Evaluación de los factores de riesgo cardiovascular en una población practicante de spinning |
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Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. (España) |
Raúl Moreno López amruca@yahoo.es |
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http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 10 - N° 71 - Abril de 2004 |
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IntroducciónEl spinning, rpm o sprint cycle, entre otras denominaciones, es una práctica colectiva relativamente nueva, de las salas de fítness (algunos vienen a orientar sus inicios a finales de los años 80 en el ámbito anglosajón). Junto con el aeróbic está convirtiéndose en uno de las clases "estrella" y de hecho, la demanda que tiene allí donde se instaura, es sorprendente.
Actualmente es masivamente practicado en Estados Unidos y Sur América, siendo una técnica muy completa a nivel cardiovascular y para la tonificación muscular.
Esta actividad consiste en la realización de ejercicios a diferente intensidad, sobre la bici, al ritmo de la música, así como ejercicios de fuerza: como trabajo de tonificación de extremidades superiores, cintura escapular y fortalecimiento abdominal, principalmente. Todo con una gran preocupación por la corrección postural.
Permite llegar a imitar un recorrido real sobre una bicicleta, ya sea de carretera o de montaña, estando totalmente protegidos de las inclemencias del tiempo o del tráfico, así como el permanecer en un entorno cómodo y conocido como es la sala de fítness (Erenia, 2002).
Personas de todas las edades prueban esta experiencia y muchas de esas personas acaban, no sólo repitiendo, sino adhiriéndose a una práctica regular de dos, tres e incluso a veces más sesiones a la semana.
No dudamos, en ningún caso, de los beneficios para la salud que tiene la práctica regular de actividad física. Sin embargo, no debemos olvidar la importancia de una valoración antes de comenzar cualquier programa de condición física, de nuestro estado de salud.
Como hemos comentado, personas de todas las edades, participan en esta práctica tan innovadora que, (a partir de ahora y en adelante), denominaremos "spinning" uniformemente. Además, no sólo de todas las edades, sino con casi cualquier estado de forma. Y es precisamente ahí donde encontramos la problemática, ya que no a todo el mundo se le puede dar la misma receta.
En algunos centros y salas de fitness se establecen "niveles" a los que las personas tras una valoración objetiva por medio de una prueba de esfuerzo, se introducen en el grupo y nivel que corresponde con su situación; sin embargo, también encontramos esa incorporación a diferentes niveles de acuerdo con una autovaloración subjetiva, teniendo en cuenta la autopercepción del estado de salud propio. Es aquí donde podemos encontrar problemas.
Situación de la práctica de spinningHemos realizado un sondeo a un gran número de centros deportivos, tanto a nivel nacional como regional, especialmente, centrándonos en la figura de las actividades colectivas organizadas que, sin lugar a dudas, son el principal atractivo con el que, hoy en día, cuentan los centros deportivos y gimnasios para atraer a sus clientes.
Ya no se vende la imagen del gimnasio dedicado única y exclusivamente a la musculación y, especialmente, al culturismo. Actualmente la práctica de actividad física se ha extendido a todos los sectores de la población y, como no podía ser de otra manera, existen diferentes gustos y preferencias; pero si algo tiene una aceptación casi masiva son las actividades colectivas.
El SPINNING es una de ellas, pero es relativamente nueva en nuestro país. Muchos centros de España ofrecen, entre sus actividades colectivas organizadas, spinning, como una más.
Pero, en cualquier caso, si comparamos el número de gimnasios existentes en nuestro país (en torno a 5000), con respecto a la cantidad de los mismos que ofrecen spinning, encontramos que aproximadamente es un 10% los que así lo hacen, mientras que otras actividades como aeróbic se aproximan al 90% de estos centros deportivos (obviamos la existencia de gimnasios dedicados a artes marciales exclusivamente o bien a musculación -que son los menos- de manera única).
