El potrero, la pista y el ring. Cuestiones metodológicas y problemas de comparación |
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Antropólogo Social Universidad de Oslo |
Eduardo Archetti (Argentina) |
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Conferencia realizada en la Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires, mayo de 2003 |
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http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 9 - N° 64 - Septiembre de 2003 |
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Presentación de Roberto Di Giano
Buenas noches, vamos a dar comienzo a esta conferencia que va a dar Eduardo Archetti y que lleva por título: "El potrero, la pista y el ring. Cuestiones metodológicas y problemas de comparación". Esta conferencia está organizada por el Instituto de Ciencias Antropológicas y el Área Interdisciplinaria de Estudios del Deporte de la cual Eduardo Archetti es Miembro Honorario junto a Christian Bromberger.
Archetti es Antropólogo Social; trabaja actualmente en la Universidad de Oslo. Estudió problemáticas del mundo rural y luego pasó a realizar trabajos sobre el Deporte. Modernidad y Sociedad en la Argentina.
Presentación de Carlos HerránBueno, yo en nombre del Instituto de Ciencias Antropológicas quería darle la bienvenida a Archetti. No es frecuente que tengamos una persona con tanta trayectoria en investigación en la Argentina proveniente del extranjero con nosotros.
Eduardo Archetti se fue del país hace muchos años; exactamente 30 años. Ya en esa época produjo un trabajo interesantísimo con una visión en antropología económica sumamente novedosa para Argentina sobre el campesinado del norte de Santa Fé. Fue un momento muy especial en las Ciencias Sociales en la Argentina; un momento en que los estudios rurales se llevaban todo por delante, cuando estaba Eduardo Archetti y su mujer trabajando en el norte de Santa Fé y en Santiago del Estero, y por otro lado estaba Leopoldo Bartolomé en Misiones, etc. Parecía que esto se venía con todo, los estudios rurales en antropología social de los sectores campesinos de la Argentina. Todos se acordaran que poco tiempo después el país se derrumbó en mil pedazos y yo decía, aunque a fines del ´74 y ´75 estábamos huyendo como conejos de las fábulas más o menos, y entonces esto quedó en la nada y creo sinceramente, por lo menos en el área de lo rural, no se volvió a construir nunca más. Pero.... acá está Hugo Trinchero (vicedecano de la Facultad) que está un poco en el tema tratando de juntar gente, empezar de nuevo con los escasos recursos que hay ahora.
Después nos encontramos en una reunión del '74 en Tucumán organizada por Hebe que fue la cúspide en ese momento con un coordinador que parecía un director de orquesta de primera línea dirigiendo eso. Después nos volvimos a ver en Quito cuando trabajábamos en el programa de antropología rural de FLACSO. Ahí también hubo una especie de intento de hacer una antropología latinoamericana con énfasis en lo campesino; y después señores lo último en el '76, donde todo el mundo me decía que si volvía a la Argentina me iban a pasar cosas horribles, pero yo de inconsciente volví y ahí empezó la historia negra que tuvo a Eduardo como a otros tantísimos amigos exiliados, que nos tuvimos que ver de lejos y por carta.
Espero que esta venida prolongada nos de la oportunidad para juntarnos y decir: nunca es tarde para empezar de nuevo.
Exposición del Profesor E. ArchettiBueno, gracias por la introducción. Siempre es para mí un honor especial volver a esta facultad. Cuando yo estudié antropología y sociología en Buenos Aires, estaban mezclados Humanidades y Ciencias Sociales.
Cuando él recordaba los 30 años, me acordé de una anécdota de una persona que va a una charla de un conocido cientista social Argentino: Portantiero; y le dice, no pensaba que usted era tan joven (por el libro que leí hace tantos años). Así que yo creo que me hiciste sentir los pasados treinta años del libro aquél mío.
Bueno, la idea mía de hoy es reflexionar con ustedes de una mirada crítica mi trabajo.
Este es un seminario pluridisciplinario; entonces quisiera reflexionar en mi disciplina desde la antropología, como la he practicado en relación a las temáticas del deporte.
