La igualdad educativa en la interculturalidad. Hacia un perfil específico de la diversidad en Educación Física | |||
Profesor del Departamento de Educación Física de la Facultad de Humanidades y Educación Universidad de los Andes - Mérida |
José Rafael Prado Pérez jrpp@ula.ve (Venezuela) |
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"EL Deporte Unión de Culturas", Cancún, México, Mayo de 2004 |
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http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 10 - N° 72 - Mayo de 2004 |
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Es innegable que las sociedades no han estado inmersas hasta ahora en una cultura donde la diversidad, la aceptación y la amistad con personas con necesidades educativas especiales sea un acontecimiento normal y típico en la vida, pero las instituciones educativas y los docentes específicamente, tenemos las responsabilidad de asegurar que esta misma cultura no pase a las generaciones siguientes, pues podemos reforzar a través del desarrollo de nuevas prácticas pedagógicos, una idea más solidaria de la sociedad y de comunidad, que contribuya potencialmente a un cambio generacional positivo.
Para ello, el ideal de la escuela actual, exige abrirse cada vez más a la diversidad, ya sea cultural, de sexos, de religión de capacidades entre otras. Tanto la Educación común como la Educación Especial deben ir buscando progresivamente esta transformación, promoviendo este enfoque, suponiendo cambios en las actitudes y competencias de los profesores tanto en la educación general y especial, en la organización de los centros educativos y en la concepción del currículo adaptado a la natural diversidad del alumnado.
Estas nuevas perspectivas, exigen urgentes cambios en la formación del profesorado en general y en el caso que nos atañe, del profesional de la Educación Física, tradicionalmente preparado para una escuela y aula común. Se hace necesaria la formación de un docente en esta área que expanda su acción a la diversidad de potencialidades y limitaciones que están presentes en los alumnos.
Por otro lado como lo señala Yus Ramos (1997), estamos asistiendo a cambios en las diferentes esferas de la actividad humana los cuales se han producido en multitud de facetas, cada uno con un ritmo y unos antecedentes diferentes, pero que en conjunto, convergen en un cambio general de perspectivas, y de forma de contemplar la naturaleza y la actividad humana. En definitiva este autor, manifiesta que estamos asistiendo a lo que se conoce como cambio de paradigma.
Por supuesto, en este marco general de cambio de paradigma, en el que se reclaman nuevas formas de romper los determinismos sociológicos, la educación, como fenómeno social, está llamada a evolucionar en esa dirección, así pues, aunado a esto, a lo largo del siglo XX se fueron acumulando conocimientos suficientes, en las más variadas facetas de la actividad humana, como para considerar que se produjeron cambios importantes en la perspectiva de cada una de ellas. Estos cambios, que en principio pueden considerarse como paralelos, tienen suficientes puntos en común como para intuir la existencia de un proceso más general de cambio de paradigma.
La mayor parte de las reflexiones señaladas en torno a los cambios que se van produciendo a escala sociológica hacen también alusión a aspectos más o menos concretos del ámbito educativo, poniendo de relieve el enorme desfase existente entre la educación que se da actualmente en nuestras escuelas y los cambios que se van produciendo en el mundo, en todos los niveles. En contraste, como lo señala Yus Ramos, las reformas educativas que se van produciendo en países del mundo occidental no parecen haber reaccionado frente a la evidencia del cambio de paradigma. Pero este autor señala que llegó el momento de plantear una reforma radical, y ensayar nuevas formas de enfocar la educación, acordes con la nuevas características de estos cambios, no tanto para adaptar a la gente joven a un nuevo marco, sino para proporcionarles elementos que le ayuden a interpretar, participar críticamente, modular y recrear estos cambios, lo que supone una apuesta por su protagonismo y autonomía y, por lo tanto, por su libertad.
Es interesante señalar, que a pesar del aparente radicalismo y la imagen de un nuevo paradigma con que se presentan estas propuestas, es evidente que se recogen de una renovación pedagógica la cual han conducido entre otros pedagogos de reconocido prestigio del siglo XX entre los que podemos señalar Montessory, Dewey, Wallon entre otros cuyas teorías habría que contextualizarlas en este momento, de acuerdo con los acelerados cambios sociales que se han suscitado a finales del siglo XX e inicio del siglo XXI y que por supuestos nos conducen a un cambio de Paradigma.
