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Interculturalidad: la Educación Física en las
comunidades indígenas en el Estado de Querétaro, México

   
Lic. en Educación Física
Querétaro
 
 
Lic. Martín Velázquez Ugalde
martvel@prodigy.net.mx
(México)
 

 

 

http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 9 - N° 67 - Diciembre de 2003

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    En México, existen regulaciones educativas que tienen que ver con los planes de estudio vigentes que son aplicables a la totalidad de los alumnos del sistema educativo nacional. Esto incluye a las niñas y niños indígenas, sin embargo a pesar de que el currículo escolar sea único, se contemplan adecuaciones regionales y locales pertinentes a los contenidos étnicos y culturales de cada lugar y comunidad. Además existe un fuerte movimiento para establecer en el currículo de los servicios atendidos por Educación Indígena una materia denominada "Lengua Indígena", que además es parámetro de evaluación en la boleta de calificaciones, instrumento de certificación para el paso de un grado a otro en nuestro país.

    Sin embargo parece poco frecuente que los docentes y pedagogos que trabajan con el intrincado problema de la interculturalidad bilingüe se ocupen de asuntos tales como la educación corporal de los indígenas de la nación.

    Esto obedece a dos razones: la primera que siendo tan complejo y tan critico el asunto de la enseñanza bilingüe, se ha tomado este como el eje del trabajo de la interculturalidad, quedando claro que este es el problema prioritario del que se desprenden, por ejemplo, los problemas de aprendizaje de la niñez indígena. La otra razón es que la práctica común de la educación física con su componente eminentemente de ejercitación para el mantenimiento de la salud y de la educación tendiente a la competencia parece totalmente fuera del contexto cultural de los pueblos indígenas.

    Analizaremos aquí cada una de estas razones empezando por la que sostiene que el contenido de la educación física parece no ofrecer nada a los pueblos indígenas, e iremos puntualizando algunas cuestiones que nos han parecido interesantes a lo largo de nuestra practica de ocho años en este medio.

    En alguna ocasión, en los talleres dedicados a revisar los contenidos del documento denominado "Lineamientos Generales para la educación intercultural bilingüe para las niñas y niños indígenas"1 en donde tuvimos la oportunidad de participar hicimos la referencia que dentro de las líneas de formación del documento la educación corporal se integraba apenas tangencialmente en las líneas para la salud, social, estética y tecnológica2 a lo que se argüía que desde un punto de vista estricto la educación física no parecía una necesidad de los pueblos indígenas.

    Tal afirmación nos sitúa de manera inmediata en el campo de lo utilitario. Es decir que al parecer lo que la educación del cuerpo ofrece a la gran mayoría de niños y niñas del país parece no ser de aplicación para los pueblos indígenas. ¿Por qué? Al parecer esto tiene que ver con la conceptualización de la educación física como un conjunto de haberes técnicos más o menos estructurados que cumplen con una función motora, poniéndonos en movimiento y cuya aplicación da por resultado una serie de ajustes a la maquinaria del cuerpo para evitar los problemas del sedentarismo y el claustrofóbico modo de vida moderno. De todo esto nada necesita el indígena, pues ¿no es cierto que se levanta temprano para realizar, desde la mas tierna edad faenas tales como acarrear el agua en cubetas de 20 litros, cortar y cargar hatos de leña para la lumbre, pastorear el ganado y casi siempre caminar varios kilómetros para asistir de manera cotidiana al preescolar o a la primaria? y que por supuesto, entre estos niños hay pocos gordos por la falta de alimento, y ¿como puede pedirse a estos niños mal nutridos, en condiciones sociales muchas veces adversas, con necesidades evidentes de vestido, alimentación y servicios de los que se consideran básicos en los centros urbanos tales como agua, luz y drenaje, que participen en actividades de rendimiento físico?, esto rompe con el sustento de la cuasi teoría de la búsqueda de talentos deportivos. Al parecer las circunstancias que rodean a los indígenas están mas allá de los valores que pondera la educación física.

    A menos que estos no sean los valores de la educación física.

    Al igual que con otros fenómenos culturales, la educación corporal se ha ido adaptando a las formas que va estableciendo la cultura dominante en un momento histórico dado, así la cultura occidental se ha mostrado como absolutamente dominante al grado de haber impuesto sus puntos de vista aniquilando prácticamente todo vestigio de otras culturas, La cultura física occidental se ha ido conformando en base a ciertas concepciones religiosas, (cristianismo) filosóficas (Platón, Descartes) y sociales (formas políticas y económicas) que se han impuesto sobre los demás.

    De manera que en las sociedades capitalistas se imponen modelos de actividad física destinadas a perpetuar el sistema de dominación3 .