Les pido que me acompañen en la construcción histórica de la antropología como disciplina a partir de tres ejes. Entonces, una vez que presente los tres ejes voy a tratar de vincular mi investigación a éstos.
La idea es ver que hay una construcción de un campo que no necesariamente tiene que ver con una disciplina.
El primer gran eje de mi disciplina es lo que yo llamo la maximización de la alteridad
Realmente la disciplina se construye a través de la mayor distancia cultural existencial. En el caso de antropólogos que se dedicaron a estudiar la religión eran ateos o no creyentes.
Entonces la mayor distancia cultural, existencial y social garantiza un tipo de investigación donde la alteridad construida metodológicamente es lo central. Uno se socializa sobre la base de la búsqueda de contrastes, sobre la resonancia, que es lo que uno encuentra en el trabajo que resuena a cosas que uno ha vivido, pensado o leído; y el aprendizaje del lenguaje. Esto es una paradoja porque vamos a volver al tema, porque la distancia cultural se maximiza sobre la base de una distancia muy grande en la comunicación. Cuando mas distancia hay en la comunicación, mas alteridad hay.
El aprendizaje de un lenguaje muy difícil de aprender esta sobre la base de la disciplina. Como ustedes se darán cuenta, la disciplina se construye sobre la base de que uno tiene que ir lo más lejos posible. Estoy exagerando, pero en los países centrales la idea es que uno tiene que ir lo más lejos posible. Esto es una paradoja pero como ustedes saben gran parte de la antropología en Brasil, en México o Perú se construye trabajando en la "casa", o sea que estos antropólogos trabajan sobre su propio contexto. Hay un movimiento distinto en torno a la antropología de los países centrales.
Incluso cuando fui a estudiar a afuera y sugerí hacer trabajo de campo que no fuera en la Argentina los que me habían enseñado que mi disciplina era maximizar la alteridad, me convencieron de que volviera a la Argentina. O sea que hay historia más complejas. Yo diría que el tema principal es este, y cómo uno construye esta alteridad en condiciones desventajosas. Por ejemplo cómo construyó la alteridad en Chacarita, en Mataderos, en Santiago del Estero de donde vengo, etc. Es un problema que merece la tensión debida, porque en la antropología se socializa ver las cosas "desde adentro" y "desde fuera". Desde adentro porque uno hace trabajo de campo, el famoso mito del trabajo de campo, pero uno tiene que ver desde afuera. De allí que cuál es el adentro y el afuera, Chacarita, Mataderos. Es un problema que quisiera discutirlo con ustedes. Este es un gran eje de la disciplina.
El segundo gran eje es la comparación, porque nuestra disciplina es más bien inductivista; realmente la inducción es un mecanismo adecuado y fundamental en la acumulación de conocimiento. Los resultados empíricos están por encima, en nuestra disciplina, de los postulados teóricos o los modelos normativos. Eso nos distingue de los cientistas políticos por ejemplo; y si hay uno aquí mi intención no es ofenderlo sino al contrario, un ejercicio teórico bien hecho suele ser mas eficaz aún para crear condiciones mejores, por ejemplo imaginar la democracia, no sé.
Pero un mecanismo fundamental de acumulación de conocimientos es central y gran parte de la teoría en nuestra disciplina es post-factual o por lo menos hay olor a alcanfor. Se es mejor antropólogo cuando menos teoría hay en el campo, se trabaja mejor.
Hay una serie de problemas vinculados al hecho de que nuestra disciplina se ha ido trabajando sobre otros temas, otras áreas, y ahí aparece el problema de los datos. Que tipo de datos necesito para construir este modelo acumulativo. En un contexto en el cuál es una disciplina muy artesanal en tanto yo sé que hubo alguien en tal comunidad o en tal área y tratamos en general de evitar ir a esos lugares. Hay un problema de acumulación real que viene por ese lado.
Voy a reflexionar críticamente después con ustedes sobre mi relación con los datos y la investigación. Como la comparación es central hay distintas estrategias de comparación.
