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El diario como instrumento para la formación
permanente del profesor de educación física

   
Licenciado en Educación Física,
Profesor de Educación Física y Preparador Físico
 
 
Raúl Gonzalo Prieto
inforaulgonzalo@yahoo.es
(España)
 

 

 

 

 
Resumen
    A raíz de la implantación del paradigma naturalista, se incrementa la utilización de los documentos personales como instrumento para el conocimiento del pensamiento de los profesores.
    El documento personal más utilizado es el diario del profesor pues suministra información respecto a la estructura y funcionamiento de la actividad mental de los profesores y constituye uno de los instrumentos básicos de evaluación que debe elaborar cualquier docente que pretenda una actitud reflexiva en su labor. No es un método objetivo de observación, ni una catalogación exhaustiva de las actividades de la clase. Permite recoger observaciones de hechos calificados como relevantes que nos permitirán conocer, a raíz de su descripción e interpretación, parte de la realidad escolar.
    Unitermos: Diario. Profesor. Educación Física. Paradigma Positivista. Paradigma Naturalista. Investigación. Formación.
 

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 9 - N° 60 - Mayo de 2003

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Introducción y concepto

    Hasta hace relativamente poco tiempo, sólo eran tenidas en cuenta, a la hora de realizar investigaciones en el aula, las conductas directamente observables, que eran interpretadas de forma aislada sin ser ubicadas correctamente en el ámbito en el que se originaban. Todo ello estaba enormente influenciado por el paradigma positivista.

    Por ello surge el paradigma naturalista (también denominado interpretativo o cualitativo). Este paradigma no se preocupa únicamente de las conductas aisladas en categorías sino que pretende comprender lo que sucede en el aula desde diversos puntos de vista (profesores, alumnos, observadores externos, etc.) descansando sobre el supuesto de la existencia de múltiples realidades, considerando que las generalizaciones no son posibles, que lo máximo que uno puede esperar son hipótesis de trabajo (que se refieren a un contexto particular) y sosteniendo que el investigador y las personas investigadas están interrelacionados influyendo el uno en el otro, por lo que los investigadores naturalistas procuran mantenerse a una distancia óptima del fenómeno.

    Utiliza métodos cualitativos, con la relevancia como criterio más importante para medir la calidad de las investigaciones y prefiere la teoría nacida de los datos sobre sí mismos (GLASER y STRAUSS (1967), citados por GUBA (1981) en GIMENO y PÉREZ (1985)). Además los naturalistas se inclinan a utilizarse a sí mismos como instrumentos perdiendo de buena gana fiablidad y objetividad, utilizando un diseño abierto que se despliega, desarrolla y evoluciona en cascada y que nunca estará completo hasta que la investigación concluya de forma arbitraria, cuando lo aconseje el tiempo, etc.

    A raíz de la implantación del paradigma naturalista, se incrementa la utilización de los documentos personales como instrumento para el conocimiento del pensamiento de los profesores (VAN MANEN (1975), GRUMET (1980), BURGESS (1984), citados por ZABALZA (1991) y por DEL VILLAR (1994)).

    Estos documentos personales son utilizados para el estudio de las realidades humanas y sociales, y en el campo de la enseñanza más concretamente como instrumentos de investigación para analizar la vida mental de los profesores (DEL VILLAR (1994)).

    El documento personal más utilizado es el diario del profesor pues suministra información respecto a la estructura y funcionamiento de la actividad mental de los profesores (DEL VILLAR (1994)) y constituye uno de los instrumentos básicos de evaluación que debe elaborar cualquier docente que pretenda una actitud reflexiva en su labor. No es un método objetivo de observación, ni una catalogación exhaustiva de las actividades de la clase. Permite recoger observaciones de hechos calificados como relevantes que nos permitirán conocer, a raíz de su descripción e interpretación, parte de la realidad escolar.

    Según PORLÁN (1987) el diario es "una herramienta para la reflexión significativa y vivencial de los enseñantes", un instrumento básico para la investigación en el aula, pues puede adapatarse, por su carácter personal, a todo tipo de circustancias. LATORRE (1996) lo define como "un instrumento de formación, que facilita la implicación y desarrolla la introspeción, y de investigación, que desarrolla la observación y la autoobservación recogiendo observaciones de diferente índole".

    Para KEMMIS y McTAGGART (1988) (citados por TRAVÉ (1996)), el diario es: " un informe personal sobre una base regular en torno a temas de interés o preocupación. Los diarios pueden contener observaciones, sentimientos, reacciones, interpretaciones, reflexiones, pensamientos, hipótesis y explicaciones".

