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Hacia una teoría del arbitraje deportivo: introducción

   
*Graduada de Profesora de Educación Física.
Licenciada en Cultura Física en la Especialidad de Gimnasia Artística.
Doctora en Ciencias Pedagógicas.
**Graduada de Profesora de Educación Física.
Licenciada en Cultura Física en la Especialidad de Gimnasia Artística.
Doctora en Ciencias Pedagógicas.

 
 
Dr. C. María Elena Guardo García*
Dr. C Isabel M. Fleitas Díaz**

maria.guardo@umcc.cu
(Cuba)
 

 

 

 

 
    "Si aspiramos a la excelencia deportiva, no es posible desentendernos de las funciones del arbitraje en el deporte, no es suficiente formar entrenadores con títulos de licenciados, Master y Doctores, hay que pensar con visión, porqué es realmente incongruentemente lamentable y hasta poco lógico de que quienes evalúan el proceso y el resultado final de la obra del entrenador, no posean en su totalidad una formación integral que se corresponda con el nivel en que se ha de desarrollar el proceso, en este sentido los esfuerzos aislados no bastan, hay que involucrar al movimiento deportivo mundial y establecer las alianzas necesaria para una generalización globalizadora al respecto".
Dr.C. M. E. Guardo.
 

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 10 - N° 68 - Enero de 2004

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Introducción

    Indiscutiblemente el arbitraje deportivo es la base de sustentación del desarrollo deportivo lo que se manifiesta evidentemente desde los primeros pasos de formación del deportista, recordemos que la ejecución de habilidades motoras que exige la práctica de cada una de las disciplinas deportivas está sujeta a reglas y regularidades propias de la competición, relación dialéctica que consideramos de vital importancia por su influencia y repercusión directa en los resultados esperados como consecuencia de dicho proceso de formación, lo que a su vez se traduce en una prueba irrebatible que atesta todo un ciclo de trabajo precedente que se evalúa por la reglamentación dada, en un tiempo relativamente corto con relación a la duración de todo el proceso de preparación para la competencia.

    El arbitraje deportivo mediante la aplicación de sus reglas y por los resultados que propicia tiene una función pedagógica y reguladora dentro del sistema de preparación del deportista que se manifiesta en la utilización de sus resultados como vía de retroalimentación para el reinicio de un nuevo proceso de preparación del deportista y su perfeccionamiento. Lo que exige la calidad del trabajo de los árbitros y jueces en la aplicación consecuente de la reglamentación con la realidad dada pues el resultado del arbitraje va más allá del espectáculo competitivo, por ello cuando no es eficiente, puede provocar una decepción masiva que deja huellas imborrables en los espectadores, y para el deportista y su entrenador que se preparan durante largo tiempo bajo los principios del entrenamiento deportivos, confiando en ellos en y la ciencia las consecuencias alcanzan una desilusión mayor.

    Es imprescindible reconocer que el arbitraje deportivo se identifica con la valoración que realizan los árbitros y jueces de la actividad competitiva para tomar decisiones y hacer cumplir las reglas vigentes en un deporte dado. Arbitrar es la acción realizada por los árbitros encargados de hacer respetar el reglamento y tomar decisiones entre los deportistas en los deportes con oposición, en correspondencia con lo permitido por el reglamento; mientras que juzgar es la acción que realizan los jueces expresando un juicio de valor, calificando en unos casos (como en el Boxeo, Judo, Lucha, Gimnasia Artística ) y en otros indicando o señalando, con o sin decisión, el comportamiento de algunas acciones que permite el reglamento (Voleibol, Fútbol, Béisbol).

    Entre las funciones de juzgar y arbitrar existen evidentemente muchos puntos de contactos. El juicio deportivo implica valorar y decidir, si unas posiciones o situaciones competitivas están permitidas por el reglamento. La calificación de las acciones del deportista define el rol del juez, mientras que evaluar la conducta del atleta es más propio de los árbitros, en ambos casos los reglamentos deportivos establecen las bases de qué y cómo deben evaluar los árbitros y jueces. Los reglamentos deportivos aportan informaciones relevantes sobre el propio deporte y sobre el comportamiento de los árbitros, de los jueces, de los deportistas, entrenadores y del personal oficial que forme parte de las competiciones de una u otra forma.