Yo diría que, aunque exageraba cuando hablaba de la cosa inductivista, pero hay una construcción teórica explícita en el caso de mi disciplina donde lo llamo teorías regionales. En donde aparecen regularidades, cierto tipo de leyes pero que en un principio surgen de una problemática acotada. De tal manera son acotadas que yo no sé como es el caso aquí, pero hay muchísimos aportes antropológicos a la teoría social, al caso del don, al caso de los ritos, el caso de los rituales que los otros cientistas sociales los leen, ¿o me equivoco?
Uno puede encontrar a un sociólogo que ha leído muchísimo a Bourdieu pero realmente que ha pasado por alto a Mauss. Incluso a cierto nivel de los aportes es una disciplina que tiende a ser provinciana. O sea que el objeto de estudio, la alteridad, nos condiciona a ser provincianos de alguna manera. Pero hay una construcción teórica explícita con problemáticas bien definidas en donde realmente la comparación es central: magia, brujería, religión, ciencia. Área en donde los antropólogos han trabajado de manera especial.
La segunda estrategia comparativa es lo que yo llamo la estrategia regional. Uno encuentra ciertas temáticas en ciertas cuestiones que se replican. Por ejemplo, el código de honor y vergüenza en los países Mediterráneos en el norte de África, es una estrategia de comparación. España, Italia, la gente de Túnez, donde los códigos de honor y vergüenza articulan mecanismos de sociabilidad, definición de la persona, definición del individuo. Hay una acumulación regional comparativa de determinado tipo de problemática que son bien regionales.
La tercera estrategia exitosa en mi disciplina es lo que yo llamo la estrategia trasregional. Si yo encontré que realmente los linajes son importantes para explicar el parentesco en Africa, trataré de ver que ocurre si llevo la teoría de los linajes a Nueva Guinea. Por ahí algo encuentro. Honor y vergüenza, ¿que me pasa si voy con esa teoría a Anillaco1 , encontraré algo? Una temática relevante.
Herran: - Esto hace dos o tres años hubiera sido un chiste fantástico: ¿existe la vergüenza en Anillaco? (risas)
O el pasaje del honor y la vergüenza hacia la dignidad en contextos en que, por ejemplo, si mi hija tiene un comportamiento disipado esto no afecta a mi familia y es un problema de ella, individual.
Se han hecho cosas interesantes con estos tres elementos, tanto con la construcción de modelos de teoría explícita sobre la base de datos comparativos, la comparación regional o lo transregional digamos son entreculturas.
Después hay otras dos estrategias en relación a la problemática del deporte, que es toda la cosa intracultural, que ocurre cuando la comparación mía es adentro de una misma cultura.
Y la quinta es la importancia de los cambios en el tiempo. Por ejemplo si yo estudié en una comunidad durante veinte años, estoy haciendo una cosa comparativa; es interesante el tiempo como variable. De eso hay poco y cuando aparece mediado por el tiempo, en muchos casos ha sido en antropología: "si estuvo Radcfield haciendo trabajo de campo aquí, después vino Lewis a hacer el trabajo que estaba haciendo Radcfield y encontró otras cosas diferentes, el pobre Radcfield queda muy mal". Nosotros intentamos tratar de evitar ir a un lugar donde uno ya estuvo antes.
Yo diría que estas cinco estrategias son importantes pensarlas y también que unidades de comparación utilizamos, porque hay distintas unidades de comparación. Uno puede comparar sobre individuos si yo trabajo con empresarios, sobre shamanes. Relaciones sociales que es lo central del trabajo antropológico, sobre instituciones, ideas, conceptos y rituales.
Las unidades de comparación tienen que estar definidas lo más claramente posible. El segundo eje, es el eje de la comparación y el tercer eje es la tensión del universalismo postular de que hay una unidad en todo el género humano que en principio todos nos podemos comunicar, que todos podemos aprender todos los lenguajes que existen en la actualidad. Y el relativismo; o sea formas de expresión particulares como la unidad de ciertos fenómenos.
En este contexto lo que yo agregaría es que la antropología como el resto de las otras ciencias sociales, es un producto de la modernidad. O sea que no pueden existir las ciencias sociales sin una idea de la universalidad. ¿Y qué es lo que distingue a las ciencias sociales?
