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Culturas hegemónicas en las prácticas corporales:
el funcionalismo, la crítica social y los cuerpos

   
Licenciado en Educación Física
(Argentina)
 
 
Zenón Daniel Pereyra
zeper10@hotmail.com
 

 

 

 

 
    Fui y continúo siendo un académico militante y un militante académico, dependiendo de la situación en la que me encuentre. Así como muchas otras personas, me esfuerzo por asociar mis escritos a los movimientos por la transformación social.
Michel W. Apple. "Cultura, política y currículo". Ed. Losada. Bs. As. 1997. Pág. 27
 

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 9 - N° 65 - Octubre de 2003

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Recuperando el trabajo profesional concreto como base para una reflexión crítica en el contexto de la crisis de la Educación Física

    Sin pretender redundar en consideraciones epistemológicas o metateóricas harto conocidas como las aparecidas en la obra "La estructura de las revoluciones científicas" de T. Khun1 , es posible rescatar del campo de la Educación Física un conjunto de teorías y prácticas que se erigen como modos de hacer y de ver a la llamada cultura corporal. Los enfoques más desarrollados son la teoría de la Formación Físico Deportiva, las reflexiones filosóficas aplicadas, la Psicokinética, la Praxeología Motriz y la Crítica Social, múltiples expresiones del pensamiento científico que bajo una perspectiva profesionalista, constituyen fragmentos de un todo sin identidad en plena oposición interna en un contexto de crisis. Por lo pronto y en vista de los cruces de opiniones, existen diversas maneras de comprender la crisis en danza y para mejor identificar los muchos rostros de "la cosa nostra" que nos desvela a la hora de decir quienes somos, en principio es preciso desocultar el interés de los agentes defensores de las culturas hegemónicas que pretenden arrogarse derechos sobre una "monolítica Educación Física". Por fortuna, las cosas no son tan sencillas para ellos ya que producir conocimientos es un trabajo concreto que se inscribe en la acción estratégica por la valorización y legitimación del saber en el marco de proyectos académicos que son a la vez ideologías y fuerzas sociales en lucha que buscan posicionarse permanentemente ante los cambios de la realidad. En el proceso de "puja por las explicaciones" y el dominio sobre los recursos para producirlas, se cae de maduro que los detentores del poder necesitan manejar el mundo de las ideas impuestas o autoimpuestas con la intención de mantener un ejército ordenado de reproductores del sistema o como diría J. Habermas2 "...bajo el presupuesto de una teoría revisada del valor - trabajo, una regulación política de las relaciones de distribución no sería incompatible con las condiciones de una producción orientada hacia la maximalización del beneficio". La productividad del trabajo profesional, el beneficio y la regulación son la base de la cohesión del sistema además de ser los presupuestos económico - políticos que van a constituir las teorías funcionalistas en el terreno de las prácticas corporales. Pero si miramos hacia la otra orilla, en las antípodas del poder dominante, encontramos a quienes ofrecen resistencia construyendo las herramientas configuradoras de la crítica social. Entre los puntos de inflexión de los extremos ideológicos: funcionalismos y criticismos, están los puntos medios de aquellos que se inclinan por las alternativas, las innovaciones, la ortodoxia, el revisionismo, la pseudo - crítica y otras posibilidades que conforman un arco de pensamientos inacabables.

    En lo que sigue, se pondrán en juego diversos criterios que se manifiestan en el seno de la Educación Física a la luz de la Crítica Social.