    Las estructuras de los reglamentos, por el cual se evalúan a los deportistas, difieren en correspondencia con el tipo de deporte; en algunos suele aparecer una descripción detallada de los gestos deportivos y de su criterio de evaluación y en otros se hace mayor énfasis en la definición de las posibles transgresiones y sus correspondientes sanciones. En ambos casos se establece la relación entre la ejecución del deportista y la acción del árbitro o juez, a través de la penalización o la calificación, respectivamente. Por ello, una de las funciones más características y peculiares del deporte es juzgar la ejecución de los atletas y arbitrar entre los deportistas, en el lugar de la competencia. Sin árbitros, jueces, cronometristas y anotadores, el desarrollo del deporte sería imposible.

    La decisión sobre la legalidad a veces no resulta fácil, debido a dificultades del reglamento o avances técnicos no contemplados en él. Donde se presentan mayores dificultades es en la valoración de las acciones del deportista. La valoración es sencilla cuando puede reducirse a unidades de tiempo, longitud o fuerza, ya que el juez puede valerse de instrumentos de gran precisión para medir y evaluar el rendimiento del deportista. Por el contrario, cuando la evaluación ha de hacerse sobre las interacciones del deportista, es decir, sobre sus movimientos en relación a los objetos y las condiciones de la competición, las discrepancias entre los jueces aumentan.

    Al respecto J. Riera planteó "... - las preguntas que interesan a la psicología del deporte son: ¿Por qué, ante un mismo ejercicio, difieren las evaluaciones de los jueces?, ¿Cómo puede aumentar la objetividad de sus calificaciones?..." (1)

    "... Evidentemente para cumplir con eficiencia las funciones de decidir y valorar deben ocurrir determinados requisitos que garanticen lo que debe ser un comportamiento esencial del juicio y arbitraje deportivo; la objetividad..." (2)

    Esta según Caracuel, J., Andreu, R., y Pérez E., será, a su vez, una de las condiciones necesarias para lograr una actuación justa e imparcial, características fundamentales de un buen juez y arbitro. En este sentido es evidente que la condición de la objetividad es un aspecto cualitativo determinante en el desarrollo del proceso de arbitraje e indispensable para la calidad de las calificaciones, por lo que ha de ser siempre una constante en la actividad de todo tipo de arbitraje deportivo, donde según Caracuel, J. se identifican las siguientes tareas:

  1. La percepción de la situación a enjuiciar, o sea, ver la acción.

  2. Interpretar lo que ocurre y comparar con las exigencias de reglamento

  3. Aplicar el reglamento para sancionar o no el acto deportivo con la decisión o valoración adecuada, es decir, evaluar la percepción interpretada según las reglas existentes.

    La percepción es un punto clave para la evaluación y está lejos de ser algo simple; puede resultar excesivamente compleja por la influencia de aspectos personales y la experiencia de quienes evalúan. Su resultado, la evaluación puede tener connotaciones sociales y consecuencias para muchos aficionados, para la formación de los futuros jueces, para los propios atletas y sus preparadores..." (3)

    En este sentido la objetividad como cualidad integradora del arbitraje deportivo, debe distinguir toda una serie de factores que se pueden calificar como internos (propios del sujeto que evalúa) y externos (propios de la interrelación sujeto - medio).

    En la primera situación se ubica la imparcialidad como un valor de la personalidad de los jueces y árbitros que refleja el sentido de la justicia; en la segunda, las condiciones en que se realiza la actividad e influyen en la calidad de la percepción como premisa del acto valorativo. Indudablemente pueden distinguirse otros factores influyentes, sin embargo cualquier vía de perfeccionamiento del arbitraje en el deporte debe contemplar dos aspectos básicos: minimizar las posibilidades de parcialidad por parte de los jueces y árbitros y mejorar las condiciones en que estos realizan su actividad, para aumentar la calidad de sus percepciones.

