Influencia de un programa de rehabilitación integral en pacientes hipertensos-obesos |
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* Instituto Superior de Cultura Física "Manuel Fajardo" ** Instituto de Cardiología y Cirugía Cardiovascular (Cuba) |
MSc. Reinol Hernández González* Lic. Ismaris Núñez Hernández* Dr. Eduardo Rivas Estany** Dr. Juan A. Alvarez Gómez** |
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http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 9 - N° 59 - Abril de 2003 |
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Introducción
Si bien la obesidad y la hipertensión arterial son consideradas como dos factores de riesgos independientes y de mucho cuidado, la asociación entre estas dos patologías ha sido demostrada por un número de estudios bien controlados. De estos quizás los de más valor son los de Keys y Col (1), Stammller y Coll (2) y el estudio de Framinglam (3), donde se encontró que aquellos pacientes que tenían mayor grado de obesidad, la prevalencia de hipertensión arterial era más elevada, en todas las edades.
Los numerosos mecanismos que vinculan la hipertensión relacionada con la obesidad han sido revisados por Weidmann y col. (4), sin intentar asignar una importancia relativa a ninguno en particular. La anormalidad investigada con mayor intensidad es el síndrome de resistencia a la insulina o el cuarteto mortal conformado por obesidad central, intolerancia a la glucosa, hipertrigliceridemia e hipertensión (5).
El tratamiento inicial y preferido de la hipertensión relacionada con la obesidad es la reducción de peso, el mismo es apropiado en todos los pacientes con hipertensión a todos los niveles de presión arterial (6). La reducción de peso es efectiva como prevención primaria de la hipertensión normal alta o hipertensión etapa I, como adjunta a la medicación en la hipertensión más severa y como maniobra en los pacientes que deseen reducir o suspender el uso de medicamentos.
En la actualidad la práctica de ejercicio físico regular se realiza con fines terapéuticos, tanto en la prevención como en el control y rehabilitación de diversas enfermedades crónicas entre ellas las asociadas a trastornos metabólicos y cardiovasculares (7).
Los Programas de ejercicios contribuyen a mejorar las funciones del sistema cardiovascular, musculoesquelético y pulmonar. No obstante las acciones sobre el organismo son más amplias, bien por el efecto propio del ejercicio o a través de las modificaciones de los factores del riesgo cardiovascular, inducido por el entrenamiento físico (8)
Con la investigación nos propusimos evaluar la efectividad del Programa de Rehabilitación Integral en pacientes obesos e hipertensos que asisten al Centro de Rehabilitación del Instituto de Cardiología, además valorar el comportamiento del peso corporal y de la presión arterial de forma evolutiva, así como determinar la relación entre la disminución del peso corporal y el control de la presión arterial.
Material y métodoSe realizó un estudio longitudinal prospectivo con un diseño de mínimo control a una muestra de 42 pacientes de ambos sexos, de los cuales 15 eran mujeres para un 36% y 27 eran hombres para un 64%, cuyas edades oscilaron entre 29 y 68 años, con una media de 49 años, que presentaron una hipertensión arterial esencial documentada, clasificado de ligera o estadío I, de acuerdo al VI Reporte del Comité de Expertos de la Hipertensión de Norteamérica(10) y que tuviesen asociados una obesidad exógena clasificada de acuerdo al Índice de Masa Corporal (IMC) y que hubiesen ingresado en el Centro de Rehabilitación del Instituto de Cardiología y Cirugía Cardiovascular(ICCCV).
La investigación se basó en la aplicación del Programa de Rehabilitación Cardiaca Integral del ICCCV, este programa está elaborando de forma sistemática y multidisciplinaria, es decir, aborda la rehabilitación del paciente hipertenso obeso desde los cuatro pilares fundamentales: educación para la salud, tratamiento psicológico y medicamentoso, nutricional y ejercicios físicos.
El Programa Rehabilitación Integral estuvo estructurado de la siguiente manera: la educación para la salud estuvo compuesta por un ciclo de charlas impartidas una vez a la semana, los temas se relacionaron con las características de la enfermedad y el tratamiento, además se le entregó a los pacientes, por escrito, recomendaciones nutricionales. El tratamiento psicológico se realizó dos veces a la semana consistió en terapia de psicorelajación y de grupo. El tratamiento nutricional estuvo sustentado en una dieta de 1200 calorías, hipocalórica, balanceada y distribuida en 6 comidas al día. El tratamiento medicamentoso estuvo en dependencia de si padecía una cardiopatía isquémica o no, en caso de que solo fueran hipertensos y obesos no se le puso tratamiento medicamentoso.
El programa de actividad física tuvo una duración de 12 semanas con una frecuencia de 5 sesiones por semanas con una intensidad de trabajo entre 60 - 70 % y un volumen de ejercicios por cada sesión de 40 a 70 minutos, el cual estuvo dividida en tres partes: inicial o de calentamiento, su tarea esencial es acondicionar el sistema osteomioarticular, respiratorio y cardiovascular para dar paso a la parte principal , tiene una duración aproximada de 10 minutos, en ella se desarrollan ejercicios de estiramiento, calisténicos y respiratorios, la parte principal constituye la parte esencial y fundamental de la clase, es donde se cumplen los objetivos de la misma, donde se ubican los ejercicios de mayor gasto energético y se aplican las mayores cargas de entrenamiento físico, en la misma se realizaron ejercicios aeróbicos(pedaleo, marcha y trote) y fortalecedores(sentadilla y abdominales), con una duración de 20 - 70 minutos en dependencia de la progresión del programa.
