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1. Introducción

    La música experimenta un momento de esplendor en la sociedad actual, convirtiéndose en compañera inseparable de nuestra vida cotidiana. Prueba de ello es la proliferación de orquestas, el creciente número de conciertos programados, la diversidad de estilos musicales y el desarrollo de los medios técnicos de grabación y reproducción.

    A lo largo de la historia, el arte musical ha permanecido unido a todas las facetas intelectuales, estéticas y éticas del ser humano. Por ello, la Ley Orgánica 1/1990 de 3 octubre de Ordenación General del Sistema Educativo, recoge en su preámbulo la necesidad de regular las enseñanzas musicales debido al creciente interés social hacia las mismas.

    Igualmente, las actividades físicas y deportivas han experimentado un desarrollo considerable por la trascendencia que han adquirido los temas relacionados con la salud, el ocio y el tiempo libre. De esta manera, las prácticas físico-deportivas se han convertido en un hábito para gran parte de la sociedad, pudiendo destacar como factores de su popularidad la continua labor divulgativa de los medios de comunicación y el carácter público, en muchos casos gratuito, de los servicios deportivos institucionales.

    Una vez expuesta la relevancia social de la música y la educación física, nos centraremos en el carácter interdisciplinar entre ambas áreas. Para ello, debemos recordar que la relación música-movimiento ha estado presente desde el origen del hombre hasta nuestros días.

    La primera regulación formativa que pone de manifiesto dicha vinculación ya aparece en el pensamiento griego, donde el filósofo Platón afirmaba que la gimnasia y la música debían estar unidas en el proceso educativo. Como expone en su obra "La República", la perfección humana sólo se consigue al unir ambas disciplinas. De esta forma, no se entiende la una sin la otra: la primera engendra salud a los cuerpos y los embrutece y la segunda otorga templanza a las almas y las afemina (Fubini, E. 1998).

2. Objetivos generales comunes

    Una vez introducida la relación entre la música y la educación física, vamos a estudiar la trascendencia de ésta conexión en nuestro sistema educativo actual. Comenzaremos exponiendo que los estudios de secundaria están regulados por el Decreto 148/2002 de 14 de mayo, que ha modificado recientemente al 106/1992 de 9 de Junio y establecido las Enseñanzas correspondientes a la Educación Secundaria Obligatoria en Andalucía.

    Este nuevo documento legislativo recoge la necesidad de relacionar diversas áreas del currículo para el desarrollo integral de las capacidades de los alumnos/as, quedando nuestro trabajo fundamentado en esta línea de investigación interdisciplinar. Así, tanto la música como la educación física implican procesos de comunicación y de relación con los demás, conformándose éstos como aspectos relevantes de la sociedad actual.

    Uno de los cambios más importantes que recoge el citado Decreto 148/2002 se refiere a las capacidades que debe desarrollar el alumnado a través de los objetivos generales. Por ello, a continuación exponemos aquellos en los que se produce una mayor interacción de las áreas de música y educación física, analizando posteriormente la forma en que esta tiene lugar.

    Objetivo a. Conocer y comprender los aspectos básicos del funcionamiento del propio cuerpo y la incidencia que tienen los diversos actos y decisiones personales, tanto en la salud individual como en la colectiva.

    La relación entre la música y la educación física con este objetivo queda patente en el estudio de las capacidades pulmonares y de fonación que ambas áreas desarrollan. Así, la potenciación de estas capacidades va destinada en música al canto y a la interpretación instrumental, mientras que en la educación física conlleva un incremento de la condición física y de la salud. De igual manera, ambas áreas utilizan ejercicios de relajación, desinhibición y movimiento como base para su estudio.

    Objetivo b. Formarse una imagen ajustada de si mismo, de sus características y posibilidades y actuar de forma autónoma valorando el esfuerzo y la superación de dificultades.

    La relación de nuestras áreas de investigación con este objetivo se basa en la circunstancia de que ambas requieren esfuerzo y trabajo para su estudio. De esta manera, el alumnado desarrolla progresivamente una mayor habilidad tanto en la interpretación musical como en sus cualidades físicas. Así, a través de la apreciación y valoración estética de los gestos, la audición y la interpretación, el alumnado descubre sus capacidades, aceptando su propia imagen, incidiendo en el equilibrio personal y favoreciendo una progresiva autonomía y confianza en sí mismo.

    Objetivo c. Relacionarse con otras personas e integrarse de forma participativa en actividades de grupo con actitudes solidarias y tolerantes, libres de inhibiciones y prejuicios, y adquirir y desarrollar hábitos de respeto y disciplina como condición necesaria para una realización eficaz de las tareas educativas.

    Tanto la música como la educación física posibilitan la comunicación con los demás miembros del grupo, desarrollando en el alumnado el sentido de la responsabilidad, la valoración del trabajo personal y de los demás. De igual manera, se fomenta la ayuda y cooperación en las diferentes actividades propuestas. Por ello, ambas áreas inciden en el trabajo en grupo, creando un ambiente de confianza y desinhibición que favorece la intervención activa.

