Análisis de las dificultades corporales en los Campeonatos Europeos de Gimnasia Rítmica Deportiva, Granada 2002 |
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Universidad de Granada (España) |
Elena Fernández Caburrasi Mercedes Vernetta Santana vernetta@ugr.es |
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http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 9 - N° 65 - Octubre de 2003 |
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1. Introducción
La Gimnasia Rítmica Deportiva (GRD) es un deporte olímpico que se mueve como la mayoría de deportes gimnásticos entre dimensiones técnicas y estéticas. La simbiosis de movimientos corporales con los aparatos, unidos y adaptados a una determinada música, constituye la esencia misma de esta disciplina.
Poco a poco ha ido apareciendo y aumentando la producción científica en torno a este deporte cuya práctica deportiva de competición tiene escasamente medio siglo. En nuestro país este hecho queda constatado con la publicación desde 1996 a la actualidad de siete tesis doctorales: (Palomero 1996; Martínez 1997; Cabrera 1998; Mata 1999; Sierra 2000 y Bobo y Mendizábal 2002)
Hay que destacar que uno de los aspectos más tratados en ellas ha sido "el problema del juicio deportivo", lo cual demuestra la importancia y el interés que suscita entre los estudiosos de esta modalidad gimnástica. De hecho, de las siete tesis mencionadas, son cuatro las que tratan aspectos relacionados con el dilema del juicio deportivo en GRD (Palomero 1996; Martínez 1997; Cabrera 1998 y Bobo 2002). El perfil de las jueces, la falta de instrumentos adecuados para una evaluación coherente, la falta de unificación de criterios en la evaluación del componente artístico, la posibilidad de códigos alternativos y adaptados a categorías de competición diferentes, etc., son algunas de las cuestiones planteadas.
Son numerosos los estudios que fuera de nuestro país se centran en el tema de las puntuaciones. Ansorge y Scheer (1988) analizaron las notas otorgadas por jueces y juezas durante los juegos olímpicos de 1984 para comprobar estadísticamente si eran imparciales en sus notas. Los resultados revelaron que tanto jueces como juezas fueron imparciales (p<0,001), pero que las puntuaciones que otorgaban a sus gimnastas eran más altas que las otorgadas por los demás jueces del mismo panel. También observaron que éstos jueces puntuaban más bajo que el resto de los jueces a los gimnastas inmediatamente anterior y posterior al de su país.
Bard, Fleury, Carriere y Hallé (1980) estudiaron los movimientos oculares de cuatro jueces nacionales y los compararon con los de tres jueces locales con poca experiencia. Observaron que no había diferencias estadísticamente significativas en lo referente al número de veces que se fijaban en las gimnastas durante sus ejercicios. Las jueces expertas se fijaban más en la parte superior de la gimnasta, mientras que el otro grupo lo hacía más en las piernas. Aunque estadísticamente tampoco hubo diferencias significativas en el número de errores detectados por cada grupo, la realidad es que las jueces novatas solo detectaron la mitad de los errores detectados por las expertas.
Es de sobra conocido por todos los seguidores/as de la GRD el grave momento por el que este deporte atraviesa de unos años a la actualidad. Tal y como indica Bobo (2002), "la GR internacional se encuentra en uno de sus peores momentos debido a las numerosas censuras, críticas y reclamaciones suscitadas por las puntuaciones otorgadas por las jueces en las competiciones más recientes que han provocado que el Comité Olímpico Internacional baraje la posibilidad de eliminar la GR del programa olímpico, lo que supondría un retroceso evidente en la evolución y desarrollo de este deporte".
Los que amamos este deporte y lo hemos vivido primero desde la práctica y más tarde como entrenadoras nos preguntamos ¿qué es lo que está pasando?, ¿por qué resulta tan difícil aunar criterios de puntuación y por qué a pesar de los continuos cambios y revisiones sigue fallando el sistema de puntuación actual?.