El paradigma físico deportivo más allá del bien y del mal, al servicio del orden político mundial y el disciplinamiento de los cuerpos

    El paradigma físico deportivo es una postura teórico-práctica que suele autoatribuirse un saber "natural y neutro" cuyo anclaje político-social surge por su propio peso ya que no existe pretensión social más soberbia que el intento de imponer un conocimiento que por esencia se proclame universal, atemporal, un interés que esté por encima de todos los intereses. Pero la autoconfesión de creencias, parafraseando a Pierce, nos eximirá de mayores esfuerzos en nuestro intento de desmitificación. En una obra inmejorable por su calidad conceptual titulada "Teoría general del entrenamiento deportivo", Lev Pavlovich Matveev3 expresa en un párrafo una síntesis sin desperdicios: "No obstante, con el tiempo se prestó más atención al hecho de que el objeto de la teoría de la Educación Física apenas coincide en cierta medida con el de la teoría del deporte y que para la mayor cobertura de la problemática del conocimiento de la esencia del deporte, de las tendencias de su funcionamiento y desarrollo, se necesita una rama especial del conocimiento científico, orientada selectivamente hacia dicha problemática. En la formación de esta última, intervinieron significativamente las necesidades de la preparación de las selecciones deportivas de los países del mundo hacia los juegos olímpicos y otras competiciones internacionales de alta responsabilidad en condiciones de rivalidad cada vez más aguda en la arena deportiva internacional después de la Segunda Guerra Mundial". De aquí se desprende que la Educación Física no sólo no coincide con la teoría del entrenamiento sino que este entrenador se autoatribuye el saber sobre "la esencia del deporte" o sea, confiesa ser capaz de captar la esencia del ser, una actitud hacia el objeto de conocimiento que impregna todo el análisis de una mística explicable solamente por su fe positivista en el conocimiento técnico. Queda además el entrenamiento ubicado en el lugar de una rama del conocimiento científico que se puso a disposición de los mandatos (volver a la cita) de la macropolítica mundial durante la guerra fría y el desarrollismo económico así como en su momento, había estado también a disposición de la formación de los ejércitos y los estados capitalistas, fascistas, nazis o estalinistas.

    "La responsabilidad" que nuestro entrenador siente con las competencias internacionales no es natural, es autoimpuesta bajo el presupuesto de la naturalidad, ergo, el apego a las fuerzas internacionales es una decisión, un alineamiento y no una necesidad de la gente o la naturaleza. En tiempos anteriores a decir de Norbert Elías, el deporte fue una contribución al proceso civilizatorio, ahora es una contribución a la expansión de los agentes económicos y políticos.

    El funcionalismo en el seno de las teorías del entrenamiento deportivo a partir de las teorías sistémicas se expande a la enésima expresión mediante el síndrome de adaptación, la teoría de la actividad competitiva, la eficacia y el potencial biológico. Los constructos teóricos se convierten en dispositivos tecnológicos que operan recortando instrumentalmente cada espacio/tiempo de los cuerpos, destinándolos sin retorno a una disciplina que llega al extremo de plantear el beneficio de los llamados "megaciclos" que no son ni más ni menos que el proceso bajo el cual se forman los deportistas en un lapso de muchos años al servicio de: " las necesidades de la preparación de las selecciones deportivas de los países del mundo...en condiciones de rivalidad cada vez más aguda en la arena deportiva internacional después de la Segunda Guerra Mundial".


La ilusión pedagógica, la pseudocrítica y la praxeología motriz, tres mosqueteros al servicio de la corona

    Más complicado resulta destacar los matices de la crisis dentro de las posturas que estimulan la ilusión pedagógica en el campo educativo. Ellas pregonan que la educación tiende al bien común de tal manera que un sujeto educado no puede ser sino factor de cambio hacia el progreso de la humanidad toda. Pero es posible también desmitificar aquellas ilusiones, rescatando la realidad que dio origen a algunas de las posturas pedagógicas dentro de la Educación Física alineadas con el orden internacional globalizado. Para ello tomaremos un párrafo de Guillermina Tiramonti4 extraído de su trabajo "Modernización educativa de los '90". ¿El fin de la ilusión emancipatoria?" que pinta de pies a cabeza lo que fue la Reforma Educativa Argentina de los años ´90: "En el plano específico de la educación también asistimos a una confrontación paradigmática que ha construído agendas de gobierno más o menos homogéneas en la región y está proveyendo metas y objetivos a los sistemas educativos nacionales. En esta construcción paradigmática confluyen varios factores:

  1. Las exigencias de calidad educativa que impone la articulación con un mundo estructurado alrededor del conocimiento y de las telecomunicaciones,

  2. Los diagnósticos y las estrategias impuestos por los centros mundiales de financiamiento de proyectos y programas,

  3. Las propuestas de los organismos internacionales dedicados a la educación que tratan de compatibilizar las posturas de los bancos con las necesidades políticas de los gobiernos, la preservación del orden social y la integración internacional de los países de la región. El ejemplo más acabado es el documento de CEPAL/UNESCO (1992) "La educación como eje de la transformación productiva con equidad"

    El nuevo paradigma plantea para el sistema un objetivo de calidad definida como la formación de competencias para la "COMPETITIVIDAD".

    La competitividad, la exigencia de los bancos y la globalización de la educación fueron los ejes sobre el que rodaron las modificaciones operadas en el Sistema Educativo Argentino de los años '90 con una clara mirada económico - burguesa que se complementó con la avanzada sobre toda lógica comunicativa y toda forma colectiva de organización. En el documento de las Consultas Sociales del Ministerio de Educación aparece la siguiente reflexión5 : "En el caso de los modos de negociación, la cuestión que se presenta ante el cambio de las cualificaciones por las competencias es apreciar si tal desplazamiento no lleva también un deslizarse de los ámbitos de la negociación y de la representación de los trabajadores. Porque se corre un riesgo cierto de abandonar una negociación basada en categorías, nomenclaturas y prescripciones, que tienen un definido carácter colectivo, para centrarse en atributos profesionales que están encarnados en trabajadores individualizados, por esos mismos saberes y experiencias por cada uno de ellos desarrolladas". Es posible avizorar que detrás del proyecto educativo que orientó la Reforma Educativa Argentina reaparece la autoimposición de un alineamiento con criterio de clase en base a la competencia y el individualismo que da contra el suelo cualquier pretensión de educación democrática y mucho menos emancipatoria o socio-crítica. La educación física fue un componente más de la avanzada neo - liberal de los '90 que se tradujo en propuestas curriculares y producciones, unas veces aggiornadas con construcciones pseudo - críticas y otras destinadas a codificar técnicamente los modos de enseñar que tuvieron en común la meta de consolidar los planes de hegemonía educativa de las nuevas fuerzas financieras dominantes. Sin embargo en las Fuentes de la Reforma de la Educación Física6 se usan argumentos como estos: "Lo propio de la conciencia crítica es su integración con la realidad, mientras que lo propio de la conciencia ingenua es su superposición con la realidad", dice Freire. Esta actitud crítica frente a la realidad inevitablemente solidaria cuando es sincera, es la que permite al individuo captar los problemas esenciales de su época y comprometerse en algún puesto de la lucha por las soluciones. Considerando a la educación un acto político, que tiende a emancipar al hombre de una condición existencial, elevándolo hacia formas de vida más plenamente humanas, y teniendo en cuenta las graves situaciones de desigualdad e injusticia social en las que se desenvuelven los países del tercer mundo, se torna imperioso para sus comunidades, forjar y desarrollar políticas educativas y proyectos pedagógicos al servicio del interés nacional y popular hacia la formación de individuos críticos, solidarios y con un alto espíritu colectivo" (subrayado propio).

    Como surge de la cita anterior, sin lugar a dudas hubo un intento de integrar al aparato conceptual de las propuestas curriculares, elementos de la educación popular para apuntalar una reforma a todas luces neoliberal, con lo cual, se realizó la mágica apropiación de "la crítica por izquierda" a favor de los planificadores de la educación que entre otras cuestiones, son los que generaron los dispositivos escolares que actualmente determinan la enseñanza de la Educación Física. ¿Quién puede individualmente escapar a este ordenamiento de los cuerpos dentro de la escuela en nombre de la emancipación?

