grupo A, practican deportes en su mayoría.
A las "amas de casa", de los grupos C y D sobre todo, las atrae la práctica sobre todo por "bienestar personal y salud", seguido de "estar en forma". A las funcionarias les motiva en su mayoría "relajarme y eliminar estrés", seguido de "estar en forma", y las estudiantes por "estar en forma".
El grupo C, quienes son en su mayoría "amas de casa" practican gimnasia de mantenimiento. Aumenta el interés por "bienestar personal y salud", mientras que disminuyen otros como "estar en forma", "motivos estéticos" o sudar la camiseta".
El grupo D obtiene resultados muy similares a los anteriormente vistos.
4. Tiempo en llegarLos grupos A, B y C son los que más cerca perciben el lugar de ejercitación, así como los grupos A, C y D afirman tenerlo a menos de 30 minutos
Observamos la correlación positiva entre la frecuencia regular de asistencia y la cercanía al lugar de ejercitación. No obstante, hemos de decir que en algunos estudios al respecto (García Ferrando, 1990), se ha demostrado que aún siendo importante la distancia, no es el factor determinante o decisivo de la regularidad, existiendo otras variables como puede ser el nivel de motivación.
5. Tipo de actividad físicaSe evidencia el alto porcentaje de mujeres de C y D que practican G.M., así como la práctica de deportes por parte del grupo A. El grupo B es el que mayor variabilidad presenta en este sentido.
Los elevados porcentajes de mujeres que practican G.M. nos hacen pensar en ese tipo de programas, los cuales se ajustan a las necesidades de la gran mayoría por la gran oferta que existe: multitud de instalaciones deportivas, amplitud de horarios... de manera que cada cual elige en función de sus necesidades e intereses.
Es de destacar la presencia del inconveniente de las "lesiones" en el grupo A que practican "deportes", y en menor medida las que hacen "aeróbic".
Ello contrasta con otro elevado porcentaje que afirma no tener ningún inconveniente en aquellas que practica "deporte". En este grupo también consideran la "pereza como otro inconveniente sobre todo aquellas que practican "deporte" y dentro de estos, la natación.
El grupo B, también confiesa temer las posibles "lesiones", en aquellas que hacen "deporte".
No encuentran, por otro lado inconveniente alguno las que hacen "aeróbic" combinado con otro tipo de actividad, y "deporte" combinado con otra actividad.
Les da "pereza" a aquellas que hacen "G.M." exclusivamente y a aquellas que hacen pesas combinadas o no con otras actividades.
Si nos fijamos en los grupos de mayor edad principalmente en el D, observamos que es el grupo de la muestra que señala en mayor proporción "ninguno" como inconveniente.
Los grupos que en mayor proporción señalan el cansancio como desventaja son los más jóvenes (A-B), siendo menos acusado a medida que aumenta la edad.
Dado el tipo de actividad (principalmente deporte, aeróbic...) que practican dichos grupos, ello puede hacernos pensar en este tipo de respuesta. (Mayor gasto energético, esfuerzo físico elevado, fatiga física-psíquica).
En cuanto al inconveniente de "no me gustan algunas tareas"experimenta un ligero ascenso hasta C y cae en picado en D (3´03%, 13´15%, 20% y 7´89%). Esto es lógico teniendo en cuenta que los más jóvenes van a practicar aquel tipo de actividad física específico que más le guste para así conseguir sus objetivos, que como ya hemos dicho son: los deportes, el aeróbic, las pesas, correr... Por su parte los grupos de mayor edad practican aquello que se ofrece y se adapta a sus posibilidades, como son los programas públicos de G.M. Vemos pues la contraposición de la oferta privada y la oferta pública, cómo se relaciona directamente con el factor edad.
6. Los dos motivos inicialesDestaca la progresiva valoración con la edad del motivo del "bienestar personal y salud", así como el de "estar en forma", que aparece sobre todo en los grupos más jóvenes. También podemos subrayar la aparición de una forma equitativa del "relacionarse y ocupar el tiempo libre" en todos los grupos, lo cual puede deberse en cada edad a motivos diferentes.