Para abordar esta problemática, consideramos muy útil plantear algunas cuestiones que tal y como lo hace Bobo (2002) pueden ayudarnos a entender y a situar mejor el problema. El problema del juicio deportivo surge en cuanto respondemos a preguntas tan genéricas como:
¿Cuál es el objetivo que se persigue?
¿Qué es lo que se valora?
¿Cómo se valora?
¿Quién lo valora?
La ambigüedad y falta de concreción que encontramos en la respuesta de cada una de estas preguntas es alta en comparación con otros deportes.
Siguiendo la clasificación de las competiciones dada por Bouet (1995) (citado por Bobo, 2002), los deportes gimnásticos tienen como objetivo evaluar el resultado de la utilización del potencial del cuerpo dentro del espacio y del tiempo, y en relación con los objetos (aparatos gimnásticos). El objetivo es conseguir la mayor evaluación por parte de las jueces, que se traducirá en la mejor puntuación.
A la pregunta de qué es lo que se valora, respondemos que se valora la forma de movimiento (la técnica, los valores artísticos, la estética, la expresión), pero ¿cómo valorar la forma de movimiento?. En este tipo de "deportes estéticos" no se puede medir el rendimiento tal y como se hace en otras disciplinas. En estos deportes se "evalúa el rendimiento", y he aquí otro problema: ¿cómo y quién lo evalúa?.
En GRD los ejercicios se valoran evaluando e interpretando aspectos cualitativos y cuantitativos del movimiento en función de un código de puntuación. Ante la cuestión de quién evalúa, hay que decir que a diferencia de otros deportes en los que existen controladores (que verifican o miden la acción sin evaluarla y no intervienen en el desarrollo de la misma) o árbitros (que verifican el respeto de las normas, valoran la reglamentareidad de las acciones, contabilizan el número de tantos anotados e intervienen en el desarrollo de la acción), en gimnasia, la competición se resuelve con la presencia de jueces que verifican, interpretan y evalúan la actuación del deportista sin intervenir en el resultado de la acción, como es el caso de la GRD.
Aunque no tengamos por objetivo abordar el estudio del código de puntuación (CP), el conocer algunas pinceladas del mismo nos ayudará a comprender los motivos del presente trabajo. El CP es el instrumento a partir del cual se resuelve la competición en GRD. En él se estipulan todos los criterios para la valoración de los ejercicios, el sistema de puntuación y los parámetros que definen el modelo técnico del ejercicio de competición. El código bajo el que se rigen las competiciones actuales es del 2002, editado tras el europeo de Granada, pero la síntesis que realizamos a continuación pertenece al CP 2001, que fue el utilizado en dicho campeonato.
El CP del 2001, editado tras los JJ.OO de Sydney, se caracteriza por la incorporación de nuevas exigencias técnicas, corporales y de dominio de aparato, pero sobre todo por la aparición de un nuevo sistema de puntuación. Por primera vez se exige que los ejercicios sean entregados previamente por escrito y con un valor de partida. Se evalúa por medio de un sistema de fichas donde vienen reflejadas cronológicamente cada una de las dificultades correspondientes al valor técnico (VT) y al valor artístico (VA). Ambos apartados se evalúan por separado. Las jueces tienen que comprobar que la gimnasta realiza lo mostrado la ficha, y decidir si dejan el mismo valor de partida o le bajan la nota.