    Las "esencias motivacionales", ejes de una nueva propuesta didáctica aparecida en las Fuentes para la Reforma de la Educación Física como alternativa humanizante y en contraposición al enfoque de las funciones psicomotrices de carácter intelectualista de la psicokinética, sólo permitieron generar una nueva ilusión al ocultar la estrategia de fondo de la misma Reforma Educativa. Surgió de ello otra forma de funcionalismo pedagógico: la crítica social al servicio de los dominadores, toda una paradoja de nuestros tiempos que permite continuar la homogeneización de los sujetos bajo el supuesto de la adaptación del ciudadano, la predisposición para la docilidad y la productividad de los cuerpos.

    La fuerte asimilación de la Praxeología Motriz en las propuestas de la Educación Física, ha despertado en los últimos tiempos una adhesión más o menos importante a ciertas formulaciones en relación a la concepción de // cuerpo/situación comunicativa // y a la taxonomía de los deportes cuyos componentes son el orden de: /tiempos/espacios/reglas/acciones motrices/.

    En el trabajo "La estructura de los juegos deportivos", José Hernández Moreno7 esboza un concepto supuestamente superador de cuerpo basado en Parlebás (1981), mediante la identificación "...de tres generaciones de máquinas sucesivas" para " tratar de establecer una relación entre estas y el tratamiento dado al cuerpo". A través del recorrido histórico, citado por Hernández Moreno, encontramos tres tipos de máquinas que aportaron, alternativamente, tres modos distintos de interpretación de lo corporal:

a) Las máquinas de primera generación son "...máquinas simples, cuyos principios revelan los de la máquina elemental, en la cual se transmite un trabajo realizado al multiplicarse las fuerzas ejercidas por elementos...". "El autor más representativo de esta visión transportada al organismo humano, es Descartes" que transfirió este argumento a su concepción de cuerpo - máquina. El cuerpo máquina, según nuestro autor, es una de las bases conceptuales de las teorías del paradigma físico-deportivo, las gimnasias morfofuncionales, los manuales de técnicas deportivas y la mayoría de las investigaciones en el área de la Educación Física.

b) Las máquinas de segunda generación son "las máquinas energéticas que hacen pasar a la energía de una forma en otra (noción cinética) nacida en el siglo XVII, donde se sitúa el origen de la Revolución Industrial..." y agrega más adelante "Es incuestionable que el punto de vista energético invade en la actualidad las prácticas de los estudios deportivos bajo formas gestuales racionalizadas, de métodos de entrenamiento rigurosos y de sesiones de preparación intensas". Es el paso del cuerpo mecánico al energético, el salto de la morfología y la biomecánica a los sistemas energéticos y las áreas funcionales.

c) Las máquinas de tercera generación son "las máquinas informáticas, aparecidas después de la segunda guerra mundial" cuyas cualidades principales son el tratamiento de los signos y la información.

    Un modelo corporal basado en la teoría informacional aplicada a los cuerpos de los alumnos, según los praxeólogos, sería el modo de superar la vieja concepción energética del paradigma físico-deportivo: "La estrategia del jugador, entendida en el sentido de la teoría de los juegos puede ser interpretada como un verdadero servo-mecanismo... Esta es la razón por la que podemos calificar a esta máquina automatizada a partir de un material informacional como pre-semiótica".

    El principal caballito de batalla praxeológico, es la tan mentada taxonomía de los deportes en base a la semiomotricidad o comunicación motriz desde la lógica interna de las acciones motrices que es sin dudas, un acercamiento a las teorías comunicacionales del economista burgués Jeremy Rifkin que pregona un salto hacia delante del capitalismo bajo los siguientes supuestos: entramos en la era de la información con la consiguiente desaparición del trabajo y los trabajadores, reemplazados por una elite de innovadores, enseñantes, técnicos informáticos, o sea, una élite manipuladora de la abstracción. La primer revolución industrial la produjo la máquina a vapor y el carbón, la segunda el petróleo y la electricidad y la tercera la era informacional8 . ¿Qué hay detrás de estos supuestos? En principio existe la intención de reemplazar el concepto de trabajo y trabajador como fuerza de transformación social, a partir de allí, se construye pura ideología que compite contra las teorías clasistas, debido a que los trabajadores organizados son el presupuesto fáctico de la desaparición de la sociedad dividida en clases. Si seguimos a los praxeólogos, las teorías críticas habrían perdido su más importante argumento para seguir insistiendo en cambiar esta realidad alienante y ahora mismo estaríamos en una batalla virtual sin sujetos: estructuras comunicacionales con cuerpos hardwards.