Si tomamos las capitales de provincia de Castilla -La Mancha, encontramos un porcentaje elevadísimo, prácticamente el 95% de dichos centros ofrecen una o varias actividades colectivas tal como pueda ser aeróbic, step, clases de mantenimiento… Pero, en lo que al spinning se refiere la oferta se reduce en torno al 12%, ya que de 30 centros deportivos y gimnasios censados, apenas 5 ofrecen esta actividad.
El Spinning en los gimnasios españoles
Gráfico 1. El spinning en los gimnasios españoles. No está demasiado difundido actualmente, pero va creciendo progresivamente su ubicación
En la encuesta realizada a estos centros hemos encontrado los siguientes resultados:
A la pregunta de si cualquier persona puede acceder libremente a la práctica de spinning, todos nos contestaron que sí.
A la pregunta de si existen diferentes niveles para la práctica de esta actividad, todos nos contestaron que no.
Finalmente, a la pregunta de si realizan pruebas de esfuerzo a personas que comienzan a practicar spinning, o tienen esta intención, todos nos contestaron que no.
Estos resultados, más que representativos de la realidad existente, nos muestran una grave situación con la que hemos de ser muy cuidadosos y fomentar la profesionalidad en todos los centros deportivos, ya que no nos jugamos clientes, sino personas.
Continuando con este hecho, lo que nos interesaba, no sólo es conocer la difusión del spinning en nuestra región que, como vemos no es demasiada; también, y lo que más interés puede tener para nosotros, es el tratamiento que de esta actividad se realiza. Es decir, estamos hablando de la "supuesta libertad" de acceso a la misma por parte de cualquier persona. Esto que puede parecer "seudo censura" no es así, ya que nos referimos a una delicada cuestión de salud.
Partimos de la clara y real existencia de diferentes niveles de condición física entre la población. Este hecho tan conocido y tan normal, no es tenido en cuenta a la hora de acceder a una actividad colectiva.
Si nos centramos en el spinning, también es así: no se tiene en cuenta el estado de condición física para establecer unos niveles que, de una manera progresiva, permitan ir accediendo a esta actividad en cuanto a intensidad y volumen.
Si esto es así con personas que "sólo" tienen una variedad de condición física, es decir, no presentan problemas de ningún tipo a nivel de salud, ¿qué sucede con esas personas que se incorporan a un gimnasio y tienen algún problema de salud?
Dentro de esas personas podemos encontrar aquellas que conocen esos problemas de salud y otras que, sin llegar a ser problemas de salud, no conocen la existencia que puede haber, con respecto a sus hábitos y estilo de vida, de determinados factores de riesgo cardiovascular.
Es aquí precisamente donde queremos hacer gran hincapié, ya que, si peligroso es someter a una persona con bajo nivel de condición física a una actividad de intensidad variable y, en cualquier caso, no adecuada a dicho nivel físico, más peligroso será el hacer lo mismo con una persona que, además, tenga algún problema de salud o factor de riesgo; siendo extremadamente peligroso dicho tratamiento con personas que desconocen su situación real de salud.
Método
En un centro deportivo privado, donde se lleva 2 años ofreciendo la actividad organizada colectiva de "spinning", se efectuó una encuesta para detectar posibles factores de riesgo cardiovascular en la población practicante.
Lo primero es hablar sobre qué entendemos por "factor de riesgo cardiovascular". Las enfermedades del corazón son la principal causa de muerte en los últimos años en la sociedad moderna (a finales de los años 80, más de 500.000 personas morían ya cada año debido a enfermedades coronarias, según el American Heart, Associatión, 1988)
Según el ACSM (American Collage of Sport Medecine), (1991), los factores primarios de riesgo coronario son:
Hipertensión: PS >140 mmHg o PD >90 mmHg (con o sin medicación antihipertensiva).
Hiperlipidemia: > 200 mg/dl; colesterol total unido a HDL < 35 mg/dl o colesterol total Unido a LDL > 130 mg/dl
Tabaquismo (fumador actual o haberlo sido en los últimos seis meses).
Glucosa en ayunas: 110 mg/dl.
Historia de cardiopatía isquémica en familiares < 55 años.
Obesidad (IMC > 30 kg/m2 o cintura > 100 cm).