Entre las causas de los resultados obtenidos podría estar la prescripción médica, que es la que en algunas ocasiones motiva a la iniciación en un programa de actividad física.
Aunque una de las explicaciones que puede resultar muy acertada es el hecho del constante bombardeo al que somos sometidos a través de los distintos medios de comunicación, sobre todo la televisión, con mensajes que magnifican el cuidado del cuerpo y el ejercicio físico como síntoma de salud y calidad de vida, unido a la imposición de unos dudosos cánones de belleza imperantes que obligan a buscar un cuerpo estilizado, armónico y en ocasiones casi anoréxico para ellas, y musculoso, atlético y vigoroso para ellos, de tal forma que el poseer dichas cualidades garantiza un cuerpo socialmente aceptado.
7. Los beneficios conseguidosDestaca por encima del resto el hecho de haber conseguido "estar en forma" en todos los grupos. Quizás sea lo que se espera de un programa de ejercicio físico: estar en forma; pero ¿Qué se entiende por este término? Quizá un compendio general de todo lo que se espera del deporte, que luego se especifica más detalladamente y que resalta como segunda respuesta el "sentirme sana".
Es de destacar que en el grupo C los beneficios que se colocan en 2º lugar prácticamente con idéntico valor son: "sentirme más sana, divertirme y relacionarme" sin dar importancia a la mejora del aspecto físico y a la ocupación del tiempo libre, mientras que por ejemplo en el grupo de mayor edad el 2º lugar es ocupado por "relacionarme con otras personas".
Podemos observar cómo se dan resultados un tanto contradictorios en los grupos de mayor edad, ya que en un principio comienzan la práctica por "salud y bienestar personal", lo cual no consiguen o no creen conseguir en la medida de lo esperado, y por contra no señalan esperar "estar en forma", y apuntan como beneficio efectivamente "estar en forma y más ágil" en un alto porcentaje.
8. Los dos inconvenientesLo más llamativo resulta ser que el grupo D no encuentra ningún inconveniente en la práctica.
Un dato que resulta de interés es el hecho de que el grupo C es el menos perezoso para acudir a su actividad, mientras que el resto sí señala ese inconveniente.
Por otra parte, este dato se corresponde con el hecho de que un elevado porcentaje acude 3 días a la semana. Podría tratarse simplemente de una cuestión de reconocer o no ese sentimiento de pereza en los diferentes grupos de edad.
También en relación a dicho grupo, a pesar de ser el menos perezoso, resulta ser el más intransigente en tanto en cuanto apunta como inconveniente el que "no me gustan algunas tareas". ¿Puede deberse al hecho de que en su mayoría practican G.M. y a la variabilidad de estos programas que dependen mucho del tipo de instalaciones donde se desarrollan así como de la orientación que le de el monitor en cuestión?
Análisis de algunas relaciones significativas sin considerar la edadHasta ahora se han comparado las respuestas dadas según las edades. Ahora, sin tener en cuenta las edades intentaremos analizar otras relaciones derivadas de los mismos datos obtenidos.
Gimnasia de mantenimiento-motivación inicial
La actividad más practicada entre las mujeres en la ciudad de León es la G.M., siendo el bienestar personal y salud lo más motivante.
Gimnasia de mantenimiento-beneficios
Como beneficio principal conseguido por aquellas mujeres que practican GM destaca el "estar en forma y más ágil" (61´53%)
Gimnasia de mantenimiento-inconvenientes
Un porcentaje elevado no encuentra ningún inconveniente (56´41%)
El principal inconveniente es "la pereza", pero en un bajo porcentaje (23´07%)
Salud-tipo de actividad física
El 80% de las mujeres que practican AF por salud realizan GM, siendo el resto de AF practicadas en bajos porcentajes
Salud-frecuencia
Del total de mujeres que practican AF principalmente por salud (70 mujeres), un 71´42% lo realiza 3 días a la semana
Salud-beneficios
El 65´71% de las mujeres que se motivaron inicialmente por salud, señala conseguir "estar en forma y más ágil" como el beneficio principal, seguido de "sentirse más sana" en un 42´85%
Salud-inconvenientes
La mayoría de las mujeres que practican por salud no encuentra inconvenientes en dicha práctica (68´57%)
El inconveniente principal es "la pereza", señalado en un bajo porcentaje (20%)
DiscusiónActualmente prima un concepto abierto de deporte. La práctica de Actividad Física se ha diversificado (Puig y Heinemann, 1991), con el nacimiento de nuevas prácticas deportivas (Laraña, 1993), y la expansión de las mismas a toda la población.