    Existe en las posturas de Rifkin como en la de Parlebás, una decisión de alinearse con ideologías surgidas en los centros hegemónicos de poder. La era informacional ingresa mediante la Praxeología Motriz dentro de la vieja Educación Física supuestamente para revolucionarla y así, no sólo nos deshacemos del paradigma físico-deportivo, sino que apuntamos a debilitar los argumentos de la crítica social.


Recuperar la crítica social para devolver la energía a los cuerpos

    Es preciso rescatar ahora mismo de la basura, al viejo concepto de trabajo como aspecto fundamental del proceso de hominización, de transformación social y construcción de los cuerpos.

    Para ello tomaremos tres premisas prácticas fundamentales del marxismo aparecidas en "La ideología alemana" de C. Marx9 : La primera premisa de toda historia humana es, naturalmente, la existencia de individuos humanos vivientes. El primer estado que cabe constatar es, por tanto, la organización corpórea de estos individuos y, como consecuencia de ello, su relación con el resto de la naturaleza". El concepto de cuerpo es el primer fundamento de la existencia de la humanidad dentro del marxismo, por eso, podríamos decir que el reconocimiento al cuerpo es fundante de la teoría social crítica, de un cuerpo con necesidades hasta tal punto que en el mismo proceso de hominización, la necesidad de cooperación creó al lenguaje. Pero ese cuerpo- sujeto de necesidad no es cualquiera, no emerge de las tinieblas, él mismo se reivindica mediante el trabajo como se expresa en lo que sigue: "Podemos distinguir los hombres de los animales por la conciencia, por la religión o por lo que se quiera. Pero los hombres mismos comienzan a ver la diferencia entre ellos y los animales tan pronto comienzan a producir sus medios de vida, paso este que se halla condicionado por su organización corpórea. Al producir sus medios de vida, el hombre produce indirectamente su propia vida material". Luego este cuerpo práctico es además y simultáneamente, un cuerpo reflexivo:"...los hombres que desarrollan su producción material y su trato material cambian también, al cambiar esta realidad, su pensamiento y los productos de su pensamiento. No es la conciencia la que determina la vida, sino la vida la que determina la conciencia".

    Sólo con la comprensión de las premisas prácticas del marxismo, es posible reconocer la contracara de la teoría Parlebasiana, una ideología burguesa que intenta entronizar el desarrollo tecnológico como estabilización de las relaciones sociales proyectando los avances de la informática sobre los cuerpos. En cambio es plausible, desde una postura crítica y sin robar la energética a los cuerpos, analizar la comunicación motriz con una Teoría de la Producción de Signos que Umberto Eco10 esboza así:"...trabajo realizado al interpretar y producir signos, mensajes, textos, es decir, el esfuerzo físico y psíquico requerido para manejar la señal, para tener en cuenta los códigos existentes o para negarlos, el tiempo requerido, el grado de aceptabilidad social, la energía empleada al comparar los signos con los fenómenos a que se refieren, la presión ejercida por el emisor sobre los destinatarios, etc."