En la modernidad uno se puede imaginar condiciones premodernas donde las ciencias sociales no tengan la condición de universalidad. O sea que cuanto más "premoderno" soy (estoy exagerando un poco) menos universal seré.
Piensen en Marx. La modernidad conlleva esta cosa de la universalidad, que es muy relevante para entender los deportes modernos como creación típica de la modernidad.
Lo que yo llamo la competencia acompañada del esfuerzo gratuito e inútil.
La idea que nos acompaña es la tensión que existe en nuestra disciplina respecto a otras disciplinas. Ayer hablaba con un economista argentino muy estudioso, muy crítico y me decía que nunca había pensado que había distintas maneras de definir al individuo y a la persona. Nuestra disciplina se monta sobre las distintas maneras de definir al individuo y persona. Realmente él sostenía la universalidad de definir con sus categorías a la persona o al individuo. En nuestra disciplina la tensión máxima está entre el universalismo y esa manera particular de estudiar sistemáticamente las diferencias; como uno hace ingresar frente al universalismo las diferencias. Por lo tanto ciertos universales, estructurales que son categorías aplicables a todas las sociedades y hay actividades y categorías que en general son particulares que van a aparecer como productos históricos muy especiales. Imaginemos la globalidad, colonialismo, son productos históricos que aparecen en un contexto de modernidad.
Esto sería lo que yo llamaría el esquema metodológico y yo ahora intentaría problematizar cómo mi investigación, de alguna manera, se vincula a estas problemáticas más generales para que reflexionemos en conjunto sobre problemas metodológicos porque a medida que pase el tiempo para un antropólogo, menos tiempo quiere estar sufriendo. Cuando uno se pone mas veterano, todo lo que uno pasó siendo joven, vivir en el campo, cuando no había electricidad, uno quedaba aislado por meses, por la lluvia; los inviernos durísimos en el norte de Santa Fé. ..... De allí viene Batistuta, bien alimentado, fuerte, etc.
Bueno, y de ahí yo he ido haciendo otras cosas y al hacer otras cosas la condición del trabajo antropológico también ha cambiado.
Yo comenzaría reflexionando en voz alta...
Aparece el problema de la alteridad cuando uno se pone a estudiar en su propia sociedad. Yo me acuerdo cuando me convencieron en Francia de que tenía que venir a la Argentina, yo tuve una larga discusión con Hebe Vesuri, con Santiago Bilbao , en donde Santiago me convenció de que él había visto un censo de 1895, de la provincia de Santa Fe, de Carrasco, en el cuál aparecían austriacos en el norte de Santa Fe. Y me dijo de que porque no iba a estudiar al norte de Santa Fé que había austriacos.
Entonces la idea de Bilbao era construir un tipo de alteridad. O sea a que nivel hay similaridades entre observador y observado y qué tipo de similaridades son un obstáculo. El género, dirían ustedes, pero el genero es universal, obvio. O la edad, la edad es un problema en el trabajo de campo; uno a veces tiene más informantes de determinada edad o de determinado género, etc. El problema es más general, pero si yo estoy trabajando en mi cultura, en mi país, hay un problema de similaridad. Es que yo ya tengo deconstruído el objeto que voy a estudiar; y voy con categorías que vienen construidas que hacen que efectivamente vaya a encontrar todo lo que busco. Que grado de homogeneidad hay entre el observador y el observado que no permita la sorpresa. Lo que uno está haciendo en le trabajo de campo es confirmar lo que uno ha vivido, experimentado, que le ha sido transmitido por la socialización; uno fue al colegio, al secundario, a la universidad, vive en un determinado tipo de ambiente urbano.