    En la actualidad y hacia una proyección futura del Arbitraje Deportivo estos elementos conceptuales constituyen y han de continuar formando parte de la base que lo sustenta.

    Varios son los problemas actuales por los que transita el Arbitraje Deportivo en su generalidad, particularizar en ellos no es nuestro objetivo por el momento, sin embargo desde nuestro punto de vista y con el ánimo de enmendar, estos pueden ser agrupados en cinco necesidades fundamentales a solucionar y que han de estar dirigidas a :

  • La formación de valores de árbitros y jueces.

  • Desarrollo de habilidades de los árbitros y jueces.

  • Definir una Estrategia deportiva determinada. (figura ·1)

  • Creación de una Teoría del Arbitraje Deportivo.

  • Perfeccionamiento en los deportes que correspondan de las metodologías de arbitraje existentes en correspondencia con cada reglamentación y los elementos conceptuales abordados anteriormente.



Figura 1.Elementos para decidir una estrategia deportiva determinada

    Morejón, J. con la intención de analizar la estrategia motriz deportiva, plantea como base para dicho estudio las siguientes condiciones, que han sido descuidadas en los últimos años por los especialistas del deporte (Fig. 1) Todos estos elementos -" la técnica, espacio, tiempo, reglas y comunicación - deben ser relacionados entre sí para decidir una estrategia deportiva determinada ", (4) en este sentido promover una teoría del arbitraje en el deporte no solo se ve reforzada, sino que se hace más clara y evidente como una necesidad para lograr la integración más acabada de los elementos señalados.


Puntos de partidas hacia una teoría del arbitraje deportivo

    Numerosas son las clasificaciones creadas por diferentes autores en el campo de la Cultura Física y cada uno presenta su propia tipología, como cita Parlebas, P. Michael Bonet consagra 171 páginas al censo de las clasificaciones más importantes y a la identificación de las grandes especialidades deportivas, por lo que es un tema verdaderamente inagotable. "... el problema básico de las clasificaciones es la elección de los criterios…" (5) véase a continuación los más comunes, según Parlebas, P. (6)

  • las cualidades y aptitudes que se consideran más solicitadas por los participantes: deportes de fuerza, de destreza, de resistencia, de velocidad, de coordinación.

  • el material y los instrumentos utilizados: juegos de balón, raqueta, mecánicos, aparatos.

  • el lugar de la práctica: al aire libre, juegos de patio, de sala o terrenos pequeños.

  • la naturaleza del sustrato: deporte de nieve o hielo, aéreos o náuticos, patinaje.

  • el número de participantes: deportes individuales, colectivo, juego de equipo.

  • otros criterios adoptados ocasionalmente: motivaciones suscitadas, posibilidad o imposibilidad de alimentarse en el curso de la prueba.

    También existen otros criterios de orientación psicológica dados por Riera, J. (7) y la más reciente desde el punto de vista de la praxiología deportiva es tratada por el Dr. C. Morejón J. (8) en su análisis praxiológico de la estrategia motriz deportiva, quien desde el ángulo de la praxiología define para el reconocimiento de la existencia del deporte cinco aspectos o condiciones obligatorias: - Situación Motriz, - Competencia, - Reglamento, - El carácter lúdicro, - Institucionalizado. Puntualiza al respecto, que sí uno solo de estos rasgos faltan, entonces no puede considerarse una actividad como "deporte", podrá ser otra cosa o un tipo de juego pero no deporte. Por tanto, reconoce la presencia obligatoria de la competencia y el reglamento; sin embargo defiende la posición de Parlebas, P. (9) acerca de una clasificación de los deportes a partir de como se desarrolla la acción motriz, que de forma gráfica (Fig. 3 ) se pueden representar los términos que se toman en cuenta de la siguiente forma:


Figura 2. Términos empleados por Parlebas, P., para clasificar el deporte a partir de las acciones motrices.

