La respuesta de la frecuencia cardiaca al esfuerzo variable en el juego de fútbol |
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Profesor Principal de Fútbol Facultad de Cultura Física Villa Clara |
Dr. C. Antonio Lanza Bravo alanza@capiro.vcl.sld.cu (Cuba) |
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http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 9 - N° 66 - Noviembre de 2003 |
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Introducción
Es de gran interés el estudio de la frecuencia cardíaca (FC) como una variable fisiológica que brinda información en el entrenamiento deportivo, ya que su control permite conocer los cambios que ocurren en el organismo producto de los esfuerzos físicos de diferente potencia y duración, este indicador en el Fútbol en particular ha sido tema de investigación de los especialistas, los que se han dirigido tanto al control de la carga en el entrenamiento como al estudio de los esfuerzos en el partido, permitiendo conocer en mayor medida las demandas energéticas que ocurren en el juego e incrementar la exactitud en la dosificación de las cargas físicas.
La presente investigación nos permitió controlar las exigencias fisiológicas que sobre el organismo de los jóvenes jugadores ejercen las diferentes variaciones de la intensidad del esfuerzo en el juego, con el objetivo de dirigir posteriormente desde el punto de vista funcional con mayor exactitud las cargas a seguir en el entrenamiento, el mismo se llevó a cabo mediante el uso de la pulsometría continua computarizada, para ello se utilizó un pulsómetro Sport-Tester P-3000 finlandés, realizándose el control de la frecuencia cardíaca cada 15 segundos (4/minuto). Por la complejidad de la investigación se estudiaron 5 jugadores del equipo juvenil de Villa Clara en 5 partidos de entrenamiento de 70 minutos, controlando un jugador en cada partido. No es corriente observar estudios de este indicador en el juego dirigidos a jugadores juveniles, al respecto es de suma importancia destacar que se ha demostrado (Bangsbo 1994) que la FC muestra en los jóvenes niveles muy similares niveles y modelo de cambios que en los adultos.
ResultadosLos valores medios individuales de FC en el partido se encontraron en un rango entre 160 y 170 latidos por minuto. (lat/min.) el valor medio hallado de los 5 jugadores fue de 166,29 + 13,25 lat/min. no existiendo gran variabilidad entre los resultados individuales. Conociendo que generalmente la FC media de los jugadores de 1ra. División se sitúa entre 165 y 175 lat/min. podemos situar nuestro resultado medio en el nivel inferior de este intervalo. Debemos recordar que nuestros controles fueron realizados en partidos de entrenamiento y que estos tienen condiciones inferiores según el efecto sobre la dinámica del pulso a la competición oficial, obteniéndose resultados de FC más altos en esta última.
En esta dirección Pirnay (1993) en sus estudios encontró resultados medios de 167 + 4 lat/min valores mas altos presentó Boeda (1985) quien situó la FC media a lo largo del partido alrededor de los 170 lat/min planteando que coincide con el 85 % de la FC Máx. mientras que para Ekblon (1990) fueron ligeramente superiores con un resultado de 175 lat/min.
Frecuencia cardiaca en el juego (Lat / min.)
También es de interés estudiar las FC máximas y mínimas, respecto a la FC máxima de los 5 jugadores se obtuvo un valor medio de 193,6 + 6,43 lat/min. lo que corrobora que en el partido hay picos máximos de FC que reflejan un trabajo anaeróbico. De igual forma ocurre con la FC mínima. en la que se obtuvo un resultado medio de 125,6 + 4,82 lat/min. debiendo coincidir estos bajos valores con los intervalos de recuperación. Puede observarse además como los valores medios que encontramos en cada tiempo de juego se muestran muy semejantes con 167,05 y 165,52 lat/min. semejanza que coincide según diferentes estudios con las características de la dinámica de la FC, en esta dirección Poitron y Jos (1980) también observaron valores similares de FC para cada período con 178 y 179 lat/min. De igual forma Fornaris (1989) demostró estadísticamente la similitud entre los dos períodos, siendo sus resultados 169 + 10 lat/min en el 1er tiempo y 170 + 8 para el 2do. tiempo.
Al analizar las representaciones gráficas de la FC, encontramos formas semejantes de la curva pulsómetro para cada jugador, se nota como esta se distribuye en forma oscilante en una franja entre los 140 y 180 lat/min. casi en la totalidad del juego. Pueden observarse también los picos máximos de FC que sobrepasan en breves intervalos de tiempo incluso los 200 lat/min. Sin embargo estas intensidades máximas que ocurren con intermitencia no son las que caracterizan la intensidad del partido. En igual forma se nota como en ciertos períodos de tiempo aparecen disminuciones de la FC en límites inferiores incluso a los 140 lat/min debiendo coincidir con las caminatas y posiciones estacionarias que le brindan al jugador una posible recuperación de los esfuerzos intensos.
