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    Como te habrás enterado por los medios, desde ese 3 de mayo en que te escribí, la situación empeoró bastante. Menos mal que el tiempo acompañó y el río comenzó a bajar lentamente. Aquí las cosas ya no serán como antes, por eso te mando esta lectura que me llegó para que puedas entender cómo se siente hoy por acá la gente...

Enseñanzas

Yo le tenía miedo a la oscuridad,
hasta que las noches se hicieron largas y sin luz.

Yo no resistía el frío fácilmente,
hasta que aprendí a subsistir en ese estado.

Yo le tenía miedo a los muertos,
hasta que tuve que dormir en el cementerio.

Más aún, yo le tenía miedo al espanto,
hasta que tuve que dormir en el crematorio.

Yo sentía rechazo por los rosarinos y por los porteños,
hasta que me dieron abrigo y alimento.

Yo sentía rechazo por los judíos,
hasta que le dieron medicamentos a mis hijos.

Yo lucía vanidoso mi pulóver nuevo,
hasta que se lo di a un niño con hipotermia.

Yo elegía cuidadosamente mi comida,
hasta que tuve hambre.

Yo desconfiaba de la tez cobriza,
hasta que un brazo fuerte me sacó del agua.

Yo creía haber visto muchas cosas,
hasta que vi a mi pueblo deambulando sin rumbo por las calles.

Yo no quería al perro de mi vecino,
hasta que aquella noche lo sentí llorar hasta ahogarse.

Yo no me acordaba de los ancianos,
hasta que tuve que participar en los rescates.

Yo no sabía cocinar,
hasta que tuve frente a mí una olla con arroz y niños con hambre.

Yo creía que mi casa era más importante que las otras,
hasta que todas quedaron cubiertas por las aguas.

Yo estaba orgulloso de mi nombre y apellido,
hasta que todos nos transformamos en seres anónimos.

Yo casi no escuchaba radio,
hasta que fue la que mantuvo viva mi energía.

Yo criticaba a los bulliciosos estudiantes,
hasta que de a cientos me tendieron sus manos solidarias.

Yo estaba bastante seguro de cómo serían mis próximos años,
pero ahora ya no tanto.

Yo vivía en una comunidad con una clase política,
pero ahora espero que se la haya llevado la corriente.

Yo no recordaba el nombre de todas las provincias,
pero ahora las tengo a todas en mi corazón.

Yo no tenía buena memoria,
tal vez por eso ahora no recuerde a todos,
pero tendré igual lo que me queda de vida para agradecer a todos.

Yo no te conocía,
ahora eres mi hermano.

Teníamos un río,
ahora somos parte de él.

Es la mañana.
Ya salió el sol y no hace tanto frío.

Gracias a Díos.
Vamos a empezar de nuevo.

(GG) Anónimo
Ciudad de Santa Fe, Mayo 2, 2003.

Cariños, V.

Provincia de Santa Fe, Capital. Mayo 3, 2003
    La información acá es mucha, solamente me voy a referir al trabajo de alumnos y profesores de Educación Física en los centros de evacuados.

    Fuimos convocados por el Instituto de Educación Física de Santa Fe (I.S.E.F.), en la Facultad Tecnológica Nacional para comenzar a organizarnos y distribuir el trabajo en los 50 centros de evacuados que existían el martes 29 de abril; hoy hay 117 centros con más de 110.000 evacuados, sin contar los que se alojan en casa de familia.

    Básicamente existen grupos de profes, que no son fijos, van cambiando las personas, que dan casi de continuo en cada centro de evacuación, actividades físicas infantiles a los niños que allí se alojan. Esta actividad se basa fundamentalmente en juegos masivos, ya que es mucha la cantidad de niños, de persecución, relevos, juegos con música, con algunos elementos que pudimos conseguir de las escuelas que no se inundaron, y que se intercalan con actividades estético expresivas como ser dibujo y pintura.

    La respuesta de los niños, como te imaginarás, es ampliamente aceptada y disfrutada, no solamente por ellos sino también por sus padres que ven a sus pequeños "contenidos" física y psicológicamente, aunque sea por unas horas...

    Es raro apreciar sus caritas en determinados momentos que, inmersos en el juego, se olvidan de la realidad que los rodea y esbozan con toda soltura su sonrisa y sus ganas de moverse. Es más, generalmente si no les guardamos el material, siguen jugando solos hasta las 2.00 hs de la madrugada.

    Las profes mujeres, generalmente son las que hacen la actividad estético expresiva, ayer por ejemplo, dibujaron unas horas a la tarde y hoy cuando volvimos, habían tapizado toda la puerta de entrada con sus dibujos, fue emocionante. Hay algo en común en todos ellos, siempre figura el sol en sus variados tonos de amarillo rabioso, como pidiendo por favor que aparezca y no se vaya jamás...

    A los profes los adoran, cuando los ven llegar, ya saben que les traen alegría. A la noche, después de la cena, siempre se les pone un poco de música de "Piñón Fijo", ya que les encanta bailar y como dicen las madres: que se cansen bien y que duerman toda la noche sin despertar.

    Luego que todo el mundo se duerme, los que logramos vencer el cansancio, nos quedamos a una ronda, mate de por medio, y nos vamos presentando, nuestros nombres, de dónde somos, dónde trabajamos, anécdotas del día, hacemos amistades nuevas con gente de nuestra profesión y otro tipo de gente: estudiantes universitarios, gente inundada que nos cuentas cosas increíbles, maestras, secretarias, porteros, vecinos, de lo que te imagines... a veces se extiende hasta las 5.00 de la madrugada.

    Algunos de nosotros, también colabora en la descarga de camiones que vienen con ayuda desde otras provincias. Y en ésto, tengo que agradecerles a todos los porteños, la colaboración monstruosa que han prestado, ya que gracias a ustedes y demás provincias que colaboraron y están colaborando, cada familia hoy, ha dejado de dormir en el piso, duermen en colchones, tienen frazadas para taparse y por lo menos 2 bolsas de ropa por familia, no les falta alimento y reciben ayuda en cuanto a medicamentos.

    Como todas las personas de esta ciudad, nosotros también tenemos algún pariente o amigo que ha quedado inundado al que también prestamos ayuda en lo que podemos. Mucha gente tiene evacuados en sus casas y resulta difícil conseguir alimentos en precio o cargar combustible, ya que los camiones no pueden llegar a la ciudad por el corte las rutas principales.

    Bueno, como verás hay mucho para contar y todavía falta la peor parte, que es ésta: cuando la gente comience a volver a sus casas, (el que todavía tiene casa) y se encuentre con ese panorama. Esta mañana nada más nos enteramos de un vecino que al ver el estado en que quedó su vivienda, le dio un paro cardíaco y se murió. Había muchas casas de construcción precaria, chapas, paredes de barro, que se las llevó por completo el agua y no queda ningún rastro de ellas...

    Por todo ésto, yo calculo que va a haber muchísima gente que no va a poder regresar a sus hogares y se van a quedar en estos centros de evacuados, por lo que imagino que si las escuelas están ocupadas con ésta gente, las clases no van a comenzar, por lo menos por un mes.

    Espero que mi relato les haya servido para ilustrar un poco la situación aquí, y para que se sepa en todo el país, que los Profesores de Educación Física, tenemos bien claro el concepto de la palabra SOLIDARIDAD.

    Cariños. V.

    PD: por favor, no publiques mi nombre y apellido. Gracias.

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revista digital · Año 9 · N° 60 | Buenos Aires, Mayo 2003   © 1997-2003 Derechos reservados