Yo creo que es un problema.... Es decir lo que uno pierde y lo que uno gana. Es importante porque van a aumentar la convicción de resonancia hasta un cierto nivel que yo digo, hay mucho ruido, que realmente las categorías que uno tiene vuelven a aparecer todo el tiempo. Por ejemplo, si uno va con la idea del potrero y el pibe, que yo he trabajado; es obvio que en todos los diálogos va a aparecer de una manera u otra las categorías para interpretar determinados fenómenos vinculados al estilo, a la imaginación de ser argentino. El potrero visto como algo indomable, que no tiene maestros, ni siquiera domadores, que uno anda suelto ahí en el caso de los jugadores de fútbol. Esas categorías aparecen como aparecen cómo criticarlas, y yo creo que es un problema. Cuando se pronuncia la palabra pibe, ¿qué significa pibe y a que se opone?, frente al potrero ¿qué se opone?, etc. Yo diría que son categorías que cuando aparecen y que está en uno, uno tiene que problematizarlas. Son generalizables; son categorías que funcionan como pura ideología. Son categorías que yo llamo como el cuchillo que corta el pasto. O sea que cuando uno se enfrenta al trabajo de campo hay categorías donde hay que tener un buen cuchillo que las corte.
De esta manera se trata de cómo uno puede tener una visión critica frente a categorías que dan el máximo de resonancia.
Frente a categorías que aparecen como únicas desde la perspectiva de los actores, es claro que muchos de los informantes antes no viajaron, no tuvieron otras experiencias y son muchas las categorías que aparecen como únicas. Otra manera de conjugar estas categorías es pensarlas comparativamente. Por ejemplo si esta la categoría del potrero y el pibe, como esas categorías aparecen eventualmente en el Brasil. ¿Pero cómo aparecen?; nuestros informantes no se darán cuenta, pero la función nuestra es pensar comparativamente lo que aparece como único, como exclusivo, que tienen resonancia ya para otros contextos, porque la imaginación en el deporte es limitada. La imaginación de los periodistas es limitada, la imaginación de los informantes es limitada, etc. No hablo críticamente. Y hay toda una serie de universales estructurales que aparecen todo el tiempo. Cuando uno quiere construir la alteridad máxima frente al estilo inglés con pocas categorías opuestas. Entonces, si los brasileños se preocuparon por construir lo opuesto al inglés como nosotros, en la década del '10, en la década del '20, en la década del '30, es obvio que habrá similaridades.
Lo que se trata es de cómo controlar esas categorías, no solamente ver críticamente como esas categorías aparecen, sino ver esas categorías como categorías que me invitan a mí a reflexionar en términos comparativos con otros contextos. Otras categorías muy relevantes son; por ejemplo el tango argentino coincidió históricamente con el nacimiento del tango brasileño. De allí que ahora un pequeño incidente con un ministro que dijo que ni siquiera el tango era argentino. Hubo una confirmación de una predilecta antropóloga argentina que trabaja sobre el tango y que hace que en la respuesta se olvida que en la década del veinte en el mundo, el tango argentino y la zamba argentino confluían y la gran lucha era diferenciarnos. El tango argentino y el zamba brasileño competían en el mundo como las dos danzas exóticas que venían de América del Sur, codificadas en el '10 en el '14 por pedagogos norteamericanos, ingleses y franceses como danzas exóticas, como tango. Y nosotros nos quedamos con el tango porque ellos se quedaron con la zamba en el ´17. Pero hasta ahí éramos idénticos.
Entonces, como imaginar categorías que a nosotros nos remiten a procesos paralelos de construcción de espacios categoriales comparativos. Yo sostengo que los argentinos que trabajan para el deporte no deberían trabajar para la argentina sino sobre el Uruguay o sobre Chile. Claro, Chile es más aburrido porque no ganan nunca y uno siendo argentino tiene que tener cierto contacto con la victoria, que la hemos tenido en casi todas las disciplinas. En algunas ha desaparecido pero...en los charrúas es interesante hacer la decadencia del fútbol charrúa, esas categorías mitológicas que quedan de lo que fue, de los que es de lo que nunca será por ahí, expropiado de todo por su vecino del Plata tan poderoso. En un momento de la historia del fútbol que dominaban todo, hasta mediados de la década del treinta era impresionante ese país. También de esta manera los brasileños tendrían que estudiarnos a nosotros. Entonces, realmente yo diría que el problema este de la alteridad lo llevaría de una manera que a mí me ha ayudado a pensar la comparación: que cosas yo no he hecho con mi cuerpo que sería importante estudiar, donde yo no tendría el máximo de resonancia. Claro, siendo santiagueño yo aprendí a bailar (ya que es una provincia alegre a pesar de ser dominada despóticamente) la chacarera, etc. Entonces yo empecé a trabajar sobre otras cosas que me daban el máximo de alteridad: tango, etc.