    TORRES (1986) considera que el diario no sólo es un elemento primordial para conocer lo que sucede en las aulas, sino que también es un instrumento adecuado para la investigación del propio profesor.

    PORLÁN y MARTÍN (1993) (citados por TRAVÉ (1996)) definen el diario como un "instrumento de análisis del pensamiento reflexivo de profesores tanto en formación como en ejercicio".

    En el diario se recoge lo sucedido en el aula desde el punto de vista del docente. No obstante no será fundamental solamente la descripción de lo ocurrido, sino también las interpretaciones y las impresiones del propio profesor-observador pues constituye la única forma de ver las razones profundas del comportamiento del docente.

    Por lo tanto será conveniente redactarlo lo más rápidamente posible con el fin de no dejar en el tintero ningún aspecto relevante que pudiera olvidarse. En primer lugar describiremos, de la forma más precisa posible, lo sucedido. Posteriormente interpretaremos lo acaecido.

    El diario es un valioso instrumento que posibilita el abandono de conductas robotizadas y rutinarias en las clases de Educación Física, permitiendo la reflexión y potenciando la capacidad de los docentes como generadores de conocimiento profesional, lo que le caracterizará como investigador en el aula o profesor crítico.

    PORLÁN (1991) considera que "su utilización periódica permite reflejar el punto de vista del autor sobre los procesos más significativos de la dinámica en la que está inmerso. Es una guía para la reflexión sobre la práctica, favoreciendo la toma de conciencia del profesor sobre su proceso de evolución y sobre sus modelos de referencia"

    Un profesor investigador no deberá moverse bajo unas pautas consideradas como convenientes y fijadas por otros, asumiéndolas sin cuestionar nada, sino que conocerá como debe actuar a raíz de contrastar su práctica cotidiana con otras prácticas y teorías educativas, sociológicas y psicológicas. Además deberá cuestionarse no sólo cómo se deben hacer las cosas sino que también se preguntará los porqués y estará obligado a la reflexión constante, sometiendo a contrastación crítica cualquier comportamiento, creencia o teoría (TORRES (1986)).

    Según PORLÁN (1987) los posibles objetivos del diario son:

  • Recoger información significativa sobre el proceso de enseñanza-aprendizaje.

  • Acumular información histórica sobre el aula y el centro.

  • Favorecer actitudes investigativas del profesor:

    • Descripción de sucesos.

    • Detección de problemas.

  • Reflexión crítica:

    • Diseño de alternativas (hipótesis).

    • Capacidad de observación, etc.

    Además enumera los posibles objetivos del diario como estrategia para investigar en el aula:

  • Racionalizar las impresiones generales.

  • Acumular información histórica.


Generalidades

    No es posible trasformar cualitativamente los procesos de enseñanza-aprendizaje sin contar con la evolución del conocimiento personal, pues podrá sentar las bases para el diseño de un modelo de formación de profesionales autónomos, críticos y reflexivos.

    El diario es un elemento adecuado para reflexionar sobre la enseñanza y para explorar el pensamiento docente -el modo en el que el pensamiento personal práctico del profesor se configura a través de sucesivos intercambios e interrelaciones con su entorno profesional- centrándose fundamentalmente en el estudio del conocimiento práctico, conocimiento construído en la experiencia, guiado por la acumulación de la experiencia de la comunidad de profesores a lo largo del tiempo (MARTÍNEZ BONAFÉ (1988)) y que incluye el conjunto de creencias y valores que permiten conceptualizar la enseñanza (ELBAZ (1983), YINGER (1986), MEDINA (1989), citados por DEL VILLAR (1994)).

    BROMME (1988) (citado por AZCÁRATE, CUESTA y NAVARRETE (1994)) entiende por conocimiento profesional o práctico "la síntesis dialéctica resultante de la interacción entre el conocimiento teórico adquirido a lo largo de su formación y su propia experiencia, tanto la que emana de la práctica educativa, como la procedente del conocimiento cotidiano".

    Por lo tanto parece claro que existe una estrecha relación entre las concepciones y creencias del profesor y su acción didáctica. Todo cambio de la acción didáctica del profesor ha de pasar necesariamente por un cambio de sus concepciones o creencias.

    La propia biografía personal, el marco institucional y burocrático, las relaciones personales y profesionales, la cultura profesional de la comunidad educativa, las exigencias educativas de padres y de alumnos, etc. actúan sobre la actividad cognitiva y práctica del profesor. A través del diario podemos llegar a conocer todo esto, convirtiéndose entonces en un instrumento mediante el cual los profesores pueden plasmar y a continuación reflexionar críticamente su propia actividad teórico-práctica.

