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Valoración cualitativa de la prueba de esfuerzo

   
Servicio de Apoyo al Deportista del
Centro de Tecnificación de Alicante.
Consellería de Cultura, Educacio
i Esport de la Generalitat Valenciana
 
 
Raúl P Garrido Chamorro
Marta González Lorenzo

raulpablo@terra.es
(España)
 

 

 

 

 
    Cuando desde un Servicio de Medicina Deportiva damos una valoración a una prueba de esfuerzo, en el 90% de los casos nos centramos en parámetros medibles: como el Vo2max, el Vo2Umb, la frecuencia cardiaca máxima, o la frecuencia cardiaca umbral. Estos datos son los que normalmente trasladamos a los preparadores físicos que nos rodean, desperdiciando en muchas ocasiones la valoración cualitativa de dicha prueba. En este artículo, vamos a intentar explicar la importancia que tiene esta valoración cualitativa y la información que de ella podemos extraer de cara a nuestro entrenamiento.
 

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 10 - N° 71 - Abril de 2004

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Introducción

    Cuando un preparador físico requiere la realización de una ergoespirometría, normalmente sus preguntas se centran en los valores cuantitativos de sus umbrales, sin prestarle excesiva atención a la cualidad de la curva, que su deportista está describiendo. Esto quizás, se debe a que la utilidad buscada de la prueba de esfuerzo se limita a las frecuencias cardiacas y los tiempos de paso, para la programación de sus entrenamientos. Desde nuestro Servicio de Apoyo al Deportista, pensamos que ésta cualidad de la curva es sumamente importante tanto para la valoración de un deportista, como para la planificación de sus entrenamientos. De esta creencia surge este artículo, en el que intentamos explicar la cualidad de la curva de esfuerzo, para que pueda ser útil en las planificaciones futuras de los entrenamientos de nuestros deportistas. No voy a entrar en la forma en que deben de ser mejoradas estas cualidades, ya que creo que como médico no competen estas facetas al ámbito de mi profesión. Pero sí creo importante para un preparador físico, conocer no sólo el punto en el que cambia el tipo de ejercicio su pupilo, sino también como se comporta su pupilo en ese estadio. Esta información de la adaptación o no al trabajo puede serle de utilidad a la hora de planificar sus entrenamientos.


Valoración cuantitativa de la ergoespirometría

    Vamos a empezar describiendo la ergoespirometría con sus puntos cuantitativos, para posteriormente centrarnos en la valoración cualitativa de la misma.

    La ergoespirometría es una técnica médico-diagnóstica, que consiste en la monitorización cardiaca y gasométrica durante una prueba de esfuerzo. La prueba de esfuerzo se puede realizar con distintas técnicas:

  1. El remorgómetro, donde se valora tanto la importancia del tren inferior, superior y del tronco. Es muy específica de los remeros y piragüistas.

  2. En segundo lugar, tenemos el cicloergómetro, que en sus orígenes fue muy usada debido a la poca parasitación del electrocardiograma pero que con las mejoras técnicas ha sido sustituida por el tapiz rodante. En la actualidad esta técnica esta restringida a ciclistas y triatletas.

  3. En tercer lugar, tenemos las pruebas sobre tapiz rodante que consisten en una cinta, que mediante variaciones de pendiente y velocidad nos permite valorar las distintas zonas de esfuerzo de nuestro atleta.

  4. Otros sistemas menos frecuentes son las ergómetros en piscina, los ergómetros de tren superior o los usados en deportes para-olímpicos.

    Para aclarar mejor los valores cualitativos y cuantitativos de la prueba de esfuerzo, realizamos los test siguiendo el protocolo de Wasermann. Éste consistente en incrementos de velocidad de 1 Km/hora cada minuto, con una pendiente constante del 1%, para simular las condiciones de rozamiento de la pista y del viento. Nuestro protocolo parte de 7 Km/h. Durante la prueba vamos a mantener la monitorización gasométrica, que nos va a permitir valorar en tiempo real el Vo2 y el Vco2. Además tendremos una monitorización continua del ritmo cardiaco, mediante un electrocardiograma de 12 derivaciones.

    Durante la prueba de esfuerzo vamos a valorar tres puntos distintos, que nos van a marcar las distintas zonas de la prueba. Para valorar la curva del esfuerzo (curva compuesta por el Vo2 y el Vco2) de todas las técnicas que existen para el cálculo del umbral nos vamos a decantar por la relación entre el Vo2 y el Vco2, es decir el cociente respiratorio (RQ). Ya que es la que más didácticamente nos va a permitir seguir todo el hilo argumental. Sin descartar otras técnicas que siendo válidas resultarían más tediosas para nuestra explicación.