El VT es el reflejo las dificultades corporales de cualquiera de los cuatro grupos fundamentales del CP (saltos, giros, equilibrios y elementos de flexibilidad y ondas) que realiza la gimnasta en relación directa con el aparato. Su puntuación máxima es de 10. El VA es un apartado más complejo, que abarca multitud de aspectos (quitando el VT y la ejecución, todo lo demás se evalúa en el VA) y cuyos criterios de evaluación y tasación no son tan claros y fáciles de comprobar como en el VT. A diferencia del VT, la entrenadora no puede controlar totalmente su valor de partida, ya que solo puede reflejar en la ficha (como máximo) 3 de los 10 puntos del VA. Está compuesto de dos grandes bloques: la música (máximo 2 puntos) y la coreografía (los 8 puntos restantes). Los 8 puntos de la coreografía a su vez se desglosan en 5 puntos para la composición de base y 3 para las características artísticas particulares, siendo estos últimos (3) los únicos que pueden reflejarse en la ficha que se entrega en la competición. Estos 3 puntos, compuestos a su vez por A) utilización del aparato (máximo 0,50), B) utilización del cuerpo (máximo 0,50), C) maestría (máximo 1 punto) y D) originalidad (máximo 1 puntos), son los que mejor se detallan en el CP y su valor es sumativo. Los 7 restantes son valorados por las jueces conforme a una serie de criterios tan numerosos que parece imposible que puedan ser tenidos en cuenta por igual para todas las gimnastas, más aún si no existe ningún instrumento donde queden recogidos (como se ha hecho con las características artísticas particulares) y sobre todo si recordamos que al mismo tiempo tienen que estar controlando que la gimnasta realice todo lo que pone en su ficha (referente al VA). Tal y como indica Palomero (1998) "en la Gimnasia Rítmica Deportiva no se dispone de un sistema automático de medida. El alto grado de atención que requiere el valorar y procesar un elevado número de datos y aplicar las exigencias del Código en tan reducido espacio de tiempo (breves segundos), hace que a menudo en el desempeño de su labor se planteen una serie de dificultades relacionadas con la objetividad de sus decisiones"
El CP del 2001 no ha tenido los ocho años de vigencia que anunció la Federación Internacional de Gimnasia (FIG) en su momento. Al cabo de apenas dos años, cuando empezábamos a dominarlo, la FIG nos sorprende editando uno nuevo donde se siguen introduciendo cambios en el VT y VA de los ejercicios. Los dos cambios más relevantes del valor técnico son:
aumento del valor de las dificultades, antes tasadas de la A (0,10) a la E (0,50) y ahora de la A a la J (1 punto);
el concepto de combinación de elementos que introdujo el CP del 2001 permanece igual pero aparece uno nuevo: "dificultad unitaria", que consiste en enlazar los elementos que formarían una combinación de forma más difícil (la dificultad reside en la forma de enlazarlos).
Hemos desestimado los cambios del valor artístico, ya que se alejan del objetivo de nuestro trabajo.
Con todas las modificaciones introducidas por el CP del 2001 y 2002, se persigue que el juicio en GRD sea más objetivo, pero desde nuestro punto de vista aún queda mucha subjetividad, sobre todo en la evaluación del valor artístico de los ejercicios, objeto de estudio de otro análisis que estamos realizando.
En un estudio llevado a cabo por Montilla (1994), se analizaron desde el punto de vista cuantitativo los datos más relevantes de la composición de los ejercicios de cuerda, pelota, aro y mazas de las cuatro primeras clasificadas en los JJ.OO de Barcelona 92 con el fin de relacionarlos con la nota obtenida en cada uno de ellos. Las categorías observadas se diferenciaron principalmente en dos: A) elementos corporales y B) elementos del aparato. El primer grupo estaba compuesto a su vez por 9 items y el segundo por cuatro grandes subapartados (uno por cada aparato), en el que observaban a su vez de 7 a 9 items en cada uno. En los 16 ejercicios analizados se observó bastante variabilidad en cuanto al número de elementos corporales (entre 11 y 20). En todos los ejercicios predominaba el grupo de los saltos respecto a los restantes, excepto en el ejercicio de pelota. El grupo de los equilibrios fue el menos representado, e incluso en algunos ejercicios no se cumplieron los mínimos. No se observaron diferencias entre las notas, que oscilaron entre 6,700 y 6,800 (para un máximo de 6,800). Por último se analizó la relación entre la nota que se otorgaba a los ejercicios y los elementos observados (todos los que podían ser cuantificados), y se concluyó con que dicha relación no existía. La explicación dada por la autora a este fenómeno fue que serían seguramente las variables no analizadas, por no ser cuantificables, como la distribución de los elementos en el ejercicio, la ocupación del espacio, la relación música-movimiento o la originalidad, las que contribuirían de manera decisiva en la nota final de la composición.