    Objetivo f. Conocer y apreciar el patrimonio natural, cultural e histórico de Andalucía y analizar los elementos y rasgos básicos del mismo, así como su inserción en la diversidad de Comunidades del Estado.

    En este objetivo, la conexión entre música y educación física viene determinada por la utilización que ambas áreas hacen de la danza. Así, los bailes y músicas populares permiten al alumnado acercarse a otras tradiciones, generando una actitud comprensiva hacia la diversidad cultural e histórica de nuestro país, todo ello tomando la cultura andaluza como punto de referencia.

    Objetivo k. Interpretar y producir con propiedad, autonomía y creatividad mensajes que utilicen códigos artísticos, científicos y técnicos.

    En este caso, la relación se establece por la utilización que nuestras áreas de estudio hacen de una terminología común para comunicar las ideas y explicar los procesos físicos y musicales. De esta manera, la adquisición de un vocabulario, unos conceptos y una práctica, fomentan el descubriendo de las preferencias del alumnado ante las diferentes tendencias musicales y de danza, construyendo así sus propios criterios de valoración.

3. Interdisciplinaridad entre los objetivos de las áreas
de Música y Educación Física

    Al igual que para los objetivos generales de la Educación Secundaria Obligatoria, el Decreto 148/2002 también plantea una modificación de los objetivos específicos del área de música y educación física. En cuanto a la primera, debemos destacar que se ha suprimido el objetivo que contemplaba el Decreto 106/1992 referente a "Utilizar y disfrutar del movimiento y de la danza como medio de representación de imágenes, sensaciones e ideas". No obstante, las orientaciones metodológicas que ofrece el nuevo Decreto 148/2002 para el currículo del área de música recogen que "...se han de crear situaciones de participación y comunicación, de improvisación vocal e instrumental y de movimiento, de exposición de ideas, experiencias y sentimientos que faciliten y promuevan las aportaciones individuales y de grupo...". De esta forma, el movimiento sigue presente en el currículo de música y puede desarrollarse a través de algunos objetivos del área que contienen de forma implícita numerosas conexiones con la educación física. Por ello, pasaremos a analizar seguidamente aquellos que guardan similitud y relación entre nuestras dos áreas de estudio. Dichos objetivos son los siguientes:

Fig. 1. Objetivos generales de las áreas de música y educación física que guardan relación entre ellos.

    Una vez expuestos los objetivos del área de música y educación física que guardan relación, pasaremos a analizar como se produce ésta entre ellos. Así, en primer lugar haremos referencia al objetivo nº 1 de música, que hace alusión a los componentes del lenguaje musical para su análisis e interpretación. En este objetivo queda recogido uno de los elementos básicos de la música como es el ritmo, concepto que también está presente en el objetivo nº 3 de educación física referido a la práctica de actividades físicas y rítmicas con o sin acompañamiento musical.

    De la misma forma, el objetivo nº 2 de música referido a la adquisición de capacidades vocales e instrumentales como vehículo de expresión de ideas y sentimientos, mantiene una clara similitud con el nº 1 del área de educación física, el cual se refiere a la mejora de las capacidades coordinativas y motrices del cuerpo. De esta manera, el desarrollo de las citadas capacidades incide directamente en la correcta interpretación musical con la voz y los instrumentos.

    Igualmente, el objetivo nº 2 del currículo de música guarda relación con el citado nº 3 del área de educación física, ya que este último también profundiza en las capacidades expresivas y comunicativas del cuerpo humano. De la misma forma, este objetivo nº 3 tiene conexión directa con el nº 6 del currículo de música, debido a que éste último alude a la expresión estética y a la comunicación a través de la audición de obras musicales. Así, en ambas áreas se hace hincapié en la expresividad y en la relación que el alumnado desarrolla con los demás a través de ejercicios musicales y físicos. En los citados objetivos también se contempla una evidente coincidencia en la utilización del ritmo como base de estudio en ambas áreas, incluyéndose la música como recurso educativo en algunas actividades de educación física.

    Por su parte, el objetivo nº 2 de música puede también vincularse con el nº 7 de educación física, el cual alude al aprendizaje de técnicas de relajación. Así, nuestras dos áreas de estudio contemplan la necesidad de utilizar estos recursos; en música como condición previa a la interpretación y en educación física como medio para reducir y aliviar las tensiones y desequilibrios que puedan producirse tanto en la vida cotidiana como en la práctica deportiva.

    A continuación, analizaremos el objetivo nº 8 de música que versa sobre el conocimiento de las diferentes manifestaciones musicales a lo largo de la historia. Así, podemos establecer un enlace con el nº 2 de educación física, ya que éste último contempla la ejecución de juegos habituales del entorno. Por ello, el nexo entre ambas áreas se manifiesta a través de la práctica de estos juegos, generalmente tradicionales, que vienen acompañados del canto.