    Así mismo "El modelo dominante en la sociedad capitalista actual parece ser el deporte como forma de rendimiento físico, es decir; aquella formula basada en los presupuestos de clase burguesa, urbanos, juveniles y masculinos cuyos rasgos uniformadores han resultado hegemónicos hasta el punto que el término deporte ha monopolizado toda la actividad física referida tanto a la eficiencia y el rendimiento como al propio concepto y representación del cuerpo. Este modelo ha sido impuesto de tal manera que hoy se le identifica con el buen gusto, los valores positivos, activos, competitivos y dominadores que nuestra sociedad meritocratica recompensa y estimula" 4 .

    Restando importancia a las actividades tradicionales y propias de la idiosincrasia de cada grupo que muchas veces no tienen nada que ver con el rendimiento, sino con concepciones holísticas del mundo. De modo que viéndolo desde aquí este modelo de la educación corporal, que es el que parece ofertar la educación física nacional no seria pertinente.

    Sin embargo este no es el concepto de todos los que laboran en pro de la cultura física, para algunos cultura física es el conjunto de saberes, creencias, valores, leyes, reglas, hábitos, prácticas, usos, actitudes, esquemas perceptivos y representativos, sensibilidades, utensilios, aparatos, etc. adquiridos o construidos por el hombre que están directamente determinados por acciones corporales y que, a la vez, son determinantes del movimiento corporal; muy especialmente todo aquello que contribuye a configurar su cuerpo: su morfología física y su morfología simbólica o representativa. De modo que el acto de la carrera con bola de los tarahumaras, el juego de pelota pure'pecha o el tlachtli prehispánico interesan a una educación corporal que no persigue objetivos de rendimiento físico, sino de una construcción cultural para el desarrollo humano. Una educación física que se preocupa más por el acto en si que por el resultado del mismo, donde el modelo es trascendente al grupo por su conexión cultural e histórica común y no por el estatus que viene a consecuencia del éxito alcanzado.

    Desde tiempos inmemoriales las culturas indígenas han establecido sistemas de relaciones cosmogónicos que muchas veces tocan a lo corporal y que revelan una concepción particular del hombre y del cuerpo, actividades físicas que van aparejadas con el complejo mundo teológico, tales como danzas, representaciones, y actividades físicas tradicionales (los llamados deportes autóctonos), pero que han pasado a ir siendo absorbidos cada vez mas por una sociedad aculturizante, a pesar de la férrea defensa de sus características por los continuadores de estas tradiciones. Aquí esta una línea de investigación que la cultura física puede atisbar y que de hecho ha generado una fuerte organización en torno a su defensa y rescate que dio origen a la federación Nacional de Deportes Prehispánicos, afiliada a la CONADE y que incluye a una serie de personas herederas y depositarias de estas actividades tradicionales que se han organizado a lo largo y ancho del país para su rescate y difusión, integrándose a los esquemas establecidos por la política nacional en este campo.

    Parecería entonces que la tarea esta definida: el deporte hegemonizador y competitivo versus las actividades físicas tradicionales y populares, donde la meta será rescatar y recuperar estas ultimas en aras de vencer al primero, que se constituye en una suerte de enemigo de los pueblos indígenas. Sin embargo nos basta un pequeño atisbo a la vida cotidiana de las comunidades indígenas para hallar que este bien planificado plan de batalla se desmorona ante el hecho de que hoy en día los integrantes de los pueblos indígenas se reúnen como antaño lo hacían frente al templo, listos para jugar en un campo en forma de "H" mayúscula un juego de pelota donde uno de los participantes seria sacrificado a los dioses como un mensajero divino, acto de fe, de sangre y de esfuerzo físico donde cada gota de sudor estaba puesta en marcha como un esfuerzo agónico para sostener el universo. Paralelamente hoy, frente al templo, donde el sincretismo católico e indígena le da el mismo valor al santo patrono que al dios de la lluvia, hay una cancha de básquetbol y el día del santito se invita a las comunidades cercanas a un torneo donde los indígenas, con los tenis (zapatillas) jordan recién enviados del "otro lado", vestidos con uniformes verdes, rojos y amarillos defienden con el mismo ahínco sus colores, como cuando el orden del universo dependía de ello.

    Y lo mismo pasa donde la cancha es de fútbol o de béisbol, ahí se aglomera la comunidad para ver el despliegue de acciones que también atraen, comunican, discrepan y modifican las percepciones cosmológicas, ciertamente, mas lejos que cerca del afán competitivo y más con una intención de autoafirmación ante el mundo. Y aún así, hay quienes descollan en la actividad y son reconocidos por ello, los mensajeros espirituales de la esencia de la comunidad, viva y prevaleciente.

