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    Estas redundancias tienen que ver en gran medida con el sujeto que nuestro deportista tiene en frente, con sus cualidades físicas, psicológicas, técnicas y otras, pero también tienen relación con los aspectos propios del deporte como es el reglamento. Un ejemplo sencillo nos ayudará a clarificar el tema: un boxeador no deberá estar atento a defender una patada del adversario dado que el reglamento se lo prohibe.

    Pongamos otro ejemplo, en un asalto de sable, en el que el reglamento beneficia a aquel que inicia el ataque, el tirador que es atacado no intentará el contraataque a menos que él crea que el ataque del adversario no va a llegar a su fin, porque va a ser parado. Estas y otras muchas limitaciones del reglamento podrán ser aprovechadas para saber qué acciones tienen mayor probabilidad de ser efectuadas en un momento dado.

    De este modo, el deportista que domine las diferentes situaciones tácticas será capaz de sacar más información de un determinado conjunto de estímulos y podrá responder a ellos más rápida y adecuadamente.

    Cómo trabajar estas situaciones tácticas es algo que excede a los propósitos de este estudio. A modo de guía general para el trabajo de la táctica en los deportes de combate, presentamos la clasificación que Kronlund (1984) nos hace de la táctica de la esgrima en relación a:

1. “La técnica”.

2. 1. “La distancia”.

   2. “El terreno”.

   3. “El tiempo del match”.

3. “La táctica en relación a la morfología”.

4. “La táctica en relación a la psicología”.

5. “La táctica de 2ª intención”.

    Esta clasificación nos da algunos de los puntos importantes que se deben tener en cuenta en el entrenamiento, a la hora de planificar un asalto contra un adversario o durante la competición. Cada uno de estos puntos deberá ser trabajado aislada o conjuntamente con los diferentes medios o formas de enseñanza y entrenamiento, dependiendo de las posibilidades que nos ofrezca cada uno de estos medios. Los combates docentes, los ejercicios por parejas, las lecciones del maestro e incluso los ejercicios individuales, además de otros (Arkayev, 1980), servirán para poder perfeccionar la táctica y entrenar las diferentes situaciones que se darán posteriormente en la competición real.

    En el I Congreso de la Asociación Española de Ciencias del Deporte (Cáceres, 2000) presentamos un trabajo en el que se mostraba la eficacia de un método de entrenamiento de la táctica en el karate, para poder comprobar la influencia del trabajo táctico en la velocidad de la toma de decisiones.

    No se estudió la táctica en todas sus dimensiones sino que se trató un aspecto que se podría llamar “la utilización de los diferentes recursos técnicos en función de las acciones que utilice el adversario”. Este aspecto puede ser uno de los más generales al hablar de táctica ya que en él se engloba un trabajo técnico, táctico y estratégico y con él tienen relación los otros aspectos: morfología, psicología... Para este propósito se tomó la secuencia táctica propuesta por Szabó (1977) en la esgrima y se adaptó al lenguaje y peculiaridades del karate.

    Después se hizo uso el método experimental para comprobar su eficacia.

Método

• Sujetos: 30 niños/as de entre 12 y 14 años con cinturón marrón o negro. Todos ellos son compañeros de clase con lo cual se presupone un conocimiento homogéneo. Divididos aleatoriamente en 2 grupos: tratamiento y control.

• Tratamiento: se les enseñó a los sujetos del grupo de tratamiento el “esquema táctico de las acciones”. Durante varias sesiones y con varios profesores especialistas en dicho esquema. El grupo de tratamiento continuó sus entrenamientos habituales con otro grupo de profesores no conocedores del método.

• Toma de datos: los grupos de control y tratamiento realizaron simultáneamente un cuestionario escrito con un tiempo limitado para cada pregunta. En este cuestionario se proponían situaciones tácticas que el sujeto debía resolver con la mayor cantidad de posibles soluciones durante el tiempo que el experimentador daba. Las situaciones tácticas fueron mostradas entre dos profesores para evitar malos entendidos en la explicación de las acciones. Con el uso del cuestionario escrito se intentó evitar la influencia de la condición física y otras características que pudiesen afectar.

• Análisis de los datos: cada una de las preguntas se evaluó respondiendo a 3 criterios: número de respuestas efectuadas, número de respuestas correctas, número de respuestas tácticamente diferentes. Posteriormente se obtuvo la valoración general del cuestionario respondiendo a los 3 criterios.

Resultados

• El tratamiento de los datos se hizo comparando el resultado del cuestionario en ambos grupos, teniendo en cuenta todos los criterios.

• Resultados: el grupo que recibió el tratamiento fue mejor que el grupo de control en el número de respuestas efectuadas, el número de respuestas correctas y el número de respuestas tácticamente diferentes, incrementándose las diferencias en el segundo y tercer criterio.

    Se pudo comprobar que los sujetos que habían aprendido las posibles soluciones a las acciones del adversario eran capaces de dar un mayor número de respuestas a situaciones del combate en un tiempo determinado. Además estas respuestas eran más acertadas y más variadas tácticamente.