    El RQ arranca con valores que oscilan entre 0,7 y 0,8; dependiendo del sujeto, sexo y deporte. Este RQ va aumentando progresivamente a lo largo de la prueba, hasta llegar a valores cercanos a 1,20 o superiores, momento en el cual el paciente va a sentir fatiga de miembros inferiores que le va a obligar a detenerse.


Primer Punto Cuantitativo

    El primer punto, que vamos a detectar, es cuando este RQ alcanza valores de 0,99. Éste punto va a coincidir con el final de la fase aeróbica y el inicio de la fase de transición. La zona aeróbica, por tanto, estaría comprendida cuantitativamente entre el inicio de la prueba hasta que el paciente adquiere un RQ de 0,99. Debido a que continuamente estamos obteniendo en tiempo real la frecuencia cardiaca y la velocidad del paciente, vamos a definir esta zona por los dos límites superior e inferior, tanto en velocidad (que nos dará los tiempos de paso) como en frecuencia cardiaca, que se traducirá en entrenamiento por tiempo o por frecuencia cardiaca.


Segundo Punto Cuantitativo

    El segundo punto que vamos a describir, es aquel en el cual el RQ alcanza el valor de 1,03. Éste es el punto en el cual empezamos la zona anaeróbica. El espacio comprendido entre el punto de RQ 0,99 y el punto de RQ 1,03; es lo que vamos a denominar zona de transición. Ésta zona corresponde a la fase en la cual el metabolismo anaeróbico empieza a aumentar, pero aún predomina el metabolismo aeróbico hasta un punto en que empieza a predominar el metabolismo anaeróbico. Igualmente daremos este punto con sus correspondencias de velocidad y frecuencia cardiaca.


Tercer Punto Cuantitativo

    Entre el segundo punto y el máximo de la prueba de esfuerzo, es decir el espacio comprendido entre un RQ de 1.03 y el RQ 1.20, se encuentra la zona anaeróbica. Es la zona, en la que empieza progresivamente a aumentar el láctico hasta alcanzar valores superiores a 8 mmol. Esta zona anaeróbica la vamos a dividir en dos partes; en función de cuando empieza a aumentar más significativamente el láctico: a) en anaeróbico aláctico, la primera fase y b) anaeróbico láctico es la segunda fase, también conocida como láctico puro.

    El tercer punto que nos divide estas dos zonas es el punto en que el RQ alcanza el 1,10. Este punto divide el anaeróbico en la fase anaeróbico aláctica; que va desde el punto en el que el RQ es 1,03 hasta el punto en el que el RQ es 1,10. Durante esta zona el deportista esta usando predominantemente el metabolismo anaeróbico y el láctico va aumentando progresivamente, aunque la célula aún es capaz de tolerar ese láctico.

    Por encima de este tercer punto (RQ de 1,10) hasta el máximo, que se alcanza en un RQ de 1,20, obtenemos la fase de anaeróbico láctico o de láctico puro. En ésta fase, el metabolismo usado por el deportista es de predominio anaeróbico; y la célula ya produce tanto láctico que no lo tolera, empezando a salir de la célula y acumulándose en el torrente sanguíneo, así obtenemos valores de láctico más elevados en sangre. Al igual que en el caso anterior todos estos puntos se expresaran con sus correspondientes valores en velocidad y frecuencia cardiaca.


Zonas de entrenamiento

    De esta manera ya tenemos definidas las cuatro zonas del ejercicio, que podemos cuantificar con la prueba de esfuerzo.

  1. Zona Aeróbica.

  2. Zona de Transición.

  3. Zona Anaeróbica aláctica.

  4. Zona Anaeróbica láctica.

    Por tanto vamos a obtener distintos puntos cuantitativos, que vamos a poder valorar tanto para la frecuencia cardiaca como para la velocidad de paso. Así el entrenador puede tener los límites de trabajo de su deportista. Además podemos determinar, el valor del Vo2 tanto puro como en relación al peso corporal en Kg. (Vo2/Kg.) o de peso muscular (Vo2/Kgmus.). Por tanto en nuestro informe el deportista tendrá marcados los límites superior e inferior de su trabajo, que deben de ser la base de su programación de trabajo diario.


Valoración cuantitativa de la ergoespirometría

    Vamos a empezar a valorar las cualidades de cada una de estas fases, analizando las distintas variedades existentes y las adaptaciones a estas fases, según las características de los deportistas.