    Al realizar un análisis crítico del cúmulo de clasificaciones deportivas existentes, es evidente, que en sentido general en ningún caso se tienen en cuenta los aspectos relacionados con el arbitraje y el juicio deportivo, a pesar de ser este es un factor complementario de gran influencia para lograr un resultado más acabado, desde el punto de vista de la praxiología deportiva.

    Reconociendo las características estructurales de cada deporte olímpico así como los sistemas oficiales vigentes del arbitraje en los mismos, se ha logrado establecer una clasificación de los deportes tomando, como línea de partida, la estructura que los conforman y las diferentes funciones de juzgar y arbitrar que se ponen de manifiesto, de una u otra forma, en las disciplinas deportivas.


Clasificación de los Deportes según las funciones de Juzgar y Arbitrar

Grupo 1. Deportes de calificación y votación

    En este grupo se incluyen aquellos deportes en los que el juicio deportivo implica básicamente dos cosas: decidir si una posición, un movimiento, un instrumento o una situación competitiva está permitida por el reglamento y valorar, según el mismo la ejecución del deportista para otorgarle una calificación. La función de los árbitros en estos casos está dirigida fundamentalmente, a velar por el cumplimiento del reglamento y arbitrar entre las opiniones discrepantes de los jueces, predominando la función de juzgar sobre la de arbitrar.


Figura 3. Clasificación de los deportes olímpicos definida, desde el punto de vista del arbitraje deportivo. (Guardo M. Tesis doctoral 1998)

Grupo 2. Deportes de anotación

    Aquí aparecen los deportes que presentan, en su sistema de arbitraje, decisiones por el número de tantos, carreras, goles, canastas donde, como es obvio, está implícito la acción de juzgar de los jueces y árbitros, pero su función principal está en decidir quién de los contrincantes tiene la razón, así como valorar y penalizar las trasgresión de las normas, mediante la apreciación de las diferentes acciones que dan valor efectivo o no a las anotaciones y, por tanto, se da un predominio de la acción de arbitrar sobre la de juzgar.

Grupo 3. Deportes de medición

    Este grupo lo integran los deportes que en su sistema de arbitraje exigen la valoración de los resultados a partir de medidas en unidades de tiempo, espacios y pesos. La función de los jueces y árbitros se hace más sencilla en estos deportes ya que pueden valerse para realizar su trabajo de instrumentos de precisión para medir y evaluar los resultados competitivos. Los deportes que conforman este grupo, excepto las pesas incluyen otras pruebas que no siempre son individuales.

    En los tres casos pueden incluir también subgrupos, ya que existen deportes que por sus características contemplan la competencia tanto individual como colectiva, este es el caso de la Gimnasia Rítmica y el Nado Sincronizado en el primer grupo; el Tenis de Campo y de Mesa en el segundo grupo y las competencias de relevo en los deportes del grupo tres, incluyendo también algunas de las pruebas de Vela, Remo y Canotaje que no son individuales.


La esencia del arbitraje deportivo

    Varios rasgos diferenciales externos e internos del arbitraje deportivo expresan su definición. Se trata de una actividad que tiene por forma específica la participación de árbitros, jueces, cronometristas y anotadores quienes entre sus funciones realizar acciones tales como, organizar, calificar, votar, anotar y medir durante la competición dada aplicando consecuentemente estatutos, códigos, reglas determinadas es decir que su actuación está sujeta a una estricta reglamentación y en dependencia de la dinámica de la actividad a arbitrar actuar en consecuencia. Hoy, el arbitraje deportivo en si, tiene varias particularidades específicas. Entre las principales podemos citar las siguientes:

  1. Organización de la competición sobre la base del sistema dado.

  2. La fijación de reglas oficiales como normas generales de competencia.

  3. La reglamentación de la conducta de los competidores conforme a los principios de una justa emulación no antagónica que posee una base humanitaria dirigida a la formación de valores.

    Todos estos rasgos caracterizan el arbitraje deportivo. De aquí que en el sentido estricto de la palabra el arbitraje puede definirse como la vía organizacional y reguladora del deporte de competición propiamente dicho, cuya forma específica es un sistema de reglamentación conformado de tal modo que se puedan comparar objetivamente determinadas aptitudes del ser humano y definir la revelación máximas de estas.