Posteriormente Palomero (1998) critica la forma de valoración de los ejercicios en GRD alegando que "éste no se ha desarrollado acorde con el deporte". Frente al incremento del número de gimnastas, de nivel y a la gran evolución de la técnica, el sistema de puntuación se mantiene igual: un sistema no automático de medida en el que las jueces tienen que evaluar un gran número de datos y aplicar las exigencias del CP en un reducido espacio de tiempo. Tras tomar como muestra a las gimnastas participantes en el Mundial de Alicante (1993) y analizar la relación entre la dificultad de los ejercicios y la puntuación final, obtuvo como resultado que existía poca o nula correlación entre ambas tanto en los ejercicios individuales como de conjuntos.
1.1. Planteamiento del problemaDebido al gran cambio que ha supuesto la entrada en vigor del CP del 2001, consideramos importante analizar mediante la observación sistematizada de las ocho primeras clasificadas en la final del Campeonato de Europa individual (celebrado en Granada en el 2002) una serie de parámetros que den respuesta a la pregunta: ¿cuáles son las características que a nivel de dificultades corporales describen actualmente los ejercicios de las mejores gimnastas internacionales?
1.2. ObjetivosSe persiguen dos objetivos:
por una parte, cuantificar las dificultades corporales realizadas por las gimnastas para posteriormente describir y analizar los aspectos más destacables de las composiciones creadas bajo el CP del 2001.
Debido a que el concepto dificultad corporal determina en gran medida la nota del VT del ejercicio y que ésta constituye a su vez una tercera parte de la puntuación final, queremos por otra parte determinar si con el CP del 2001, en contraste con lo obtenido en otros estudios, existe correlación entre: el número de dificultades corporales realizadas por la gimnasta y su puntuación final y nota de valor técnico.
2. Material y métodoLa muestra de este estudio corresponde a las ocho primeras clasificadas en la final individual del Campeonato de Europa de Gimnasia Rítmica Deportiva celebrado en Granada en noviembre del 2002. Consta de un total de 32 ejercicios, correspondientes a los cuatro aparatos (cuerda, pelota, aro y mazas) realizados por cada gimnasta en esta competición. Las gimnastas, de 1ª a 8ª, son: Kavaeva (Rusia), Yerofeeva (Ucrania), Bessonova (Ucrania), Peycheva (Bulgaria), Gizikova (Rusia), Zhukova (Bielorrusia), Cid (España) y Rudalova (Bielorrusia).
Se ha utilizado un método de observación activa o científica, cuantitativa, no participante y directa. El estudio es descriptivo, idiográfico y con un diseño sincrónico o transversal.
Para la observación de los ejercicios y recogida de datos se ha utilizado un aparato reproductor de vídeo. Se han elaborado unas planillas de observación para recoger las categorías a observar. Los programas utilizados para el tratamiento de los datos han sido el paquete estadístico SPSS.11 y la hoja de cálculo excel.
2.1. Sistema de observaciónEl sistema de registro ha sido sistematizado, con un sistema de 16 categorías bien definidas, exhaustivas y excluyentes que son:
Gimnasta: cada una de las ocho gimnastas ha sido codificada con un número: Kavaeva= 1; Yerofeeva= 2; Bessonova= 3; Peycheva= 4; Gizikova= 5; Zhukova= 6; Cid= 7 y Rudalova= 8.
País: se ha registrado el país de procedencia con la siguiente codificación: Bielorrusia= 1; Bulgaria= 2; España= 3; Ucrania= 4 y Rusia= 5.
Nota de Valor Técnico: donde se ha registrado la puntuación conseguida en el VT de cada ejercicio.