Y lo mismo, que cosas intenté como un fracaso total, que fue tratar de jugar un fútbol-polo, entonces trabajé sobre el polo y ahora trabajaré sobre remo, porque nunca he remado.
La pregunta sería, ¿qué cosas uno puede hacer en un contexto donde hay mucha homogeneidad cultural, que pasan por ser un tipo de actividades que uno nunca ha hecho y que no le da ninguna resonancia? Entonces, las preguntas que yo me haré serán las preguntas que uno se hace cuando va a estudiar un lugar insólito y no sabe el lenguaje. Por ejemplo yo no se el lenguaje del remo, el lenguaje corporal del remo. Ni he practicado, ni he visto, pero que me interesa como un problema interesante porque leyendo sobre Brasil (Río de Janeiro específicamente) y sobre La Habana encontré que efectivamente el remo era importante para el tiempo libre en esas ciudades, la apropiación del mar y todos esos chicos hermosos y las chicas que van a verlos. Entonces, yo quisiera ver a los chicos del Tigre luchando contra los mosquitos y que chicas iban a verlo.2 Y aparte lo del Tigre es muy interesante porque hay una apropiación étnica del río. Muy tempranamente todos los clubes de remo son étnicos: los italianos, los escandinavos, los alemanes, los judíos, se apropian del río. Hay un proceso de democratización del Tigre en un contexto donde la aristocracia quería al Tigre. Y esto es importante desde el punto de vista de este país aluvional y como ha habido apropiación de espacio. Esta también es otra manera de pensar la complejidad.
Por otro lado, lo que a mí me interesa trabajar sobre la Argentina es para comparar relaciones sociales. Que distintos tipos de actividades donde hay distintas relaciones sociales. Yo comencé con el fútbol que es relación hombres-hombres, pasé al polo que es relación hombres-animales y que además está vinculado a toda la profundidad mítica de La Pampa y los centauros del sur; toda una mitología extraordinaria. Y después la cosa del tango porque hay hombres y mujeres. Pero esto no es suficiente porque para que la comparación sea más eficaz y funcione tengo que eliminar cierto tipo de actividades sobre las cuales los argentinos no somos vistos y por lo cual no se construyó un espejo, en principio, favorable a nosotros. Entonces, la comparación me la dio Paúl Mc Cartney, yo no la tenía bien sistemática. Se acuerdan que Paul estuvo en la Argentina después de la democracia, y en un reportaje en Página 12 le preguntan a Paul: "Paul, digame ¿Ud. con qué asocia a la Argentina? Entonces Paul Mc Cartney hace un ejercicio... por ahí puede ser apócrifo porque los periodistas argentinos a veces construyen sus entrevistas. El Gráfico es todo construido, los futbolistas no hablan como hablan habitualmente, parecen filósofos. No hay ejemplos máximos de producción de ideología que Corbata hablando como un miembro de la academia, etc. Pero bueno, igual la respuesta fue buena porque dijo: "Claro, la Argentina: tango, Piazzola; la Argentina, fútbol, Maradona; y... caballos"
Entonces dije, tengo que encontrar caballos y a veces esta mirada del exterior que Paul tenía me ayudó a mi a construir, porque cuando uno trabaja históricamente uno se da cuneta que Inglaterra incluyó en el imaginario argentino el caballo y el polo y muy tempranamente. Y para sorpresa de ustedes el primer equipo de polo en gira, es un equipo santiagueño, los hermanos Smith, que embarca cuarenta caballos en 1904 y parte hasta (no se entiende). Yo diría ¿qué relaciones sociales son importantes?, se trata de ver como uno construye sistemas de comparación y como comienzan a aparecer en estas áreas que uno ha restringido, viendo estas categorías que permiten hacer comparaciones. Una categoría que une el polo y el fútbol es la categoría de potrero. El mismo imaginario que está en el fútbol aparece en el polo; y aparece en el polo inclusive, construido desde la perspectiva de los ingleses. Porque los inglese imaginan la Pampa con esos caballos ilimitada, como un gran potrero donde los caballos andan libremente.