No cumplir con las recomendaciones oficiales (el ACSM recomienda realizar al menos 3 horas de actividad física a la semana)
Al respecto Heyward, (2001) nos realiza otra clasificación en función a la importancia de estos factores de riesgo cardiovascular:
Factores de riesgo principales:
Hipertensión.
La hiperlipidemia.
El hábito de fumar.
Factores de riesgo secundarios y que no pueden controlarse:
La edad (ser hombre de más de 45 años o mujer de más de 55 años).
El sexo (se muestra una mayor mortalidad en hombres por enfermedad coronaria que en mujeres).
La raza (según Heyward, 2001, el índice de mortalidad por enfermedad coronaria es más alto entre las personas de raza negra que entre los blancos).
La herencia.
Factores de riesgo secundarias y que pueden controlarse:
Obesidad.
Diabetes mellitus.
Niveles altos de ácido úrico.
Inactividad física.
Así hemos efectuado un sencillo modelo de encuesta donde se han reclutado cada uno de los puntos anteriores, para recoger tanto factores de riesgo cardiovascular, como posibles problemas a la hora de practicar actividad física, en general, y spinning en particular.
Muchos autores han querido estudiar de uno u otro modo los hábitos de la población en práctica de actividad física, y lo han hecho de diferentes modos. Así Tuero, Márquez y De Paz (2000), plantean un análisis sobre un cuestionario de actividad física en el tiempo libre, buscando fundamentalmente la relación directa entre la práctica regular de esta práctica regular y la reducción de padecer enfermedades coronarias.
Nosotros hemos diseñado nuestro propio modelo de encuesta, solicitando datos referentes a los factores de riesgo cardiovascular, así como cualquier problema que pudiesen presentar para efectuar práctica deportiva.
El modelo de encuesta, la cual era totalmente anónima, estaba estructurado en cuatro bloques:
Primer bloque, constituido por datos de filiación principalmente.
Segundo bloque, solicitaba fundamentalmente los datos que nos permitían clasificar a los sujetos de acuerdo con su nivel de práctica habitual de actividad física en general y "spinning" en particular.
Tercer bloque, formado por el cuestionario PAR-Q.
Cuarto bloque, datos sobre información directa acerca de posibles factores de riesgo. (Adaptación del Cuestionario de Aptitud para el ejercicio físico -C-AEF-) (ACSM, 1999).
La encuesta fue solicitada a todos aquellos que, en el centro deportivo, practicasen con cierta regularidad spinning, de forma que pudiésemos detectar en este grupo personas que, sin saberlo, o sabiéndolo, tuviesen riesgo de padecer alguna enfermedad cardiovascular; así como aquellos que practicasen, conociendo la existencia de dicha enfermedad.
Resultados
Sujetos encuestados
El cuestionario fue rellenado por un total de 51 sujetos (33 hombres y 18 mujeres), de donde se obtuvo los siguientes datos.
De esas 51 personas, en general, encontramos a 17 con algún factor de riesgo cardiovascular (12 hombres y 5 mujeres):
14 sujetos tenían 1 factor de riesgo cardiovascular.
1 sujeto tenía 3 factores de riesgo cardiovascular.
2 sujetos tenían 2 factores de riesgo cardiovascular.
7 sujetos tenían además de sobrepeso (ninguno de los sujetos presentaba un IMC por encima de 30 que hubiera supuesto obesidad), algún factor de riesgo cardiovascular.
En el caso de 9 personas, presentaban problemas articulares que podían influir negativamente en el desarrollo de actividad física con normalidad.
3 de los sujetos que no cumplen las recomendaciones oficiales de práctica de actividad física semanal (3 h/semana), presentaban sobrepeso y algún otro factor de riesgo.
Eso es en lo que se refiere a los factores de riesgo cardiovascular de la población que, en este centro deportivo, se somete a práctica regular de spinning.
En la encuesta se solicitó que los sujetos estableciesen el tiempo de práctica de actividad física que llevaban realizando, clasificándolos en aquellos que llevaban más de 6 meses practicando y aquellos que llevaban menos de 6 meses de práctica (no ya spinning, sino actividad física general).