Puntuación final de cada ejercicio: compuesta por un máximo de 10 puntos en cada uno de estos tres apartados: VT+VA+EJECUCIÓN
Número de saltos de cada ejercicio: se contabilizan tanto los realizados en combinación como de forma aislada y sólo aquellos tasados en el CP del 2001.
Número de equilibrios. Idem.
Número de giros. Idem
Número de elementos de flexibilidad. Idem
Número total de dificultades corporales: resultado de la suma las dificultades de salto, equilibrio, giro y de flexibilidad de cada ejercicio.
Número de combinaciones. Una "combinación" es el resultado de la unión de 2 o 3 dificultades corporales ya sean del mismo grupo o diferente (mixtas). Existen ciertos criterios a la hora de enlazar las dificultades para que sean consideradas combinaciones. En función del valor del elemento y del grupo corporal, el enlace podrá realizarse ser mediante "recobro" (desde el relevé apoyo del talón en el suelo y enlace con la siguiente dificultad) o mediante "paso" o "apoyo" (paso de una dificultad a la siguiente pudiendo realizar un apoyo). En esta categoría se incluyen todas las combinaciones, ya sean de 2 o 3 elementos y puras o mixtas.
Número de combinaciones de tres elementos: sólo se contabilizan las combinaciones de tres dificultades.
Número de combinaciones de dos. Idem pero sólo las de dos.
Número de combinaciones puras: combinaciones formadas por dificultades del mismo grupo corporal.
Número de combinaciones mixtas: combinaciones en las que se unen dificultades de diferentes grupos corporales.
Número de elementos aislados: se contabilizan aquellas dificultades corporales que se han realizado fuera de una combinación.
3. ResultadosLos datos obtenidos se han agrupado en dos apartados:
análisis descriptivo de los resultados tras la codificación de las dificultades corporales de los 32 ejercicios analizados;
análisis inferencial (r de Pearson) para las categorías: número de dificultades corporales, nota del VT y puntuación final del ejercicio.
3.1. Estadística descriptivaTabla 1. Valores mínimos, máximos, media y desviación típica de los resultados obtenidos sobre la puntuación final, la nota del VT, el nº de elementos corporales del ejercicio, el nº de elementos aislados y el nº total de combinaciones de los 32 ejercicios correspondientes a los 4 aparatos de las 8 primeras clasificadas en la final individual.
Según nos muestra la tabla 1, tras analizar los cuatro ejercicios de cada una de las ocho primeras clasificadas en la final individual de los europeos del 2002 (N=32 ejercicios), la nota media obtenida fue de 26, 082 puntos con una desviación típica de 0,961. La puntuación máxima otorgada por las jueces fue de 28.475 (a la rusa Kavaeva en mazas), y la mínima de 24,400 (obtenida por la bielorrusa Rudalova en el ejercicio de pelota). Observamos que la elite de la gimnasia europea está realizando una media de 29,16 dificultades corporales por ejercicio. La búlgara Peycheva en su ejercicio de mazas fue la gimnasta que más elementos corporales realizó (36), mientras que la campeona de Europa, la rusa Kavaeva, en su actuación con la pelota solo realizó 25. La mayoría de las dificultades corporales aparecen en combinaciones, de hecho, la media de elementos aislados es de 2,66 frente a las 10,13 combinaciones que presenta cada ejercicio de media. De los 36 ejercicios analizados, 8 fue el menor número de combinaciones encontradas y 12 el máximo.
Tabla 2. Valores medio, mínimo, máximo y suma correspondientes a los cuatro grupos corporales de GRD: saltos, equilibrios, giros y elementos de flexibilidad.
Siguiendo la tabla 2, de los cuatro grupos corporales el de salto es el más utilizado por gimnastas y entrenadoras en sus composiciones (395 saltos en los 32 ejercicios) con una media de 12,34. Le siguen los elementos de flexibilidad que aparecen una media de 7,88 veces por ejercicio, los de equilibrio (5,12) y por último el grupo de los giros (3,88).