1) Zona Aeróbica

    Como ya hemos especificado, esta zona discurre entre el inicio de la prueba de esfuerzo y la zona de RQ igual a 0,99. Esta zona puede ser estrecha o alargada, en función de la tolerancia aeróbica del ejercicio. Independientemente de las cualidades del deporte que practique nuestro sujeto a estudio es fácilmente entendible, que la curva será mejor cuanto más ancha sea la misma, es decir cuanto más se desplace hacia la derecha. Aceptando como un buen nivel aeróbico, que los valores de RQ de 0,99 estén cercanos o superiores a una velocidad del tapiz a 12 Km/h. Además la pendiente de esta curva va a ser distinta en función de la capacidad de reclutamiento muscular de nuestro deportista, es decir cuanto más rápidamente sea capaz de reclutar sus fibras musculares la pendiente de esta zona aumentará. Típicamente la pendiente de un marchista o un maratoniano serán más suaves que la pendiente descrita por un velocista. Los deportes mixtos como el fútbol o el baloncesto, suelen oscilar entre estos dos extremos. Así argumentamos la importancia que tiene la valoración cualitativa de la pendiente de la curva.

    A lo largo de esta zona aeróbica, al igual que en el resto de zonas que describiremos posteriormente, observamos que la progresión de la línea del Vco2 se produce con una mayor pendiente que la línea del Vo2. Cuanto más suave sea esta pendiente, más suaves son los cambios, es decir más adaptado se encuentra el deportista a esta fase del entrenamiento. Si encontramos determinadas zonas en que esa pendiente evoluciona de manera distinta y se incrementa en exceso la relación Vo2/Vco2 deberemos de programar un entrenamiento específico para esta zona.

    Por tanto esto nos conduce necesariamente a la personalización del entrenamiento, ya que es el mismo deportista quien nos esta marcando los puntos donde su condición física esta más necesitada.

    En raras ocasiones nos encontramos con aplanamientos de la curva en zonas aeróbicas. Esto se da en deportes mixtos y se debe a alta adaptación a una zona de esfuerzo que les hace sentirse "cómodos" a esa cantidad de esfuerzo. Además hay deportistas que presentan varias zonas de adaptación, sobre todo en deportes como el tenis y el baloncesto. Estas zonas de adaptación se suelen conseguir con años de trabajo constante sobre las mismas zonas. Es difícil observar estos aplanamientos en deportistas jóvenes donde las líneas son cualitativamente más armónicas, ya que son deportista en formación.


2) Zona de Transición

    Esta zona se sitúa entre el primer y el segundo punto de corte (RQ de 0,99 y 1,03 respectivamente). En esta zona nuestro cuerpo está realizando una transición entre el ejercicio aeróbico y anaeróbico. Esta zona está más desarrollada en los deportes mixtos (en los que se realizan pequeños esfuerzos anaeróbicos con regreso a zona aeróbicas) llegando a representar hasta 3 ó 4 fases de nuestra prueba. En estos deportes debería de encontrarse esta zona muy desarrollada. Además lo ideal sería encontrar la fase de adaptación, descrita en la zona anterior, en esta zona de transición. De estos datos se puede interpretar que nuestro deportista se encuentra "cómodo" en el momento más interesante de la prueba de esfuerzo, siendo en esta zona donde mayor rendimiento físico tiene su esfuerzo. Ésta es una de las fases que más se debe de trabajar cualitativamente (si tenemos un deportista con un deporte de requerimiento mixto que carece de una buena fase de transición), ya que en nuestra experiencia la mejora del deportista al imprimirle cualidad a esta fase es sorprendente. También es uno de los primeros índices que desaparecen, cuando un deportista se haya fuera de forma. En estas condiciones el deportista pasa de largo por esta zona, y su metabolismo pasa de aeróbico a anaeróbico sin ningún tipo de transición.


3) Zona anaeróbica aláctica

    Esta fase trascurre entre el punto del RQ situado por encima de 1,03 y el punto de RQ 1,10. En esta fase el deportista está usando preferentemente su metabolismo anaeróbico; pero la cantidad de láctico que se va produciendo aún es bien tolerada por el deportista. En esta fase al igual que en las anteriores, podemos encontrar zonas de adaptación, en determinados deportes mixtos, debido a esfuerzos de mediana-alta intensidad. En esta zona es en la que generalmente reconocemos mayor número de deportistas desadaptados.

    Debido a las características específicas de esta zona anaerobio aláctica, la vamos a subdividir en tres subzonas, no muy claramente delimitadas:

    La primera subzona sería la parte que se encuentra inmediatamente por encima de la zona de transición. (RQ inferiores a 1,05-1,04 aproximadamente). Encontrando en esta zona un número importante de deportistas desadaptados. Estos deportistas cuando pasan el umbral se desequilibran (es decir la pendiente del Vco2 es mucho mayor en esta subzona que la pendiente del Vo2). De esto se deduce que tengamos que diseñar un entrenamiento específico para esta subzona. Además en nuestra experiencia, el trabajo de esta subzona por parte del preparador físico consigue sorprendentes mejoras en poco tiempo, y en un escaso margen temporal, con grandes resultados en casi todos los deportistas en los que hemos planeado este trabajo.