    Estos resultados deben interpretarse con precaución dado que el cuestionario era escrito y el tiempo en el que debían responder a las preguntas es mucho mayor que el que se da en el combate. Sin embargo, aquel que responda más rápido en situaciones hipotéticas tendrá más opciones de hacerlo en situaciones reales.

    Lo anteriormente dicho nos lleva a que el entrenamiento de la táctica, definida por las características del deporte y de los sujetos que lo practican, proporcionará al sujeto una mayor capacidad para resolver correctamente las situaciones del enfrentamiento en el menor tiempo posible.

4. Conclusiones

    En los deportes en los que predomina la interacción motriz contra los contrincantes y con los compañeros o sin ellos, no se produce un único estímulo al que se debe responder. Los estímulos son múltiples y no todos tienen la misma importancia a la hora de interpretar una situación determinada. Además, estos estímulos no son discretos sino que en la mayoría de las ocasiones se debe responder a estímulos continuos que varían con el tiempo. Por ejemplo, la trayectoria de un jugador de baloncesto en la cancha. A este grupo de deportes pertenecen los deportes de combate de distancia de guardia media y reducida, que son los que hemos tratado en este artículo.

    De este modo, el deportista deberá conocer aquellos elementos que contienen la mayor cantidad de información posible para poder efectuar las respuestas más apropiadas en el menor tiempo posible.

    Este conocimiento afectará desde el inicio de la acción motriz, con la búsqueda de esta información hasta el procesamiento de ésta e incluso en la manera de recibir las retroalimentaciones sobre el resultado obtenido.

    El deportista deberá ser entrenado para buscar y procesar la información relevante. La mirada se deberá fijar en aquellos puntos que permitan una mayor entrada de la información y la atención se pondrá en los elementos más relevantes en función de los conocimientos previos. Cualquier dato previo al combate u obtenido durante éste, afectará al tipo de respuesta que el sujeto vaya a efectuar y al tiempo requerido para iniciarla.

    Así, la anticipación es una cualidad primordial entre los practicantes de este tipo de deportes. Toda la información previa al estímulo que posea un deportista puede ser utilizada para iniciar la respuesta antes de que ese estímulo tenga lugar, dado que si se espera a recibirlo es demasiado tarde ya que el tiempo de duración de una técnica es menor que el tiempo requerido para responder a ella.

    Un adversario es más fácilmente predecible cuando ejecuta siempre el mismo tipo de acciones, el gesto técnico viene siempre precedido de las mismas acciones o gestos, realiza una única acción siempre que sucede una determinada situación, responde de manera uniforme, y otras muchas circunstancias. De este modo se hace fundamental enmascarar nuestras pretensiones y hacer caer al adversario en la trampa de que un acontecimiento va a suceder para poder hacer otro.

    Las probabilidades subjetivas de que un acontecimiento vaya a suceder también pueden ser basadas en las características propias del deporte, de manera que en una determinada situación se vean limitadas las posibilidades de acción del adversario.

    En el combate real, si el sujeto conoce las situaciones más típicas y las posibilidades de actuación en cada situación, disminuye el número de posibles sucesos y aumenta la probabilidad de que suceda una determinada acción.

    A partir de lo anteriormente presentado podemos concluir que:

• El trabajo de las situaciones tácticas propias del deporte mejora la capacidad de anticipación en ese deporte.

• En los deportes de combate de distancia de guardia media y reducida el deportista experto no espera a que exista el estímulo para producir la respuesta sino que anticipa el comportamiento del adversario.

• La anticipación a las acciones del adversario se basa en redundancias o acciones que el sujeto repite cíclicamente en función de las circunstancias del combate.

• Aprender las redundancias del adversario y evitar las propias beneficia nuestra anticipación y perjudica la del oponente. Esta capacidad puede ser mejorada con el entrenamiento y la experiencia competitiva.

• El conocimiento de las posibles respuestas que un deportista puede dar ante una situación determinada mejora la toma de decisiones y la velocidad con que ésta se efectúa.

• El entrenamiento de las interacciones propias del deporte ayuda a elegir la información relevante en un momento determinado del combate.

Notas

1. “Tiempo de Reacción”: “el que transcurre desde el inicio de un estímulo elicitador y el inicio de la respuesta del sujeto” (Roca, 1983, p. 17)

2. “Tiempo de Reacción Simple”: el sujeto tiene que responder ante un único estímulo con una respuesta previamente conocida. Tras la revisión bibliográfica realizada, hemos podido comprobar que ningún autor de los consultados da una definición breve del concepto, por lo cual incluimos esta definición propia.

3. “Tiempo de Reacción de Elección”, uno de los dos o más estímulos posibles es presentado y el sujeto debe responder adecuadamente a cada uno de ellos con una respuesta específica. Tras la revisión bibliográfica, ningún autor de los consultados da una definición breve del concepto, por lo cual incluimos esta definición propia.

4. La “Anticipación Coincidente o Intercepción” se distingue porque el estímulo elicitador no aparece de golpe sino que es un estímulo móvil (Roca 1983, pp. 44-45)

5. “Anteperiodo”: el periodo entre la señal de alerta y el estímulo elicitador (Roca, 1983, p.22).

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