Ahora bien, como lo señala Yus Ramos (op. cit.) los principales rasgos que han de caracterizar a la escuela actual ante estos cambio de paradigma son: El cambio de la cultura escolar androcéntrica y cartesiana, la orientación a la función de la escuela, el cambio de contenidos y su organización, la transformación del papel del profesorado y el alumnado, la revisión de la concepción del aprendizaje, la internacionalización de la educación, la extensión de la educación en el espacio y en el tiempo, educar para el futuro, el cambio de la estructura del sistema educativo y la igualdad educativa en la interculturalidad.
En cuanto a la igualdad educativa en la interculturalidad, es importante señalar que nos encontramos ante un proceso de avance de un nuevo tipo de sociedad denominada sociedad postindustrial, la cual ha aplicado esfuerzos para alcanzar el viejo ideal de la igualdad de oportunidades. Sin embargo, es importante destacar que esta loable aspiración no se esté cumpliendo, sino al contrario, se estén promoviendo desigualdades, entre las que destacan las de tipo educativo.
Por otro lado, aparece la denominada perspectiva comunicativa, que busca una igualdad educativa no uniformadora que incluya el igual derecho de cada persona y grupo a desarrollar sus propias diferencias.
Por lo anteriormente señalado, quiero enfatizar sobre el fenómeno del tratamiento de las desigualdades educativas y el concepto de diversidad, como reconocimiento de la diferencia, de la libre elección de itinerarios de formación para los diferentes colectivos o personas, sin embargo la sociedad que es parte de estas reformas de la enseñanza no sólo es diversa, sino que también es desigual. Frente a la idea de diversidad, la perspectiva comunicativa plantea el concepto de igualdad, que es global que aquélla, ya que incluye el igual derecho de todas las personas a elegir ser diversas y adecuarse en sus propias diferencias.
El sentido de la diversidadMargaret Wang, profesora y directora del centro de investigaciones de Temple University en Filadelfia sostiene que la educación en la diversidad es la correspondencia entre la necesidad de aprendizaje del alumno y los servicios educativos ofrecidos.
Considera esta investigadora que la aplicación del enfoque de una educación para la diversidad incluye: El éxito en el aprendizaje de los alumnos, el trabajo en equipos de los profesores y el personal relacionado con ello, la respuesta a los alumnos marginados y la coordinación del centro entre otros.
Por otro lado desde la perspectiva de la Educación Pública Gimeno Sacristán (1996), considera que las sociedades contemporáneas plantean la necesidad de atender las diferencias individuales y colectivas de los distintos individuos, culturas y grupos sociales. La escuela debe procurar construir puentes entre la cultura académica tradicional, la cultura de los alumnos y la cultura que se esta creando en la comunidad social actual.
A mi manera de ver el proceso de atención a la diversidad educativa y en especial la diversidad en la educación física especial, debe renunciar a un proceso homogeneizado que no existe en la escuela, respetando las diversas formas de vida y acción, de modo que los individuos construyan y reconstruyan el significado de sus experiencias, además la diversidad en los alumnos debe ser el punto de partida para fecundar creativamente nuevos procesos educativos.
Así mismo, Contreras (2001), catedrático de la Universidad de Castilla de la Mancha en España, plantea que el tratamiento de la diversidad en Educación tiene, como podremos comprobar, un amplio conjunto de perfiles que la configuran como un hecho complejo tanto en su comprensión como en su tratamiento. No obstante, una visión sobre esta nos ayudará a entender sobre este fenómeno.
La diversidad, es un concepto educativo postmoderno en referencia a individualizar, compensar y promover igualdad de oportunidades que viene a considerar como relevante desde el punto de vista de la circunstancia de ser diferente. Sin embargo, la diversidad en modo alguno se puede confundir con desigualdad ya que aquella no puede conducir a esta. La normalidad es precisamente la diversidad, lo normal es ser diverso o distinto.
En definitiva, la diversidad como problema educativo es un poliedro de varias caras que muestran como desigual encaje en la norma disciplinaria y el trabajo escolar, por una parte como un problema de acceso a las exigencias curriculares, por otra, como una variedad en los currículos diseñados por los centros y profesores. Por tanto, educar en la diversidad supone facilitar que en las instituciones educativas tengan cabida las diferentes capacidades, ritmos de trabajo, estilos cognoscitivos y de aprendizaje, motivaciones, etnias y valores culturales.