    Como se quiera, el trabajo, la energía y la comunicación están presentes en la práctica emancipatoria comunicativa y ello nos permite afirmar que el movimiento humano está referido en la relación pedagógica, a un conjunto de acciones en los que se producen actos de significación que cobran sentido como tales si están referidos a una totalidad concreta en términos de relaciones de contexto. La praxeología motriz aísla las acciones que pertenecen a las estructuras del juego de manera artificial, siendo que los escenarios deportivos y todos los componentes comunicativos internos pertenecen al campo de las relaciones sociales totales constituidas históricamente.

    La manera de emanciparse del trabajo esclavizante sólo se realiza emancipándose de las relaciones sociales esclavizadoras del capitalismo, no acudiendo a estructuras abstractas por fuera de los cuerpos capaces de acción y lenguaje; la praxeología motriz al fraccionar los roles para codificar acciones específicas, está reafirmando el status quo de formas típicas estandarizadas en el plano del hacer que el paradigma físico - deportivo estandariza técnicamente.

    En esto de reivindicar la energética emancipatoria, Elenor Kunz, en su obra "Transformación didáctico-pedagógica"11 plantea cómo es posible utilizar tres categorías integradas para una posible acción transformadora de la enseñanza: "... para cambiar la E. F. en un campo de conocimientos, de estudio, opté, como estrategia didáctica, por las categorías de acción, trabajo, interacción y lenguaje, para la práctica de la Educación Física". "La competencia objetiva o práctica instrumental está desarrollada, básicamente, por intermedio de la categoría trabajo"... "La competencia social está desarrollada por la tematización de las relaciones e interacciones sociales"... "Y por último, la competencia comunicativa debe ser desarrollada por el habla, por expresar los hechos, cosas y fenómenos, de forma de relacionar, analizar y comprender esos mismos hechos, cosas y fenómenos del contexto inmediato para abstracción hipotética y teórica".

    Siguiendo a nuestro último autor, la propuesta didáctica dirigida a los cuerpos en un espacio pedagógico debe integrar al trabajo como modo de acción transformadora, a la interacción tematizada como expresión de una crítica interaccional y por último a la palabra como una dimensión constitutiva de la misma. No existe separación posible entre comunicación, trabajo, energía e información.


Ultima problemática: relación entre ideología y energía de los cuerpos

    La pregunta final sería: ¿cómo es que operan los constructos teóricos sobre los cuerpos? ¿de qué manera estos conocimientos fuertemente ideológicos le restan energías al cuerpo para su capacidad emancipatoria? Una contestación primera podría ser que si la socialización escolar y/o deportiva es la continuidad de la socialización familiar, el alineamiento de estas instituciones sobre la institución cuerpo son garantías para la factibilidad del control de las acciones colectivas e individuales. El sentimiento de nacionalidad, el criterio de superioridad de las clases privilegiadas, la teoría de las razas, el mito capitalista de la igualdad de oportunidades, la asepsia sexual como fundamento de salud moral y otras, son todas pautas construídas (¿mentiras?) que se convierten en referentes coercitivos, de tal manera que cualquier comportamiento se valora en un marco culturalmente determinado bajo prescripciones/proscripciones provenientes de intereses que pugnan por sostenerse en medio de la resistencia y los cambios permanentes. Wilhelm Reich12 en su texto "Psicología de masas del fascismo" que tiene plena vigencia en nuestra sociedad capitalista actual, también se pregunta ¿cómo es que las ideologías orientan las acciones de las masas? diciendo lo siguiente: "Si una ideología, se convierte en una fuerza material desde que prende en las masas, debemos seguir planteando la cuestión: ¿de qué manera se produce esto?", a lo que responde: "...en la medida en que una ideología transforma la estructura psíquica de los hombres, no sólo se reproduce, sino, lo que es mucho más importante, se convierte en fuerza activa, en potencia material sobre las especies de hombres que han sido de este modo transformados concretamente y que por tanto actúan de manera transformada y contradictoriamente". La represión, obturación y direccionamiento de las energías corporales bajo reglas conscientes e inconscientes de carácter sexual, moral, de productividad escolar y sobre todo, por la interiorización de creencias manipulatorias disfrazadas de ciencia neutra o humanística, se erigen en un modo de explotación secundaria de los cuerpos que se traduce al plano de las ideas bajo los idearios de ciudadano correcto, hombre bueno, trabajador productivo, deportista eficiente o alumno de calidad. Nada escapa a las lógicas del poder salvo aquellas formas de acción que impliquen una ruptura consciente y colectiva de tal manera que existan cuerpos en movimiento actuando comunicativamente en direcciones diferentes organizadas en una fuerza social pública. La historia no tiene por qué considerarse un destino, la historia es una decisión, también lo es reproducir posturas académicas. Nosotros los Profesores en Educación Física somos trabajadores que optamos ponernos al servicio de determinadas políticas y por ende, pautamos los cuerpos políticamente, la "cosa nostra" no es tan sencilla... ni tan inocente...