Gráficas de frecuencia cardíaca en el juego
Jugadores juveniles
Lanza A. Valoración de la dinámica de la frecuencia cardiaca en el juego
en jóvenes futbolistas. Revista Acción. ISCF. Cuba. Mayo 2001
Esta dinámica de las gráficas de FC de los jugadores estudiados muestran una mayor oscilación al compararlas con las presentadas por otros investigadores, en las que se observa una mayor estabilidad de la curva pulsométrica, lo anterior nos habla de la mayor intermitencia y discontinuidad en el esfuerzo durante el juego de nuestros jugadores, diferencia que puede estar motivada por las dificultades en el desarrollo técnico-táctico de nuestros jóvenes futbolistas, las que hemos observado se ponen de manifiesto generalmente en el gran % del tiempo en el cual el jugador debe jugar sin balón, es aquí cuando nuestros jugadores incumplen en la realización de coberturas o apoyos, no crean u ocupan espacios libres, en fin no se mantienen en constante movimiento para entrar en cualquier momento en el juego directo.
La importancia del estudio de la FC no se limita únicamente a la información que brinda en particular, sino también al conocimiento que se puede obtener de las características de otras variables con las que guarda una estrecha relación, esto permite extrapolar los resultados de aquellas que su medición directamente en la práctica es extremadamente difícil por la complejidad de la aparatura necesaria para ello, ejemplo de lo anterior lo son las concentraciones de lactato en sangre y el consumo de oxígeno (VO2) con los cuales la frecuencia cardíaca guarda una relación casi lineal.
Esta relación entre FC y VO2 determinada por el aumento de la necesidad de consumir oxígeno por los músculos durante el trabajo a medida que se incrementa la potencia de este, ha permitido estandarizar diferentes test para evaluar la condición física (PWC 170, Astrand, Cooper) sobre la base del control de la frecuencia cardíaca. Se ha demostrado además que la relación existente entre la FC y el VO2 solo durante cortos períodos del partido se manifiesta diferente a aquella obtenida en el laboratorio, lo que nos permite determinar también los valores porcentuales del tiempo de juego en diferentes zonas de esfuerzo y su intensidad en % del MVO2.
Se sitúa en la siguiente tabla el inicio y final de la zona mixta (aeróbica-anaeróbica) en los futbolistas juveniles cubanos desde los 150 hasta 180 lat/min. y lo hacemos coincidir con el 58 y 80 % del MVO2 según la valoración realizada sobre el desarrollo del sistema aeróbico de los jugadores cubanos en el trabajo presentado en el Nº 65 de Efdeportes de Octubre del 2003.
La observación de la tabla revela que de un total de 280 valores de FC controlados a cada jugador, es en la Zona Aeróbica (FC inferior a los 150 lat/min e intensidad inferior al 58 % del MVO2) donde aparecen los menores valores porcentuales del tiempo de juego, tan solo el 13,29 % del juego los jugadores se encuentran con bajas intensidades de esfuerzo. Sin embargo los elevados valores del CV expresan la variabilidad existente entre los resultados individuales en cuanto al tiempo de juego por debajo del Umbral Anaeróbico. Es similar lo encontrado en la zona anaeróbica, (FC mayor de 180 lat/min. e intensidad superior al 80 % del MVO2). Aquí se halló también un bajo valor porcentual, enmarcándose en este intervalo la duración total de aquellos esfuerzos realizados con una alta intensidad.
Valores porcentuales del tiempo de juego
en zonas de frecuencia cardiaca
Con esfuerzos en la zona mixta (Aeróbica Anaeróbica) es donde se desarrolla la mayor parte del partido, hemos obtenido que nuestros jóvenes futbolistas juegan durante el 70,93 % del tiempo con frecuencias cardiacas en una intensidad que requiere un esfuerzo aeróbico anaeróbico. En especial se destacó en esta zona con los mas altos valores porcentuales del tiempo de juego (49,64 %) el intervalo de 165 a 179 lat/min caracterizado por un predominio anaeróbico, mientras que con un predominio aeróbico a una intensidad un poco menor en la porción de 150 a 164 lat/min, correspondió el 21,29 %
Kordek (1979) hizo referencia al tiempo de juego en el Fútbol en las diferentes zonas energéticas, citando también un 64,4% en la zona aeróbica-anaeróbica, siendo este valor porcentual ligeramente inferior al obtenido en nuestros jóvenes cubanos. Más adelante Purcell y Boyd (1986) citaron una FC predominante en el partido entre 150-170 lat/min. Bosco (1991) luego de estudiar la FC en los futbolistas estimó que se encuentra durante 2/3 del juego al 85 % de la FC Máx. (66 %) y consideró que es probable que el VO2 en el partido se aproxime al 70-80 % del VO2 máx. De igual forma Shepard (1991) y Bangsbo (1994) opinaron que los jugadores trabajan la mayor parte del partido al 75 % de su VO2 máx. Coincidiendo con los anteriores Bar Or (1994) citó para ambos tiempos de juego valores de 78 y 72 % del MVO2 con FC de 171 y 164.