De todo el grupo, 38 sujetos (23 hombres y 15 mujeres) llevaban más de 6 meses practicando actividad física regular (recordemos que en este nivel podemos catalogar a la población, dentro del Modelo de los Estados de Cambio, de "Mantenimiento"); y 13 sujetos (10 hombres y 3 mujeres) llevaban menos de 6 meses practicando actividad física regular.
Tiempo de Práctica A.F.
En cuanto a la frecuencia semanal de esa práctica de actividad física regular, hemos diferenciado entre el número de horas que por semana se realiza y el número de días en los que esas horas se distribuyen. Esto lo hemos hecho con la intención de descubrir a sujetos que se pegan "la paliza" en días concretos, para luego no volver hasta la semana siguiente (lo cual no es adecuado).
Recordemos, primeramente, que hemos encontrado a 3 personas que no cumplen con las recomendaciones oficiales de práctica de actividad física regular (3 h/semana).
La media del grupo al completo fue de 3,8 horas/semana, repartidos en 3,3 días de media/semana; siendo de 3,9 horas/semana (en 3,4 días/semana) para los hombres y de 3,8 horas/semana (en 3,1 días/semana) para las mujeres.
Este dato arroja que, en general el grupo practica una media de 1,15 horas/día; que los hombres practican una media de 1,14 horas/día y que las mujeres lo hacen 1,22 horas/día.
Días de Práctica por semana
En cuanto a la diferenciación con aquellos que pertenecen al grupo de "mantenimiento" (más de 6 meses de práctica) su media se situaba en 3,9 horas/semana (repartidos en 3,4 días a la semana) (igual que el grupo), siendo para los hombres de mantenimiento de 4,09 horas/semana (en 3,6 días/semana) y para las mujeres de 3,6 horas/semana (en 3 días/semana)
Este dato permite extraer que el grupo que ha practicado más de 6 meses actividad física regular, lo hace por 1,14 horas/día. Así los hombres de este grupo, practican cada día una media de 1,13 horas/día de práctica; y las mujeres 1,2 horas/día de práctica.
El subgrupo que llevaba practicando menos de 6 meses de actividad física regular, derivó en una media de 3,7 horas/semana en una media de 3 días por semana (1,23 horas/día de práctica); 3,5 horas/semana para los hombres (en 3,6 días/semana, lo que hace una media de 0,97 horas/día de práctica) y 4,6 horas/semana para las mujeres repartidos en 3,6 días/semana, lo que supone una media de 1,13 horas/día de práctica (muy por encima de la media de su subgrupo y muy por encima de la media del grupo en general, lo cual, primeramente, nos puede hacer pensar que estas mujeres que llevan menos de 6 meses de práctica regular de actividad física, pueden estar excediéndose).
Horas media de práctica A. F.
En cuanto al tiempo de práctica de spinning, el grupo ha practicado esta actividad por una media de 6,9 meses y con una frecuencia semanal de 1,9 horas/semana.
Al respecto las mujeres tuvieron una antigüedad media de 7 meses, con una frecuencia semanal de 2 horas/semana.
En los hombres disminuía la antigüedad hasta 6,8 meses y también 2 horas/semana de práctica.
En cuanto al grupo que llevaba practicando más de seis meses de actividad física, su antigüedad media era de 7,8 meses y de 2,1 horas/semana regular de práctica de spinning. Los hombres de este grupo tenían una antigüedad superior (8,2 meses) y una práctica de 2,1 horas/semana; mientras que las mujeres, por debajo de la media grupal, con una antigüedad de 7,4 meses, regularmente practicaban de media 2,1 horas/semana, igual que sus compañeros del otro sexo.
Aquellos sujetos del grupo que llevaba practicando menos de seis meses de actividad física, la media, en relación al anterior grupo, es algo inferior (4,1 meses de antigüedad y 1,5 horas/semana de práctica regular de spinning). En este grupo, los hombres, tienen una antigüedad media de 4,2 meses, y las mujeres de 4 meses; con una práctica regular de 1,6 horas/semana y 1,3 horas/semana respectivamente.