El segundo problema que yo he tenido y se los confieso sinceramente es cuando a uno le comienzan a aparecer categorías o historias en los diálogos con los informantes que porque uno es argentino le da muchísima resonancia y porque en mi caso he sido un gran consumidor de El Gráfico. Porque siendo consumidor de esta revista me llenaba de fantasías sobre el país; yo estaba en el país a través de El Gráfico todos los fines de semana.
Como hemos estado a través de la radio, los provincianos, con el turismo de carretera; como cuando describían esos circuitos de la Patagonia; nunca hemos estado allí. O sea que el deporte y la radio fueron creadores de una fantasía que unificaba al país. Ahora es diferente, ustedes son de una generación que tienen la televisión, el videocasette, le repiten los goles, los pasan cuatro o cinco ves. Nosotros teníamos que imaginar el gol, etc. Es todo un ejercicio que hacía que le pasado se me viniera todo el tiempo; y como el pasado se me venía todo el tiempo, la confusión era total. La historia queme contaron es una historia que esta persona, ¿la leyó, y donde la leyó, como la leyó?, ¿es una historia que le contaron a él?, ¿quién? Quedó una confluencia de historias caóticas. Yo cuento solo una pequeña historia que a la gente que trabaja sobre esto y es de mi edad le va a producir una resonancia, que es la historia de Lalín y Seoane, que son dos grandes jugadores, que es una historia en la cuál Seoane hacía goles, Lalín gambeteaba, etc. Porque Lalín gambeteaba, no la pasaba y entonces se peleaban, porque éste siempre gambeteaba y no la pasaba. Entonces, finalmente Lalín se la pasa y Seoane hace un gol y Seoane le dice: " Viste pibe, si me la pasas siempre, sabés los goles que haremos", y Lalín le contesta: " Si, pero yo no me divierto".
Entonces esta la cuestión de la eficacia, el dribbling, la contundencia, si es un tanque, etc.
Esa historia me la contó un informante que estaba en la plaza, y nosotros salíamos de la ciudad de Avellaneda de ver Independiente Vs. Olimpia de Paraguay en el año 1983. Esa historia era como si yo la hubiera leído antes, como si la hubiera pasado antes. Y le pregunté quién le había contado esa historia, y me dijo que esa historia se la había contado e padre. Y luche con eso y me acordé cuatro años mas tarde que estaba en el libro: "Sobre héroes y tumbas", de Sábato; en el parque Lezama están dos amigos y se encuentran a tomar aperitivos y está la historia ahí. Y me dije, ¡entonces tiene que estar en Borocotó!, y fui y está en Borocotó y está en El Gráfico, repetida en 1920. Es historia, ¿y es construida por quién?, ¿y que profundidad histórica tiene?
O sea que cuando yo más me metía, más iba hacia el pasado. La heterogeneidad de mis datos, tiene que ver efectivamente con esto, de que hay prensa deportiva, folletines de todo tipo que construyen un mundo de significados en el cuál nuestros informantes e mueven. Ahora mas aún, la televisión, la radio, etc. O sea que eso agregaba una problemática diferente sobre que tipos de datos y la heterogeneidad de los datos. Por lo tanto, ¿yo como comparo si tengo datos tan heterogéneos? Este fue un problema por el cuál me vi enfrentado de manera sistemática y no la he resuelto, por lo cuál mis colegas en el departamento académico, que es un departamento muy tradicional en Oslo, consideran que cuando yo hago estás cosas hago estudio estudios culturales, y los que hacen estudios culturales piensan que lo que yo hago es antropología, con lo cuál yo me estaba moviendo en estas aguas envenenadas. Entonces la problemática de la identidad de la disciplina aparece en la medida en que uno se queda confrontado con la heterogeneidad de los datos.