A continuación, en la tabla 3 podemos ver los porcentajes y medias de utilización de cada grupo corporal por aparato (aparecen sombreados los valores más altos). En cuanto al grupo de los saltos, observamos que la cuerda presenta la mayor media (15,13) y porcentaje de utilización (31%) frente al 21% de las mazas, el 23% de la pelota y el 25% del aro.
En cuanto a los equilibrios, se ve claramente que las mazas (media 8,63) es el aparato con mayor representación de este grupo corporal. Le sigue el aro (media 5,25), la pelota (media 4) y por último la cuerda (2,63 de media).
Tabla 3. Porcentajes y medias de utilización de cada grupo corporal por aparato
En el grupo de los giros encontramos una distribución por aparatos más homogénea en comparación con los equilibrios. Ha tenido su representación más elevada con el ejercicio de aro, donde se ha realizado una media de 5 giros. Le siguen en orden decreciente el ejercicio de pelota (4,13), el de cuerda (3,25) y el de mazas (3,13).
Por último, en cuanto al grupo de los elementos de flexibilidad, podemos decir que su distribución no presenta grandes diferencias entre los 4 aparatos, siendo la pelota el que mayor porcentaje de utilización presenta con un 29% y una media del 29%. Le sigue muy de cerca la cuerda (8,38 de media y 27%), luego las mazas (7,38 de media y el 23%) y en último lugar el aro (6,75 de media y 21%).
La tabla 5 nos da información sobre "las combinaciones", uno de los cambios más importantes que se introducen en GRD con la entrada en vigor el código de puntuación del 2001. Podemos hacernos una primera idea de la importancia que tienen, al ver en la tabla 4 que de las 933 dificultades corporales contabilizadas tras el análisis de los 32 ejercicios, sólo 85 se ejecutaron de forma aislada. Esto significa que 848 dificultades corporales se realizaron en combinaciones de 2 o 3 elementos.
Tabla 4. Dificultades corporales realizadas en el total de los 32 ejercicios: comparación entre las realizadas durante una combinación y las realizadas de forma aislada.
Tabla 5. Descripción de las combinaciones realizadas por las gimnastas en los 32 ejercicios analizados.
Si observamos la tabla 5 podemos ver que las gimnastas realizan una media de 10,13 combinaciones por ejercicio y que la mayoría (203 de un total de 324) son de 3 elementos. La media de combinaciones de 2 elementos (3,78) es casi la mitad que de 3 (6,34). Por otro lado vemos que las gimnastas y entrenadoras utilizan principalmente las combinaciones mixtas, es decir, aquellas formadas por grupos corporales diferentes, frente a las formadas por un solo grupo corporal (231 frente a 92). Los valores medios de estos datos quedan representados claramente en el gráfico 1, donde se observa la superioridad de las combinaciones de 3 elementos frente a las de 2, y la de las combinaciones mixtas frente a las puras.
Gráfico 1. Comparación de los diferentes tipos de combinaciones en base a su media: combinaciones de 3 elementos frente a las de 2; combinaciones mixtas frente a las puras.
3.2. Estadística inferencialEn esta segunda parte mostraremos los resultados obtenidos al comparar el número de elementos, la nota de VT y la puntuación final de cada gimnasta en los cuatro aparatos.
En los gráficos 2, 3, 4 y 5 están representados por aparato (cuerda, pelota, aro y mazas respectivamente) y gimnasta, la relación entre el número de elementos corporales, la puntuación final y la nota del valor técnico. Llama la atención a primera vista, la variabilidad en lo que al número de elementos corporales se refiere (máximo 36 y mínimo 25). Se observa que las mejores notas no están directamente relacionadas con los ejercicios que presentan mayor número de elementos. De hecho, la gimnasta que consigue la mejor puntuación en 3 de los 4 aparatos (Kavaeva) no es la que mayor número de dificultades corporales tiene, sino todo lo contrario, es la que menor número presenta en todos los aparatos excepto en cuerda. Destaca la búlgara Peycheva por ser la que más elementos corporales incluye en sus composiciones.