Un dato curioso, no íntimamente relacionado con la práctica de actividad física, pero de una influencia considerable en cuanto a la repercusión que la misma pueda tener, sin conocerlo, para nuestra salud, es el hecho que del grupo en conjunto de las personas que realizaron la encuesta y que, por tanto, practicaban spinning, 26 sujetos se habían realizado la última analítica hacía más de 1 año (25 sujetos, hacía menos de un año que se habían hecho una analítica).
De todo el grupo los hombres (33 sujetos), 16 sí se habían hecho la analítica en el último año y 17 hacía más de un año; las mujeres (18 sujetos), 9 sujetos hacía menos de un año de su última analítica y 9 sujetos hacía más de un año.
Como resultados a destacar, siendo representativo de la población a la que hemos sometido a estudio, obtenemos que el 33,3% de los sujetos que han realizado el cuestionario, tenían algún factor de riesgo (23,52% hombres y 9,80% mujeres).
En este orden de aspectos, sin llegar a ser un factor de riesgo, pero sí un problema, hemos encontrado que el 23,5% de la población encuestada presentaba sobrepeso (de acuerdo con el cálculo de su IMC y que el 17% del grupo tenía algún problema articular que le impedía llevar con total normalidad un programa de actividad física (en este caso, son las mujeres las que se encuentran por encima de los hombres, ya que de esas 9 personas, presentan problemas articulares 7 mujeres y 2 hombres).
De la población encuestada, el 49% se había efectuado una analítica en el último año (64% hombres y 36% mujeres); y un 51% hacía más de un año que se había hecho la última analítica médica (65% hombres y 35% mujeres)
Conclusiones
A la vista de los resultados obtenidos, cabe destacar la existencia de un elevado porcentaje de la población encuestada que practica spinning de manera libre padeciendo algún factor de riesgo cardiovascular. Según Serra ( ) una valoración médica previa a la prescripción de ejercicio físico es importante y deseable, pese a que su realización no sea un requisito imprescindible.
Al respecto, encontramos que son los hombres los que mayor porcentaje de existencia de riesgo cardiovascular presentan del grupo (23,52%); mientras que, en el caso de las mujeres, se reduce considerablemente (9,80%).
En este sentido, el factor de riesgo más repetido es el tabaco, ya que el 35% de la población encuestada afirmaba fumar o haberlo hecho en los últimos seis meses (21% hombres y 13% mujeres). Este dato se asemeja a un estudio donde se revelaba que el 54% de los hombres y el 31% de las mujeres en la región de Murcia eran fumadores habituales (Torno, Naunamo, Chirlaque, 1992)
No nos quedamos ahí, sino que de la población encuestada, encontramos que prácticamente la mitad, hace más de un año que no se han efectuado una analítica médica.
Coincide que la mayor parte de la población encuestada que ha aportado información sobre posibles factores de riesgo cardiovascular, sí se ha efectuado una analítica médica. Por lo que podemos hacer referencia a esa otra mitad de la población encuestada que, al no haberse efectuado en el último año (por lo menos) una analítica médica, pueda contener a más personas que estén practicando spinning con algún factor de riesgo sin conocerlo, lo cual es mucho más grave.
En lo que se refiere a la práctica de actividad física regular, el grupo en general, cumple totalmente con las recomendaciones oficiales (en concepto de cálculo de media y salvo las excepciones comentadas), sin existir diferencias significativas en la práctica de hombres con respecto mujeres y del grupo de práctica inferior a seis meses con respecto al grupo de práctica regular superior a seis meses.
Sólo hemos encontrado un dato significativo a destacar y es que, en el grupo femenino que lleva practicando menos de seis meses de actividad física, el tiempo medio es considerablemente superior al del resto del grupo en general y cualquiera de los otros subgrupos en particular. Una de las posibilidades con las que nos enfrentemos sea esa tendencia a "pasarse" al comienzo del inicio de cualquier programa de actividad física, para luego ir disminuyendo en dicha práctica.