Pero aún podemos extender el concepto de diversidad más allá de la simple actuación que facilita el aprendizaje del alumno con ritmos de aprendizaje diferentes, la atención a la diversidad supone también un cambio del profesorado ya que tradicionalmente ha estado dominado por un trabajo Taylorizado lo que conlleva unas actividades normalizadas en cuanto a su contenido, tiempo de desarrollo, medios utilizados y nivel de exigencia requerido, lo que supone el establecimiento de patrones estandarizados del trabajo de los profesores.
En consecuencia, un punto importante por la cual se hace urgente es la formación de un profesorado competente para afrontar las diferencias, por ello hay que evitar que en nuestras Universidades, preparemos a los futuros profesionales de la Educación Física para una homogeneidad que no existe en la escuela. Es preciso, que en nuestro trabajo como docentes universitarios este presente un cambio de actitud y pensamiento para apreciar las competencias y no las incompetencias de las diversas personas. La formación del futuro profesional en el área de la Educación Física, ha de ser según mí criterio en definitiva, una preparación para el trabajo cooperativo, solidario e interdisciplinario, que permita la integralidad en grupos de trabajo.
Así mismo, se considera necesario establecer entre estos futuros profesionales, formas de trabajo que incorporen estrategias propias de cara a favorecer la atención a la diversidad, las cuales podrían centrarse alrededor de las siguientes cuestiones:
Debatir y lograr consenso acerca de lo que debe ser común para todos.
En relación a las tareas académicas una pedagogía de la diversidad no puede apoyarse en la homogeneidad de formas de trabajo, siendo preciso la utilización de técnicas alternativas.
A fin de que no se produzca un empobrecimiento en la enseñanza de los mejores a la vez que una desatención de los más lentos se requiere el dominio y la utilización de recursos didácticos a fin de fomentar el trabajo independiente y crear climas de cooperación entre los estudiantes.
Perfil específico de la diversidad en Educación FísicaRecientemente Siedentop (1998), afirma que , entre otras, los factores del contexto que influyen en la enseñanza eficaz son tanto el nivel escolar, ya que los menores necesitan más rutinas, como el grado de habilidad por cuanto que los niveles más bajos necesitan unos medios más estructurados y los más dotados una enseñanza más individualizada.
En la misma línea de pensamiento Sánchez (1984), establece diferencias individuales entre los alumnos de Educación Física en relación a la habilidad motriz y la condición física, según este autor, el conjunto de alumnos que pueden resultar en una clase es bastante heterogéneo.
Por otro lado, en la tesis doctoral de Royo Gracia (1997), se afirma que la agrupación por edades no es la mejor de las clasificaciones en Educación Física, a la vez que sugiere el pleno vigor del principio de adecuación a los estímulos como base metodológica de la adecuación a la diversidad.
En consecuencia, se hace necesario una mayor atención a la diversidad en nuestra asignatura que tenga en cuenta los principios señalados con anterioridad, es decir, una Educación Física alternativa que opere un profundo cambio en modos de actuación que vaya desde una inversión de los valores tradicionales de la misma hasta el propio detalle de las actividades realizadas en la escuela.
Es importante señalar que existen valores predominantes que se alzan en el centro de la tradición de la materia como es el caso de la concepción de la persona basada en la idea de hombre-máquina que da lugar a una Educación Física de corte mecanicista, en la que el cuerpo juega un papel meramente instrumental al ser considerado como una máquina sumisa que ha de responder al aumento del rendimiento deportivo, al sufrimiento en pro de los cánones de bellezas, o simplemente como receptáculos saludables del intelecto.
Otro valor predominante en Educación Física ha sido el individualismo del que el deporte ha sido su máximo servidor a través de la competición, que proclama el ideal de los más fuertes, de las élites. A tal fin se consagran las diferencias individuales.
En este mismo orden de ideas, la Educación Física tradicional ha enarbolado valores tales como combatividad, agresividad, control de la emociones, fuerza etc. Una asignatura así concebida por y para élites, en este caso motrices no es raro que inhiba de su práctica a muchos alumnos en una especie de fracaso escolar en Educación Física. De forma diferente, la Educación Física de la Postmodernidad ha de sustituir su concepto de hombre-máquina por aquel otro donde se dan cita los aspectos biológicos, psíquicos y sociológicos alrededor de una idea de globalidad y unidad del cuerpo humano.