    Para finalizar con esta interrelación de objetivos, presentamos el siguiente cuadro sinóptico:

Fig. nº 2. Relación entre los objetivos de música y educación física.

4. Relación entre los contenidos específicos de las
áreas de Música y Educación Física

    En este epígrafe vamos a poner de manifiesto la relación que existe, según el Decreto 148/2002, entre los contenidos de las áreas de música y educación física. Sin embargo, debemos aclarar que los contenidos que establece este documento deben entenderse únicamente como referentes iniciales que han de concretarse por el profesorado en los centros educativos.

    De esta manera, procederemos a citar las coincidencias halladas en el primer ciclo de la ESO, pasando con posterioridad a estudiar individualmente cada uno de los dos cursos del segundo ciclo. Para ello, enumeramos a continuación los bloques de contenido propios de cada área:

Fig. 3. Bloques de contenidos de las áreas de música y educación física.

    Comenzaremos estableciendo la relación que existe entre el primer bloque musical de primer ciclo, referido al lenguaje y a la comunicación, con el de expresión corporal del área de educación física en el mismo nivel. Así, el estudio del ritmo (pulso, tempo, secuencias y alteraciones rítmicas, compás...) se erige como el punto básico para cualquier manifestación musical y física, motivo por el que este concepto debe ser tratado en ambas áreas desde el principio de su enseñanza-aprendizaje.

    Igualmente, el bloque referido a la expresión vocal e instrumental de música guarda conexión con los bloques de educación física que tratan de la condición física, salud y cualidades motrices. Así, la correcta utilización del aparato respiratorio, y consecuentemente de la voz, incide directamente en la salud. De igual forma, la motricidad y la coordinación son elementos imprescindibles tanto para la realización de ejercicios físicos como para la interpretación instrumental en música.

    Asimismo, la música como elemento de la cultura y la sociedad se relaciona con el ya citado bloque del área de educación física que alude a la expresión corporal. De esta manera, la utilización de música acompañando los ejercicios físicos y coreográficos, fomenta la valoración de ésta como hecho de comunicación y como parte del patrimonio de la cultura occidental y concretamente de la Comunidad Andaluza. Con este acompañamiento musical, también se promueve el desarrollo y manifestación de las sensaciones y sentimientos que la música despierta.

    Una vez estudiadas las coincidencias de contenidos existentes entre música y educación física para el primer ciclo de la ESO, pasaremos al tercer curso. En primer lugar, citaremos las uniones existentes entre el bloque de educación física dedicado a la expresión corporal y los del área de música que contemplan la música en el tiempo y la música española en el tiempo. De esta forma, la utilización de diferentes obras musicales para la realización de ejercicios de expresión corporal conlleva un conocimiento de los diferentes estilos de música españoles e internacionales que han surgido a lo largo de los siglos.

    Terminaremos nuestra referencia al tercer curso de ESO exponiendo los enlaces que aparecen entre el bloque de música popular y el de educación física que menciona los juegos de esta misma índole. Así, la práctica de estos juegos populares está frecuentemente ligada a la interpretación de canciones regionales.

    Para finalizar, dedicaremos un espacio a los contenidos en el cuarto curso de la ESO. Debemos poner de manifiesto en primer lugar las claras relaciones que se establecen entre el bloque de música folklórica y los de educación física referentes a los juegos populares y la expresión corporal, puesto que este tipo de música es un elemento indispensable para el desarrollo de coreografías, danzas y de parte de dichos juegos. De igual modo, las músicas populares urbanas y del mundo guardan relación con los contenidos de educación física dedicados a la expresión corporal, ya que como hemos apuntado anteriormente, la utilización del acompañamiento musical está presente en los citados ejercicios expresivos.

5. Conclusión

    El concepto de interdisciplinariedad puede desarrollarse ampliamente en las áreas de música y educación física a través del trabajo coordinado entre ambas. Esta posibilidad emana de las íntimas relaciones que el Decreto 148/2002 establece entre los objetivos y contenidos de cada una de ellas.

    En nuestro estudio ponemos de manifiesto las citadas relaciones con el objetivo de aportar a los docentes de estas materias un amplio abanico de posibilidades para un trabajo conjunto. Dicho planteamiento, favorecerá el desarrollo de una educación integral y la adquisición de las capacidades establecidas en la educación secundaria para el alumnado.

Bibliografía

• DECRETO 106/1992 de 9 de Junio. BOJA núm. 56. Sevilla 20 de Junio de 1992.

• DECRETO 148/2002 de 14 de Mayo. BOJA núm. 75. Sevilla 27 de Junio de 2002.

• FUBINI, E. (1994). La estética musical desde la antigüedad hasta el siglo XX. Madrid: Alianza música.

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revista digital · Año 9 · N° 61 | Buenos Aires, Junio 2003   © 1997-2003 Derechos reservados