Notas

  1. Kuhn, Thomas. "La estructura de las revoluciones científicas". Fondo de Cultura económica. Bs. As. 1990.

  2. Habermas, Jürgen. "Teoría y praxis" Ed. Tecnos. Madrid 1990. (pág. 248).

  3. Matveiev, Lev Pavlivich. "Teoría general del entrenamiento deportivo". Paidotribo. Barcelona 2001. (p.13).

  4. Tiramonti, Guillermina. "Modernización educativa de los '90". Idugraf. Bs. As. 2001. (p.21).

  5. Autores varios. Series Fuentes de la transformación curricular. Consulta Social. Min. de Educ. de la Nac. Bs As. 1997(P 18 y 19)

  6. Gómez, Raúl y otros. Series Fuentes de la transformación curricular. Educ. Física. Min. de Ed. De la Nac. 1997 (p.237)

  7. Hernández Moreno, José. "Análisis de las estructuras del juego deportivo". Ed. Inde. Barcelona 1998. (p. 34 a 47)

  8. Rifkin, Jeremy. "El fin del trabajo". Ed. Paidós. Bs As. 2000.

  9. Marx, Carl y Engels, Federico. "La ideología alemana". Ed. Pueblos unidos" Bs As 1985. (P 16 a 27).

  10. Eco, Umberto. "Tratado de semiótica general". Ed. Lumen. Barcelona 1995. (p 228 y 229)

  11. Kunz, Elenor. "Transformación didáctico-pedagógica del deporte". Ed. Unijuí. Brasil. 2000 (138 y 139)

  12. Reich, Wilheim. "Psicología de masas del facismo". Ed, Latina. Bs As. 1972. (p.29)


Bibliografía

  • Autores varios. Series Fuentes de la transformación curricular. Consulta Social. Min. de Educ. de la Nac. Bs As. 1997

  • Eco, Umberto. "Tratado de semiótica general". Ed. Lumen. Barcelona 1995.

  • Gómez, Raúl y otros. Series Fuentes de la transformación curricular. Educ. Física. Min. de Ed. De la Nac.

  • Habermas, Jürgen. "Teoría y praxis" Ed. Tecnos. Madrid 1990

  • Hernández Moreno, José. "Análisis de las estructuras del juego deportivo" Ed. Inde. Barcelona 1998

  • Kuhn, Thomas. "La estructura de las revoluciones científicas". Fondo de Cultura económica. Bs. As. 1990.

  • Kunz, Elenor. "Transformación didáctico-pedagógica del deporte" Ed. Unijuí. Brasil. 2000

  • Marx, Carl y Engels, Federico. "La ideología alemana" Ed. Pueblos unidos" Bs As 1985.

  • Matveiev, Lev Pavlovich. "Teoría general del entrenamiento deportivo". Paidotribo. Barcelona 2001

  • Tiramonti, Guillermina. Modernización educativa de los '90. Idugraf. Bs As. 2001.

  • Rifkin, Jeremy. "El fin del trabajo" Ed. Paidós. Bs. As. 2000.

  • Reich, Wilhelm. "Psicología de masas del facismo". Ed. Latina. Bs As. 1972.

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