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    Pero la búsqueda principal está orientada al mutuo conocimiento de quiénes participan, estrechando lazos de amistad y convivencia, en el convencimiento que la mejor forma de abordar el tema de la violencia no es a través de campañas publicitarias oficiales, sino a través de la práctica concreta del vínculo y conocimiento de los actores sociales que participan en las instituciones, lo cual permite ir modificando la visión del otro.

    Allí pudo verificarse que algunas de las instituciones que se acercaron interesadas en participar, no contaban dentro de la estructura de su club con un Departamento de Cultura y actividades de este tipo, así también de este intercambio se verificó el desigual desarrollo alcanzado entre las mismas y las diversas formas en que estaban estructuradas, así como los diversos criterios de gestión, pero también aparecían algunas áreas que resultaban comunes denominadores.

    Por lo tanto, podemos afirmar que, este espacio de intercambio resultó desde sus comienzos de gran utilidad por un lado para que aquellas entidades que no contaban con actividades de este tipo comenzaran a desarrollarlas rápidamente y, por otra parte, a otras les sirvió para modificar o perfeccionar lo que venían haciendo en la materia y/o incorporando nuevas.

    Uno de los temas que resultaban comunes a varias de las instituciones participantes fue la necesidad permanente de actualizar y mejorar el funcionamiento de sus bibliotecas, esto condujo en el año 2000 a tomar contacto con las autoridades de la Comisión Nacional Protectora de Bibliotecas Populares (CONABIP) organismo dependiente de la Secretaría de Cultura de la Nación.

    De este contacto surgió uno de los primeros proyectos comunes, fue así que en el segundo semestre del año 2000 se llevó a cabo una charla debate denominada “Libros y fútbol, amores universales en el Centro Cultural San Martín bajo el lema “En la competencia deportiva pongamos lo mejor para lograr el triunfo y después pongamos lo mejor de nuestra cultura para erradicar la violencia”, con un panel integrado por los escritores Orlando Barone y Liliana Hecker, el historiador Julio Frydemberg, el ex_arquero Antonio Roma, el Presidente del Club Atlético Vélez Sarsfield Carlos Eduardo Mousseaud, el periodista Daniel Arcucci y la Directora de la CONABIP Sra. Elba Casetta y como coordinador el periodista Daniel Galotto.

    Cabe hacer aquí una mención respecto a que las Bibliotecas Populares tienen como denominador común con los clubes de fútbol el mismo modelo de organización societaria, el de Asociaciones Civiles sin fines de lucro, y es por ese motivo por el cual las mismas cuentan, dada la función social que cumplen, con un organismo específico del Estado Nacional, creado desde el siglo XIX por el entonces Presidente Domingo F. Sarmiento. Valdrá la pena entonces también en algún momento reflexionar, dada la función social que cumplen los clubes, sobre sus relaciones con el Estado Nacional.

    Volviendo a las actividades comunes realizadas por el EDC, en estos años, debemos destacar los encuentros Corales realizados en el Club Atlético Boca Juniors el 21de octubre de 2000 conjuntamente con la CONABIP, en el Salón Dorado del Palacio Municipal de la Ciudad de La Plata y en el salón Auditórium de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, con la participación de los coros de Boca, Ferrocarril Oeste, Independiente, Lanús, Estudiantes de La Plata, Quilmes y Vélez Sarsfield durante el año 2001.

    También se han producido otros encuentros o intercambios puntuales en materia coral en forma bilateral entre algunas de las instituciones participes del EDC, como los realizados entre los coros de Boca y Quilmes en presentaciones en las sedes de ambas instituciones o en ámbitos ligados a las comunidades de los respectivos barrios, zonas de influencia o ciudades de pertenencia.

    En este mismo orden de ideas podemos mencionar el intercambio producido por los elencos teatrales de Boca Juniors y Vélez Sarsfield, también la participación e intercambio de sus peñas folklóricas y más recientemente de las peñas de tango.

    Asimismo en estos días está concluyendo la recepción de trabajos relativos al primer concurso de cuentos organizado por el EDC, y la realización el 30-11-02 en la Catedral Metropolitana del próximo Encuentro Coral con carácter solidario -solicitándose un alimento no perecedero a los asistentes para ser distribuido por Caritas Argentina- denominado “De la Tribuna a la Catedral”.