    Esta percepción de una cultura física que se interesa por un aspecto histórico social como lo consigna Héctor Muñoz Cruz5

     "Se atribuye a esta escuela una función emancipatoria, entendida como un importante instrumento de defensa y autodeterminación. El acceso a las informaciones, conocimientos técnicos y científicos de la sociedad nacional y demás sociedades indígenas y no indígenas. Así como cualquier otro grupo humano, el acceso al tipo de saber transmitido en la escuela y un medio de entendimiento de códigos e informaciones antes incomprensibles, a través de los cuales se pretende superar parte de la discriminación y exclusión social y una mejor formulación y control de sus proyectos de futuro".

    Es decir tenemos aquí una suerte de sincretismo cultural que no podemos soslayar: Balones de piel "Spalding" autorizados por la Nacional Basketball Association en una cancha que es mas tierra que concreto, tachones Adidas "predator" que se resbalan en el tepetate del campo local y el equipo de la comunidad, todos familiares de sangre con jugadores que van de la cincuentena; los tíos, y los primos y sobrinos que hacen sus primeros intentos en un campo que fue escenario de la gloria de sus padres a eso de los 16 años, edad donde son ya adultos. Aquí no importa tanto si ganan, todo el año esperaron para participar y se presentan con una resistencia criada a base de tortilla y chile y una fortaleza herencia de sus padres y patrimonio de sus hijos. Ocasionalmente se presentan equipos de mestizos, lo que reviste la posibilidad de un desquite momentáneo del ataque centenario.

    Y que decir de esas cuatro niñas que en una cancha de una escuela de Amealco, donde al verme llegar me dicen: ñu ra goho; uno contra 4, para invitarme a jugar en el recreo con el balón de goma casi liso y esos aros de casi 3 metros y medio de altura, ¿antipedagógico? Sin duda, un sacrificio para ellas y aun para mí y mi casi metro noventa, para anotar alguna… así las hace el gobierno: canchas para grandes en escuelas de niños, y mal hechas. Pero ese rato de juego superó la barrera del idioma, jugamos un juego conocido por todos, nos reímos y finalmente nadie supo quien ganó, pero a nadie le importaba y ya había una fila larga de niños esperando por su turno. Las prácticas deportivas están ya ahí, igual que el inglés, los dólares, las drogas y los juguetes chinos, ¿cuál es la postura de la educación corporal?, ¿qué parte le toca jugar?

    Creo que la que le asigne cada pueblo indígena, viéndola como ese campo amplio que no esta reñido con la adquisición de habilidades, competencias y hábitos, sino que lo complementa, la visión de la educación física en un contexto intercultural va mucho mas allá de una mera puesta en forma del cuerpo, yo diría que intenta acercarse a ayudar a la construcción de las nuevas relaciones entre los cuerpos, apoyándose en el pasado pero avanzando decididamente en el estudio de elementos tan interesantes como la participación en las acciones de la cultura física de los pueblos indígenas.

    Entonces no parece ya tan cierto que el asunto del bilingüismo aleje toda posibilidad de atención sobre la cultura física en la interculturalidad, a la vista de los supuestos aquí esbozados parece que en la vida cotidiana de las comunidades hay mucho que ver con el cuerpo y que estos asuntos interesan grandemente a los indígenas, de modo que incluso pueden ser usados como líneas de trabajo para convenir formas de educación bilingüe, ¿cómo afectaron y están afectando todas estas palabras técnicas que tienen que ver con el vocabulario deportivo a las lenguas indígenas?, ¿qué concepto encuentran los participantes, los observadores, la comunidad de estos nuevos ritos? ¿cómo luchan las comunidades para mantener sus practicas físicas ancestrales y como se va convirtiendo un producto cultural externo en parte de lo propio?, ¿qué elementos confluyen para facilitar esto o dificultarlo? ¿cómo pueden operarse acciones de desarrollo del bilingüismo a través o gracias al interés presentado en la cultura física?


Notas

  1. SEP, 1999

  2. Esta asignación del aspecto tecnológico de la educación corporal se hace en referencia al uso del propio cuerpo como instrumento de aprendizaje, de hecho el primer instrumento.

  3. Brohm, J. "Sociología política del deporte" 1982, México, Ed., Fondo de Cultura Económica.

  4. Onofre R. Contreras, Multiculturalismo y educación física, España 2002, Paidotribo.

  5. Revista Iberoamericana de Educación Número 17; Educación, Lenguas, Culturas. Mayo-Agosto 1998. Los objetivos políticos y socioeconómicos de la Educación Intercultural Bilingüe y los cambios que se necesitan en el currículo, en la enseñanza y en las escuelas indígenas.

Las fotos fueron tomadas por el autor.

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