    En Educación Física se hace necesario estructurar la formación permanente a partir del establecimiento de grupos de trabajo en donde se comparta el conocimiento práctico. Para ello será muy útil el análisis de los diarios de clase.

    La utilización de los diarios en la formación del profesorado ha sido justificada por varios autores:

YINGER (1988) (citado por DEL VILLAR (1994)) considera que el proceso de escritura del diario:

  • Es activo y personal.

  • Implica una reflexión sobre lo narrado y sobre la conducta docente.

  • Requiere una estructuración deliberada de su significado relacionando la información obtenida con la ya experimentada con anterioridad.

  • Es multirrepresentacional e imaginativo y favorece la organización de la experiencia vivida en la clase.

  • Facilita la reconstrucción del proceso seguido, con lo que obtendremos información sobre la evolución del pensamiento del profesor.

  • Permite la obtención de autoinformación reforzadora e informativa.

ZABALZA (1986) (citado por DEL VILLAR (1994)) cree que la escritura del diario:

  • Favorece la estructuración, síntesis y análisis de la información.

  • Fomenta el autoanálisis.

  • Facilita la inclusión de la acción en los comentarios del profesorado.

  • Produce un filtraje cognitivo de la conducta y un alejamiento respecto a ella.

PORLÁN (1991) entiende que el proceso de escritura del diario permitirá:

  • Detectar problemas y explicitar las concepciones personales.

  • Cambiar concepciones.

  • Transformar la práctica.



Instrumento para detectar problemas, cambiar
concepciones y transformar la práctica

    El diario es un instrumento útil para la descripción, análisis y valoración de la realidad escolar que debe desarrollar desde su inicio un nivel profundo de descripción de la dinámica de la clase mediante un relato sistemático y pormenorizado de lo sucedido. Además debe facilitar una visión general de lo que desde el punto de vista del profesor ocurre en el aula, describiendo las actividades, relatando procesos y categorizando las diferentes observaciones realizadas. Aún así puede resultar complicado diferenciar entre la descripción de la dinámica general de la clase y las valoraciones espontáneas, debido fundamentalmente a la carga de subjetividad que impregna toda actividad escolar.

    SHAVELSON (1983) (citado por DEL VILLAR (1994)) considera que la escritura del diario "permite al profesor analizar lo ocurrido durante la clase, descubriendo problemas ignorados y sobre todo permitiéndole ser consciente de sus creencias educativas, en definitiva consciente de su conocimiento profesional".

    A raíz de detectar los problemas y hacer explícitas las concepciones personales, el profesor deberá considerar o no un cambio en dichas concepciones.

    PORLÁN y MARTÍN (1991) consideran que "la caracterización de la dinámica de la clase responde a la manera de conceptualizar la realidad que tiene cada profesor; a sus propias ideas y puntos de vista". El contenido de estas concepciones (muy resistentes al cambio) hace referencia a los aspectos esenciales del contexto educativo (PORLÁN y MARTÍN (1991)):

  • Concepciones referidas al alumno: Como aprenden, como se facilita el aprendizaje, etc.

  • Concepciones referidas al papel del profesor: Autoridad, relación con el curriculum, etc.

  • Concepciones referidas a la materia: Carácter del conocimiento (absoluto o relativo), naturaleza del conocimiento escolar, etc.

  • Concepciones referidas al ambiente: Relaciones psicosociales, democracia escolar, etc.

    El estructurar el contenido de las sesiones en torno a la lectura y discusión de los diarios facilita el descubrimiento de "obstáculos internos" y muestra estrategias de reflexión grupal acerca de la acción. Además permite imbuirnos en una dinámica de intercambios de puntos de vista que elevará el nivel comunicativo.

    Por lo tanto, según PORLÁN y MARTÍN (1991) aquel profesor con el propósito de modificar las concepciones propias deberá compartir el conocimiento práctico con otros profesores mediante Seminarios Permanentes o Grupos de Trabajo.

    Este cambio de concepciones ha de dotarse de una metodología de desarrollo profesional que garantice la coherencia global y la continuidad del proceso.


Los comienzos del Diario: de lo general a lo concreto; de la descripción al análisis
(PORLÁN y MARTÍN (1991)).

Esquema orientativo para el trabajo en equipo de los profesores
(PORLÁN y MARTÍN (1991)).

El cambio de concepciones del profesor
(PORLÁN y MARTÍN (1991)).