    A comienzos del año 2001 los clubes partícipes del EDC tomaron también la decisión de darse un estatuto a efectos de su organización. En dicho estatuto definen los objetivos que persigue el nucleamiento y estipulando la forma de funcionamiento y el modo en que los clubes partícipes tendrán su representación. Uno de los aspectos más distintivos, de este estatuto, resulta ser el que fija que, en las reuniones ordinarias que se desarrollan con periodicidad mensual, el club anfitrión hace una pormenorizada exposición de las actividades y proyectos que viene desarrollando.

    Uno de los mayores inconvenientes u obstáculos con los que se ha contado es la escasa difusión dada por los medios de comunicación a los eventos anteriormente mencionados pese a los esfuerzos realizados en este sentido.

    Otro elemento a tener en cuenta la poca atención prestada por la Asociación del Fútbol Argentino, pese a las reiteradas presentaciones que se han efectuado a sus autoridades.

    En la actualidad las actividades desarrolladas por los clubes partícipes del EDC, teniendo en cuenta las particularidades de cada uno de ellos, su propia forma de gestión y características de sus comunidades, además de lo ya reseñado, cuentan entre las ofertas culturales a sus asociados en particular y en algunos casos abiertos a la comunidad con cursos de idiomas (inglés, portugués e italiano), computación, clases de apoyo escolar para niños y adultos, clases de danzas nativas y latinoamericanas, cursos de jardinería y diferentes cultivos, bonsái, huerta orgánica, plantas medicinales, cursos de plástica en sus más variadas expresiones, cursos relativos a diversos oficios que apuntan a otorgar una salida laboral, instrumentos musicales, canto, cine, video, fotografía, teatro, títeres, actividades como las corales, talleres literarios, cine, cine debate, ajedrez, yoga, talleres de reflexión y autoayuda, organizan ciclos de charlas y conferencias sobre temas de actualidad, históricos y temas vinculados al interés de las comunidades particulares, historia de los clubes, historia Argentina y Latinoamericana, organización de concursos de cuentos y poesía, talleres de murga, juegos de mesa, filatelia, etc y las bibliotecas.

    Asimismo podemos mencionar las muestras de artistas plásticos y de bonsái.

    Por supuesto que hay mucho por hacer y creo que este proceso tiene y debe ser profundizado generando a partir del intercambio de experiencias de quiénes participan en las distintas subcomisiones propuestas para el mejoramiento del desarrollo de las actividades específicas. En este sentido esta en carpeta del EDC la realización de un seminario en el cual puedan debatir por comisiones, abarcando las diferentes áreas temáticas, aquellos que impulsan las respectivas actividades en forma directa tratando de alcanzar consenso en los objetivos.

    Desde la experiencia de mi participación en este proceso estoy convencido que las respuestas que de espacios como los clubes de fútbol pueden brindarse a la sociedad, no sólo en materia de deportes sino desde el punto de vista de la cultura, cooperando con las funciones que el Estado debe llevar a cabo, resultan por demás importantes.

    Creo en este sentido que la identificación emotivo-afectiva que el socio y simpatizante siente por su divisa es un valor nada despreciable cuando es convocado a un emprendimiento que le otorga significación. Por eso quiero volver a lo que mencionaba respecto a la participación de los asociados en las subcomisiones que son un valor agregado con el que cuentan este tipo de instituciones. Al respecto quisiera citar algo que me pareció muy apropiado para describir esto, en su libro “Un país para el Olvido” Hugo Ditaranto dice “Es como en las películas de cawboys, los buenos persiguen siempre de acaballo a los malos y atrás, muy atrás y casi inmóvil, siempre hay un hombre trabajando la tierra, es siempre muy fugaz su aparición en la pantalla. Y como en el cine los únicos que tienen los primeros planos, son los buenos y los malos, los que trabajan de verdad siempre aparecen muy atrás.”. . . “Pero el que aparece en segundo plano y que es imperceptible, el boludo que trabaja y ni sabe que salió en la película, por que jamás puede ir al cine es el único coherente de este relato, por que la verdadera vida nada tiene que ver con los primeros planos.”