Si sabemos según plantean la generalidad de los autores al referirse a este tema, que el UMAN se encuentra en los deportistas entrenados alrededor del 70 % de su MVO2, estos resultados citados en los que se juega en el Fútbol el mayor % del tiempo de juego, se sitúan entonces en una zona ligeramente superior al UMAN, lo que coincide con los valores encontrados en los futbolistas cubanos. Conociendo que nuestros jugadores están sólo el 15,78 % del tiempo de juego en condiciones anaeróbicas, y que esto se ve compensado con un 13,28 % en condiciones aeróbicas, podemos deducir que independientemente de que la energía para el trabajo se obtenga en el juego a partir de las 3 vías metabólicas, la vía lactácida será poco solicitada.
Es característico del entrenamiento del jugador de Fútbol la aplicación en gran medida de cargas tendientes a desarrollar la resistencia a la velocidad, las que desde el punto de vista funcional van dirigidas al desarrollo del sistema energético anaeróbico lactácido, el desarrollo de la potencia de este sistema se logra con reiterados esfuerzos máximos de 30 a 40 segundos, siendo este el tiempo donde se manifiesta su máxima potencia, estas cargas tienen como finalidad fundamental desarrollar en el jugador la capacidad para soportar altas concentraciones de lactato.
Se ha estudiado que la recuperación activa después de ejercicios intensos acelera la remoción del lactato en sangre, ocurriendo esto por el aumento de la circulación sanguínea en el sistema muscular, lo que facilita la oxidación en el propio músculo donde se forma, y su oxidación y resíntesis en otros órganos, investigadores como Bonen y Belcastro. (1976) y Montgomery y Kaczynsky (1989) demostraron que la tasa óptima de eliminación del lactato ocurre con esfuerzos en el 50 % del MVO2, también en esta dirección Gollnik y Hermanssen (1973) nos refieren que esto ocurre cuando el ejercicio de recuperación se encuentra alrededor del 65 % del MVO2.
En nuestros resultados encontramos un 13,28 % del tiempo de juego con intensidad alrededor del 58 % MVO2, así como el 21,9 % entre 58 y 69 % MVO2, quiere esto decir que durante el 35,18 % del juego la intensidad del esfuerzo es coincidente con la velocidad máxima de reoxidación del lactato que se va produciendo, siendo esta quizás una de las causas de la no aparición de altas concentraciones de este sustrato energético al final de los partidos. Debemos considerar que el lactato en sangre es comúnmente utilizado como un indicador de la producción de energía por la vía lactácida, la información obtenida en el Fútbol nos confirma que no ocurre en el juego una alta participación de esta vía metabólica, ya que son comunes al final de los partidos valores entre 6 y 9 mmol/l (Ekblon 1986; Grosgeorge 1990) e incluso inferiores. (Bangsbo y Norregard 1991; Smith, 1993) lo que puede ser producido por la corta duración de los esfuerzos de máxima intensidad combinados con los intervalos de tiempo en posiciones estacionarias o casi estacionarias así como en carreras con baja intensidad como ya hemos visto anteriormente.
De acuerdo con las características estudiadas de la dinámica de la Fc representativa de los esfuerzos en el Fútbol, sería necesario garantizar un suministro de energía para el trabajo muscular que permita soportar el ritmo del partido durante un alto % del tiempo de juego con una intensidad en la zona mixta aeróbica anaeróbica, lo que pudiera lograrse al aplicar cargas específicas de entrenamiento dirigidas a elevar el umbral de metabolismo anaeróbico, esto garantizaría jugar con un mayor ritmo mientras que se retarda el marcado incremento de la concentración de lactato en sangre así como lograr una mayor velocidad de su reoxidación. Para obtener una alta capacidad de rendimiento del jugador de Fútbol deberá concentrarse el entrenamiento hacia este objetivo.
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digital · Año 9 · N° 66 | Buenos Aires, Noviembre 2003 |