    La segunda subzona que vamos a definir es la previa a la zona anaeróbica láctica (RQ superiores a 1,08-1,07 aproximadamente). Esta zona también presenta un desequilibrio específico en determinados deportistas, que necesitan medidas correctoras. Los trabajos en esta zona resultan en ocasiones difíciles y en demasiados casos encontramos que las medidas aplicadas no mejoran la cualidad de la manera esperada.

    Por último, entre las dos últimas subzonas anteriormente descritas, podemos adivinar una zona intermedia, en la que a veces encontramos nuestra zona de adaptación. Esta zona de adaptación es muy típica en deportes anaeróbicos-mixtos como el baloncesto o el balonmano. Concretamente es muy corriente encontrar una amplia zona de equilibrio en los aleros de los equipos de baloncesto.


4) Zona anaeróbico láctica

    Por encima del RQ de 1,10 y hasta un RQ de 1,20 o superior, tenemos la zona anaeróbico láctica. Esta zona se encuentra muy desarrollada en deportes anaeróbicos y escasamente desarrollada en deportes aeróbicos. No todos los deportistas llegan a tener una buena zona anaeróbica láctica, sobre todo en deportistas de corta edad y con pocos años de entrenamiento, que suelen encontrar grandes dificultades para completar esta zona. No siendo extraño encontrar deportistas que paran por fatiga de miembros inferiores en RQ cercanos a 1,15. Es interesante intentar buscar (además de el RQ de 1,20) que se alcance un plateau en el Vo2. Ésta es una característica de haber conseguido su máximo consumo de oxígeno en la prueba de esfuerzo.

    Otro de los factores cualitativos que podemos valorar en esta fase, es el hecho que deportistas con un alto porcentaje muscular toleran RQ superiores a 1,20, incluso pudiendo llegar a RQ cercanos al 1,25. Debido a la masa muscular de estos deportistas que depura el láctico en mayor medida en comparación con los deportistas que no la poseen.

    Este dato es muy importante a la hora de valorar una prueba de esfuerzo, así en el informe final para el preparador físico, se debe de colocar el RQ máximo al lado de la determinación de ácido láctico. Para poder valorar que a valores mayores (de RQ y ácido láctico), más adaptado a la fase anaeróbica está su deportista.

    En esta fase también podemos encontrarnos una fase de adaptación. Esto fase es típica de deportes anaeróbicos: como los velocistas o lanzadores de peso. Curiosamente los pívots de los equipos de baloncesto, suelen tener también una zona de adaptación en esta fase.


Fase de recuperación

    Tras la prueba de esfuerzo, el deportista se detiene. Se determina la tensión arterial y se realizan determinaciones seriadas de ácido láctico, al primer minuto y al tercero. Al preparador físico, se comunican normalmente los valores cuantitativos de la tensión arterial, frecuencia cardiaca, y ácido láctico (éstos dos últimos al primer y tercer minuto).

    Creemos que al igual que en las zonas previas de la prueba nos interesa en igual medida valorar la cualidad de la recuperación. Como ya hemos descrito anteriormente los preparadores físicos se preguntan en muchas el tiempo que tarda su deportista en alcanzar la recuperación. Basándose únicamente en la frecuencia cardiaca. Pero esta fase debe se ser valorada igualmente cualitativamente viendo la pendiente de esta curva y como se relaciona el Vo2 y el Vco2 a lo largo de toda la fase.


Conclusiones

    Debemos de seguir valorando a nuestros deportistas cuantitativamente, pero también resultaría muy útil la información cualitativa, derivada de la prueba de esfuerzo. Ya que normalmente nos perdemos en una nube de números y rangos, y desperdiciamos una información ciertamente imprescindible para nuestro deportista.


Bibliografía

  • Manonelles P, Boraita A, Luengo E, POns C. Cardiología del deporte (I). Colección de Monografías de Medicina del Deporte nº 7. FEMEDE. Pamplona. 2003

  • Whipp BJ, Davis Ja, Torees F, Wassermann K, a test to determine parameters of aerobic function during exercise. J Appl Physiol 1981; 50:217-21.

  • Ellestad MH. Pruebas de esfuerzo, Bases y aplicaciones clínicas. Barcelona. Ed Consulta SA, 1988

  • Pina IL, Badali GJ, Hanson P, Labovitz AJ, Madonna DW, Myers J, Guidekines for clinical exercise testing laboratorios. A statement for healthcare professionals from Comité on exercise and cardiac rehabilitation American Herat ASSOCIATION. Circulation 1995; 91:912-21.

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revista digital · Año 10 · N° 71 | Buenos Aires, Abril 2004  
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