En lo referente al VT, encontramos puntuaciones muy parecidas entre las 8 gimnastas. Analizando las puntuaciones finales y notas del VT de todos los ejercicios, observamos que a excepción del aro, a mayor puntuación en el VT mayor nota final y viceversa. El único ejercicio donde no se da esta relación por completo es en aro, donde se cumple que a mayor VT mayor nota final pero no al revés, puesto que gimnasta con menor VT (7,750) obtuvo un 26,600 de nota final, siendo finalmente la peor nota el 24,900 de Rudalova.
Gráfico 2. Ejercicios de cuerda: comparación entre el nº total de elementos del ejercicio, la puntuación final y nota del VT.
Gráfico 3. Ejercicios de pelota: comparación entre el nº total de elementos del ejercicio, la puntuación final y nota del VT.
En cuerda (gráfico 2), destaca Kavaeva con 29 dificultades corporales y 27,600, puntos en contraste con la búlgara Peycheva con 33 dificultades y 26,625. La correlación existente entre el número de dificultades y las puntuaciones en este aparato es de r= 0,335 por lo tanto no significativa. Sin embargo la correlación entre la nota del VT y la nota final es de 0,873 significante al nivel 0,01.
En pelota (gráfico 3), destaca Kavaeva con 25 dificultades y 27,500 puntos en contraste con Yerofeeva, Peycheva y Zhukova con 30 dificultades y 26,525; 26,475 y 26,325 puntos respectivamente. La correlación entre el número de dificultades y las puntuaciones en este aparato es de r= 0,420 por lo tanto no significativa. La correlación entre la nota del VT y la nota final es de 0,892 significante al nivel 0,01.
Con el aro (gráfico 4), destaca Kavaeva con 26 dificultades corporales y 27,375 puntos frente a Peycheva con 31 dificultades y 25,700. La correlación entre el número de dificultades y las puntuaciones en este aparato es de r= -0,509 , no significativa. La correlación entre la nota del VT y la nota final es de 0,775 significante al nivel 0,05.
Por último, con las mazas (gráfico 5), vuelve a destacar Kavaeva con 28 dificultades y 28,475 puntos frente a Peycheva con 36 dificultades y 25,450. La correlación entre el número de dificultades y las puntuaciones en este aparato es de r= -0,205, no significativa. Sin embargo la correlación entre la nota del VT y la nota final es de 0,844 significante al nivel 0,01.
En la totalidad de nuestro estudio, para los 32 ejercicios analizados, las correlaciones existentes entre el número de dificultades y las puntuaciones finales es de r= -0,77 y por lo tanto no significativo. La correlación entre la nota del VT y el número de dificultades es aún más baja, r= -0,086 En contraposición, encontramos un alto nivel de correlación entre la nota de VT y la puntuación final: r= 0,813.
4. Discusión
Con el código de puntuación del 2001 las gimnastas se ven obligadas a realizar un gran número de dificultades corporales durante sus ejercicios con el fin de alcanzar los 10 puntos de VT. 29,16 dificultades es una media muy elevada si consideramos que además estas deportistas tienen que realizar otra serie de elementos para puntuar en el VA (diferentes lanzamientos, recogidas, manejo del aparato, desplazamientos, etc), y que todo esto debe ir acompañado de unos elementos de enlace y una coreografía que proporcionen un sentido global al ejercicio. Así mismo, la media de saltos (12,34), equilibrios (5,12), giros (3,88) y elementos de flexibilidad (7,88) ha sido muy superior al de competiciones realizadas bajo otro CP.