    Sería interesante del mismo modo la realización, por parte de los alumnos, de autoinformes en donde expondrían su valoración sobre lo ocurido durante el transcurso de la clase.

    A raíz de detectar los problemas y hacer explícitas las concepciones personales y de considerar los posibles cambios en dichas concepciones, el profesor deberá transformar la práctica. Una vez que conoce y analiza lo que sucede en la clase (ya sea individualmente o mediante sus compañeros) es fundamental la aparición de un "compromiso de cambio" (DEL VILLAR (1994)).

    El profundizar en los problemas más importantes favorece la aparición de "dilemas teóricos" (PORLÁN y MARTÍN (1991)) y provoca, a buen seguro, cierto nivel de enfrentamiento al propio modelo didáctico en el docente. Todo ello puede crear condiciones idóneas para asumir mayores riesgos teóricos y una mayor apertura a otros puntos de vista que provocará una evolución de las concepciones y deberá traducirse en el diseño de una nueva intervención y en su posterior aplicación a la práctica (posiblemente el paso más problemático).

    En este momento el diario pasa a ser el eje conductor de nuestra investigación en el aula mediante el despliegue de técnicas más concretas y específicas encaminadas a conocer el funcionamiento del nuevo programa en la realidad de la clase siendo además el desencadenante de otros instrumentos de investigación (entrevistas, cuestionarios, etc.).

    Por lo tanto su objetivo no es generalizar los resultados, sino actuar sobre la práctica tratando de resolver los problemas facilitando, cuando se concluya, su experiencia relatada al grupo de profesores con el propósito de marcar las pautas a seguir en su actuación docente cuando deban enfrentarse a dificultades parecidas en situaciones similares.

    El diario es por lo tanto "el cuaderno de trabajo del experimentador, donde anota sus observaciones, donde recoge las entrevistas, donde describe el contenido de los materiales de clase, donde compara y relaciona las informaciones y donde establece las conclusiones y toma de decisiones sobre los siguientes pasos de la experimentación" (PORLÁN y MARTÍN (1991)).


Bibliografía

  • AZCÁRATE, P., CUESTA, J. y NAVARRETE, A. (1994) "Presupuestos Iniciales para un Trabajo de Investigación sobre Formación del Profesorado". Revista Investigación en la Escuela, 22 (pp. 85-89).

  • DEL VILLAR, F. (1987) "El Diario del Profesor". Revista Investigación en la Escuela, 2 (pp. 77-78).

  • DEL VILLAR, F. (1994) "El Diario de los Profesores de Educación Física. Un Instrumento de Investigación y Formación Docente". Revista Española de Educación Física y Deportes, 4 (pp. 20-23).

  • GUBA, E. (1983) "Criterios de Credibilidad en la Investigación Naturalista" en GIMENO, J. y PÉREZ, A. (1985) "La Enseñanza: Su Teoría y su Práctica". Madrid: Ed. Akal.

  • LATORRE, A. (1996) "El Diario como Instrumento de Reflexión del Profesor Novel". Actas del III Congreso de E. F. de Facultades de Educación y XIV de Escuelas Universitarias de Magisterio. Guadalajara: Ed. Ferloprint.

  • MARTÍNEZ BONAFÉ, J. (1988) "Pensamiento del Profesor y Renovación Pedagógica". Revista Investigación en la Escuela, 4 (pp. 15-19).

  • PORLÁN, R. (1987) "El Maestro como Investigador en el Aula. Investigar para Conocer, Conocer para Enseñar". Revista Investigación en la Escuela, 1 (pp. 63-69).

  • PORLÁN, R. y MARTÍN, J. (1991) "El Diario del Profesor". Sevilla: Ed. Diada.

  • SHAVELSON, R. y STERN, P. (1983) "Investigación sobre el Pensamiento Pedagógico del Profesor, sus juicios, decisiones y conducta" en GIMENO, J. y PÉREZ, A. (1985) "La Enseñanza: Su Teoría y su Práctica". Madrid: Ed. Akal.

  • TORRES, J. (1986) "El Diario Escolar". Revista Cuadernos de Pedagogía, 142 (pp. 52-55).

  • TRAVÉ, G. (1996) "Consideraciones sobre la Utilización de Técnicas e Instrumentos de Investigación Educativa para la Evaluación de Unidades Didácticas de Contenido Social". Revista Investigación en la Escuela, 30 (pp. 87-97).

  • ZABALZA, M. A. (1991) "Los Diarios de Clase". Barcelona: Ed. PPU.

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revista digital · Año 9 · N° 60 | Buenos Aires, Mayo 2003  
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