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El proceso de entrenamiento en los deportes
de riesgo: el descenso en MTB

   
Licenciado en Educación Física.
Postgraduado Experto Universitario en Preparación Física.
INEF Galicia. Universidad de A Coruña
 
 
Oscar García García
oscarggarcia@mixmail.com
(España)
 

 

 

 

 
Resumen
    El descenso en MTB (DH), se trata de una modalidad que consiste en realizar un descenso en el menor tiempo posible por un recorrido marcado consistente en "pistas", senderos o caminos mas bien agrestes, que discurren desde lo alto de un monte, hasta la falda de este con un desnivel importante, todo ello abordo de una "montura" especial, con una serie de características, en cuanto a rigidez de cuadro, amortiguación, frenos...
    Las características que hemos encontrado de la competición de esta práctica deportiva son de carácter subjetivo basadas principalmente en nuestra experiencia como preparadores y en estudios de campo, necesitando, por tanto, de otros estudios de carácter más formal para poder definir dichas características.
    Palabras clave: Descenso DH. Técnica de descenso. Entrenamiento.
 

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 8 - N° 54 - Noviembre de 2002

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1. Introducción

    Al comenzar es necesario señalar, por un lado, que la bibliografía específica al respecto del tema que nos ocupa resulta muy escasa, y por otro lado existe poca tradición entre los descendedores a la hora de realizar un entrenamiento organizado y sistemático, donde se tengan en cuenta parámetros fisiológicos, de carga externa, psicológicos, etc. Realmente el entrenamiento de los descendedores ha consistido en descender por pistas abiertas en el monte, la mayor cantidad de veces posibles, prestando atención a los saltos del recorrido, trazadas, zonas técnicas, etc. todo ello de una forma más o menos aleatoria, siguiendo en el mejor de los casos, además, un programa de pesas inespecífico orientado hacia la fuerza resistencia.

    No obstante, en los últimos años y debido quizá a un mayor seguimiento por parte de los medios de comunicación (revistas especializadas y canales de TV) y a un mayor nivel de participantes, de competitividad, de sponsors, los descendedores se han preocupado más por mejorar su proceso de entrenamiento para llegar a optimizar su rendimiento.

    Para poder ofertar esta mejora del proceso de entrenamiento es preciso determinar algunos parámetros de la competición necesarios para poder diseñar el marco de referencia de nuestro deporte de una forma lo más acertada posible, entre ellas estarían:

  • Definir la estructura formal y funcional de este deporte.

  • Definir el esfuerzo físico de la competición para determinar las demandas condicionales.

  • Determinar las variables fisiológicas que caracterizan el esfuerzo: caracterizar los requerimientos fisiológicos de la competición y describir el perfil fisiológico del descender.

  • Determinar la estructura anatómica y biomecánica de esta disciplina deportiva.

  • Determinar las exigencias psicológicas de la competición.

  • Determinar las exigencias técnicas de la competición.

  • Determinar las exigencias tácticas y estratégicas de la competición.

  • Etc.


2. Caracterización del descenso MTB (DH)

    Uno de los principales problemas a los que nos enfrentamos a la hora de caracterizar este deporte es la dificultad para conseguir visualizar el recorrido entero de la prueba, lo que va a ser un factor limitante en el posterior análisis de la competición.

    Las grabaciones e imágenes distribuidas por los medios de comunicación y video aficionados se limitan a filmar el paso de los descendedores en los puntos del recorrido más espectaculares y debido a la orografía del terreno, en directo, es imposible poder seguir todo el recorrido de los descendedores, algo que ya hemos intentado en pruebas de la Copa de España y del Campeonato de España.

    Esta problemática ha hecho que los únicos datos de referencia objetivos que tenemos son la distancia del recorrido, el tiempo invertido y el número de zonas donde se producen saltos u otras acciones técnicas. En base a estos datos, y a otros más subjetivos recogidos de nuestra propia experiencia como entrenadores y de la experiencia de nuestros deportistas, trataremos de hacer una primera aproximación a la caracterización de este deporte.


2.1. Estructura Formal

    Los elementos más importantes a tener en cuenta son:

  1. El Descenso en MTB (DH), consiste en descender lo más rápido posible, invirtiendo el menor tiempo, por un recorrido marcado por la organización a lo largo de la ladera de un monte con una pendiente + importante subido a una MTB de descenso.

  2. El tiempo se contabiliza mediante células fotoeléctricas desde que se traspasa la línea de salida, hasta la de meta.

  3. Las caídas, salidas de la trayectoria del recorrido etc... no influyen en el resultado salvo por la perdida de tiempo que se haya desprendido de estas situaciones.

  4. Existe un tiempo (+1 hora) previo a la competición durante el cual los descendedores pueden entrenar por dentro del recorrido marcado por la organización, para estudiar cambios en el recorrido de última hora, hasta que tomen su remonte, una vez arriba se puede seguir calentando en un espacio habilitado para ello, que por sus dimensiones reducidas aconseja el uso de rodillo.

  5. Los descendores salen de uno en uno cada 30 segundos agrupados por categorías, no es común aunque siempre hay algún caso de doblado. Entre categorías se dejan unos minutos de tiempo.

  6. La competición consta de dos mangas para todas las categorías, separadas entre sí por al menos una hora y media o dos horas de tiempo.

  7. Se contabiliza como resultado final del descendedor el mejor de los resultados obtenidos en las dos mangas.

  8. La organización no realiza verificaciones sobre el material (cuadro, horquilla, amortiguación, potencia, tija, sillín, cubiertas...), ni sobre la indumentaria del descendedor, escogiendo este el material e indumentaria que considere más oportuno, con la salvedad de la obligatoriedad del uso de casco.