El deporte se ha convertido en un fenómeno social más (Cagigal, 1981) y considerado como producto de consumo en una sociedad donde el desarrollo tecnológico ha dado lugar al fenómeno de la popularización del deporte que se convierte en una forma de ocupación constructiva del tiempo de ocio y síntoma de calidad de vida y salud.
El protagonismo de la mujer en la sociedad ha ido en aumento en los diferentes ámbitos: trabajo, cultura... y cómo no: deporte. Sobre este tema ha tratado muchas investigaciones: Borreguero y colab. (1996); Buñuel (1986); Kollontai (1982); Marías (1990)...
Nuestro estudio coincide de forma notable con otros llevados a cabo por García Ferrando (1998), quien establece como motivo principal aquel que llama "la actividad física y la salud", el cual podemos equiparar al primero: "estar en forma" y al segundo: "bienestar personal y salud".
También este autor en 1986 afirma que "con la edad se acentúa la preocupación por practicar como pretexto para ejercicio físico y mantener la línea, y disminuye la influencia del componente lúdico, aunque también se incrementa con la edad el afán de relacionarse con los amigos", lo cual también aparece en los resultados de nuestro estudio, ya que en la franja de edad de más de 60 años, el 31´5% asegura comenzar la actividad con el fin de relacionarse con otras personas.
El mismo autor también establece una relación entre la edad avanzada y el ser ama de casa y la práctica de ejercicio físico para mantener la línea, aunque no aparece reflejado este aspecto en los resultados de los test, y ello puede haberse debido a la metodología de la recogida de los mismos, la relación personal con la muestra, o simplemente la comodidad de contestar a otro tipo de motivos que implícitamente conllevan esos motivos estéticos, como son los dos primeros: "estar en forma" puede sobreentenderse como estar bien físicamente, más estilizada, con un cuerpo acorde a los actuales cánones de belleza..., y "bienestar personal y salud" puede ser también una consecuencia de conseguir adelgazar o aumentar el tono muscular.
"Las mujeres se acercan al deporte con una mayor preocupación por la salud y por tratar de mejorar el aspecto físico" (García Ferrando, 1998). Puede ser que en relación con los hombres así sea.
"El resultado habitual en la literatura es que las mujeres suelen estar más interesadas por aspectos relacionados con la reducción de peso más que por la actividad física..." (Masachs, Puente, Blasco, 1994). Además, ello se da no solamente en las mujeres de mayor edad y amas de casa, sino también en las jóvenes, como establecen otros autores:
"Los individuos más jóvenes dan mayor importancia al aspecto físico como motivo para mantener el ejercicio físico", dicen Masachs, Puente, Blasco, 1994). Así, Eklund y Crawford (1994) en un estudio con una muestra de mujeres de 18-23 años, se obtuvieron relaciones directas entre la preocupación por el aspecto físico y las motivaciones para hacer ejercicio físico. Gill y Overdorf, 1993) afirman que una de las motivaciones con mayor peso en las mujeres de menor edad para la práctica física, es la apariencia, el aspecto físico. Así, las de menos de 31 años, valoran el reconocimiento de la forma física más que las de 31-40 años. Estos mismos autores dicen que las personas mayores se dedican a la práctica primordialmente por la salud, eliminar estrés y conseguir equilibrio psicofísico, lo cual resulta también haberse probado en nuestro estudio.