En suma, una Educación Física que prime la idea de solidaridad por encima del individualismo, que incorpore valores como la afectividad, expresividad, estética, de tal forma que no se valore sobre todo la eficacia y el resultado sino que se ponga el acento en el propio proceso de enriquecimiento como experiencia humana de relación.
En esta posición de la nueva Educación Física se necesita de una especial atención la idea de prácticas diversas o alternativas en cuanto a la función compensadora de las desigualdades de origen, que propicien experiencias corporales positivas en función por supuesto de las distintas capacidades del ser humano.
A lo anterior cabe añadir que, el actual reto de la diversidad enfrenta la escuela a situaciones que parece tender a obviar situaciones de crecimiento "real" de los alumnos. La escuela tradicional se fundamentaba en un pretendido modelo único al que debían adaptarse los alumnos, independientemente de su procedencia, modelo que era cuestionado socialmente. En cualquier caso, los alumnos que no podían o no querían adaptarse a dicho modelo eran apartados más o menos sutilmente del sistema.
Se trataba, en consecuencia, de un modelo que pretendía evitar conflicto y ponerle un freno al propio crecimiento personal del alumno.
La postura a lo anteriormente señalado, es que la escuela actual no puede seguir moviéndose bajo el paradigma de la homogeneidad. Debe asumir la diversidad por las razones siguientes:
Por ser un enfoque eficaz para alumnos que presentan características diferentes en su aprendizaje.
La realización de una educación para la diversidad se consigue mediante una enseñanza que utilice estrategias distintas.
Por desarrollar opciones de aprendizajes alternativas tales como: Aprendizajes tutoriales, programas de educación no formal e informal dentro de la institución.
Por los cambios en la conceptualización en las diferencias individuales debido entre otras cosas por los avances en la psicología cognitiva y en la investigación pedagógica, didáctica y curricular sobre los procesos que se producen en el aula.
Las diferencias individuales ahora no se consideran estáticas, sino susceptibles a modificación, antes de iniciar el proceso de enseñanza o como parte del mismo.
Las diferencias individuales permiten reconocer el acierto de proponer y practicar en las instituciones educativas enfoques de una Educación en y para la Diversidad.
Este enfoque pretende proporcionar a cada alumno experiencias de aprendizaje que le ayuden a conseguir los fines educativos que deseen.
Educar en la diversidad, entonces implica tener presente en el desarrollo del sistema de contenidos conceptuales y procedimentales necesarios para la resolución de problemas.
Un proceso docente que tenga en consideración en la medida de las posibilidades de adecuar la intervención y responda a la diversidad de capacidades, intereses, motivaciones y estilos particulares de enseñanza aprendizaje a las características de cada alumno.
La extensión y expansión de los proyectos educativos institucionales innovadores que respondan a la diversidad de los alumnos.
Utilización de estrategias alternativas e innovadoras para la enseñanza y la oferta de múltiples opciones curriculares y proponer las adecuadas adopciones a través de las adecuaciones curriculares, administrativas, organizacionales, pedagógicas, didácticas, de formación docente…
Este enfoque como reto educativo, político, administrativo y cultural supone la búsqueda de soluciones para responder a una realidad socio-educativo con seres por naturaleza diversos.
Consideraciones finalesFinalmente, y como consecuencia de lo planteado anteriormente, estamos viviendo un escenario educativo con nuevas características que se traduce como lo señala Arroyave (2003) en la convivencia de grupos cada vez más heterogéneos.
Del mismo modo, el derecho a la igualdad social y educativa, el respeto a las características personales, de raza, etnia o religión exigen cada vez más una educación integradora, inclusiva que de respuesta y respeto a la diversidad.
La educación física debe responder al principio de igualdad y de equidad, ofreciendo las mismas oportunidades educativas a todos los alumnos, teniendo presente que cada uno tiene sus necesidades y potencialidades particulares.
La idea fundamental es buscar en el horizonte la igualdad educativa estableciendo un perfil específico de la diversidad en educación física. La meta entonces es formar en y para la diversidad no hay manera de hacerlo sólo desde la teoría, desde la formación aislada de cada profesional que interviene, sino que se deben establecer las estrategias que lleven a ello, y una de las que acá abordamos en este magno evento es el camino hacia un perfil específico de la diversidad en educación física.
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revista
digital · Año 10 · N° 72 | Buenos Aires, Mayo 2004 |