    El arbitraje deportivo en el sentido amplio de la palabra jamás se reduce al alcance de objetivos puramente relacionados con el resultado competitivo, sino que es mucho más rico como actividad que influye en la formación especializada del deporte dado, en la formación valores educativos con incidencia directa en los deportistas y grades masas de hombres a las que llamamos con frecuencia espectadores y a los que el arbitraje deportivo en su accionar tiene la posibilidad y responsabilidad de trasmitir valores éticos profesionales, honestidad y justeza.

    La creciente significación del arbitraje deportivo en la sociedad, se manifiesta en la interrelación dialéctica existente entre deporte-reglamento-competición, en este sentido no se puede hablar de una teoría del arbitraje sin antes reconocer con claridad la presencia de sus funciones sociales.

    En este sentido es necesario reflexionar que los reglamentos que conforman las leyes del arbitraje deportivo poseen una función orientadora de carácter metodológico para el proceso de enseñanza y perfeccionamiento de las habilidades motoras, sin su aplicación el proceso de preparación del deportista carecería de objetividad, de ahí, que los deportistas esperen concientemente que las valoraciones o evaluación de sus acciones motrices sean reconocidas consecuentemente con la realidad de su actuación competitiva.

    De igual forma los entrenadores encargados de trasmitir la reglamentación también esperan con ansia los resultados de sus esfuerzos. Los "menos implicados" en el proceso, los espectadores aunque en su mayoría esté la presencia de una simpatía definida por un equipo o deportista en especial pueden llegar a convertirse en grandes masas de hombres decepcionados cuando el resultado de la competición no es consecuente con el sistema de reglamentación dado.

    Al respecto se hace evidente que el arbitraje deportivo es el centro medular de la interrelación deporte-reglamento-competición. Motivo por el cual podemos afirmar que la primera función social del mismo es precisamente hacer cumplir en lo que le corresponde con su eficacia en todas y cada una de las funciones específicas del deporte como fenómeno social, recordemos que entre ellas están: su influencia en la autoafirmación del individuo, muestra que el deporte puede ser comprendido como actividad auténticamente humana solo en su condicionalidad social; tanto la actividad deportiva individual como el movimiento deportivo en general siempre son orientados por las fuerzas sociales para obtener objetivos, importante para la sociedad o para determinados grupos o clases sociales; además el deporte cumple funciones planteadas socialmente.

    Razonemos que los éxitos registrados en el deporte se convierten en una especie de patrones de valoración de las posibilidades del hombre y, al mismo tiempo se convierten en un punto de referencia ilustrativo en el camino del futuro perfeccionamiento.

    En lo particular el arbitraje, tiene una función social educativa rica en la formación de valores éticos estéticos y morales con incidencia en una población infinita que abarca prácticamente el mundo y que propicia como componente del deporte el vínculo entre los pueblos.


Referencias bibliográficas

  • RIERA, J. Introducción a la Psicología del Deporte. Barcelona: Editorial Martínez, 1985. p. 133.

  • RIERA, J. Introducción a la Psicología del Deporte. Barcelona: Editorial Martínez, 1985.

  • CARACUEL, J. C. Análisis Psicológico del Arbitraje y juicio deportivo. En Motricidad (US). Vol. I - Nº 1 Mayo 1995.

  • MOREJÓN, J. Análisis Praxiológico de la estrategia motriz deportiva. La Habana: ACCAFIDE, Julio 1995.

  • PARLEBAS, P. Elementos de Sociología del Deporte. Editorial LIPER s.a., 1988. p. 23.

  • Ibid, 239 p.

  • RIERA, J. Introducción a la Psicología del Deporte. Barcelona: Editorial Martínez, 1985. 186 p.

  • MOREJÓN, J. Análisis Praxiológico de la estrategia motriz deportiva. La Habana: ACCAFIDE, Julio 1995.

  • PARLEBAS, P. Elementos de Sociología del Deporte. Editorial LIPER s.a., 1988. p. 239.

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