En nuestro estudio los resultados permiten deducir que la mejora del aspecto físico no es prioritaria como motivación inicial, y a medida que avanza la edad menos, en cuanto a verse beneficiadas en este sentido por la actividad física en todas las edades se reseña una pequeña mejora. Puede ser que la motivación estética se encuentre implícita en la motivación de mejorar la forma física, pero no es principal.
Volviendo a los resultados en relación con la salud, es importante destacar cómo los grupos de mayor edad son los que más valoran ese aspecto, tal y como también corroboran Gill y Overdorf en sus investigaciones (1993), así como que también destaca el hecho de que el grupo de mayor edad apunta el motivo de relación con otras personas en mayor medida que el resto (aunque los resultados son muy iguales), tal y como García Ferrando coloca en 2º lugar en su escala de motivos: "aumenta con la edad el afán de relacionarse con los amigos a través del deporte", progresión que también se observa en nuestras encuestadas.
En cuanto a los beneficios conseguidos, es importante que muchas de las encuestadas hayan obtenido beneficios no esperados en un principio, lo cual también aparece en investigaciones de Masachs... (1993): "La realización de ejercicio físico da lugar a la aparición de otros nuevos motivos, como los relacionados con la forma física, la salud, el afrontamiento de estrés y divertirse. Esto es importante, por cuanto permite identificar el tipo de consecuencias y de necesidades que debe experimentar un individuo para mantener un programa de ejercicio físico"
ConclusionesEn general las mujeres reconocen la AF como factor importante para la mejora de la salud y la forma física. Con la edad se valora más el factor salud y aumenta la motivación de relacionarse con otras personas.
Por otro lado, no obtenemos resultados concluyentes a cerca de una relación directa entre práctica de AF y preocupación por el aspecto físico (motivos estéticos). Aunque sea una motivación latente no es la primordial.
Además no se perciben en general, a ninguna edad, serios inconvenientes para la práctica de AF.
Podemos decir que existe una clara relación directa entre las siguientes variables: motivos de salud - práctica de gimnasia de mantenimiento - alta frecuencia de práctica - beneficio principal "encontrarse en forma" - no inconvenientes.
Enumeramos las conclusiones de una forma más específica a continuación:
La frecuencia semanal entre las mujeres que practican actividad física es, en general, muy elevada independientemente de la edad.
Hasta los 45 años hay una gran variabilidad en cuanto al tiempo que se lleva practicando actividad física.
De los 45 en adelante hay gran cantidad de mujeres que llevan más de 5 años practicando, probablemente debido al gran impulso que se está dando a la actividad física en relación a la salud y calidad de vida en los últimos años.
Nuestra población analizada se puede considerar muy tradicional dado el elevadísimo porcentaje de amas de casa, como único empleo de las mujeres a partir de los 25 años.
Entre las más jóvenes el tipo de actividad predominante es el deportivo, observándose una gran variabilidad hasta los 45 años, a partir de esta edad la G.M. es la actividad física predominante. Probablemente se debe no únicamente a la elección de las participantes, si no a la reducida oferta de actividades variadas organizadas para estos grupos de edad.
Las motivaciones más importantes en los dos primeros grupos de edad son el estar en forma y la salud, pero existe una gran variabilidad en los motivos que les llevan a realizar ejercicio físico. Sin embargo a partir de la mediana edad la razón de hacer ejercicio se debe fundamentalmente a mejorar la salud, relacionarse y relajarse.
Los beneficios conseguidos coinciden a todas las edades, todas se encuentran más en forma, se sienten más sanas y encuentran un lugar donde relacionarse y hacer amistades. En cuanto a la mejora de su aspecto físico, sólo el grupo de mayores de 60 años considera que se consigue poco.
Llama la atención que sea el grupo de mujeres de mayor edad el que encuentra que la práctica de actividad física no conlleva ningún inconveniente.
Bibliografía
BARBERO, J.L. Materiales de Sociología del deporte. Ed. La Piqueta, 1993, Madrid.
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revista
digital · Año 10 · N° 72 | Buenos Aires, Mayo 2004 |