La parte final donde se recupera el organismo del paciente hasta llegar a los valores aproximados del inicio de la actividad, estaba conformada por ejercicios de estiramiento, respiratorios y de relajación muscular, tuvo una duración aproximada de 10 minutos.
La dosificación de las cargas de ejercicios se realizó de acuerdo al pulso de entrenamiento que se obtuvo como resultado de la prueba ergométrica.
ResultadosLas patologías asociadas que se encontraron en el trabajo fueron la Diabetes Mellitas con 26.1 %, el infarto del miocardio con 23.8% y la cardiopatía isquémica sin infarto con 11.9%.
El esquema I que se presenta a continuación muestra el porcentaje de reducción de peso por sexo y total durante la investigación, donde se puede observar en primer lugar el total de reducción que es de 32.4%, esta cifra tiene gran importancia debido al tiempo que dura la investigación(12 semanas) y el otro elemento importante que brinda el esquema es la diferencia de reducción de peso por sexo, de cómo los hombres reducen significativamente(P < 0.001) más que las mujeres, es decir 39.4% por 19.7%, este resultado coincide con todos los trabajos revisados en la bibliografía(11,12). Este fenómeno de que los hombres pierden peso con mayor facilidad que las mujeres, aún siguiendo programas de ejercicio de igual intensidad y duración, se le atribuye posiblemente a un menor efecto del ejercicio en la pérdida de la grasa fémur - gluteal en comparación con la abdominal, como se sabe la grasa se acumula mayormente en las mujeres en las caderas, glúteo y muslo mientras que en los hombres en el abdomen.
Esquema Nº 1. Porcentaje de reducción de peso por sexo Otra variable que se midió fue el Indice de Masa Corporal donde se encontró una disminución muy significativa (P < 0.001), los valores medios se comportaron de 34.7Kg./m², al inicio y a 31.7 Kg./m² al culminar el estudio.
La tabla que presentamos evidencia el comportamiento de la presión arterial, donde se observa una reducción significativa (P < 0.001) de ambas presiones de los valores promedios, es decir de 142.1 a 120.7 mm Hg la sistólica y de 92.6 a 79.2 mm Hg la diastólica, teniendo gran relevancia el alcanzar cifras óptimas de presión, según IV Reporte del Comité Nacional para la Evaluación y Tratamiento de la Hipertensión Arterial de Norteamérica (10).
Tabla de valores medio de presión arterial al inicio y al final
Para corroborar el resultado alcanzado en nuestro trabajo con respecto a la pérdida de peso se revisaron diferentes estudios, como el realizado en el Houton Cardiovascular Rehabilitation Center (13), donde se encontró que en 12 semanas los pacientes disminuyeron como promedio 9 kilos, en otra investigación realizada en el Instituto de Cardiología (14), en el mismo tiempo de seguimiento se encontró una disminución de 8 kg como promedio y recientemente un trabajo realizado con personas obesas hipertensas ancianas (15) se pudo ver que un programa de adelgazamiento a largo plazo ya a los 3 se había encontrado reducciones de peso importante.
Por otra parte es importante mencionar una investigación (16) que plantea que aquellos trabajos que se realicen en personas sobrepeso o que sean obesos hay que tratar de obtener en las primeras 10 - 12 semanas algún resultado en la disminución del peso corporal o medidas de cintura y cadera, ya que de lo contrario se corre el riesgo de que el paciente se decepcione y abandone el programa.
El esquema 2 muestra una correlación entre la disminución de la presión arterial sistólica 120.7 mm Hg y el índice de masa corporal final 31.7kg/m, donde se encontró una relación significativa (P< 0.05).
Esquema Nº 2. Correlación entre Presión sistólica y Disminución del IMC
De acuerdo a recomendaciones del VI Reporte de Hipertensión, el ejercicio físico controlado y dosificado acompañado de reducción del consumo de sodio y alcohol, puede disminuir y controlar la presión arterial. El ejercicio aeróbico dinámico con movilidad de grandes grupos musculares son los de mayor beneficio en estos pacientes, ya que disminuyen la actividad del servicio simpático. (10,17, 18,)
En un estudio realizado por el Doctor Mazorra (19) y colaboradores, con un grupo de pacientes hipertensos grado I donde encontraron una reducción importante de la presión arterial, con la aplicación de un programa de ejercicios aeróbicos sustentados en las caminatas y trotes, igual que nuestro trabajo que los ejercicios principales se realizan en condiciones aeróbicas (marcha, trote y bicicleta estática).
La correlación entre la disminución de la presión arterial sistólica y el Indice de Masa Corporal final en nuestra investigación coincide con una serie de trabajos importantes revisados(20), por lo que se puede decir que la reducción del peso corporal es efectiva en los pacientes obesos hipertensos , como prevención primaria de la hipertensión ligera o estadío I, como complemento al tratamiento medicamentoso en el hipertenso más severo y en aquellos pacientes que se le pueda reducir o suspender el uso del medicamento.
ConclusionesEl ejercicio físico como componente importante de un programa de reducción de peso no solo contribuye a esta disminución, sino que ayuda al control de los factores de riesgo que pueden venir con la obesidad.
Se aprecia una disminución muy significativa del peso corporal y del Indice de Masa Corporal a los tres meses de evolución.
Se encontró que los pacientes disminuyeron los valores de presión arterial hasta alcanzar niveles óptimos, además de comprobar una relación significativa entre la disminución de la presión arterial sistólica y el índice de masa corporal.
Por lo que se concluyó que el Programa de Rehabilitación Integral que se aplicó es efectivo como tratamiento del paciente obeso hipertenso.
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