En el estudio llevado a cabo por Montilla (1994) con las cuatro primeras clasificadas en los JJ.OO de Barcelona 92, se obtuvieron valores máximos mucho más bajos que los de este campeonato:
Tabla 6. Comparación entre el máximo de utilización de los cuatro grupos corporales en composiciones con 10 años de diferencia
El grupo corporal de los saltos ha sido el más utilizado en estos campeonatos, aspecto que coincide con Montilla (1994). En nuestro estudio los giros han sido los menos utilizados, mientras que para Montilla fueron los giros junto con los equilibrios. Otro aspecto en el que también encontramos diferencias es en lo referente a la presencia de los grupos corporales en los diferentes aparatos. Para Montilla, el grupo de los saltos era predominante en todos los aparatos excepto en pelota. Nosotros encontramos sin embargo, que tal y como establece CP 2001 cada aparato tiene un grupo corporal predominante. Así (tabla 6) con cuerda predominan los saltos, con pelota los elementos de flexibilidad y con las mazas los equilibrios. Los giros son característicos de la cinta, pero en nuestro caso, al no haber ejercicios de cinta, ha sido el aro el aparato que más giros ha tenido.
Tabla 7. Grupos corporales ordenados por porcentaje de utilización en los cuatro aparatos
Las dificultades corporales se realizan fundamentalmente agrupadas en combinaciones, siendo muy pocas las realizadas de forma aislada. Se observa que la gimnasta campeona de Europa es la que menor número de dificultades tiene en los ejercicios. Esto, unido al hecho de que la puntuación final y el número de dificultades no correlacionen, nos hace pensar que lo más adecuado es disminuir el número de dificultades apostando por trabajar e incluir elementos de más valor. A la vez favoreceremos el que la gimnasta no vaya tan acelerada y que disponga de más tiempo para la parte coreográfica y los enlaces.
Debido a que el nivel de las dificultades es alto, resulta difícil alcanzar el máximo valor de las combinaciones (1 punto) utilizando sólo dos elementos. A ello se debe que la gran mayoría de las combinaciones sean de tres elementos. Las gimnastas de mayor nivel han sido las que más combinaciones de dos han utilizado.
Palomero (1998), tomando como muestra a las gimnastas del mundial de Alicante de 1993, obtuvo que la correlación entre las dificultades y las notas finales era escasa o nula: r de Pearson de -0,10. En nuestro estudio hemos analizado esta correlación para cada aparato además de una general. En cuanto al primer caso tenemos que la menor correlación entre estas variables (r= -0,205) se da con la pelota. Cuerda es el aparato que más correlaciona con r= 0,335. En general, incluyendo los 32 ejercicios, la correlación entre estas dos variables en nuestro estudio (r= -0,77) es mayor que la obtenida por Palomero (r= -0,10). Podemos decir por tanto, que aunque no exista dicha correlación actualmente, por lo menos es más fuerte que en etapas anteriores.
5. Conclusiones
A la vista de los datos podemos vislumbrar las siguientes conclusiones:
Con el CP del 2001 las gimnastas realizan más cantidad de dificultades corporales, lo cuál implica un mayor esfuerzo físico y una gran preparación para aguantar el ritmo del ejercicio.
El grupo de los saltos, en el cómputo global, es el grupo corporal más utilizado seguido de los elementos de flexibilidad y los equilibrios.
A efectos numéricos, los giros son poco utilizados por las gimnastas en sus composiciones respecto al resto de aparatos.
Las dificultades aparecen predominantemente en combinaciones mixtas de tres elementos.
Los resultados confirman lo obtenido en otros estudios: la baja o nula relación entre la nota de VT y la puntuación final con el número de dificultades corporales del ejercicio.
Si tenemos en cuenta que el VT viene determinado por el concepto dificultad corporal, se puede decir que el número de dificultades, no constituye a priori, un factor determinante en el VT. Es más importante el nivel de dificultad que el número total de las mismas.
Bibliografía
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Bobo, M. (2002). El juicio deportivo en Gimnasia Rítmica. Una propuesta de evaluación basada en indicadores de rendimiento. Tesis doctoral Universidad da Coruña. Instituto Nacional de Educación Física de Galicia.
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Palomero, M.L. (1998a). La puntuación de la Gimnasia Rítmica Deportiva. Apunts, (52): 78-90.
revista
digital · Año 9 · N° 65 | Buenos Aires, Octubre 2003 |