    La realidad de los clubes es tema recurrente en los medios de comunicación, allí generalmente se resalta la violencia que muchas veces enmarca los partidos de fútbol; sin embargo, esos mismos medios parecen negarse a reconocer que hay otra historia que contar, la real situación de la vida interna de estas instituciones y como esta puede influir para solucionar ciertos conflictos, que en general son potenciados por aquellos que se benefician con la misma violencia que critican, no ha sido estudiada con detenimiento. Naturalmente, esto también se vincula a un descuido sistemático de los medios académicos por la temática en cuestión, y a la vez, es consecuencia de la falta de iniciativa, recursos e interés de quienes dirigen las políticas estatales en materia deportiva.

    En este mismo sentido quiero exponer las experiencias más recientes que se han producido en el C.A. Vélez Sarsfield, que tienen que ver con el cambio dentro de la organización.

    Algunos proyectos planteados por socios e hinchas pertenecientes a la “tribuna” -claros referentes de la misma- de algún modo eran resistidos por algunos dirigentes, algunos mas que por su propia concepción -así pude corroborarlo- influidos principalmente por como esto podría ser receptado por parte de los socios, sobre todo aquellos que miran al club como una empresa que les brinda un servicio (ejemplo de ello los que practican deportes amateurs) y no concurren al fútbol, pero que tienen los mismos derechos que el resto, y otros por propia convicción, ya sea por la procedencia de quiénes proponían la actividad o por la naturaleza de la misma. Esto bien podríamos llamar, tal como lo designan algunos autores, Núcleos Rígidos de Creencias.

    Seguramente también, aunque esto no pude corroborarlo, por como esto podría ser utilizado por la oposición política del club y por la permanente alusión que los medios de comunicación hacen a la relación entre los dirigentes y las hinchadas con la consiguiente repercusión pública que ello tiene.

    Conocido el problema hubo mediaciones para que los proponentes de dichas actividades explicitaran de modo formal sus respectivos proyectos y/o su currículum, se fue dialogando con aquellos dirigentes que si bien estaban a favor no se animaban a replantear el tema a sus pares un poco por aquello “que me van a decir” o no querer confrontar con la opinión de otros. Pero en definitiva fue la sumatoria del dialogo y la persistencia de los proponentes lo que fue generando el consenso necesario para que la propia dirigencia aceptara las mismas.

    Así se autorizó a uno de ellos a dictar clases de “Mambo” y el otro caso fue la puesta en marcha del “Taller de Murga”. Ambos proyectos han tenido excelentes resultados y gran aceptación por parte de socios y simpatizantes. Su identificación con el club, el compromiso y responsabilidad con que desarrollan sus respectivas actividades superó con creces cualquier expectativa. Asimismo es destacable su espíritu de colaboración -brindando espectáculos- con otras áreas del club y en representación del mismo lo que potencia la adhesión que los mismos reciben.

    En el caso particular del Taller de Murga dado el crecimiento numérico que tuvo dio origen a la creación de una nueva sub-comisión conformada por familiares de los chicos que a su vez se integraron a la misma. Esto que para algunos puede pasar desapercibido es a mi juicio uno de los mayores logros de los últimos años de gestión del Departamento de Cultura.

Bibliografía

• Actas del E.D.C.

• Carretero, Andrés. Tango “Testigo social”.

• Ditaranto, Hugo. Un país para el olvido (al sur del purgatorio).

• Gravano, Ariel. Mejoras organizacionales. Seminario de Antropología Organizacional, Facultad de Filosofía y Letras - UBA - Sec. de Post-Grado.

• Gravano, Ariel. La cultura organizacional como herramienta de mejoramiento (Taller de Antropología Práctica). En “El Marco del Trabajo Humano” (Distintas Corrientes en el Análisis Institucional y Organizacional). Area de Estudios e Investigación en Ciencia Cultura y Sociedad. Centro Cultural Gral. San Martín.

• Historia de Vélez Sarsfield, Comisión de Asuntos Históricos 70º Aniversario.

• Memorias y Balances del Club Atlético Vélez Sarsfield: Ejercicios 1943, 1952 y 1960.

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revista digital · Año 8 · N° 55 | Buenos Aires, Diciembre 2002   © 1997-2002 Derechos reservados