2.2. Estructura Funcional

    Según la clasificación de los deportes que hace Parlebás (Espar 1998) atendiendo a tres parámetros: Colaboración, Oposición e incertidumbre del medio, podemos decir que se trata de un deporte donde no hay cooperación, tampoco hay oposición (habitualmente cuando se encuentra un descendedor con un doblado este suele facilitar la maniobra de adelantamiento), pero si existe incertidumbre en el espacio donde se realiza (los recorridos varían de unos a otros enormemente y de una temporada a otra también existen notables fluctuaciones, cualquier cambio climático cambia las condiciones del recorrido de manera trascendental y por tanto las condiciones de la prueba).

    Haciendo mención a otra clasificación de los deportes esta vez en función de los objetivos de entrenamiento, perteneciente a Tudor Bompa (Espar 1998), podemos decir que el descenso lo encuadraríamos dentro del grupo 5, que tiene como objetivo el perfeccionamiento de la conducción de diferentes medios de transporte, en este caso la MTB.

    La estructura de la habilidad del descenso MTB presenta en nuestra opinión una combinación de carácter cíclico y acíclico, refiriéndose cíclico a la parte correspondiente al pedaleo y zonas de habilidad motriz que presentan continuidad, y refiriéndose la parte acíclica a la correspondiente a habilidades específicas como saltos, derrapajes, trazado sinuoso que requiera constantes maniobras etc. Dependiendo del trazado, cobrará mayor importancia la estructura de carácter acíclico o cíclico, aunque concluimos que la estructura de la habilidad resulta predominantemente cíclica.

    Como ya hemos comentado anteriormente cada descenso es distinto, ya que, influyen en él un gran número de variables que suelen oscilar notablemente de una prueba a otra. Tomando como referencia dos pruebas pertenecientes a la Copa de España de 1999, podemos compararlas en base a parámetros que hemos observado de forma subjetiva a lo largo de dichas pruebas:


Tabla 1: Propuesta de parámetros a estudiar para determinar la estructura
funcional del descenso (García García 1999)

    Si analizamos este cuadro, a pesar de que se trata de observaciones de carácter subjetivo, nos puede proporcionar una idea del condicionante que supone la incertidumbre del terreno en esta disciplina deportiva y por ende nos lleva a pensar que la preparación para cada recorrido de descenso debe tener un componente específico importante, respecto a las características que presente el recorrido.


2.3. Estructura Anatómica y Biomecánica

    El patrón de movimiento que hemos considerado, para la práctica del descenso, ha sido en principio el mismo que solicita un ciclista de carretera o de MTB y que se recoge a continuación (Barral 1996):

  • Consideramos la pierna de un ciclista como una cadena cinética cerrada, formada por tres articulaciones importantes: cadera, rodilla y tobillo.

  • La cadera trabaja constantemente en flexión y su rango de movimiento se encuentra alrededor de los 35º - 40º.

  • La rodilla soporta grandes tensiones que pueden degenerar en una patología, sobre todo si no adoptamos la medida ideal con respecto a nuestro cuadro y distancia del sillín al pedal, existiendo varias formulas para encontrar las medidas ideales (método de Hodges, regla del 109%...) y que no entraremos a discutir. El rango de movimiento de esta articulación esta entorno a los 73º - 75º.

  • Otra parte importante como hemos dicho anteriormente es el pie que realiza movimientos de inversión, eversión e incluso rotación, aparte de los movimientos de flexión y extensión. Este pie se encuentra habitualmente en Aducción y su rango de movimiento se sitúa en torno a los 20º.

    Antes de determinar que músculos son más importantes para este patrón de movimiento es conveniente recordar, que no existe un pedaleo redondo, sino que hay unas fases del pedaleo (pistonazos), donde trabajan distintos grupos musculares en función de los requerimientos y que pasamos a recoger en el siguiente cuadro:


Tabla 2: fases y grupos musculares que intervienen durante el pedaleo. (Barral 1996).

    Hay que destacar, que a pesar de tomar este patrón de movimiento proveniente del ciclismo de carretera, creemos que los rangos de movilidad de las articulaciones variaran debido a que la posición sobre la bicicleta es predominantemente semierguida y no sentada como es este caso que presentamos en el cuadro anterior.

    Precisamente a esta posición semierguida en la bicicleta, con las articulaciones del codo y hombro casi en constante grado de flexión y a otros factores como son el terreno abrupto (a pesar de llevar horquillas con amortiguación y otros elementos de estas características), o la necesidad de tocar el freno de forma habitual, nos ha llevado a pensar que existen otros grupos musculares importantes para el descenso.

    En primer lugar destacar el importante esfuerzo de carácter isométrico que debe realizar el descendedor para mantener esa posición semierguida encima de la bicicleta, así como asumir todas las vibraciones derivadas de las condiciones del terreno. En segundo lugar destacar los grupos musculares que determinan las acciones acíclicas del descendedor: saltos, colocación en trazadas... Nosotros en este sentido hemos considerado importante la participación de ciertos grupos musculares que presentamos en el cuadro siguiente:


Tabla 3: Propuesta de otros grupos musculares importantes para la técnica del descenso y
acciones principales que realizan durante la competición. (García García 1999).


2.4. Demandas condicionales

    Para conseguir definir las demandas condicionales del descenso deberíamos conocer que acciones tienen lugar durante la competición (ya adelantamos nuestra valoración subjetiva en el apartado referente a la estructura funcional), así como su intensidad y volumen (repeticiones o periodo de tiempo). Esto es lo que denominaremos como carga externa.


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