El hecho de haber encontrado un elevado porcentaje de la población que sabiéndolo, o no, que padecen riesgo de enfermedades cardiovasculares y están practicando spinning con regularidad y sin control previo, nos insta a establecer la necesidad de un control inicial que permita el establecimiento de niveles de práctica para este tipo de personas.
Si no se establecen niveles de práctica, cuanto menos es recomendable pasar cuestionarios como el que nosotros hemos diseñado con el objeto de conocer su situación de salud (posibles riesgos) previo a someterse a una práctica que, no teniendo por qué ser peligrosa, pueda suponer riesgo para la salud.
En este sentido, Vázquez (2000), se refiere a la sugerencia realizada por el ACSM (Colegio Americano de Medicina de la Salud) en torno a la necesaria guía por parte de profesionales en la práctica de actividad física cuando existan dos o más factores de riesgo cardiovascular.
Del mismo modo, existe una enorme responsabilidad por parte de los centros deportivos a los que las personas acuden a "encontrarse con la salud" quizás perdida, o sencillamente desean tener una mejora en la calidad de vida. Así Serratosa (2000), se refiere al ACSM y al AHA (Sociedad Americana del corazón) mencionando que estos en 1998 recomendaban que todos los nuevos usuarios rellenasen un cuestionario de salud en el que se preguntase tanto sobre antecedentes de enfermedad cardiovascular y síntomas relacionados, como sobre la existencia de factores de riesgo cardiovascular.
Por otro lado, es totalmente recomendable efectuarse un reconocimiento médico con su analítica correspondiente, cuanto menos una vez al año y, por supuesto, previo al inicio de cualquier programa de actividad física que vaya a implicar un esfuerzo de naturaleza diversa. Este hecho no ha sido tenido en cuenta por la población a la que se le ha efectuado la encuesta, existiendo un gran porcentaje de la misma, que no conoce realmente su estado de salud.
Bibliografía
ACSM (1999). MANUAL ACSM PARA LA VALORACIÓN Y PRESCRIPCIÓN DEL EJERCICIO. Ed. Paidotribo. Barcelona.
ERENIA LÓPEZ, M. (2002). Spinning un ejercicio completo, muy de moda. Revista digital Estilo de Vida. 13-5-02 (http://www.elpanamaamerica.com).
HEYWARD, H.V. (2001). EVALUACIÓN Y PRESCRIPCIÓN DEL EJERCICIO. Ed. Paidotribo. Barcelona.
SERRA GRIMA, J.R. PRESCRIPCIÓN DE EJERCICIO FÍSICO PARA LA SALUD. Ed. Paidotribo. Barcelona.
SERRATOSA FERNÁNDEZ, L. (2000). El reconocimiento cardiológico previo a la práctica deportiva. Centro de Medicina del Deporte. Madrid.
TORNO HAZ, M.J; NAUAMO SÁNCHEZ, C; CHIRLAQUE LÓPEZ, M.D y PÉREZ FLORES, D. (1992). Factores de riesgo cardiovascular en la Región de Murcia. Revista Española de Salud Pública. Nº 92. Noviembre - Diciembre.
TUERO, C; MÁRQUEZ, S y DE PAZ, J.A. (2000). Análisis de un modelo de Cuestionario de Valoración de la Actividad Física Durante el tiempo Libre: Minnesota Leisure Time Physical Activity Questionnaire. Revista digital Efdeportes. Año 5 - noviembre, nº 27. Buenos Aires.
VÁZQUEZ BLANCO, M. (2000). Factores de riesgo cardiovascular. Control sobre los factores de riesgo cardiovascular. Revista Medicina. Vol. 60. (Supl. 1). Pp. 78-84. Buenos Aires.
Agradecimientos
Este estudio se ha podido realizar gracias a las directrices de la Dra. Susana Aznar de la Facultad de Ciencias del Deporte de Toledo.
revista
digital · Año 10 · N° 71 | Buenos Aires, Abril 2004 |