Por lo tanto los análisis que yo pueda hacer de las fuentes narrativas escritas va a ser mucho más pobre que el análisis que podría hacer un semiólogo, etc. Entonces, este puede ser un problema que yo creo que existe vinculado a la heterogeneidad de los datos que he manejado, pero la resonancia es un problema. Yo me había acordado cuando en el Bar Mitre era una noche de invierno y nos quedamos tomando ginebra cuatro futboleros y ahí pensé en trabajar el fútbol cuando contaban estas historias, antes no lo había pensado, por esta gran densidad narrativa. Allí hay mitos, un discurso racional, si yo invierto dos mil dólares en acciones para el banco no se cuanto y dentro de dos años y le prometo un que va a recibir dos mil quinientos de vuelta, es un discurso delgado, racional, etc. Entonces yo imaginé que estaba frente a algo totalmente interesante y novedoso y que podía imaginar contar estas historias con mis informantes y jamás imaginé que yo fuera capaz de hacer lo mismo, lo que estoy haciendo ahora. Yo estoy leyendo como un desesperado sobre béisbol, porque quiero entender como los cubanos tienen esa relación de amor profundo por el béisbol con los norteamericanos, pero no tengo resonancia de ningún tipo y no tengo experiencia vital. Quiere decir que la relación que tengo con ese tipo de base informativa es absolutamente racional, no la puedo transformar.
Si no me viene algún mito, no la puedo transformar míticamente. Ahí me acordé que mi profesor me dijo, tu vuelves a la Argentina a hacer trabajo de campo porque nadie como vos será capaz de descubrir la profundidad de ciertas cosas. Bueno, hay una paradoja ahí, de una disciplina que se monta sobre la máquina de la alteridad y un discurso que se construye sobre la proximidad porque la proximidad da profundidad. Yo digo esto para que me ayuden a reflexionar.
Mi última reflexión tiene que ver con... ¿se acuerdan los tres ejes?: alteridad, comparación, universalismo, tiene que ver con la problemática del deporte como algo universal porque el instrumento es el cuerpo, para comenzar. No sé en el ajedrez debe ser también; los jugadores deben ir al baño, comen, etc. Y tiene que ver una cosa corporal, una cosa de odio, las miradas por debajo de la mesa. Existe ese elemento que funciona para toda una serie de metáforas y metonímias corporales que tiene que ver mucho con los estilos y como se usa el cuerpo. El segundo elemento que es codificado, creado como un espacio de la modernidad, muy eficaz para la construcción de imaginarios alternativos del centro. El deporte aparece en el momento crucial para Europa, en que Europa construye imágenes exóticas: importan el tango brasileño, el argentino, importan el arte primitivo africano. Están las exposiciones universales, París 1890. O sea la gran importación de lo exótico.
Entonces, el deporte es la expansión de algo universal, uniformado, estandarizado desde Europa en un contexto donde Europa importa otras cosas. Importa exotismo corporal, expresivo, estético en otras formas, pero una vez instalado el deporte como elemento universal, los europeos van a construir sistemáticamente la alteridad. ¿Por qué llevan gambeteadores argentinos? Yo me preguntaba, ¿por qué los que van en la década del veinte gambetean tanto? Que hasta se gambetean a si mismos; son preortegianos, pero ya estaba ahí la semilla que destruyó el talento del genio jujeño. Entonces yo creo que el deporte permite otro espacio de máxima alteridad. Estos cinco meces que estuve en EEUU, la prensa era maravillosa porque construía a Manu Ginobilli como algo extremadamente diferente al resto de los jugadores norteamericanos, que tenía algo que estos no tienen. Porque había que explicar este fenómeno, y ahí hay una construcción de la alteridad de Manu frente al resto. Entonces yo creo que ahí hay una cosa universal que es importante como mecanismo en donde se incorpora el relativismo, las categorías únicas, los seres excepcionales, que yo creo que nos abre a nosotros la posibilidad de hacer cosas comparativas.
Bueno creo que cumplí con la hora que me habían dado, y estamos en una nueva etapa en la Argentina, todos somos hombres comunes y no tenemos que hablar demasiado.
Notas
Anillaco es la localidad situada en la Provincia de La Rioja, en la que vive el ex presidente argentino Carlos Menem.
El Tigre: así es llamado el Delta del Río Paraná.
revista
digital · Año 9 · N° 64 | Buenos Aires, Septiembre 2003 |